Otras Voces en Educación
Educación, Filosofía y Revolución: Una visión sustentada en Gramsci
Artículo de opinión/15 de febrero del 2016/ Autor: José Eduardo Hermoso Q.
La virtud del pensar que posee el ser humano lo vuelve eminentemente peligroso a las formas de dominación del hombre sobre el hombre, ya que, toda tesis de dominación tiene una antítesis de emancipación, por tanto, la revolución conlleva 3 elementos necesarios para su praxis y su desarrollo, ellos son: la educación, la filosofía y el ser revolucionario, pero, ¿Qué papel juega el hombre revolucionario en la educación y la filosofía?, para Antonio Gramsci “… hay que comenzar demostrando que todos los hombres son “filósofos” definiendo los límites y las características de esta « filosofía espontanea »”, así podemos iniciar definiendo al revolucionario como el hombre que destaca su crítica y pensamiento sobre la vida del ser y por el cual hace de su propia vida la praxis de su pensamiento, que sobrelleva inevitablemente a formularse una filosofía de vida revolucionaria; esto destaca sobre el pensamiento y actuar de un colectivo que siente e identifica similitudes socio-cognitivas; por otra parte, la educación debe ser el camino de emancipación, ya que el desarrollo del pensamiento pasa inevitablemente por la madurez de un pensamiento crítico de las situaciones de dominación, la labor del educador revolucionario es develar y enfrentar las formas de opresión del pensamiento e incorporar a cada ser en la lucha emancipadora desde la complejidad del pensamiento, de tal manera de, revelarles la esencia de la verdadera filosofía, a tal fin de, convertir a cada ser (hombre masa) en filósofo de su propia vida, y este toma como base su propia historia, así, esta revelación afirma lo contenido en las palabras de Gramsci cuando dice “ No se puede ser filósofo, es decir, no se puede tener una concepción del mundo críticamente coherente sin la conciencia de su historicidad” de aquí se afirma entonces que, cada ser revolucionario revolucionará a otros en la esencia del pensamiento y de la cotidianidad que afecta sus vidas, creando conciencia colectiva de su propio pensamiento, basado en la historia del ser, así creará nueva cultura, ya que cada hombre difundirá y socializará las verdades descubiertas por él, en individual, y por él en colectivo, pero estas mismas serán convertidas en semillas que se diseminarán; afirma Gramsci “… llevar a una masa de hombres a pensar coherentemente y de modo unitario el presente real y efectivo es un hecho « filosófico mucho mas importante y «original» que el descubrimiento por parte de un «genio» filosófico de una nueva verdad que se convierte en patrimonio exclusivo de pequeños grupos intelectuales». Afirma esto que educador revolucionario enseña y difunde su filosofía de vida, mucho más allá de un pequeño orfeón de intelectuales, esto a su vez permitirá que se tome ese pensamiento revolucionario y se masifique, convirtiéndolo en filosofía popular. Aquí cada hombre se empoderará del pensamiento revolucionario y fortificará el pensamiento propio y su filosofía, convirtiéndolo en praxis reaccionaria ante la conciencia del sistema y de la sociedad actual.