Suicidio en las aulas

Por: Antonia Martí

Desgraciadamente oír que un/a menor ha intentado suicidarse o lo ha consumado, es cada vez más frecuente y empieza a formar parte de nuestra vida diaria. Cuando oímos estas noticias, muchas son las preguntas que se nos vienen a la cabeza, pero sin duda la más frecuente es ¿por qué?, ¿qué puede haber que haga que un menor, que debería estar jugando, aprendiendo, negociando con sus padres y, al fin y al cabo, viviendo, decide poner fin a su vida?

La respuesta, por desgracia, no es única. Según datos del Observatorio de Salud Mental de la OMS, en el año 2019 se registraron en el mundo un total de 167.917 suicidios en población menor de 29 años, 10.196 en menores de 15 años y 157.721 en jóvenes entre 15 y 29 años. Según el último informe de la Asociación ANAR, con datos extraídos del Instituto Nacional de Estadística (2020), en el año 2020 se produjeron en España un total de 314 suicidios, 300 de jóvenes entre 15 y 29 años y 14 de niños/as menores de 15 años lo que supuso una tasa de variación respecto al año 2015 del +3,3%. Sin duda estamos ante datos realmente alarmantes sobre los que hay que actuar.

Aún no disponemos de un plan nacional escolar con pautas precisas y protocolos ante una situación de suicidio, tentativa de suicidio o autolesiones que los docentes puedan adoptar en el aula y en sus planes de acción tutorial. Los centros no disponen, en su mayor parte, de indicaciones de cómo deben actuar ante una situación de muerte o suicidio lo que provoca en muchas ocasiones desasosiego en el profesorado y respuestas erráticas para los alumnos y sus familias.

Los suicidios y tentativas de suicidio en los niños y adolescentes son multicuasales, es decir, no hay un único factor que provoca que un menor decida quitarse la vida y por tanto debe trabajarse con un equipo multidisciplinar, algo de lo que a día de hoy carecen los centros educativos. Aunque solo se habla del acoso escolar como la principal causa que detrás de los últimos suicidios, lo cierto es que el acoso escolar es un factor de riesgo entre muchos.

Existen factores de riesgo personales como la existencia de trastornos mentales incipientes, historias vividas traumáticas , consumo de tóxicos, enfermedades crónicas; factores de riesgo familiares, como puede ser la existencia de violencia intrafamiliar, consumo, carencias afectivas

También existen factores de riesgo sociales, como estar sufriendo algún tipo de violencia como acoso o ciberacoso, desarraigo socicultural, soledad o sentimientos de rechazo.

Los centros educativos deben estar preparados para trabajar de forma efectiva los factores de protección que puedan ayudar a los menores a pedir ayuda en caso de estar vivenciando alguna de estas situaciones, no estigmatizar el suicidio o la salud mental, trabajar con las familias, entrenar en resiliencia, en bienestar emocional y flexibilidad cognitiva y para ello se necesita mayor formación docente en estos aspectos y mayor presencia de psicólogos y trabajadores sociales en los centros.

Una evidencia clara que tenemos a día de hoy es que los menores que sufren acoso o ciberacoso padecen en mayor medida trastornos depresivos y ansiosos y trastornos por estrés postraumático. Estos trastornos emocionales conllevan mayor riesgo de terminar en una conducta suicida ya que las y los jóvenes no quieren seguir sufriendo, y solo ven en ello una salida. Recordemos que no desean morir, desean dejar de sufrir.

Para ello, es sumamente importante que los centros escolares cuenten con espacios seguros y privados donde estudiantes sepan que pueden acudir y se les va a tratar de forma confidencial, y poder pedir ayuda.

Fuente de la información e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com

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Perú: “Juego Ballena Azul es una perversión”, advirtió la titular de la Dirección Regional de Educación

América del Sur/Perú/07 Mayo 2017/Fuente:peru21 /Autor: César Takeuchi

“La Ballena Azul no es un juego, es una perversión. Está queriendo dañar a nuestros adolescentes y no lo vamos a permitir”, manifestó ayer Killa Miranda, titular de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM), ante la posibilidad de que este peligroso juego se extienda en nuestro país a través de las redes sociales.

Como se sabe, en Sudamérica ya se habrían registrado víctimas mortales por este juego que consiste en cumplir una serie de retos que terminan en el suicidio.

Para evitar consecuencias negativas en nuestro país, la representante del Ministerio de Educación anunció ayer que esta semana se activará un plan de tutoría en todos los colegios públicos para brindar charlas educativas e informar a los menores sobre este riesgoso juego.

Asimismo, indicó que espera la colaboración de las familias. “Quiero pedirle a los directores de los centros educativos que abran las puertas de las escuelas a los padres. Se necesita crear un ambiente de armonía y amor para que nadie le haga daño a los niños”, afirmó Miranda a Perú21.

En tanto, el psiquiatra Horacio Vargas, del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, dijo que son más proclives a caer en este juego los adolescentes que tienen carencias afectivas de sus padres.

DATO

Unos 55 líderes estudiantiles de los colegios públicos de Lima brindarán asesoría en las escuelas para que los menores se informen de los peligros de la Ballena Azul.

Fuente de la noticia: http://peru21.pe/actualidad/juego-ballena-azul-perversion-2280384

Fuente de la imagen:http://cde.peru21.pe/ima/0/0/4/6/0/460738.jpg

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Cómo prevenir las consecuencias de la Ballena Azul

30 Abril 2017/Fuente: semana/Autor:semanaeducación

Este juego virtual que circula por Internet y los recientes casos de suicidio alertan a los padres sobre esta enfermedad. Le explicamos cómo enfrentarla y cómo enseñar a sus hijos a vivir plenamente.

Las noticias sobre un peligroso juego que circula por Internet ha encendido todas las alarmas entre los padres. La Ballena Azul, como se conoce, está compuesto por cincuenta retos, dividido en un intervalo de cincuenta días, que tiene como última fase el suicidio.

Los expertos indican que el juego tuvo su origen en Rusia, en donde se han registrado alrededor de 130 casos de suicidio, posiblemente relacionados.Este suceso ha generado temor y muchas preguntas: ¿cómo los niños y jóvenes están usando el tiempo libre y la información disponible en Internet? o ¿por qué los menores de edad están desarrollando esa tendencia hacia los retos que ponen en peligro su integridad?.

Según fuentes consultadas por Semana Educación, los padres no deben enfocarse en un juego específico. Cada cierto tiempo surgen modas, ya sea en Japón, Rusia o Suecia, con diferentes nombres y modalidades, que, desde luego, hay que conocer y atender para prevenir. Sin embargo, el centro de la discusión en colegios y familias debe dirigirse en otra dirección cada vez más preocupante en Colombia y el mundo: la depresión en niños y jóvenes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta a 300 millones de personas en el mundo.

Esta enfermedad se ha convertido en un serio problema de salud, “cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan cerca de 800.000 personas”, indica el organismo internacional en su último informe.

En niños y jóvenes deprimidos, juegos como la Ballena Azul con retos como interrumpir el sueño, ver películas de terror durante 24 horas seguidas, no hablar con nadie durante un día o autolesionarse no hacen otra cosa que acelerar e incentivar su predisposición a la tristeza.

¿Cómo enfrentar la depresión en los menores de edad?

1. Diferenciar entre tristeza y depresión.

No conviene que los padres estén predispuestos y todo el tiempo alerta, cada vez que sus hijos están tristes. La tristeza es una emoción importante, necesaria para la reflexión y normal en todas las edades. La depresión, en cambio, afecta las funciones motoras, altera el sueño, la alimentación y las relaciones sociales. Según la psicóloga Daniela Sánchez al entender la diferencia, hay que intervenir cuando se está presentando un caso de depresión, hablar, tomar las medidas necesarias y consultar con un especialista. Cuando se diferencia entre la tristeza y la depresión, es importante permitirle a los hijos estar tristes. Lo que está ocurriendo desde hace unos años es que ambos padres trabajan largas jornadas, tienen poco tiempo para comunicarse con sus hijos, y cada vez que los ven tristes o aburridos se preocupan y tratan de resolverlo fácilmente, con el celular, una tableta o un videojuego. Como si no les dieran permiso para aburrirse y estar tristes. Es fundamental que los niños sepan que la tristeza es normal, para que aprendan a manejarla y a regular sus emociones.

2. La comunicación es fundamental

Es importante encontrar momentos de intercambio de experiencias con los niños y jóvenes, preguntarles cómo están, cómo se sienten, para que se concienticen de sus emociones, asegura la psicóloga Liliana Godoy. También contarles francamente sobre las vidas cotidianas de los padres, los adultos también tienen días difíciles también, pero han encontrado soluciones para superarlos, según Sánchez.

¿Qué hacer para enseñar a ser felices

1. Enseñar a agradecer

Una costumbre de muchas religiones, tanto de Occidente como de Oriente, es el agradecimiento. Dar las gracias todos los días ha sido una costumbre durante siglos, sea a un dios, a la tierra, a las circunstancias, a la suerte, o a las personas que nos rodean. Esa tradición, según lo han comprobado las investigaciones de Martin Zeligman, profesor de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) y creador de la Psicología Positiva, tiene un alto impacto en el bienestar de las personas.

2. La meditación como ejercicio

Con la meditación ocurre algo parecido al agradecimiento. De formas diferentes, las religiones, especialmente las asiáticas, han encontrado desde hace milenios los grandes beneficios de la meditación. Sin embargo, solo hasta hace unos años, con las investigaciones en las facultades de psicología y neurociencia, en especial en la Universidad de Harvard, se ha empezado a demostrar cómo meditar todos los días tiene un efecto positivo, no solo en el bienestar (que incluye la salud física y emocional), sino también en la concentración, los resultados académicos y profesionales.

3. Las relaciones sociales son fundamentales

Ocupar la mayor parte del tiempo en Internet no es una actividad efectiva que ayude a los niños a sentirse mejor. Tanto adultos como niños, necesitan cultivar relaciones para tener una vida feliz. Tener la posibilidad de hablar con amigos, de exteriorizar los sentimientos es fundamental para entender las dificultades y también para liberarse de los pensamientos negativos.

Fuente de la noticia: http://www.semana.com/educacion/articulo/la-ballena-azul-como-prevenir-los-suicidios-y-la-depresion/523266

Fuente de la imagen: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2016/11/7/504650_1.jpg

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España: Save the Children denuncia un aumento de los intentos de suicidio en niños y jóvenes en la ciudad siria de Madaya

MADRID

El número de intentos de suicidios y enfermedades mentales en niños y jóvenes ha aumentado notablemente en la ciudad siria de Madaya, sitiada como parte de la guerra civil, según ha denunciado la organización Save the Children, que ha alertado de que la ayuda humanitaria necesaria desde hace cuatro meses para hacer frente a la situación continúa sin llegar a la zona.

Según fuentes médicas en la zona, al menos seis adolescentes y siete jóvenes han intentado suicidarse en los últimos dos meses, una situación que prácticamente no se había dado antes de que la ciudad fuera sitiada en julio de 2015.

Los miembros de las organizaciones humanitarias en la región han advertido de que cientos de personas están sufriendo problemas psicológicos y enfermedades mentales, como la paranoia o la depresión, debido a las condiciones de vida a las que se encuentran sometidas.

En la ciudad de Madaya no hay especialistas en salud mental ni servicios médicos básicos, según Save the Children, que ha señalado que, además del aumento del número de suicidios, la zona sufre un brote grave de meningitis. La situación llegó a su punto más crítico a principios de 2016, cuando se registraron al menos 65 muertes por inanición, según la ONG.

«Los niños están muy afectados psicológicamente. Cuando hacemos actividades en las que les pedimos que canten canciones, no reaccionan, no se ríen como lo hacían antes. Dibujan imágenes de niños asesinados durante la guerra, de tanques, asedios o escasez de comida», ha aseverado Rula, una profesora de Madaya.

MALNUTRICIÓN

«La mayoría sufre malnutrición y tiene problemas para digerir los alimentos. Además, tienen infecciones en su sistema digestivo y padecen enfermedades, como la meningitis. El hambre y el asedio vuelven a asentarse otra vez, como ya ocurrió el invierno pasado. No necesitamos compasión o lástima sino ayuda», ha añadido.

A principios de 2016, el acceso a la ayuda en Madaya se reabrió ante la gravedad de la situación, permitiendo que convoyes de alimentos y medicinas entraran en la zona. Sin embargo, el acceso volvió a cerrarse en abril, según la ONG, que ha señalado que los niños se han visto forzados a separarse de sus familias.

«Hemos oído que muchos niños han muerto de hambre. Nuestra madre nos dijo que la situación era mala y que ella estaba intentado salir de allí, como mi padre. Ella está ayudando a los niños. Yo no quiero que le pase nada malo», ha manifestado Samar, hija de Rula, que fue trasladada a Líbano un día antes de que se declarara el estado de sitio.

Save the Children, así como otras organizaciones humanitarias, temen que la privación de alimentos, agua, combustible y medicinas en Madaya y otras zonas de Siria esté siendo utilizada por las partes enfrentadas en el conflicto para forzar a la población a abandonar sus casas y asegurar así el territorio.

A finales de agosto, toda la ciudad de Daraya fue evacuada tras cuatro años de asedio, una situación que podría repetirse en Moadamiya y en el barrio de Al Waer, en Homs. «El largo asedio de Madaya y otras ciudades sirias está afectado mentalmente y físicamente a la población.

MENORES BAJO ASEDIO

La presión a la que están sometidos por vivir en estas condiciones durante años es demasiado difícil de afrontar, especialmente para los niños. Hay más de 250.000 menores viviendo bajo asedio en Siria y podemos ver claros síntomas de trauma y angustia», ha afirmado la directora de Save the Children en Siria, Sonia Kush.

«Madaya, así como otras áreas que se encuentran sitiadas, ha sido olvidada. Esta vez el mundo no debe esperar a que la gente se muera de hambre para poder actuar. Está claro que la población está a merced de los objetivos militares. La comida, el agua potable, la libertad de movimiento y la sanidad siguen siendo derechos a pesar de estar en guerra», ha señalado Kush.

«Necesitamos que se facilite el acceso a la ayuda humanitaria y que se produzca un mayor esfuerzo por parte de la comunidad internacional para detener las evacuaciones forzosas de ciudades y comunidades enteras», ha añadido.

Según los últimos datos, el acceso a la mayoría de zonas sitiadas en Siria se encuentra muy restringido. La ONU señala que, en agosto, las ONG sólo pudieron acceder a 19 áreas sitiadas. En julio, únicamente recibió ayuda el 9 por ciento de los 5,4 millones de personas que viven en estas áreas.

Fuente: http://www.teinteresa.es/mundo/Save-Children-intentos-suicidio-Madaya_0_1647435439.html

Imagen tomada de: https://c2.staticflickr.com/8/7208/6811543948_35e0b3550e_z.jpg

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