América Central/Honduras/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu
Desde la reelección del mandatario en 2017 aumentaron en la nación centroamericana las denuncias de amenazas, secuestros y asesinatos en ‘total impunidad’ tal como denunció el comisionado nacional de derechos humanos Roberto Herrera Cáceres, quien considera que esa realidad pone freno a la resolución de las situaciones de violencia.
Otra de las acciones de represión contra la denuncia ciudadana se expresa a través del boqueo de acceso a sitios digitales como el del grupo de defensores y promotores de los Derechos Humanos en Honduras aciparticipa.org.
La directora de la entidad, Hedme Castro, en reiteradas ocasiones denunció a medios locales casos de menores de edad que fueron sacados por la fuerza de sus centros educativos, quienes resultaron víctimas de las torturas y luego aparecieron asesinados.
ACI-Participa desde redes sociales revela con frecuencia cómo las mujeres que defienden los Derechos Humanos son víctimas de la estigmatización, la criminalización, además de que resultan perseguidas y amenazadas.
Algo similar sucede con los defensores de los grupos sexo diversos que consideran la existencia de una ‘política de estado encubierta para el exterminio y la limpieza social’ de esos colectivos.
Organizaciones de Derechos Humanos locales denuncian el aumento de los asesinatos selectivos de líderes sociales y alertan sobre las intimidaciones de que son víctimas quienes participan en actividades de protestas contra las autoridades del país centroamericano.
Los familiares de las víctimas ven pasar los años sin avances en las investigaciones de los hechos que en su mayoría son realizados por paramilitares o miembros de las fuerzas castrenses del país.
Otro sector afectado por la violencia selectiva son las etnias y tribus indígenas que han realizado diversos llamados a las autoridades y cuerpos de seguridad para defender la paz y la integridad física de esta población.