España: La pandemia ha incrementado las desigualdades educativas afectando principalmente a los más desfavorecidos

Por: servimedia.es

La pandemia ha incrementado las desigualdades educativas afectando principalmente a los más desfavorecidos, según concluye el informo ‘Indicadores comentados del sistema educativo español 2021’ que acaban de publicar las fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación.

El documento expone que la pandemia de la Covid-19 ha puesto de manifiesto “las numerosas deficiencias y desigualdades de nuestros sistemas educativos: desde la banda ancha y los ordenadores que requiere la enseñanza online hasta los entornos de apoyo necesarios para el aprendizaje, y de ajustar los recursos a las necesidades”.

Todos los indicadores apuntan que la pandemia ha impactado de forma muy negativa en el ámbito educativo aumentando las desigualdades y afectando particularmente a los estudiantes más desfavorecidos.

Este informe, el séptimo de la serie, ofrece una selección, actualizada a 2021, de los datos e indicadores de situación más relevantes sobre el sistema educativo español, a partir de fuentes estadísticas y estudios nacionales e internacionales.

Está dividido en cinco bloques que comprenden las cifras de la educación en España, recursos educativos, resultados educativos, educación y mercado de trabajo y por primera vez se incluye un bloque dedicado al contexto educativo vivido durante la pandemia de la Covid-19.

Incluye, además, 13 comentarios realizados por expertos nacionales e internacionales sobre distintos aspectos de la realidad educativa.

En su comentario titulado, ‘Garantizar una recuperación post-pandemia igualitaria’, Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, analiza el impacto de la pandemia en los sistemas educativos a partir del informe de la Special Survey, ‘The State of School Education-One year into the covid pandemic’, realizado por la OCDE.

Schleicher pone de manifiesto que los países que presentan un peor rendimiento educativo son los mismos que han perdido más días lectivos durante la pandemia.

“Lo que estosignifica’, afirma, «es que esta crisis no se ha limitado a incrementar la desigualdad educativa dentro de cada país, sino que es probable que haya incrementado también la brecha de rendimiento entre países”.

BAJO RENDIMIENTO

Aunque distintos informes (por ejemplo, Comisión Europea, 2020; UNESCO, 2020) ya habían señalado que los cierres escolares incrementan la desigualdad entre los niños pertenecientes a contextos familiares desfavorecidos, también ha perjudicado a los alumnos con bajo rendimiento, según se recoge en el comentario firmado por Ludger Woessmann y su equipo.

En este comentario los autores dan cuenta del daño específico que la falta de apoyo docente ha provocado en los alumnos con bajo rendimiento. A partir de una encuesta aplicada en Alemania sobre el empleo del tiempo, el comentario muestra cómo durante el cierre de las escuelas con motivo de la pandemia, el tiempo diario de aprendizaje se ha reducido a más de la mitad, pasando de 7,4 horas diarias antes de los cierres a 3,6 durante ese periodo.

Esta reducción ha sido significativamente mayor en el caso de los alumnos con bajo rendimiento, que han sustituido en número no proporcional el tiempo de estudio por actividades que se consideran contraproducentes para el desarrollo de los niños –tales como los videojuegos y ver la televisión–, antes que por actividades beneficiosas como la lectura o el ejercicio físico

El informe señala que durante el cierre de las escuelas los recursos digitales se han convertido en el salvavidas de la enseñanza; la pandemia ha obligado a profesores y alumnos a adaptarse rápidamente a la enseñanza y el aprendizaje online. Prácticamente todos los países se han apresurado a mejorar las oportunidades de aprendizaje digital tanto de los alumnos como de los profesores, y han promovido nuevas formas de colaboración entre profesores. No obstante, concluye que la crisis ha cogido desprevenidos a muchos sistemas educativos, incluido el español.

https://www.servimedia.es/noticias/1914065

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Las voces silenciadas de los y las estudiantes durante la pandemia

Miguel Ángel Pérez Reynoso

El contexto de pandemia que hemos vivido todos y todas de marzo de este año a estos últimos días del año 2020, nos ha dejado muchos aprendizajes que incluso ahora aún no podemos dimensionar en su justo término.

El trabajar en la distancia con formas que se han inaugurado de manera masiva bajo el mismo contexto del encierro, el aislamiento y el confinamiento; han servido para llevarnos a buscar formas flexibles en el estilo o la manera de trabajar o abordar los asuntos educativos.

El trabajar en casa frente a un monitor de computadora, en donde se ven imágenes difusas o los iconos de los y las estudiantes, ha sido la forma nueva de proceder.

Uno de los aspectos que pudieran entenderse como no tan novedoso es la voz de los docentes: “bloqueen su micrófono y activen su pantalla”. Estamos ante una serie de alumnos silenciados que deben de guardar silencio, bloquear su micrófono, para no hablar o no hacer ruido.

Este silenciamiento de los sujetos estudiantes en todos los grados y niveles educativos da cuenta de la cultura piramidal y antidemocrática que tenemos en donde solo unos pocos pueden hablar o hasta abusar de la palabra y el resto (los otros y las otras) les toca solo callar, acatar, obedecer y actuar en consecuencia. Su voz no se escucha, aparte porque aparecen ruidos extraños, interferencias, etc.

Bajo otros modelos o perspectivas pedagógicas, los cuales se basan en un esquema dialógico (Freire), cuyo principio rector es la circularidad de la palabra, todos están obligados a hablar, así como todos y todas están obligados a escuchar(se).

El ruido pedagógico incomoda en distintos espacios, por eso mismo, porque todo ruido mete ruido es decir toda estridencia en las escuelas alerta a los dueños del poder y de las decisiones.

El querer estudiantes silenciados (con el micrófono apagado, bloqueado o silenciado), es una clara muestra de los excesos unilaterales de la tarea: “solo la profesora puede hablar y los y las alumnos están destinados a escuchar”. Aunque queda un paliativo, una pequeña salida “si alguien quiere decir algo, solo active su micrófono y yo lo escucho”.

La pandemia no solo ha venido acompañada por un contexto de miedo y aislamiento, también de silencio. Es necesario idear y buscar mejores alternativas, es necesario escuchar las voces de todos y todas sobre todo los que no hablan a los que no se les escucha, los que se esconden al fondo de la pantalla o del aula de clase.

La cultura del silencio, es una paradoja, más bien estaríamos hablando de la cultura de los gritos y de la estridencia. “te hablo no solo porque tengo algo que decir, sino también te hablo porque deseo que me escuches·”. Eso dijo una estudiante de preparatoria a su maestra de Ética (sic).

Así las cosas, debemos aspirar a modelos y plataformas más interactivas, más dinámicas, en donde todos y todas puedan decir y más aún en donde todos y todas tengan acceso a la escucha y al entendimiento de todo lo que se dice.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/las-voces-silenciadas-de-los-y-las-estudiantes-durante-la-pandemia/

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