El Congreso vota contra diferenciación sexual de los uniformes escolares

El Diario la Educación

La iniciativa de Unidos Podemos cuenta con el apoyo de todos los grupos parlamentarios a excepción de Ciudadanos que se abstuvo y del PP que votó en contra.

La proposición no de ley de Unidos Podemos plantea la corrección de la  Ley 3/2007 de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como de las leyes educativas, para que se garantice que niñas y niños puedan ejercer la libertad de vestimenta y se garantice “la no imposición de uniformes por sexo”.

La propuesta llegó a la Comisión de igualdad de Congreso en donde la diputada de Unidos Podemos pidió que “la vestimenta sea de libre elección, que los uniformes no estén segregados por género y no se obligue a llevar falda”.

La discusión entre los partidos se centra en la concepción de cómo se lucha contra a discriminación de las mujeres. Desde Unidos Podemos entienden que el uso de uniformes diferenciados por sexos suponen la perpetuación de los roles de género, mientras que para Ciudadanos y Partido Popular, el principio de no discriminación entre hombres y mujeres ya está defendido en la legislación.

La iniciativa, aprobada por el Congreso, asegura que la diferenciación en la vestimenta podría vulnerar el principio constitucional de igualdad, además de participar en el fomento de los roles de género. “Hay un claro vínculo entre la falda y el vestido, afirma el texto, y el estereotipo de una feminidad tradicional en la que resultaría impropia la vestimenta considerada masculina como son los pantalones”.

Fuente del articulo: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/29/el-congreso-vota-contra-la-diferenciacion-sexual-de-los-uniformes-escolares/

Fuente de la imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/09/faldas-uniforme.jp

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Normas Uniformes. ONU. Discapacidad

Por: Juan Kujawa Haimovici

Uno de los principales resultados del Decenio de las Naciones Unidas para los Impedidos (término utilizado para la época), fue la aprobación por la Asamblea General el 20 de diciembre de 1993 de las Normas Uniformes sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad.

Aunque no se trata de un instrumento jurídicamente vinculante, las Normas Uniformes representan el firme compromiso moral y político de los gobiernos respecto de la adopción de medidas encaminadas a lograr la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad. Las Normas son un instrumento para la formulación de políticas y sirven de base para la cooperación técnica y económica. De allí la importancia de las Normas ISO, Covenin (1970) y Fondonorma, (2004), en nuestro país.

Las Normas Uniformes consisten en 22 normas que resumen el mensaje del Programa de Acción Mundial e incorporan la perspectiva de derechos humanos que se ha desarrollado a lo largo del decenio. Las 22 normas relativas a las personas con discapacidad están divididas en cuatro capítulos -requisitos para la igualdad de participación, esferas previstas para la igualdad de participación, medidas de ejecución y mecanismo de supervisión- y abarcan todos los aspectos de la vida de las personas con discapacidad.

La finalidad de estas normas es garantizar que niñas y niños, mujeres y hombres con discapacidad, en su calidad de miembros de sus respectivas sociedades, puedan tener los mismos derechos y obligaciones que los demás. Por logro de la igualdad de oportunidades se entiende el proceso mediante el cual los diversos sistemas de la sociedad, el entorno físico, los servicios, las actividades, la información y la documentación se ponen a disposición de todos, especialmente de las personas con discapacidad.

El principio de la igualdad de derechos significa que las necesidades de cada persona tienen igual importancia, que esas necesidades deben constituir la base de la planificación de las sociedades y que todos los recursos han de emplearse de manera de garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades de participación.

La finalidad de estas normas es garantizar que niñas y niños, mujeres y hombres con discapacidad, en su calidad de miembros de sus respectivas sociedades, puedan tener los mismos derechos y obligaciones que los demás: Igualdad de oportunidades.

Hacia fines del decenio de 1960, las organizaciones de personas con discapacidad que funcionaban en algunos países empezaron a formular un nuevo concepto de la discapacidad.  En él se reflejaba la estrecha relación existente entre las limitaciones que experimentaban esas personas, el diseño y la estructura de su entorno y la actitud de la población en general.

Los Estados deben adoptar medidas para eliminar los obstáculos a la participación en el entorno físico.  Dichas medidas pueden consistir en elaborar normas y directrices y en estudiar la posibilidad de promulgar leyes que aseguren el acceso a diferentes sectores de la sociedad, por ejemplo, en lo que se refiere a las viviendas, escuelas, hospitales, los edificios, los servicios de transporte público y otros medios de transporte, las calles y otros lugares al aire libre.

Debe consultarse a las organizaciones de personas con discapacidad cuando se elaboren normas y disposiciones para asegurar el acceso.  Dichas organizaciones deben asimismo participar en el plano local, desde la etapa de planificación inicial, cuando se diseñen los proyectos de obras públicas, a fin de garantizar al máximo las posibilidades de acceso.

Los ingenieros y arquitectos, así como otros profesionales vinculados a la temática, deben conocer y aplicar estas normas antes señaladas, y las universidades incluir en sus pénsum de estudios contenidos acerca de la accesibilidad de las personas con discapacidad al entorno físico, ya que esta es determinante para su inclusión social, educativa y laboral, entre otras.

No hay inclusión posible, sin accesibilidad prevista en el entorno social. En contrario es excluyente y discriminatorio.

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/normas-uniformes-onu-discapacidad_655849

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