Una excelente educación: todas las formas de pensar, del mágico al relativo, cuántico y complejo

Por: Edmundo Vera Manzo

Albert Einstein decía que “en el siglo XX todo ha cambiado, menos nuestra forma de pensar”. Ahora, cerca del final de la segunda década del siglo XXI, podemos seguir diciendo lo mismo. Prevalece ampliamente en el mundo el pensamiento científico clásico de Renato Descartes e Isaac Newton, en las escuelas, colegios y universidades, nacido hace tres siglos. Todavía no predomina lo que en 1932 Gaston Bachelard llamaba el nuevo espíritu científico, constituido por los aportes iniciales de Max Planck en 1900 sobre la teoría cuántica y muchos otros científicos, y los de Albert Einstein desde 1905, sobre la teoría de la relatividad, salvo en las élites intelectuales y en los científicos que se encuentran en la vanguardia de la humanidad. En 1972, en el gobierno nacionalista revolucionario del general Velasco Alvarado, Augusto Salazar Bondy, siendo director de la reforma educativa de Perú, hizo el estudio introductorio de la obra El Nuevo Espíritu Científico de Gaston Bachelard, que tuvo una difusión masiva y que por primera vez se publicaba en español. En la obra se demuestra cómo la materia es vista en forma diferente desde el pensar mágico, del sentido común, la ciencia clásica y en el nuevo espíritu científico. En Ecuador, en el siglo XX no se realizó un esfuerzo igual de difusión y actualización científica y han pasado 45 años de ese hito de divulgación científica.

Sigue predominando en Ecuador y en el mundo el Pensamiento Unidimensional del que hablaba Herbert Marcuse, el pensamiento estrecho, el pensamiento único, donde se ve el árbol, pero no el bosque; “donde se mira al mundo por el ojo de una aguja”, decía Manuel Agustín Aguirre. Lo más grave de todas las formas de pensar anteriores a Einstein el mágico-mítico, el sentido común, el práctico, el intuitivo y el científico clásico, incluido el marxismo, es creer que como cada quien ve a la realidad es lo verdadero y que los otros se encuentran equivocados. No se dan cuenta de que nadie puede ver la realidad totalmente. Que en el mejor de los casos, tan solo puede verse una parte mayor o menor de la realidad y quienes crean verla totalmente, se encuentran totalmente equivocados. Esas son la raíces del sectarismo, el dogmatismo, la prepotencia, la intolerancia y el irrespeto de las ideas de los demás, el racismo y los afanes de dominación religiosos, culturales, económicos y politicos.  Las nuevas formas de pensar posnewtonianas no solamente ayudan a una mayor comprensión de la realidad y al desarrollo de la ciencia, sino también -y es más importante- a abrir nuestra mente, escuchar atentamente a los demás, a ponernos en el lugar de los otros, a mirar la situación desde varias perspectivas y enriquecernos mutuamente.

El pensamiento cuántico se explica principalmente por los aportes de la física cuántica, del mundo de lo microscópico y de la energía. A diferencia del modelo newtoniano, el modelo cuántico propone comprender la realidad sin basarnos en los sentidos. Que la realidad depende de la posición del observador. Que lo que pensamos es lo más poderoso para influir en la salud y la enfermedad. Que el pensamiento influye en todo nuestro cuerpo, incluidos los genes y que es determinante para cambiar la realidad. El pensamiento relativista sostiene que los puntos de vista no tienen verdad ni validez universal, sino que “solo poseen una validez subjetiva y relativa a los diferentes marcos de referencia”. Einstein decía que “toda explicación tiene un campo de aplicación y un límite, que es reemplazada por otra explicación que también tiene un campo de aplicación y un límite”. El pensamiento complejo integra diferentes teorías y principios y que, como en un edificio, desde cada piso puede verse la realidad de manera diferente. De acuerdo con Harry Alder: “Pensar para la excelencia es clave para la vida personal o profesional”. El Ministerio de Educación tiene la palabra.

Fuente: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/1/una-excelente-educacion-todas-las-formas-de-pensar-del-magico-al-relativo-cuantico-y-complejo

 

 

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¿Por qué se llama FEMInismo y no Igualitarismo?

Por: Heidy Simons

La autora reflexiona pedagógicamente sobre conceptos de feminismo e igualitarismo ¿son lo mismo?.

A veces, cuando se intenta desprestigiar el movimiento de alguna manera o al menos poner en duda su validez, siempre surge la misma duda…

“¿Si se busca la igualdad por qué no se llama algo así como Igualitarismo? La palabra FEMInismo discrimina a los hombres porque no les incluye, solo nombra a las mujeres”
Primero simplemente decir que antes de opinar sobre un tema es bueno al menos saber algo sobre el… así si surge un debate constructivo, se establece un contexto común. A mí personalmente me molesta esta pregunta, ya que tengo la sensación de que cualquier término que empiece con Fem- parece que molesta.

Que incita a que se inicie una guerra de sexos o un debate por lo menos. Es curioso que nos digan que la palabra “feminismo” excluye a los hombres porque no les nombra cuando toda la vida la historia de la humanidad ha sido la historia “del hombre” y cuando nos quejamos nos dicen que somos unas exageradas… El socialismo también busca la igualdad entre todos los seres humanos, y no os veo quejaros tanto por el nombre.

Empezaremos siempre con definiciones de nuestra quizá no tan querida y no tan feminista RAE:

  • igualdad Del lat. aequalĭtas, -ātis.

1. Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad.

2. Principio que reconoce la equiparación de todos los ciudadanos en derechos y obligaciones.

Bien, como vemos, igualdad es equiparación, es decir que algo NO es igual, que no tiene las mismas características si se compara con otro u otros. Y quiere poseer esas mismas características. Una vez que se hacen las acciones oportunas son IGUALES/SEMEJANTES/EQUIVALENTES.

Por lo tanto el igualitarismo pediría la semejanza y equivalencia de derechos y obligaciones en todas las situaciones de la vida. El problema y la genialidad de género, es que NO somos iguales. No tenemos ni las mismas características físicas, ni biológicas, ni las mismas necesidades, ni malditas las ganas de ser iguales que los hombres…

Una cosa es la igualdad, y otra es la EQUIDAD:

  • equidad nombre femenino

1. Cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones.
“es un país de desigualdades donde no hay equidad en la distribución de riqueza y cultura”

2.Cualidad que consiste en no favorecer en el trato a una persona perjudicando a otra.

El término “feminismo” no busca excluir, no rechaza al hombre ni mucho menos. Simplemente, visibiliza a ese 50% de la población sistemáticamente ignorada hasta hace poco. Y dar visibilidad como mínimo con el término es básico, porque pretender denominar “igualitarismo” al feminismo anula lo que realmente se pretende (y no, no es estar por encima de los hombres) e invisibiliza de nuevo, negando la causa, negando el sometimiento y la opresión, negando la necesidad de reconocer a la mujer socialmente como tal, no “igualarla” al hombre

.

El feminismo busca la equidad, es decir, según las características de cada persona, que tenga sus derechos sin que esto sea el menoscabo de otra persona.

Un ejemplo muy fácil de entender sería que el tema de la regla. Aunque para muchas personas sea un tema tabú, las mujeres cis cada mes durante unos días sangramos por la vagina. No es algo de lo que escandalizarse, ni estamos enfermas, es algo natural.

Para algunas personas es extremadamente doloroso y molesto, por no mencionar que es bastante caro: el material higiénico (compresas y tampones) tiene un impuesto de lujo. ¿Es justo? ¿No es razonable que se pida que se rebaje el precio de algo que es de primera necesidad aunque solo sea para UN género? (es decir, la mitad de la población mundial). Una política feminista sería quitar el impuesto de lujo a los tampones y compresas: no menoscaba los derechos de nadie aunque beneficia a un sólo género.

Sin embargo, si un estado que se supone que vela por los derechos y libertades de sus ciudadanos no piensa en ello, está siendo discriminatorio e injusto.

Por lo que el feminismo, no se puede llamar igualitarismo porque no busca que TODO sea igual, que la mujer se adapte a las normas y reglas masculinas de la sociedad, sino que cada uno tenga sus propios derechos y libertades según sus características. El feminismo no se llama humanismo ni igualitarismo porque feminismo, humanismo, e igualitarismo son tres teorías distintas.

¿Hubo algo antes que el feminismo que promoviera y exigiera igualdad de derechos para todas las personas independientemente de su sexo? Pues no, no lo hubo. El humanismo es una rama de la filosofía (y la ética) que aboga por la igualdad, la tolerancia y la laicidad (lo que se conoce comúnmente como «la separación de iglesia y estado»).

El humanismo reconoce que los seres humanos no «necesitan» de la religión para desarrollar sistemas morales o establecer un comportamiento moral. Los humanistas abogan por la educación, la tolerancia, la política representativa (en contraposición a la monarquía) y la libertad de pensamiento (en contraposición al dogma religioso). Muchos humanistas eran también grandese misóginos y su concepción de la igualdad se limitaba a la igualdad entre los varones.

El igualitarismo es una forma de filosofía política que defiende que todos los seres humanos son iguales en esencia y por lo tanto tienen el mismo derecho a iguales recursos como los alimentos, la vivienda, el respeto, el estatus social). Puedes facilitar a todo el mundo los mismos elementos y perpetuar la desigualdad y/o la inequidad. El igualitarismo, aun siendo un concepto ético fundamental, no tiene generalmente en cuenta las desigualdades a través de una perspectiva interseccional.

Como apunte histórico de la necesidad de que se llame feminismo: el término procede de una palabra inventada para designar despectivamente a aquellos hombres que apoyaban la causa de las ciudadanas. El adjetivo “feminista” lo utiliza por primera vez con fines políticos y periodísticos Alejandro Dumas hijo en su panfleto ‘El hombre-mujer’ de 1872, escrito antifeminista en el que debate, entre otros temas, sobre el adulterio y se posiciona en contra del divorcio. Para asumir que es necesario el feminismo, hay que ser conscientes primero que no vivimos en un mundo ni “igualitario” ni equitativo.

Que históricamente la mujer ha vivido en un puesto de sumisión, subyugación, y ocultamiento. Igual que hemos asumido que existe el racismo, se puede ser consciente de que existe la misoginia sin que esto sea un ataque para nadie. De la misma manera me gustaría aclarar aunque sea muy obvio que el Feminismo no es lo contrario al machismo.

El Feminismo NO busca la superioridad en todos los aspectos de la vida de la mujer sobre el hombre, ni existe hoy por hoy sistema hembrista alguno que otorgue poder a las mujeres para discriminar sistemáticamente a los hombres.

La definición de machismo es:

  • machismo (nombre masculino)

Actitud o manera de pensar de quien sostiene que el hombre es por naturaleza superior a la mujer.

Y el de feminismo es:

  • feminismo (nombre masculino) Derechos

Doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres. Definiciones

No es más ciego/a que el que no quiere ver.

Fuente:http://www.locarconio.com/2017/01/por-que-se-llama-feminismo-y-no-igualitarismo/

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