España/ Autora: Pilar Fonseca
La imagen se repite más de lo que nos creemos o lo que es peor, más de lo que nos damos cuenta.
Niño o niña en el parque y su padre o su madre mirando atentamente el Smartphone “es un momento, nada más” o “puedo hacer las dos cosas a la vez” son las frases más oídas pero a esto los expertos lo están llamando ya “Crianza Distraída” o cuando miramos el móvil más que a nuestros hijos ¿a ti también te pasa esto?
Plazas, parques, centros comerciales, algunos incluso van caminando o conduciendo mientras van mirando su móvil. Se empiezan a denominar como “smombies” a esos transeúntes que caminan sin dejar de mirar su móvil.
De hecho, este comportamiento se ha generalizado hasta tal punto que ha empezado a ser un peligro para los propios usuarios y ciudades como Estocolmo, Amberes o Bruselas entre otras, han señalizado las vías o las zonas para que caminen esos adultos que consideran más importante dar un like que su propia seguridad al desplazarse.
Pero lo peor es que siendo como somos en general, adultos hiperconectados, esto está intoduciéndose en la crianza de nuestros propios hijos aunque parece que no nos estamos dando ni cuenta.
Nos preocupa el abuso que hacen nuestros hijos de las nuevas tecnologías, de los videojuegos de las tablets. Nos preocupa cuando ese abuso se traduce en problemas en el colegio, problemas de conducta o problemas para establecer relaciones sociales, nos preocupa porque vemos a veces que les aísla tanto de los amigos como de la familia pero no somos conscientes del uso que les damos nosotros a esas nuevas tecnologías a todos esos gadgets que nos acompañan y al final los niños están viendo adultos hiperconectados y esos adultos somos en demasiadas ocasiones sus propios padres.
La crianza de los padres distraídos
Así han empezado ya a definirlo distintos expertos «crianza distraída» la de los padres y madres que estamos pero sin estar cuando pasamos un rato con nuestros hijos.
Porque se ha convertido en un hábito el estar pendiente casi de manera compulsiva de los avisos del móvil y este hábito o realmente este abuso, influye de forma negativa directa e indirectamente en la crianza de nuestros hijos.
Y nuestros hijos lo notan, son pequeños sí pero no son tontos y sienten que en esos momentos han perdido la conexión con sus padres por lo que seguro que antes o después y de un modo u otro van a manifestar su malestar cómo y cuándo puedan y siempre dentro de sus posibilidades dependiendo de su edad. Es fácil que sientan que físicamente sus padres están con ellos sí, pero están pendientes de otra cosa, ellos sienten que les importan menos como es lógico de entender.
Los padres somos referencia primaria de las conductas de nuestros hijos, somos su espejo, nuestro comportamiento les da pautas para desarrollar su propio comportamiento. Si ellos aprecian que de forma habitual suele haber “algo” más importante que ellos cuando estamos juntos, entenderán que ese “algo” también puede ser más importante que sus propios padres cuando tengan edad e incluso que sus propios hijos cuando ellos sean padres. Y ese “algo” ya sabemos que es en demasiadas ocasiones: el móvil, el smartphone.
El niño no sólo crece físicamente que eso es lo más evidente, también lo hace emocionalmente y para hacerlo de forma constructiva y positiva, necesita que papá y mamá estén presentes, no sólo físicamente sino también su mente, su pensamiento, su atención, cuando están juntos.
Cuando son más pequeños necesitan jugar con sus adultos de referencia, sus modelos, sus padres y cuando van creciendo necesitan desarrollar una relación que les permita conversar con ellos y ninguna de ambas opciones: jugar o conversar con nuestros hijos, es compatible con que nuestra atención se la demos a lo que nos demanda nuestro teléfono móvil.
Reflexionar y Actuar
Podríamos empezar por respondernos sinceramente a algunas preguntas:
- ¿Por qué me cuesta tanto desconectarme?
- ¿Dónde está sucediendo lo que de verdad importa en mi vida en este momento?
- ¿Es tan urgente y tan importante lo que tienen que contarme a través del móvil como para que no puedan esperar?
- ¿Estoy utilizando el móvil como un escudo porque pienso que no sé relacionarme con mis hijos?
Sí, algunas cuestiones son complicadas y quizás por ello sean las más importantes para que las respondamos de manera valiente y sincera, sino sólo estamos perdiendo el tiempo… otra vez.
Una vez que hemos reflexionado como adultos, hemos echado cuentas del tiempo que el móvil le roba a nuestra relación con nuestros hijos y hemos llegado a la conclusión de que ese tiempo es excesivo y no está justificado al cien por cien, tenemos que tomar medidas al respecto.
Por ejemplo, medidas concretas como apagar los móviles durante el tiempo de las comidas o dejarlos en otra habitación, al menos.
Se sabe que el tiempo de la comida se empobrece de forma muy triste cuando los adultos están pendientes del móvil y se engañan con aquello de que “pueden estar en dos sitios a la vez”.
O medidas más drásticas, como establecer el tiempo para estar con nuestros hijos libre de tecnología para todos.
No podemos olvidarnos que el ejemplo siempre lo damos los padres y que con nuestro comportamiento no dejamos ni un minuto de educar a nuestros hijos.
Fuente: http://www.bebesymas.com/ser-padres/la-nueva-crianza-distraida-o-cuando-miramos-el-movil-mas-que-a-nuestros-hijos-a-ti-tambien-te-pasa