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Contra los ataques de Milei, preparemos una gran lucha de todo el pueblo en defensa de la escuela pública argentina

El gobierno de Javier Milei corta el envío de fondos educativos a las provincias, luego de sufrir su primera derrota política con el fracaso de ley ómnibus. Los gobernadores le quitaron apoyo para no hacerse cargo de los costos del ajuste: luego del paro nacional, y de las movilizaciones en las calles protagonizadas por las asambleas barriales, sindicatos combativos y la izquierda, quienes fueron un factor decisivo en el desenlace de esta primera batalla. A la educación pública hay que defenderla con esta fuerza y esta unidad.

A pocos días del comienzo de clases, el Gobierno nacional confirmó que no transferirá a las provincias el dinero del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Salarios devaluados, escuelas con enormes problemas de infraestructura, comedores con comida insuficiente y poco nutritiva y aún sin confirmar su continuidad, niveles altísimos de pobreza en niños, niñas y adolescentes.

 

Está en marcha un profundo ajuste a todo el pueblo trabajador. Este miércoles la justicia confirmó algo evidente: la huelga es un derecho constitucional. La educación no es un servicio, es un derecho. La CTERA viene denunciando esta situación, pero no alcanza. Es necesario debatir en asambleas en todas las escuelas, junto a la comunidad, en todo el país cómo enfrentar este plan.

 

El pasado 9 de febrero los ministros de Educación provinciales- quienes vienen siendo los garantes del ajuste en cada una de sus provincias- dirigieron una carta al secretario de Educación, Carlos Torrendell. Allí le expresaron la “preocupación” por la falta de transferencia del Fondo de Compensación Salarial Docente, que lo cobran las provincias de Catamarca, Chubut, Corrientes, Jujuy, La Rioja, Misiones y Santiago del Estero.

 

Se trata del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), los ítems salariales de Conectividad y Material Didáctico, pero también por los programas educativos nacionales (incluyendo la extensión de la jornada escolar) y el Fondo de Infraestructura. En la carta, los ministros lamentaron “la falta de certeza sobre el escenario presente y futuro respecto a la continuidad en las transferencias de los fondos referidos, de modo tal de poder delinear seriamente la política educativa en nuestras jurisdicciones”.

 

Los gobernadores de diferentes colores políticos quieren transferir la responsabilidad sobre el Gobierno nacional, pero son las provincias centralmente las que pagan el salario docente, por el esquema legal de las leyes educativas heredadas de los años ’90, de descentralización, que ningún gobierno, de ningún signo político cambió.

 

Mientras esos mismos gobernadores están aprestos de seguir pujando por grandes ganancias para sus propios empresarios del campo, del agropower, de la industria petrolera, pesquera y minera, vitivinícola o azucarera, etc. -como ya se demostró durante toda las negociaciones de la fracasa ley ómnibus- lamentan que no haya fondos para los salarios y el presupuesto educativo. Es una pelea que tendremos que dar desde cada escuela, cada comunidad, porque mucho no podremos esperar de estos funcionarios.

 

El FONID representa un porcentaje del salario que cobran más de 1,65 millón de docentes de todo el país en el sistema educativo formal, desde el nivel inicial hasta el nivel terciario no universitario. Según un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, este fondo representaba el 14,16% del presupuesto educativo nacional en 2023 (prorrogado para 2024). Presupuestos congelados por parte del presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputto a pedido del FMI, que ya venían por debajo de la inflación durante el gobierno de Alberto Fernández, Sergio Massa y Cristina Kirchner. Son montos ampliamente superados tras las devaluaciones que repercutirán, por ejemplo, en las universidades nacionales que no tendrán para pagar salarios.

 

La falta de envíos de fondos educativos a las provincias se da en un contexto donde el gobierno de Milei sufrió su primera derrota. La ley Ómnibus cayó sin los votos en el Congreso. Los gobernadores le quitaron el apoyo para no hacerse cargo de los costos del ajuste luego del paro nacional, y de las movilizaciones en las calles protagonizadas por las asambleas barriales, sindicatos combativos y la izquierda, quienes fueron un factor decisivo en el desenlace de esta primera batalla. Este mismo gobierno quiere revancha con más ataques al pueblo trabajador. A la educación pública hay que defenderla con esta fuerza y esta unidad.

 

Con la ley ómnibus derrotada y el capítulo laboral del DNU suspendido por una medida cautelar, el ataque que implicaba declarar a la educación como servicio esencial está parado. Pero Milei busca por todos los intersticios seguir avanzando hacia un modelo educativo al servicio del mercado, meritocrático e individualista y con sus trabajadores y trabajadoras sin derechos laborales, como proponen los organismos de créditos internacionales y las grandes patronales.

 

La esencialidad no significa para estos gobiernos que la educación tenga más presupuesto, que chicos y chicas coman todos los días, que haya salarios que cubran la canasta básica, que haya escuelas en condiciones, sino un ataque directo al derecho a huelga. Y, para sumar, en el último documento, luego de un largo silencio de Cristina Fernández de Kirchner, se realiza la misma sugerencia, sumándose a la campaña contra el derecho a huelga.

 

La realidad es que las escuelas que se siguen cayendo a pedazos, los salarios están devaluados, mientras hay que afrontar aumentos en las tarifas de transporte de alrededor del 250%, se vienen los tarifazos de la luz, gas, agua y una canasta escolar imposible y prohibitiva para la mayoría de las familias trabajadoras, que ven como el salario se licúa día a día.

 

Hay provincias en que el salario docente está apoyado en la línea de indigencia, garantizado por una cláusula de garantía atrasadísima. En este contexto no puede haber ninguna normalidad en el inicio del ciclo lectivo.

 

Te puede interesar: [Video] Bregman y Del Caño: ¿Cómo sigue la pelea contra el plan de Milei?

 

El escenario en las provincias

En algunas provincias los trabajadores y trabajadoras de la educación ya han votado medidas de lucha y paros.

 

En Santa Fe donde el gobernador Pullaro, en febrero, no pagó el 36% correspondiente a la inflación de noviembre y diciembre. Hay mucha bronca en la base docente que lo votó masivamente. En este contexto, está planteado un paro para el 26 de febrero, día en el cual se iniciaría el ciclo lectivo.

 

En Tucumán, a un mes del inicio de clases se había planteado un paro de 72 hs por la reapertura de la negociación paritaria a partir del 16 de febrero pero se acató la conciliación obligatoria dispuesta por el gobierno.

 

En Córdoba, desde UEPC Capital impulsa instancias deliberativas y de colaboración de mandatos y acciones de movilización desde las escuelas para el 15 y 16 que se regresa a las escuelas con talleres institucionales.

 

En Jujuy, desde el Cedems se impulsaron asambleas de los profesores de nivel medio y superior. Decenas de docentes debatieron sobre el pedido paritario y remarcaron la falsedad del discurso del Gobierno provincial de que “no hay plata”. En contraposición lanzaron una campaña de “plata hay”.

 

En CABA, las y los docentes, quienes vienen participando activamente de las asambleas barriales, están impulsando una asamblea del sindicato Ademys para el próximo jueves.

 

En Mendoza ya se regresó a las escuelas. La provincia, con uno de los salarios más bajos del país, debate una propuesta salarial del gobierno de Cornejo, que deja a decenas de miles en la línea de indigencia. La conducción del SUTE aceptó bajar la propuesta a las escuelas. Pero la situación puede ser más difícil con el recorte de las partidas a las provincias. El Ítem Aula y los protocolos represivos -que Juntos por el Cambio y la La Libertad Avanza pretenden nacionalizar- son una enorme presión antihuelga. Hace falta un fondo de lucha para poder recobrar la confianza y la fuerza para construir un paro y pelear por la recomposición salarial, presupuestaria y en defensa de la educación pública.

 

En Neuquén hay firmado un acuerdo por IPC trimestral, pero como el Gobierno aumentó los aportes previsionales y asistenciales por cargo, esto significó pérdida del salario de bolsillo. Desde ATEN Capital junto a la Multisectorial se participó activamente en las acciones en las calles desde el 20 de diciembre y hay convocado un plenario de delegados para el día 20.

 

En la Provincia de Buenos Aires, la Lista Multicolor impulsa asambleas y reuniones de delegados en los distritos, como en Tigre y La Plata y le exige a la conducción de Suteba que convoque a asambleas y plan de lucha. El gobernador Kicillof aún no realizó ninguna oferta salarial en la paritaria.

 

Como vemos, estamos ante una realidad compleja y diversa, pero que enfrenta un ataque de conjunto a la clase trabajadora. Hay que poner en pie una fuerza que derrote estos planes. ¿Y los sindicatos? Es necesario impulsar un plan de lucha nacional en defensa de la educación pública.

 

La CTERA publicó una exigencia al Gobierno nacional para que envíen los fondos y llamen a la paritaria nacional. Además nos enteramos por los medios de la conferencia de prensa en la que anunciaron los pasos a seguir. No es la manera. Ya se demostró en los calientes días de enero que lo que sirve es debatir en asambleas, pelear por la unidad y ganar las calles.

 

El 22 se convocó a un Congreso Extraordinario de la entidad. Es urgente que la Ctera y todos los sindicatos provinciales salgan convoquen a asambleas, se abra un proceso de amplio debate, de organización, de diálogo con la comunidad, para construir la fuerza para esta pelea.

 

Pero no sólo eso. Tanto la CGT que dijo «sin paritaria nacional no comenzarán las clases», como ambas CTA y sus gremios de base, que después del paro del 24E dejaron la calle en los días de debate en el Congreso contra la ley Omnibus (jornadas en que las asambleas barriales fueron protagonistas) tienen que ser parte de la impulsar la lucha, con asambleas de base, de sector, de rama y preparar en serio las medidas para enfrentar este ajuste brutal contra la educación pública.

 

Hay fuerzas para enfrentar a Milei y derrotar su política y eso quedó demostrado en un primer “round” en el paro del 24E y las movilizaciones contra la ley Omníbus que desafiaron el protocolo represivo de Bullrich.

 

Para ello, es imprescindible organizar a cientos de miles de docentes de todo el país y las familias desde las escuelas uniéndonos y coordinando con otros trabajadores, mujeres y jóvenes en las asambleas barriales para construir un plan de lucha nacional que enfrente los ataques de Milei, el DNU y el Protocolo represivo de Bullrich.

 

Frente al plan “licuadora” y “motosierra”, es necesario levantar un programa para que la crisis la pague el poder económico y el capital financiero. Plata hay, pero se la llevan los grandes empresarios (que remarcan a más no poder todos los días) y el FMI, que organiza toda la economía para que se junten los dólares para pagar la deuda a costa del hambre del pueblo y con recortes en salud, educación, salarios, jubilaciones y asistencia social.

 

Los trabajadores y trabajadoras de la educación, que estamos en cada barrio, localidad, municipio, región, provincia, conocemos de primera mano la realidad, conocemos las comunidades, y podemos ser una fuerza poderosa para organizar y aglutinar la fuerza para pelear contra estos planes del gobierno.

 

Fuente: https://www.laizquierdadiario.cl/Contra-los-ataques-de-Milei-preparemos-una-gran-lucha-de-todo-el-pueblo-en-defensa-de-la-escuela

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Anarcoeducación: ¿cómo es la educación que quiere Milei?

Por: Daniel Filmus

Desde el inicio del proceso de construcción del Estado Nacional, sobre fines del siglo XIX, todos los gobiernos que se sucedieron adjudicaron una función social trascendente al sistema educativo argentino. Por supuesto, esta función tuvo características muy diferentes de acuerdo al modelo socio-económico y político que se intentó implementar desde la conducción del Estado. Nos encontramos, por primera vez en la historia argentina, frente a una situación inédita: un gobierno que, a partir del intento de aplicación de las teorías de la escuela económica austríaca y del anarcocapitalismo, conceptualmente plantea que: a) el Estado no tiene que ser responsable de la gestión del sistema educativo y del acceso al derecho a la educación, ya que esto sería una responsabilidad de las familias y del mercado, y b) el modelo de desarrollo económico y de valores sociales no exige que la educación, la ciencia y la tecnología nacional jueguen un papel estratégico.

El Presidente Julio Argentino Roca promulgó en 1884 la Ley 1420 que estableció la obligatoriedad de la escuela primaria en Argentina. La función social que la Generación del ’80 concebía para la educación era muy precisa: construir la unidad cultural de una Nación que, tanto poblacional como territorialmente, era muy heterogénea. Hipólito Yirigoyen la concibió como una herramienta de democratización social, ampliando la escolaridad en todos los niveles, incluso el universitario a partir de la Reforma del 18. Más tarde, durante el proceso de sustitución de importaciones y el peronismo, se definió la función de la educación en dirección a satisfacer la formación de trabajadores y profesionales para atender las demandas de la industrialización que vivió el país a partir de la década del ’30. Las dictaduras posteriores vieron en la educación una política privilegiada para transmitir los valores que garantizaran el control ideológico, el orden y la disciplina. El sistema educativo se constituyó en una de las principales estrategias que debía posibilitar la aplicación y legitimación del terrorismo de Estado.

Cada gobierno que sucedió a la recuperación de la democracia también definió explícita o implícitamente la función social que concibió para la escuela, la universidad y la ciencia. Para el Presidente Raúl Alfonsín, la educación fue una herramienta fundamental para consolidar la democracia. Posteriormente, en los ’90, se intentó acompañar desde el sistema educativo el proceso de transformaciones neoliberales propuesto desde el modelo económico, transfiriendo los servicios educativos nacionales a las jurisdicciones y colocando como función principal de la educación la de formar para una economía de mercado.

El kirchnerismo, modificó fuertemente el modelo de desarrollo llevado adelante en la década anterior, para lo cual concibió la educación como una herramienta de integración social y desarrollo económico que privilegió la industria. Para ello aprobó un conjunto de leyes que conformaron un plexo normativo nuevo, revirtiendo las tendencias del período menemista. El gobierno de Mauricio Macri también propuso una función importante para el sistema educativo. Privilegió su papel en torno a difundir valores que consideró fundamentales para construir el orden social de mercado al que aspiraba, desarrollando valores que apuntalaban el individualismo, la competencia y el emprendedurismo. A su vez, el sistema educativo también desempeñó funciones importantes aun en los momentos en los que el país atravesó profundas crisis como las de la hiperinflación, la hiperdesocupación y la pandemia. En estos períodos el sistema educativo resintió su función pedagógica y se convirtió en un espacio de contención social y un “refugio” frente a una coyuntura que tendía fuertemente a la exclusión social.

Al contrario de lo hecho por los gobiernos anteriores, el proyecto que encabeza Javier Milei no plantea ninguna función definida para el sistema educativo. Ya en su campaña electoral, el actual presidente planteó que había que eliminar la educación obligatoria. No era una postura improvisada. Es la concepción que muchos de los economistas ultraliberales y de la escuela austríaca enuncian como dogma.

Esta concepción no prevé que la educación juegue un papel importante en la formación para el trabajo, la productividad o el desarrollo científico-tecnológico. Principalmente, porque el modelo propuesto no incluye una ampliación del mercado de trabajo, un proceso de industrialización o de creación de conocimiento y tecnologías propias. Siguiendo las teorías del Capital Humano, los anarcocapitalistas sostienen que la sociedad no debe invertir en formar trabajadores o profesionales que no se sabe si encontrarán puestos laborales para ejercer su carrera, ya que ello implicaría “sobreeducar”. Bajo su paradigma, esto implica realizar un gasto público por el que no se obtendría una tasa de retorno que justifique la inversión social. En otras palabras, ¿por qué la sociedad debería financiar los estudios de un futuro ingeniero que seguramente no podrá aplicar en el país los aprendizajes que obtuvo a lo largo años de estudio? Se trataría así de una inversión a riesgo que debería ser asumida por los particulares.

En una sociedad altamente polarizada como la que propone este modelo, los pocos empleos altamente calificados que requerirá una economía crecientemente concentrada pueden ser cubiertos por los circuitos educativos de élite o de alta calidad que pertenecen principalmente al sector de la enseñanza privada. La mayoría de la población, que tendrá trabajos poco calificados, no necesitará una educación de calidad. Por otra parte, considera que son los propios actores del mercado, y no el Estado, quienes en última instancia tienen la responsabilidad de formar su propia fuerza laboral, ya que son quienes se apropiarán de la renta diferencial que produce el trabajo calificado. En este punto, la experiencia muestra que en nuestro país la mayor cantidad de mano de obra ocupada pertenece a pequeñas y medianas empresas o se desempeña en el cuentapropismo o la economía informal. Se trata de sectores que, a diferencia de las grandes empresas, no están en condiciones de generar instancias propias de capacitación laboral.

Al mismo tiempo, el ataque permanente y las amenazas de desaparición del CONICET, la prédica respecto de la inutilidad del trabajo de los investigadores y la inclusión en el proyecto de ley de la autorización para privatizar algunas de las importantes empresas tecnológicas, como ARSAT, NASA, VENG, DIOXITEX, etc., deja en evidencia que el modelo propuesto no incluye el desarrollo de las capacidades científico-tecnológicas nacionales, sino la dependencia de los centros mundiales de producción de conocimientos.

Sin embargo, más allá de todo lo expuesto, la característica particular del gobierno de Javier Milei es que no sólo no considera importante el sistema educativo para el modelo económico, sino que tampoco lo percibe como necesario para transmitir su ideología y sus valores. Al contrario que otros gobiernos, inclusive los que sostenían una perspectiva neoliberal o incluso autoritaria, no confía en la escuela, en los docentes y en el currículum escolar como posibles portadores de los valores culturales que quieren difundir.

Milei está convencido de que las redes le han ganado a la educación la supremacía en la capacidad de la construcción del imaginario social. Y es allí donde apuesta e invierte recursos para lograr una hegemonía ideológica en torno al individualismo, el liberalismo y la lógica del mercado. El fuerte impacto que ha tenido el actual presidente en su llegada a la juventud a través de las redes en la campaña electoral, lo fortalece en esta convicción.

Por otra parte, los defensores del anarcocapitalismo proponen que no hay que confundir educación con escolaridad; sostienen que hay que combatir la escolaridad porque es una herramienta del Estado para adoctrinar con ideas colectivistas o populistas a niños y jóvenes. Por lo tanto, la primera tarea es apartar al Estado de la educación. La educación, para la escuela austríaca, es una responsabilidad indelegable de las familias que deben adquirir, de acuerdo a su capacidad de consumo, igual que cualquier otro bien que se distribuye en el mercado. Uno de sus principales defensores, Nogalez Lozano sintetiza esta posición: “…para el anarcocapitalismo no cabe duda que una educación libre exige en todo momento separar la educación del Estado; apostar claramente por la implantación de los mercados privados en la enseñanza libre, mercados en los que no exista coacción alguna, ni en la forma ni en los contenidos educativos y en donde el total protagonismo de la enseñanza lo tengan oferentes y demandantes de la enseñanza…”

En sintonía con esta concepción, el Poder Ejecutivo incluyó en la primera versión del Proyecto de Ley Ómnibus un artículo en el que se permitiría que los niños desde los 9 años cursen sus estudios en sus casas sin ir a la escuela y sin seguir necesariamente los planes oficiales para el aprendizaje, legalizando el “home schooling” y el “unschooling”. La resistencia que provocó esta propuesta obligó a que en los borradores de la nueva versión del proyecto de Ley -hoy en suspenso- aparezca más diluida, sólo para actividades extracurriculares. Pero, aun así, como iniciativa para menores de 18 años y para la escuela primaria, continúa siendo discriminadora. Los principales factores de trabajo por la igualdad que tiene el sistema educativo son el ámbito de la institución escolar y la actividad presencial del docente.

Llama la atención de que a pesar de denostar la participación del Estado en la educación, en el proyecto de Ley Omnibus se amplía notoriamente su función de control y de evaluación del sistema y sus protagonistas. Entre otras, se incluyen nuevas instancias de pruebas para quienes egresan del nivel secundario y para los docentes. Ahora bien, ninguna de estas instancias aparece vinculada a estrategias pedagógicas que permitan subsanar los problemas de calidad de la educación que seguramente estas evaluaciones permitirán detectar. Ni siquiera están vinculadas a nuevas formas de promocionar. Si no es para mejorar o para promocionar, ¿para qué se pretende evaluar? Es evidente que el objetivo es favorecer la discriminación social. Por ejemplo, en un país donde 2 de cada 3 jóvenes termina la escuela media, ya no alcanza con este certificado para conseguir trabajo. Todas las investigaciones muestran que los empleadores, a la hora de incorporar personal, privilegian a aquellos trabajadores que egresan de los colegios o circuitos educativos a los que concurren sectores sociales más acomodados. Ahora tendrán un nuevo indicador para seleccionar a sus trabajadores: el resultado de la prueba al finalizar el ciclo medio. Como ya muestran las pruebas Aprender, el nivel socioeconómico de la familia es el principal predictor de la nota que obtienen los jóvenes. Nuevamente serán quienes provienen de los sectores más desfavorecidos los que corran el riesgo de una mayor discriminación, aún para aquellos trabajos que no requieren de los conocimientos adquiridos en la escuela.

Por último, el Presidente J. Milei y su Ministro de Economía, Luis Caputo, anunciaron que el mayor ajuste en el gasto público se efectuará en las transferencias a las provincias. Ello implica, no sólo dejar de cumplir con la inversión prevista en la Ley de Financiamiento de Educación, sino también profundizar las desigualdades entre las jurisdicciones que están en muy diferentes condiciones para hacerse cargo de los aportes que no enviará la Nación. Este proceso ya lo hemos vivido en los inicios de los ’90 a partir de las transferencias de instituciones educativas a las provincias sin los recursos correspondientes. Los resultados estuvieron a la vista: se profundizó el deterioro, la desarticulación y la desigualdad del sistema educativo. Los anuncios respecto de la intención de reemplazar el modelo actual por el financiamiento de la demanda o la aplicación de los vouchers, contribuiría aún más a ampliar las brechas sociales frente a la educación.

En síntesis, nos encontramos frente a un riesgo inédito en la historia de nuestro país. Una combinación particularmente peligrosa para el futuro educacional. Un gobierno que niega el papel del Estado en la regulación del funcionamiento de la sociedad y en particular de su participación en la distribución de conocimientos y valores a través del sistema educativo. Un proyecto económico que no demandará mayor capacitación para la mayoría de la fuerza laboral. Un modelo de construcción de hegemonía ideológica que prescinde del papel de la escuela para concentrarse principalmente en las redes sociales. Una política de ajuste económico que disminuirá drásticamente la inversión en educación, ciencia, y tecnología, y golpeará fuertemente el salario docente, profundizando la desigualdad y condicionando la posibilidad del inicio y continuidad del ciclo lectivo y la calidad de los aprendizajes escolares.

El anarcocapitalismo sólo nos puede llevar a la anarcoeducación. Estamos frente a la posibilidad de que, lejos de solucionarse los actuales problemas del sistema educativo, la aplicación de estas políticas lleve a un enorme aumento de la desarticulación interjurisdiccional, a la agudización de la desigualdad en el acceso y las oportunidades de niños y jóvenes, y a un descenso mayor aun en la calidad de la educación que brindan nuestras escuelas. Una verdadera anarquía educativa.

A pesar de estas intenciones del oficialismo, y como se vio en el debate del Proyecto de Ley Ómnibus, existe en las distintas fuerzas políticas, en la sociedad y, particularmente, en la comunidad educativa, una fuerte convicción de que la educación, la ciencia y la tecnología deben jugar un papel decisivo en la construcción de una Argentina que logre combinar un fuerte crecimiento económico con mejores condiciones de distribución del ingreso e igualdad social. También existe un fuerte consenso en que nuestro sistema educativo necesita de profundas transformaciones si se pretende colocar a la educación a la altura de este desafío. Que así como está, nuestra escuela no logra resolver exitosamente la función social que tiene encomendada respecto de la necesidad de garantizar una educación moderna y de calidad para todos. Hay coincidencia en que no se trata únicamente de “resistir” o de estar a la defensiva frente los intentos de aplicar la anarcoeducación. La urgencia del momento exige abrir el diálogo entre todos los sectores democráticos para avanzar en la formulación de una amplia coalición entre todos aquellos que valoran el insustituible papel de la educación, con el objetivo de elaborar en forma participativa las mejores propuestas de cambio y dar el debate y la lucha para que se implementen.

https://www.pagina12.com.ar/712019-anarcoeducacion-como-es-la-educacion-que-quiere-milei?

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Argentina: Los gremios docentes amenazaron con que las clases no comenzarán si no los convocan a una paritaria nacional

Se reunieron dos veces con el secretario de Educación, Carlos Torrendell, pero aún no los llamaron y peligra el inicio de las clases

Los gremios docentes siguen esperando que el Gobierno los convoque a negociar la paritaria del sector. Si tal convocatoria no llega entre el miércoles y el jueves de la semana próxima, podrían convocar a un paro nacional. Si bien en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, hubo un anuncio del gobernador Axel Kiciloff informando que se pagarán los sueldos normalmente pese a las demoras en la transferencia de fondos de Nación, la amenaza está latente. El comienzo del ciclo lectivo en la mayoría de las provincias que debería producirse a principios de marzo corre peligro.

 

“Los salarios docentes de todas las jurisdicciones se encuentran actualmente por debajo de la línea de pobreza (CBT) que de acuerdo al INDEC es de 495.798 pesos. El actual nivel inflacionario reduce de manera implacable el poder adquisitivo del salario docente. Ante esta acuciante situación si los sindicatos docentes no somos convocados a negociar es el gobierno el que pone en riesgo el inicio del ciclo lectivo. A pocos días de iniciarse el mismo aún no tenemos novedad alguna por parte de los funcionarios”, afirmó la Unión Docentes Argentinos (UDA) en un comunicado conjunto con la CGT.

 

El secretario general de ese gremio, Sergio Romero, contó en diálogo con Infobae que “el martes estuvimos reunidos con los demás sindicatos docentes confederados con el secretario de Educación, Carlos Torrendell. Y le dijimos que debe llamar a la paritaria en forma urgente. La ley 26.075 de Financiamiento Educativo está en plena vigencia. En su artículo 10 establece que hay que negociar en ese marco el salario mínimo. Le pedimos, además, que vaya con una propuesta concreta de aumento”.

 

Los gremios confederados-UDA (Unión de Docentes Argentinos), CEA (Confederación de Educadores Argentinos), AMET (Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica) y SADOP (Sindicato Argentino de Docentes Privados)- además de la CTERA, enrolada en la CTA, perciben actualmente 250 mil pesos de salario mínimo por un cargo docente. Este jueves volvieron a reunirse con el secretario Torrendell. La respuesta desde Educación fue que “por orden de arriba” no pueden sentarse a negociar. Apuntan al recorte general que desde la cartera de Economía dispuso el ministro Luis “Toto” Caputo.

Carlos Horacio Torrendell, el secretario de Educación en la presidencia de Javier Milei, todavía no recibió a los gremios para negociar la paritaria.

“No hicieron las transferencias a las provincias del incentivo docente, de conectividad y del fondo de compensación salarial. Están dejando sin financiamiento y haciendo un recorte de un tramo del salario docente en todo el país”, detalló Roberto Baradel, secretario general de CTERA, en declaraciones esta mañana a AM 750. “Son transferencias que deberían haber llegado al Estado Nacional porque es un fondo específico. Quieren que la crisis le estalle a cada uno de los gobernadores en las provincias”, agregó.

 

Allí mismo anunció que les mandará una carta documento tanto a Caputo como a la titular de Capital Humano, Sandra Pettovello, para avisarles que las provincias no pueden afrontar el pago del piso salarial del año pasado.

 

“Es una muestra más del desprecio del Gobierno Nacional a las provincias”, dijo el gobernador rionegrino Alberto Wetetilneck en su cuenta de X (ex Twitter) ante la demora en el envío de fondos que compromete el pago de los haberes de más de 23 mil docentes de esa provincia.

 

Las transferencias a las que hacen referencia tanto Baradel como el mandatario provincial peronista son el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el plus que se paga por material didáctico y conectividad. Romero remarca, además, que desde Economía no se está enviando a los diferentes distritos el Fondo Compensador, que permite a los gobernadores completar sus costos educativos.

La provincia de Buenos Aires destacó el hecho de haber pagado los sueldos en tiempo y forma, pese a los recortes

Esta mañana la provincia de Buenos Aires informó que el martes 6 de este mes “fueron depositados los salarios correspondientes al mes de enero de las y los docentes bonaerenses, según el cronograma usual. Se abonó la totalidad de las sumas que lo componen, incluyendo los complementos nacionales como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), Conectividad y Material Didáctico”.

 

Resaltaron que lo hicieron aún cuando “el Gobierno Nacional no transfirió los fondos correspondientes a los salarios de enero 2024″ y se señaló que “la Provincia tomó la decisión de pagarlos adelantando con recursos propios los conceptos mencionados para evitar que se vea resentido el poder adquisitivo del salario en un contexto económico sumamente adverso y de gran incertidumbre”.

 

Desde la gobernación anticiparon que “de persistir esta situación, la Provincia no podrá hacerse cargo de estos componentes salariales que son exclusiva responsabilidad y obligación del Gobierno Nacional, y que, en el caso de un maestro de grado, llegan a explicar cerca del 10% del salario”.

 

Algunos sindicalistas no están del todo conformes con la decisión que se tomó en La Plata. No saben cuál fue la referencia para establecer el FONID y material didáctico que se pagó.

Fuente: https://www.infobae.com/politica/2024/02/08/los-gremios-docentes-advirtieron-que-las-clases-no-comenzaran-si-no-los-convocan-a-una-paritaria-nacional/

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Ley Ómnibus argentina vuelve a comisión ante falta de consenso

El paquete de leyes, que en su momento se anunció como ley ómnibus y después se fue reduciendo de 650 artículos a 350, se aprobó el viernes en la votación en general.

La Cámara de Diputados de Argentina reenvió a comisión el dictamen de mayoría de la ley de Bases y se levantó la sesión de este martes, con lo cual el proyecto promovido por el Gobierno del presidente ultraderechista Javier Milei tendrá que ser analizado de nuevo.

Tras una jornada extensa donde los diputados aprobaron seis artículos de la polémica ley ómnibus, se levantó la sesión y se regresó el texto al debate debido a la falta de consensos entre el oficialismo y sus aliados.

La decisión se adoptó porque el oficialismo no alcanzó los votos para aprobar artículos claves de la ley, como las privatizaciones de las empresas públicas, las reformas a la ley de sostenimiento de la deuda y el agravamiento de penas para limitar las protestas sociales.

El paquete de leyes, que en su momento se anunció como ley ómnibus y después se fue reduciendo de 650 artículos a 350, se aprobó la semana pasada, el viernes, en la votación en general. Además, este martes inició el tratamiento artículo por artículo, punto por punto, de revisión a cada uno de los ejes para determinar si se aprobaba o no este paquete de leyes.

Asimismo, se aprobó darle algunas facultades al presidente, pero en el transcurso de la tarde, la tónica fue modificándose y empezaron a llegar los rechazos, las negativas, hasta que en un momento uno de los diputados, uno de los presidentes de bloque, llamó a un cuarto intermedio (receso).

El legislador Diego Julio, que forma parte del bloque de Unión por la Patria, declaró: “Lo que hizo La Libertad Avanza con sus aliados fue colapsar la ley, la colapsaron. Las leyes son puentes, hay que generar diálogo y, sobre todo, hay que hablar con los que tienen las consecuencias de las leyes”.

El legislador del Frente de Izquierda de los Trabajadores, Alejandro Vilca, declaró: “La distorsión viene de hace tiempo de parte del Gobierno Nacional, no solamente por tratar de ahogar recursos a muchas provincias, que por ahí casi el 80 por ciento o más de sus recursos depende de la coparticipación. Ahora la lleva a esta situación, a tratar de hacerlo arrodillar para que le den delegaciones de facultades especiales. Una vergüenza”.

Además, agregó: “Nosotros habíamos denunciado esta situación, pero también que todo el conjunto de esta ley ómnibus no era algo aislado, sino que también tenía otras patas. Una de las medidas que lanzó Caputo de evaluatoria inflacionaria para aplastar los salarios y los ingresos a los jubilados y los trabajadores. Otra era el DNU, también los protocolos de Patricia Bullrich para impedir el derecho a la protesta y esta ley ómnibus era el colorario de todo eso”.

El presidente Javier Milei estuvo durante toda la jornada en Israel y de madrugada allí recibió las noticias de que su paquete de leyes entonces no tiene avances y que deberá volver a tratarse tras largas jornadas de sesión.

A su vez, la gente, trabajadores, salieron a las calles para celebrar esta derrota del oficialismo. Periodistas mencionaron que se pone en tela de juicio la continuidad de algunos ministros, pues tenían que trabajar y traccionar para conseguir algunos votos y no lo han logrado.

https://www.telesurtv.net/news/ley-omnibus-argentina-vuelve-debate-20240207-0004.html

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Argentina: Ley Ómnibus | ¿Menos paros y más exámenes? Qué cambiará en Educación si se aprueba el texto

Por: Evangelina Himitian/LA NACION

El proyecto final de la ley ómnibus que hoy empieza a debatirse en el recinto trae importantes modificaciones en materia educativa; qué se mantuvo y qué se descartó.

No fue sencillo llegar a un texto con el acuerdo de los legisladores. Pero en eso trabajaron durante el último mes los representantes del Gobierno y los legisladores para votar el proyecto final que llegará hoy al recinto, y que en materia de educación traerá importantes cambios: el más relevante, que la educación primaria y secundaria se declarará servicio esencial. De forma que, ante una medida de fuerza, se deberá garantizar la continuidad.

Nadie sabe muy bien cómo se implementará esto. Pero la decisión de tomar este concepto del Decreto de Necesidad y Urgencia e incorporarlo a la ley apunta a robustecer un argumento que en el plano judicial ya está teniendo reveses con la reforma laboral. ¿Pesará más el derecho a huelga o la garantía de un servicio esencial? Un dilema que, de prosperar el proyecto de la llamada ley ómnibus, sin dudas traerá conflictos con los gremios.

Los que siguen son algunos de los principales cambios que traerá la ley en materia de educación.

La educación, servicio esencial

El texto incorpora un artículo 2 bis a la ley 26.206, de Educación Nacional: “La educación es un derecho humano fundamental, de carácter personal y social, por lo tanto, el Estado Nacional tiene la responsabilidad de garantizar una educación integral, permanente, gratuita y de calidad, que profundice el ejercicio pleno de ese derecho y la igualdad real de oportunidades a todos los habitantes de la Nación. La educación inicial, primaria y secundaria es un servicio esencial”, define.

Esto, en concreto busca establecer un límite a los paros docentes, y es un punto muy cuestionado por los gremios, porque supone que ante una medida de fuerza por un conflicto colectivo, debería garantizarse la prestación de un porcentaje del servicio. Cómo ocurrirá, no se sabe hasta que llegue la reglamentación. Algunos dicen que no será cuestión de dejar una guardia mínima para que la escuela permanezca abierta. Sino que el sistema en su mayoría siga funcionando. “No tenemos experiencia de cómo se implementaría, pero se habla de un 75% de cobertura. El cambio es sustancial porque se mete de lleno con un tema complejo como son los paros”, explica Gustavo Zorzoli, ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires.

El texto del DNU, de donde se tomó la figura, ya señala que se debería garantizar el 75% del servicio. Los diputados y senadores que trabajaron sobre la nueva redacción acordaron que eso lo defina el Ejecutivo en la reglamentación.

Algunos, como la diputada de Pro, Sabrina Ajmechet, consideran que se debería garantizar un servicio mínimo, tipo guardia, como propone un proyecto de ley del legislador Alejandro Finocchiaro, para garantizar la continuidad. “Al menos como para que los padres y sobre todo las madres, puedan llevar a los chicos sin tener que afectar su jornada laboral. Y también pensando en conflictos más largos, como los que ocurrieron en provincias como Jujuy o Chubut, donde los paros docentes duraron meses, no se convierta en una puerta para la deserción escolar”, apunta la legisladora.

Evaluación que mejora el salario

Otro punto que promete polémica gremial es la incorporación de la evaluación periódica docente como condición para aspirar a percibir un suplemento salarial, tal como se detalla en el artículo 276 del proyecto de ley, que se realizaría cada cinco años. “Hasta ahora, la única forma de lograr una mejora salarial en la carrera docente, realizando una misma tarea, es mediante la antigüedad. En cambio, esta modificación permitiría que un docente con mejor rendimiento en las evaluaciones cobre más que otro que realiza la misma tarea, con la misma antigüedad”, explicó Zorzoli. Esto modifica el escalafón del Estatuto Docente y habilita la “meritocracia” en la carrera docente. Echa por tierra la idea de a igual tarea, igual remuneración y promete conflictividad gremial.

Aprender cada dos años

Todos los alumnos deberán ser evaluados con una periodicidad no mayor a dos años. Esto se refiere a evaluaciones tipo las pruebas Aprender, pero que se realizarán a todos los alumnos, cada dos años. Además, otro cambio es que ya no se los evaluará solo en matemática y comprensión lectora, tal como decía el proyecto original, sino “en las áreas que determine la autoridad de aplicación”. Se agrega que “los padres y los docentes tendrán acceso a la información que les permita tomar decisiones a fin de mejorar la educación de sus hijos y alumnos”.

Examen final al terminar la secundaria

“Con la finalidad de analizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, el Estado Nacional tomará un examen censal al finalizar los estudios de educación secundaria, que mida los aprendizajes adquiridos y las capacidades desarrolladas”, dice el texto.

Censal significa que todos lo deben dar, detalla Zorzoli. Este fue uno de los puntos controvertidos y quienes trabajaron en la nueva redacción apuntaron a que quedara en claro que no condicionaría el ingreso a la universidad, aunque sí que será obligatorio. “El alumno tendrá derecho a conocer y recibir una certificación del resultado. Dicho examen no será condicionante para la prosecución de los estudios del egresado evaluado”, dice el texto.

En la oposición habían pedido que se reemplazara por un diploma de honor solo para quienes se saquen 9 o 10, pero que no sea una mancha en el currículum para los demás, pero esta idea no prosperó. No será obligatorio aprobar el examen para finalizar la secundaria, sino solamente rendirlo y esa será la nota final.

¿Se les cobra a los extranjeros?

Se modifica el artículo de la Ley de Educación Superior y habilita el cobro de un arancel a los extranjeros que vengan a estudiar al país. A la vez, garantiza la gratuidad de las universidades públicas para todos los argentinos y para los extranjeros que tengan un DNI argentino permanente, que se obtiene al tener una residencia permanente en el país. Los requisitos son haber vivido dos años en el país en el caso de migrantes de países del Mercosur y tres años para los países extra-Mercosur, así como haber hecho el trámite correspondiente. Este punto no tuvo modificaciones del texto presentado por el Ejecutivo, explicó Ajmechet.

Para los extranjeros con residencia temporaria, el texto no las arancela automáticamente, sino que habilita a que cada universidad pública determine si cobra o no. “Podrán establecer aranceles para los servicios de enseñanza de grado o de trayectos educativos para aquellos estudiantes que reúnan los requisitos”, dice el texto.

También agrega que las universidades podrán “firmar convenios con otros Estados, instituciones u organismos nacionales e internacionales, públicos o privados, tendientes a compartir recursos de todo tipo e implementar las mejores prácticas en materia de educación y de gestión”. Además, podrán fomentar mecanismos de intercambio y generar de esa forma sistemas de becas para los extranjeros que vengan a estudiar en el país.

A la universidad, solo con título secundario

Otro de los cambios que traería esta ley, si se aprueba, en materia de educación es que solo podrán acceder la universidad aquellos que completen sus estudios secundarios. “La ley vigente hasta ahora permite que los mayores de 25 años que acrediten los conocimientos básicos puedan acceder a estudios de grado, era una situación excepcional pero ahora no va a ser posible porque se elimina ese artículo que lo permite”, apuntó Zorzoli.También se incorpora la posibilidad de que los ingresantes a una universidad estatal, rindan examen de ingreso u opten por un curso de ingreso.

No al homeschooling

Un punto que encendió el semáforo rojo para los legisladores fue la redacción del proyecto de ley que hablaba de la hibridez. Muchos de los legisladores del PRO habían sido muy activos en la vuelta a clases presenciales en la pandemia y temían ver ahí una puerta abierta a la no obligatoriedad de la presencialidad.Después de mantener reuniones con miembros del Ejecutivo se entendió que apuntaba a otra cuestión y se decidió modificar la redacción. De forma que, si se aprueba el texto, el homeschooling seguirá sin estar permitido en el país.

Por eso, el texto permite el estudio a distancia solo para el tramo final de la secundaria en casos en los que se dificulte físicamente acceder a un establecimiento y tambiénhabilita el sistema híbrido, esto es el uso de plataformas como un mecanismo complementario para materias extraprogramáticas. El foco está puesto en, por ejemplo, si no se consigue un docente de inglés para una determinada escuela, en lugar de que se pierdan las horas de clase o tengan horas libres, se reemplazaría por un trabajo desde las plataformas, ejemplifica Ajmechet.

¿Y los vouchers?

El texto habla de financiamiento educativo, sin mencionar nada ni siquiera parecido al sistema de vouchers. En cambio, le atribuye un rol protagónico al Consejo Federal de Educación (conformado por los ministros de Educación de las provincias y ciudad de Buenos Aires). Establece que será el Consejo y no la Secretaría de Educación (antes el Ministerio) quien pueda fijar el salario mínimo docente a nivel nacional y por ende llamar a paritarias, convocando a los gremios.

Además, apunta que para definir el salario se consultará al Consejo Federal de Inversiones, integrado por los ministros de Economía de cada provincia y de la ciudad. El cambio llega del siguiente cuestionamiento: por qué el Ejecutivo nacional definiría el monto de un salario que no va a pagar, ya que el salario docente es pagado por cada jurisdicción. Hubo varias redacciones de este punto, alguna incluía a las escuelas privadas en la mesa de negociación de la paritaria nacional, también a las entidades gremiales del sector privado. Finalmente, eso se descartó.

A su vez, el texto apunta que, definida la paritaria nacional, cada provincia y la ciudad de Buenos Aires podrán definir o acordarán las condiciones laborales, el calendario escolar, la escala salarial y la carrera docente.

Aulas sin patrocinadores

El texto que presentó originalmente el Ejecutivo, abría la posibilidad a que empresas y donantes particulares aporten fondos a las cooperadoras de las escuelas, sin que se les prohíba usar esa información como parte de una acción publicitaria, algo que la ley vigente no permite. Podía dar lugar a aulas con patrocinadores, del tipo a esta aulas la cuida tal empresa, cómo ocurre con las plazas. “En Estados Unidos eso es muy frecuente”, detallo Zorzoli. De todas formas, ese artículo se eliminó en la nueva redacción.

Presupuesto según cantidad de egresados

En cuanto al financiamiento universitario, el proyecto trae grandes cambios: el aporte del Estado nacional para las instituciones de educación superior universitaria de gestión estatal no podía hasta ahora ser disminuido ni reemplazado, sino que se debía respetar lo establecido en el presupuesto anual.

El proyecto agrega un párrafo que asegura que este aporte se distribuirá entre las distintas instituciones, en función del número de estudiantes matriculados en cada una, el tipo de carrera ofrecida, tales como carreras de grado, posgrado y otras, y su área de formación. También incidirá el números de egresados, no solo de los inscriptos. Este punto generó controversias y finalmente se decidió sumarle otros criterios de relevancia, como que realice investigación, que tenga escuelas y hospitales que dependan de ella, entre otras cuestiones.

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Dos universidades argentinas en el ranking de las mejores del mundo

Dos universidades argentinas en el ranking de las mejores del mundo

Dos universidades argentinas entre las mejores del mundo en cuanto a la calidad de las instituciones de educación superior

En la nueva edición del ranking del Laboratorio de Cibermetría del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, se encuentran dos universidades argentinas entre las mejores del mundo. ¿Cuáles son?

La Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) fueron destacadas por un ranking internacional como dos de las mejores universidades argentinas en cuanto a la calidad de las instituciones de educación superior a nivel mundial, dentro de una evaluación que incluye a 32.000 instituciones.

Dos universidades argentinas entre las mejores del mundo

Según datos difundidos por el Laboratorio de Cibermetría del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) se dio a conocer la 21° Edición del Ranking Global de Universidades, que pondera la presencia en la web de más de 32.000 instituciones de educación superior.

Además, a nivel local, la nueva edición del ranking ratificó la posición de la Universidad de Buenos Aires (UBA) como la más importante del país, ubicada en el puesto 361° a nivel mundial, seguida por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la cual escaló 16 posiciones, pasando del puesto 577° al 561°.

Por último, el tercer puesto a nivel nacional lo ocupa la Universidad de Córdoba (775°), seguida por la del Centro de la Provincia de Buenos Aires (1857) y la de Tucumán (1940), en quinto lugar.

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/dos-universidades-argentinas-se-encuentran-en-el-ranking-de-las-mejores-del-mundo/
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Palos, balas de goma y gases: el Gobierno de Milei reprime las protestas contra sus reformas en Argentina

Ante las manifestaciones contra el proyecto insignia de Milei en Argentina, el Gobierno argentino desplegó un operativo desmedido que terminó con decenas de heridos y al menos tres detenidos.

Patricia Bullrich lo hizo de nuevo, aunque esta vez fue aún más lejos. En las inmediaciones del Congreso volvieron a verse militares golpeando a jubilados, efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) disparando con balas de goma sobre manifestantes y agresiones físicas sobre periodistas y fotógrafos y hasta contra algunos de los diputados que bajaron desde el recinto a la calle para intentar frenar el circo represivo.

El gas pimienta disparado a los ojos de protestantes fue el protagonista de la jornada, junto a la motorizada de la PFA (el Grupo GOM), la elegida esta vez para ir al ataque.

La cacería se extendió hasta entrada la noche contra cualquiera que se moviera en las inmediaciones de la Plaza Congreso, y dejó como consecuencia unos 60 heridos –uno de ellos, abogado relacionado con los organismos de Derechos Humanos, podría perder un ojo– y al menos tres detenidos. La violencia se desató incluso sobre personas que estaban ya en la calle cuando las organizaciones estaban en plena retirada. Todo mientras, en la Cámara de Diputados, el oficialismo avanzaba hacia la aprobación en general del proyecto de Ley Ómnibus –o de lo que queda de él–.

La ministra de Seguridad podría decir que pudo aplicar el protocolo de calles liberadas, la clave de su gestión, pero paradójicamente fueron las propias fuerzas las que mantuvieron cortada al tránsito varias horas las avenidas Entre Ríos y Rivadavia. Tras la represión, los únicos que quedaron en pie fueron las camionetas de Gendarmería, los colectivos blindados (autobuses) de Infantería y los camiones de agua.

Manifestantes protestan contra el proyecto de ‘ley ómnibus’ en las inmediaciones del Congreso Nacional hoy, en Buenos Aires (Argentina). — Luciano González / EFE

La represión se desató sobre un grupo de organizaciones de izquierda que mantenían cortada Rivadavia a la altura del Cine Gaumont. El impacto de las primeras balas de goma, que lanzó el Grupo GOM, fue señal suficiente para la separación.

Con las calles liberadas, la cacería siguió durante varias horas, e incluyó palazos y gases incluso sobre las calles y la Plaza, cuando la mayoría de los militantes intentaban escapar. Varios de ellos fueron alcanzados por los balines, que no discriminaron a periodistas y fotógrafos. A Matías Aufieri, abogado del CeProDH/PTS, uno de los impactos le causó una herida grave en el ojo, y al cierre de esta edición permanecía en el hospital Santa Lucía con pronóstico privado.

Ante las manifestaciones contra el proyecto insignia de Milei en Argentina, el Gobierno argentino desplegó un operativo desmedido que terminó con decenas de heridos y al menos tres detenidos.

Parar la represión

Varios legisladores de Unión por la Patria y el FIT decidieron reaccionar ante la represión y mandaron órdenes para suspender la sesión y pasar a un plan intermedio, pero ambos fueron rechazados. «No se puede sesionar así. Hay que seguir debatiendo pero en un marco de paz y tranquilidad, no con este operativo desmedido que pone en riesgo la vida de la gente. Le pido a Milei que levante la sesión», dijo desde la calle Cecilia Moreau.

El recuerdo de la represión de diciembre de 2017 contra la movilización que fue a rechazar la reforma previsional de Mauricio Macri flotaba en el aire. «A (Emilio) Monzó ya le pasó en 2017, que no pudo seguir sesionando por la represión. Nada bueno puede pasar cuando en la calle hay este nivel de deshumanización», apuntó Moreau. Aquella vez, hubo un enfrentamiento entre las organizaciones y la policía; este jueves, no hubo nada parecido: la cacería y la persecución –sumado a lo desmesurado del operativo–fueron la consecuencia de una orden política que estaba clara desde el inicio.

Los diputados opositores se retiraron más tarde de la sesión y dejaron dentro del recinto a los bloques de La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y el espacio que lidera Miguel Ángel Pichetto. El titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, fue captado por la cámara de un teléfono celular mientras seguía en su portátil la represión policial en la plaza a la par que rechazaba en el recinto hacer un intento para frenar la violencia.

Manifestantes protestan contra el proyecto de ‘ley ómnibus’ en las inmediaciones del Congreso Nacional, hoy, en Buenos Aires (Argentina). — Luciano González / EFE

Pasadas las ocho de la tarde se sumaron a las protestas en las inmediaciones del Congreso los diputados de UxP Santiago CafieroJulia StradaMáximo Kirchner, Aldo Leiva, Leandro Santoro y Sergio Palazzo, entre otros. Algunos de ellos reclamaron dialogar con funcionarios de la cartera de Bullrich o con los efectivos a cargo del operativo. Al igual que durante la represión del miércoles, no estaban: las fuerzas avanzaron sobre los manifestantes sin cuestionar una orden de retirada previa o entablar alguna conversación con los referentes de las organizaciones para llegar a un acuerdo. La idea siempre fue reducir a cualquiera que se haya movilizado contra el proyecto insignia del Gobierno, fuese de la forma que fuese.

La diputada del FITMyriam Bregman, expuso el circo. «Bullrich juega otra vez a la represión. La manifestación era pacífica, frente al Congreso, un lugar histórico donde siempre se protestó en democracia. Y la ministra reprime a mansalva y termina cortando ella misma la calle», denunció. «No se puede naturalizar que se detenga gente en la calle, vamos a entrar y pedir una reunión con los presidentes de bloque para suspender la sesión hasta que levanten el operativo», agregó Bregman.

Palos desatados

La movilización había sido convocada por el Polo Obrero, el MST, Barrios de Pie y distintas agrupaciones del FIT, además del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, trabajadores de Madygraf y la agrupación Unidxs por la Cultura. También el espacio Patria Grande, de Juan Grabois, convocó a manifestarse, en respuesta a la represión del día anterior, que había dejado otros seis detenidos. A la manifestación también se sumaron algunas asambleas de barrio que se oponen al proyecto de ley ómnibus y otras organizaciones como la UTEP.

El dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, había advertido antes que podría repetirse la represión. «Convocamos a una movilización, si alcanza, en la calle del Congreso, y si se desborda. Bullrich no puede prohibir una manifestación», dijo.

Dicho y hecho, eso fue lo que terminó sucediendo: los efectivos motorizados de la PFA, escoltados por la policía, avanzaron sobre las filas de las organizaciones que estaban sobre Rivadavia. Lo hicieron mediante palazos, balas de goma, gases lacrimógenos, gas pimienta y el agua de los camiones, todo sobre los cuerpos de los manifestantes, que huyeron hacia el interior de la Plaza.

Manifestantes protestan contra el proyecto de 'ley ómnibus' en las inmediaciones del Congreso Nacional hoy, en Buenos Aires (Argentina). — Luciano González / EFEManifestantes protestan contra el proyecto de ‘ley ómnibus’ en las inmediaciones del Congreso Nacional hoy, en Buenos Aires (Argentina). — Luciano González / EFE

No conformes con eso, los efectivos continuaron la faena sobre la Plaza misma, desatando una cacería sobre todo lo que se movía. Fotógrafos, periodistas y manifestantes sufrieron heridas de balas de goma. Pese a haber despejado el centro, la mayoría de los militantes y personas que en distintos momentos del día llegaron hasta el Congreso regresaron al punto de inicio de la movilización, lo que provocó más tarde nuevas embestidas de la policía. «Yo sabia/ yo sabía/ que a la casta/ la cuida la policía», fue el lema de la jornada, que se cantó a la par de «la Patria no se vende».

La represión de Bullrich dejó un total de tres detenidos, según CORREPI: Matías Ábalos, Facundo Nicolás Camaño y Aníbal Maidana, todos militantes sociales.

Fuente: https://www.publico.es/internacional/argentina-palos-balas-goma-gases-dia-furia-protesta-social-milei.html/amp

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