#BoldForChange: Grupo Banco Mundial ayuda a promover la educación de las niñas y las mujeres

Por: Banco Mundial/01-12-2017

Dado los desafíos y riesgos que las niñas y las mujeres enfrentan y deben superar, la campaña#BeBoldForChange (i) con ocasión del Día Internacional de la Mujer de 2017 es apropiada y un claro llamado a la acción. El apoyo a las niñas y las mujeres es fundamental para los dos objetivos del Grupo Banco Mundial de poner fin a la pobreza extrema a más tardar en 2030 y promover la prosperidad compartida.

En abril de 2016, el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, anunció el compromiso de la institución de invertir USD 2500 millones en el curso de un quinquenio en proyectos de educación en beneficio directo de las adolescentes. En menos de un año, el Grupo Banco Mundial ya ha comprometido USD 600 millones en proyectos que fomentan cambios positivos mediante la educación y el empoderamiento de las adolescentes. Dos de los ejemplos más recientes incluyen proyectos en Uruguay y Haití.

Uruguay

En Uruguay, las niñas y las mujeres se enfrentan a muchos casos de violencia por razón de género en la escuela. Su desempeño escolar se ve impactado negativamente por estereotipos de género en los planes de estudio, a lo que se suma la falta de conciencia social e inclusión en las aulas. Esto se relaciona directamente con los estereotipos de género existentes en la sociedad uruguaya que tienen impactos a largo plazo en las oportunidades de desarrollo de las mujeres, tales como oportunidades de empleo. Para el Gobierno es de máxima prioridad abordar los prejuicios que enfrentan las niñas y las mujeres.

El Proyecto de mejoramiento de la calidad de la educación inicial y primaria en Uruguay, (i) por un monto de USD 40 millones, incorporará una serie de actividades para entregarles a los maestros nuevas herramientas que les permitan abordar el tema de la desigualdad de género. El proyecto apoyará sesiones de capacitación que fomenten la toma de conciencia de las dimensiones de género en el aprendizaje, en particular normas sociales arraigadas sobre la masculinidad y la femineidad. En el marco del proyecto también se realizará un estudio a nivel nacional sobre la igualdad de género que servirá de punto de referencia para el Plan de Acción de Igualdad de Género 2017-2020, cuyo objetivo es abordar los desafíos que enfrentan las niñas en la escuela.

“Esperamos que esto ayude a catalizar soluciones de largo plazo, como el aumento del acceso de las mujeres al mercado laboral y la prevención de la violencia doméstica contra las mujeres y las niñas”, dijo Reema Nayar, gerenta de Prácticas de Educación en la región de América Latina y el Caribe del Grupo Banco Mundial.

Haití

En Haití, una gran cantidad de niñas abandona la escuela a temprana edad. Esto se vincula con factores sociales, como el matrimonio precoz. Los últimos estudios indican que el 17 % de las niñas se casa a los 18 años de edad.

Recientemente, se aprobó un proyecto destinado a proveer educación de calidad en Haití (i) por un monto de USD 30 millones. Este incluirá intervenciones que incorporarán las cuestiones de género en el diseño de la infraestructura de saneamiento, la capacitación docente y las actividades comunitarias con el fin de promover el acceso de los niños a una educación primaria de calidad y la finalización de los estudios por parte de los alumnos.

El Proyecto de Educación para Todos de Haití promueve la asistencia y la finalización de la educación primaria mediante un programa de exención de aranceles escolares. Una de las beneficiarias es Jessica Prudent, de 11 años de edad, quien cursa el sexto grado y vive en uno de los barrios más pobres de Puerto Príncipe, la capital haitiana. Jessica ahora está en camino de hacer realidad sus sueños.

“Me gustaría ser enfermera, así si alguno de mis familiares se enferma, podría cuidarlos. Para conseguirlo, tengo que terminar la escuela; debo estudiar mucho para pasar de curso”, dijo. En Haití, solo el 50 % de los estudiantes finaliza la escuela primaria a tiempo, y Jessica lo ha logrado.

Educación y actividades que promueven el empoderamiento, un apoyo para las niñas y las mujeres

Tomar medidas audaces para empoderar a las niñas y las mujeres es una obligación a nivel mundial, que se refleja en las prioridades, los estudios analíticos y las inversiones del Grupo Banco Mundial: desde la implementación de la Estrategia de género (i) y las investigaciones sobre la escolarización de las niñas (i) en Zambia y Malawi al apoyo a las niñas refugiadas sirias (i) para que asistan a la escuela en Líbano y la entrega de vales de matrícula para adolescentes vulnerables (i) en Punjab, Pakistán.

*Fuente: http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2017/03/08/boldforchange-wbg-helps-advance-education-for-girls-and-women

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La educación de las niñas es un antídoto contra la violencia

Por: Valeria Méndez de Vigo 

Se cumple ahora un mes del secuestro de 276 niñas y jóvenes de una escuela de Chibok, en el Estado de Borno, al noroeste de Nigeria, por el grupo terrorista Boko Haram. Los medios de comunicación se han hecho eco de la estremecedora noticia y las redes sociales se han llenado de fotos de numerosas personalidades con el hashtag Bring back our girls. No se trata de un caso aislado, sino que son muchos los casos en los que la educación es objeto de violencia, como señala UNESCO en su Informe Una crisis encubierta: conflictos armados y educación.

Sin llegar a esta violencia tan radical y explícita, todavía hoy hay 57 millones de niños y niñas- 31 millones son niñas- que no tienen acceso a la educación. Solo en Nigeria, hay diez millones de menores sin escolarizar- el 44% son niñas-. De las 774 millones de personas analfabetas en el mundo, dos tercios son mujeres. Tal y como señala UNESCO, sólo el 20% de los países de bajos ingresos tienen igual número de niñas que de niños en primaria. En Sudán del Sur, por ejemplo, una joven tiene el triple de posibilidades de morir de parto que de finalizar la primaria.

Pero estas niñas y jóvenes de Chibok iban a la escuela, sobreponiéndose a obstáculos prácticamente insalvables como la pobreza, el trabajo en el hogar, las prácticas sociales discriminatorias y los entornos inseguros y violentos. Y han sido víctimas de la violencia por ejercer el derecho a esa educación que les permitirá aumentar sus ingresos en el futuro, obtener un trabajo, evitar los matrimonios tempranos, espaciar los embarazos, ser conscientes de sus derechos o participar en las decisiones que les afectan. En definitiva, transformar sus vidas y las de sus comunidades. Por ello, la violencia contra ellas supone un ataque contra cualquier atisbo de transformación individual o colectiva.

¿Cómo se puede promover la educación de las niñas en condiciones de seguridad y equidad en Nigeria y en otros países del mundo?

Es evidente que el gobierno de Nigeria y la comunidad internacional deben hacer todo lo posible para rescatar a las niñas y jóvenes secuestradas y establecer los sistemas y mecanismos necesarios para que estos delitos no queden impunes. También deben asegurar la protección de las niñas y garantizar su derecho a la educación gratuita y de calidad. En Nigeria y en otros países hay que destinar la suficiente inversión y aplicar incentivos y becas para niñas y jóvenes. Hay que tomar medidas para que las escuelas sean lugares accesibles, seguros y libres de violencia. Es necesario propiciar que las escuelas sean espacios de aprendizaje con calidad y con equidad y procurar formación a docentes para que sean sensibles a las cuestiones de género, contratar a maestras que puedan servir como modelos y eliminar los estereotipos sexistas de los currículos, los materiales de enseñanza, las prácticas docentes o la gestión de las escuelas.

No hay nada más transformador de una realidad injusta, no hay mayor antídoto contra la violencia y la sinrazón, que la educación de las niñas y las mujeres. Como bellamente expone Malala Yousefai, la joven activista pakistaní tiroteada por los talibán por ejercer su derecho a la educación: «Libremos una gloriosa lucha contra el analfabetismo, la pobreza y el terrorismo, levantemos nuestros libros y nuestros lápices, pues son las armas más poderosas. Una niña, una maestra, una pluma y un libro pueden cambiar el mundo. La educación es la solución«.

[Pueden leer más sobre este asunto ene l informeLas niñas a clase. Una cuestión de justicia, publicado por Entreculturas en 2011.]

Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/05/14/3500_millones/1400043600_140004.html

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