Quinta Edición libro Teoría y Práctica de la Sistematización de Experiencias

Por: Arizaldo Carvajal Burbano.

Teoría y práctica de la sistematización de experiencias

Programa Editorial de la Universidad del Valle, 5ª. Edición,

Cali, Septiembre de 2018

Me alegra compartir con ustedes la publicación de la quinta edición de mi libro Teoría y práctica de la sistematización de experiencias, editada por el Programa Editorial de la Universidad del Valle, a quienes agradezco su interés en realizar esta nueva edición.

Espero que este texto siga sirviendo de apoyo y referencia a todas aquellas personas que emprenden esta nueva aventura del conocimiento y de la intervención o acción profesional.

Veamos su contraportada y contenido:

 

Fuente de la reseña: http://desarrollolocalteoriaypractica.blogspot.com/2018/09/quinta-edicion-libro-teoria-y-practica.html

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Compás de espera en la educación dual

Por: Editorial La Nación. 

En principio, la educación dual, como mezcla armoniosa de lo teórico con lo práctico, es un sistema aceptado por todos, pero, conforme se entra en los detalles, comienzan a aflorar profundas diferencias de opinión. Esas diferencias se manifiestan en dos bandos bien definidos que no logran armonizar sus puntos de vista.

El asunto es decisivo porque, según se le enfoque, contribuye a que muchos jóvenes desempleados reciban una educación de valioso contenido teórico con un componente práctico necesario para aumentar las posibilidades de encontrar empleos bien remunerados. El modelo de educación dual pide que los conocimientos teóricos se adquieran en centros de enseñanza formales, como el Instituto Nacional de Aprendizaje, y la práctica se efectúe en empresas. Visto así, se trata de un esquema en el cual ambas partes, estudiantes y empresas, están llamadas a ganar.

La mezcla de teoría y práctica es bienvenida en todas las profesiones porque prepara para el mercado laboral y porque la práctica se constituye en un excelente mecanismo para fortalecer la teoría

Pero, de nuevo, es necesario profundizar en los detalles. La práctica (que podría consumir un tercio o más del tiempo del estudiante) debe llevarse a cabo en empresas autorizadas y de conformidad con un programa aprobado por las autoridades educativas. Por tanto, no toda empresa puede integrarse a la iniciativa. Además, por tratarse de un programa de formación en el cargo (aprender haciendo), el esquema debe reconocer que el estudiante no posee todavía las destrezas completas y, por tanto, no es posible obligar a las empresas a reconocer los salarios y las cargas sociales propios de sus trabajadores formados. Obligarlas a hacerlo constituiría un claro desincentivo para la participación empresarial en el programa. Es decir, el esquema de educación dual podría nacer muerto.

Por otro lado, la educación dual no debe ser vista como un medio para preparar mano de obra destinada a satisfacer las necesidades particulares de una compañía determinada. La que lo requiera, como es el caso de muchas, debe tener sus propios programas de entrenamiento. El propósito de la educación dual es dotar a los graduados de una formación razonablemente general, una capacitación para comprender la vida y, también, para ganársela, en la gama más amplia posible de opciones laborales.

La mezcla de teoría y práctica es bienvenida en todas las profesiones porque prepara para el mercado laboral y porque la práctica se constituye en un excelente mecanismo para fortalecer la teoría. Un graduado en Computación o en Administración de Negocios, para citar solo dos ejemplos de muchos posibles, tiene mejor dominio de su especialidad si refuerza sus estudios teóricos con un componente aplicado.

Una propuesta para normar la educación dual en Costa Rica, y conducirla a buen puerto, lleva ya varios años en la corriente legislativa y no ha habido forma de que el grupo que la favorece (en particular muchos jóvenes que hoy no encuentran empleo y, sobre todo, el sector patronal) y los que se oponen (los sindicatos del sector público) se pongan de acuerdo, en mucho porque no se ha dado una discusión eficaz y sincera que, comenzando por convenir los objetivos deseables de la educación dual, pase a definir los medios óptimos para alcanzarlos sin condenar el sistema a la inoperancia.

Como la materia tiene muchas aristas, es necesario someterlas todas a estudio objetivo, quizá con la ayuda de un facilitador profesional neutral. La decisión del gobierno de dar una pausa en la discusión del asunto podría ser prudente si el compás de espera es breve y tiene un propósito bien definido, no la intención de dejar abandonado un asunto de tanto impacto social. Eso no está tan claro.

Fuente del artículo: https://www.nacion.com/opinion/editorial/editorial-compas-de-espera-en-la-educacion-dual/466O2VXFHVD5HI5AAAMOF4VUXU/story/

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¿Cómo modificar radicalmente la relación teoría-práctica? Mejora de la formación inicial (y 3)

Por: Jaume Carbonell

La creación de un cuerpo único docente, con una rama común inicial y especializaciones posteriores, además de importantes cambios y mejoras en la formación (inicial y permanente) así como en el sistema de acceso deberían ser estudiadas.

Como implementación de las reflexiones contenidas en el MIF: Programa de Mejora e Innovación en la Formación de Maestros (véase artículos anteriores) se ha abierto un debate con agentes sociales y educativos para proponer algunas acciones estratégicas. Con el propósito de mejorar la competencia docente del futuro se plantean dos objetivos: conseguir un máster universitario como nivel mínimo de formación inicial para el profesorado de la etapa obligatoria, y disponer de una estructura de estudios flexible que se adapte a los perfiles que necesita el sistema educativo, para hacer posible un cuerpo único de docentes de educación básica con la capacidad de cambiar de perfil en el marco de una carrera profesional. Así, se plantea que profesores y profesoras de secundaria puedan compartir actividades en primaria y en la ESO, así como diversificar los requisitos de titulación para impartir la docencia en las dos etapas. Todo esto será posible en la medida que se vayan creando Institutos-Escuela que unifican la enseñanza primaria y secundaria en un único centro público.

Se apuesta por un modelo que prioriza un tronco común formativo en los primeros cursos en contraste con la especialización prematura para facilitar la adquisición de visiones educativas globales compartidas entre el profesorado que ejerce en diferentes niveles y áreas, así como las pasarelas entre ambos. Se trata de un paso importante en el avance del cuerpo único de enseñantes, una reivindicación que en un plano más pedagógico planteó ya la Institución Libre de Enseñanza (ILE) hace siglo y medio, y que diferentes sindicatos y grupos políticos han recogido a partir de la premisa “a igual trabajo, igual salario”. Esta unificación docente evita la jerarquización profesional: “¿Por qué un catedrático de universidad debe tener más ciencia y reconocimiento que un maestro de párvulos?”, se preguntaba Giner de los Ríos, el alma de la ILE. Esta apuesta por la dignificación incluía procesos formativos similares, diálogo y colaboración entre docentes de cualquier tipo y unificación en las condiciones salariales y de trabajo.

Más en concreto, las mejoras afectan, al menos, estos cuatro ámbitos:

1 – El prácticum. La clave de las prácticas reside en la estrecha colaboración entre la tutoría universitaria y la escuela, a partir de un plan formativo compartido que se traduce en un acompañamiento intensivo tanto durante el grado como en el transcurso de un postgrado profesionalizador mediante un modelo de docente residente. Por ello se fijan una serie de criterios: selección de centros educativos como centros formadores de prácticas; la existencia de un responsable del plan de formación en cada lugar para garantizar la coordinación pedagógica entre todas las tutorías, así como el seguimiento de estudiantes. Para esta figura se contempla una dedicación especial con un complemento retributivo. Este tipo de medidas conllevan un cambio sustantivo en la cultura y organización del centro no universitario, así como una ampliación mínima de las plantillas, ya que sin una disponibilidad de tiempo suficiente puede quedarse en mera retórica.

2 – El profesorado universitario. La mejora del prácticum está asociado a la mejora de la calidad docente universitaria y del aprendizaje del alumnado, fomentando el trabajo colaborativo, la investigación y las competencias en los diferentes ámbitos. ¿Cómo establecer las necesarias sinergias para conseguir el acercamiento universidad-escuela? Para ello se piensa en tres tipos de docentes para impartir los grados de educación infantil y primaria:

  • Los perfiles académicos típicamente universitarios, actualmente el más habitual si no el único, para ocuparse de las materias teóricas. Se trata de un profesorado con escasa o nula experiencia y relación con el mundo escolar no universitario y que ha hegemonizado una oferta formativa mayoritariamente al margen de las necesidades reales.
  • Docentes que combinan una formación académica con una experiencia docente en la escolarización obligatoria y que, por tanto, pueden estar en disposición de conectar la teoría con la práctica.
  • Docentes que ejercen en la enseñanza infantil, primaria y secundaria pero que dedican un tiempo a la formación inicial, sobre todo en el ámbito del prácticum, didácticas y otras cuestiones más pegadas a la práctica escolar. A este perfil se le llama profesor vinculado, y formaría parte del claustro de la Facultad de Educación.

Asimismo se contempla la posibilidad de que el profesorado universitario pueda impartir docencia en etapas obligatorias. Esta deseada trilogía docente exige una revisión radical de los procesos formativos -¿cómo y quién forma el profesorado universitario, inicialmente y a lo largo de su carrera profesional? – y de los procesos de selección. Y conlleva también la superación de los departamentos actuales, concebidos como compartimentos estancos, y su sustitución por equipos docentes que impulsan un proyecto educativo global que marque la agenda formativa del futuro profesorado.

3 – Acceso a la profesiónYa lo decíamos en el artículo anterior: hay que romper con el modelo tradicional de las oposiciones memorísticas y de otro tipo de pruebas que se limitan a cuantificar la cantidad de conocimientos de los aspirantes, arbitrando otro tipo de medidas que valoren la competencia profesional, la experiencia y otro tipo de variables más ligadas al ejercicio de la profesión.

4 – Formación permanente. Esta no se concibe desligada de la formación inicial: sea para seguir un posgrado, participar en una investigación o experimentar una innovación. Todo es un continuo. Sin embargo, surgen varios interrogantes. ¿Cuáles son sus fines? ¿De qué contenidos se dota? ¿Cómo se lleva a cabo? ¿Quién la imparte y la dinamiza? ¿Cómo se combina la autoformación con la formación externa? ¿En qué tiempos y espacios se realiza? ¿Puede valorarse la eficiencia de las diversas modalidades y estrategias formativas? ¿Qué aportaciones nos han proporcionado el intercambio de experiencias, los seminarios y grupos de trabajo, la formación en el mismo centro, la visita comentada a otros centros, las redes virtuales y presenciales, la observación compartida de nuestra propia aula y de otros, el viaje, el diario de clase y otros recursos narrativos, la simple charla informal?

Hay mucha, muchísima experiencia acumulada que circula en varias direcciones. Pero ya va siendo hora de que se proceda a un diagnóstico para averiguar qué hay que priorizar y rechazar: desde la libertad de elección pero también desde el conocimiento sólido y fundamentado.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2018/11/07/como-modificar-radicalmente-la-relacion-teoria-practica-mejora-de-la-formacion-inicial-y-3/

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¿Cómo modificar radicalmente la relación teoría-práctica? Mejora de la formación para la docencia (2)

Por: Jaume Carbonell

Algunas medidas muy concretas para superar este divorcio histórico

Como implementación de las reflexiones contenidas en el MIF: Programa de Millora i Innovació en la Formació de Mestres (véase artículo anterior del día  26 de septiembre) se ha abierto un debate con agentes sociales y educativos para proponer algunas acciones estratégicas. Con el propósito de mejorar la competencia docente del futuro se plantean dos objetivos: lograr un  máster universitario como nivel mínimo de formación inicial para el profesorado de la etapa obligatoria y disponer de una estructura de estudios flexible que se adapte a los perfiles que necesita el sistema educativo, para hacer posible un cuerpo único de docentes de educación básica con la capacidad de cambiar de perfil en el marco de una carrera profesional. Así, se plantea que profesores y profesoras de secundaria puedan compartir actividades en primaria y en la ESO, así como diversificar los requisitos de titulación para impartir la docencia en ambas etapas. Todo ello será posible en la medida en que se vayan creando Institutos-Escuela que unifican la enseñanza primaria y secundaria en un único centro público.

Se apuesta por un modelo que prioriza un tronco común formativo en los primeros cursos en contraste con la especialización prematura con tal de facilitar la adquisición de visiones educativas globales compartidas entre el profesorado que ejerce en distintos niveles y áreas, así como las pasarelas entre ambos. Se trata de un paso importante en el avance del cuerpo único de enseñantes, una reivindicación que en un plano más pedagógico planteó ya la Institución libre de Enseñanza (ILE) hace siglo y medio y que distintos sindicatos y grupos políticos han recogido a partir de la premisa de “a igual trabajo, igual salario”. Esta unificación docente evita la jerarquización profesional: “¿Por qué un catedrático de universidad ha de tener más ciencia y reconocimiento que un maestro de párvulos?”, se preguntaba Giner de los Ríos, el alma de la ILE. Esta apuesta por la dignificación incluía procesos formativos similares, diálogo y colaboración entre docentes de cualquier tipo y unificación en las condiciones salariales y de trabajo.

Más en concreto, las mejoras afectan, al menos, a estos cuatro ámbitos:

  1. El practicum. La clave de las prácticas reside en la estrecha colaboración entre la tutoría universitaria y de la escuela, a partir de un plan formativo compartido que se traduce en un acompañamiento intensivo tanto durante el grado como en el transcurso de un posgrado profesionalizador mediante un modelo de docente residente. Para ello se fijan una serie de criterios: selección de centros educativos como centros formadores de prácticas; la existencia de un responsable del plan de formación en cada lugar para garantizar la coordinación pedagógica entre todas las tutorías así como el seguimiento de estudiantes. Para esta figura se contempla una dedicación especial con un complemento retributivo. Este tipo de medidas conllevan un cambio sustantivo en la cultura y organización del centro no universitario, así como una ampliación mínima de las plantillas, pues sin una disponibilidad de tiempo suficiente puede quedarse en mera retórica.
  2. El profesorado universitario. La mejora del practicum está asociado a la mejora de la calidad docente universitaria y del aprendizaje del alumnado, fomentando el trabajo colaborativo, la investigación y las competencias en los distintos ámbitos. ¿Cómo establecer las necesarias sinergias para lograr el necesario acercamiento universidad-escuela? Para ello se piensa en tres tipos de docentes para impartir los grados de Educación Infantil y Primaria. a) Los perfiles académicos típicamente universitarios, actualmente el más habitual sino el único, para ocuparse de las materias teóricas. Se trata de un profesorado con escasa o nula experiencia y relación con el mundo escolar no universitario y que ha hegemonizado una oferta formativa mayoritariamente al margen de las necesidades reales. b) Docentes que combinan una formación académica con una experiencia docente en la escolarización obligatoria y que, por tanto, pueden estar en disposición de conectar la teoría con la práctica. Y c) Docentes que ejercen en la enseñanza infantil, primaria y secundaria pero que dedican un tiempo a la formación inicial, sobre todo en el ámbito del practicum, didácticas y otras cuestiones más pegadas a la práctica escolar. A este perfil se lo denomina profesor vinculado y formaría parte del claustro de la Facultad de Educación. Asimismo se contempla la posibilidad de que el profesorado universitario pueda impartir docencia en etapas obligatorias. Esta deseada trilogía docente exige una revisión radical de los procesos formativos -¿cómo y quiénes forman el profesorado universitario, inicialmente y a lo largo de su carrera profesional?- y de los procesos de selección. Y conlleva también la superación de los departamentos actuales, concebidos como compartimentos estancos, y su sustitución por equipos docentes que impulsan un proyecto educativo global que marque la agenda formativa del futuro profesorado.
  3. Acceso a la profesión. Ya lo decíamos en el artículo anterior: hay que romper con el modelo tradicional de las oposiciones memorísticas y de otro tipo de pruebas que se limitan a cuantificar la cantidad de conocimientos de los aspirantes, arbitrando otro tipo de medidas que valoren la competencia profesional, la experiencia y otro tipo de variables más ligadas al ejercicio de la profesión.
  4. Formación permanente. Esta no se concibe desligada de la formación inicial: sea para seguir un posgrado, participar en una investigación o experimentar una innovación. Todo es un continuo. No obstante, surgen diversos interrogantes. ¿Cuáles son sus finalidades? ¿De qué contenidos se dota? ¿Cómo se lleva a cabo? ¿Quién la imparte y la dinamiza? ¿Cómo se combina la autoformación con la formación externa? ¿En qué tiempos y espacios se realiza? ¿Puede valorarse la eficiencia de las diversas modalidades y estrategias formativas? ¿Qué aportaciones nos han proporcionado el intercambio de experiencias, los seminarios y grupos de trabajo, la formación en el propio centro, la visita comentada a otros centros, las redes virtuales y presenciales, la observación compartida de nuestra propia aula y de otras, el viaje, el diario de clase y otros recursos narrativos, la simple charla informal?  Existe mucha, muchísima experiencia acumulada que circula en varias direcciones. Pero ya va siendo hora de que se proceda a un diagnóstico para averiguar qué cabe priorizar y rechazar: desde la libertad de elección pero también desde el conocimiento sólido y fundamentado.  

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2018/10/10/como-modificar-radicalmente-la-relacion-teoria-practica-mejora-de-la-formacion-para-la-docencia-2/

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Libro: El arte de envejecer con humor

Reseña: Este libro de la autoría de  Jesús Damian Fernández, y Solismaría Rosario Limón Mendizabal desde la teoría y la práctica, da a conocer la importancia del humor en la vida de las personas mayores para gozar de un envejecimiento activo y saludable. Para ello se analiza el fenómeno sociodemográfico del envejecimiento, haciendo hincapié en las características de la sociedad actual y los retos que se plantean tanto para el individuo como para la sociedad. Todo ello, implica el aprendizaje a lo largo de toda la vida donde el humor, desde una concepción saludable y vital, puede ser un elemento clave para un envejecimiento activo y para el desarrollo y vivencias de las emociones positivas y el bienestar emocional. Por último, se presenta un taller en el que se recoge una amplia batería de ejercicios, dinámicas y actividades para que puedan aplicarse a grupos de personas mayores.

Link de descarga: http://gratis-libros.increaseyoutubeviews.org/102941-descargar-ruso-libros-jesus-damian-fernandez-solismaria-rosario-limon-mendizabal.html

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