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La comercialización de la educación en Nigeria

Autor: El Mercurio

Un nuevo estudio de la Internacional de la Educación en Lagos, Nigeria pone en tela de juicio a las empresas privadas de educación que reciben ayuda internacional.

Empresas extranjeras que operan con ánimo de lucro en el sector de la educación, como Bridge International Academies (BIA), están tomando como objetivo a familias en Lagos, Nigeria, mediante la creación de centros educativos de pago con vistas a expandir su modelo empresarial. ¿Es esta una buena opción para los padres y madres que buscan una escuela de calidad para sus hijos/as?

Nigeria es sólo uno de los múltiples objetivos de Bridge, cuyos centros han sido cerrados en Kenia y Uganda por violar la legislación nacional. El pasado mes de marzo, una Corte Suprema de Uganda sentenció que Bridge estaba operando de forma ilegal, en flagrante menosprecio de los requisitos mínimos establecidos por la ley.

Bridge es una de las mayores empresas de educación con ánimo de lucro del mundo, cuyo objetivo es vender sus servicios privados a 10 millones de alumnos/as en toda África y Asia hasta 2025. Según un nuevo estudio presentado por la Internacional de la Educación el 31 de mayo en Lagos, Nigeria, los centros de Bridge, que emplea a personal sin cualificación con bajos salarios, no son una opción de calidad para el alumnado matriculado ni para las comunidades en las que éste vive.

La investigación Calidad e igualdad, un estudio comparativo de escuelas públicas y privadas de bajo coste en Lagos analiza el rendimiento de las escuelas públicas y privadas en Lagos en términos de calidad e igualdad, sobre todo en lo que se refiere al alumnado proveniente de hogares de bajos recursos.

Más costoso y menos calidad

La investigación revela que desde los años 80 ha habido una oferta estatal de educación primaria insuficiente en Lagos. Como resultado ha florecido un amplio sector privado carente de regulación efectiva. Actualmente operan en Lagos unas 18.000 escuelas privadas, lo cual supone un incremento del 50 por ciento desde el año 2011.

Además, las escuelas privadas han recibido apoyo a través de ayuda financiera internacional. Es de notar especialmente que en 2014 el Departamento de Desarrollo Internacional (DFID, por sus siglas en inglés) del Reino Unido pagó 3.45 millones de libras a Bridge International Academies, fomentando su implantación en Lagos. En otras palabras, la ayuda gubernamental inicialmente destinada a la cooperación al desarrollo se está canalizando hacia controvertidos agentes privados .

La investigación encontró que entre los proveedores de educación privada, Bridge es en promedio más costoso para los padres, emplea personal sin cualificaciones, tiene unos estándares bajos en lo que se refiere a la formación del personal y otorga menos importancia a la inclusión y a la igualdad que otros. En comparación, las escuelas públicas de Lagos, que son gratuitas, cuentan con docentes con el máximo nivel de cualificación: todos/as poseen cualificaciones formales para ejercer la enseñanza y tienen acceso a formación continua.

Los investigadores también notaron que pese a la inversión limitada y otros retos a los que se enfrentan las escuelas públicas, los/as docentes estaban comprometidos con sus estudiantes y con los valores de igualdad e inclusión.

Invertir en educación pública

Frente a esta situación, el Secretario General del sindicato Nigeria Union of Teachers (NUT), Mike Ike Ene, ha declarado que “las escuelas privadas de bajo coste no son una alternativa a la educación pública. Si no se realizan inversiones en la educación pública no se cubrirán las necesidades de todos/as los/as niños/as, y se seguirán socavando la calidad y la igualdad en la educación. Apoyamos a la Internacional de la Educación en la realización de esta investigación, que además subraya la profesionalidad y la dedicación de los/as docentes de la escuela pública en Nigeria, así como su empeño pese al desafío que supone ofrecer una educación de calidad para todos/as”, añadió.

“La educación es un bien público y el derecho de cada niño/a, y por lo tanto su provisión debería ser una responsabilidad fundamental del Gobierno”, han declarado en un comunicado conjunto el presidente del sindicato Nigeria Union of Teachers (NUT), Michael A. Olukoya, y Mike Ike Ene, Secretario General del NUT. “Todo tipo de cuota y cualquier barrera económica son un obstáculo al acceso a la educación, sobre todo para las niñas y los socialmente desfavorecidos. Hasta la fecha, el progreso global en el acceso a la educación sólo ha sido posible gracias a la expansión del sector público y a la eliminación de las cuotas”, añaden.

David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación, añadió que “No es la primera vez que uno de nuestros estudios expone las prácticas de explotación de esta cadena empresarial de la educación. Desde Kenia, pasando por Uganda y Liberia hemos visto cómo los centros de Bridge están contribuyendo a la intensificación de la segregación en la educación. Están socavando el derecho de niños y niñas a la educación gratuita de calidad.”

El informe “Calidad e igualdad, un estudio comparativo de escuelas públicas y privadas de bajo coste en Lagos” por E. Unterhalter, L. Robinson, y J. Ibrahim (2018) está disponible aquí: pdf

Pueden encontrar el resumen ejecutivo aquí: pdf.

Cinco razones para dejar de invertir en las academias con ánimo de lucro Bridge

Fuente: https://www.elmercuriodigital.net/2018/06/la-comercializacion-de-la-educacion-en.html
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Reitera gobierno boliviano voluntad de mejorar calidad educativa

América del sur/Bolivia/21 Junio 2018/Fuente: Prensa Latina

El presidente en ejercicio de Bolivia, Álvaro García Linera, reiteró hoy la voluntad de su gobierno de mejorar la calidad de la enseñanza y ofrecer a la población educación pública gratuita.
Durante el acto de inauguración de la unidad educativa técnica humanística 6 de Junio, de la ciudad de El Alto, el mandatario interino señaló que la actual administración tiene como máxima el bienestar de la población, especialmente de las jóvenes generaciones.

Ustedes son el presente y el futuro de Bolivia, sentenció.

Igualmente, enumeró algunos de los logros alcanzados en el sector educativo como la profesionalización de los docentes y la provisión de mejoras tecnológicas necesarias para el aprendizaje.

Con esto garantizamos la formación integral de nuestros estudiantes, añadió.

La instalación entregada en esta jornada se encuentra en el distrito siste de la ciudad alteña y demandó una inversión superior a los 6,6 millones de bolivianos (más de 946 mil dólares).

La obra beneficiará a más de 800 estudiantes y habitantes del municipio de Viacha.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=188550&SEO=reitera-gobierno-boliviano-voluntad-de-mejorar-calidad-educativa
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La deuda universitaria en Chile que asfixia a los estudiantes y beneficia a los bancos

Por: Meritxell Freixas Martorell

Los estudios de grado en los centros públicos cuestan entre 20.000 y 50.000 euros por lo que los jóvenes tienen que recurrir a un préstamo bancario con el aval del Estado.

El día que Belén Pérez acudió al recinto universitario para firmar el crédito que le permitiría tener acceso a los estudios superiores no lo podía creer. Fue en 2010 cuando, después de comer y acompañada de sus compañeras de carrera, ingresó al edificio y se encontró con una enorme carpa por la que desfilaban miles de personas. “Tenías que tomar un número y te asignaban un banco, entonces tenías que hacer la cola al banco que te tocaba”, recuerda la joven.

Belén tiene 26 años y hace dos se licenció en Ortodoncia en la Universidad Autónoma de Chile, de titularidad privada. Es una de las muchas estudiantes que tuvieron que endeudarse para poder acceder a la universidad. Una realidad que han vivido varias generaciones de jóvenes del país suramericano, uno de los más caros para la educación superior, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y el más privatizado de América Latina. En la región, las universidades públicas o estatales son gratuitas o bien, el pago de aranceles es muy inferior al chileno. Por eso, la alternativa para los estudiantes chilenos es aceptar un crédito que fue pensado especialmente para ellos.

El Crédito con Aval del Estado (CAE) se puso en marcha durante el primer gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010), pero fue ideado en el gobierno de su predecesor, Ricardo Lagos. Se diferencia de otros créditos porque el aval del estudiante es siempre el Estado. Inicialmente, el CAE se vendió como una fórmula para dar acceso y masificar la educación superior, que había quedado restringida a las clases más acomodadas tras los 17 años de dictadura de Augusto Pinochet y su feroz privatización de derechos básicos. Después de la poca popularidad de otros mecanismos de financiación educativa, el CAE se presentó a los jóvenes como un crédito de fácil acceso que entregaba la posibilidad de tener un futuro abierto y lleno de oportunidades, sobre todo para aquellos que eran la primera generación de la familia que entraba a la universidad.

Este mes, Belén ha pagado su primera cuota del CAE. Después de 18 meses, ha llegado al final del llamado “período de gracia”, una especie de concesión temporal que dan los bancos para que los jóvenes encuentren un trabajo después de graduarse que les permita enfrentar la deuda. Una vez superado este plazo, ya no hay excusas y cada mes, puntualmente, los estudiantes deben abonar sus tasas. La dentista, por ejemplo, paga entre 172.000 y 220.000 pesos chilenos mensuales (entre 230 y 300 euros) al banco que financió su crédito. Tendrá que hacerlo los próximos 20 años. Su carrera es de las más caras del país –le cuestan, en total, casi 57.000 euros, incluyendo los aranceles anuales y la matrícula que se paga cada año– y, además, ella la cursó en una universidad privada. La misma licenciatura en una universidad pública saldría por unos 46.000 euros.

Fotografía: Daniel Labbe

Aunque el caso de Belén puede que sea extremo, lo cierto es que cualquier grado en Chile tiene costos elevadísimos en Chile. Por ejemplo, la carrera de Biología en un centro público cuesta unos 23.000 euros, mientras que la equivalente a un grado de Maestro de Educación Infantil oscila alrededor de los 22.000 euros. Unos costes que se asumen con muchas dificultades económicas ya que en Chile el sueldo mínimo es la mitad que en España.

Asumir la deuda implica quedar totalmente amarrado por años a los dictámenes de los bancos, que antes de entregar el crédito se han encargado de averiguar todo sobre el postulante: su barrio, el colegio del que procede, los empleos y remuneraciones de sus padres, la carrera que quieren estudiar y dónde.

Efectos en estudiantes y familias

Los efectos del CAE tuvieron un impacto casi inmediato en los estudiantes y sus familias. La tasa de interés, cuyo importe se suma al costo total de los grados, estuvo varios años al 6%, lo que provocó un sobreendeudamiento importante que complicó las opciones de pago de la deuda. Poco a poco se fue engordando una lista de morosos que no ha parado de crecer hasta hoy.

Según los últimos datos de la Comisión Ingresa, administradora del sistema de créditos para estudios superiores, hay más de 874.000 beneficiarios del CAE, de los cuales 397.000 están estudiando. De éstos, 151.000 están morosos, es decir, cerca del 40% del total, y arrastran una mochila que les afecta en muchos otros aspectos: desde la imposibilidad de acceder a una línea de teléfono u obtener su devolución de los impuestos hasta alquilar una vivienda.

“La impopularidad del CAE se intensificó cuando los primeros egresados tuvieron que empezar a pagarlo, porque cuando firmaron el crédito tenían 18 o 20 años y no tenían tanta claridad de lo que significaba”, explica Camila Rojas, exlíder del movimiento estudiantil y hoy diputada en el Congreso por la coalición de izquierda Frente Amplio.

“En el colegio nos dieron una pincelada sobre el sistema de becas y del crédito, pero en general uno lo tiene que aprender por las suyas”, indica Belén. La dentista reconoce que cuando le tocó firmar el CAE, después de dos horas de cola, leyó “lo poco y nada que se entiende” y que quedó con la sensación de recibir “un premio de consuelo” por no haber podido acceder a una beca.

Rojas señala como el descontento por la deuda se sumó a una crisis más profunda del sistema educativo que hasta hoy denuncia el movimiento estudiantil. “Se puso en cuestión la calidad de las carreras y que existiera una masa de universitarios que además de endeudados, luego tenían muchas dificultades para encontrar trabajo”, dice.

Las grandes manifestaciones estudiantiles de 2011 hicieron reaccionar al presidente de la época, Sebastián Piñera, quien llamó a un consenso con la oposición e ingresó un proyecto de ley que rebajó el interés del 6% al 2%. Sin embargo, la reducción no llegó por un gesto de “buena voluntad” de los bancos, sino porque el Estado decidió costear el 4% de los intereses de los estudiantes a través de recursos de sus arcas fiscales. “Esa política tuvo un impacto relevante para los endeudados porque, efectivamente, bajaba el interés, sin embargo, para el Estado la carga es muy importante y el banco sigue recibiendo el dinero”, lamenta Camila Rojas.

La diputada, que hoy preside la comisión investigadora del CAE en el Parlamento, creada para indagar si el beneficio de los bancos ha sido en detrimento de los estudiantes y qué respuesta ha dado el Estado ante eso, comenta que le han llegado denuncias de que no todos los bancos aplicaron la baja de interés del mismo modo. “Algunos en vez de bajar al 2% bajaron en un 2%, quedando el interés al 4%”, detalla. Por eso, desde la instancia que lidera se ha propuesto esclarecer las responsabilidades políticas y administrativas del crédito, que sospecha que podría tener cláusulas abusivas e ilegales.

El beneficio de los bancos

Uno de los consensos que se ha instalado con fuerza entre los actores sociales y políticos del país es sacar a los bancos de la educación. Es una idea que hoy se defiende desde la derecha hasta la izquierda y el centro del abanico político en Chile. Después de más de una década, las autoridades y representantes se han dado cuenta de que las entidades bancarias han sido los principales beneficiarios de una política que ha exprimido las arcas fiscales del Estado.

Según el estudio Endeudar para gobernar y mercantilizar: El caso del CAE, de la Fundación Sol, que investiga y analiza temas sobre trabajo, sindicalismo y educación, en el país suramericano la implementación del CAE logró cumplir con la promesa inicial de aumentar el acceso a la educación superior, pero el 70% del incremento se concentró solo en 20 centros educativos. La mayoría de ellos pertenecen a cuatro grandes grupos educativos privados y, además, varios están siendo investigados por lucrar con las utilidades que, según establece la ley, debieran ser reinvertidas en las universidades.

Fotografía: Movimiento Deuda Educativa

“El CAE tiene una incidencia muy importante en el aumento exponencial de las matrículas de estas instituciones privadas, lo que refuerza la idea de que el sistema de educación superior se mercantiliza y el sector público se hace más pequeño, con un índice de matrículas del 15%”, expone Marco Kremerman, uno de los autores del estudio.

El documento también revela que para hacer este negocio aún más atractivo para las entidades financieras, el Estado se comprometió a subsidiar a los bancos a través de un sistema de compra de créditos con sobreprecio. Pese a que inicialmente se comprometieron a comprar cada año el 25% de los créditos entregados, con un sobreprecio del 6%, entre 2006 y 2017, la administración recompró el doble de los créditos comprometidos con un sobreprecio de 26,1%, es decir, 4,3 veces más que lo que se requería.

Sacar a los bancos

A pesar de que en su último gobierno, la expresidenta Michelle Bachelet instauró un sistema de gratuidad para el 60% del alumnado más pobre, el CAE hoy representa el 26,5% del presupuesto de la partida destinada a Educación Superior, 24 puntos más que en 2006, y ha comprometido recursos para 2018 por 549.630 millones de pesos (casi 750.000 euros).

Para los que no pueden acceder a la gratuidad, la ex mandataria también propuso crear un nuevo Crédito Estatal de Educación Superior (Cepes) que excluía a la banca y se adaptaba al sueldo que reciben los profesionales más jóvenes. Sin embargo, dejó fuera dos aspectos innegociables para el movimiento estudiantil: salir del sistema de crédito y condonar la deuda a quienes quedaron atados al CAE.

La propuesta de Bachelet no alcanzó a avanzar y Piñera la retiró apenas llegó a su segundo gobierno en 2018. El presidente ha presentado ahora otro proyecto de ley -también basado en el crédito- para crear el llamado Sistema Único de Créditos (SUC), un mecanismo administrado por el Estado y sin intervención de la banca que establece en un 10% del salario el pago máximo que deberá hacer cada estudiante una vez haya finalizado sus estudios y tenga ingresos. El crédito tendrá una tasa de interés del 2% anual y la deuda se condonará a los 15 años de pago.

“Va a ser un sistema que lo va a administrar el Estado y, de esa forma, vamos a evitar muchos de los problemas que generó la participación del sistema financiero en el actual CAE (…) El sistema que estamos proponiendo pone fin a muchas y discriminatorias diferencias que existen hoy en día”, aseguró Piñera.

Sin embargo, la iniciativa no ha dejado satisfechos a los estudiantes, que critican que no se haga cargo del problema de los morosos y que no condone la deuda. “Eliminar el CAE es eliminar un problema para futuros estudiantes, pero no para los morosos actuales o para los que finalizarán sus estudios dentro de dos años y que habrán cursado el 80% con CAE. Ellos van a seguir siendo deudores y morosos”, lamenta Marco Kremerman.

La deuda educativa carga sobre las espaldas de un país con unas tasas de endeudamiento que, en general, ya son muy elevadas. Las cifras estratosféricas que enfrentan los jóvenes que quieren formarse han hecho de la demanda por una educación gratuita y de calidad la principal bandera del movimiento estudiantil, que persistentemente no ha dejado de presionar para que los gobiernos les den una respuesta. Al final, lo que reclaman no es que se garantice el acceso a la educación, sino que se garantice el derecho.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/18/la-deuda-universitaria-en-chile-que-asfixia-a-los-estudiantes-y-beneficia-a-los-bancos/

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CRES 2018: Amenazada la educación universitaria con injerencia del Banco Mundial

América del Sur/ Argentina/ 18.06.2018/ Fuente: www.pressenza.com.

En Córdoba – Argentina, se realiza la Tercera Conferencia Regional de Educación Superior, conocida como CRES 2018 que coincide con el Centenario de la Reforma Universitaria de 1918. Reúne a rectores, docentes y estudiantes de toda Latinoamérica, con el fin de delinear las próximas tendencias en materia educativa tanto para Argentina como para el resto de la Región. Este Congreso es preparatorio a un Congreso que se realizará a nivel mundial en París en el año 2019.

Sin embargo, hay voces críticas a este evento. Javier Tolcachier de la Agencia Pressenza y del Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica dialogó con Macarena Ubal de la Asamblea Interfacultades de la Universidad Nacional de Córdoba.

La educación como variable de ajuste, razones de la movilización

Las asambleas que se han autoconvocado y organizado en la Universidad Nacional de Córdoba se posicionan en contra de esta Conferencia porque consideran que detrás está el Banco Mundial. En Argentina ya se vivieron las consecuencias de las políticas asesoradas por el Fondo Monetario Internacional y lo que significó en la década de los noventa para el país.

Para Macarena, como integrante de esta movilización, estas políticas desean apuntar el modelo educativo al servicio de las grandes empresas, del mercado, donde la educación es una variable más de ajuste, que se traduce en recorte de presupuestos, redireccionamiento de los recursos, lo que a su vez implica acabar con el conocimiento crítico, especialmente en las áreas de sociales y humanidades. Básicamente – reitera- es abrir las puertas de las universidades públicas de par en par a las empresas a través de convenios, el arancelamiento  y recortes de grados para pasarlo a postgrados pagos.

Rechazo al recorte de incumbencias

A partir de una resolución del Ministerio de Educación, la 1274, se afecta a 37 carreras de grado en universidades públicas, donde se recorta o limita el alcance que tienen los títulos, es decir una devaluación. Por ejemplo, si antes se podían ejercer 20 alcances diferentes a partir de los títulos, actualmente hay facultades que se limitan a 5 incumbencias, eso implica recortar planes de estudio, con menos contenidos en las carreras, justificado en la caracterización de que actualmente las licenciaturas de 5 años son muy rígidas para el mercado. Se promueve la falsa idea que el mercado necesita personal menos calificado, y por ende, mano de obra más barata, entonces quien quiera especializarse tiene que pagar dentro de la universidad pública para formarse.

Riesgo para la educación pública, laica y gratuita. Amenaza para la autonomía universitaria

Para Macarena urge la defensa de la educación pública, sobre todo en el marco del centenario que impulsó la autonomía universitaria y enfrentó el conservadurismo dentro de launiversidad pública. Señala que entendiendo el contexto nacional ahora se ajusta la salud, previsional y el ámbito laboral,  la educación no escapa a una política de ajuste con la que América Latina ha sido saqueada y puesta al servicio de los organismos de crédito. Como estudiantes estamos llamados a la tarea histórica de retomar las banderas de la reforma y defender la educación que está en peligro.

Fuente: https://aler.org/node/3898

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República Dominicana: Un 85 % de la gente valora la educación pública

Estudio. Destaca crecimiento de clase media y disminución de la pobreza. Corrupción. El país aun tiene amplio margen para mejorar.

América Central/República Dominicana/ Dominga Ramírez/dramirez@eldia.com.do


SANTO DOMINGO.-La satisfacción de los dominicanos con la educación pública aumentó un 25 % entre 2010 y 2015, al pasar de 63 a un 82 %, según el informe “Perspectivas económicas de América Latina 2018, repensando las instituciones para el desarrollo”.

El estudio, realizado por la Unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), establece que los niveles de percepción de corrupción en las instituciones públicas del país aumentaron hasta un 65 % en el año 2016.

Asimismo, dice que el Índice de Calidad del Gobierno, calculado con base en indicadores de corrupción, ley y orden, y calidad de la burocracia, tiene una puntuación de 0.32, de un rango de entre cero y uno, lo que sitúa al país por debajo del promedio de la región de América Latina y el Caribe con un 0.44.

“Aun así, un 55 % de la población expresó confianza en el gobierno nacional en 2016, superando considerablemente el promedio regional de 29 % y el de la OCDE de 37 %”, informó Sebastián Nieto Parra, jefe adjunto de la OCDE.

El estudio, presentado en el Ministerio de Economía, refleja que con una recaudación tributaria de un 14 % del Producto Interno Bruto, República Dominicana está por debajo del 23 % de la región y es uno de los países con la menor proporción de ingresos fiscales, aunque tiene amplio margen para mejorar acciones institucionales contra la corrupción e imparcialidad de la Administración Pública.

El informe de la OCDE subraya que la confianza en los servicios públicos se deterioró en la región. Tanto la satisfacción en salud como en educación cayó de un 57 % en 2006 a 41 % en 2016; y de 63 a 56 %, respectivamente.

Fuente: http://eldia.com.do/un-85-de-la-gente-valora-la-educacion-publica/

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Colegios rurales, la injusta asignatura pendiente de Colombia

Colombia/16 de Junio de 2018/Notimérica

El acceso a los servicios en las zonas rurales de un país siempre es más complicado. Este es el caso de Colombia, un país en el que la educación pública en las zonas urbanas cosecha mejores resultados que en las zonas rurales.

Según datos del Índice Sintético de Calidad Educativa (ISCE), llevado a cabo por el Ministerio de Educación del país, en el que se evalúa el progreso, el desempeño, la eficiencia y el ambiente de los centros escolares, en determinadas zonas rurales se encuentran los colegios con peores resultados.

 Las diferencias en acceso y calidad educativo siguen siendo inmensas en Colombia si comparamos las zonas más urbanizadas con aquellas más rurales. Según el documento ‘Reflexiones innegociables en educación básica y media para 2018-2022’, publicado por la Fundación Empresarios por la Educación, en 2015 había más de 5 millones de menores fuera del sistema educativo nacional, lo que se corresponde con un tercio de los menores del país.

De estos cinco millones de niños, niñas y adolescentes que no acudían al colegio, el 40 por ciento vivían en zonas rurales –dato preocupante teniendo en cuenta que están menos pobladas–, la mayor parte de ellas afectadas por el conflicto armado. A pesar del Acuerdo de Paz, las consecuencias de décadas de guerra se mantienen.

Las diferencias educativas dentro del mismo territorio son preocupantes. El ISCE revela datos como la media de años que los menores permanecen dentro del sistema educativo colombiano, una media de 9,6 años en el caso de las zonas urbanas y de 5,5 años en las zonas rurales. El documento detalla que «un niño de la ciudad está recibiendo más de un 50 por ciento adicional de educación que uno del campo».

Las cifras de abandono escolar también son preocupantes: el doble de menores en primaria y secundaria abandonan el colegio. De hecho, el informe recoge que el 13,8 por ciento de los menores entre 12 y 15 años que viven en zonas de campo no van al colegio.

Las diferencias en las cifras se reflejan también en los servicios básicos con los que cuentan los centros educativos, incomprensibles dentro del mismo estado. Ejemplo perfecto de esto es el hecho de que solo el 37 por ciento de los colegios rurales cuentan con agua potable, mientras que en las ciudades la cifra es del 100 por cien.

Si se pone el foco en otros servicios, como el acceso a internet, ocurre lo mismo: el 91 por ciento de los centros en áreas urbanas cuentan con él mientras que en el caso de colegios rurales solo son el 53 por ciento. Lo mismo ocurre con la electricidad o la línea telefónica, factores que aumentan la brecha entre el campo y la ciudad.

 El mayor índice de pobreza en las zonas rurales, el inmenso impacto que ha tenido el conflicto armado y cierta dejadez por parte de los diferentes gobierno ha supuesto que la brecha entre ricos y pobres se asocie a rural-urbano, una brecha que no deja de crecer. «Se estima que de seguir al mismo ritmo de los últimos años, Colombia pasará a ser el país con mayores brechas entre ricos y pobres para finales del próximo gobierno», incluye este documento.

Estas diferencias repercuten en que los resultados de los estudiantes en las zonas urbanas y en las rurales disten mucho de estar cerca. La subdirectadora de la Fundación ExE, Luz Emith Castro, ha declarado que este es el reflejo de la desigualdad que sufre el país: «Tenemos una deuda histórica con la ruralidad. Las condiciones educativas de las zonas abandonadas por el Estado y afectadas por el conflicto armado son críticas.  Estamos profundizando iniquidades y condenando a generaciones completas a condiciones de pobreza estructural, y eso tiene que cambiar».

 La situación de la educación en el campo es precaria, lo que produce una brecha social y económica que no ha hecho más que crecer. La promoción de políticas de desarrollo integral se hacen fundamentales para la mejora de la situación del campo, una deuda que el estado arrastra desde hace décadas y la que, con la entrada de un nuevo presidente en La Casa Nariño este domingo 17 de junio, podría tener solución.

Fuente: http://www.notimerica.com/sociedad/noticia-colegios-rurales-injusta-asignatura-pendiente-colombia-20180616003446.html

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Lanzan en Brasil campaña contra trabajo de menores de edad

América del sur/Brasil/14 Junio 2018/Fuente: Spanish.xinhua

La organización Foro Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (FNPETI) de Brasil lanzó hoy una campaña para denunciar el trabajo infantil en el país, con motivo del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.

Con el título «No proteger la infancia es condenar el futuro», la campaña cuenta con el apoyo del Ministerio Público de Trabajo y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Pretende denunciar las «peores formas» de trabajo infantil, como las relacionadas a la agricultura, actividades domésticas, tráfico de drogas, exploración sexual y el trabajo informal urbano.

Según el FNPETI, más de dos millones de niños y adolescentes brasileños de 5 a 17 años trabajan en el país.

Esto se traduce en una falta de competencia y cualificación necesarias para la inserción laboral, y en una jubilación precoz debido a las secuelas sufridas por realizar actividades de riesgo.

«¿Cuál es el futuro que tendrán estos niños? Un niño que trabaja no tiene la misma concentración y energía que necesita para estudiar», dijo la asesora del FNPETI, Tania Dornellas.

«Sólo el hecho de que el Estado no garantice la educación pública de calidad para todos ya es una agresión. Y unido a la iniciación precoz al trabajo, se está condenado estos niños», agregó.

En declaraciones a la estatal Agencia Brasil, Dornellas denunció que en los últimos años hubo un aumento de menores brasileños de cinco a nueve años de edad que trabajan en la agricultura.

«Aunque el número absoluto del trabajo infantil está en el medio urbano (…) en las áreas rurales hay una menor concentración, pero es donde más trabajan», comentó.

Según el censo del gobierno de 2015, Brasil registraba 2,7 millones de niños y adolescentes trabajando de manera irregular.

La campaña lanzada este martes busca concienciar a la sociedad sobre el problema que representa el trabajo infantil y expandir acciones para combatirlo.

Las acciones de la campaña se realizarán en varios puntos del país.

Según el Ministerio de Salud, de 2007 a 2017 al menos 236 niños y niñas fallecieron en Brasil por realizar actividades peligrosas.

En ese mismo periodo se recibieron notificaciones de 40.000 accidentes laborales de personas de 5 a 17 años, de los cuales 24.000 fueron graves, con fracturas o miembros amputados.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2018-06/13/c_137249762.htm

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