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Reseña: La realidad ficcionada el pañuelo por José Ernesto Schulman

El pañuelo que Iris le puso al Marcelo

y que el Teniente Rodolfo le regaló al Ciego,

que se lo dejó a la Mechi,

que se lo llevó a Cuba

y que un día….

Al único que conocí fue al Ciego,  y no demasiado.

Si me apuran, diré que estar con él, lo que se dice charlar y caminar juntos y pensar y tomar vino y volver a charlar, fueron sólo dos veces: la primera fue cuando sesionaba el XVI Congreso y se apareció con la Mechi por el departamento que en San Telmo había conseguido el Raúlito y ahí me di cuenta que era él quien había estado en lo de la Chili, escapando de la Triple A en el ’75.

Había cambiado mucho, ya no montaba guardia dormido en el local de la Fede de la calle Pueyrredon, con la Cuarenta y Cinco en el puño atada a un hilito que venía de la puerta y que lo alertaba cuando alguno entraba.

Ahora era un padre de dos niños, fornido, formado, sereno y con una visión bastante integral de lo que había que hacer para construir Partido.

La segunda fue en la quinta de mi hermano en Funes donde lo ayudé  a encontrarse con su mamá, después de tanto tiempo lejos,  muy poquito antes de su muerte.

Su muerte. Idiota muerte. Maldita muerte.

Reputa muerte a la salida del Túnel, esa  mañana de lluvia en que un camión inmenso lo llevó por delante y se murió insultando a todos porque él no podía morir así, ¿me entendés?, así, es decir, sin un fusil en la mano peleando por la revolución, aquí o en cualquier lugar del mundo donde hiciera falta.

Digo, como murió Marcelo, el Teniente Rodolfo, en esa vereda salvadoreña, un poquito antes, como si se siguieran los pasos.

Cómo si compitieran en ver quien de los dos se ponía la máscara del Che, digo la máscara que Cortázar había inventado para Fidel en “Reunión”, que Marcelo había leído en la escuela, primero a disgusto por que no le gustaba nada el exilio de Cortázar y después asombrado, totalmente fascinado por aquella metáfora de Cortázar que parecía haberse escrito para ellos dos.

¿Cuántas veces se lo había contado? ¿y cuántas veces habían discutido el sentido del cuento, el más transparente y acaso por eso uno de los más polémicos, del  argentino que vivía en París pero pasaba más tiempo entre Managua y La Habana que en Europa?.

“Reunión” parecía fácil de entender: Cortázar asume el rol del Comandante y relata el desembarco en Playa Girón.  ¿Fácil?. Las pelotas fácil, el cuento estaba lleno de siginificados y  de claves.

Primero, porque describe el desembarco de un modo crudo, impiadoso, casi hiriente para el orgullo guevarista que llegó a recriminarle a Cortázar la imagen que de él se mostraba en “Reunión”.    O sea, que al Che de verdad no le había gustado un carajo la foto que Cortázar presentaba del Che histórico en su cuento.  Che decía que era un Che imaginario, y claro boludo le contestaba Cortázar, que es un cuento no una foto.

Segundo porque Cortázar juega con la muerte de Fidel pensada por el Che, y cómo le pega eso al Che.   Es decir que aquí, no en Girón, sino en el cuento, el Che de Cortázar piensa que Fidel está muerto y al dormirse lo sueña vivo, a Fidel que está muerto ¿se entiende, no?

Digo que el Che de Cortázar cree que Fidel murió en el desembarco y al dormirse, lo sueña a Fidel vivo y rodeado de todos los guerrilleros sobrevivientes, los futuros Comandantes, los únicos con derecho a llamarse Comandantes de la Revolución.

Nada menos.

Entonces Fidel se pone la mano en la cara, que no es una cara sino una mascara, y se la saca y se la ofrece al Che, que le dice que no y se la ofrece a Raúl que también le dice que no, y entonces el Che de Cortázar se despierta convencido que no hay reemplazo posible, que sólo Fidel podría encabezar la revolución.

El cuento sigue un poco más, hasta que se produce la reunión entre el Che y Fidel, pero a ellos no les interesaba esa parte, lo que los desvelaba, lo que les producía miedos y discusiones era aquella de la mascara, porque el desafío de Cortázar era claro para ellos: ahora, que el Che está muerto, ¿hay alguien que se ponga la máscara del Che?

Marcelo, a punto de viajar al Salvador y convertirse en el Teniente Rodolfo, le regaló al Ciego un pañuelo como símbolo de la amistad forjada en los duros días del entrenamiento combativo, el pañuelo que había usado en Nicaragua cuando la Brigada del Café, la San Martín, la que mandó la Fede para apoyar la Revolución y  revolucionar la Fede, de paso.

Lo que yo no sabía, hasta ayer, es que la madre del Negrito Floreal había sido la madrina de Marcelo cuando la Brigada a Nicaragua y que el viejo del Negrito, el Viejo Floreal que buscaban los milicos cuando lo secuestraron al Negrito, le había arreglado algunos fierros cuando Marcelo empezaba a caminar por la Fede.

Fue Marcelo quien le habló al Ciego del Negrito Floreal, de esas palabras de Iris en el Juicio a la Junta: a mi hijo lo mataron por no cantar a sus compañeros y esas otras palabras, las de los torturadores sobre la madre del Negrito Floreal: “Con los comunistas no se puede”, cansados ellos de torturarla sin arrancarle un solo dato.

El Negrito sí que se había puesto la máscara, y con eso que era tan joven que ni llegaba a quince años.

Bueno, menos aún tenía en el Xº Congreso de la Fede cuando estaba al lado de Rubén Poggioni en la esquina aquella donde hacían la pintada, y los fachos lo mataron a Rubén de un balazo.

Tirado en la esquina, sólito y sólo, quedó el Rubén y el Negrito, que ni catorce tenía, fue a avisarle al padre lo que había pasado.

Yo también estuve en el Xº Congreso pero, qué boludo, no vi a ninguno de los tres: ni al Negrito, ni a Marcelo, que sería el Teniente Rodolfo doce años después, ni al Ciego que al año siguiente se bajaría un facho en la esquina de Entre Ríos y Córdoba en Rosario, justo a la vuelta de la facultad de Filosofía, casi, casi frente a la imprenta de donde lo chuparían a Tito Messiez en el ’77, puntualmente un 22 de agosto, el mismo día de Trelew, de Sacco y Vanzetti y del renunciamiento de Evita.

No se porque se me ocurre que  acaso Marcelo pensaba más en el Negrito Floreal que en el Che cuando subía la montaña de Chalatenango. Se me ocurre nomás, acaso porque había hablado tanto con Iris y con  el Viejo Floreal que soñaba con hacer lo que el Negrito no pudo.

¿Quién sabe?

¿Quién sabe lo que pensaba el Ciego en esas tres horas en que murió lentamente atrapado en una camioneta casi al lado del Túnel?

¿No pensaría en la vez que pudo ir a pelear a Nicaragua y no lo dejaron?.  ¿Y para que mierda me preparé, protestaba, si no quieren que pelee? le decía después a la Mechi.

Por eso se había sumado al XVI Congreso con tanto entusiasmo, porque ya no se hablaba de juntar monedas para la solidaridad sino de hacerse cargo de las luchas revolucionarias como propias.

Y eso es lo que siempre había pensado que debía hacerse.

Hacerse cargo.

Como el Negrito Floreal cuando se quedó solo frente a los torturadores y tuvo que decidir si entregaba al viejo o se hacía cargo.

Y decidió hacerse cargo.

Sencillo, sin muchas palabras, sin muchos líos.

Correrse o hacerse cargo.

Ponerse la máscara del Che o dejarla en el suelo.

Para el Negrito entrar en la Fede había sido casi como un paso natural, no lo había pensado mucho, simplemente era lo que había aprendido de su vieja, de su papá,  de su abuela, la que formaba el Socorro Rojo y hacía solidaridad con los presos cuando todavía ni Perón era Coronel.

Del Cordobazo al Rodrigazo, de la ofensiva y las masas con banderas al viento al canto del cisne proletario del ’75, si en algo pensó el Negrito Floreal en sus ultimas horas debe haber sido en algo de eso, en las ganas que tenía la Fede de ser poder y no  poder ser.

Al Marcelo le preocupaba eso más que todo.

Ser y no parecer, hacerse cargo y no correrse.

Por eso en su primer laburo lo arriesgó todo y se subió a la mesa de trabajo aquel día en que había paro, haciendo equilibrio al lado del torno, y les hablo a los pelotudos que se hacían los que no sabían: que no hay que ser yunque sino martillo, que no hay que ser cantera sino masa, que no hay que …

Calentón, cabrón, capaz de putear hasta la madre en una discusión política y de hacer cosas de niño como cuando dio vuelta el cuadro de Victorio contra la pared, en penitencia, porque el XVI no arrancaba en la zona norte y él se enojaba con todos.

Bueno, con todos no, con los viejos del Negrito no se enojaba nunca, no importaba lo que dijeran, él iba a decir que tenían razón acaso por respeto acaso porque sabía que en el armario del viejo estaba la carabina que iba a ser para Floreal y no pudo ser.

Y que él soñaba que fuera para él.

¿Y si me la llevara al Salvador le preguntó al Viejo Floreal en la última visita, aunque sabía que el Ciego lo mataba si caía con otra cosa que no fueran calzoncillos y pañuelos en el bolso de viaje?

Una belleza la carabina, , hasta con mira telescópica, cada parte hecha a mano por el Viejo Floreal.  Cual un objeto de arte, como un trofeo.

Como lo que un padre haría para un hijo, para que sepa que lo quería y para marcarle el camino.

De regalo un fusil, para que no haya dudas de lo que esperaban de él; que sea valiente y revolucionario, que sea audaz y consecuente.

El hubiera sido como el Che, decía el Marcelo cuando escuchaba al Viejo Floreal elogiarlo al Negrito y en eso pensaba el Marcelo cuando el Ciego lo hacía subir a los árboles y bajar, y agarrar la AK47 rusa y tirar y tirar y tirarhasta que el ruido no te asuste, hasta que la mano no te tiemble, hasta que la mente no registre que el blanco también respira y tose, y tiene frío y capaz que ama a una mujer y hasta capaz que tiene hijos y todo eso que hace más difícil a los revoclucionarios tirar  a matar porque están programados para amar, no para matar, y hay que darle mucho taller al bocho para meterle dentro que a veces hay que matar para amar hasta el final.

O como decía el Che, que el amor consecuente hacia los humillados se transforme en el odio hacia los dominadores.

Y por eso se quejaba de los comunistas argentinos, porque él decía que les costaba odiar y matar.

El Ciego era uno de esos que desmentían al Che, era uno de esos que en vez de resistir la tortura hicieron cagar a un facho y eso lo hacía un héroe para el Marcelo que lo miraba y lo miraba mientras caminaban en el monte, cargados hasta los huevos con la mochila y la AK47 y  todo lo que el culeao del Ciego les hacía llevar arriba y abajo para que se acostumbren.

Si supieran que al Ciego más que el deber lo impulsó el amor…

Es que el rubiecito ese de la CNU había sacado el arma y apuntaba justo para el lado que estaba la Mechi y la Mechi era todo para él.

No era la primera pero seguro que era la que más quería y cuando sacó, en ese instante eterno en que el dedo aprieta el gatillo, más que banderas rojas él pensó en las sabanas de la casa de Rosario, esa cerca del Monumento donde la mugre tapaba todo, todo menos el póster del Che.

Hace dos noches le escribí a la Mechi y le conté, asombrado, que acababa de enterarme que la madre del Negrito Floreal había sido la madrina del Marcelo cuando la brigada del Café, mirá que casualidad que no se puede creer le dije, y fue ahí cuando la Mechi me contó que el pañuelo que la mamá del Negrito le dio al Marcelo éste se lo dejó al Ciego y que cuando el Marcelo murió en El Salvador el Ciego se lo dejó a ella de custodia y que cuando el Ciego se murió en el Túnel ella se dijo que tendría que devolvérselo a la Iris, pero se le olvidó y que cuando se volvió a Cuba se lo llevó de vuelta y que ahora no sabía que hacer, si traerlo a Buenos Aires o qué.

Y me  preguntó qué pensaba.

Así  que yo agarré el teléfono y marque los ochocientos números que hay que marcar para hablar a La Habana y le dije a la Mechi: negra, creo que lo que corresponde es que lleves el pañuelo a Santa Clara.  Y allí, en la tumba que construyen para el Che habría que dejarlo atado al vallado. Mirá bien, mirá bien porque casi seguro que ya andan por ahí los tres. Vos sabés como son y no se van a perder la oportunidad de verlo al Che.

Así  que dejalés el pañuelo en algún lado, a ver si por no tenerlo, no los dejan desfilar cuando llegué el Comandante.

Vos sabes lo estricto que son los de seguridad, a veces…

.

Posdata aclaratoria sobre el Ciego, el Marcelo y el Negrito Floreal

Floreal Avellaneda, el Negrito, fue detenido por el Ejercito Argentino el 14 de abril de 1976, torturado y asesinado por empalamiento, su cadáver fue tirado al Río de la Plata y apareció en la ensenada de Montevideo casi cuando cumplía los 16  años.  A pesar de ser identificado, su cadáver fue robado por el Ejercito uruguayo y continúa desaparecido

Marcelo Feito, el teniente Rodolfo, murió en combate en Chalatenango, El Salvador, el 16 de setiembre de 1987, cumpliendo misiones internacionalistas de su organización, la Federación Juvenil Comunista.  Su cuerpo permanece allí y ha sido honrado reiteradas veces por el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional

El Ciego, militante de la Fede rosarina, ajustició a un integrante de la Triple A en el centro de Rosario en  mayo de 1975, justo en el mismo día que el Negrito fetejaba su útlimo cumpleaños. Estudió en Cuba y murió en un accidente de transito en el Túnel Subfluvial que une Santa Fe con Paraná una mañana de 1988.   Por extrañas pero comprensibles razones para el lector, todavía su nombre espera nuestro homenaje público.  Pero ya llegará la hora en que se transforme en plaza o en barco.

Recién ahora descubro que un pañuelo había unido sus vidas y su muerte

José  Ernesto Schulman.

Fuente:

El pañuelo

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/zMSCMiif5FOBx3evlccyHyf95XBOaYs1FI-GgiYOSXsbPrGuuMqanj_YigK6LVTkc3Ztmt0=s85

 

 

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Libro: Pedagogía-El Cuerpo en la Escuela

El libro de Pedagogía: El Cuerpo en la Escuela tiene como autores a Mgt. Pablo Scharagrodsky (UNQ / UNLP)y como   Coordinación Autoral a la Dra. Myriam Southwell (UNLP / CONICET / FLACSO)

Su contenido es de alta relevancia evidenciados en la siguientes temáticas:

Cuerpo y modernidad | Escuelas: ¿sin cuerpos? | Discurso pedagógico y cuerpo | La escolarización de los cuerpos: ¿qué tipos de cuerpos? | Disciplina y control | El cuerpo, el discurso médico y el discurso escolar | ¿Cuerpos masculinos y cuerpos femeninos? | ¿Cuál es el tipo de corporalidad que se produce hoy en día en la escuela? | El maltrato de los cuerpos en la escuela | Mercados, consumos corporales y estéticas juveniles en la escuela | Consumo y resistencia

Te invitamos a acceder al libro aquí:

Cuerpo y escuela

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Libro: Circulando conocimientos desde las asimetrías

América del Sur/Chile/Diciembre 2016/Reseña/http://www.clacso.org.ar/
El papel de los actores académicos en la producción y circulación del debate sobre multiculturalismo en Chile

Sabina García Peter. [Autora]
…………………………………………………………………………CLACSO. Freie Universität. Lateinamerika-institut.
Berlin.
Diciembre de 2016

¿Qué papel cumplen los actores del campo académico en los procesos de producción y circulación de conocimiento a nivel internacional y local? ¿Qué asimetrías son inherentes a estos procesos? Estas son las preguntas que dirigen la investigación de doctorado de Sabina García Peter, quien argumenta que la circulación de conocimientos es un proceso complejo y multidimensional e introduce la noción de ‘agentes de la circulación’ para su estudio. A partir del caso de la producción y circulación del debate sobre multiculturalismo en Chile, desde el retorno a la democracia en los años noventa, la autora plantea que los actores académicos no sólo han sido relevantes a la hora de producir y circular aquellos conceptos y teorías que dan forma al debate teórico sobre multiculturalismo, sino que también han asumido otros roles en la implementación y puesta en marcha de este debate en otros campos, como el político-estata.
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Fuente:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1203&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1141
Fuente Imagen:
https://lh3.googleusercontent.com/yTfxkmUdlAek98J6gAsnqi1tHkmaidQReWbjEm39j15_HjZAkPdNjT2sWY-LkwHDuUSvzA=s85
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Libro: Pensamiento anticolonial de nuestra América

Roberto Fernández Retamar. [Autor]

…………………………………………………………………………
Colección Antologías del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño.
ISBN 978-987-722-205-0
CLACSO.
Buenos Aires.
Diciembre de 2016

Aunque aparecen abordados desde flancos distintos, los temas que configuran la obra ensayística de Fernández Retamar confluyen todos, directa o indirectamente, en uno solo, que yo caracterizaría como el de la lucha contra la razón colonial que hace medio milenio Europasembró en esta ribera del Atlántico para perpetuar su dominio ad infinitum . Dominio que acabó por tener que transferir a los Estados Unidos –o mejor sea decir, estos le arrebataron– a medida que imponían su liderazgo. Y en las raíces de esa lucha se asientan las esencias formativas de una razón opuesta, anticolonial, en la cual el destino cubano se destaca, como ninguno, en rebeldía sin fin, opuesto al que se le quiso y se le quiere definir desde el Norte.

Los quince trabajos que la integran, cuidadosamente seleccionados por su autor, han sido publicados entre 1965 y 1997, e incluyen ensayos, artículos sobre temas puntuales y conferencias, que nos conducen de manera radial al núcleo de su consistente pensamiento anticolonial.

Del Prólogo de Aurelio Alonso

Fuente :

http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1198&orden=&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1141

Fuente imagen:

 

https://lh3.googleusercontent.com/Gmttat6EWqIQL1S2ALf6BYYD3kx-pBwaDal3Q1KAFuiyYkRtq2ABk9cQ4k0drMUmN_ej=s85

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Libro: Centroamérica

Casa común e integración regional

Willy Soto Acosta. Máx Sáurez Ulloa. [Editores]

Antonio Barrios Oviedo. Víctor Hugo Blanco Fonseca. Carlos Humberto Cascante Segura. Jaime Delgado Rojas. Dunnia Marín Corrales. Jorge Mora Alfaro. Carlos Murillo Zamora. Juan Carlos Ramírez Brenes. Denis Iván Rojas Lanuza. César Ernesto Salazar Grande. Máx Sáurez Ulloa. Margarita Silva Hernández. Willy Soto Acosta. Enrique Napoleón Ulate Chacón. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………

ISBN 978-9968-930-53-6
Universidad Nacional de Costa Rica. CSUCA. CLACSO.
San José.
Junio de 2014

Este libro es un esfuerzo por ofrecer a la comunidad universitaria y a la población centroamericana, un texto sobre la integración regional, pretende abordar y comprender con mayor aproximación la evolución que ha tenido el proceso de integración y el grado de participación que han tenido los diferentes sectores sociales en el mismo. Es un trabajo que integra los aportes de expertos en las distintas temáticas relacionadas con el proceso integracionista regional desde una óptica histórica, económica, social, jurídica y geopolítica, que permite a manera de conclusión aproximarse a visualizar las perspectivas futuras de la integración centroamericana.
Fuente:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=879&campo=titulo&texto=america
Fuente:
https://lh3.googleusercontent.com/Jgw1KGll3Nbv1aCdcaYRDMIuMIIBsZWMiGO3SynjEiSFIqkv5HeLnJY6vzrDF-NUFIwW=s85
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Libro: El papel de la universidad en el desarrollo

María Eugenia Martínez De Ita. Fernando Julio Piñero. Silvana Andrea Figueroa Delgado. [Coordinadores]

Víctor Manuel Figueroa Sepúlveda. Miguel Ángel Aguilar Aguilar. Óscar Crisanto Campos. Germán Sánchez Daza. Nerina Sarthou. Cristian Guglielminotti. Romina Loray. Alonso Bajo. Leonel Álvarez Yáñez. José Francisco Sarmiento Franco. José María Araya. M. Fernanda di Meglio. Elizabeth López Bidone. Pilar Uriarte Bálsamo. Ma. Julia Morales González. Raúl E. Porras Lavalle. Pablo Sigfrido Corte Cruz. Yobanni Cuahutle Zamora. Guillermo Campos Ríos. Yannet Paz Calderón. Irma Lorena Acosta Reveles. Claudia Esther Aguilar Torres. Ana María Taborga. María Paz López. M. Soledad Oregioni. Julieta Abba. Verónica Nava Mozo. [Autores de Artículo]
…………………………………………………………………………
Secretaría Ejecutiva.
ISBN 978-607-487-631-4
CLACSO. BUAP. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

Enero de 2014

Los artículos que integran este libro se proponen conocer la manera en que las instituciones universitarias se han planteado (o no) su incidencia en el desarrollo regional, profundizando, a partir de la presentación de casos, en los vínculos que se establecen con base en sus actividades docentes, de investigación y de extensión. El libro está integrado por artículos de estudiosos de diferentes países; en ellos, los autores analizan, reflexionan y nos ofrecen un panorama en el que se abordan temas centrales en el quehacer cotidiano de las universidades considerando el papel que éstas juegan en el desarrollo de los países de América Latina.
Fuente:
Fuente imagen:
https://lh3.googleusercontent.com/0wyrEHTcmnJo0oLm1eMIYBG7Qq3B5LYVGk4G0T6XJpFNH1Z_qY92DzjY_zXSQfDCSq0d2w=s85
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Libro. Aprendizaje Invertido

6 de diciembre de 2016/Fuente: observatorio.itesm.mx

Equipo del Observatorio

 José Escamilla

Bryan Calleja

Éder Villalba

Esteban Venegas

Karina Fuerte

Rubí Román

Zayra Madrigal

Colaboradores invitados: Gilberto Huesca Kenneth Bauer

Educadores de todo el mundo han puesto sus ojos en el modelo de aprendizaje invertido debido a su gran potencial. Esta tendencia educativa está dando un giro al modelo tradicional de enseñanza al enfocarse en las necesidades de aprendizaje del alumno y al aprovechar el tiempo en el aula con actividades de aprendizaje más significativas. En esta edición presentamos un análisis a profundidad de esta tendencia partiendo desde sus elementos clave hasta la adopción actual de esta tendencia.

En la mayoría de las aulas de las universidades el escenario típico de un día de clases consiste en que el profesor pase al frente, “da la clase” y escriba en el pizarrón para impartir su cátedra. Él es la figura central del modelo de aprendizaje –the sage on the stage–, mientras que sus estudiantes toman apuntes y se llevan tarea que deberán realizar en casa al finalizar la lección. El profesor sabe o se percata que muchos alumnos no entendieron completamente la clase del día, pero no tiene el tiempo suficiente para reunirse con cada uno de ellos de forma individual para atender sus dudas. Durante la clase siguiente, él solo recogerá y revisará brevemente la tarea, aprovechará para resolver algunas dudas, pero no podrá profundizar mucho ya que la clase no se puede retrasar porque hay mucho material por cubrir antes del examen final (Hamdan, McKnight, McKnight y Arfstrom, 2013, p. 3). Lo anterior, es parte de un modelo de enseñanza tradicional centrado en el profesor. Educadores alrededor del mundo están tratando de cambiar este modelo tradicional –enfocado en el avance a partir de un plan de estudios– por uno guiado por las necesidades de aprendizaje de los alumnos. El modelo que ha despertado interés por su potencial es el Aprendizaje invertido, un modelo centrado en el estudiante que deliberadamente consiste en trasladar una parte o la mayoría de la Instrucción directa1 al exterior del aula, para aprovechar el tiempo en clase maximizando las interacciones uno a uno entre profesor y estudiante.

En esta edición podrás encontrar:

  • ¿Qué es y cómo funciona el Aprendizaje Invertido?

  • Mitos

  • Casos relevantes

  • ¿Hacia dónde se dirige esta tendencia?

  • Desafíos

Descargar file:///C:/Users/BIOSYSTEM/Downloads/Edu%20Trends%20-%20Aprendizaje%20invertido.pdf

Fuente: http://observatorio.itesm.mx/edutrendsaprendizajeinvertido

Imagen: https://gesvin.files.wordpress.com/2015/06/aprendizajeinvertidotodonecesitassaber-ebook-bloggesvin.jpg?w=700&h=691

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