UNICEF: Uno de cada tres jóvenes ha sido víctima de acoso cibernético

Redacción: Noticias ONU

Las redes sociales como Facebook, Instagram, Snapchat y Twitter son los lugares más comunes para este tipo de acoso que no se limita a jóvenes de altos ingresos y se puede encontrar desde el África Subsahariana hasta América Latina. También se realizan grupos en línea y de mensajería instantánea para intimidar. UNICEF pide medidas para acabar con este flagelo.

Una encuesta realizada por el Fondo de la ONU para la Infancia en 30 países y a más de 170.000 estudiantes reveló que uno de cada tres jóvenes ha sido víctima de acoso cibernético, y uno de cada cinco ha tenido que faltar a la escuela por esa razón.

El estudio fue realizado conjuntamente por UNICEF  y la oficina de  la Representante Especial de la ONU sobre la Violencia contra los Niños, Najat Maalla Mjid, a través de la herramienta U-Report, que les permitió participar de manera anónima a través de SMS y mensajes instantáneos. 

Casi tres cuartas partes de los encuestados dijeron que las redes sociales como Facebook, Instagram, Snapchat y Twitter son el lugar más común para este tipo de acoso.

«Las aulas conectadas significan que la escuela ya no termina una vez que un estudiante abandona la clase y, desafortunadamente, tampoco lo hace el acoso escolar. Mejorar la experiencia educativa de los jóvenes significa tener en cuenta el entorno que encuentran tanto en línea como en otro lugar», dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.

A los jóvenes también se les preguntó quién debería ser responsable de acabar con el acoso. Un 32% aseguró que los Gobiernos, un 31% los mismos jóvenes y un 29% las empresas de internet.

ONU/Kim Haughton
Escultura de la exposición Cyber Cocoon Kids. Los artistas Kevin Wang y Xie Long la crearon para representar el aislamiento potencial que pueden sentir los niños con el ciberacoso.

«Uno de los mensajes clave que podemos ver claramente en sus opiniones es la necesidad de la participación y asociación de niños y jóvenes. Estamos juntos en esto y debemos compartir la responsabilidad en sociedad», dijo Maalla Mjid.

Los resultados de la encuesta también desafían la noción de que el ciberacoso entre  compañeros de clase es una situación exclusiva de las escuelas para jóvenes de altos ingresos.

El 34% de los encuestados en el África subsahariana dijeron ser víctimas de acoso en línea, y alrededor del 39% dijo que conocía grupos de chat privados dentro de la comunidad escolar, donde los niños comparten información sobre sus compañeros con el propósito de intimidar.

Acabar con la violencia

Como parte de la campaña de UNICEF #ENDviolence (acabar con la violencia) en y alrededor de las escuelas, niños y jóvenes de todo el mundo redactaron un Manifiesto de la Juventud en 2018, pidiendo a los gobiernos, maestros, padres que garanticen que los estudiantes se sientan seguros dentro y fuera de las aulas, y que incluya a internet.

«En todo el mundo, los jóvenes de los países de ingresos altos y bajos nos dicen que sufren acoso en línea, que les afecta a su educación y que quieren que se detenga», dijo Fore. «Al conmemorar el 30 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, debemos asegurarnos de que estas garantías estén a la vanguardia de las políticas de seguridad y protección digital», agregó.

Más de 170.000 jóvenes de 13 a 24 años participaron en la encuesta  de U-Report, incluidos jóvenes de Albania, Bangladesh, Belice, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ecuador, Francia, Gambia, Ghana, India, Indonesia, Iraq, Jamaica, Kosovo, Liberia, Malawi, Malasia, Malí, Moldavia, Montenegro, Myanmar, Nigeria, Rumania, Sierra Leona, Trinidad y Tobago, Ucrania, Vietnam y Zimbabwe.

Para ayudar a terminar con el acoso y la violencia en línea, UNICEF llama a las autoridades a:

•    Implementar políticas contra el acoso y el ciberacoso.

•    Establecer líneas telefónicas de ayuda nacionales para niños y jóvenes

•    Promover estándares y prácticas éticas entre los proveedores de redes sociales

•    Recopilar datos sobre el comportamiento en línea de niños y jóvenes para informar y orientar políticas.

•    Capacitar a los maestros y padres para abordar el acoso cibernético y el acoso escolar, particularmente para grupos vulnerables.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/09/1461612

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Estados Unidos: El 71% del consumo de video de los adolescentes se reparte entre Netflix y YouTube

Estados Unidos / 28 de octubre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Economía Hoy

Los adolescentes gastan tres cuartas partes de su consumo de video entre Netflix y YouTube; además de que Instagram ha ocupado el lugar de Snapchat como la red social más usada por este grupo demográfico en Estados Unidos, según un estudio de la consultora Piper Jaffray.

La encuesta anual estudia las tendencias en el consumo de adolescentes con una edad promedio de 16 años y revela cuales son sus actividades, canales de compra y marcas favoritas.

Según Piper Jaffray, Instagram y otras aplicaciones basadas en imágenes están a la cabeza en cuanto a uso entre adolescentes. Con un 85% de preferencia, Instagram ya está por encima de Snapchat, que obtuvo un 84%, y ambas están muy por encima de Twitter (47%) y Facebook (36%).

Los adolescentes pasan el 38% de su consumo diario de video en Netflix, una caída respecto a la encuesta que la firma realizó la primavera pasada, cuando el porcentaje para Netflix era de 39%. La segunda plataforma preferida para los encuestados fue YouTube, con un 33% del tiempo diario, que duplica al tiempo que pasan viendo televisión por cable o satélite (16%).

Fuente de la Noticia:

https://www.economiahoy.mx/consumo-eAm-mx/noticias/9472400/10/18/El-71-del-consumo-de-video-de-los-adolescentes-se-reparte-entre-Netflix-y-YouTube.html

ove/mahv

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Consejos para estudiar en tiempos de apps

Redacción: El País

Concentrarse es cada vez más difícil, en especial cuando tenemos Instagram y otras redes al alcance de la mano. ¿Cómo lograrlo?

Julio, para los universitarios, es uno de esos meses en los que todo se vuelve gris y sentimos (me incluyo, porque me pasó) que nada tiene sentido, que no vamos a poder, que esto de estudiar no es para nosotros, que la cabeza se nos va a partir al medio si leemos un libro más, que aunque todos pudieron nosotros no vamos a poder. Nos cuestionamos existencialmente la elección de la carrera, queremos volver al liceo, nos insultamos a nosotros mismos por habernos inscripto en tantos exámenes, por no haber exonerado tal o cual materia, por esa convicción maldita que nos dice que si hubiéramos estudiado más durante todo el semestre, hoy no estaríamos tan tan tan estresados. Esto del estrés en julio es una cuestión de empatía entre los estudiantes. Solo ellos saben y entienden lo que se siente estar con el agua al cuello, cansados, sin dormir, y tener que seguir remándola un poco más, un examen más. Solo ellos saben de qué se trata eso de que la concentración dura poco, eso de tener que luchar contra WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat y todas las redes y aplicaciones que siempre resultan más interesantes que sentarse a estudiar.

Sin embargo, queridos estudiantes, no están solos. Todos hemos pasado por lo mismo y no es verdad eso de que no sirven para esto. Todos pudimos, ustedes también van a poder. Y en esta nota van unos consejos para poder organizar mejor el caos de los exámenes (de julio, de diciembre o de febrero, da lo mismo) y para que el celular no le gane a nuestra voluntad.

Planificá (sé realista).

«Si bien pasamos muchos años de nuestra vida estudiando, nadie nos enseña cómo hacerlo de forma efectiva», dice la psicóloga Verónica Orrico. «La mayoría de la gente cree que para salvar un examen solo hay que estudiar mucho. Sin embargo, hay otros factores que si son manejados adecuadamente, también contribuyen a mejorar el rendimiento académico», agrega. Lo primero que hay que hacer, entonces, para evitar que la ola de las materias y sus diez temas nos pase por encima, es organizarse.

Para eso, hay que ser realista y tener en cuenta el tiempo que tenemos para preparar cada materia y cada tema. «Lo primero que el alumno tiene que hacer es organizarse el material, asegurarse de que tenga todo para comenzar. Luego puede hacerse una especie de calendario, pensando cuantos días y horas necesita cada tema para prepararse. En base a eso puede decidir cuántas materias realmente pueda dar en ese período», explica Mariana Álvez, psicóloga. «Lo mejor es siempre asegurarse salvar, aunque sean solo dos materias, porque a veces nos enloquecemos estudiando y nos mareamos con tanto material en la cabeza. Vayamos a las que tengamos más posibilidades de realmente conquistar, las que nos cuestan más van a requerir de mayor tiempo de estudio y esfuerzo mental, por lo tanto tendremos que ser conscientes de comenzarlas a preparar con mucha antelación».

Más de una a la vez.

A veces no hay otra opción, tenemos dos, tres, cuatro, cinco exámenes para dar en un mismo período y todo puede parecer un caos de fotocopias, libros y materiales que nada tienen que ver unos con otros. Sin embargo, aunque pueda parecer que no, preparar más de una materia a la vez, tiene beneficios. «Incluso algunos estudios afirman que variar en los temas de estudio mejora la memoria a largo plazo», dice Orrico. Pero, para poder lograrlo, hay que intentar seguir el calendario a rajatabla y ponerse metas (concretas y realistas) para lograr cada día sin terminarlo con un lío de materias y temas en la cabeza. «Un error frecuente en los estudiantes es que dedican mucho tiempo a aprender los primeros temas y luego deben estudiar los últimos de manera rápida y superficial, e incluso dejar alguno de lado», sostiene la especialista. «Por eso, antes de empezar a preparar un examen, es conveniente hacer un cronograma o agenda, estableciendo de antemano cuánto tiempo dedicarán a cada tema y dejando por lo menos un día para el repaso».

No celular.

No alcanza solo con poner el celular en silencio, desconectar Internet o colocarlo en modo avión. Basta con tenerlo al alcance de la mano para querer revisarlo, por más que sepamos que nada nuevo sucedió allí. «Una clave para mejorar la concentración y aprovechar el tiempo de estudio es evitar las interrupciones digitales, es decir los sonidos, alertas y notificaciones del celular o la computadora. Cuando estas aparecen, atraen la atención de manera refleja y automática. Aunque no las respondamos, hay un pequeño «secuestro atencional» que resta eficiencia. «Estas distracciones pueden disminuir hasta un 50% nuestro rendimiento», explica la psicóloga Orrico. Por eso, lo mejor es dejarlo lejos del alcance de la mano o, directamente, ponerlo en otra habitación. «Los dispositivos electrónicos son seductores porque activan los centros de placer de nuestro cerebro, cuando vemos el celular, siempre hay una expectativa inconsciente de que vamos a recibir algo importante o nos va a llegar una novedad, es estar esperando siempre lo nuevo y esa especie de adrenalina es adictiva», agrega Álvez.

Exámenes viejos.

Conseguir (en varias facultades están disponibles) exámenes o parciales de años anteriores de la materia, puede ser una guía para probarnos. «Esto nos permite saber cuán preparados estamos y qué temas debemos releer y nos coloca en una situación similar a la de esta prueba. Incluso lo podemos hacer controlando el tiempo y evaluar si lo estamos administrando correctamente», dice Orrico. Sin embargo (y esto es un error común, especialmente por la falta de tiempo o por haberlo administrado mal) no podemos basar nuestro plan de estudios solamente en base a los temas que frecuentemente se preguntaron en años anteriores. Y, si no da el tiempo para estudiar a fondo todos los temas, al menos hay que intentar leerlos.

En intervalos cortos.

Si bien es cierto que en la mañana estamos más activos y más descansados, también es verdad que el horario que elijamos para sentarnos a estudiar depende de cada uno, y no hay un momento del día mejor que otro para hacerlo, como explica Álvez. Lo que sí es importante son los períodos de tiempo que le dedicamos, los que, en general, no tienen que ser muy largos. «Para aquellas personas que son dispersas y les cuesta concentrarse recomiendo que tengan varios períodos cortos de estudio. Por ejemplo, estudiar entre 20 y 25 minutos y descansar cinco. Lo importante es que no sean períodos de más de 90 minutos porque la concentración tiende a descender, los pequeños cortes para descansar son buenos para nuestra mente. Por otro lado, cuando estamos en ese período, el estudio tiene que ser intenso, basta distraerse un momento para que luego nos cueste alrededor de 15 minutos volver al nivel de concentración inicial, de acuerdo a las neurociencias». Con respecto a esto, uno de los consejos que da la especialista es que cuando nos sentemos a estudiar, tengamos todo lo que necesitamos a mano, así no perdemos tiempo ni nos distraemos en levantarnos una y otra vez a buscar lo falta.

Descanso.

Otro aspecto relevante con respecto a cómo manejamos nuestro tiempo es el que le dedicamos a descansar. Porque, por más que nos esforcemos por mantenernos despiertos todo lo que podamos y poder estudiar más tiempo, el descanso es clave en nuestro rendimiento. Para poder rendir bien es necesario dormir al menos seis horas y «nunca ir a un examen sin haber dormido», dice Orrico. Así que, por más que pienses que ese último repaso de las cuatro de la mañana nos va a salvar la vida (o la materia), no lo hagas. Dormí, descansá y que tengas éxitos.

Apps para no mirar el celular

Hemos llegado al punto tal de adicción que necesitamos que el celular se bloquee o desaparezca para no utilizarlo. De lo contrario, si sabemos que está ahí, al alcance de la mano, es inevitable chequearlo cada diez minutos, que casi siempre terminan en quince o veinte mirando el inicio de Facebook o las historias de Instagram o los nuevos tuits.
Para quienes no pueden evitar este comportamiento, hay una serie de aplicaciones que bloquean momentáneamente algunas redes.Entre las más conocidas y frecuentadas está AppBlock – No te distraigas, que ayuda a bloquear temporalmente las apps que más usás o las que más te distraen, como las de las redes sociales o los juegos. La aplicación puede conseguir bloquear a otra durante una hora y fecha concreta, que las determina el usuario.
Otra, que tiene la función de una forma un poco más interactiva (aunque justamente la idea es no interactuar con el celular) es Forest: Stay focused. «Planta una semilla en Forest. En los siguientes 30 minutos esa semilla se convertirá en un árbol. Si por el contrario, sales de la app para mirar Facebook o para ponerte a jugar, tu árbol se marchitará. Con este mecanismo tan interesante, desarrollarás tu sentido de la responsabilidad y lograrás tus objetivos», dice la descripción de la app en Google Play. Como estas, cada vez más aplicaciones tienen la función de que utilicemos menos el celular. Sin dudas, son un buen método a tener en cuenta a la hora de sentarnos a estudiar.

Fuente: https://www.elpais.com.uy/domingo/consejos-estudiar-tiempos-apps.html

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Entrevista a Rosa Liarte: “Es un error pensar que el profesor lo debe saber todo”

28 Mayo 2017/Fuente y Autor: blog.tiching

¿Hay asignaturas que dan mas juego que otras para trabajar con las TIC?
Yo creo que las ciencias sociales son fáciles de trabajar con las TIC en la misma medida que las naturales, o que las lenguas. Los contenidos dan mucho juego, pero depende de la actitud del profesor, de cómo se quiera enfrentar a la asignatura. Si la quiere dar de forma memorística, utilizará unos recursos que no serán tecnológicos, seguramente.

¿Qué valor añadido pueden dar las TIC a las ciencias sociales concretamente?
Yo intento trabajar las competencias digitales en todo momento. En nuestro instituto, el IES Cartima, tenemos aprobado el uso de dispositivos móviles dentro del aula e intento que las materias sean más amenas con el uso de los dispositivos. Aportan agilidad y atractivo al contenido.

¿Es imprescindible que haya dispositivos móviles en clase para poder trabajar con TIC, o con los ordenadores ya basta?
Es que en el siglo XXI, donde todo el mundo lleva un móvil en el bolsillo, lo que no se entiende es que se tenga que desconectar el móvil cuando entras en un centro educativo donde se va a aprender. A día de hoy, ya no buscamos las cosas en la enciclopedia, las buscamos en la Wikipedia. Si quieres buscar un punto en un mapa, no coges un atlas, lo buscas en Google Maps. O si quieres buscar un significado en inglés, no coges el diccionario, sino que utilizas Wordreference.  Hay que educar para el siglo XXI con la realidad que tenemos.

La realidad es que los niños están rodeados de tecnología, pero ¿saben utilizarla?
Hay que educarlos en su uso, claro. Hay niños que tienen Snapchat o Instagram, pero luego no saben mandarte un correo, te escriben el texto en el asunto. Hay que educar la competencia digital porque saben utilizarla para su interés, pero no de forma educativa. Hay quien dice que lo de los nativos digitales es una leyenda urbana. En realidad sí que son nativos digitales, porque tienen mucha facilidad e intuición, pero eso no es suficiente para aprovechar el potencial de las TIC.

¿Hubo mucha discusión entre el profesorado a la hora de aprobar el uso de móviles en las aulas?
La verdad es que en nuestro caso es una necesidad imperiosa. Nos dieron el centro hace un año y medio. Cuando empezaron a traernos los muebles y demás vimos que no había ordenadores y cuando los reclamamos nos dijeron que hasta que no tuviéramos cuarto de ESO no nos los pondrían. Al ser un instituto de nueva creación solo teníamos primero de ESO. Así que allí estábamos: un centro nuevo que apuesta por la innovación, que trabaja por proyectos, sin libros de texto… y sin ordenadores. Cuando vimos que no teníamos nada de tecnología y no tenían intención de ponérnosla, aprobamos el uso de dispositivos móviles en las aulas porque todos los niños tenían su propio dispositivo.

¿Con los dispositivos móviles tenéis suficiente?
Hay cosas para las que hace falta el ordenador para poderlas llevar a cabo, sin duda, pero trabajamos a tope con los dispositivos. En lo primero que invertimos fue en una conexión de internet potente, porque era imprescindible.

¿Cómo prepara sus clases?
Yo las clases las grabo, hago vídeos y las cuelgo en Youtube y en mi blog www.leccionesdehistoria.com. Una vez que tengo lo vídeos hechos y subidos, los asigno en Edpuzzle a todos mis alumnos. Esta aplicación es fabulosa, porque entre otras muchas cosas no les deja pasar el vídeo hacia delante. Dentro del vídeo pongo cuestionarios, y los niños tiene hasta una fecha para verlos y resolverlos. Aplico la clase invertida: la lección la hacen en casa y en el aula trabajamos metodologías activas. Así las hora lectiva de clase puedo atender sus dudas.

¿Qué ventajas tiene esto?
De una forma tradicional el alumno escucharía mis lecciones por la mañana y se enfrentaría a los deberes solo por la tarde. De esta forma invertimos los tempos y es mucho más eficaz. Yo en la aplicación puedo ver los fallos que tienen o dónde han rebobinado o qué es lo que no han entendido, y además me saca un análisis de cada alumno. Así, con esta herramienta, puedo ayudar a cada niño de una forma más personalizada.

¿En qué estáis trabajando ahora?
Ahora mismo hemos acabado la Edad Media y el feudalismo y hemos hecho un proyecto de stop motion. Han trabajado el homenaje, los estamentos, etc. A los niños se les ocurren cosas que a los profesores ni se nos pasarían por la cabeza y así enriquecen ellos mismos su aprendizaje.

¿Se parece lo que hace en clase a lo que aprendió en la universidad?
Yo soy licenciada en Historia, por lo que en mis estudios no trabajé nada de pedagogía. Luego hice el CAP, y no, nada de lo que hicimos lo reproduzco ahora en clase. De todas formas, este sistema para el profesorado de Secundaria tiene poco sentido. Yo hice un día de prácticas junto a 6 personas más en un segundo de Bachillerato, cuya única motivación es aprender para sacarse la Selectividad. Por lo que no tuve que enfrentarme a complicaciones pedagógicas.

¿Qué es lo más interesante que han aportado las TIC a las aulas?
En primer lugar, la autonomía del alumnado. Al profesorado nos ha ayudado a entender más al alumno. Podemos conocer mejor a cada uno de ellos y sus dificultades en el aprendizaje. Esto nos facilita el camino para ir más allá en nuestro trabajo. Las TIC llevan al terreno del alumno el contenido.

Pero hay profesores a los que las TIC les abruman.
Bueno, yo creo que abruma para depende que, porque muchos luego tienen Facebook, y todos tienen Whatsapp o Twitter. Lo más importante aquí es la actitud. Yo cuando doy formaciones a profesores lo primero que veo es que muchos no se animan a lanzarse a las TIC porque tienen miedo que los alumnos sepan más que ellos. ¡Y yo he aprendido muchísimo de mi alumnado!

¿Qué ha aprendido?
Hay muchas cosas que no dominaba y ellos me han explicado cómo funcionan. Hay que asumir que estamos en otra época, y que también el alumnado puede enseñar al profesor y no pasa nada. Es un error pensar que el profesor lo debe saber todo. En clase hay que tener siempre un plan A y un plan B. Pero no se puede tirar la toalla a la primera que no sale la actividad. Lo que hay que cambiar es la actitud ante las TIC.

¿Y cómo cree que se puede hacer frente a ese miedo escénico con los alumnos?
En las última formaciones del profesorado que he hecho me he llevado alumnado mío. Yo les explicaba la aplicación y lo que habíamos hecho en clase y luego mis alumnos les enseñaban cómo funciona la aplicación. Para que se les quite el miedo de trabajar con TIC y adolescentes. Al principio pensaba que los docentes se enfadarían conmigo, pero al revés, ha sido una experiencia super positiva. Demasiadas veces no hacemos cosas por miedo a quedar en ridículo delante de los alumnos, pero hay que quitarse el miedo.

¿Hay peligro de centrarse demasiado en la aplicación y perder rigor en el contenido?
En mi caso, damos la materia al completo. A la gente lo que le cuesta es buscar la manera de dar la asignatura de forma interesante. Nosotros pensamos que a lo niños les interesa lo que a nosotros nos gusta, lo que hay que buscar es el fundamento de hacerlo atractivo.

¿Cómo motiva a sus alumnos?
En mis clases los niños ganan insignias y están como locos por desbloquearlas, pero el contenido es el que es, cumplimos con todo el currículum.

¿Qué consejos da para que escojan de forma adecuada las herramientas?
Yo las distribuyo basándome en lo que quieren hacer. Por ejemplo: enseño herramientas para trabajar con el alumnado por proyectos, pero también para la organización del propio profesorado. Nuestro oficio tiene mucho trabajo burocrático que la gente no ve, pero es muy caótico. Enseño aplicaciones para organizar todo esto, para ganar tiempo y poder dedicarlo a los alumnos.

Fuente de la entrevista: http://blog.tiching.com/rosa-liarte-es-un-error-pensar-que-el-profesor-lo-debe-saber-todo/

Fuente de la imagen: http://blog.tiching.com/wp-content/uploads/2016/05/Rosa-Liarte-Tiching.png

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