Por: Eudald Espluga
“El enfrentamiento teórico sobre el sujeto del feminismo no tiene por qué acabar en transfobia. Por ello resulta tan triste que cualquier aportación al debate -incluso cuando está bien argumentada y es respetuosa- sea simplificada, ridiculizada, polarizada y tachada de traición antifeminista”
«¿De qué manera estamos entendiendo el sujeto ‘mujeres’ para acabar pensando que una mujer que se dice a sí misma mujer, en realidad, es un hombre que ha venido a usurparte el discurso?»
Se lo preguntaba este sábado Sam Fernández, bióloga e investigadora de la Universitat Rovira i Virgili, en las jornadas organizadas por el Instituto 25M y Podemos, en el marco de una reflexión sobre el llamado feminismo trans excluyente (TERF por sus siglas en inglés), que es aquel que se niega a reconocer a las mujeres trans como mujeres.
«¿Ampliar? ¿Ya no somos las mujeres el sujeto político del feminismo? «, se pregunta irónicamente uno de los primeros comentarios al vídeo que enlazó Podemos. «La que está alucinando soy yo. Ahora, ¿hay que incluir a tíos con barba?».
Sin embargo, desde ciertos sectores del feminismo radical —y también desde el feminismo marxista— se critica duramente al transfeminismo y a la teoría queer, en tanto que consideran que pueden desembocar en un «feminismo sin mujeres» que blanqueé la naturaleza especial de la violencia contra las mujeres, es decir, que olviden que a las mujeres se las oprime por el hecho de ser mujeres, y no por su clase, su raza o su orientación sexual.
«¿Por qué tanto interés en sentenciar que las mujeres no son el sujeto del feminismo?», se pregunta Ana de Miguel en Neoliberalismo sexual, un libro que ejemplifica perfectamente la virulencia de los ataques contra la teoría queer, hasta el punto que llega a caer en la transfobia cuando, por ejemplo, ironiza sobre los cambios de nombre de Paul B. Preciado. Y en la misma línea van las reflexiones de Alicia Miyares sobre la cuarta ola del feminismo: «desenmascaremos a [Judith] Butler», decía en una conferencia el pasado 6 de octubre, «en El género en disputa lo único que hace es decir que el patriarcado no existe» y a continuación leía una cita de Butler en la que la estadounidense cuestionaba la universalidad de la estructura patriarcal —pero no la existencia del patriarcado—.
Ambas ideas, pues, estarían presentes en la propuesta de «arriesgar el sujeto del feminismo»: frivolidad y flexibilidad juntas en una misma idea, el transfeminismo estaría destrozando la base sobre la que el feminismo ha podido levantarse finalmente.
Fuente: https://www.playgroundmag.net/lit/ampliar-el-sujeto-del-feminismo-no-es-traicion_30927085.html