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‘La (des)educación de Cameron Post’: Cómo aprender a odiarte a ti mismo

Por: Javier Yuste.

La (des)educación de Cameron Post, de Desiree Akhavan, nos transporta a un centro de reorientación sexual. La película cuenta con un toque indie y cierto regusto al cine adolescente de John Hughes

Desiree Akhavan (1984), directora neoyorquina de padres iranís, ha dedicado su corpus fílmico a indagar en la construcción de la identidad y la sexualidad femenina en un mundo que se empeña en definirnos a través de férreas y estrictas etiquetas. En Appropriate Behavior (2014), su debut en el largometraje, y en The Bisexual (2018), serie coproducida por Hulu y Channel 4 que en España puede verse en Filmin, la directora asumía el papel protagonista y desnudaba su incapacidad para encajar su propia bisexualidad tanto en la comunidad iraní de su familia como en el entorno LGTBIQ, en el que muchos consideran esa ambivalencia como una excentricidad o una impostura.

Si en estas obras cercanas a la no ficción las referencias explícitas basculan de Woody Allen a Lena Dunham, pasando por Noah Baumbach o el mumblecore de los hermanos Duplass, en La (des)educación de Cameron Post, película que completa su filmografía y que se estrena este viernes en España, nos encontramos con una propuesta que calca el tempo y el estilo visual de los grandes hits del cine independiente estadounidense reciente y que retoma el espíritu del cine adolescente de John Hughes, principalmente de El club de los cinco y 16 velas.

Ganadora del Gran Premio del Jurado del Festival de Sundance en 2018 y de la Espiga de Plata de la Seminci, la película adapta la novela homónima de Emily Danforth sobre una joven huérfana que es obligada por su conservadora tía a internarse en un centro de terapia para reorientar su sexualidad tras salir a la luz su relación homosexual con una compañera de clase. La protagonista, interpretada por una solvente Chloë Grace Moretz, es una chica introvertida que deberá o bien optar por abrazar el cambio que promueve el centro o engrosar las filas de la resistencia que representan Jane (Sasha Lane) y Adam (Forrest Goodluck).

Akhavan empatiza con todos los personajes, incluidos los que tratan de ‘curar’ la homosexualidad de estos adolescentes

Frente a otras propuestas con argumentos parecidos, como la visualmente excéntrica But I’m a Cheerleader (Jamie Babit, 1999) o la más melodramática Identidad borrada (Joel Edgerton, 2018), la película de Akhavan destaca por la capacidad de la directora y guionista de empatizar con todos los personajes, incluso con los responsables del centro que, en definitiva, enseñan a los internos algo tan detestable como es odiarse a uno mismo.

Una terapia peligrosa

El programa diseñado por la estricta Dra. Lydia Marsh (Jennifer Ehle) consiste en terapias de grupos e individuales, sermones, ejercicios al aire libre, conciertos de rock cristiano… Este método se supone que sirvió para neutralizar la conducta pecaminosa de su hermano, el reverendo Rick (un magnífico John Gallagher Jr.), ahora su mano derecha en el centro. La manera de construir el personaje de Rick es el gran logro del filme porque, aunque al principio parece uno de esos pervertidos con bigote de las películas de Todd Haynes, al final la directora le otorga una cierta redención al mostrar su sufrimiento y sus dudas. En realidad, no es más que un hombre que quiere ayudar a los demás.

Finalmente, La (des)educación de Cameron Post se encuentra en un punto intermedio entre el filme ambientado en instituciones mentales y los que trascurren en un campamento de verano. Aunque, sobre todo, es una película de aprendizaje en la que Cameron deberá encontrar su camino y aceptar que los mayores están tan perdidos como ella.

Fuente de la reseña: https://elcultural.com/como-aprender-a-odiarte-a-ti-mismo

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Siete películas para entender la diversidad de género y afectivo-sexual de otra manera

27 Junio 2019/Fuente: El diario la Educación

El cine recoge, normalmente, complejas y dramáticas historias cuando habla de diversidad afectivo-sexual o de género. Recogemos siete relatos que se salen de esta norma.

El cine define relatos. En muchos casos, nos referimos a él como un reflejo de la vida que tenemos o a la que aspiramos. Dicho de otra forma, el cine nos enseña a soñar, pero también es un arma de doble filo. A veces abre la puerta a un mundo de posibilidades y a veces sirve para reproducir clichés retrógrados que nos reducen a personajes secundarios sin interés, supeditados al conflicto de otro.

Haz un repaso mental y revisa los personajes femeninos de películas clásicas. Piensa ahora en personajes transgénero que no hayan sido retratados como personas avocadas a la prostitución, las drogas y la depresión.
Intenta recordar alguna película en donde el conflicto de un personaje homosexual no sea precisamente ese, ser homosexual.

Está bien hacer un retrato de las miserias humanas, poner el foco en realidades que, en ocasiones, es más sencillo obviar, pero es un error caer en el discurso de la historia única, donde ciertos personajes son retratados siempre de la misma forma: como víctimas. A los chavales también hay que mostrarles que el mundo está ahí fuera a su disposición y, si bien es verdad que ciertos aspectos como nuestra identidad de género y orientación sexual nos definen, también es cierto que no son excluyentes para protagonizar historias que no tengan que ver únicamente con eso.

Si las historias definen nuestra realidad calando en el subconsciente colectivo, deberíamos empezar a dignificar a algunos personajes, hasta ahora bastante estigmatizados, integrándolos como parte del mundo en el que vivimos con una naturalidad tan lícita como la de cualquier otro.

Las referencias son importantes, porque es muy difícil llegar a ser algo que no sabes que puedes ser. Y las historias sirven para eso, para que los niños no crezcan creyendo que hay un único modelo de masculinidad y que las niñas se identifiquen con personajes femeninos complejos, profundos, interesantes y fuertes.

Con esta finalidad, he intentado hacer una lista de películas que abren la puerta a una nueva forma de estar en el mundo y poder deconstruirlo hacia algo un poquito mejor.

‘Lady Bird’ de Greta Gerwig (2017)

Cuenta la historia de una adolescente extraña, como nos sentimos todos a esa edad. Es el relato iniciático de alguien en proceso de búsqueda identitaria que se enfrenta al mundo con pequeños gestos de rebeldía como la adopción de su propio nombre, Lady Bird. Con la mente lejos de casa y la mirada fija en el futuro (promesa de una vida mejor), su protagonista se revela como un personaje activo, con conflictos propios, que cree saber lo que quiere aunque eso no la salve de cometer cagadas por el camino.

Aquí hay de todo: primer amor, primer desamor, primer polvo, primer acto contestatario, solicitudes a la universidad y, sobre todo, dibuja una relación materno filial compleja y maravillosa.

Lo más interesante de esta película no es la historia que cuenta, sino cómo lo cuenta. Es un retrato de la adolescencia a través de un personaje femenino con el que es fácil identificarse. Sus problemas, sus miedos, sus inseguridades se proyectan en nuestras propias experiencias implicándonos emocionalmente a lo largo de la historia.

‘Moonlight’ de Barry Jenkins (2016)

Cuenta la historia de Chiron, un chico afroamericano que crece en uno de los barrios más conflictivos y violentos de Miami. Desde su infancia, hasta llegar a su etapa adulta, lucha por encontrar su lugar en el mundo, en un ambiente violento.

Además de sufrir un constante acoso escolar, el fantasma de la homosexualidad se hace presente en la vida de Chiron. En su camino explora la masculinidad, la sexualidad y hace frente a los conflictos de su desestructurada familia.

Esta película apuesta en su forma por la delicadeza, sin olvidar la terrible fuerza que la mueve. Hay mucho de redención en sus pasos finales y mucha reivindicación del amor, de cualquier clase, como luz en el camino de una vida gris. Su protagonista lucha contra el evidente camino hacia la derrota, redefiniendo la fórmula del viaje del héroe. Admitir quién es resulta mucho más doloroso que la rendición ante un destino escrito de antemano.

‘Deprisa, deprisa’ de Carlos Saura (1981)

Es una película que, a priori, podría no tener lugar en esta lista. Sin embargo, me parece importante mirar hacia atrás en la historia de nuestro cine y analizarla atendiendo a su contexto histórico cultural en la España de los ochenta.

La película va de cuatro amigos, Ángela, Pablo, el Meca y el Sebas; jóvenes marginales que dejan los estudios a un lado y deciden ganarse la vida robando. Los chicos empiezan a coquetear con las drogas hasta el punto de empezar a consumir heroína, la droga más popular de la década. Pronto, los pequeños hurtos se van convirtiendo en atracos con el objetivo de conseguir más y más dinero en cada golpe. La pandilla desea disfrutar de la vida al máximo y para ello han de planear un último golpe con el que obtener la cantidad de dinero suficiente para huir del barrio.

Para los no iniciados, el cine quinqui lo forman una serie de películas que tratan historias de jóvenes delincuentes de barrios marginales a los que se ensalzan casi como héroes.

En el lado de “los malos” solían estar autoridades y/o policías corruptos (hombres). En ocasiones, las películas estaban basadas en criminales reales (hombres) y, de hecho, muchas veces eran delincuentes de la calle (hombres) quienes protagonizaban sus propias historias. Por este motivo, no es de extrañar que la mayor parte de las veces los personajes femeninos estuvieran relegados a un segundo plano, teniendo un interés insignificante o nulo.

Sin embargo, el personaje de Ángela en ‘Deprisa Deprisa’ es clave en el desarrollo de la historia como sujeto activo, siendo, además, el único que se salva de un terrible final, arrojando un rayito de luz hacia una vida más libre.

‘Tomboy’ de Céline Sciamma (2011)

Una familia francesa con dos hijas, Laure, de diez años y Jeanne, de seis, se muda a un nuevo vecindario durante las vacaciones de verano. Con su pelo corto y sus formas masculinas, Laure decide hacer creer a sus nuevos amigos del barrio que es un chico, dándose a conocer como Mikael.

El verano transcurre entre juego y juego y su nueva identidad le brinda la oportunidad de explorar el mundo y su sexualidad junto a su amiga Lisa. La relación entre Mikael y Lisa se vuelve cada vez más estrecha y nace un incipiente amor adolescente.

En casa con sus padres es Laure y, en la calle, con sus nuevos amigos y con su novia Lisa, es Mikael.

Lo inusual de esta película aflora al presentar a un personaje muy joven que ya tiene perfectamente identificada su condición y, lejos de ser un conflicto para él, supone un acercamiento a la felicidad de una vida donde todo es más fácil. El problema se manifiesta desde los demás, cuya incapacidad de aceptación y de tolerancia por las diferencias constituyen motivos de reflexión para el espectador.

‘Call me by your name’ de Luca Guadagnino (2017)

No es una película sobre la homosexualidad. Aquí no se cuenta lo mal que lo pasan los personajes descubriendo su orientación sexual. A efectos prácticos, ni siquiera hay demasiadas concesiones al melodrama. No hay traumas de la infancia, no hay crisis de pareja, no hay violencia y nadie muere por el camino. El mensaje es positivo: dos personajes llegados de dos esquinas del mundo se encuentran y viven un amor de verano en un momento y un lugar en el que era casi imposible que eso ocurriera.

Si ‘Call me by your name’ causó furor el año pasado es por un elemento que se escapa de su control: Tú. El espectador pone una parte de sí mismo reconociéndose frente a la pantalla, haciendo entrega a la película de sus propios recuerdos y sus más íntimas ilusiones.

‘Mad max’ de George Miller (2015)

Es una peli de acción que se desarrolla en un mundo donde la ley y la sociedad han sido sustituidos por sangre, fuego y muerte. Sin embargo, hay dos rebeldes que son capaces de restaurar el orden perdido.

Por un lado está Max, que sigue buscando su propia paz tras la muerte de su mujer y su hijo y, por otro lado, está Imperator Furiosa, una misteriosa mujer que trata de sobrevivir en este peligroso viaje hacia su hogar.

Para ser sincera, no sé por qué este remake mantiene el título original si Max no es el protagonista. De hecho, es un personaje que no habla en toda la película, apenas gruñe y tampoco es que se le preste demasiada atención, teniendo al lado al impresionante personaje de ella.

Esta revisión de su historia original ofrece una perspectiva bastante interesante de los personajes femeninos desmontando los clichés a través de los siguientes aspectos:

Ellas son las heroínas de esta historia. Los hombres han matado el mundo y las mujeres se rebelan contra la corrupción y el poder impuestos por el patriarcado. En esta película ellas no se manifiestan como personajes vulnerables a la espera de protección. ’Mad Max’ propone abiertamente que quizá lo que las mujeres necesitan es defenderse (ellas mismas) de los hombres. Así, son dueñas de su cuerpo y desafían al patriarcado en el que viven rompiendo (literal y metafóricamente) el cinturón de castidad que hasta ahora solo las dejaba manifestarse como mujeres-tobjeto.

La forma en que mujeres y hombres se relacionan entre sí a lo largo de la película señala la eterna tensión humana entre individuo y comunidad: mientras ellas representan la amistad y el colectivo de la sororidad femenina, el mundo de los hombres es un mundo de violencia y egoísmo.

‘Te doy mis ojos’ de Icíar Bollaín (2003)

Pilar huye de su casa una noche con su hijo pequeño y una maleta. Atemorizada, se refugia en el piso de su hermana, lejos de su marido, Antonio, que no sabe dónde ha ido su mujer.

Antonio pronto encontrará a Pilar y tratará de recuperar su amor y compañía bajo la promesa de un cambio en su actitud y en su carácter. Pero no le resultará tan sencillo como imaginaba, porque ahora Pilar está empezando a replantearse todo su mundo y a redescubrir incluso quién es ella misma.

Pasa el tiempo y él intenta controlar sus rabietas que inevitablemente terminan en violencia física. Él quiere recuperarse y pasa por terapia de grupo e introspección. Mientras tanto, ella se encuentra lejos y empieza a adaptarse a su nuevo estilo de vida separada de su marido.

Lo interesante de esta peli es la forma en la que aborda el problema, la naturalidad con la que se trata a cada personaje y los diversos puntos de vista que presenta. Es más fácil juzgar a la víctima cuando no se conocen las circunstancias que la rodean, es más fácil decir «déjalo o aléjate de él porque no te conviene».

Sin embargo, ya no parece tan sencillo cuando este maltrato ha dejado a Pilar en un estado de confusión, de pérdida de la identidad y de la autoestima.

‘Te doy mis ojos’ nos permite reflexionar sobre la violencia de género, sobre el trato que le damos en la sociedad, la situación de la víctima, pero también (y he aquí el hallazgo de la peli) la del maltratador. Esta película propone una toma de conciencia, un paso hacia el cambio, hacia una sociedad mejor y más igualitaria.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/alfabetizacionaudiovisualenlasaulas/2019/06/24/siete-peliculas-para-entender-la-diversidad-de-genero-y-afectivo-sexual-de-otra-manera/

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Veinte películas sobre el profesorado que huyen de los tópicos [y 2ª parte]

07 Febrero 2019/Autor: Jaume Carbonell/Fuente: El diario la educación

Segunda entrega de la selección de veinte películas que muestran diversos modelos, situaciones y comportamientos docentes. Y, naturalmente, el público lector podrá añadir algunas más, porque la lista es larga.

11. Diarios de la calle, Richard La Gravenese, Estados Unidos, 2007

Un film basado en la novela The freedom writers diary a partir de hechos reales protagonizados por una joven profesora, activista de los Derechos Humanos y con un sólido compromiso social. Imparte clases de literatura en un instituto donde existe un programa de integración social que acoge a un grupo multiétnico de alumnado con diversas problemáticas familiares y de marginación durante los primeros años noventa. Tras diversas tentativas se las ingenia para hacerlos participar en un proyecto relacionado con el Holocausto, cambiando la lectura prevista de La Odisea por El Diario de Ana Frank. La lectura les anima a escribir sus propios pensamientos y experiencias cotidianas. Al final, se percibe cómo han ido cambiando sus vidas y cómo este proyecto ha afectado también a la propia profesora.

12. El club de los poetas muertos, Meter Weir, Estados Unidos, 1989.

Una película tan ensalzada como denostada por su enfoque ideológico aparentemente innovador en sus métodos pero con un poso de conservadurismo en su discurso. Un profesor idealizado de secundaria educa a un grupo de adolescentes en la poesía y el Carpe Diem -vive intensamente el presente-, con secuencias provocativas en las que busca la cercanía y la complicidad a través de secuencias como la que invita a sus discípulos a que arranquen las páginas del método científico para analizar poesía, a que suban a sus pupitres para que cambien de mirada u otras de fuerte carga emotiva. Al final, será despedido por inducir, según la dirección, con sus métodos poco ortodoxos y sus ideas románticas, el suicidio de uno de los estudiantes.

13. El profesor, Tony Kaye, Estados Unidos, 2011.

El estatus de profesor sustituto, debido a su escasa permanencia en un centro, dificulta establecer relaciones con alumnos y colegas en diversos centros. Pero esta situación logra romperla cuando aterriza en un instituto, donde reinan la rutina y la apatía, al convertirse en un modelo para los adolescentes sin rumbo y carentes de afecto. Dentro del registro de cine independiente de denuncia social, se hace un retrato corrosivo del sistema educativo estadounidense donde conviven profesores, alumnos y madres y padres de familia desconcertados y sumidos en un desierto de valores. Interesante destacar la figura del profesor que lucha, al propio tiempo, por establecer una buena relación para rescatar a sus estudiantes dentro del aula mientras fuera de ella no le encuentra sentido a la vida.

14. El milagro de Ana Sullivan, Arthur Penn, Estados Unidos, 1962.

Ana Sullivan, una joven institutriz especializada en problemas psicofísicos, se hace cargo de Helen, una niña de 10 años sorda, ciega y con otras afectaciones psíquicas que vive a su aire con sus padres, aunque estos no saben qué hacer con ella. A partir de ahí se estable una relación complicada, tensa y con algunas escenas con métodos educativos algo violentos, aunque cabría contextualizarlas y decir que su tratamiento difiere sustancialmente del cine convencional. Tras una sostenida aproximación a través del tacto y del aprendizaje de ciertas rutinas, Helen descubrirá un lenguaje que le permite la comunicación. La película muestra los posibles logros de una intervención educativa cuando se juntan ciencia, compromiso y paciencia infinita; y, al propio tiempo, rompe con los estereotipos femeninos -y más en la docencia- que se asocian siempre a atributos como la dulzura o la ternura.

15. La profesora de historia, Marie-Castille Mention-Schaar, Francia, 2014.

El currículum oficial, por diversas razones que tienen que ver con unos hábitos y convencionalismos tan rígidos como absurdos, no suele promover experiencias vitales que enganchen al alumnado y que consigan despertar su curiosidad hacia la adquisición del conocimiento. En este relato una profesora de instituto sensible a los problemas de un alumnado que vive situaciones difíciles y complejas en su entorno social (el título original es Les héritiers) y que se reflejan en el centro, trata de buscar la manera de engancharlos y motivarlos con algo diferente: su participación en un concurso nacional sobre lo que significa ser adolescente en un campo de concentración nazi. Ese desafío les abre la mirada y consigue remover sus cabezas y sus corazones. Una experiencia potente de aprendizaje que cambiará la vida de todas las alumnas y alumnos, y también de la profesora.

16. Lugares comunes, Adolfo Aristarain, Argentina, 2002.

El amor, el envejecimiento, la familia y los ideales políticos cruzan este film protagonizado por la pareja formada por una asistenta social en los barrios marginales de Buenos Aires y un profesor de literatura que acaba de ser despedido de la Escuela de Magisterio. Impagable su discurso de despedida a sus alumnos en que reivindica el pensamiento crítico: “Me preocupa que tengan siempre presente que enseñar quiere decir mostrar. Mostrar no es adoctrinar, es dar información, pero dando también, enseñando también, el método para entender, analizar, razonar y cuestionar esa información… Pónganse como meta enseñar a pensar, que duden, que se hagan preguntas. No los valoren por sus respuestas. Las respuestas no son la verdad, buscan una verdad que siempre será relativa…”.

17. Ni uno menos, Zhang Yimou, China, 1999.

En una aldea china se le encarga a una adolescente de 13 años, Wei Minzhi, asumir la gestión de una clase ante la ausencia del maestro titular durante un mes. Se le promete darle diez yuanes si consigue que nadie abandone la escuela. No obstante, uno de sus alumnos huye a la ciudad en busca de trabajo para ayudar a su familia. A partir de aquí Wei tiene que encontrar el modo para que se reincorpore a la escuela. Este film muestra de qué modo, ante circunstancias difíciles las personas se crecen. Así, esta adolescente logra establecer fuertes vínculos con su alumnado y hacerles participar de sus iniciativas para lograr el dinero para ir a la ciudad en busca del alumno. Un relato sencillo e intimista sobre el tesón de una maestra para combatir el absentismo escolar, al tiempo que desvela el contraste campo-ciudad, así como algunas de las imperfecciones y contradicciones del sistema educativo del país más poblado del mundo.

18. Profesor Holland, Sthephen Herek, Estados Unidos, 1995.

Una reflexión sobre el lugar y el no lugar de la música, denostada y marginada en muchos planes de estudio, y considerada por un reciente ministro de Educación español de triste recuerdo, como una asignatura casi de adorno y prescindible. Lo mismo opina el director de esta cinta para quien lo más importante es leer y contar, como si la música no formara parte también del lenguaje. El profesor Holland, por el contrario, en sus clases, con oficio y pasión, anima a su alumnado a que toquen lo que les guste para que la disfruten y acaben estimando la música, defendiendo sus diversos registros: desde la clásica al rock. Un profesor que deja huella y que, como sucede en otros films, la música actúa como revulsivo para encontrarle sentido a la educación y lograr la cohesión del grupo.

19. Profesor Lazhar, Philippe Falardeau, Canadá, 2011.

Tras la muerte de un profesor de educación básica en trágicas circunstancias, Bachir Lazhar, un inmigrante de mediana edad, acude a la escuela para ofrecerse como sustituto. Este tendrá que enfrentarse a distintos retos: gestionar el duelo del grupo que tardará tiempo en asimilar; el bajo nivel del alumnado al que tiene que preparar para una sociedad del bienestar que hace aguas por todas partes; y la adaptación de su cultura pedagógica y de sus métodos de enseñanza que contrastan con los del Canadá. Mientras tanto, nadie en el centro conoce el pasado traumático de Lazhar ni sospecha que vive atemorizado ante la perspectiva de ser deportado a su país de origen en cualquier momento. El film, una adaptación de una obra teatral homónima de Evelyine de la Chenelie, está llena de matices y muestra la complejidad de los diversos miedos individuales y colectivos.

20. Sólo es el principio, Pierre Barougier y Jean-Pierre Pozzi.

Un documental muy cálido sobre una clase de educación infantil -con niños y niñas de 3 y 4 años- filmada a lo largo del curso escolar. Pero a diferencia de otras películas como La clase o Ser o tener, donde se suceden escenas educativas de carácter muy variopinto, en este caso se centra en el taller que la maestra imparte siguiendo el programa de Filosofía para niños, creado por M. Lipman y que se aplica en diversos países. Un ejemplo de que se puede empezar a pensar desde la primera infancia, exponiendo sus emociones, vivencias e ideas sobre la libertad, el amor, la inteligencia o la muerte. Sentados siempre en círculo, alrededor de una vela encendida, la maestra va moderando un debate donde se aprende a desarrollar la escucha activa, el respeto, la expresión oral y el razonamiento. Un homenaje a la educación democrática y al pensamiento crítico en un entorno intercultural de la periferia urbana.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2019/02/06/veinte-peliculas-sobre-el-profesorado-que-huyen-de-los-topicos-y-2a-parte/

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Película: The Umbrella Academy

Reseña: Muchas ganas le tengo a esta adaptación del cómic homónimo sobre una familia de superhéroes publicado por Dark Horse Comics. The Umbrella Academy está ubicado en 1989 en una línea temporal en la que John F. Kennedy nunca fue asesinado y un multimillonario recluta a siete niños con poderes, supervivientes de 43 bebés nacidos en extrañas circunstancias. Estos niños se criaran en una academia, dónde les enseñaran a usar sus habilidades para salvar el mundo. En el reparto encontramos a Ellen Page, que repite como personaje de cómic después de encarnar a Kitty Pride en las películas de X-men. Con ella estarán Tom Hopper, Robert Sheehan y Aidan Galagher entre otros.

Fuente: https://www.lascosasquenoshacenfelices.com/series-y-peliculas-de-netflix-que-debes-ver-en-febrero/

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Cine de animación español para niños y no tan niños

Europa/España/10 Enero 2019/Fuente: El diario la Educación

El cine de animación no es solo cosa de niños. Os presentamos una selección de películas españolas que puede disfrutar toda la familia.

Más allá de la factoría Disney, cuyas películas de animación están mayormente dirigidas a un público infantil, la industria de la animación, y, en este caso concreto, la española, abarca a más tramos de edad, por sus variadas temáticas que van desde la denuncia social, el respeto a lo diferente, a los derechos humanos, hasta la exaltación de valores como la amistad, la tolerancia o el cuidado del medio ambiente.

Detrás de muchas historias de aventuras, con el viaje del héroe como esquema narrativo, se esconde un amalgama de contenidos que promueven el respecto al otro, como principio de convivencia, enfocado al público de todas las edades.

El cine, como ventana al mundo, sirve de herramienta de conocimiento de lo que nos rodea y, la animación, casi como la magia, permite representar la realidad y la imaginación a través de infinitas y muy distintas técnicas.

Para un amplio espectro de público, que abarca desde la infancia hasta la tercera edad, existe un buen número de películas españolas de animación que emocionan, entretienen y permiten realizar una reflexión sobre nosotros y nuestro lugar en el mundo. He aquí un recorrido por esos títulos imprescindibles.

El Hotel Eléctrico (Segundo de Chomón, 1908)
Uno de los primeros títulos emblemáticos del cine mudo español, firmado por el director turolense, que anticipa el cine de animación a través del uso de trucos de magia, sumado a una imaginación desbordante y la creación de una técnica que supuso una gran aportación al cine: el paso de manivela (la apariencia de movimiento de objetos estáticos a través de una serie de imágenes fijas sucesivas).

Además del rendimiento técnico, el director sacó también provecho a un argumento muy desarrollado (a diferencia de sus anteriores trabajos) que habla sobre las bondades y los males del progreso técnico, proponiendo un relato moderno y muy innovador.

Chico y Rita (Tono Errando, Javier Mariscal y Fernando Trueba, 2010)
Historia de amor, situada en la Cuba de finales de los años cuarenta, entre un pianista de jazz y una joven que aspira a ser una gran cantante. La pasión por la música de Fernando Trueba y el dibujante Javier Mariscal les une para ofrecer una retrato sensual, recreando las ciudades de La Habana y Nueva York en esos años de esplendor del jazz.

La película, que se alzó con el Goya a la mejor película de animación en 2011, utiliza una animación poco convencional, en la que destaca el detalle, tomando como base los dibujos originales de Mariscal. El filme ofrece un retrato muy realista de las calles y locales de La Habana, gracias al trabajo previo de los codirectores que estuvieron cuatro semanas filmando en la capital cubana, captando el ambiente así como el movimiento y gestos de sus gentes, para trasladarlos a la película, dotándola de mayor autenticidad.

Arrugas (Ignacio Ferreras, 2011)
Basado en el cómic homónimo de Paco Roca (Premio Nacional del Cómic 2008), este largometraje de animación 2D, cuestiona temas sociales tan vitales como el ostracismo al que se relega a los ancianos y su aislamiento del mundo, sirviendo como telón de fondo de una sensible y entrañable historia de amistad en un geriátrico. La película, que cuenta con la colaboración en el guion del propio Paco Roca, obtuvo dos Premios Goya en 2012 (mejor guion adaptado y mejor largometraje de animación).

Un día más con vida (Raúl de la Fuente, Damian Nenow, 2017)
Avalada por multitud de reconocimientos internacionales, entre ellos, el premio a la mejor película de animación en los European Film Awards, el filme hispanopolaco es la historia del conmovedor viaje de tres meses que el prestigioso reportero Ryszard Kapuściński realizó a través de una Angola devastada por la guerra, en 1975. El largometraje de animación, que alterna imagen real, incluyendo entrevistas a los supervivientes, está basado en el libro homónimo de Ryszard Kapuściński en el que el periodista narra el drama humano de la guerra. Un día más con vida borra las fronteras entre el documental y la ficción sumergiéndonos en la psicología del célebre reportero y ofreciéndonos los testimonios de aquellos que vivieron los desastres del conflicto bélico en primera persona.

Buñuel en el laberinto de las tortugas (Salvador Simó, 2018)
Basada en el cómic homónimo de Fermín Solís, la película que producen Manuel Cristóbal, José Fernández de la Vega y Javier Espada, como productor asociado, se estrenará en España el 26 de abril de 2019, precisamente el mismo día en que Buñuel estrenaba en Madrid Las Hurdes: tierra sin pan, en 1933. El filme, que sirve de homenaje al director turolense, sitúa la historia a finales de los años veinte y principios de los 30, cuando Luis Buñuel era un joven director de cine que estaba afianzando su carrera a pesar de que sus filmes fueran incomprendidos en esa época. La película de animación 2D, recrea el universo buñuelesco trasladando los elementos propios del estilo y la personalidad del cineasta: el surrealismo, el sentido del humor y su devoción por sus amigos. Una oportunidad única de acercarse a una de las figuras más importantes de nuestro cine.

Si este recorrido nos transporta a un cine dirigido prácticamente a todos los públicos, también la animación explora tramas destinadas exclusivamente a adultos. Un ejemplo reseñable es Historia de amor y masacre (Jordi Amorós, 1979), primera película de animación española para adultos contada en siete episodios con historietas de los más destacados humoristas gráficos del momento como Gila, Chumy Chúmez o Ja.

Mucho más reciente en el tiempo es Psiconautas, los niños olvidados, de Alberto Vázquez, ganadora del premio Goya a la mejor película de animación en 2016, y basada en un cómic del mismo autor. Se trata de una historia teñida de una fuerte crítica social que se desarrolla en un mundo oscuro y desolador. Una apuesta por reflejar algunos males sociales, por ejemplo y en palabras de su director, los estragos causados por las drogas en la Galicia de los años 80.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/alfabetizacionaudiovisualenlasaulas/2018/12/26/cine-de-animacion-espanol-para-ninos-y-no-tan-ninos/

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