España / 3 de febrero de 2019 / Autor: Beatriz Gámez Jaréno / Fuente: Magisnet
La ópera es una obra destinada a ser representada. Esta idea se puede extrapolar no solo al teatro, sino también, por ejemplo, a las aulas. De esta forma, surge la idea de convertir al alumnado en una compañía que consiga crear su propia ópera de principio a fin. A raíz de este planteamiento, aparece La Ópera, un Vehículo de Aprendizaje (LÓVA) que tiene su origen en un proyecto educativo que Bruce Taylor y JoAnn Forman crearon para la Ópera de Seattle en los años 70. Así pues, en España llegó de la mano de Mary Ruth en 2006 a través de Creating Original Opera. Ante el éxito de la iniciativa, en 2008 se formalizó la creación de LÓVA como proyecto educativo conjunto entre SaludArte y el Teatro Real, coordinado por Pedro Sarmiento. Ahora, dos profesoras del colegio “Valdebernardo” Patricia Ruiz y Rosario Barriuso han decidido convertir a su clase en una compañía de ópera.
Las dos profesoras comenzaron caminos diferentes a la hora de interesarse por el proyecto LÓVA. Por un lado, Barriuso participó en julio de 2018 en el curso de formación de LÓVA, que se impartió en el Teatro Real, coordinado por Pedro Sarmiento y Miguel Gil, y en el que el profesorado que participó tuvo que realizar una ópera para conocer la iniciativa y poder vivir lo que posteriormente harían con sus alumnos en clase. Por otro lado, Ruiz estuvo trabajando durante seis años en un colegio de Villarejo de Salvanés y allí conoció a Beatriz López y a María José García, que fueron las pioneras en emprender este proyecto en España. García implantó LÓVA en el centro y Ruiz se encargó de ayudarla durante ese tiempo. De una forma o de otra, Barriuso y Ruizcomprendieron que podían llevar LÓVA a su clase y crear cada una con su alumnado su propia compañía de ópera.
Las dos profesoras de 2º y 4º de Primaria siguen un calendario con su alumnado para poderllevar a cabo este proyecto, utilizando una hora de Lengua y tres de Música a la semana.
En el primer trimestre realizaron muchos juegos de equipo para conocerse, respetarse y consolidar el grupo. Además, recibieron a profesionales relacionados con el mundo del espectáculo para que el alumnado les hiciera entrevistas. Después, las profesoras les comunicaron que existían una serie de profesiones dentro de la compañía y que tenían que escoge una para la ópera. Por último, en esta etapa el alumnado eligió un tema y realizó un resumen de la obra.
En el segundo trimestre se trabaja por talleres. Ruiz comentó que han decidido que haya siete talleres: los actores representan la obra; los compositores crean la música y tocan los instrumentos; los escenógrafos son los encargados de los decorados tanto de realizarlos como de modificarlos durante la representación; los de vestuario y maquillaje deciden cómo se van a vestir y peinar los actores y de dónde se puede sacar la ropa; el productor es el encargado de coordinar y supervisar todas las tareas, solucionar problemas y comunicarse con las profesoras; los relaciones públicas son los encargados de hacer los carteles publicitarios de la obra, ponerse en contacto con algún medio de comunicación; y, por último, los historiadores son los guionistas encargados de escribir la trama.
Rosario Barriuso, profesora del Colegio “Valdebernardo” «Con este proyecto pretendo ser feliz dando clase y ver a mi alumnado feliz. Las emociones son lo más importante»
En el tercer trimestre se juntan todas las profesiones para volver a trabajar juntas y en el mes de mayo se remata todo y se hacen los últimos ensayos porque en junio se estrena la obra. Así pues, cada compañía realizará dos obras. La primera actuación se hará para los compañeros del colegio y la segunda se representará para las familias del alumnado que está en cada compañía. Así pues, cada compañía representará dos óperas totalmente diferentes, puesto que “aunque el esqueleto es el mismo, no van a ser iguales porque las obras las inventan los estudiantes” explicó Ruiz. Además, es importante recalcar que el día de la actuación el alumnado está solo en el escenario sin ayuda del profesorado.
Por otro lado, Barriuso aclaró que con LÓVA se trabajan mucho mejor tanto la expresión oral y escrita como las emociones y los sentimientos, puesto que “a través de este proyecto lo que se pretende también es atender las diferencias de cada uno, que el grupo se consolide y que trabajen unidos”. Asimismo, este proyecto permite que el alumnado sea más creativo y autónomo; así como trabajar la parte afectiva “que en el cole es lo que siempre queda pendiente porque no da tiempo”, subrayó Ruiz. Así pues, a través de la ópera se transforma la manera de enseñar en el aula, puesto que primero se vive la emoción y después surge el aprendizaje.
Finalmente, Ruiz detalló que eligió este proyecto “por la motivación, la ilusión y el crecimiento personal” y Barriuso comentó que lo escogió “porque echaba de menos una parte artística y, además, quería ser feliz dando clase”.