Page 2 of 2
1 2

Algunas cifras sobre mujeres cubanas y resiliencia

Redacción:  IPS

La Redacción IPS Cuba comparte cuatro infografías donde se muestran en datos aportes de las mujeres cubanas y se dejan entrever brechas, de acuerdo con las escasas cifras disponibles.

Cuba no escapa al gran reto social, cultural, político y económico que representa sobrevivir a la era del cambio climático, donde cada inequidad, en especial la de género, debe ser eliminada en busca de la resiliencia o la capacidad de resistir y recuperarse de embates de cualquier tipo.

A continuación, compartimos una serie de infografías diseñadas y publicadas en nuestras redes sociales como parte del proyecto Inspiradoras, que es fruto de la cooperación de entidades cubanas e internacionales.

Mujeres cubanas y evacuación solidaria

El sistema de enfrentamiento contra desastres cubano es reconocido internacionalmente por su éxito en salvaguardar las vidas humanas. En la actualidad se apoya más en la participación ciudadana y crece la cantidad de personas evacuadas en casas de familiares, amigos y vecinos.

Entre las cifras generales de evacuación solidaria, existe un aporte femenino invisibilizado pues en estas situaciones aumenta la sobrecarga doméstica y de cuidados tanto para las familias evacuadas como para las que las acogen en sus hogares.

 

Mujeres rurales cubanas y acceso al agua

Las poblaciones rurales en Cuba confrontan las mayores dificultades para acceder al agua potable y disponer del servicio de conexión domiciliara en sus viviendas. Ello implica esfuerzos adicionales para las mujeres, que suelen llevar sobre sus hombros las tareas del hogar y de cuidados debido al machismo imperante en la sociedad.

Para disponer del vital líquido, muchas mujeres cargan grandes envases o transportar desde fuentes de abasto distantes de sus casas, además del sobresfuerzo que implica realizar las labores domésticas y de cuidados donde no existe abasto por la red hidráulica.

 

Mujeres cubanas y trabajo no remunerado

Las mujeres cubanas aportan al sostenimiento de la vida familiar y comunitaria con su trabajo no remunerado.

Cifras muestran que son las que más realizan tareas relacionadas con su vivienda, el cuidado de otras personas en su propio hogar u otro, además de otras actividades voluntarias para la comunidad en las cuales no media pago alguno. Ello les resta tiempo para actividades personales de autocuidado y esparcimiento. Cada semana realizan 14 horas más de trabajo no remunerado que los hombres en la isla caribeña.

Regiones cubanas y desigualdad de género

El único Índice de Desigualdad de Género focalizado por regiones cubanas confirma las desventajas de las mujeres del oriente cubano.

También esa región compuesta por cinco provincias presenta las cifras más altas de trabajadoras en el hogar, que realizan actividades cuyo valor económico no es reconocido monetariamente.

 

Fuente: https://www.ipscuba.net/genero/cubanas-en-resiliencia/

Comparte este contenido:

“Estamos vivas, buscando alternativas para evitar la despoblación”

Redacción: Tendencias 21

Un colectivo de mujeres de la comarca de Molina de Aragón reivindica la vida en el medio rural teniendo como base el cooperativismo

Un colectivo de mujeres de la comarca de Molina de Aragón ha puesto en marcha La Artesa, una iniciativa que reivindica la vida en el medio rural, el cooperativismo y el emprendimiento para evitar la despoblación y la demotanasia. «Estamos vivas, buscando alternativas» es lo que exponen en un elocuente video que está resonando en las redes sociales.

“Estamos vivas, buscando alternativas” es un clamor expresado por un grupo de mujeres de la comarca de Molina de Aragón que desde 2016 reivindican la vida en el medio rural, los recursos endógenos y el territorio en el que habitan bajo la filosofía del cooperativismo y la unión de personas en el camino del emprendimiento.

Se trata de una reivindicación basada en la convicción de que las sociedades no pueden vivir sin los pueblos: no hay paisaje sin paisanaje. El colectivo se llama La Artesa y aglutina en la actualidad a un total de 215 mujeres del medio rural.

Desde su puesta en marcha, La Artesa ha generado 32 espacios de encuentro entre emprendedoras y mujeres del medio rural, implicado a 10 mujeres en redes locales de comercialización y realizado 10 diagnósticos para la identificación de necesidades e de ideas de negocio en sus respectivos entornos. A través de la Fundación Cepaim que acoge el proyecto, los colectivos se distribuyen por no sólo por Molina de Aragón, sino también por Soria, Salamanca y Ciudad Real.

Potenciación de la mujer rural

La Artesa pretende que las mujeres participantes adquieran y desarrollen los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que mejoren su empleabilidad a través de asesorías individuales y grupales, acciones formativas, encuentros de intercambio de experiencias y buenas prácticas, participación en redes de comercialización, mejora de competencias sociales, laborales y personales, como la creatividad, la autonomía y la autoconfianza.

Estas mujeres emprendedoras se dedican al sector artesano, agroalimentario y sector servicios y se han unido gracias al proyecto La Artesa para facilitar y mejorar sus emprendimientos, generar sinergias entre ellas, y compartir recursos, conocimientos y apoyo emocional.

Todas han ido tejiendo una red de apoyo y a partir de la cual quieren seguir creciendo. Prueba de ello es el video que han elaborado, “Rumba rural”, un trabajo comunitario y participativo en el que demuestran la fuerza de la unión, el mensaje positivo y motivador de vivir en el pueblo, dan a conocer lo que hacen, reivindican de manera creativa a través del arte el potencial humano y la calidad de vida que hay en el medio rural, con la finalidad de repoblar los pueblos.

Consideran que una de las prioridades de la política local, regional, estatal, y europea debe ser la actuación sobre los territorios vacíos, ya que en muchas regiones de España y Europa el desequilibrio territorial es insostenible.

Alarmante riesgo de demotanasia

Ana Lamas, una de las mujeres protagonistas del proyecto La Artesa y Miembro Directiva del Club Nuevo Mundo, explica que mientras se masifican determinados núcleos urbanos, la despoblación y el riesgo de demotanasia de gran parte del territorio  es alarmante.  “Corregir este desequilibro y custodiar el territorio, es una misión que corresponde al paisanaje en su totalidad, al de las urbes y al de los pueblos”, añade.

Pone como ejemplo la España Vacía que refirió en su ensayo  Sergio del Molino y plantea la necesidad urgente de actuación en el equilibrado territorial la Serranía Celtibérica, el territorio más desarticulado de Europa, que abarca zonas de 10 provincias españolas en inminente riesgo de desaparición, portadoras de una cultura milenaria que se pretende sea reconocida por la UNESCO como “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”.

El medio rural ha ido evolucionando y transformando la realidad social que lo define, generando una población envejecida y masculinizada y una pérdida progresiva de población.

Por ello que son necesarias medidas e iniciativas de desarrollo rural, en las que se prime la incorporación sociolaboral de las mujeres rurales. La Artesa es un referente del camino a seguir para frenar la despoblación y construir el futuro a partir del potencial local y la gestión de las mujeres rurales, recuperadas para el progreso.

Fuente: https://www.tendencias21.net/Estamos-vivas-buscando-alternativas-para-evitar-la-despoblacion_a44962.html

Comparte este contenido:

Mujeres rurales en México carecen de autonomía

América del Norte/ México/ 30.10.2018/Fuente: www.lacronica.com.

Nueve de cada 10 mexicanas que viven en zonas rurales viven en condición de vulnerabilidad al carecer de acceso a educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos y alimentación, advirtió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que exhortó a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a implementar políticas públicas en beneficio de ese sector.

Con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se conmemora hoy, el organismo enfatizó que ellas enfrentan nula autonomía, lo que les impide tener tiempo para sí mismas y para generar ingresos propios, así como para sus familias y comunidades.

Sin embargo, indicó que contribuyen en gran medida a la producción alimentaria nacional, con todo y las limitaciones de tipo legal y de algunos sistemas normativos internos de sus comunidades que las excluyen de participar y tomar decisiones en torno del otorgamiento de recursos y financiamientos agrícolas.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 2016, la población estimada en el País es de 122.3 millones de personas, 23.2% habita en localidades rurales, en donde hay 104 mujeres por cada 100 hombres.

Asimismo, una de cada tres mujeres rurales se concentra en Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Estado de México, y seis de cada 10 (62.1%) se halla en situación de pobreza.

Con base en datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 93.5% de las mexicanas rurales son ubicadas en condición de vulnerabilidad, porque carecen de acceso a educación, salud, seguridad social, infraestructura de la vivienda, servicios básicos y alimentación, además, perciben 75% menos salario en comparación con el que reciben los hombres del campo.

El organismo hizo eco del reclamo de las mujeres rurales organizadas, quienes demandan el reconocimiento de sus problemas y que se parta de sus capacidades para superar las brechas de desigualdad que las afectan a nivel nacional.

La CNDH exhortó a los tres órdenes de gobierno a diseñar políticas públicas con base en las necesidades y requerimientos de ese grupo poblacional, que se les consulte sobre los proyectos que necesitan y cómo utilizar los apoyos productivos, además de tomar en cuenta la diversidad de culturas a las que pertenecen.

Instó también al Estado mexicano a impulsar y visibilizar los aportes que las mujeres rurales hacen a sus comunidades, su papel en la seguridad alimentaria, la producción y comercialización de alimentos y el cuidado de animales, así como la realización de las tareas domésticas, a pesar de la feminización del trabajo agrícola por factores que contribuyen a reproducir la pobreza en el campo mexicano, y a la falta de acceso a la educación y al empleo que afectan el goce y ejercicio de sus derechos fundamentales.

Recordó que el Comité sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés), con base en la Convención y en su Recomendación General No 34 sobre los derechos de las mujeres rurales, ha señalado este año a México que debe actualizar la infraestructura de las escuelas, especialmente en áreas rurales, incrementar los recursos financieros, humanos y técnicos asignados a la educación y cuidado de la salud de las mujeres rurales, y tomar medidas objetivas para la igualdad de oportunidades en el campo laboral.

Manifestó también la necesidad de fortalecer el apoyo institucional para garantizar el acceso al agua y al saneamiento, reforzar una estrategia nacional para la reducción de la pobreza, y que la implementación de la Agenda 2030 sea plenamente incluida y se aliente la participación activa de las mujeres en la formulación e instrumentación de las estrategias para la reducción de la pobreza.

Fuente de la noticia: https://www.lacronica.com/EdicionEnLinea/Notas/Nacional/15102018/1380423-Mujeres-rurales-en-Mexico-carecen-de-autonomia.html

Comparte este contenido:
Page 2 of 2
1 2