Antonino Marcianò, investigador de la Universidad de Fudan en Shanghái “Tenemos que abandonar el viejo paradigma que está contaminando la investigación científica”

Redacción: SINC

Lleva casi seis años investigando en China sobre agujeros negros, mecánica cuántica y partículas. Este físico romano ha estado en Barcelona, invitado por el Instituto Italiano de Cultura, en uno de los encuentros que la institución pública organiza este año para poner en contacto científicos con el gran público.

El huso horario donde habita Antonino Marcianò (Roma, 1979) se encuentra en algún lugar entre Europa y Asia. Hace casi seis años que este físico italiano se mudó a Shanghái, donde investiga en física teórica y da clases en la Universidad de Fudan. Cada mes viaja como mínimo una vez a Europa, y en las últimas semanas ha pasado por Francia, Italia y España- En Barcelona participó en el segundo encuentro sobre ciencia que organiza el Instituto Italiano de Cultura de la ciudad.

Un viernes por la tarde unas sesenta personas se acercaron a escuchar su charla sobre física cuántica y cosmología. Muestra su alegría por el interés de la ciudadanía en la ciencia y pone en relieve la importancia de la divulgación. “Si diez de los sesenta asistentes acaban leyendo sobre ciencia, es un éxito”, calcula. Nos encontramos cerca de su hotel, delante de la Fundació Antoni Tàpies. No conoce al artista, pero al cruzar la sala donde se exhiben sus cuadros y esculturas dice que le parecen interesantes. Allí charlamos sobre ciencia, su país Italia y su vida en China.

¿Cómo fue el encuentro en el Instituto de Cultura Italiano de Barcelona? Está bien que un centro cultural se interese por la ciencia, ¿no?

“En Italia no hay un reconocimiento público del trabajo que hacen los investigadores”

Estoy muy contento de que el Instituto de Cultura Italiano se haya dado cuenta de que la ciencia es cultura. En Italia tenemos un problema de reconocimiento de la ciencia. El humanismo empezó en el mundo occidental gracias a gente que cultivaba el arte y la ciencia. Por ejemplo, ahora se cumplen los 500 años de la muerte de Leonardo da Vinci, que fue el prototipo de hombre del Renacimiento. Más adelante, Italia contribuyó con otras figuras claves como Galileo Galilei, crucial en la historia de la física y de la ciencia en general.

¿La financiación es el principal problema de la ciencia en Italia?

La financiación pública es más que trágica, pero se trata de una cuestión cultural. No hay respeto hacia la ciencia. No hay un reconocimiento público de lo que hacen los investigadores. En los últimos años, la ciencia no ha sido tomada en serio. Es algo que va más allá de la izquierda o la derecha, es algo más radical, es una cuestión profunda. Que el Instituto de Cultura Italiano sea sensible con la ciencia y monte estos debates es muy buena señal. Es positivo mostrar una cara diferente del país, donde no solo hay pizza, espagueti y arte.

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Antonino Marcianò / Guillermo Castelví (SINC)

Según su opinión, ¿en China se toman más en serio la ciencia?

Esta es una lección que podemos aprender de China. Allí planearon por avanzado 20 años de investigación y tuvieron un boom muy rápido. En China hay un conocimiento muy profundo de la importancia de la ciencia, su rol en la sociedad y el poder geopolítico que tiene. La ciencia es relevante por numerosos motivos. Esto, para alguien como yo, que llegaba de un país que vivía en la decadencia, fue algo muy bueno.

Ya llevo casi seis años viviendo en China y allí he vivido cosas increíbles. Cuando alguien te pregunta a qué te dedicas y respondes que eres físico, te dicen: “¡Guau! Maravilloso, qué fascinante, cuéntame más sobre ello”.

En Italia, cuando dices que eres investigador te responden: “Ah, entonces no trabajas”, como si estuvieras perdiendo el tiempo.

¿Qué puede hacer usted en China que en Italia es imposible?

Primero de todo convertirme en profesor a los 30 años. En Italia tienes que esperar hasta los 45 o 50 años para obtener una plaza de investigador permanente. Sin embargo, el título no es algo importante, lo relevante es tener la posibilidad de hacer la investigación que te gusta. En China no te tienes que preocupar cada año de pedir becas para sobrevivir.

Esto afecta a los científicos de mi generación, que viven en la incertidumbre total sobre su futuro. Si en ciencia te dedicas a solicitar financiación, te olvidas de la parte más importante: investigar. La burocracia te hace olvidar la parte más relevante de tu carrera.

En China pude crear mi grupo de investigación y trabajar en la dirección que yo quise sin que nadie me dijera nada. Fui libre de escoger mi camino. Es increíble.

“En China no me tengo que preocupar cada año de pedir becas para sobrevivir”

Por lo que cuenta, la situación y las oportunidades no tienen nada que ver.

La situación es generosa para la gente que quiere hacer un trabajo original. Allí hay dinero y la posibilidad de hacer investigaciones originales. Eso atrajo mi atención. En aquel momento yo estaba en una buena institución de Estados Unidos, pero no tenía una posición fija y llega un momento que tienes que ser independiente. Aquí en Europa consigues la independencia cuando estás a punto de jubilarte [ríe].

Por otro lado, la investigación en China puede ser bastante opaca. Fíjese el escándalo de los embriones humanos modificados genéticamente por el investigador chino He Jiankiu. ¿Qué opina?

Depende del sector. La investigación es opaca sobre todo en el desarrollo de nuevas tecnologías con muchas aplicaciones. Pero este tipo de proyectos son muy secretos en cualquier país. Honestamente, seguí el escándalo de Jiankiu por la prensa europea, porque no estaba allí. Pero conozco la universidad, es muy nueva y trabaja gente brillante con mucho dinero. En lo que yo hago, que es física teórica con aplicaciones en el futuro, nunca me he encontrado con situaciones así.

“Física teórica con aplicaciones en el futuro”. Su investigación se centra en investigación básica, aunque no le debe gustar mucho la división entre ciencia básica y aplicada…

“Los teóricos necesitamos a los experimentales para saber si lo que estamos pensando realmente existe”

La investigación teórica intenta entender el mundo con datos. En cuanto uno entiende el mundo puede que tenga una aplicación. La física teórica buena debe tener una conexión profunda con los experimentos, porque estos necesitan teoría para tener un marco mental en el que reflexionar sobre cómo procesar los datos, incluso cómo hacer un experimento y en qué fijarse. Y los teóricos necesitamos a los experimentales para saber si lo que estamos pensando realmente existe. Una teoría puede ser consistente, muy bonita, pero no reproducir la realidad.

Esta interacción entre lo teórico y lo experimental es muy importante. Hay aplicaciones macroscópicas de la mecánica cuántica. En Shangái puedes coger el Maglev [el tren de levitación magnética], que viaja a 460 kilómetros por hora gracias a la superconductividad, que es mecánica cuántica.

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La periodista Núria Jar entrevista al físico Antonino Marcianò. / Guillermo Castelvi (SINC)

Ahora, hay algunos científicos como Sabine Hossenfelder que critican que la belleza ha desorientado a los físicos. ¿Considera que estas fórmulas deben ser bellas?

La belleza es importante en física a la hora de desarrollar nuevos marcos y teorías. La simetría, que está conectada estéticamente con la belleza, es muy importante para escribir sobre dinámica. Yo diría que la simetría es el concepto más importante que tenemos, aunque la realidad no siempre la reproduzca. La belleza, como la simetría, es también un concepto de simplicidad. Un buen modelo debe ser simple, las complicaciones llegan luego cuando se desarrolla la teoría para adaptarla al sistema. Si tienes un modelo sencillo es mucho mejor y más potente.

“Si en ciencia te dedicas a solicitar financiación, te olvidas de lo más importante: investigar”

En su charla habló mucho sobre las analogías y cómo conectar la ciencia con la realidad y otras disciplinas.

Esta es una cuestión mayor. Durante muchos años, y para mucha gente, uno era un buen científico si se focalizaba solo en un tema, o dos como máximo por si el primero fallaba. Yo creo exactamente en lo opuesto: si solo haces una cosa, nunca vas a entender qué estás haciendo. Uno tiene que abrir la mirada para que la información aparezca de otra manera. Tu intuición mejorará cuanta más perspectiva seas capaz de tener.

Si quieres ser inteligente tienes que ir más allá de tus miedos, ser valiente. En cambio, durante muchos años los científicos se han centrado en solo una disciplina, ya que facilita la producción de un montón de artículos, la obtención de más financiación, tener una posición… Esto no es ciencia de la buena, no es ni tan solo conocimiento. Es lo opuesto a lo que necesitamos.

La presión del ‘publish or perish’ (publica o perece).

Si continuamos pensando de esta manera no haremos nada bueno. Tenemos que salir del viejo paradigma que está contaminando la investigación científica. Esto ha afectado cada vez más a la actitud de la gente en los últimos años. Soy un hereje diciéndote esto, pero ahora esta herejía está cada vez más aceptada, sobre todo entre los jóvenes. Ahora nos encontramos en una buena posición para intentar devolver la ciencia a un terreno más humano.

Fuente: https://www.agenciasinc.es/Entrevistas/Tenemos-que-abandonar-el-viejo-paradigma-que-esta-contaminando-la-investigacion-cientifica

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Max Tegmark: “Hay una gran presión económica para hacer obsoletos a los humanos”

Redacción: El País

En su libro ‘Vida 3.0’, el profesor del MIT propone argumentos para un debate global que evite que la llegada de la Inteligencia Artificial acabe en desastre

Cuando el rey Midas le pidió a Dionisio transformar en oro todo lo que tocase cometió un fallo de programación. No pensaba que el dios sería tan literal al concederle el deseo y solo fue consciente de su error cuando vio a su hija convertida en una estatua metálica. Max Tegmark (Estocolmo, 1967) cree que la inteligencia artificial puede presentar riesgos y oportunidades similares para la humanidad.

El profesor del MIT y director del Future of Life Institute en Cambridge (EE UU) estima que la llegada de una Inteligencia Artificial General (IAG) que supere a la humana es cuestión de décadas. En su visión del futuro, podríamos acabar viviendo en una civilización idílica donde robots superinteligentes harían nuestro trabajo, crearían curas para todas nuestras enfermedades o diseñasen sistemas para ordeñar la energía descomunal de los agujeros negros. Sin embargo, si no somos capaces de transmitirle nuestros objetivos con precisión, también es posible que a esa nueva inteligencia dominante no le interese nuestra supervivencia o, incluso, que asuma un objetivo absurdo como transformar en clips metálicos todos los átomos del universo, los que conforman nuestros cuerpos incluidos.

Para evitar el apocalipsis, Tegmark considera que la comunidad global debe implicarse en un debate para orientar el desarrollo de la inteligencia artificial en nuestro beneficio. Esta discusión deberá afrontar problemas concretos, como la gestión de las desigualdades generadas por la automatización del trabajo, pero también un intenso esfuerzo filosófico que triunfe donde llevamos siglos fracasando y permita definir y acordar qué es bueno para toda la humanidad para después inculcárselo a las máquinas.

Si se mira a las motivaciones de las compañías que están desarrollando la IA, la principal es ganar dinero

Estos y otros temas relacionados con la discusión que Tegmark considera más importante para el futuro de la humanidad son los que recoge en su libro Vida 3.0: ser humano en la era de la inteligencia artificial, un ambicioso ensayo que han recomendado gurús como Elon Musk en el que el cosmólogo sueco trata de adelantarse a lo que puede suceder durante los próximos milenios.

Pregunta. Los humanos, en particular durante los últimos dos o tres siglos, hemos tenido mucho éxito comprendiendo el mundo físico, gracias al avance de disciplinas como la física o la química, pero no parece que hayamos sido tan eficaces entendiéndonos a nosotros mismos, averiguando cómo ser felices o llegando a acuerdos sobre cómo hacer un mundo mejor para todo el mundo. ¿Cómo vamos a dirigir los objetivos de la IAG sin alcanzar antes acuerdos sobre estos asuntos?

Respuesta. Creo que nuestro futuro puede ser muy interesante si ganamos la carrera entre el poder creciente de la tecnología y la sabiduría con la que se gestiona esa tecnología. Para conseguirlo, tenemos que cambiar estrategias. Nuestra estrategia habitual consistía en aprender de nuestros errores. Inventamos el fuego, la fastidiamos unas cuantas veces y después inventamos el extintor; inventamos el coche, la volvimos a fastidiar varias veces e inventamos el cinturón de seguridad y el airbag. Pero con una tecnología tan potente como las armas atómicas o la inteligencia artificial sobrehumana no vamos a poder aprender de nuestros errores. Tenemos que ser proactivos.

Es muy importante que no dejemos las discusiones sobre el futuro de la IA a un grupo de frikis de la tecnología como yo sino que incluyamos a psicólogos, sociólogos o economistas para que participen en la conversación. Porque si el objetivo es la felicidad humana, tenemos que estudiar qué significa ser feliz. Si no hacemos eso, las decisiones sobre el futuro de la humanidad las tomarán unos cuantos frikis de la tecnología, algunas compañías tecnológicas o algunos Gobiernos, que no van a ser necesariamente los mejor cualificados para tomar estas decisiones para toda la humanidad.

P. ¿La ideología o la forma de ver el mundo de las personas que desarrollen la inteligencia artificial general definirá el comportamiento de esa inteligencia?

El Gobierno español ha rechazado unirse a otros países en la ONU para prohibir las armas letales autónomas

R. Muchos de los líderes tecnológicos que están construyendo la IA son muy idealistas. Quieren que esto sea algo bueno para toda la humanidad. Pero si se mira a las motivaciones de las compañías que están desarrollando la IA, la principal es ganar dinero. Siempre harás más dinero si reemplazas humanos por máquinas que puedan hacer los mismos productos más baratos. No haces más dinero diseñando una IA que es más bondadosa. Hay una gran presión económica para hacer que los humanos sean obsoletos.

La segunda gran motivación entre los científicos es la curiosidad. Queremos ver cómo se puede hacer una inteligencia artificial por ver cómo funciona, a veces sin pensar demasiado en las consecuencias. Logramos construir armas atómicas porque había gente con curiosidad por saber cómo funcionaban los núcleos atómicos. Y después de inventarlo, muchos de aquellos científicos desearon no haberlo hecho, pero ya era demasiado tarde, porque para entonces ya había otros intereses controlando ese conocimiento.

P. En el libro parece que da por hecho que la IA facilitará la eliminación de la pobreza y el sufrimiento. Con la tecnología y las condiciones económicas actuales, ya tenemos la posibilidad de evitar una gran cantidad de sufrimiento, pero no lo hacemos porque no nos interesa lo suficiente o no le interesa a la gente con el poder necesario para conseguirlo. ¿Cómo podemos evitar que eso suceda cuando tengamos los beneficios de la inteligencia artificial?

R. En primer lugar, la tecnología misma puede ser muy útil de muchas maneras. Cada año hay mucha gente que muere en accidentes de tráfico que probablemente no morirían si fuesen en coches autónomos. Y hay más gente en América, diez veces más, que mueren en accidentes hospitalarios. Muchos de esos se podrían salvar con IA si se utilizase para diagnosticar mejor o crear mejores medicinas. Todos los problemas que no hemos sido capaces de resolver debido a nuestra limitada inteligencia es algo que podría resolver la IA. Pero eso no es suficiente. Como dice, ahora mismo tenemos muchos problemas que sabemos exactamente cómo resolver, como el hecho de que haya niños que vivan en países ricos y no estén bien alimentados. No es un problema tecnológico, es un problema de falta de voluntad política. Esto muestra lo importante de que la gente participe en esta discusión y seleccionemos las prioridades correctas.

Por ejemplo, en España, el Gobierno español ha rechazado unirse a Austria y muchos otros países en la ONU en un intento para prohibir las armas letales autónomas. España apoyó la prohibición de armas biológicas, algo que apoyaban los científicos de esa área, pero no han hecho lo mismo para apoyar a los expertos en IA. Esto es algo que la gente puede hacer: Animar a sus políticos para que afronten estos asuntos y nos aseguremos de que dirigimos la tecnología en la dirección adecuada.

En los próximos tres años comenzará una nueva carrera armamentística con armas letales autónomas

P. La conversación que propone en Vida 3.0 sobre la Inteligencia Artificial en el fondo es muy parecida a la que se debería tener sobre política en general, sobre cómo convivimos entre nosotros o como compartimos los recursos. ¿Cómo crees que el cambio en la situación tecnológica va a cambiar el debate público?

R. Creo que va a hacer las cosas más drásticas. Los cambios producidos por la ciencia se están acelerando, todo tipo de trabajos desaparecerán cada vez más rápido. Muchos se ríen de la gente que votó a Trump o a favor del Brexit, pero su rabia es muy real y los economistas te dirán que las razones por las que esta gente está enfadada, por ser más pobres de lo que eran sus padres, son reales. Y mientras no se haga nada para resolver estos problemas reales, su enfado aumentará.

La Inteligencia Artificial puede crear una cantidad enorme de nueva riqueza, no se trata de un juego de suma cero. Si nos convencemos de que va a haber suficientes impuestos para proporcionar servicios sociales y unos ingresos básicos, todo el mundo estará feliz en lugar de enfadado. Hay gente a favor de la Renta Básica Universal, pero es posible que haya mejores formas de resolver el problema. Si los gobiernos van a dar dinero a la gente solo para apoyarles, también se lo puede dar para que la gente trabaje como enfermeros o como profesoras, el tipo de trabajos que se sabe que dan un propósito a la vida de la gente, conexiones sociales…

No podemos volver a los criterios de distribución del Egipto de los faraones, en los que todo estaba en manos de un puñado de individuos, pero si una sola compañía puede desarrollar una inteligencia artificial general, es solo cuestión de tiempo que esa compañía posea casi todo. Si la gente que acumule este poder no quiere compartirlo el futuro será complicado.

P. Si no hacemos nada, ¿cuál serían las principales amenazas provocadas por el desarrollo de la IA?

R. En los próximos tres años comenzaremos una nueva carrera armamentística con armas letales autónomas. Se producirán de forma masiva por los superpoderes y en poco tiempo organizaciones como ISIS podrán tenerlas. Serán los AK-47 del futuro salvo que en este caso son máquinas perfectas para perpetrar asesinatos anónimos. En diez años, si no hacemos nada, vamos a ver más desigualdad económica. Y por último, hay mucha polémica sobre el tiempo necesario para crear una inteligencia artificial general, pero más de la mitad de los investigadores en IA creen que sucederá en décadas. En 40 años nos arriesgamos a perder completamente el control del planeta a manos de un pequeño grupo de gente que desarrolle la IA. Ese es el escenario catastrófico. Para evitarlo necesitamos que la gente se una a la conversación.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/08/07/ciencia/1533664021_662128.html

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Nuño Domínguez: “Si existiera otra inteligencia en la galaxia ya nos habría dominado”

Redacción:  El País/Entrevista

El científico busca en los agujeros negros la gran teoría unificadora de la física

A la teoría de la relatividad le falta una pieza crucial: explicar cómo actúa la fuerza de la gravedad en el mundo de las partículas elementales, las piezas más pequeñas e indivisibles de la materia. En ese universo diminuto las normas de la física con las que estamos más familiarizados se desbaratan y entran en vigor las de la mecánica cuántica. Quienquiera que conecte ambos mundos tendrá la codiciada teoría de todo, explica Gerard ‘t Hooft (Países Bajos, 1946), físico teórico y ganador del Nobel de Física en 1999. “Ahora lo importante es hacer las preguntas adecuadas y en esto es en lo que más puedo contribuir”, explica durante una reciente visita a Madrid para impartir la conferencia Cómo los agujeros negros nos pueden ayudar a encontrar una teoría del todo en la Fundación Ramón Areces.

Respuesta. No, el universo es ciertamente complejo. Todo comenzó con un punto extremadamente pequeño que se expandió muy rápido, formó estrellas, planetas, lunas, gas, nébulas, galaxias… Algunos de estos planetas tienen vida, y la vida es en sí una de las cosas más complejas que podemos concebir. Debería ser posible describir toda esta complejidad extrema con ecuaciones de extrema sencillez, la mayoría de los físicos teóricos lo pensamos. Pero ni siquiera sabemos cómo empezar a formularlas, ni hablar de resolverlas. El modelo estándar de la física de partículas, que es por ahora lo mejor que tenemos, contiene muchas cosas que no entendemos. Comprendemos el idioma, pero hay palabras que no conocemos ni sabemos de dónde vienen. Si tuviéramos una buena teoría de la gravedad cuántica tal vez lo supiéramos.

Creo en el progreso a través de la diversidad

P. ¿En qué consiste su propuesta?

R. La teoría de gravedad dr Einsteinpredice que si hay suficiente materia concentrada en un volumen pequeño, ese objeto se atraerá tanto a sí mismo que se convertirá en un agujero negro. Los físicos comienzan ahora a obtener por primera vez señales directas de las fuerzas de gravedad que causan dos agujeros negros al chocar. En estos casos se trata de agujeros negros muy grandes, pero en principio existen también agujeros muy pequeños con efectos al nivel de las partículas elementales, los agujeros negros cuánticos. Si existen, es interesante saber cómo se comportan, y yo estoy convencido de que mi teoría, mis respuestas a estas preguntas son correctas.

P. ¿Menciona la vida en otros planetas, cree que los humanos la encontraremos?

R. Lo dudo muchísimo. Las condiciones para la vida son tan difíciles de encontrar que me sorprendería mucho si se dieran en muchos planetas. Por supuesto hay planetas en los que sucede y eventualmente los descubriremos, pero pueden pasar cientos de miles o millones de años. No creo que se encuentre pronto.

P. ¿Cree que contactaremos con otras inteligencias?

R. Si hubiera muchas inteligencias en nuestra galaxia deberíamos haber sabido de ellas ya. De hecho si existieran estaríamos totalmente controlados, seríamos como animales en un zoo. Esto no ha pasado, lo sabríamos si hubiera sucedido. Una vaca en un prado sabe que existen humanos que de una forma u otra la dominan. Los humanos somos como vacas, pero en nuestro prado no hay más que naturaleza y otras vacas, ninguna inteligencia superior a nosotros.

P. ¿Qué tipo de experimentos serían necesarios para demostrar que su teoría es correcta?

R. Tenemos que pensar en el mayor número de experimentos diferentes posible. Intentar cosas arriesgadas, locas. La historia nos muestra que siempre ha habido alguien dispuesto a hacer un experimento aparentemente absurdo y consigue grandes resultados. Creo en el progreso a través de la diversidad.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/11/08/ciencia/1541689166_432513.html

 

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Stephen Hawking, el físico que transformó la cosmología y apoyó al BDS, muere a los 76 años

Estados Unidos/Enlace Judío

El reconocido físico Stephen Hawking murió este martes a la edad de 76 años, anunció su familia en un comunicado. El profesor murió plácidamente mientras dormía en su casa de Cambridge.

“Estamos profundamente afligidos por la muerte hoy de nuestro padre adorado. Era un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y herencia vivirán aún muchos años”, anunciaron sus hijos Lucy, Robert y Tim.

“Su coraje y su tenacidad, su genio y su humor, han inspirado a gente de todo el mundo. Él dijo un día: ‘Este universo no sería gran cosa si en él no vivieran las personas que amamos’. Siempre lo extrañaremos”.

El eminente físico fue diagnosticado a la edad de 21 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Sentado en una silla de ruedas desde 2005, sólo podía comunicarse moviendo un músculo bajo su ojo con el que accionaba un sintetizador de voz operado por computadora. Hawking llegó a “personificar la idea del intelecto puro, incorpóreo”, escribió el Times una vez.

Como simpatizante de la causa palestina, tuvo una relación difícil con Israel y boicoteó una conferencia en Israel en 2013, lo que provocó indignación en Israel y gran parte del mundo judío.

Hawking inicialmente notificó a los organizadores que asistiría, pero bajo presión del movimiento internacional Boycott, Divest and Sanctions, renegó. Al principio, sus asociados dijeron que Hawking no asistiría debido a su mala salud. Más tarde surgió que su decisión había sido provocada por la presión del movimiento de boicot.

En una carta a los organizadores de la conferencia, Hawking escribió: “He recibido varias cartas de académicos palestinos. Son unánimes en que debería respetar el boicot. En vista de esto, debo retirarme de la conferencia “.

Respondiendo a su decisión, los organizadores de la conferencia emitieron una airada declaración en la que decían: “El boicot académico es, en nuestra opinión, escandaloso e impropio, ciertamente para alguien para quien el espíritu de libertad se basa en su misión humana y académica. Israel es una democracia en la que todos los individuos son libres de expresar sus opiniones, cualesquiera que sean. La imposición de un boicot es incompatible con un diálogo abierto y democrático “.

Aunque muchos músicos y artistas se han negado a visitar Israel como una forma de mostrar solidaridad con los palestinos, Hawking fue el primer científico de su estatura en abrazar el movimiento de boicot.

Muchos opuestos a su decisión acudieron a las redes sociales en ese momento para desahogar su enojo, algunos lo acusaron de antisemitismo absoluto y otros llegaron a ridiculizar su condición física. Mucho ruido se hizo cuando se publicó el hecho de que el sistema informático a través del cual se comunica con el mundo funciona en un chip diseñado por el equipo israelí de Intel.

Luego, en la revista Time, David Wolpe, el destacado rabino de Los Ángeles, expresó su indignación. “Como Hawking debe saber”, escribió, “está boicoteando precisamente a aquellos que probablemente estén más de acuerdo con su postura política, la comunidad académica de izquierda en Israel. Es difícil creer que respalda la teoría de que si puede hacer que algunas conferencias académicas sean un poco menos prestigiosas, la paz florecerá “.

No fue la primera vez que Hawking tomó partido con los palestinos contra Israel. En 2009, en una entrevista con Al Jazeera, condenó la reciente operación militar israelí en Gaza y dijo que era “desproporcionada … La situación es similar a la de Sudáfrica antes de 1990 y no puede continuar”.

Tan recientemente como el año pasado, Hawking instó a sus millones de seguidores en Facebook a donar dinero para ayudar a financiar una serie de conferencias en física para estudiantes de posgrado palestinos en Cisjordania.

Hawking visitó Israel cuatro veces, más recientemente en 2006, cuando como invitado de la embajada británica en Tel Aviv, pronunció conferencias públicas en universidades israelíes y palestinas.

Posiblemente el científico más famoso del mundo, Hawking disfrutó de una relación especial con un físico israelí, Jakob Bekenstein, que murió en 2015. Bekenstein, que fue profesor tanto en la Universidad Ben-Gurion como en la Universidad Hebrea de Jerusalén, volvió a Norteamérica. De regreso a los Estados Unidos, se considera que es el hombre que enseñó a Hawking una o dos cosas sobre los agujeros negros. Hawking fue inicialmente uno de los detractores de Bekenstein, pero finalmente abrazó las ideas innovadoras del científico israelí, que sirvieron como base para su propia teoría revolucionaria de que los agujeros negros emiten radiación.

Stephen Hawking habla a estudiantes israelíes en el Museo Bloomfield de Ciencia en Jerusalén, el 10 de diciembre de 2006. Crédito AP

Nacido en una familia de intelectuales de Oxford el 8 de enero de 1942, Hawking siempre supo que quería ser un científico. “Tengo un objetivo simple. Quiero saber de dónde viene el universo, cómo y por qué comenzó y cómo terminará”, dijo una vez.

De niño, nunca había tenido una buena coordinación: “No era bueno en los juegos de pelota, y mi letra era la desesperación de mis maestros”. Sin embargo, sus compañeros lo llamaban “Einstein”.

En 1959, ganó una beca para estudiar en la Universidad de Oxford, y tres años más tarde se trasladó a Cambridge para realizar investigaciones sobre cosmología. Justo después de su traslado fue diagnosticado con ELA.

A la edad de 32 años, Hawking se convirtió en miembro de la Royal Society de Londres, la institución académica más prestigiosa de Gran Bretaña. En 1979, fue el titular de la cátedra Lucasiana de Matemáticas en la Universidad de Cambridge, el mismo puesto que ocupó Isaac Newton.

Se convirtió en uno de los mayores expertos del mundo en gravedad cuántica y agujeros negros – lugares donde la materia se comprime hasta el punto en que explotan todas las leyes del espacio y del tiempo.

Hawking descubrió que, bajo ciertas circunstancias, los agujeros negros pueden emitir partículas subatómicas.

Hasta ese momento, se asumía que absolutamente nada, ni siquiera la luz, podía escapar de un agujero negro. Las partículas emitidas por un agujero negro que se evapora se conocen como Radiación de Hawking.

“Aunque mi descubrimiento explica por qué los agujeros negros emiten radiación térmica, fue una completa sorpresa en ese momento: al principio, pensé que debía haber cometido un error”, escribió Hawking en ese momento.

Cuando escribió su obra “Una breve historia del tiempo” en 1988, que se convirtió en una sensación con millones de copias vendidas en todo el mundo, dijo que creía que “algún día la humanidad conocería la mente de Dios”.

Stephen Hawking recibe la Medalla Presidencial de la Libertad del presidente de EE.UU. Barack Obama, 2009. JEWEL SAMAD/AFP

En su libro de 2010 “El Gran Diseño”, Hawking afirmó que no había necesidad de que un creador explicara la existencia del universo.

“Considero que el cerebro es una computadora que dejará de funcionar cuando fallan sus componentes. No hay cielo ni vida para las computadoras destruidas, ese es un cuento de hadas para gente que teme a la oscuridad”, escribió.

Hawking hizo apariciones como él mismo en las series de televisión “Star Trek” y “The Big Bang Theory”, en la caricatura de “Los Simpson” y “Futurama”.

Fue interpretado por Eddie Redmayne en la película de 2014 sobre su vida “Una Teoría del Todo”.

Recibió innumerables honores y títulos honoríficos, y fue condecorado Comandante de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II en 1982, pero nunca ganó el codiciado Premio Nobel.

En 1965, y ya enfermo, se casó con su primera esposa, Jane Wilde, con quien tuvo tres hijos.

En su autobiografía, Hawking, quien habitualmente evitaba hablar sobre su vida privada, reveló cómo Jane se deprimió debido al estrés de cuidarlo y el temor de que falleciera. La pareja se separó al cabo de 25 años y él se casó con su enfermera, Elaine Mason, de quien se divorció en 2006 en medio de rumores de que Elaine maltrató a su esposo.

Hawking también patrocinó campañas para discapacitados. Eso, dijo, fue uno de sus motivos detrás de su ambición de experimentar la ingravidez en un vuelo espacial.

Crédito: ZERO G/AFP

“¡Espacio, aquí vengo!” Exclamó después de un vuelo en G-Force One, un Boeing 727 especialmente adaptado para simular la gravedad cero, en abril de 2007.

Pero su siguiente objetivo, “ir al espacio” en un vuelo suborbital con la aventura Virgin Galactic de Richard Branson, no se realizó.

Su salud empeoró constantemente, y en los últimos años de su vida Hawking estuvo permanentemente conectado a un respirador.

Demasiado enfermo para asistir a las celebraciones de su cumpleaños número 70 en la Universidad de Cambridge, logró hacer llorar a los distinguidos invitados cuando se leyó una versión pregrabada de su conferencia.

“Sé curioso. No importa cuán difícil la vida pueda parecer, siempre hay algo que puedes hacer”, dijo. “Lo importante es no rendirse”.

Fuente: https://www.enlacejudio.com/2018/03/14/stephen-hawking-el-fisico-que-transformo-la-cosmologia-muere-a-los-76-anos/

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