La ONU, reconociendo la necesidad de eliminar todas las formas de discriminación e intolerancia, declaró el 16 de mayo como el Día Internacional de la Convivencia en Paz.
Este 16 de mayo se celebra el Día Internacional de la Convivencia en Paz ofreciendo la oportunidad de reflexionar sobre formas de mejorar la convivencia y fomentar un entorno pacífico y sostenible a todas las escalas, para que la humanidad pueda vivir en paz.
Para cumplir tal aspiración es necesario eliminar la discriminación e intolerancia en todas sus formas, incluyendo las basadas en la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición.
Esta fecha hace hincapié en la importante función de todos los actores de la sociedad civil para fomentar el diálogo entre religiones y culturas, además de alentar el apoyo de medidas prácticas que movilicen la creación de capacidad, oportunidades y marcos de cooperación.
Conoce cinco formas de alcanzar un mundo de convivencia en paz:
La no violencia
No a la guerra entre países. En cada país, serán los gobernantes los que marcarán la pauta a seguir y las consecuencias de esa decisión pesarán sobre todos. La cooperación para la no violencia debe fortalecerse, con la conciencia de la naturaleza de la amenaza y con los medios que sean operativos para combatirla.
El mundo enfrenta un fenómeno radicalmente diferente a los conflictos bélicos clásicos y, por eso, los medios clásicos poco o nada tienen que ver con la eficacia en este combate necesario.
La solidaridad como forma de vida
Poner en práctica la unión de intereses o propósitos entre países. La solidaridad como cohesión social entre países, basada en la dependencia de los Estados y de otros actores internacionales entre sí.
Las catástrofes naturales, especialmente, generan un comportamiento social de solidaridad por el sentido de sobrevivencia y cooperación entre los países.
Compasión
La compasión y el fortalecimiento de lazos de amistad entre los pueblos con el fin de desarrollar dinámicamente la cooperación regional. Así también crear entre países de un mismo entorno un ambiente regional pacífico, estable, de igualdad y confianza mutua.
Generosidad y compartir
La generosidad y el compartir son reacciones naturales hacia los seres queridos, empezando por la familia. Estas cualidades aumentan y se expanden junto con la conciencia de que la verdadera prosperidad es el resultado de dar, no de acaparar, y de que nuestra familia es realmente toda la humanidad.
Actitud ecológica
Una actitud ecológica surge espontáneamente al comprender que la tierra es madre, y la madre de toda vida en el planeta. El respeto por la naturaleza como uno de los valores sociales fundamentales, esencial para las relaciones internacionales.
El valor humano correspondiente va más allá del respeto por la reverencia y una profunda solidaridad con el planeta, del mismo modo que reverenciamos y amamos a nuestra madre.