Compartimos este material para ambientar sus aulas, se trata de una colección de imágenes, un abecedario ilustrado con lindas imágenes listas para imprimir y colocar en tu salón de clases. Un abecedario para preescolar.
Con un diseño encantador se trata de 29 círculos que están compuestos por una letra en mayúscula, una en minúscula y además una atractiva ilustración. En nuestra página ya hemos compartido muchos otros abecedarios que te invitamos a consultarlos en el siguiente enlace.
Les recordamos que, por norma de la Real Academia de la Lengua Española, los dígrafos CH y LL ya no son parte del abecedario. Ya dependerá mucho de ustedes como aborden el tema con sus alumnos.
Les recordamos que, por temas de memoria de la página, estamos compartiendo las imágenes en la plataforma de FanPage.
América del Sur/Argentina/28-05-2021/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar
El Ministerio de Educación sanjuanino habilitó una nueva plataforma digital para la continuidad de las trayectorias educativas virtuales. Se trata de Innovatec, que fue diseñada para proporcionar a educadores, administradores y estudiantes un sistema integrado único y seguro para crear experiencias educativas personalizadas y grupales. Innovatec se suma a la plataformas que se crearon tras suspenderse las actividades escolares en 2020. La página oficial es www.san juan.magnaplus.org.
Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Lanzan-nueva-plataforma-educativa-20210522-0080.html
Sin servicios básicos, excluidos por el sistema de salud, sin documentación para acceder a programas sociales y con caminos cortados que impiden abastecerse de alimentos, ¿cómo impacta la pandemia en las comunidades indígenas de Latinoamérica?
“En esta pandemia no estamos todos en el mismo barco, estamos en el mismo mar; unos en yate, otros en lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas”. La sencilla metáfora a la que apelaron en un comunicado siete organizaciones indígenas en el estado mexicano de Hidalgo ayuda a problematizar a qué sectores sociales afectará más el impacto del coronavirus. En América Latina, los pueblos originarios aparecen entre quienes van tirando manotazos en el agua, resistiendo al menosprecio de gobernantes y ninguneados en pantallas y micrófonos.
Nulas o insuficientes medidas focalizadas o protocolos especiales; carencia de servicios básicos (principalmente agua potable); enfermedades preexistentes vinculadas a la pobreza y ausencia o lejanía de servicios de salud; complicaciones para la venta y compra de alimentos por el cierre de caminos y mercados; falta de documentación para acceder a programas sociales; poca difusión preventiva con enfoque intercultural y en lenguas indígenas. Un combo de problemáticas que dejan a gran parte de las comunidades originarias de la región en extrema vulnerabilidad. Si el panorama previo ya era de emergencia, la pandemia profundiza las desigualdades.
La conquista europea que arrasó con los pueblos que habitaban el continente no sólo tuvo la espada y la Biblia como armas principales. El factor epidemiológico fue clave: las enfermedades importadas (tifus, viruela, peste bubónica) ayudaron y mucho a diezmar a la población autóctona durante el mayor genocidio de la historia, de hecho se dice que fue la viruela la que realmente destruyó al imperio azteca. Otras epidemias, como malaria, sarampión e influenza, también hicieron estragos en territorios indígenas a lo largo de la historia. Por eso la irrupción del Covid-19 encendió las alarmas y multiplicó los reclamos de atención urgente. Su penetración en las comunidades sería trágica y le haría un gran favor a las trasnacionales extractivistas, siempre ávidas de tierras y bienes naturales.
La población indígena en Latinoamérica supera los 45 millones de personas, lo que representa el 8,3% de la región, siendo la zona de mayor densidad demográfica indígena del planeta. Se registran 826 pueblos indígenas distintos. En su informe anual de 2019, la CEPAL destacó que la pobreza de las y los indígenas es 26% mayor a la de las personas no indígenas.
Recientemente, el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) exhortó a los gobiernos de la región a propiciar una reunión específica sobre el tema y señaló que “ninguna de las fuentes de información globales o regionales incluye datos desagregados con relación a la población indígena”.
Perú: lavarse las manos con agua empetrolada
En la Amazonía peruana, los ríos se tiñeron de petróleo en las últimas décadas, multiplicando problemáticas y enfermedades. Cuatro federaciones indígenas del Departamento de Loreto alertaron sobre “las condiciones precarias en que nos ha encontrado la pandemia: un contexto de persistente contaminación petrolera que envenena el agua y los alimentos, focos de malaria o dengue, y la ausencia del Estado que a menudo implica días de viaje para asuntos básicos como llegar a un centro de salud”.
Las organizaciones reclaman medidas para evacuar a posibles afectados e “información para difundir en las comunidades con claridad, seguridad, pertinencia y en idioma indígena”. El Perú tiene más de 4 millones de personas que se identifican con una lengua diferente al castellano. Si bien algunos materiales de difusión fueron traducidos, aparece otro problema: muchas comunidades no cuentan con internet, electricidad o equipos electrónicos para trabajar con la plataforma educativa oficial “Aprendo en casa”. La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, que agrupa a unas 1.800 comunidades nativas, acusó al gobierno de “desatención evidente y reiterada discriminación” y denunció ante las Naciones Unidas “el peligro de etnocidio por la inacción del Estado peruano”.
En el Perú, donde ya se reportan tres indígenas infectados, se está dando otro fenómeno: el éxodo masivo de familias pobres que huyen de Lima a pie por el hambre y la falta de trabajo. Gran parte son indígenas que retornan con lo puesto a la sierra y a la selva.
Colombia: la pandemia de la violencia
La población indígena en Colombia –casi dos millones de habitantes, el 4,4% del total- tiene un gran desarrollo organizativo. La Organización Indígena de Colombia (ONIC) emitió por primera vez una alerta epidemiológica y activó un plan de contingencia que incluye el bloqueo de caminos permitiendo sólo el paso de transportes de alimentos y productos básicos. Desde La Guajira hasta el Amazonas, la denominada “Guardia Indígena” impide el ingreso a los poblados de turistas e instituciones privadas. Las primeras en hacerlo fueron las comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta que bloquearon el acceso al Parque Nacional Tayrona, uno de los principales atractivos turísticos. “La estrategia de prevención y contención la dividimos en tres acciones: pedagogía para entender la pandemia, control territorial a través de las guardias indígenas y movilización del conocimiento de los sabedores en medicina indígena”, explicó Ángel Jacanamejoy, dirigente de las Autoridades Tradicionales Indígenas.
La ONIC confirmó la primera muerte por coronavirus e informó que hay siete indígenas infectados y 90 bajo observación. También denunció que “la escasez de agua potable, alimentos e implementos de bioseguridad y el confinamiento por el conflicto armado agravan la situación”. Es que, más allá del Covid-19, el mayor peligro siguen siendo los grupos paramilitares. Durante el gobierno de Iván Duque ya fueron asesinados 162 indígenas. Y el hostigamiento y las muertes no amainaron durante la cuarentena. Luis Fernando Arias, consejero mayor de la ONIC, relató: “En estas últimas semanas se han venido registrando hostigamientos, sobre todo en el norte del Cauca. El genocidio contra los pueblos indígenas se ha convertido en la peor pandemia nuestra en estos últimos años”.
México: defensa zapatista
Con unas 16 millones de personas, México es el país con mayor población indígena de la región. En muchas zonas también se implementó el corte de accesos. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) declaró en alerta roja a sus comunidades y cerró sus centros organizativos “considerando la falta de información veraz y oportuna así como la ausencia de un plan real para afrontar la amenaza de la pandemia”. También colocó retenes y filtros sanitarios en el ingreso a sus comunidades y activó una cuarentena preventiva para quienes regresaron a sus poblados. El EZLN exhortó además a “no dejar caer la lucha contra la violencia feminicida y en defensa del territorio y la Madre Tierra”. El comunicado finaliza diciendo: “Llamamos a no perder el contacto humano, sino a cambiar temporalmente las formas para sabernos compañeras, compañeros, hermanas y hermanos”.
Desde la Patagonia hasta el Rio Bravo
Los mismos miedos, dilemas y exigencias se repiten por toda la geografía del continente.
En Bolivia, la Ley reconoce a 34 naciones y pueblos originarios. En el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), que contiene a 64 comunidades, denuncian la desatención del gobierno de facto, la falta de información y el desabastecimiento de medicamentos y alimentos por la interrupción del comercio. El dirigente Pedro Moye aseguró que “al área rural no llegó ningún material de bioseguridad ni medicinas ni ningún protocolo que debamos seguir en caso de registrar algún contagio. Sólo se abocaron a capitales de provincia”. Y remarcó otra dificultad: “No hay ambulancias ni medios para sacar a un enfermo rápidamente a un hospital. Esa es la preocupación más grande”.
En Brasil, donde ya hay al menos tres indígenas fallecidos y 31 contagiados, sobrevuela el fantasma no tan lejano de la gripe A-H1N1 que provocó la muerte de cientos de indígenas principalmente guaraníes. El temor al Covid-19 se potencia ya que un tercio de las muertes de indígenas en Brasil son por enfermedades respiratorias. El Foro Nacional Permanente en Defensa de la Amazonía exigió “un plan de contingencia que tenga en cuenta las especificidades de sus pueblos y sus formas de vida comunitarias, que sin duda facilitan la rápida propagación del virus”.
La otra gran amenaza se llama Jair Bolsonaro, que además de minimizar la pandemia e ir a contramano de todas las recomendaciones, dio carta blanca a la deforestación de la Amazonía y expulsó al contingente de médicos cubanos, lo que dejó a muchas comunidades sin atención sanitaria. Nice Gonçalves, periodista y activista indígena, señala: “En 2019 aumentó en 12% la mortalidad de niños por la retirada de los médicos cubanos y el desmantelamiento de la salud indígena”.
También es crítica la situación en Paraguay, donde indígenas realizan bloqueos de rutas. La organización Tierra Viva expresó: “Las estadísticas previas a la pandemia ya señalaban que el 65% de los indígenas se encuentran en situación de pobreza y más del 30% en pobreza extrema; a lo que se suma la situación actual de aislamiento que imposibilita salir a trabajar. La exclusión estructural se profundiza y el hambre golpea fuertemente a las comunidades del Chaco”.
Es por ahí
El mundo que está pariendo la pandemia deja al desnudo el rostro del sistema y abre las puertas a los debates urgentes sobre la necesidad de un nuevo paradigma civilizatorio. Tal vez sea el momento oportuno para poner el foco en las filosofías de vida que pregonan los pueblos originarios, sintetizadas en conceptos como “sumak kawsay” o “buen vivir”.
Debido a la pandemia ocasionada por la COVID-19, el Poder Ejecutivo tomó una serie de medidas acertadas para proteger la salud de la mayoría de la población. Una de las más importantes de estas medidas es la del distanciamiento social y de la suspensión de las actividades laborales no esenciales y las actividades escolares en todo el sistema educativo. En particular esta medida es muy importante para proteger la salud de nuestros alumnos de todas las edades. Sin embargo, por la manera en que se han desarrollado los acontecimientos los ministros de educación y de educación universitaria no tenía un plan de acción para afrontar esta situación. En parte podría justificarse en que se esperaba tal vez que el período de cuarentena fuera más corto. Tampoco pareciera que elaboraron un plan a posteriori, es decir, después de haber tomado la decisión de suspender las actividades académicas. La falta de un plan ha quedado revelada en las declaraciones que han dado el presidente, los ministros y otros funcionarios del gobierno. Los ejemplos abundan en las redes sociales y en los medios de comunicación tradicionales. Basta mencionar algunos ejemplos. El Presidente Maduro anunció que el resto del año escolar sería gestionado on-line, mientras que otros funcionarios han declarado que se culminará el período académico adoptando la educación a distancia. No es necesario ser un erudito en educación a distancia o en enseñanza on-line, para darse cuenta de la manera errónea en que están siendo usados esos términos. Estamos más bien ante una situación en la que hay que poner en marcha es un programa de Enseñanza Remota de Emergencia (ERE). En unas pocas líneas trataré de explicar que es la ERE y cuáles son las principales diferencias entre ésta y los otros dos tipos de educación mencionados arriba.
Comenzaré por explicar qué es la Enseñanza Remota de Emergencia (ERE) por ser esta tal vez la menos conocida en nuestro país de estos tres tipos de educación. Este tipo de enseñanza también ha recibido otras denominaciones, por ejemplo: Docencia no Presencial de Emergencia en Colombia, Aprendizaje Remoto (Remote Learning) en Estados Unidos y Educación en Emergencias, esta última de uso por algunas agencias de cooperación. No es la primera vez que un país se ve en la necesidad de suspender las clases presenciales ante alguna situación catastrófica. Bastaría con tomar como ejemplo aquellos países que sufren los devastadores efectos de conflictos militares como Irak, Afganistan y Yemén. También ha habido casos de desastres naturales que han llevado a la suspensión de actividades escolares. Ninguna de estas de la extensión de la pandemia por COVID-19. Se trata de situaciones en las que las autoridades se ven en la necesidad de suspender de manera imprevista las actividades académicas presenciales en las instituciones educativas de una región o de todo el país. Esta situación obliga a los educadores a cambiar de la enseñanza presencial a otra opción pedagógica, para la cual la mayoría de los profesores no están preparados. Se requiere de una respuesta rápida que permita continuar con el proceso educativo en otras condiciones, por lo general, con muchas desventajas en relación con la situación regular. Aquí los lapsos de planificación y elaboración de material instruccional, a ser distribuido por cualquier medio disponible, son muy cortos. Las limitaciones en recursos técnicos, financieros y humanos dificultan aún más la puesta en marcha de un plan de ERE. El abanico de opciones de medios es a veces también muy limitado, por ejemplo: la falta de electricidad o de infraestructura de comunicaciones. Cualquier opción que se adopte deberá tomar en cuenta la equidad, no se puede tolerar que justificado por la emergencia se aumente la brecha en la calidad de la educación entre los que menos tienen, la mayoría, y los privilegiados.
La educación a distancia es una opción pedagógica organizada de manera consciente para situaciones en las que el profesor y los alumnos no se encuentran juntos físicamente en el mismo lugar y con la finalidad de contribuir al pleno desarrollo de su personalidad. Tal como señalamos se trata de una opción pedagógica, una manera de concebir la educación, la cual requiere desarrolla la didáctica y la metodología adecuadas para esas situaciones. La educación a distancia no se limita al uso de un determinado tipo de tecnología, precisamente una de sus fortalezas es la democracia tecnológica, el uso de varias tecnologías de manera complementaria. Por ejemplo, en la Universidad Nacional Abierta la enseñanza se apoya principalmente en el libro impreso, llamado medio maestro, el cual es complementado por audios y vídeos, y por las asesorías presenciales y a distancia que ofrece por medio de los asesores en los centros locales y oficinas de apoyo a todo lo largo y ancho del país. Incluso algunos profesores han diseñado sitios web, blogs, etc. de apoyo a los cursos bajo su responsabilidad. Organizar una institución o un programa de educación a distancia es una tarea que requiere de planificación, de tiempo y de muchos recursos técnicos, humanos y financieros. Escribir un libro para un curso a distancia es un proceso que puede durar un año o algo más, incluyendo el diseño de material complementario, si se cuenta con el apoyo suficiente para la tarea, tal como: diseñador instruccional, ilustrador, diseñador gráfico, corrector de estilo, productor (para vídeo o audio), etc. La educación a distancia surge ante la necesidad de llevar educación formal a amplios sectores de la población en extensas regiones. Podemos tomar como un ejemplo los inicios de la educación a distancia como educación por correspondencia, en la extinta Unión Soviética, donde para el lapso 1959-1960 unas 925.000 personas de varias de las repúblicas soviéticas seguían cursos bajo esta opción pedagógica. Un comentario al margen, siempre me llamó la atención que ninguno de los dos gobiernos de la Revolución Bolivariana ha adoptado la educación a distancia como opción pedagógica para la Misión Sucre o las otras misiones educativas.
La enseñanza on-line podría considerarse como una variante de la educación a distancia. Se diferencia de ésta por estar basada por lo general en una única tecnología, la world wide web. Distribuir enseñanza, o promover el aprendizaje por medio de esa tecnología requiere de mucha preparación y de la disponibilidad de muchos recursos económicos y tecnológicos. Exige de parte del estudiante el acceso regular a aparatos digitales, como teléfono inteligente, tabletas o computadoras, y a una conexión a internet de banda ancha confiable. Esa es una de las grandes desventajas de la educación on-line, su alta dependencia de la tecnología. Esta condición contribuye a aumentar la brecha ente quienes tienen acceso a tecnologías digitales y quienes no lo tienen, creando así una nueva forma de discriminación. En cuanto a la implementación de programa de educación on-line, tenemos que se estima que un profesor, contando con todos los recursos necesarios, se puede tomar entre seis y nueve meses en diseñar un curso on-line. También se estima que aún después de tres períodos gestionando el curso el profesor todavía hace ajustes al mismo.
En conclusión, hemos indicado a grandes rasgos algunas de las diferencias entre la Educación Remota de Emergencia y la educación a distancia y la educación on-line. Quiero finalizar resaltando dos aspectos, uno de tanto la educación a distancia como la educación on-line requieren de planificación cuidadosa y de recursos para que cumpla sus fines; mientras que la ERE no deja mucho espacio para la planificación y, por las dramáticas situaciones en que se activa, se debe realizar por lo general con limitados recursos. En todos los casos es muy importante mantener en mente la justicia social, no permitir que la adopción que una determinada tecnología o método aumente la brecha entre las mayorías y los privilegiados. Una lección que podemos aprender de esta situación es que los ministerios de educación deberían diseñar planes de ERE para futuras emergencias.
Una nueva red social, llamada PESEDIA, utiliza inteligencia artificial (IA) y juegos educativos para advertir a los adolescentes del alcance y los riesgos de la información que van a publicar en internet. Ha sido desarrollada por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia.
PESEDIA se basa en técnicas de inteligencia artificial e incluye diferentes juegos educativos. Esta red social, desarrollada por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) es capaz de advertir al usuario de forma muy gráfica sobre el alcance y riesgos de la información que va a publicar. Incluye también un analizador de contenido que detecta información sensible del usuario y es capaz de discernir sus sentimientos y nivel de estrés al escribir sus mensajes.
La red incluye un analizador de contenido que detecta información sensible y es capaz de discernir el nivel de estrés al escribir los mensajes
“Se trata de una red dirigida principalmente a adolescentes, ya que nuestro objetivo es que sirva como una plataforma educativa en el uso de las redes sociales. Hasta el momento, se ha utilizado ya en talleres de las cuatro últimas ediciones de l’Escola d’estiu de la UPV, con los niños y niñas de entre 11 y 14 años. Ahora bien, nuestro objetivo es poder trasladar la tecnología desarrollada a otras redes sociales para que pueda ser usada no solamente por adolescentes, sino por un público más general, que desee disponer de un agente personalizado asesor en privacidad”, destaca Estefanía Argente, investigadora de la UPV.
Para el desarrollo de PESEDIA, el equipo clasificó la sensibilidad de diferente información del usuario: edad, nombre, fecha de nacimiento, peso… y así hasta 74 variables distintas. Además, identificó aquellos factores más relevantes que hacen que un usuario acepte determinadas sugerencias mientras navega por la red social.
“También hemos desarrollado un módulo que permite analizar los datos de velocidad y forma de escritura de los usuarios cuando escriben mensajes en PESEDIA, información de la que se puede inferir los sentimientos y niveles de estrés del usuario”, explica Argente.
‘Paternalismo blando’
Con todo ello, los investigadores propusieron dos mecanismos de ‘paternalismo blando’ que ofrecen información al usuario sobre el riesgo para la privacidad de publicar un determinado contenido. Según la investigadora, esta idea consiste en mostrar mensajes al usuario, del tipo: “El riesgo de privacidad de tu mensaje es alto; la publicación podrá ser vista por más de 1000 usuarios”, con el fin de tratar de influir en su decisión, pero sin limitarla.
Usa también mecanismos de argumentación y persuasión para informar sobre el riesgo de privacidad de las publicaciones
Explica que han trabajado con lo que se denomina ‘empuje mediante imágenes’ mostrando, por ejemplo, las imágenes de perfil de algunos de los usuarios a los que podría llegar su mensaje, y con ‘empuje mediante números’ para indicar cantidades de usuarios a los que alcanzará la publicación.
“En este sentido –dice Argente– advertimos al usuario de que podría estar dando información de dónde está o a dónde va, y podemos darle más razones para ayudarle a decidir sobre si publicar o no el mensaje correspondiente, en función de la audiencia del mensaje, del contenido del mismo –si revela datos médicos, personales–, y a los posibles problemas sociales que pudiera ocasionar. Por ejemplo, si el mensaje implica a terceras personas que podrían verse afectadas”.
Referencia bibliográfica:
J.Alemany, E.del Val, J.Alberola, A.García-Fornes. “Enhancing the privacy risk awareness of teenagers in online social networks through soft-paternalism mechanisms”. International Journal of Human-Computer Studies. DOI:10.1016/j.ijhcs.2019.03.008
Fuente:
UPV
Fuente e Imagen: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Un-Facebook-con-IA-para-que-los-adolescentes-usen-las-redes-sociales-de-manera-segura
Ante los cambios sociales, políticos, ambientales, económicos y tecnológicos que estamos viviendo, uno de los retos que enfrenta la educación actualmente es desarrollar y fortalecer en los alumnos aquellas habilidades y competencias meramente humanas que los distingan de las máquinas.
Estas habilidades, conocidas como “habilidades del siglo XXI” o “habilidades blandas” (soft skills en inglés), a nosotros nos gusta denominarlas Power Skills o “Habilidades poderosas”, porque de suaves no tienen nada. Algunos ejemplos de estas habilidades son la comunicación, organización, trabajo en equipo, pensamiento crítico, creatividad, adaptabilidad, entre otras.
Pero, ¿cómo podemos desarrollar estas habilidades? Ha nacido una plataforma que busca, a través de su original metodología, generar un ecosistema de aprendizaje que además de desarrollar estas habilidades ya mencionadas, empodere a los estudiantes a través de retos reales que los preparen no solo para la vida laboral sino en todos los ámbitos de su vida.
Esta plataforma se llama BeChallenge y nació en Barcelona gracias al programa de emprendimiento en educación «Edutech» de la plataforma HUBBIK, lanzado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en 2017. Su fundador, Xavier Pascual, es profesor y emprendedor educativo.
¿Qué es BeChallenge?
BeChallenge es una plataforma de aprendizaje mediante metodologías activas donde se pueden generar flujos de trabajo guiado basados en Design Thinking y llevar a cabo procesos de aprendizaje centrados en las/los estudiantes, de una manera digital, social y gamificada.
BeChallenge basa su metodología en tres elementos: Design Thinking, Aprendizaje Basado en Retos y el aprendizaje colaborativo. Estos elementos buscan crear un aprendizaje auténtico y real donde los alumnos protagonicen su aprendizaje y sean conscientes de su impacto.
Queremos inspirar y guiar a los innovadores para crear avances que permitan un mundo de conocimiento, un mundo en el que cada hombre, mujer y niño sea capaz de marcar una diferencia positiva en el mundo con sus habilidades y virtudes
Recientemente BeChallenge y Reimagine Education Lab anunciaron un acuerdo de colaboración estratégico para impulsar y facilitar los procesos de innovación y cambio educativo. Esta sinergia busca apoyar a todos aquellos educadores y directivos que desean transformar la educación a través de una nueva plataforma que apoye el cambio, pasando de estructuras instruccionales a estructuras de generación de conocimiento entre iguales.
Pero antes de contarles cómo funciona esta plataforma, es necesario definir uno de sus pilares: el Aprendizaje Basado en Retos. ¿Qué es el Aprendizaje Basado en Retos?
El Aprendizaje Basado en Retos (ABR) es un enfoque pedagógico que involucra activamente al estudiante en una situación problemática real, relevante y de vinculación con el entorno, la cual implica la definición de un reto y la implementación de una solución. Se centra en la adquisición de nuevos conocimientos y el desarrollo de competencias y habilidades blandas a partir del surgimiento del reto.
El Aprendizaje Basado en Retos tiene sus raíces en el Aprendizaje Vivencial, el cual tiene como principio fundamental que los estudiantes aprenden mejor cuando participan de forma activa en experiencias abiertas de aprendizaje, que cuando participan de manera pasiva en actividades estructuradas. El Aprendizaje Vivencial ofrece a los estudiantes la oportunidad de aplicar lo que aprenden en situaciones reales y encontrar ellos mismos las soluciones a estos problemas.
¿Cómo funciona BeChallenge?
BeChallenge ha desarrollado una metodología propia y un completo ecosistema de aprendizaje en el que se potencia la formación de las habilidades que nos hacen humanos, aquellas que nos distinguen de las máquinas y que popularmente son conocidas como “habilidades blandas” o habilidades del siglo XXI. En específico, la creatividad, el pensamiento crítico, la colaboración, la comunicación y la resolución de problemas. Estas habilidades se desarrollan colaborativamente a través de cuatro principales etapas: investigación, discusión, creación y entrega.
Gráfico: BeChallenge.
Para potenciar estas habilidades, los alumnos deben resolver retos reales vinculados a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, los cuales tienen un impacto social y ambiental.
La plataforma ofrece más de 25 retos ya creados que pueden utilizarse y adaptarse o, si lo prefieren, también se pueden crear nuevos retos. Estos retos se dividen en dos tipos: Retos Express (3 Fases) o RetosCompletos (7 Fases), de acuerdo a las necesidades específicas de cada usuario.
¿A quién está dirigido BeChallenge?
La plataforma está dirigida para docentes, estudiantes, directivos académicos, emprendedores, empresas de formación y para aquellas personas quieren cambiar el mundo.
Imagen cortesía de BeChallenge.
BeChallenge también está dirigida a empresas que buscan formar a sus empleados a través de un aprendizaje real basado en el Design Thinking y el aprendizaje social mediante retos.
Estados Unidos / 14 de julio de 2019 / Autor: Miriam Schuager / Fuente: wwwhat’snew
Google lanzó un nuevo recurso educativo que ayudará a los docentes a enseñar programación a sus estudiantes.
Esta nueva herramienta se encuentra en Code with Google y tiene como objetivo ayudar a los educadores a crear un plan de estudio para clases de Ciencias de Computación basado en las necesidades de sus estudiantes.
Por ejemplo, hay un currículo basado en CS First, la plataforma de Google para enseñar programación utilizando Scratch. Hay actividades sugeridas que los educadores pueden realizar con niños de 9 a 14 años. Pueden implementar estas temáticas por clases o escoger aquellas que se adaptan a los conocimientos que ya tienen los estudiantes.
Siguiendo esta dinámica encontrarán una guía, planes de lecciones, un folleto informático y una hoja de soluciones. Cada una de las opciones se puede utilizar para crear un programa personalizado para cada clase o grupo de estudiantes.
Google también brinda otras sugerencias para acercar a los niños a la programación como la app Grasshopper, con ejercicios desde iOS y Android. Así como herramientas que los docentes pueden evaluar para la enseñanza o para incentivar a los niños a dedicar pequeños períodos de tiempo a realizar prácticas de programación.
Y aquellos educadores comprometidos también se pueden informar sobre los programas de becas (no disponible en todas las regiones) y ayudar a sus estudiantes a trabajar para conseguirlas.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
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