El 19 de noviembre se celebró el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, impulsado por la organización internacional Women’s Entrepreneurship Day Organization (WEDO). En estos momentos de dificultad e inestabilidad, millones de mujeres tienen que optar por poner en marcha sus propios negocios, a veces pequeños emprendimientos, que resuelven la economía de muchas familias en todo el mundo.
Allí los debates se han centrado en la importancia de “la sociedad del cuidado”, ya que las mujeres asumen en gran medida esta función (cuidado de los hijos, de los mayores, del hogar), fundamental para un futuro “que ubique la sostenibilidad de la vida humana y del planeta en el centro del desarrollo”, según ha señalado la CEPAL. Sin embargo, esta labor no está remunerada y en muchas ocasiones impide a las mujeres acceder a sus propias fuentes de ingresos.
Un tema que también ha abordado María-Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, que ha afirmado, en declaraciones a la Fundación Microfinanzas BBVA: «La incorporación plena de las mujeres al mercado laboral -por medio de oportunidades que incluyan, por ejemplo, el financiamiento efectivo de sus emprendimientos- transformará radicalmente el modelo de desarrollo, hará crecer las economías y mejorará sustancialmente las sociedades. La creación de sistemas integrales de cuidados es fundamental para transitar por ese camino, y, al mismo tiempo, reducir la pobreza y eliminar las desigualdades».
Mujeres emprendedoras de la FMBBVA
Los datos obtenidos por el área de Medición de Impacto Social de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), que atiende a más de un millón y medio de mujeres en la región, corroboran que “el número de mujeres ocupadas en trabajos que requieren más interacción personal, como el comercio minorista, la hostelería, el cuidado de personas o el turismo, es muy superior al de los hombres”. Además, el 56% de las emprendedoras a las que atiende la FMBBVA viven solas (son solteras, separadas o viudas) y con personas dependientes a su cargo.
Carmen Matus es una de ellas. Esta chilena trabajaba en una fábrica de zapatos cuando tuvo un accidente que le impidió continuar. Aunque podía haber esperado a recuperarse, decidió que tenía que valerse por sí misma, y empezó a vender ceviche que ella misma cocinaba, en su propia casa. Cuando finalmente cerraron la fábrica, su esfuerzo ya había dado sus frutos. Podía vivir de su negocio, elaborando “comida al paso, casera y con amor”, según sus palabras.
Carmen Matus, emprendedora chilena de Fondo Esperanza, entidad de la FMBBVA
Carmen convirtió la terraza de su casa en cocina, y creó, de la nada y con escasos recursos, La cocina de Abuelita Carmen, con la ayuda de su sobrina y su hijo. A su abuela paterna le encantaba cocinar: “Una vez que empecé esto me encomendé a ella. Pensé que estas manos tenían que estar bendecidas, igual que las de ella porque cocinaba exquisito”.
La responsable de Empoderamiento de la Mujer de la Fundación, Laura Fernández Lord, ha destacado que “las mujeres tienen mayores barreras para acceder a una fuente de ingresos propia, y la probabilidad de estar desempleada es especialmente alta en países emergentes”. Esto hace que poner en marcha sus propios negocios, emprender, sea la mejor salida para ellas, aunque no exenta de dificultades, entre otras, el acceso al sistema financiero.
Ambar Michelle Almonte, emprendedora de Banco Adopem (República Dominicana) – FMBBVA
Por eso la FMBBVA tiene entre sus prioridades llevar a estas emprendedoras soluciones que les permitan atender sus necesidades económicas, fortalecer su confianza y crear redes de apoyo. De todas las personas bancarizadas por primera vez en las entidades de la FMBBVA en 2021, el 54% eran mujeres, según datos del Informe de Desempeño 2021 de la Fundación.
Son mujeres que viven en situaciones de pobreza o vulnerabilidad, y que salen adelante, con mucho esfuerzo y dedicación, con pequeños negocios que dan de comer a sus familias o permiten a sus hijos aspirar a una vida mejor. Según Fernández Lord, “de las mujeres nuevas atendidas por la FMBBVA en 2021, un 90% se encuentra en situación de vulnerabilidad (frente al 81% de los hombres). Esto se debe, en parte, a que tienen que asumir íntegramente las tareas del hogar y a que su ocupación es en sectores de baja productividad (el 48% del total de mujeres trabaja en comercio al por menor)”.
El papel de las mujeres emprendedoras es fundamental para conseguir cambios. Ellas son las que construyen el futuro de América Latina y con su esfuerzo lograrán una sociedad más justa y con más oportunidades.
Fuente: https://www.google.com/search?q=El+emprendimiento:+un+salvavidas+para+millones+de+mujeres+en+el+mundo&source=lmns&bih=489&biw=1024&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwiIw_zzs8T7AhV2wikDHYaVBfIQ_AUoAHoECAEQAA