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Colombia: El 59% de las Secretarías de Educación avanzan para el retorno de alumnos a las aulas

América del Sur/Colombia/19-02-2021/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Así lo señaló el Ministerio de Educación. Además, recordó que desde septiembre en el 73% del territorio se venían haciendo pilotos del modelo de alternancia.

Según informó el Ministerio de Educación, para la tercera semana de febrero ya son el 59% de las Secretarias de Educación las que han reportado el inicio de actividad académica con alternancia.

Desde el pasado 18 de enero se han iniciado las clases bajo el modelo de alternancia, en colegios públicos y privados en departamentos como Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Córdoba, Cundinamarca, Chocó, Guaviare, Huila, La Guajira, Magdalena, Norte de Santander, Putumayo, Quindío, Risaralda, San Andrés y Providencia, Santander, Valle del Cauca y Vichada.

A estos territorios se suman los procesos de reactivación en municipios como Armenia, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Buga, Cali, Cartagena, Cartago, Chía, Dosquebradas, Envigado, Facatativa, Floridablanca, Funza, Girón, Itagüí, Maicao, Malambo, Manizales, Medellín, Montería, Palmira, Pereira, Piedecuesta, Pitalito, Quibdó, Riohacha, Rionegro, Sabaneta, Santa Marta, Sincelejo, Soledad, Tumaco, Tunja, Uribia, Valledupar, Yopal.

Desde junio de 2020 se emitieron los Lineamientos por parte de los Ministerios de Educación y Salud para poder volver a los colegios de manera segura y con alternancia. Sin embargo, no fue hasta el 24 de septiembre de 2020 que fue definido el protocolo de bioseguridad para el sector educativo.

De hecho, alrededor de esa fecha fue cuando se empezaron a hacer pilotos de alternancia en el 73% del territorio nacional. Lo anterior con el fin de “definir el plan de alternancia 2021 que organiza el alistamiento y la implementación del regreso gradual, progresivo y seguro de los estudiantes a las aulas”, comenta el ministerio de Educación. “A su vez se constituyeron los comités de alternancia que permiten la coordinación interinstitucional para realizar el proceso de retorno a las aulas, atendiendo el monitoreo de las variables del sector salud y la preparación de las instituciones”.

Precisamente, con el fin de garantizar que las Instituciones Educativas del país cuenten con los elementos necesario en materia de bioseguridad para el retorno, el Ministerio continuará el trabajo en equipo con los mandatarios territoriales para lograr que se agilicen los procesos contractuales que permitan la ejecución en las regiones de los $400 mil millones de pesos que el Gobierno Nacional asignó a través del Fondo de Mitigación de Emergencias – FOME.

“Invitamos a las Entidades Territoriales a que dinamicen el proceso de verificación y aprobación de protocolos de los colegios públicos y privados y así continuar avanzando en el retorno gradual, progresivo y seguro en alternancia. Asimismo, es necesario reiterar la importancia del proceso de alternancia para que los niños y jóvenes interactúen con sus maestros y con compañeros lo cual cobra gran importancia en el desarrollo integral de los estudiantes para evitar el aumento de las brechas de aprendizaje y mitigar los efectos emocionales producidos por el aislamiento tales como ansiedad, estrés, depresión, dificultad para la resolución de conflictos y dificultades para manejar sus emociones” indicó la ministra María Victoria Angulo.

Además, es necesario recordar que, para avalar la asistencia de los estudiantes a los encuentros educativos presenciales, los padres y madres de familia o cuidadores deben manifestar su consentimiento. En este marco, es importante que los colegios ofrezcan información directa y oportuna a los padres de familia sobre el protocolo y las medidas que se implementan en cada sede educativa. Este proceso y la comunicación directa y oportuna serán fundamentales para la generación de confianza en el retorno y durante todo el año 2021.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/el-59-de-las-secretarias-de-educacion-avanzan-para-el-retorno-de-alumnos-a-las-aulas/

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Colombia: “Hay poca evidencia de que en los colegios se propague COVID19”: CDC

América del Sur/Colombia/05-02-2021/Autor(a) y Fuente: ww.elespectador.com

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indican cómo lograr que el regreso a clases sea más seguro. Piden evitar eventos deportivos masivos. En Colombia, expertos se unen a esta petición.

Entre las distintas consecuencias negativas que ha dejado el paso de la pandemia por el COVID-19, el cierre de escuelas y colegios es una de las más preocupantes. Informes como el publicado por la OCDE el año pasado han advertido que con el cierre de los colegios no solo se está afectando la educación de niñas y niños, sino también una oferta de beneficios que recibían los alumnos en las instituciones como almuerzos, recreación, atención médica y psicológica.

Y aunque en un principio parecía sensato que los colegios estuvieran cerrados, la evidencia recolectada durante ya casi un año empieza a apuntar en otra dirección. La última investigación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), publicada en JAMA Networks, reafirma que hay “poca evidencia de que las escuelas hayan contribuido significativamente a incrementar la transmisión a la comunidad”.

En la publicación, los CDC citan varios casos en los que se demuestra esta baja incidencia de transmisión. En Misisipi, Estados Unidos, un estudio que incluyó la exposición de niños y niñas entre los 0 y 18 años, en el que 154 se contagiaron de COVID-19 y 243 no, concluyó que haber ido a reuniones, actividades sociales y recibir visitantes en casa sí se asoció con mayor riesgo de infección. Mientras tanto, atender al colegio no.

Sin embargo, los CDC también advierten que hay lugares y actividades dentro de los colegios que sí deberían permanecer cerrados. “Numerosos informes de los medios de comunicación sobre brotes de COVID-19 entre equipos atléticos de escuelas secundarias de Estados Unidos sugieren que el contacto durante las prácticas y la competencia, y en las reuniones sociales asociadas con los deportes de equipo, aumentan el riesgo de contagio”.

Lo anterior, claro, no significa que los colegios deban abrir sin ningún tipo de precaución ni protocolo. “Se debe exigir el uso de tapabocas, aumentar la distancia física mediante la densificación en las aulas y las áreas comunes, usar modelos de asistencia híbridos cuando sea necesario para limitar el número total de contactos y evitar el hacinamiento, aumentar la ventilación del aire de la habitación y ampliar las pruebas de detección para identificar y aislar rápidamente a las personas infectadas asintomáticas”.

Colegios en Colombia, ¿listos para la reapertura?

Aunque el Ministerio de Educación lleva trabajando en protocolos para volver al colegio desde junio de 2020, la última versión de estos fue presentada a principios de este mes. Se trata de un modelo de alternancia que, de hecho, ya se ha probado en el 73 % del territorio nacional, según la cartera. La ruta para que esta alternancia sea estable y se logre a en el país, consiste en tres pasos, de los cuales muchos ya estarían adelantados.

El primero es que las secretarías de Educación del país les den recursos a las sedes para que compren elementos de bioseguridad, esquemas de aseo y desinfección. Lo segundo, y que según el Ministerio ya se logró en un 100 %, es que las entidades territoriales certificadas en educación envíen sus planes de alternancia. El tercer paso, finalmente, que se estaría implementando actualmente, es que las secretarías de Educación habiliten estos protocolos en las sedes.

Para Isabel Segovia, exministra de Educación, el marco de reapertura con el que está trabajando el Ministerio está bien hecho, pero debería evolucionar y flexibilizar. “No podemos generalizar el problema, porque hay zonas que no están en alerta roja de UCI y tienen el COVID controlado, por lo que no habría por qué suspender las clases presenciales en esos momentos”, comenta.

Durante el programa Maleducados, creado por El Espectador y que esta semana se enfocó en la reapertura de colegios durante la pandemia, tanto Segovia como Andrés Vecino, investigador de la Escuela de Salud Pública del John Hopkings, estuvieron de acuerdo en que el debate que se tiene que dar en Colombia no es si hay que abrir los colegios, sino cómo.

Vecino explicó que, actualmente y tras la nueva evidencia que existe, el riesgo de contagiarse de COVID-19 que corren los niños y niñas en el colegio es mínimo. “En Suecia, un país que decidió no cerrar los colegios y donde hay un millón de alumnos y 28 mil profesores, a la fecha del 28 de octubre solo se registraron 46 brotes. Eso implica que los ambientes escolares son de menor riesgo que la población general”.

Además de recomendar espacios con mucha ventilación, el uso de máscara, sobre todo por parte de los profesores, y la alternancia de alumnos, en especial cuando se trata de colegios que tienen espacios pequeños, los expertos también les recomiendan a las instituciones crear sus propios sistemas de rastreo y monitoreo.

“En los pilotajes que hubo de septiembre a diciembre el tema de rastreos por parte de los colegios fue muy juicioso. En el momento en que un niño, un familiar o un profesor reportaba que tenía coronavirus, la cohorte del grupo de alternancia de ese estudiante se asilaba, entero, durante 14 días”, señala Segovia.

Junto a estos dos expertos, así como el CDC, son varias las organizaciones que se han sumado a la petición de abrir los colegios. Entre ellos están la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y la sociedad científica inglesa Royal Society.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/hay-poca-evidencia-de-que-en-los-colegios-se-propague-covid19-cdc/

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Libro (PDF): Nombrar lo Innombrable. Reconciliación desde las perspectivas de las víctimas

Reseña: CLACSO

Este texto es el testimonio del recorrido analítico realizado por un psicólogo y tres psicólogas de la Universidad Javeriana, en el marco de una intervención realizada por el Programa por la Paz- Cinep desde hace ya varios años. El territorio fue un inmenso campo de horror y dolor causado por la guerra en el Oriente Antioqueño. Esa guerra que ha dejado en toda Colombia miles de viudas y huérfanos, población civil gravemente afectada por la crueldad de quienes con un arma en la mano han perdido todo sentido de humanidad. Las autoras y el autor, con su corazón desgarrado, tuvieron el acierto de acercarse amorosamente al dolor hondo y permitirle comenzar a balbucear las palabras que finalmente fueron nombrando lo innombrable. Conversaciones que poco a poco exploraron en lo más profundo de la vida de estas mujeres, heridas en su corazón y en su alma, para hallar la visión que tienen del camino que han ido reencontrando para seguir viviendo la vida. Estos grupos luchan por recuperar la dignidad perdida por el odio y por superar el deseo de hacer justicia por mano propia frente a las graves y crueles ofensas recibidas. Levantarse de la postración ha hecho que tanto dolor se convierta en una propuesta que le impide a la muerte y a la tristeza tener la última palabra. Han proclamado que la vida y un camino real hacia la reconciliación, son posibles. Pero exigen, al mismo tiempo, que la sociedad, toda ella, y especialmente los ofensores y perpetradores, se responsabilicen de la destrucción y desestructuración de un tejido social del que todos y todas formamos parte.

 

Autor/a:                               Téllez Luque, Ana María –   Sánchez Benítez, Nathalie –   Tejada Bermúdez, Carolina –   Villa Gómez, Juan David – 
Editorial/Editor: Programa Por la Paz -CINEP
Año de publicación:  2007

 

País (es): Colombia
Idioma: Español
ISBN : 978-958-644-115-5
Descarga:   Libro (PDF): Nombrar lo Innombrable. Reconciliación desde las perspectivas de las víctimas
Fuente e imagen:

http://biblioteca.clacso.edu.ar/
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Denuncian amenazas contra comunidad indígena en Colombia

América del Sur/Colombia/29-01-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

La Corporación Claretiana Norman Pérez Bello exigió la atención de las autoridades colombianas.

La Corporación Claretiana Norman Pérez Bello, mediante comunicado publicado en su cuenta oficial de Twitter, denunció este lunes amenazas lanzadas por un presunto paramilitar contra las comunidades indígenas de la etnia Sikuani, del asentamiento Iwitsulibo, ubicado en el municipio de Puerto Gaitán, departamento Meta, Colombia.

La declaración asegura que las amenazas han sido proferidas por el señor Ernesto Martínez, conocido con el sobrenombre de «Cajuche». Según el documento, tales sucesos ocurrieron luego que el pasado 21 de enero las comunidades indígenas de la etnia Sikuani de Iwitsulibo y Tsawilonia Weewelianai volvieron al territorio ancestral del que fueron desplazadas para sembrar sus cultivos tradicionales y reconstruir sus vidas.

«El día 21 de enero de 2021, siendo aproximadamente las 10H30 (Hora local) llegó el sr. Intendente de apellido Salas adscrito a la Policía de Puerto Gaitán (Meta) acompañado del señor Ernesto Martínez, a quien lo indígenas lo reconocen con el sobre nombre o alias “Cajuche” quien ha sido visto presuntamente con grupos paramilitares del mismo municipio, dicho señor exigió al pueblo indígena el desalojo de los predios», explica el comunicado.

Asimismo, relata que «la comunidad indígena mostró la documentación en la que se demostró que se está tramitando el proceso de Medida de Protección de Territorio Ancestral en el marco del decreto 2333 de 2014 ante la Agencia Nacional de Tierras», entidad que «solicitó a la alcaldía de Puerto Gaitán, la suspensión de todos los procesos policivos, e inhibirse de iniciar otros sobre estos predios», agrega.

La organización defensora de derechos humanos refirió además que en medio de la situación anterior, «el intendente Salas manifestó que se retiraría en espera de las definiciones de sus superiores a lo que el señor Ernesto Martínez alias Cajuche profirió una amenaza contra la comunidad indígena. Si no se puede con la policía se tendrá que hacer con otro grupo”, advirtió la nota.

La Corporación Claretiana Norman Pérez Bello hizo un llamado a las principales autoridades de Colombia como el Ejército y la Policía Nacional así como a organizaciones y colectivos sociales para que tomen acciones a favor de la protección de los pueblos ancestrales de Puerto Gaitán y se eviten más amenazas y hechos graves que lamentar.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/denuncian-amenazas-comunidad-indigena-colombia–20210125-0054.html

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La mujer que comenzó la primera academia audiovisual indígena de Colombia

América del Sur/Colombia/24-01-2021/Autor: Carlos Hugo Sierra/Fuente: www.elespectador.com

Nelly Kiru, una mujer Murui-Muina de La Chorrera (Amazonas), impulsa desde hace 20 años la formación de jóvenes indígenas amazónicos en lenguajes audiovisuales y radiales. Sueña con la primer escuela audiovisual indígena del país para que sean los pueblos originarios amazónicos quienes narren su propia historia.

Nelly Kuiru, llamada bajo su nombre tradicional Moniya – “árbol de la abundancia” – es una valiente y decidida mujer indígena del pueblo Murui-Muina proveniente de La Chorrera (Amazonas) que lleva adelante, no sin dificultades, la admirable labor de impulsar, desde hace 20 años, la formación continuada de jóvenes, líderes y abuelos sabedores indígenas en la apropiación de las herramientas tecnológicas asociadas a la comunicación (principalmente a través del formato audiovisual y radiofónica).

Durante este proceso, que comienza a dar sus primeros pasos en el año 2000, el simple hecho de ser mujer constituyó un impedimento inicial que Nelly ha tenido que superar con el tiempo en un contexto de alta complejidad, tanto desde la perspectiva meramente geofísica (ya que esta iniciativa se localiza en el corazón de la selva amazónica) como desde un punto de vista cultural (se trata de un inmenso territorio donde habitan, al menos, 26 pueblos indígenas).

Es por ello que habrá que esperar al año 2012, después de una ardua y complicada tarea de convencimiento ante las autoridades tradicionales sobre la trascendencia del fenómeno comunicativo en la pervivencia y fortalecimiento de las culturas indígenas, para ver materializada por fin un primera experiencia de formación sobre tecnologías audiovisuales y radiofónicas con grupos de estudiantes indígenas que se encontraban distribuidos en puntos distantes del departamento de Amazonas (en las diferentes áreas no municipalizadas y en los municipios de Leticia y Puerto Nariño).

El éxito de esta actividad durante aquel año coincide con el nombramiento de Nelly, por parte de las AATIS (Asociaciones de Autoridades Tradicionales Indígenas del Amazonas), como comisionada nacional de comunicación de la Macro-Amazonía ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia).

Simultáneamente, en los espacios de concertación a nivel nacional, Nelly pelea con firmeza, junto con sus compañeras de los diferentes pueblos indígenas del país (mujeres Wayuu, Kankuama, Nasa, Zenú, etc.) en las negociaciones con el Gobierno nacional para lograr una política pública de comunicación de y para los pueblos indígenas y, a su vez, un Plan Nacional de Televisión que dé cabida a un capítulo específico para Pueblos Indígenas (que se materializó en 2017).

Ya en el año 2015, se crea la escuela itinerante indígena de comunicación Ka+ Jana Uai (La Voz de nuestra Imagen). La escuela, más allá de ser una iniciativa puntual, ha conseguido perdurar hasta el presente con escasos recursos, contribuyendo, no sólo a motivar a los jóvenes de diferentes pueblos a hacer suya la comunicación como una herramienta para fortalecer a sus pueblos, sino también para abrir un horizonte de expectativa en su futuro, ya que en el Amazonas son muy limitadas las oportunidades para que los jóvenes se alejen de los problemas sociales que los acechan (fuerte aculturación, trata de blancas o tráfico de drogas).

Pero no sólo eso. La escuela tiene como otro de sus propósitos construir un imaginario de los pueblos indígenas amazónicos a través de sus narrativas ancestrales y desde una óptica propia, alejado definitivamente del tono folclorizado y estereotípico con el que habitualmente se trata esta realidad.

En los últimos años, la escuela de comunicación Ka+ Jana Uai se ha visto consolidada gracias al desarrollo de diversas iniciativas que complementan el proceso formativo. Como ejemplo, en 2018 participó en la serie de televisión transmitida por Canal Trece El Buen Vivir que ha sido conducida por primera vez en la historia de Colombia por realizadores y directores indígenas (entre ellos, la propia Nelly).

En la actualidad, se está llevando a cabo la segunda temporada de la serie en la que Nelly y la escuela participan orientando y dirigiendo contenidos de un episodio que pone el foco de atención en la situación de desarraigo y choque cultural que viven los jóvenes del pueblo Magüta (Ticuna) y que desemboca frecuentemente en graves problemas sociales como el alcoholismo, el consumo de sustancias psicoactivas y, en muchos casos, con un final trágico en forma de suicidio. En última instancia, la pretensión de fondo de esta obra en preparación es la toma de conciencia por parte de los jóvenes indígenas sobre las consecuencias que puede acarrear el traumático choque cultural que hoy en día existe en el Amazonas.

Por otra parte, en 2019, se consiguió terminar la formación técnica de 10 jóvenes, líderes y abuelos que concluyó con la certificación emitida por el Ministerio de Cultura y por la Comisión Nacional de Comunicación de los Pueblos Indígenas de Colombia (CONCIP) en la que les reconocía como “Comunicadores Comunitarios Indígenas con énfasis en medios audiovisuales y radiofónicos”.

Con todo, es preciso señalar que la acelerada propagación del COVID-19 en Colombia ha causado efectos adversos para la escuela, no sólo en lo que tiene que ver con la paralización de algunas de sus actividades, sino también con el fallecimiento de uno de sus principales protagonistas (como estudiante y narrador de historias de origen), el abuelo Antonio Bolivar (Tafuyama) de la etnia Ocaina y conocido por sus papeles cinematográficos, así como de los abuelos que realizaron un papel central en la historia de “El Buen Vivir” de 2018, el sabedor Aniceto Negedeka (pueblo Muinane) y la sabedora Amelia Jifichiu (pueblo Bora).

Sea como fuere, la escuela Ka+ Jana Uai dirigida por Nelly Kuiru, sigue escribiendo su propia historia superando todo tipo de obstáculos y ampliando su campo de acción al medio cinematográfico y a medios digitales.

Y el mayor sueño de los jóvenes estudiantes y Nelly es crear la primera academia indígena de medios de comunicación, en la que se articule la comunicación propia de los pueblos y la apropiada, puesto que, en definitiva, el objetivo esencial de este proceso es formar a los jóvenes en el fortalecimiento de la cultura ancestral, la política de origen, la relación con el medio ambiente natural y la ética tradicional con un respeto profundo de lo propio.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/primera-academia-audiovisual-indigena-de-colombia/

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Colombia: No será un fácil regreso a clases en medio de un segundo pico de la pandemia

América del Sur/Colombia/22-01-2021/Autora:Helena Calle/Fuente: www.elespectador.com

Los casos más preocupantes para reapertura se presentan en 2.796 sedes educativas que tienen más de 35 estudiantes promedio por aula.

El mensaje que Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef, publicó la semana pasada es contundente: los niños no pueden permitirse otro año sin ir al colegio. “El precio del cierre de las escuelas (que en el momento álgido de los confinamientos por la pandemia afectó al 90 % de los estudiantes del mundo y privó del acceso a la educación a distancia a más de una tercera parte de los niños en edad escolar) ha sido devastador”.

El pasado junio, el Ministerio de Educación publicó los lineamientos para la “alternancia”, que ya comenzó a ser aplicada en colegios puntuales como el Marymount y el Rochester, en Bogotá y Chía (ambos privados). A vuelo de pájaro, depende de los padres o guardianes legales el retorno de los niños, pero la clave está en el aforo: entre estudiante y estudiante debe haber dos metros de distancia. El número de aforo se determina dependiendo del tamaño y el tipo de infraestructura, la jornada, la población que atiende, cuántos profesores hay por estudiante, la instalación de medidas de bioseguridad como lavamanos, y la entrega de tapabocas y caretas a los docentes. El uso del tapabocas es obligatorio.

En cuanto a Bogotá, ya está listo el regreso a clases de 399 colegios oficiales. En Antioquia, Alexandra Peláez, secretaria de Educación, dijo en Teleantioquia que regresarán cerca de 31.000 estudiantes a ocupar entre el 6 y 19 % de las sedes a partir del 1° de marzo.

Aunque algunos se oponen al retorno de niños al colegio, y a la larga depende de sus padres o custodios legales el permitirles volver, el retorno de las clases presenciales es una realidad que comienza este año. Aquí tratamos de responder algunas de las dudas que persisten antes del regreso a clases:

¿Hay más riesgo de contagio para los niños en los colegios?

La transmisión en las escuelas ha representado una minoría de todos los casos de COVID-19 en un país determinado. La mayoría de los niños no desarrollan síntomas cuando se infectan con el virus o presentan una forma muy leve de la enfermedad. No se ha encontrado evidencia que sugiera que los niños o los entornos educativos sean los principales impulsores de la transmisión del virus SARS-CoV-2.

Otro artículo (esta vez una preimpresión de la Asociación Nacional de Pediatría de Estados Unidos) analizó el riesgo de reinfección en colegios, hizo el rastreo epidemiológico de nueve semanas con más de 90.000 niños en Carolina del Norte (Estados Unidos) y determinó que la tasa de transmisión del Sars-Cov-2 era muy baja: 773 niños se contagiaron (de los cuales 32 contagios fueron en colegios) y no se registró ni un solo caso de transmisión del virus de niños a adultos. Todo esto gracias a medidas de distanciamiento social y disciplina en el uso del tapabocas.

¿Por qué algunos piden retrasar el regreso al colegio?

De acuerdo con Nelson Alarcón, presidente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), no es prudente que los estudiantes vuelvan al aula en este momento: “Iniciemos como corresponde: que se mitigue la pandemia y se garantice la vida de los niños y los recursos que se han girado desde septiembre”. El año pasado, se giraron $92.000 millones desde el Fondo de Mitigación de Emergencias a las Secretarías de Educación, pero si tenemos en cuenta que hay 44.006 establecimientos educativos oficiales en Colombia, a cada una le tocan $2 millones. Es insuficiente frente a las inversiones que han realizado colegios privados como el Rochester, que gastó cerca de $400 millones en adaptación a los protocolos de bioseguridad.

Para Luz Karime Abadía, co-directora del Laboratorio de Economía en Educación de la Universidad Javeriana, los estudiantes de más bajos recursos son los más afectados por la pandemia, “no solo porque vienen rezagados en aprendizaje debido a la falta de herramientas tecnológicas para recibir las clases remotas, sino porque además no cuentan con los recursos económicos para adquirir elementos de bioseguridad Y agrega: “Es inaudito que la mayoría de los colegios no tengan las adecuaciones y los elementos necesarios para un retorno a las aulas, después de diez meses que se decretó la emergencia sanitaria y no se avanzó en este frente. Para un retorno seguro, es fundamental que todas las instituciones educativas tengan las herramientas esenciales para garantizar los protocolos de bioseguridad. Entre ellas tener la infraestructura que permita el distanciamiento social, servicios de agua y luz para el adecuado lavado de manos y dotación de implementos como termómetros, tapetes antibacteriales y elementos bioseguros, como tapabocas, gel antibacterial y alcohol”.

Sin embargo, epidemiólogas como Silvana Zapata, de la Gobernación de Antioquia, sugiere que comiencen a abrir los colegios en los municipios con menor cantidad de casos. “Seguiría un modelo de alternancia en los municipios con afectación moderada, que son 471, y virtual a los 157 municipios que tienen indicadores altos de afectación. Sin embargo para los de nivel alto (que pueden estar en las ciudades capitales) se pueden tener medidores de CO2 y métodos de alternancia. En el área urbana, hay que focalizarse en la ventilación, porque las medidas de agua, mascarilla y conectividad pueden estar mediana y altamente resueltas”, escribió en Twitter.

En cuanto a servicios como el agua potable, según datos del DANE, en el 2019 había nueve departamentos que no tenían un adecuado porcentaje de cubrimiento en el servicio de acueducto: Amazonas, Vaupés, Guaviare, Guainía, Vichada, La Guajira, Chocó, Cauca y Putumayo (menor al 70 %). Ninguna institución educativa de Chocó tiene agua potable de forma permanente y al menos 495 sedes estaban sin agua potable en Antioquia.

¿Cómo se adaptarán los colegios oficiales y rurales?

Parte de las preocupaciones sobre reabrir colegios se ha enfocado en la ruralidad. Por un lado, la infraestructura no es óptima, y garantizar condiciones de bioseguridad en esos espacios es complejo. De acuerdo con el informe “Reflexiones innegociables en educación básica y media para 2018-2022” publicado por la Fundación Empresarios por la Educación en 2018, en Colombia había más de cinco millones de niños y adolescentes por fuera del sistema educativo nacional, un tercio del total de menores de edad que habitan en el país. El 40 % de esa población que no asistía a la escuela vivía en zonas rurales afectadas por el conflicto armado.

En las zonas rurales, por ejemplo, solo el 37 % de los centros educativos tienen agua potable, mientras que en la ciudad el 100 % de los colegios tienen garantizado este servicio. Algo parecido ocurre con el acceso a internet.

Según el Laboratorio de Economía de la Educación de la U. Javeriana (LEE), el 79 % de los 9’302.507 estudiantes del país pertenecen a colegios oficiales y aunque son más las sedes de colegios oficiales (44.006) que las no oficiales (9.843), el número de estudiantes por sede y por curso es significativamente mayor en los colegios oficiales: “Mientras en los colegios oficiales se estiman treinta niños por curso, en los no oficiales este número es de aproximadamente veinte (un 33 % menos). Los casos más preocupantes para consideraciones como la reapertura se presentan en 2.796 sedes educativas que tienen más de 35 estudiantes promedio por aula (1.682 oficiales y 1.114 no oficiales)”, escribieron en un informe publicado en julio de 2020.

Sin embargo, esto puede ser positivo para los colegios rurales. Según el LEE, en los establecimientos oficiales hay alrededor de 600 alumnos por sede urbana y 61 por sede rural (lo que garantiza que habrá más distancia social) y en el sector oficial, independientemente de la zona de atención, la razón de alumnos por sede es de 200, aproximadamente.

También preocupa que una gran parte de los niños del país no tiene acceso a internet ni computadores. Según cifras recopiladas por el LEE, la falta de internet afecta a 1’969.969 estudiantes rurales y rurales dispersos; es decir, que no habitan en la cabecera municipal y que, por lo general, carecen de servicios públicos, según cifras de Mineducación.

¿Qué pasará con los profesores mayores de sesenta años?

No podrán dar más clases presenciales por el momento. De hecho, ni estudiantes ni docentes con comorbilidades (diabetes, hipertensión, asma u obesidad, entre otras) podrán volver al aula por ahora. Cabe resaltar que dentro de lo propuesto por el Mineducación no hay propuestas para atender la salud mental de esta población en medio de la pandemia. En promedio, dos de cada diez docentes de educación básica y media oficial en Colombia son mayores de sesenta años, el 30 % de los cuales están en Quibdó, Pasto y Neiva.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/no-sera-un-facil-regreso-a-clases-en-medio-de-un-segundo-pico-de-la-pandemia/

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Reconstrucción: un videojuego que propone educar desde la memoria en Colombia

Reconstrucción: la guerra no es un juego» es un videojuego disponible para dispositivos móviles que cuenta la historia de Victoria. Mientras ella regresa a su pueblo natal, reconstruye memoria desde la resistencia, la dignidad y, sobre todo, desde el perdón. Colombia Informa logró conversar con Álvaro Triana, su productor,y abordar este proyecto que ya lleva un par de años disponible gratuitamente en las tiendas de aplicaciones móviles.

Trailer de Reconstrucción: la guerra no es un juego

La historia comienza con una mujer que está viajando de regreso a su pueblo natal. Al inicio no se sabe su nombre, por qué regresa, ni por qué tuvo que huir de allí 17 años atrás. Estas son cosas que se van descubriendo a lo largo del desarrollo del videojuego. Reconstrucción le apuesta -desde una ficción con muchas referencias reales del conflicto armado colombiano- a la memoria y al perdón.

Victoria, la protagonista del juego vuelve entonces a “Pueblo Escondido”. Aunque este lugar no se puede ubicar propiamente en un mapa, ni su relato está archivado en los múltiples libros y productos de memoria histórica, no se puede negar que es parecido a los diferentes pueblos de donde han salido las miles de víctimas del conflicto armado.

Este videojuego pertenece al género aventura gráfica. Fue lanzado en enero de 2017 por Pathos Audiovisual y hasta hoy cuenta con más de 10.000 descargas en las tiendas de aplicaciones móviles. Hace parte de un proyecto transmedia que involucra una serie de minidocumentales y una página web que recopila varias de las historias que sirvieron de inspiración.

Busca ofrecer una herramienta pedagógica que permita educar en la empatía y conocer el aspecto humano del conflicto armado. Por eso, el juego le da centralidad a las decisiones del jugador y la manera que estas decisiones tienen repercusiones para la protagonista y para los demás personajes con los que interactúa, ya sean vecinos del pueblo, paramilitares o guerrilleros.

Victoria recuerda la incursión paramilitar que vivió su pueblo y, por supuesto, lo que tuvo que hacer para sobrevivir. Mientras, se debate entre unirse a la guerrilla, ayudar a los pobladores o perdonar a uno de sus victimarios. Como dice Doña Doris, una de los personajes del juego, “perdonar alivia el alma”.

“Lo que queríamos era tensionar un poco más la narrativa del conflicto y eso va orientado a las personas que queremos que jueguen Reconstrucción. Idealmente es para personas no tan relacionadas, quizá un poco ajenas, al conflicto. Intentamos que se sintiera que no hay una respuesta obvia, que no hay una sola solución a todo. No podemos pintar esto en blano y negro”, explica Álvaro Triana.

Desde esta intención parte la decisión de poner a Victoria como protagonista para intentar expresar las formas que el conflicto ha afectado de manera distinta a las mujeres y las infancias, sumando esos elementos a un ejercicio de reflexión.

Triana también explica que, si bien el recibimiento del juego en general ha sido bastante positivo por parte de usuarios y académicos, no se ha podido hacer parte de una iniciativa constante y fuerte de educación en la memoria. Sin embargo, con jóvenes y estudiantes ha sido utilizado como herramienta pedagógica.

“El problema que yo le veo, la parte que a mí me frustra, es que nunca se logró tener un apoyo al respecto. Ni con el Centro de Memoria, ni con la Unidad de Víctimas, la Secretaría de Educación o los Ministerios de Educación. A pesar de que tenemos evidencia que se puede usar como herramienta pedagógica”, declara Triana.

Es indiscutible que los productos digitales presentan un atractivo diferente para trabajar con estudiantes y jóvenes en general. Por eso, el productor Triana afirma que Reconstrucción abre las puertas para que “conversemos qué decisiones tomamos. Qué decisiones tomó mi compañero y mi compañera. Y ¿qué pasó ahí y por qué? Es un tema que genera conversaciones interesantes. Tampoco es pensar que el juego lo va a resolver todo pero si puede abrir conversaciones con una generación que es diferente y ve las cosas de una forma diferente”.

Victoria no es únicamente la protagonista del videojuego. Victoria es la posibilidad de encarnar un relato de violencia -de los muchos que se conocen en los ejercicios de memoria histórica- pero también de perdón, de dignidad y de resistencia al olvido. Sobre todo, Victoria es la resistencia a reproducir las relaciones violentas que han marcado la historia colombiana.

Fuente e imagen:  Colombia Informe

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