Venezuela deserción docente: “Renuncié a la escuela pública, pero no a la educación”

Efecto Cocuyo/Reymar Reyes Moncayo 

Ángel Miguez es uno de los  muchos docentes  del sistema de educación pública que se han visto obligados a abandonar su profesión, debido a la crisis del país. En principio, a finales de 2019, renunció a dar clases en una escuela primaria, donde se desempeñaba como profesor de música para prescolar; luego dimitió a enseñar en una universidad durante la pandemia.

“En la universidad me reemplazaron…En el preescolar no se reemplaza tan rápido a un profe de música que atienda a la primera infancia”, cuenta Ángel, quien es pedagogo especializado en educación musical infantil y que con su retiro dejó el mismo vacío que generó la deserción docente en especialidades como Biología, Física, Química, Matemáticas e idiomas, reportados en los distintos niveles del sistema educativo nacional.

Para Ángel, encontrar una mejor oferta de trabajo, mejor remunerada y que le permitió continuar con su labor el sector privado, fue el detonante para renunciar a la escuela, pero no todos sus colegas corren con la misma suerte. Dependiendo de sus características personales y profesionales, muchos docentes se mantienen en sus puestos de trabajo, mientras generan ingresos complementarias o abandonan su profesión para dedicarse a actividades económicas de otra índole.

Actualmente, los docentes de mayor rango —con doctorados, publicaciones y otras distinciones—  perciben entre 60 y 70 dólares mensuales, aproximadamente, en el sector público, mientras que la canasta básica ronda los 230 dólares. En definitiva, el gremio pasó de “mantener un estatus” a través de su trabajo, como lo describe Magaly Figueroa, profesora asociada de la Universidad de Oriente (UDO),  a trabajar bajo condiciones de esclavitud, según lo califica Raquel Figuera, representante de la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE).

Es así como la deserción docente en Venezuela superó el 50% entre 2018 y el cierre de 2020 y continúa mermando, según señala Figuera.

Es así como el gobierno venezolano pretende iniciar clases presenciales en octubre con profesores y personal administrativo a los que no ha sido capaz de atender en cuanto a sus demandas en materia salarial, seguridad social y condiciones de trabajo decentes y seguras.

Zoraida Cerpa, docente de rango 4 de educación primaria de Caracas, manifiesta que varios profesores se niegan a volver a las aulas debido a que la mayoría no se ha vacunado y no cuenta con el músculo económico para costear transporte, internet y otros recursos necesarios para asumir un esquema de asistencia 7×7.

“Es difícil saber cuál es la cantidad de docentes que no se van a incorporar en octubre. Algunos se han comunicado por vía telefónica y nos han dicho que prefieren vender café o que ganan más en una esquina. Ya queda por parte de cada docente si se incorporan o no”, señala Edgar Machado, representante del Sindicato de Maestros del Distrito Capital.

El gremio de docente que está dispuesto a trabajar en las escuelas ya advirtió la situación económica a la que se enfrentan y exigió que el regreso a clases presenciales se realice bajo la garantía de vacunación y aplicar medidas de bioseguridad en las instituciones.

De lo contrario, esperan que el gobierno no aplique la suspensión de salarios para obligarlos a acudir a las escuelas. Mientras tanto, se calcula que solo el 7 % de los docentes ha sido vacunado, según Machado.

Por su parte, aunque a nivel de educación básica y secundaria no se tienen cifras exactas sobre la deserción docente, una encuesta del observatorio de Universidades, , aplicada en una muestra de 4.118 personas en 24 estados del país, informó que por lo menos 68 % de los profesores universitarios ha pensado en dejar su trabajo durante la pandemia.

Deserción docente: “Renuncié a la escuela pública, pero no a la educación”

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Maestros temen regresar a clases presenciales, revela encuesta

Por: Paulette Delgado

Ante la incertidumbre sobre cómo será el regreso a clases en otoño, Education Week se acercó a educadores, directores y líderes de distrito para descubrir si están preparados para volver.

Aunque el ciclo escolar está terminando, ahora a medida que las restricciones impuestas para evitar contagios por coronavirus se están levantando, muchos educadores y familias se enfrentan a la pregunta: ¿Y ahora? ¿Qué sigue? ¿Qué pasará cuando regresemos a clases?

Para descubrir qué opina la comunidad académica, Education Week encuestó a cerca de 2 mil maestros, 477 directores y 446 líderes de distrito. El estudio reveló puntos clave incluyendo qué sucederá con aquellos alumnos que tengan problemas de salud, ¿regresarán a clases presenciales o deberán continuar las clases remotas?

El panorama es incierto. En México, los casos de contagiados por COVID-19 siguen aumentando, y en Estados Unidos se pronostica llegar a 200 mil muertos para septiembre. Ante esta situación toca a las instituciones debatir si es mejor continuar las clases en línea o reabrir sus puertas.

Nerviosismo ante la reapertura de los centros educativos

Ante la posibilidad de volver a las clases presenciales tras la cuarentena, el 65 % de los maestros creen que las escuelas deben permanecer cerradas para evitar más contagios. Por el contrario, el otro 35 % restante creen que deberían abrir ya que ayudaría a regresar más rápidamente a la normalidad. Los que más apoyan la reapertura son los maestros y directores de bachillerato que aquellos con alumnos de niveles primaria y preescolar. Además, aquellos que no tienen personas cercanas con problemas de salud son más propensos a buscar la reapertura, según reveló la encuesta.

Aunque en el caso de Estados Unidos, la posibilidad de reabrir las escuelas varía de estado a estado. En Hawái, por ejemplo, casi la mitad de los directores tienen cerca de 55 años o más, mientras que en Illinois sólo el 9 % está en ese rango de edad. En general, el 9 % de los encuestados tienen 65 años o más, población que se considera como de  más riesgo. Este escenario también hace que los distritos escolares tengan que pensar en planes personales para proteger a los educadores de la tercera edad y atender escasez de personal en caso de que muchos no puedan regresar.

Aunado a la edad, 1 de cada 3 educadores contestaron que tienen problemas médicos que los pone en riesgo ante el virus. Más específicamente, el 36 % de los maestros, directores y líderes del distrito confesaron contar con una condición física asociada con los efectos del coronavirus. Además, el 69 % informaron que un familiar cercano son población de riesgo.

Cossondra George, maestra de Michigan que tiene asma y 59 años de edad, expresó su nerviosismo ante la posibilidad de regresar a clases, «Estoy realmente preocupada por mi salud, estoy preocupada por la salud de mis alumnos. Siento que abrir escuelas de nuevo tiene que ser un proceso realmente bien pensado». Además, expresó que tiene más dudas que respuestas al respecto, en especial cuando se trata de mantener la distancia social.

Education Week también reveló que el 76 % de los encuestados están “algo o muy preocupados” por las consecuencias que podría traer para su salud tener clases presenciales en otoño. Este porcentaje cambia según la zona, en zonas urbanas el 34 % de los educadores están preocupados ante esta posibilidad, pero sólo el 22 % de los maestros en zonas rurales. Este porcentaje se ve afectado por el número de maestros en riesgo (35 % versus 21 %).

Deserción docente pospandemia

Otro problema que enfrenta el sector educativo es que muchos docentes están considerando abandonar la profesión por la pandemia. Pero este porcentaje es engañoso, ya que aunque 1 de cada 5 maestros piensan abandonar las aulas, el 38 % de ellos ya consideraban retirarse antes de que sucediera la cuarentena.

El impacto que tuvo el coronavirus se ve reflejado en el hecho de que un 12 % de los encuestados no pensaban abandonar la profesión antes de la pandemia pero ahora lo están reconsiderando, provocando una rotación de maestros muy grande. De estos, el 79 % confiesa que parte de su decisión se basa en que tienen a algún ser querido con una condición que los pone en riesgo, por lo que no los quieren arriesgar.

Esta rotación de educadores presenta un riesgo para los distritos escolares ya que muchos pueden tener recortes presupuestarios que podrían conducir a no reemplazar a esos maestros y a despedir a otros.

¿Cómo será el regreso a clases, presencial, en línea o híbrido?

Aunque el cambio al aprendizaje virtual ha frustrado a muchos maestros, comentan que el cambio los obligó a aprender nuevas habilidades tecnológicas y métodos de enseñanza para llegar a los estudiantes de manera más efectiva. Ante los retos de la enseñanza en línea, los docentes que participaron en la encuesta confesaron que se sienten menos efectivos en esta modalidad pero esta no es una razón para pensar en renunciar, incluso si el regreso a clases en otoño es virtual.

Está claro que las interacciones en persona son clave en la educación y ayudan a los maestros a sentirse más motivados y efectivos, pero el nivel de productividad depende del rol. El 82 % de los docentes contestaron que trabajan mejor en las escuelas, comparado con un 64 % de los líderes del distrito.

Además, la perspectiva de muchos docentes ha cambiado tras la pandemia. Liz Russillo, profesora en Rhode Island señala que el cambio hacia el aprendizaje remoto la ha «obligado a utilizar la innovación y la creatividad para las evaluaciones más críticas al tiempo que destaca la importancia de la relación profesor-alumno. Nunca más daré por sentado que el estudiante que se presenta temprano para la clase para contarme sobre su fin de semana o el estudiante sentado en la parte de atrás del salón, tratando de permanecer fuera del radar, porque está teniendo un mal día».

A pesar de la incertidumbre, la posibilidad de regresar a clases los educadores se mantienen positivos. El 80 % confían que el mismo porcentaje de sus colegas regresarán a sus aulas el siguiente ciclo escolar, incluso si las clases no son presenciales o son híbridas.

La encuesta reveló fue que el 24 % de los educadores no piensan regresar si no hay un buen plan para implementar medidas de distanciamiento social efectivas. Sin embargo, el 35 % creen que estas medidas sólo harán más difícil que los estudiantes regresen, lo que provocaría implementar soluciones como sesiones dobles o más trabajo para los docentes.

Tras la implementación a nivel mundial de la enseñanza remota de emergencia,  es normal pensar que la educación en tiempos de coronavirus es un maestro interactuando por medio de herramientas como Zoom con sus alumnos pero este no es siempre el caso. Según la encuesta, 48 % de los participantes contestaron que sus clases se llevan a cabo a través de videoconferencias en vivo donde pueden hablar con los alumnos y estos tienen la oportunidad de interactuar con sus compañeros. Este tipo de participación se ve afectado por los niveles educativos. El 56 % de los docentes de primaria tienen clases en vivo, mientras que sólo el 40 % de maestros de secundaria y un 38 % de bachillerato lo hacen.

El estudio también reveló que entre los docentes que sí tienen clases en vivo, el 59 % dedica una hora o menos en hacerlo, ya que tratan de ajustarse a la disponibilidad de los padres y no abrumarlos. Algunos directores de distrito incluso pidieron a las escuelas que no se enseñen ningún material nuevo ya que muchas familias no cuentan con las capacidades docentes para administrar la enseñanza en el hogar.

Brecha digital y problemas de comunicación

En cuanto a la comunicación entre directores con maestros, familias y estudiantes, según Education Week menos de la mitad lo hace diariamente. Para ser específicos, 47 % de los directores interactúa todos los días con los alumnos y sólo el 17 % lo hace con las familias, cosa que hacían de manera frecuente cuando las escuelas estaban abiertas.

Uno de los puntos clave de la encuesta fue la participación de los estudiantes. Para el  76 % de los maestros encuestados, la participación de los alumnos ha ido disminuyendo. Esto puede provocar erosión académica, especialmente para aquellos alumnos de escasos recursos ya que pueden no tener acceso a las herramientas necesarias para continuar sus clases y comunicarse con los maestros. Además, dedican menos tiempo a sus clases, sólo una o dos horas, una hora menos de lo que los educadores reportan que invierten en ellos. Por su parte, los docentes también reportan que la poca participación provoca que ellos enseñen menos contenido nuevo.

Sobre este tema, Michael Casserly, líder del Consejo de las Escuelas de la Gran Ciudad dijo que la brecha es preocupante. “La imagen es muy desigual. No todos nuestros niños tienen acceso a las mismas cosas. Si estos patrones persisten, podrían crear una ‘subclase permanente’ de jóvenes que carecen de las habilidades para el trabajo y la responsabilidad cívica, una inequidad que daña la economía nacional y ofende el sentido de equidad moral».

Uso de herramientas para el aprendizaje en línea

El último punto que aborda la encuesta es si la videoconferencia es la principal herramienta que usan los educadores, especialmente aquellos de ciencias, matemáticas, lenguaje y arte. El 72 % de los encuestados creen que es una manera efectiva de enseñar ciencias, otro 63 % que es una buena forma de enseñar lenguaje y arte un 57 % confirman que les sirve para enseñar matemáticas.

Aunque las videoconferencias no son las únicas herramientas que utilizan. En el caso de ciencias, hacen experimentos con materiales caseros. Con lenguaje y arte, utilizan plataformas como Google Docs o Word Online y el uso de videos pregrabados es otro método que utilizan los maestros de matemáticas.

Debido a que aún no se tiene una vacuna y parece que el COVID-19 seguirá presente en otoño, las escuelas tienen que tomar en cuenta todos estos factores a la hora de pensar abrir sus puertas y, sobre todo, cómo lo harán. Es fundamental cuidar la salud y bienestar no solo de los estudiantes sino también del profesorado y personal. Plantear soluciones y alternativas para aquellos maestros que temen enfermarse o contagiar a sus familiares y cuidar especialmente a aquellos que son vulnerables al momento de planear el siguiente ciclo escolar y el enfoque que tendrá.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/maestros-temen-regreso-poscovid

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Crisis en la docencia: ¿por qué los profesores están abandonando las aulas?

Por: Paulette Delgado

Debido a las malas condiciones de trabajo, cada vez es mayor el porcentaje de maestros que renuncian a nivel mundial.

La docencia está en crisis a nivel global. Cada vez son más los profesores que piensan en renunciar debido al estrés, mala paga, falta de respeto y carga laboral excesiva.

Frustrados por los bajos salarios, falta de respeto, fondos insuficientes, estrés, carga laboral excesiva y no sentirse valorados, la mitad de los maestros de escuelas públicas de Estados Unidos han considerado abandonar la profesión. Según un estudio de Phi Delta Kappa (PDK), los principales motivos de la deserción docente son: descontento con el manejo de la disciplina de su escuela (60 %); salario y pocos beneficios (22 %); estrés, agotamiento o presión (19 %); y la percepción de no sentirse respetados y valorados (10 %).

Además, los maestros sienten que tienen mucha presión por cumplir tanto objetivos ajenos a sus clases (como los exámenes estatales), como las expectativas de lo que los padres quieren que sus hijos aprendan. PDK menciona en la encuesta que los padres de familia piensan que las escuelas públicas deberían tener clases de educación cívica y ofrecer estudios bíblicos o meditación como asignaturas optativas. Estas exigencias aumentan las presión de los profesores.

Yahoo encuestó a más de 50 profesores estadounidenses para conocer qué los llevó a renunciar. Uno de ellos comentó que su trabajo dejó de ser enseñar, y se convirtió en impulsar los datos del rendimiento de sus alumnos. El exceso de trabajo también es un factor. “Trabajar 70 horas a la semana durante muchos años ha significado que mi salud y mi vida familiar han sufrido. Salgo antes de que el trabajo me mate”, comentó otro de los encuestados. El sentimiento es compartido, una maestra de español agregó que sus compañeros se sienten abrumados porque enseñar se ha convertido en una carga, “las cosas se han puesto muy mal” concluyó.

Es tanto el agotamiento y decepción en la profesión que, cuando se les preguntó si quisieran que sus hijos se convertirán en profesores, la mayoría de los padres respondieron que no. Joan Richardson, directora de la encuesta realizada por PDK, mencionó que “a medida que la profesión docente se ha vuelto mucho más difícil, hemos visto mucho menos interés por parte del público y de los maestros en alentar a otros a seguirlos en la profesión». Es tanto el agotamiento y la decepción en la profesión que, ellos mismos no quieren que sus hijos se dediquen a la enseñanza.

Según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, 2018 fue el año con más renuncias de maestros en los últimos 17 años (los datos comenzaron a registrarse en 2001). Aproximadamente un millón de trabajadores en educación pública dejaron sus puestos el año pasado. Lo más preocupante es que, si la tendencia persiste, este año los números serán peores.

Pero esta crisis no se limita a Estados Unidos, es un problema que ocurre a nivel global.

La crisis en Reino Unido

En los próximos cinco años, un 40 % de los docentes entrevistados por el Departamento de Educación del Reino Unido respondieron que no se ven trabajando como maestros. De los 8 600 entrevistados, la mayoría culparon la carga excesiva de trabajo y responsabilidad abrumadora como la principal motivo de su retiro.

Además, uno de cada cinco encuestados (cerca de 18 % de la muestra) no se ve enseñando en los próximos dos años. No son los únicos: dos quintas partes de los líderes escolares y personal de apoyo, además de docentes, desean renunciar en los próximos cinco años por razones muy similares a las de los docentes en Estados Unidos: cargas de trabajo fuera de control y responsabilidad excesiva.

Otra encuesta, esta realizada por la Unión Nacional de Educación (NEU), arrojó que 26 % de docentes encuestados con menos de cinco años de experiencia desean renunciar para 2024. ¿El motivo? El 62 % mencionaron como principal razón la carga del trabajo y 40 % el nivel de responsabilidad. En contraste, solo 15 % de los encuestados con menos de años de experiencia planean renunciar en 2024.

La crisis en Australia 

Los docentes australianos recién egresados entran al mundo laboral con altas ilusiones, sin embargo, entre 30 % y 50 % abandona la profesión durante los primeros cinco años, según una encuesta de Queensland College of Teachers.

Abandonan la profesión porque sienten que no tienen tiempo para nada debido a la carga de trabajo además de sufrir de estrés. Muchos dicen que se sienten presionados por cumplir con los requisitos del Programa Nacional de Evaluación – Alfabetización y aritmética (NAPLAN, por sus siglas en inglés) y que temen hablar de su estrés. Pero estos factores también afectan a otras áreas. Los directores también se ven gravemente afectados por el estrés. Las relaciones con los padres es uno de los problema más graves ya que los han llevado a renunciar por intimidación. Incluso, un 44 % de los directores han sido amenazados con el uso de violencia.

La crisis en Chile

Según el investigador Juan Pablo Valenzuela, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE), cerca del 40 % de los maestros abandonan las aulas en los primeros cinco años (incluyendo a aquellos que enseñan en escuelas privadas).

En su investigación, Valenzuela descubrió que de los profesores que comenzaron a trabajar en el año 2000, el 22 % había abandonado la profesión para 2002. Para 2009, el porcentaje de renuncias se elevó a 56 %. Y estas cifras sólo van en aumento: de los docentes que ingresaron en 2004 el 23 % ya había abandonado las aulas para 2006.De los que entraron en 2007, un tercio renunció para 2009. Esta situación se atribuye a las malas condiciones laborales y el agotamiento emocional.

Las crisis en Venezuela

Venezuela está pasando por una crisis política que ha llevado a una gran inestabilidad en todos los sectores del país. Afectando también a la educación y los docentes venezolanos. Desde 2017, al igual que en Chile, un 40 % de los profesores han abandonado la profesión. Algunos de los motivos incluyen los bajos salarios y pésimo estado de las aulas, además de otras malas condiciones laborales (como la falta de seguridad social, atención médica y seguro funerario).

Los bajos salarios y las malas condiciones laborales han obligado a cerca de un 50 % de maestros a migrar a otros países para poder continuar con la enseñanza, según  Raquel Figueroa, de la Unidad Democrática del Sector Educativo. Para remediar la crisis, el gobierno de Venezuela decidió abrir la convocatoria “docentes express” donde, después de cursos con un total de 450 horas, el alumno puede impartir clases, medida polémica que disgustó a muchos maestros.

La crisis en México 

A diferencia de los otros países mencionados, en México el problema no es que los maestros están renunciando; es que no habrá suficientes para el año 2023. De acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, en 2018, 61 mil 376 docentes se pensionaron o desertaron. De estos, el 50 % daba clases en primaria y 41 % en secundaria. Para 2023, se predice que esta cifra aumente a 160 mil 166 docentes.

Según datos del reporte “Docentes en México” (2015), para el año 2023 las vacantes en nivel primaria serán cerca de 78 mil 823 y de secundaria de 52 mil 180. De ser así, habrá un  problema serio de déficit de maestros ya que, según el reporte, los egresados normalistas en los últimos años han sido cerca de 8 o 9 mil.

¿A qué se debe este déficit? La profesión docente está desprestigiada, por lo que muchos estudiantes no quieren ser seguir esa profesión. Una razón es la poca competitividad salarial, ya que los maestros ganan 83 % menos que otras ocupaciones por lo que no es una carrera atractiva para los jóvenes.

Si esta tendencia continúa, será difícil encontrar futuros maestros, afectando directamente a esta y las próximas generaciones ya que no recibirán la mejor educación por posible falta de personal, porque sus profesores están agotados o no tienen el apoyo para llevar a cabo su profesión.

Pero la crisis de la docencia se extiende a todo el mundo y la mayoría busca lo mismo: un salario competitivo, oportunidad de crecimiento personal, mejorar las condiciones laborales, menos exámenes estandarizados, apoyo en tema de salud mental (tanto para los estudiantes como para los mismos maestros), entre otros.

Karin Selchert, una profesora estadounidense que renunció para ser plomera (profesión donde ahora gana el doble), comentó a Yahoo: «la parte triste para mí como educadora es que estoy mirando a las personas que pueden hacer un cambio, y no lo están haciendo […] Esto nos afecta a todos. Si nuestros estudiantes no reciben una buena educación, ¿dónde van a terminar?”

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/crisis-docencia
Imagen: Gerd Altmann en Pixabay
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Venezuela: Maestros conmemoraron su día con sueldos precarios y alta deserción

Venezuela / 21 de enero de 2018 / Autor: Cristofer García / Fuente: El Nacional

Gremios advierten que ocurrirá una mayor fuga de educadores en 2018 si no mejora su situación laboral. Exhortaron al Ejecutivo a estimular el estudio de la carrera

En el Día del Maestro,  más que celebrar, los docentes advirtieron sobre la gran deserción que ha habido de estos profesionales por la precaria situación que viven en materia de salario y asistencia médica. Ramón Rengifo, presidente del Colegio de Profesores de Venezuela, señaló que lo ocurrido en este sentido entre 2016 y 2017 lo llevan a calificar la situación de alarmante. “De no cambiar, podríamos llegar a un estado de crisis en 2018”, afirmó.

“El tema de los salarios de los docentes, la alta inflación, hacen que muchos opten por salir del país a probar suerte. Sabemos que el salario de un profesor en Venezuela no llega a 50 dólares, cuando en otros países, y no hablo de Francia, sino simplemente naciones de Latinoamérica como Bolivia, Ecuador o Colombia, a un docente le pagan al menos 1.000 dólares. En esas largas colas que se ven en los registros para apostillar documentos hay muchos profesores”, indicó Rengifo. Agregó que muchos otros maestros dejan de ejercer su profesión para dedicarse a otras actividades que le generen un mayor ingreso.

Orlando Alzuru, presidente de la FVM, señaló que es responsabilidad del Ejecutivo crear las condiciones para detener el éxodo de los educadores. “Nosotros seguiremos apostando a lo positivo. El gobierno tiene que hacer más atractiva las carreras educativas, que los maestros tengan acceso a la compra de vivienda y de carro con lo que ganen, que tengan calidad de vida. En las aulas nadie aprende ni educa con hambre”. En esto coincidió Rengifo, quien aseguró que se debe estimular la docencia como carrera porque en “las aulas se ven entre cuatro y cinco alumnos sin importar las asignaturas”, dijo.

Éxodo en Táchira. El presidente del Colegio de Profesores en Táchira, Javier Tarazona, también calificó de alarmante la deserción escolar y de docentes en la entidad por la crisis. “Estamos transitando tiempos de oscuridad. Observamos un abandono de las aulas de clases en más de 50% por los niños de primaria y más de 70% en los liceos. Los maestros ni siquiera están renunciando a los cargos, simplemente se están yendo y están dejando las aulas vacías”.

Aseguró que en Táchira hay más de 250.000 alumnos inscritos y la primera semana de clases no se acercaron 110.000. “Más de 50% de estudiantes no están en las aulas. En el caso de los docentes es sorprendente la cantidad de año sabático y permisos no remunerados. Estamos sistematizando el número, pero suponemos que en la entidad más de 2.000 maestros de un total de 6.000 dejaron de ejercer la docencia”.

Dijo que la migración forzada de profesores está dejando las aulas sin un responsable para formar.

“Los maestros decidieron irse del país porque, apenas pasando el Puente Internacional Simón Bolívar, trabajan en cualquier oficio, incluso de mesoneros, y ganan en un día lo que aquí puede ganar en dos o tres meses de salario”, expresó.

Tarazona manifestó que hay factores que han incidido en la deserción. “Si usted quiere saber cómo anda un país, vaya a la escuela y vea cómo marcha. Somos un país en el que se invierte más dinero en chatarra militar y se permite que los grupos guerrilleros se lleven a nuestros hijos. Nuestras mujeres se están yendo con grupos irregulares que hacen trata de blancas, que venden sus cuerpos en otras naciones”, indicó

Exigen adecuar contrato colectivo

La Federación Venezolana de Maestros exigió al Ministerio de Educación un ajuste a la contratación colectiva que se vence en mayo, en vez de discutir una nueva. Orlando Alzuru, presidente de la organización gremial, señaló que no han recibido respuesta.

“Le estamos exigiendo al Ministerio de Educación revisar el contrato colectivo vigente y adecuar los seguros, medicamentos, bonos y el sueldo, pues la inflación se come cualquier incremento salarial. A pesar de que los docentes hemos recibido los aumentos, estos no alcanzan. Por otro lado, nuestro HCM es insuficiente, cubre un aproximado de 2 millones de bolívares”, informó Alzuru.

El presidente de la FVM añadió que un maestro debería devengar un sueldo que se encuentre por encima de la canasta básica, que está por encima de los 13 millones de bolívares.

Desmontar la desesperanza oficialista

2018 se presenta como un año decisivo para afrontar desde una trinchera educativa la crisis del país, señaló José Javier Salas, director de la Escuela de Educación de la UCAB. Afirmó que el reto del ejercicio docente es desmontar la “desesperanza oficialista que cada día gana más migrantes venezolanos, mayoritariamente jóvenes que dan por perdida la patria”.

“Nos hemos preparado para educar en libertad, para el desarrollo sostenible y la construcción de una colectividad corresponsable de su futuro. La situación clama de nosotros más presencia, más seguridad, más didáctica, más comprensión, más ánimo para demostrar que somos útiles acá, con nuestros estudiantes y con la comunidad educativa que se resiste”, dijo.

Salas considera que es alarmante  el deterioro generalizado del sistema educativo. “No hay incremento de sueldo que resista la pérdida del poder adquisitivo del bolívar. En el caso del docente el escenario es aún más preocupante, porque el sistema educativo está siendo utilizado como espacio para la  militancia política para asegurar la permanencia en el poder”. Por esta razón pidió a sus colegas reasumir el espíritu de lucha social que ha caracterizado al gremio en el pasado.

Fuente de la Noticia:

http://www.el-nacional.com/noticias/educacion/maestros-conmemoraron-dia-con-sueldos-precarios-alta-desercion_218941

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