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Mundo: Por qué la precariedad no tiene que ser la norma en la educación superior | University World News

¿Por qué la precariedad no tiene que ser la norma en la educación superior | University World News?

A pesar de algunos avances, muchos de los retos a los que se enfrenta el personal de las instituciones de educación superior vienen de lejos. Desde las incertidumbres profesionales a largo plazo que sufre el «precariado académico» hasta la prevalencia del acoso y la violencia de género, las políticas y la acción institucional, siguen siendo insuficientes a la hora de garantizar unas condiciones de trabajo dignas.

Un nuevo informe del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) pone de relieve las alarmantes condiciones de trabajo a las que se enfrentan millones de empleados de instituciones de educación superior en todo el mundo.

Publicado como parte de una serie sobre la contribución de las instituciones de educación superior a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Las instituciones de educación superior como empleadoras: garantizando condiciones de trabajo dignas revela problemas generalizados que afectan a los derechos de los trabajadores y a la capacidad de las instituciones de educación superior para atraer y retener el talento, lo que limita su contribución al ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico).

«Cuando se examina la contribución de las instituciones de educación superior al ODS 8, la atención se centra a menudo en su papel en la educación de los futuros líderes empresariales que dan prioridad a las prácticas éticas de empleo o en sus esfuerzos para impulsar el crecimiento económico a través de la transferencia de conocimientos y las innovaciones de alta tecnología», dice la Dra. Victoria Galán-Muros, jefa de investigación y análisis y coautora del informe.

«Sin embargo, se presta menos atención a las instituciones de educación superior como empleadores en sí mismas, a pesar del principio de que la promoción debe empezar en casa. Desgraciadamente, muchas instituciones siguen sin ser modelos ejemplares en este sentido.»

Conclusiones preocupantes

El informe constata:

  • Creciente inseguridad laboral: En todo el mundo se observa una mayor dependencia de los contratos temporales, a tiempo parcial y externalizados, y muchos trabajadores no se benefician de las mismas condiciones que los empleados fijos a tiempo completo. Esto crea inestabilidad a largo plazo, reduciendo el atractivo de estas carreras profesionales. Además, la sucesión de contratos de corta duración y la falta de perspectivas de progreso profesional y de procedimientos de selección claros están, en la práctiva, limitando la libertad académica de una parte cada vez mayor del personal académico.
  • Los bajos salarios se traducen en desigualdad de oportunidades: Los académicos noveles y los trabajadores subcontratados soportan con frecuencia salarios insuficientes. La expectativa de que el acceso a muchos puestos de trabajo en la educación superior se realice a través de prácticas no remuneradas y puestos de nivel inicial mal remunerados impide a muchos comenzar o avanzar en sus carreras sin ayuda financiera externa.
  • Las presiones sobre el rendimiento perjudican la conciliación de la vida laboral y familiar: Las expectativas de rendimiento poco realistas o poco claras provocan cargas de trabajo excesivas y tensión en la salud mental. En los procedimientos de selección y promoción siguen existiendo sesgos que juegan en contra del personal que ha tenido interrupciones en su carrera profesional o que tiene responsabilidades de cuidados.
  • El acoso y los abusos en el lugar de trabajo siguen siendo frecuentes: Persisten la discriminación, el acoso y la violencia de género, facilitados por la ausencia o la deficiente aplicación de protocolos seguros de denuncia, investigación oportuna y protocolos de sanción eficaces.

Estos entornos laborales hostiles se ven reforzados por dinámicas de poder desiguales entre titulares de empleos seguros y no seguros.

«Los contratos precarios son algo más que un inconveniente para los investigadores noveles. Cuando una parte estructuralmente significativa -y cada vez mayor- de los puestos académicos consiste en funciones temporales y a tiempo parcial, la disminución del número de empleos seguros fomenta una cultura de ‘promoción por resistencia’».

«Esto no sólo empuja a las personas con talento a abandonar el mundo académico en favor de otros sectores, sino que también deja en situación de vulnerabilidad a quienes sufren acoso, abusos o violencia.

«Cuando sus carreras pueden terminar abruptamente por una simple no renovación de contrato, las víctimas pueden quedar a merced de quienes ocupan puestos de poder», afirma Jaime Roser-Chinchilla, analista de políticas públicas y coautor de la publicación.

Por qué es importante

El informe cuestiona la percepción del «precariado académico» como una característica inevitable de las carreras en la educación superior, así como la vinculación de las conductas indebidas en el lugar de trabajo a factores estrictamente individuales o culturales, destacando cómo las políticas gubernamentales pertinentes y las buenas prácticas institucionales han abordado estas cuestiones.

Mientras las instituciones de educación superior se enfrentan a estos enquistados o emergentes, existe una necesidad acuciante de cambio sistémico para garantizar unas condiciones de trabajo justas y equitativas para todo el personal.

Recomendaciones para el cambio

El informe hace un llamamiento a los responsables de las políticas públicas y a los líderes institucionales para que aborden estos problemas sistémicos de la siguiente manera

  • Aumentar la estabilidad de la financiación de las instituciones de educación superior para reducir la dependencia de los contratos precarios.
  • Introducir normativas transparentes para los contratos, las escalas salariales y los procesos de contratación.
  • Garantizar un trato y unas condiciones justas a los trabajadores subcontratados.
  • Promover la salud mental y la conciliación de la vida laboral y familiar a través de servicios como guarderías y políticas que no penalicen al personal con periodos en pausa en su carrera profesional.

El informe completo, disponible en inglés y español, ofrece una visión detallada de estos retos junto con ejemplos de políticas gubernamentales y prácticas institucionales eficaces.

Constituye una hoja de ruta para los responsables políticos y los dirigentes de las instituciones de educación superior comprometidos con el fomento de un entorno laboral más equitativo y solidario.

Victoria Galán-Muros es jefa de investigación y análisis del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) y una de las coautoras del informe de la UNESCO. Jaime Roser-Chinchilla es analista de políticas de UNESCO IESALC y coautor de la publicación.

Traducción libre del artículo original publicado en University World News

Fuente: iesalc.unesco.org

Fuente de la Información: https://www.redem.org/por-que-la-precariedad-no-tiene-que-ser-la-norma-en-la-educacion-superior-university-world-news/

 

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ONU: La universalización de la protección social en América Latina debe ser sistémica y fiscalmente sostenible, afirma el PNUD

La universalización de la protección social en América Latina debe ser sistémica y fiscalmente sostenible, afirma el PNUD

29 Noviembre 2021

Frente a la recuperación desigual en la región latinoamericana y caribeña, la agencia para el desarrollo aboga por un crecimiento económico cuyo motor sea el sector privado y destaca que para lograrlo hacen falta reformas que propicien la inversión empresarial. Agrega que la protección social no debe limitarse a los programas de transferencias.

A casi dos años del inicio de la pandemia de COVID-19, América Latina y el Caribe da señales de recuperación, con algunos indicadores clave al alza, como ocurre con el empleo. Sin embargo, este repunte es desigual y engañoso, y aún queda un largo camino por recorrer antes de que la región pueda recuperarse por completo de las crisis económica y social desatadas por emergencia sanitaria global.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Mundial presentaron los resultados de la segunda fase de encuestas telefónicas para monitorear el impacto de la pandemia en la región, donde “la coyuntura se topó con la estructura”, según explicó Luis Felipe Calva director del PNUD para la región.

En conferencia de prensa, Calva señaló que para lograr una recuperación más equitativa, lo primero que necesita la región es crear el entorno propicio para que el sector privado sea el motor de un crecimiento incluyente y sostenible.

“Y eso requiere un Estado fuerte, efectivo y capaz de crear las condiciones, es decir, una institucionalidad sólida y niveles de confianza en los gobiernos”, dijo.

Agregó que en esa tarea, los organismos internacionales tienen que acompañar a los países y ayudarlos a cerrar las brechas de financiamiento, de conocimiento, de operación y de implementación de las reformas que hagan falta.

Calva destacó también la importancia de la legitimidad de los gobiernos puesto que se trata de “una región muy polarizada desde el punto de vista político”, por lo que hay que encontrar espacios donde se definan los objetivos comunes.

No sólo transferencias de dinero

Detalló que son muchas las cosas que los países deben hacer desde el enfoque de la productividad y la inclusión y subrayó entre ellas la universalización de la protección social.

“Pero debe ser una universalización que no implique nuevos programas y que no pase solamente por las transferencias monetarias”, recalcó.

El director para la región precisó que la protección social debe ser universal, incluyente, fiscalmente sostenible e impulsora del crecimiento.

La otra condición central para una recuperación más igualitaria, según el PNUD y el Banco Mundial, es encontrar los motores que permitan que la productividad, la sostenibilidad y la inclusión vayan juntas.

En este renglón, afirmaron que la acción contra el cambio climático ofrece oportunidades que van desde optar por modos de vida más sustentables a nivel comunitario hasta las grandes inversiones que pueden tener grandes efectos multiplicadores sobre las economías.

Por su parte, el vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial consideró vitales las encuestas y recopilación de datos constantes porque aportan información rápida, puntual y útil para la toma de decisiones de los países en situaciones de crisis en las que los escenarios cambian de mes a mes.

El cierre de escuelas a causa del COVID-19 afecta a  137 millones de niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe  en América Latina y el Caribe

Crisis silenciosa

Carlos Felipe Jaramillo se refirió con especial preocupación a los prolongados cierres de las escuelas en la región, sobre todo de las primarias y secundarias, que han dado lugar a una “crisis silenciosa”.

“Las alternativas que se han usado están muy lejos de ser ideales”, indicó y detalló que la efectividad de esas alternativas revelan que no se ha encontrado un buen sistema para mantener el nivel de la educación.

“Esto nos dejará una cicatriz muy profunda en esta generación, por eso es importantísimo pensar cómo podemos ayudarles a los países a nivelar lo que se ha perdido en aprendizaje en los casi dos años que lleva esta crisis silenciosa en la educación, planteó.

Brecha digital

Jaramillo encadenó esta idea con el problema de la brecha digital, que “ha ahondado las diferencias sociales y es responsable de algunos de los puntos de mayor desigualdad porque quienes gozan de un mayor poder adquisitivo han podido tener acceso a internet, trabajar desde su casa y demás, mientras que los que no tienen ese acceso -y que son cerca de la mitad de los latinoamericanos-, han visto limitadas sus posibilidades”, acotó.

Para concluir, el vicepresidente del Banco Mundial enfatizó la urgencia de invertir en la ampliación del acceso a internet. “Es una inversión urgente, muy importante y, curiosamente, no muy costosa”, sostuvo.

Darle acceso a internet al 20% de la población de menos ingresos no implica gran inversión para la mayoría de los países, insistió Jaramillo.

Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2021/11/1500682

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UNESCO: Comprender el Acceso a la Educación Superior en las Dos Últimas Décadas

Comprender el Acceso a la Educación Superior en las Dos Últimas Décadas

Por Daniele Vieira, Takudzwa Mutize y Jaime Roser Chinchilla

En noviembre de 2020 se presentó un estudio reciente elaborado por  UNESCO IESALC titulado Towards universal access to higher education: international trends (Hacia el acceso universal a la educación superior: tendencias internacionales). El estudio examina las dos últimas décadas para cartografiar y analizar el acceso global a la educación superior (ES) y las principales tendencias que conlleva.

Evolución de la matrícula en educación superior desde 2000 hasta 2018

En los últimos veinte años, la tasa bruta de matriculación en la educación superior (ES) en todo el mundo casi se duplicó, pasando del 19% al 38% entre 2000 y 2018. El número de estudiantes actualmente matriculados en la educación terciaria (universitaria y no universitaria) es el 38% de la población total del grupo etario correspondiente a los cinco años inmediatos a la graduación de la escuela secundaria. Sin embargo, también hay que señalar que existe una brecha entre las tasas de matriculación y de graduación en la educación superior. Por consiguiente, los países deben prestar atención tanto a las tasas de deserción como a las tasas de progresión, logrando no sólo altas tasas de matrícula, que miden el proceso, sino también altas tasas de graduación, que miden el resultado de sus esfuerzos. Algunos de los países con los aumentos más rápidos en las tasas de graduación en comparación con sus respectivas regiones en el período estudiado son: Irán, que triplicó con creces su tasa de graduación; Mongolia, que pasó de menos del 18% en 1999 a más del 51% en 2018; Albania, que la multiplicó por cuatro; Colombia, que pasó de menos del 5% en 2002 a más del 25% en 2018; y Arabia Saudita, que la aumentó del 11% en 1999 al 41% en 2019.

Este aumento mundial presenta grandes disparidades regionales, aunque todas las regiones han efectivamente aumentado sus cifras medias. Regiones como Asia sudoriental o América Latina y el Caribe han experimentado un gran aumento, con un incremento de unos 30 puntos en su tasa bruta de matriculación en ambos casos. África septentrional y Asia occidental también registraron una mejora considerable, con un aumento de 25 puntos, seguidos por Europa y América del Norte (22 puntos), Asia central y meridional y la región del Pacífico (17 puntos cada una). En comparación con el aumento relativo, Asia sudoriental multiplicó su tasa por tres durante el período, seguida de cerca por Asia central y meridional con un aumento del 189%.

África subsahariana, por contraste, ha obtenido el más bajo aumento en sus tasas de participación, con sólo 5 puntos. Sin embargo, si se considera el punto de partida de cada región en el año 2000, se puede observar que África subsahariana ha experimentado un alto incremento relativo, con un aumento de 125% a lo largo del período, similar al incremento relativo de América Latina y el Caribe. Además, es de suma importancia reconocer que muchos países de la región comenzaron este período con una matriculación de alrededor de, o por debajo del 1%. Aun así, el crecimiento ha sido insuficiente en relación a la creciente demanda impulsada por un mejor acceso a la educación primaria y secundaria, una creciente población joven, y el desplazamiento de los empleos desde la agricultura hacia la manufactura y los servicios.

Matriculación en educación superior por género, evolución desde 2000 hasta 2018

La matrícula de los hombres aumentó del 19% al 36%, mientras que la matrícula de las mujeres pasó del 19% al 41% desde 2000 al 2018, convirtiéndose en las principales beneficiarias del aumento de la matrícula de la educación terciaria en todo el mundo. En algunos países, esto ha servido para compensar total o parcialmente una proporción anteriormente desequilibrada con respecto a las mujeres. Así ocurrió, por ejemplo, en Tayikistán, Camboya, Laos, la República de Corea, Suiza, Marruecos, Bangladesh, India, Nepal y la mayoría de los países de África subsahariana, con los notables casos de Mozambique (con un índice de paridad entre géneros[1] que pasó de 0. 34 a 0,8), Mauritania (de 0,2 a 0,6), la República Unida de Tanzanía (de 0,27 a 0,65), el Níger (de 0,32 a 0,63), Mauritania (de 0,21 a 0,61) y Eritrea (de 0,15 a 0,71). Malí (0,47 a 0,42) es el único país, de los estudiados, con una proporción inferior a 0,8 en el que la proporción se ha estancado durante todo el período.

En términos agregados, en todas las regiones, excepto África subsahariana, las mujeres se convirtieron en la mayoría de los estudiantes de enseñanza superior o aumentaron su participación si ya eran mayoría. Sin embargo, pocos países han alcanzado la paridad de género, ya que la mayoría de ellos tienen una representación excesiva de uno u otro. Además, en muchos campos de estudio persiste una gran sobre-representación de uno u otro género, y las mujeres están sub-representadas en los estudios de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, STEM (por sus siglas en inglés), por ejemplo.

Inscripción por nivel de ingresos

A pesar del panorama general positivo del aumento promedio en los niveles de matrícula en todo el mundo, no todos los segmentos de la sociedad se benefician de igual manera de la educación superior. Sigue habiendo diferencias significativas en el acceso, en particular según  los grupos de ingresos. La población más pobre sigue rezagada, con un 10% de acceso a la educación superior en 2018 en comparación con el 77% del sector de mayores ingresos en el mismo año.

En cuanto al aumento, los grupos de ingresos bajos y medio-bajos han duplicado con creces sus tasas de matriculación desde 2000, pero su aumento fue moderado en términos de puntos porcentuales. El grupo de ingresos medio-altos fue el que se benefició del mayor aumento: triplicó con creces su tasa de matriculación, con un incremento de 35 puntos porcentuales.

En la siguiente sección se abordan algunos de los factores que pueden explicar esta falta de equidad.

Obstáculos para lograr el acceso universal a la educación superior

El acceso a la ES es muy crucial para todos los países. Es la base de una amplia gama de asuntos críticos como la reducción del desempleo y la disminución de la pobreza. Sin embargo, no todos los países pueden proporcionar fácilmente un aumento en el acceso a la ES. Existen muchos obstáculos para lograr el acceso universal, entre ellos la pobreza, las crisis y las emergencias, las altas tasas de matrícula, los exámenes de ingreso exclusivos, la movilidad geográfica y algunas formas de discriminación.

Pobreza

Una de las razones por las que algunos estudiantes no están en IES es que sus familias no pueden pagar su educación. Los futuros estudiantes generalmente tienen que elegir entre asistir a la escuela o trabajar para mantener a sus familias. Otro problema crítico relacionado con la pobreza es la mala nutrición, que conduce a enfermedades y obstruye las capacidades educativas. Esto no sólo afecta a la matriculación en la ES, sino que la pobreza también afecta el rendimiento académico y  la culminación de los estudios. Se ha demostrado que los porcentajes regionales de no matriculación varían de acuerdo con la incidencia del trabajo infantil (1). En África, por ejemplo, el crecimiento demográfico, una economía débil, el hambre y los conflictos armados han contribuido a mantener un alto nivel de trabajo infantil y una baja asistencia escolar. La baja tasa de matriculación en estos niveles de escolaridad más bajos afecta a la TBM terciaria, lo que puede explicar en parte la baja TBM en África subsahariana, que tiene la mayor incidencia de pobreza y trabajo infantil.

Crisis y Emergencia

La guerra y el conflicto tienen un impacto sistémico en la educación superior. Las universidades se ven perjudicadas por los ataques o la ocupación de grupos armados. El personal y los estudiantes son asesinados o enfrentan desplazamientos forzados, mientras que las instituciones se debilitan ya que los recursos financieros posteriores al conflicto se asignan primero a los servicios básicos. Los sistemas de enseñanza superior no suelen ser una prioridad durante la recuperación posterior a un conflicto. Hoy en día, sólo el 1% de las más de 65 millones de personas desplazadas por la guerra y el conflicto en el mundo asisten a la universidad. [2]

Obstáculos institucionales: altas tasas de matrícula y exámenes de ingreso exclusivos

Las dos principales barreras institucionales presentes en la mayoría de los sistemas de ES son las tasas de matrícula y los exámenes de ingreso. Los aumentos de la matrícula están muy claramente asociados a la disminución de las tasas de asistencia y de finalización de estudios. La universidad estará fuera del alcance de quienes provengan de hogares pobres y no tengan contribuciones financieras significativas. Los exámenes y requisitos de ingreso parecen ser un medio justificado para evaluar si los estudiantes están preparados para participar en un curso determinado. Sin embargo, en muchos casos, privilegian a los estudiantes de escuelas de alta calidad y a los que han podido pagar los cursos preparatorios. Los principios meritocráticos de las admisiones universitarias son difíciles de separar de las ventajas y desventajas sociales injustas. Por otra parte, la introducción de exámenes nacionales de ingreso estandarizados y acciones afirmativas en muchos países, por ejemplo, Brasil y Tayikistán, ha reducido esta brecha de ingreso. [3]

Movilidad geográfica

La participación en la enseñanza superior puede verse afectada por el domicilio de la persona y la distancia geográfica de las instituciones. Las razones de ello son complejas, ya que las disparidades regionales pueden deberse a factores socioeconómicos y geográficos. Sin embargo, el acceso a la educación superior en términos de distancia de viaje puede ser un problema muy real para algunos, en particular para aquellos que viven en zonas remotas o rurales (2), y donde las IES se encuentran concentradas en las zonas urbanas del país.

Discriminación

Las personas con discapacidades a menudo enfrentan problemas de accesibilidad física, como la falta de rampas o transporte escolar adecuado, lo que dificulta el acceso a las IES. Los refugiados a menudo encuentran barreras administrativas que les impiden matricularse, excluyéndolos efectivamente de los sistemas educativos. Éstas incluyen la falta de infraestructura de apoyo y de docentes capaces de abordar los problemas y diferencias culturales, el no reconocimiento de los títulos preuniversitarios obtenidos en sus países de origen, y la falta de conocimientos sobre el acceso a las oportunidades y la documentación necesaria para las solicitudes de becas (3).

Impulsores para lograr el acceso universal a la educación superior

El aumento del acceso a la ES en los últimos 20 años es el resultado de muchos factores, entre ellos un conjunto de fuerzas impulsoras que incluyen: el desarrollo económico, el aumento de las aspiraciones de la clase media, el crecimiento de las instituciones privadas y el crecimiento de las instituciones de educación a distancia.

Desarrollo económico

El crecimiento de la participación en la ES a menudo se representa como una función de la necesidad económica de más habilidades y una mayor productividad en los mercados de capital humano (4). Existe una relación bien establecida entre el crecimiento del producto interno bruto (PIB) y la matrícula en educación terciaria. Esta relación es particularmente fuerte para las economías emergentes con un PIB per cápita menor a US $ 10,000, donde un pequeño aumento en el PIB contribuye a un aumento significativo en la tasa de la matrícula. En la práctica, es probable que esto refleje el aumento de los ingresos familiares, una mayor riqueza, el crecimiento de las clases medias, la demanda de los padres de proporcionar a sus hijos una educación terciaria y un mayor grado en la demanda de habilidades de economías estructuralmente cambiantes. También puede reflejar una mayor capacidad fiscal de los gobiernos para financiar y ampliar el acceso a la educación terciaria (5). Las altas tasas de crecimiento experimentadas en el Asia meridional pueden ser la razón por la que la TBM de la región está aumentando a un ritmo acelerado.

Aumento de las aspiraciones de la clase media

La expansión de la ES está impulsada por el crecimiento económico, por las ambiciones de las familias de avanzar o mantener su posición social y de los estudiantes para su autorrealización. En las sociedades contemporáneas, esos deseos, en particular las esperanzas que tienen los padres para sus hijos, se han centrado principalmente en la educación formal, que se considera el camino privilegiado hacia el trabajo profesional. Con el tiempo, la demanda social hacia la ES se acumula y la oferta de ES se vuelve amplia, creciente y cada vez más ubicua. Así, los deseos universales de mejora social se articulan a través de sistemas de ES que se están expandiendo. Los países de ingresos medios con tasas de crecimiento rápido en educación superior tienen algunas cosas en común. Junto con un grupo creciente de estudiantes elegibles, tienen una clase media en crecimiento con mayores aspiraciones ocupacionales y un entorno regulatorio que se está volviendo más estable. Proporcionan fondos para la infraestructura educativa y para los salarios y el desarrollo de los docentes, el personal y los administradores (4).

Crecimiento de las instituciones privadas

Las IES se están diversificando junto con su alumnado. Las instituciones privadas, en particular, han crecido en número, tamaño, especialización y misión. Han surgido nuevos tipos de proveedores privados, que incluyen la prestación transnacional en forma de campus filiales internacionales y proveedores internacionales en línea (6). Estos están creando más lugares en los sistemas de educación superior, al tiempo que muchos gobiernos reducen su función de financiación directa en la educación superior. Las matriculaciones privadas han ido creciendo de manera constante: ahora representan el 30% de todas las matriculaciones mundiales (7). En América Latina y el Caribe, las matrículas privadas representan el 49% del total. En Brasil, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Perú, más del 60% de los estudiantes en 2015 estaban matriculados en instituciones privadas, junto con más del 80% de los estudiantes en Chile y Paraguay. En Asia, las matriculaciones privadas representan un promedio de 36%, donde países como Indonesia, Malasia y Tailandia están experimentando la misma tendencia. Es importante señalar, sin embargo, que existen dudas sobre la calidad de las IES privadas a nivel mundial. Si bien han contribuido de manera significativa a la expansión de la ES en todas las regiones, otorgando acceso a la educación terciaria a muchos estudiantes, esto a veces ha ocurrido a costa de la calidad. Además, en muchos países, por ejemplo en la región de América Latina y el Caribe, las clases medias y altas son las que se benefician de una educación de calidad proporcionada por las instituciones públicas, mientras que los estudiantes de bajos ingresos tienen acceso con mayor frecuencia a instituciones privadas de menor calidad.

Crecimiento de las instituciones a distancia y abiertas

Similar a las instituciones privadas, las instituciones de educación a distancia y abierta igualmente han crecido, como resultado también de las nuevas tecnologías y la difusión de Internet. En lugar de programas de investigación u otros tipos de estudios especializados, muchas instituciones nuevas brindan programas de acceso amplio que tienen criterios de ingreso menos estrictos (7). Los proveedores de educación abierta también están ganando terreno. Por ejemplo, las tasas brutas de matriculación en Turquía crecieron del 30% en 2004 al 86% en 2014, en parte debido a las matriculaciones en educación a distancia.

Recomendaciones

Para aumentar aún más el acceso a la ES, las siguientes medidas son cruciales para los encargados de formular políticas y las IES, teniendo especialmente en cuenta la inclusión y retención de las personas vulnerables:

Para los legisladores:

  • Desarrollo de mecanismos nacionales para evaluar el progreso para garantizar el derecho a la ES y la inclusión a nivel nacional de acuerdo con las normas y estándares internacionales.
  • Provisión de apoyo adicional a los estudiantes considerados como individuos “en riesgo”, en términos de necesidades académicas y necesidades socio-económicas para permitirles el acceso a la ES y aumentar la permanencia.
  • Provisión de apoyo financiero continuo: becas y ayudas económicas para IES que tengan un número importante de estudiantes de grupos vulnerables.
  • Evaluación y seguimiento de los criterios de admisión de las instituciones para asegurar que todos los estudiantes tengan una oportunidad justa de ingresar a las mejores universidades, independientemente de sus antecedentes.
  • Establecer  puntos de referencia con organismos como la UNESCO para compartir experiencias exitosas y encontrar soluciones sólidas que sean participativas e inclusivas.

Para las IES:

  • Generación de datos desagregados por sexo, discapacidad, raza, origen étnico o social, situación económica, religión, idioma, ubicación geográfica y cualquier otra situación para asegurar la visibilidad de todos los grupos de estudiantes en relación con la matrícula y la graduación, identificando así a los estudiantes que necesitan más apoyo por variables familiares, deficiencias académicas, nivel socioeconómico, etc.
  • Provisión de programas puente para ayudar a compensar la menor preparación académica de ciertos estudiantes de entornos desfavorecidos.
  • Participación en conversaciones sobre raza/género/desigualdad y desarrollo de campañas que refuten la imagen de selectividad de las IES: los estudiantes de grupos desfavorecidos pueden sentirse más bienvenidos en las instituciones y saber que sus luchas son reconocidas por las IES.
  • Uso de la tecnología para aumentar aún más el acceso. La tecnología ha demostrado mejorar el acceso a la educación superior, especialmente a través del uso del aprendizaje abierto, a distancia y en línea que ha permitido el acceso a la educación superior a bajo costo. Aprovechar la tecnología adecuada sigue siendo un aspecto importante en el que debe centrarse. Los teléfonos móviles son particularmente útiles aquí dada su amplia disponibilidad y los costos cada vez más asequibles.

Daniele Vieira es analista de políticas en UNESCO IESALC. Takudzwa Mutize y Jaime Roser Chinchilla son analistas asistentes de políticas en UNESCO IESALC.

Referencias:

  • British Council. (2012). The Shape of Things to Come: Higher Education Global Trends and Emerging Opportunities to 2020. British Council: Manchester.
  • Kinser, K., & Lane, J. E. (2012). Foreign Outposts of Colleges and Universities. International Higher Education, 66, 2–3.
  • Marginson, S. (2016). The Worldwide Trend to High Participation Higher Education: Dynamics of Social Stratification in Inclusive Systems. Higher Education, 72, 413–434.
  • F. (2010). Barriers to Widening Access to Higher Education. Scottish Parliament Information Centere: Gàidhlig.
  • Putnick, D. L., & Bornstein, M. H. (2015). Is Child Labor a Barrier to School Enrollment in Low- and Middle-Income Countries? International journal of educational development41, 112–120. https://doi.org/10.1016/j.ijedudev.2015.02.001
  • Sherab, D. (2016). Access to Higher Education for Refugees in Jordan. Arab Renaissance for Democracy and Development: Amman.
  • (2017). Six Ways to Ensure Higher Education Leaves No One Behind. Policy Paper 30.

[1] El índice de paridad entre los géneros es el resultado de dividir la tasa de matrícula de las mujeres por la de los hombres. En este índice, 1 representa la perfecta igualdad de género, las cifras por debajo de 1 la sub-representación de las mujeres y las cifras por encima de 1 la sobre-representación de las mujeres. Por ejemplo, una proporción de 0,6 significa que hay 0,6 mujeres por cada hombre que estudia en la enseñanza superior, mientras que una proporción de 1,67 significa que hay 0,6 hombres por cada mujer que estudia en la enseñanza superior.

[2]  https://reliefweb.int/topics/education-emergencies

[3]  https://emmasabzalieva.com/2015/05/15/university-admissions-reform-in-tajikistan/

 

Fuente de la Información: https://www.iesalc.unesco.org/2020/12/28/comprender-el-acceso-a-la-educacion-superior-en-las-dos-ultimas-decadas/

 

 

 

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UNESCO: Informe desvela las Medidas de Auxilio Financiero para los Estudiantes de Educación Superior durante la Pandemia

Informe desvela las Medidas de Auxilio Financiero para los Estudiantes de Educación Superior durante la Pandemia

  • En la región, más de 50% de la matrícula de educación superior la financian los hogares. En Chile, Brasil o Perú, estas proporciones son de 84%, 75% y 70%, respectivamente  
  • Mientras Chile dedica 19% de la inversión pública en educación superior a financiar directamente las instituciones de educación superior y 81% al financiamiento directo de los estudiantes, Perú dedica 90% y 10% de sus recursos al financiamiento de la oferta y la demanda, respectivamente  
  • Durante la pandemia más del 60% de las IES públicas y 90% de las privadas anunciaron descuentos en las matrículas  

    La irrupción de COVID-19 ha impactado la educación superior en América Latina. La crisis económica desatada por la pandemia afecta ampliamente la matrícula universitaria en la región. En Colombia, cifras preliminares muestran una caída en la matrícula universitaria de más del 11% en el segundo semestre de 2020, comparado con 2019. Sin herramientas complementarias de subsidio y financiamiento, muchos estudiantes, especialmente de ingresos medios y bajos o en países con alta prevalencia de la matrícula privada, no podrán acceder o desertarán de la educación superior.  

    En este contexto ¿qué políticas y medidas han adoptado los países para ofrecer apoyo financiero a los universitarios de la región en el marco de la pandemia? ¿Cómo difieren estas ayudas en función de la configuración de los esquemas nacionales de financiamiento de la educación superior? ¿Cómo se complementaron las ayudas provenientes del gobierno con instituciones de crédito educativo (ICE) e instituciones de educación superior (IES), para responder a las necesidades financieras de los alumnos?

    Con la finalidad de analizar las medidas especiales que los principales actores del financiamiento de la educación superior adoptaron para apoyar a los estudiantes durante el 2020, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Asociación Panamericana de Instituciones de Crédito Educativo (APICE), y el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) realizaron el estudio Educación superior y COVID-19 en América Latina y el Caribe: Financiamiento para los estudiantes, presentado oficialmente el 9 de julio de 2021.    

    La publicación se basa en los resultados de una encuesta regional dirigida a los actores públicos y privados encargados del financiamiento de la educación superior en 11 países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Perú, República Dominicana y Uruguay. De acuerdo a esta, cinco de siete gobiernos participantes tomaron medidas para ayudar a las IES durante el periodo de confinamiento y tres reportaron haber diseñado nuevos programas para su financiamiento o alivio financiero posconfinamiento. Estas medidas comprenden ayudas financieras (transferencias extraordinarias directas y reorientación de recursos financieros) y ayudas no financieras (ayudas en recursos físicos, técnicos y pedagógicos).  

    Entre los principales hallazgos del estudio se cuenta que más del 60% de las IES públicas y 90% de las privadas anunciaron descuentos en las matrículas, y algunas plantearon estrategias de internacionalización virtual con universidades aliadas en el extranjero para incentivar la permanencia de los estudiantes. 

    Por otra parte, ninguno de los países encuestados, con excepción de Chile y Republica Dominicana, cuenta con programas de gobierno de apoyo financiero directo a las IES privadas. Solo las IES públicas recibieron ayudas extraordinarias directas en estos países, aunque, en promedio, más del 50% de la matrícula en educación superior en la región es privada. La encuesta además arroja que las IES públicas presentan alta dependencia financiera de los recursos provenientes del gobierno (61% de los recursos totales, en promedio), mientras que las IES privadas tienen una alta dependencia de los aranceles o matrículas pagados por los estudiantes (84 % en promedio). 

Recomendaciones sostenibles de acción 
A través de ejemplos concretos representados por las iniciativas de los actores objeto de este estudio, el mismo propone recomendaciones basadas en buenas prácticas, referidas a la flexibilidad en el financiamiento, la implementación de instrumentos financieros innovadores y sostenibles, y el fomento y creación de alianzas y programas en bloque.  

En el ámbito del financiamiento, el informe recomienda a los gobiernos: incorporar en los subsidios a las IES ajustes innovadores que viabilicen el acceso a instituciones tanto públicas como privadas; promover líneas de crédito de fomento con menos tasas de interés y mayores plazos para ICE e IES para apoyar la financiación de la educación superior; avalar créditos de fomento a las ICE provenientes de créditos externos de la banca multilateral, como mecanismo de financiamiento directo a los estudiantes.  

A las instituciones de educación superior, recomienda diversificar sus fuentes de ingreso para disminuir el riesgo financiero en el contexto de la crisis, por ejemplo, con la oferta de servicios de consultoría pública y privada; y ampliar la oferta educativa mediante la innovación y la transformación digital, incorporando cursos cortos y certificaciones digitales acordes con las nuevas tendencias y necesidades productivas y de la sociedad.  

Con respecto a la implementación de instrumentos financieros innovadores y sostenibles, el informe recomienda: la implementación de modelos de becas con responsabilidad compartida para incentivar el acceso y la permanencia de los estudiantes; la adopción de estrategias de respaldo a los créditos de estudiantes con modelos solidarios como alternativa para quienes no cuentan con codeudores o avalistas; los préstamos de repago contingente a los ingresos, que permiten cuotas que suben y bajan de acuerdo a los ingresos del prestatario; y mejorar los sistemas de gestión educativa universitaria y de los egresados para contar con información sobre los ingresos, monitoreo estudiantil y alertas tempranas, apoyo académico y sicológico para apoyar a los estudiantes en riesgo, entre otros. 

En cuanto al fomento y creación de alianzas y programas en bloque resalta la importancia de fortalecer el trabajo interinstitucional para el despliegue de estrategias comunes, que ha redundado en modelos de atención a los estudiantes con acciones orientadas a mejorar el acceso y evitar la deserción, con sistemas de crédito que favorecen al estudiante.  


Descargue el informe:  https://www.iesalc.unesco.org/wp-content/uploads/2021/07/financiamiento-09072021.pdf

 

Fuente de la Información: https://www.iesalc.unesco.org/2021/07/08/informe-desvela-las-medidas-de-auxilio-financiero-para-los-estudiantes-de-educacion-superior-en-la-region-durante-la-pandemia/

 

 

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La Internacional de la Educación lanza una guía sobre la auditoría de la equidad educativa a la luz de la pandemia COVID-19

La Internacional de la Educación lanza una guía sobre la auditoría de la equidad educativa a la luz de la pandemia COVID-19

Para abordar las fuertes preocupaciones que han surgido en todo el mundo sobre las brechas de equidad en la educación como resultado del cierre de escuelas y otros entornos educativos debido a la pandemia de COVID-19, la federación mundial de sindicatos de la educación ha publicado una Guía para sus organizaciones miembros. sobre el proceso de auditoría de la equidad a medida que los entornos educativos se han reabierto o deben reabrirse. La Guía es una herramienta para apoyar a los sindicatos de la educación en su defensa de que se lleven a cabo auditorías de equidad tanto a nivel de instituciones educativas como de sistemas.

La pandemia de COVID-19 ha provocado cierres de escuelas sin precedentes que han afectado a más de 1.500 millones de estudiantes en todo el mundo. Sin embargo, el impacto de la pandemia no ha sido igual, con estudiantes vulnerables y desfavorecidos afectados de manera desproporcionada por la crisis global resultante en la enseñanza y el aprendizaje. COVID-19 no ha causado, sino que ha profundizado las desigualdades estructurales ya existentes en los sistemas educativos de todo el mundo. Las auditorías de equidad son fundamentales para un análisis profundo del impacto de cierres y reaperturas totales y parciales en estudiantes y educadores.

Para ayudar a sus organizaciones miembros a abogar eficazmente por las auditorías de equidad, la Internacional de la Educación ha publicado Auditing Educational Equity in Light of the COVID-19 Pandemic . La Guía para los sindicatos de la educación enfatiza la importancia de las auditorías de equidad para permitir que las instituciones y sistemas educativos se adapten de manera más efectiva a una ‘nueva normalidad’ de COVID-19 y también abordar las estructuras arraigadas de desigualdad que han impedido durante mucho tiempo a los países realizar el derecho universal a la educación.

Los sindicatos de la educación se encuentran en una posición única para evaluar hasta qué punto han aumentado los problemas de equidad dentro de la educación como resultado de la crisis sanitaria. En consecuencia, deben incluirse plenamente en el diseño y procesamiento de las auditorías de equidad en los sistemas e instituciones educativos.

La Guía de la Internacional de la Educación proporciona una lista de áreas que una auditoría de equidad puede explorar, incluidos los pasos tomados para adaptar los sistemas educativos a las condiciones de una pandemia, las medidas de seguridad y protección adoptadas cuando las escuelas reabrieron, el aprendizaje de los estudiantes durante la pandemia, el apoyo a los estudiantes y las familias, formación y apoyo al personal y condiciones laborales de los educadores.

La guía también llama la atención sobre el hecho de que los tipos de discriminación, que conducen a resultados desiguales en la educación, rara vez se basan en un solo factor. Por lo tanto, al auditar la equidad, es imperativo explorar y analizar los múltiples factores que se cruzan en las vidas de personas y grupos individuales que conducen a la discriminación dentro de la educación. Estos incluyen, entre otros, la capacidad / discapacidad, la edad, la etnia, el género, la identidad de género, la ubicación, el estado migratorio, la raza, el estado socioeconómico y la orientación sexual.

Las organizaciones miembros de la Internacional de la Educación debatirán sobre la nueva guía y los temas de equidad en el sector en un seminario web que tendrá lugar hoy.

David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, declaró: “Como defensores del derecho humano a la educación y del derecho humano al trabajo decente, los sindicatos de la educación tienen un papel fundamental que desempeñar para exigir que la equidad dentro del sector de la educación sea auditada a la luz de las Pandemia de COVID-19. Este es un primer paso esencial hacia la reconstrucción de nuestros sistemas educativos de una manera que garantice que nadie se quede atrás. Nuestro objetivo no es volver a la normalidad porque la normalidad nunca fue lo suficientemente buena. Necesitamos hacerlo mejor.»

Fuente de la Información: https://www.ei-ie.org/en/detail/17057/education-international-launches-guide-on-auditing-educational-equity-in-light-of-the-covid-19-pandemic

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Unesco advierte enorme déficit en financiamiento de la educación

Unesco advierte enorme déficit en financiamiento de la educación

El déficit global en el financiamiento de la educación podría alcanzar 200 000 millones de dólares anuales, como consecuencia de la crisis desatada por la pandemia covid-19 y en perjuicio principalmente de los países más pobres, señaló este viernes 4 un nuevo informe de la Unesco.

“A menos de un decenio del plazo fijado cumplir el ODS 4, el mundo se enfrenta a una crisis de financiación de la educación que amenaza con agravarse aún más con la pandemia”, dijo Audrey Azoulay, directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, el ODS 4 propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

“Generaciones enteras están en riesgo, en particular los más vulnerables. Si bien la educación es claramente una víctima de la pandemia, también es la solución para la recuperación a largo plazo”: Audrey Azoulay.

Frente a unas necesidades de financiamiento que la Unesco calcula en 509 000 millones de dólares anuales, los presupuestos nacionales presentaban un déficit de 39 000 millones ya en 2015 y su crecimiento año tras año permitió estimar ese faltante en 148 000 millones de dólares para 2020.

Con el impacto de la covid, principalmente con el cierre de escuelas este año, el plazo más corto para alcanzar las metas del ODS 4 y mejores normas de calidad en la educación, el déficit se incrementa en alrededor de 30 por ciento y se acerca a 200 000 millones de dólares, según la Unesco.

Por ello exhortó a todos los agentes que intervienen en la financiación educativa “a que no escatimen esfuerzos para dar prioridad a la inversión en la educación como bien público mundial”.

Como los ministros de Finanzas de las Naciones Unidas prevén debatir el 8 de septiembre sobre la financiación para el desarrollo en la era de la covid, la Unesco pidió dar prioridad a la inversión en educación para los países de ingresos bajos y medio-bajos.

La agencia recordó que el cierre de escuelas ha causado la pérdida de aprendizaje para millones de personas y “las soluciones de enseñanza a distancia simplemente no son una opción para al menos 580 millones de estudiantes en países de ingresos bajos y medios”.

Los costos aumentan con la necesidad de volver a matricular a los estudiantes, ofrecer programas de recuperación y maximizar las posibilidades de que permanezcan en la escuela.

Además, se necesitan inversiones adicionales para garantizar que los niños estén seguros cuando regresen a las clases y tengan acceso a instalaciones de higiene y aulas adicionales que permitan mantener el distanciamiento físico.

Estos programas y acciones añadirán entre 5000 y 35 000 millones de dólares a las necesidades de financiación.

La Unesco pidió a los países de ingresos bajos y medios-bajos que resistan la presión de recortar su presupuesto para la educación debido al difícil entorno fiscal, y que traten de dirigir una parte significativa de su presupuesto a las regiones y escuelas que se encuentren más marginadas.

También se dirigió a los donantes, destacando que solo 47 por ciento de la ayuda global a la educación básica y media se destina a los países de ingresos bajos y medio-bajos, donde más se necesita, y pidió dirigir esos aportes para apoyar países y regiones con desigualdades crónicas.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2020/09/unesco-advierte-enorme-deficit-financiamiento-la-educacion/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/unesco-advierte-enorme-deficit-en-financiamiento-de-la-educacion/

 

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UNESCO: Nuevo informe de las Naciones Unidas demuestra que algunos países no protegen a los niños de la violencia

Por: UNESCO

En un momento en que la atención se ha centrado en los esfuerzos para detener la propagación de la pandemia de COVID-19, uno de cada dos niños en el mundo sigue padeciendo violencia física, sexual o psicológica, según un nuevo informe publicado por la UNESCO, la OMS, el UNICEF, la representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños y la Alianza para la eliminación de la violencia.

El Informe de la situación en 2020 sobre la prevención de la violencia contra los niños en el mundo – pone de relieve el número creciente de niños que son víctimas de heridas, impedimentos físicos y homicidio porque los países no siguen las estrategias implementadas para protegerlos de estos. Este informe, el primero de su tipo, proporciona un panorama de los logros alcanzados por los países en lo relativo al marco “INSPIRE”, un conjunto de siete estrategias para combatir la violencia contra los niños.

El informe contiene las primeras estimaciones mundiales de los homicidios entre niños de menos de 18 años. Se estima que, en 2017, 40.150 niños han sido víctimas de homicidio. Se basa también en los datos del informe de 2019 elaborado por la UNESCO, Detrás de los números: para poner fin a la violencia y el acoso escolares, a la vez que hace hincapié en que el acoso es un problema considerable en todo el mundo, con el 32% de los alumnos entre 11 y 15 años de edad víctimas de acoso escolar por parte de sus compañeros, al menos una vez durante el último mes.

“Con la pandemia de COVID-19 y el cierre de los establecimientos escolares que esto conlleva, hemos constatado un aumento de la violencia y del odio en línea – incluido el acoso. Ahora que los centros escolares comienzan su reapertura, los niños expresan su temor de regresar a la escuela”, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. “Todos debemos responsabilizarnos con velar por que todos los niños se sientan seguros en la escuela. Debemos reflexionar y actuar conjuntamente para poner fin a la violencia en el ámbito escolar y en nuestras sociedades en general.”

Avances desiguales en la aplicación de las estrategias de prevención de la violencia

Según el informe, las leyes que prohíben los castigos corporales infligidos a los niños en todos los lugares, incluida la escuela, tienen el potencial necesario para reducir el número de actos violentos perpetrados contra los niños, así como entre niños. No obstante, mientras el 79% de los países han respondido al informe que prohíbe los castigos corporales, solo el 30% de los que lo han hecho, estima que las personas responsables de los actos violentos contra los niños, independientemente del motivo, y entre los que se encuentran los docentes, serán sancionadas.

“Este informe nos recuerda sin ambages que no es suficiente disponer de buenas políticas y que debemos trabajar constantemente para garantizar que estas políticas se apliquen”, declaró Stefania Giannini,

Subdirectora General de Educación de la UNESCO. “No podremos lograr una educación inclusiva y equitativa para todos si los niños no pueden aprender en escuelas seguras y libres de violencia, incluida la violencia perpetrada por los alumnos, los docentes y otros miembros del personal escolar, así como los castigos corporales.”

La respuesta ante el COVID-19 y su repercusión en los niños

Las medidas de confinamiento y el cierre de los centros escolares han limitado las fuentes habituales de apoyo a las familias y a las personas (los amigos, la familia ampliada, los profesionales). Las víctimas tienen aún menos posibilidades de gestionar las crisis y de reorganizar su vida cotidiana. Se ha observado un aumento considerable del número de llamadas a los centros de ayuda telefónica a los niños maltratados y a las víctimas de violencia conyugal.

Mientras las comunidades en línea se han vuelto esenciales para que numerosos niños sigan aprendiendo, jugando y beneficiándose de un apoyo, se ha observado un recrudecimiento de los comportamientos nefastos en líneas, entre los que figuran el ciberacoso, las conductas de riesgo y la explotación sexual.

Enlaces realcionados

Informe de la situación en 2020 sobre la prevención de la violencia contra los niños en el mundo (leer el comunicado de prensa de la OMS)

Respuesta educativa de la UNESCO ante la pandemia de COVID-19

Detrás de los números: para poner fin a la violencia y el acoso escolares

Acción de la UNESCO en materia de acoso y violencia escolar

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/nuevo-informe-naciones-unidas-demuestra-que-algunos-paises-no-protegen-ninos-violencia

 

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