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Semaforización e inequidad de género

Por: lahora.com.ec

El confinamiento devela verdades incómodas sobre el trabajo doméstico y la vida familiar. Antes de la pandemia, la tarea titánica de la crianza se repartía entre padres, educadores, abuelos y terceros. Un caso de crianza sin algún tipo de apoyo comunitario era la excepción. Hoy, abuelos y familias extendidas están guardados en casa y el apoyo de la escuela es mínimo, ante esta labor a tiempo completo.

Hasta que llegó el Covid-19, vivíamos en un capitalismo adaptado para remunerar con más generosidad a aquellos trabajadores incondicionales y disponibles a toda hora; características de cierto modo incompatibles con las necesidades vitales de los niños en etapa formativa. Tal es que, históricamente, las mujeres tuvieron menos acceso a posiciones laborales de alta jerarquía y mejores salarios.

El plan de reactivación productiva apunta a una incorporación paulatina de los adultos jóvenes al mercado laboral. Esto, sin un sistema de detección temprana ni soluciones para el cuidado de los niños de quienes tienen la opción de un trabajo formal y a tiempo completo. Entonces, serán las mujeres las que, en su mayoría, permanecerán al cuidado de los niños; aumentando la brecha salarial, de oportunidades y movilidad que ya existe entre géneros.

La semaforización debe acompañarse de un plan integral de cuidado infantil. Sin altruismos, está en el efectivo interés de los adultos de hoy ocuparse de criar, educar y avanzar a la generación futura. Ellos serán los que, en una década o dos, deban sostener el sistema de nuestras pensiones.

 . . .

Un niño con falta de educación es un niño perdido”.
John F. Kennedy (1917-1963) Presidente de EE.UU. entre 1961 y 1963.

Un ser humano no alcanza sus cotas más altas hasta que esta educado”.
Horace Mann (1796-1859) Escritos, político y filósofo estadounidense.

Fuente: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102317396/semaforizacion-e-inequidad-de-genero-

Imagen: mohamed Hassan en Pixabay

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La ‘clase inútil’

Por: lahora.com.ec

Cuando finalmente se pueda habitar el mundo que gira fuera de nuestro hogar, el reto no será la conservación de empleos, sino la creación de empleos que sean más eficientes que un algoritmo, un robot o un asiático al otro lado del mundo. Incluso allí, en el mundo que se está gestando en medio de la depresión económica y el pánico sanitario, se requerirán destrezas más flexibles y creativas, más cambiantes y elásticas, que aquellas que imparte el sistema educativo ecuatoriano.

Entre tanto, en nuestro país hay niños que deben caminar hasta seis kilómetros para acceder a una computadora con conexión a Internet, y el debate se centra en qué estaciones de radio o TV se difundirán las “clases”.

El historiador y filósofo Yuval Noah Harari, autor del libro ‘21 lecciones para el siglo XXI’, advierte desde mediados de la década, de la creación de una “clase inútil”: un grupo demográfico que no solo vivirá desempleado, sino que se tornaría “inempleable”. Su predicción apuntaba al 2050, pero nadie anticipó que la pandemia empujaría a la humanidad en el tiempo. Las decisiones que se esperaba tomar en los siguientes 5, 10 o 15 años, de pronto se volvieron urgentes y decisivas. Los empleos que se presagiaba se volverían innecesarios, hoy son una realidad. El mundo se enfrenta a un desempleo masivo y a una horda de seres humanos de edad media y avanzada cuyas destrezas no serán aplicables a la demanda de una economía motivada por el miedo, la pobreza y la necesidad de automatización y tecnología.

Si algún día el Ecuador pretende sacar a su población de la pobreza, y no solo permitirle sobrevivir como lo ha hecho por 190 años de vida republicana, deberá educar para el futuro. La del Covid-19 es una oportunidad única para reinventarnos, ojalá que así lo entienda la Educación también.

Fuente: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102317198/la-clase-inutil

Imagen: risti611 en Pixabay

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Educar desde casa

Por: lahora.com.ec

Casi 5 millones de niños menores de 12 años deben permanecer en casa, desde hace dos semanas, y sin saber hasta cuándo.

Más allá del régimen educativo aplicable a las distintas familias, lo cierto es que, en casa, los niños observan y aprenden de sus padres ahora, durante cada momento del día.

En este, como en muchos otros aspectos, las decisiones que se tomen ahora y durante las semanas que vienen, nos marcarán como sociedad de cara al futuro.

Muchos padres y madres se encuentran trabajando desde sus hogares, haciendo malabares entre las tareas escolares, el teletrabajo y el cuidado familiar.

Es evidente que la labor de todos los educadores a nivel nacional merece un gran reconocimiento. Maestros de instituciones públicas y privadas, en muchos casos mal remunerados, por décadas han sufrido la negligencia de una sociedad que poco valora la importancia de su trabajo. Es menester que el Ministerio de Educación haga todo lo que esté a su alcance para minimizar la brecha académica que, sin duda, va a empeorar durante estos meses de cuarentena.

Cuando se haya logrado controlar la pandemia, resurgiremos como una sociedad traumatizada en muchos sentidos. Quedarán en el imaginario infantil, todas las lecciones también aprendidas en el hogar.

Serán tiempos difíciles para muchas familias, y los niños habrán observado la diferencia entre actuar con resiliencia o desespero; con integridad o deshonestidad; aprenderán a dar una mano al vecino, o a mezquinar con avaricia. Este es también el momento de formar la sociedad del futuro.

La muerte destroza al hombre: la idea de la muerte le salva”. E. M. Forster Escritor inglés (1879-1970).

Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos”. Scott Fitzgerald Escritor estadounidense (1896-1940).

Fuente: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102314561/educar-desde-casa

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Única respuesta: culpar a otros

Por: lahora.com.ec

Se sacrifica a un individuo o a un grupo, pero el sistema sigue funcionando. Quienes manejan los hilos del poder estuvieron antes y están ahora, pues gozan de una “desbordante salud”. Indicadores, a veces engañosos, nos dicen que la brecha de desigualdad se ha reducido o que el desempleo disminuyó respecto a tal período.

El desempleo y la desigualdad son condiciones sociales muy complejas. La inyección de capital en la economía, público o privado, solo es parte del inicio del enfrentamiento al problema, nunca su solución definitiva. Los índices de desigualdad y desempleo en países más desarrollados y solventes que el nuestro, aumentan o disminuyen, pero siguen en pie.

¿Y qué es la autoridad? No es poder real visible. Las instituciones ya no tienen un monopolio, o semimonopolio, en el control de la información. Vivimos un ‘tsunami de información’ que carece de precedentes en la historia. Hasta poco ese control, si había fracasos, nos ponía delante a alguien a quien culpar.

Unos dicen que la pobreza y la miseria han cedido terreno desde la vuelta a la democracia. La sociedad ecuatoriana de los años ochenta del siglo pasado, ¿es la misma hoy? ¿Los requerimientos son inmutables? La ciencia y la tecnología a nuestro alcance, ¿son las mismas?

La más socorrida respuesta al problema es culpar a otros, a algún imperio a mano, bien sea el incario, la colonia española,  Norteamérica o China. Sin embargo, nada de esto pudo frenar (y extinguir) la turbulencia social y política que afloró en octubre. Esa fue, probablemente, la primera advertencia. Ahora se oyen voces airadas y burlonas donde antes sólo había silencio.

Fuente: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102303296/unica-respuesta-culpar-a-otros

Imagen: PublicDomainPictures en Pixabay

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