El programa analítico: entre orientaciones, manuales y formatos. ¿Y el docente?

Por: Abelardo Carro Nava

 

» ¿Habrá tiempo para la elaboración de un programa analítico cuando la misma SEP no ha podido comunicar la relevancia de este proceso?»

La capacidad profesional que tienen las maestras y maestros, demostrada durante los meses en que duró la contingencia sanitaria por la COVID-19, prácticamente ha quedado en el olvido o, en el mejor de los casos, en un bello recuerdo que fue documentado por algunas instancias, organizaciones, investigadores, entre otros; por ejemplo, recuerdo con mucha claridad un documento que publicó hace unos meses la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU) intitulado: “Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por covid-19”.

Como podrá leerse en este cuaderno de investigación educativa, específicamente en su Capítulo 2 ¿Cómo vivió la comunidad escolar la experiencia durante la contingencia sanitaria?, Estrategias para dar continuidad a la enseñanza y el aprendizaje, el 75.4% de los docentes encuestados, para seguir enseñando, señalaron haber diseñado actividades y materiales adicionales a las que la Secretaría de Educación Pública (SEP) determinaba, por ejemplo: a) fichas de trabajo y guías con la programación de actividades basadas en los aprendizajes claves o esperados del plan y programas de estudios, lo cual orientó a estudiantes sin conexión a internet ni señal de televisión o con alguna discapacidad; b) incorporación de actividades enfocadas al desarrollo de habilidades socioemocionales de los estudiantes, así como lúdicas; c) creación de su propio canal de YouTube y grupos en redes sociales para mantener un contacto ágil con los estudiantes, y la generación de escuelas virtuales en las que colocaron blogs por asignatura; d) desarrollo de proyectos situados o investigaciones especiales relacionados con las preocupaciones del momento; e) aprovechamiento de Google Classroom como medio de coordinación y colaboración entre docentes, en el que compartieron materiales de apoyo y organizaron las actividades del Consejo Técnico Escolar (MEJOREDU, 2020, p. 18); esto, como ya se dijo, considerando que las maestras y maestros también desarrollaban otras tantas actividades, propias de su ejercicio, como el planear, evaluar, llenar cuanto formato enviaba la SEP, etcétera, etcétera, etcétera.

Esta emergencia sanitaria, inédita en el mundo contemporáneo, puso al descubierto la creatividad, imaginación y conocimiento de miles de profesores a lo largo y ancho de la República Mexicana; no darse cuenta de ello, sería negar que, como sujetos activos en el ámbito educativo, tienen la capacidad suficiente para desarrollar las actividades relacionadas con su quehacer profesional. Vaya, quién no recuerda a aquel maestro o maestra que durante el momento más complido de la pandemia, se trasladaba a las comunidades para dejar y recoger las guías o cuadernillos de sus estudiantes, o aquel profesor que, en su camioneta, montó un pizarrón y descargaba unas sillas para que se sentaran los niños a recibir sus clases; y bueno, ni se diga de todos los videos, audios, tutoriales, aulas virtuales, en fin, de todos aquellas acciones que, independientemente de la propuesta de gobierno Aprende en Casa, surgieron de la mente, destreza o habilidad de los docentes.

Ahora bien, si los datos o información presentada por MEJOREDU fue correcta porque reflejaba parte de una realidad latente; si lo que llegamos a observar por varias semanas y meses, en cuanto al quehacer activo de maestras y maestros como un hecho único e inigualable durante este periodo de confinamiento, ¿qué nos orilla a pensar que este mismo docente no tiene la capacidad para elaborar un programa analítico?

Cierto, como bien se dice, venimos de una larga, pero larguísima tradición prescriptiva en cuanto al currículum y planes de estudio se refiere; pero, además, de otra larguísima tradición autoritaria e impositiva de parte de las autoridades educativas que no da cabida a la propuesta, creatividad o imaginación de los profesores. Tales cuestiones, obligarían a pensar que las cosas se han hecho así porque no hay de otra; y es cierto. No verlo, sería ignorar lo que de manera “oculta” ocurre en la otra realidad educativa, la de las maestras y maestros que, a pie puntillas, tienen que atender lo que se establece en los planes de estudio porque así se les mandata, pero también, lo que determinan las autoridades educativas sobre dicho plan, además de lo que a éstas se les venga en mente. La idea es que trabajen y punto, porque ello justifica el puesto del “jefe”.

Y bueno, en medio de todo este asunto, en los últimos 20 años han aparecido quienes, por los recovecos que ha generado la SEP, han incursionado ciertas “figuras educativas” que han sabido capitalizar las demandas surgidas por el establecimiento de programas de estímulos salariales a través de carrera magisterial o de los de promoción recientemente implementados. Claro, las demandas laborales que traen a cuestas las maestras y maestros, además de las que su propio entorno social y personal les impone, obliga a buscar la manera más concreta que facilite el cumplimiento administrativo o burocrático que el mismo sistema impone.

Entonces, ¿habrá tiempo para la creatividad cuando se pide que se vea un video de la Secretaría de Educación y después se comente?, ¿habrá tiempo para la imaginación cuando en los mismos Consejos Técnicos Escolares, el supervisor de zona, requiere que los colectivos docentes se organicen para los festejos del 10 de mayo, 15 de mayo, día del estudiante, la clausura o graduación?, ¿habrá tiempo para la elaboración de un programa analítico cuando la misma SEP no ha podido comunicar la relevancia de este proceso y, por lo cual, se tiene que buscar en la red no sé cuántas orientaciones, formatos y hasta manuales cuyo costo deja a uno boquiabierto?

¿Qué pasaría si al docente se le quitara la excesiva carga administrativa que tiene asignada?, ¿qué pasaría si contara con un fortalecido sistema de formación continua que le permitiera no solo comprender lo que persigue un modelo educativo y su consecuente plan de estudio, sino todo aquello que le permite cumplir con su función?, ¿qué pasaría si le dotará de esa autonomía que tantas veces se expresa en el discurso, pero que en los hechos es relativa, y a veces hasta nula?, ¿qué pasaría con esas “figuras educativas” que hoy día, cual mercaderes o mercenarios educativos, venden manuales para la elaboración de un programa analítico si es que la SEP hiciera su trabajo y hubiera una verdadera transformación del Sistema vertical, autoritario y prescriptivo?

¡Qué cosas! Endiosamos a quienes “viven” del magisterio, sin darnos cuenta que las maestras y los maestros han sido, son y serán, los protagonistas en los distintos procesos educativos.

Referencias:

MEJOREDU. (2020). Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por covid-19. https://editorial.mejoredu.gob.mx/Cuaderno-Educacion-a-distancia.pdf

Fuente de la información:  https://profelandia.com/

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Orientaciones para elaborar trabajos académicos

Por: Emilio Vargas Santiago 

Emplear párrafos cortos, frases breves y usar las palabras con precisión.

Un número considerable de estudiantes que cursa estudios a nivel superior confronta dificultades para elaborar los trabajos académicos cotidianos que se les asignan y más todavía cuando es para concluir una licenciatura o maestría. Cabe destacar que en el país son pocas las instituciones que disponen de una guía de normas propias para la orientación del formato y del estilo para estos trabajos, por tanto, los estudiantes apelan a distintas publicaciones para realizarlos. Desde este espacio se pretende contribuir a la elaboración de distintos tipos de textos académicos.

Los trabajos académicos son una práctica fundamental en la vida académica. De ahí que el estudio de los distintos tipos de textos bajo esta denominación es de suma importancia para que los estudiantes adquieran los conocimientos necesarios para abordarlos con mayor posibilidad de éxitos, debido a que los mismos tienen una marcada característica formal y demandan prestar mucha atención al lenguaje y al estilo que emplean, a la forma de estructurarlos, a las normas para las citas bibliográficas, entre otras.

Estos trabajos presentan el resultado de una investigación, por consiguiente, deben demostrar que el estudiante posee la capacidad de investigación y reflexión al abordar un tema, estructurarlo, presentarlo y demostrar interés por la materia de estudio. Además, es un ejercicio previo al trabajo científico real y potencialmente publicable. En ese sentido, su función, como en toda publicación científica, es informar sobre una determinada materia.

Cuando el tema es sugerido por el profesor, se aconseja concretar con él el alcance del mismo. Si lo elige el estudiante es importante que escoja uno que le resulte atractivo, ya que su realización supone esfuerzo y tiempo. Se considera que elegir un tema de interés hará que la investigación y el proceso de escritura sean más satisfactorios. En cualquier caso, conviene compartir con el profesor las ideas y dudas para asegurar que se avanza por el camino adecuado.

Los tipos y las formas de estos trabajos son variados, ya que cada disciplina emplea métodos particulares. Para redactarlos hay que tener mucho cuidado con el estilo, porque deben estar escritos correctamente, los párrafos inteligibles y prestar atención a la ortografía, redacción y puntuación. Asimismo, el estudiante debe tener presente que es un texto elaborado en torno a un tema que deberá redactarse aplicando unas normas relativamente establecidas. El tema a tratar depende de la disciplina, de ahí que habrá textos académicos educativos, sociales, científicos, etc. Además, también debe tener presente que el destinatario “es siempre un lector culto, supuestamente ignorante del tema que va a desarrollar”.

Según Romero Medina (2010), todo trabajo escrito, sea una publicación científica o un trabajo académico para concluir estudios superiores o proyectos de investigación implican esta secuencia de fases: 1) Decisión: Elección del tema. 2) Documentación: Acopio de bibliografía y documentación sobre el tema. 3) Estudio del tema: Lectura rápida del material obtenido; delimitación del tema; elaboración del esquema de trabajo; lectura minuciosa de la bibliografía y elaboración de fichas de contenido. 4) Comunicación de resultados: Redacción del borrador, redacción final y publicación o entrega.

En cuanto a las partes de un trabajo, este autor establece las siguientes: 1) Introducción: Debe incluir un planteamiento claro y ordenado del tema de investigación, su importancia e implicaciones, así como la manera conveniente de abordar el estudio de los diferentes elementos que lo integran. 2) Desarrollo:Es la fundamentación lógica, minuciosa y gradual de la investigación. Consiste en hilar las ideas o datos tomados de otros autores, y combinarlos con el análisis y la reflexión. 3) Conclusión: Es la última impresión del trabajo. Se debe iniciar generalizando los logros del trabajo a manera de introducción, para luego sacar en claro ordenadamente las ideas más relevantes. Al final conviene llegar a conclusiones generales. Es pertinente complementar las conclusiones con un planteo general de las perspectivas del problema estudiado.

1) Pensar bien el tema propuesto, documentándose sobre el mismo para adueñarse del contenido. 2) Trazar un plan o guión. Evita contrasentidos, repetición de ideas, falta de lógica, incoherencias, etc. 3) Escribir con sencillez, naturalidad y claridad. Evitar la ampulosidad. Aunque se escriba sobre un tema complejo, referirse a él de modo sencillo, teniendo en cuenta que la finalidad es comunicar un pensamiento, no hacer gala de erudición. La claridad es fundamental en un texto escrito, pues toda frase mal construida es incomprensible. La claridad reside en la gramática. Por eso, tener en cuenta las concordancias, la correlación de tiempo, el empleo adecuado de las proposiciones, etc. Emplear párrafos cortos, frases breves y usar las palabras con precisión. 4) Usar correctamente los signos de puntuación. Deben estar bien colocados en cada oración. En caso contrario, modifican el sentido y dificultan la comprensión. Procurar un progresivo conocimiento del idioma y un mayor dominio del vocabulario. 5) Realizar un borrador. Hacer un escrito perfecto en el primer intento no es para estudiantes, porque siempre existen dificultades. Se recomienda hacer un borrador y someterlo a un proceso de pulimiento, de revisión  cuidadosa de la forma y el contenido.

Existen cinco estilos de redacción para comunicar por escrito lo que se desea expresar: académica, literaria, periodística, administrativa y técnica. La redacción académica es “propia del ambiente científico y universitario”. Los temas que pueden tratarse con este estilo son tan amplios, como la variedad de ciencias que existen. Es decir, pueden escribirse trabajos académicos del ámbito de la sociología, la psicología y que investiguen algún fenómeno o producto tecnológico, etc., indica  Cáceres Ramírez (2019).

Otras recomendaciones sobre la redacción apuntan al uso del estilo impersonal, donde el autor adopta la tercera persona; utilizar letras cursivas para resaltar ideas; para usar abreviaturas escribir el nombre completo la primera vez, entre otras.

La siguiente entrega abordará Tipos y estructuras de los trabajos académicos.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/orientaciones-para-elaborar-trabajos-academicos-9000291.html

Imagen: StartupStockPhotos

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La UNESCO publica una nueva guía de orientaciones dirigida a los encargados de formular políticas educativas con miras a la prevención del extremismo violento mediante la educación

03 de mayo de 2017 / Fuente: http://www.unesco.org/

La UNESCO publicó recientemente su nueva guía de orientaciones de prevención del extremismo violento mediante la educación dirigida a los encargados de formular políticas educativas en los ministerios de educación con el objetivo de ayudarles a priorizar, planificar e implementar acciones eficaces con miras a prevenir el extremismo violento mediante la educación, y contribuir a los esfuerzos en materia de prevención en el ámbito nacional.

Dicha guía, elaborada en el amplio marco de la labor realizada por la UNESCO en materia de Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM), responde a la decisión del Consejo Ejecutivo de la UNESCO aprobada en su 197a reunión (197 EX/46), en la que los Estados Miembros reconocieron la importancia de prevenir el extremismo violento mediante la educación, y solicitaron el respaldo de la UNESCO en este esfuerzo. También destaca el empeño de la UNESCO en contribuir a la implementación del Plan de Acción del Secretario General de la ONU para Prevenir el Extremismo Violento.

“La educación de calidad inclusiva y equitativa es una de las herramientas más poderosas para hacer frente a la propagación de las ideologías extremistas violentas”, afirmó Irina Bokova, Directora General de la UNESCO. “Necesitamos establecer un tipo específico de educación para crear las condiciones que puedan desarrollar las resiliencias de los educandos en lo relativo a las expresiones de odio y fortalecer el compromiso de éstos con la no violencia y la paz. Este nuevo documento de la UNESCO ofrece orientaciones que ayudan a los Estados Miembros a proporcionar programas de educación que forjan la resiliencia de los jóvenes contra los mensajes extremistas y fomentan un sentido positivo de identidad y pertenencia”.

Conjuntamente con las A Teacher’s Guide on the Prevention of Violent Extremism [Directivas para Docentes en materia de Prevención del Extremismo Violento], esta Guía dirigida a los encargados de formular políticas educativas expone las medidas que pueden aplicarse a los sistemas educativos a fin de abordar los desafíos que acarrea el extremismo violento. A modo de ejemplo podemos citar, la elaboración de políticas educativas inclusivas y de contenidos educativos no discriminatorios; la promoción de entornos seguros de aprendizaje; la formación de docentes bien capacitados y seguros y, por último, la creación de alianzas sólidas. El documento presenta también modalidades de implementación e incluye las preguntas más frecuentes.

Próximamente, la guía será publicada en francés y en otras lenguas de las Naciones Unidas. Ambos documentos pedagógicos, A Teacher’s Guide on the Prevention of Violent Extremism y Preventing violent extremism through education: A guide for policy-makers, sirven de base a los talleres que realiza la UNESCO en aras de reforzar las capacidades en lo relativo a la prevención del extremismo violento mediante la educación.

Fuente noticia: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/unesco_publishes_new_guidance_tool_for_policy_makers_on_the/

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