Mentes brillantes y escuela

04 de octubre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Por: Lola Moreno Lozano

¿Qué tienen en común Roger Waters y David Gilmour (Pink Floyd), Alejandro Sanz, Michael Ende y Picasso? Aparte de su fama y sus claras inclinaciones artísticas, todos comparten haber sido malos estudiantes. El sistema no respondió a sus necesidades pero, por diferentes motivos, consiguieron dedicarse a lo que querían y, además, triunfar.

No siempre ocurre.

Si ahora pasamos al terreno de la educación, ¿cuántos Roger Watson, David Gilmour, Alejandro Sanz, Michael Ende y Picasso tenemos sentados en los pupitres? Aunque tal vez la pregunta más interesante sería qué hacemos con ellos.

Algunos docentes hemos podido leer sobre el tema: Gardner (Teoría de las Inteligencias Múltiples) y Goleman (Inteligencia Emocional) son dos básicos para entender el funcionamiento de la mente y del comportamiento de estos chicos. Las asociaciones que tratan las Altas Capacidades también recomiendan variada bibliografía. En ella encontraremos características (El niño superdotado, Coks Feenstra), recomendaciones a la hora de educarlos (Educar hijos inteligentes: superdotación, familia y escuela, Luz Pérez et alii), o casos reales que manifiestan situaciones complicadas a la hora de estudiar y también de trabajar (La maldición de la inteligencia, Carmen Sanz Chacón). Incluso hay consejerías de educación que han intentado dar pautas. Pero la realidad llega cuando entramos en un aula de entre 25 y 35 alumnos con la obligación de atenderlos a todos. Resulta bastante complicado seguir las recomendaciones que hay sobre el papel. Además, hay que saber responder a los diferentes tipos y ritmos de aprendizaje.

Se distinguen dos más generales: los convergentes y los divergentes. Los primeros necesitan dosis de información más pausada, ir poco a poco y sin grandes saltos dentro del tema que se esté tratando. A la hora de estudiar, memorizan y reproducen luego en una prueba estándar. Si comparáramos con una pieza musical, irían bien con el Bolero de Ravel: base firme, intensidad creciente.

Los divergentes, sin embargo, son una explosión de creatividad. Necesitan cambios continuos para no aburrirse, relacionar conceptos. Partir de un punto para extender las líneas lo máximo posible antes de volver al inicio. Un ejemplo musical: Innuendo, de Queen.

¿Qué hacer ante esta realidad?

Podemos romper las fronteras de las asignaturas. En un mundo de cambio constante donde incluso los medios de comunicación se solapan, ¿por qué  no intentarlo?

Cuando he podido trabajar por ámbitos, la actitud de los estudiantes ha mejorado de forma notoria. Hace 6 años, con el estallido de la Primavera árabe, llevamos a cabo una Unidad Didáctica en la que los alumnos de Diversificación combinaron Lengua, Geografía y Sociales con muy buenos resultados. A partir del centro neurálgico de las noticias que se iban produciendo, fuimos estudiando regímenes políticos, clima, diferentes medios de comunicación, situación de la mujer en los países árabes, importancia del petróleo en el conflicto, nombre de líderes políticos, historia anterior, pirámides de población y cuanto necesitaron para entender el fenómeno.

Ahora que llevo otros cursos, intento relacionar el contenido de la materia con la realidad en la medida de lo posible. Si no, me voy al mundo de la música. Con canciones hemos aprendido literatura medieval, qué son “les veus del discurs“, isotopía léxica y más.

Es necesario cambiar nuestro rol en el aula. No podemos seguir siendo la voz principal. Debemos darles protagonismo en el proceso de aprendizaje. Cuando son ellos los que manejan la información, los resultados mejoran. Las capacidades de cada uno se muestran luego en sus trabajos (llevados a cabo en el aula durante varias sesiones, no bajo la presión de una prueba de una hora).

Ante la situación de las aulas que tenemos, creo que este giro hacia una educación abierta, flexible y participativa es necesaria para atender mejor a todos los estudiantes.

Dicen que cuando Genesis se separó, Peter Gabriel escribió “Solsbury Hill” como punto nuevo de partida. Ojalá, con todos los movimientos que se están produciendo, haya llegado el momento de subir la colina y encontrar el camino a casa.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/mentes-brillantes-escuela/

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Lola Moreno Lozano

Me interesa el sistema educativo y su necesidad de renovación. Intento mantenerme al día mediante formación continua.