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La nueva reforma educativa: del plagio a la soberbia

México / 16 de junio de 2019 / Autor: Abelardo Carro Nava / Fuente: Profelandia

“Salir de Guatemala para entrar a Guatepeor”, es un dicho muy popular entre los mexicanos y que éstos emplean o empleamos, para referirnos a ciertas situaciones de la vida cotidiana que significan, en términos sencillos: salir de una situación mala para meterse en otra peor. Y eso es precisamente lo que en estos momentos se está viviendo en la selección de candidatos para integrar el Organismo para la Mejora Continua de la Educación; organismo que sustituiría al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Como sabemos, tal Organismo se desprende de la Reforma de la Reforma Educativa que propuso el Gobierno que encabeza el Presidente López Obrador y que, semanas atrás, las Cámaras de Representantes aprobaron para que, con ello, se enterrara la “mal llamada” reforma educativa de Peña Nieto y compañía. De ahí entonces que, como parte de ese proceso para darle forma y vida a la Reforma recién aprobada, la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, emitió una Convocatoria (http://comisiones.senado.gob.mx/educacion/docs/Acuerdo_JCP_JDDO.pdf), para que los interesados pudieran participar en el proceso de selección que los llevaría a integrar la Junta Directiva y/o el Consejo Técnico de ese nuevo Organismo.

Independientemente de los requisitos que se estipularon en dicha Convocatoria, y que no me detendré a analizar en estos momentos, más por falta de espacio que de ganas, el portal de Educación Futura. Periodismo de Interés Público, el pasado 5 de junio, denunció ciertas irregularidades en el proceso de selección de candidatos, tales como: el plagio y el incumplimiento de los requisitos de ciertos candidatos (http://www.educacionfutura.org/plagio-e-incumplimiento-de-requisitos-en-candidatos/?fbclid=IwAR1BIW1s059-nGXgJoRGSMcu6FcMplDza330dvgKyNiahZ8XGD2vKTU8rp0).

Gravísima situación fue ésta, pero lo que me pare mucho más grave, fue la soberbia con la que algunos Senadores tomaron esas irregularidades, puesto como puede leerse en el mismo portal de noticias (http://www.educacionfutura.org/evidencia-de-plagio-e-irregularidades-en-candidatos-se-analizaran-pero-no-frena-proceso-para-integrar-nuevo-organismo-educativo-senador-ruben-rocha/?fbclid=IwAR3z1rIu32YAty33Y5byIA9LjMHX8Y_PxQNJqnXfHgEZ8Ekq4ghXw39Pbqs), el Senador Rocha, Presidente de la Comisión de Educación en el Senado (http://www.senado.gob.mx/64/senador/1181), se deslindó del referido proceso de selección y le atribuyó una responsabilidad directa a la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) y la Comisión de Educación del Senado, celebrando el que se hayan denunciado estas irregularidades puesto que a partir de éstas, se realizaría un análisis más riguroso de las propuestas y se verificaría con mucho cuidado la información publicada, pues un caso de plagio o cualquier irregularidad, no tendría cabida en el nuevo Organismo.

Lo anterior, a muchos colegas de la pluma y letras, a investigadores, académicos, profesores y analistas políticos, nos llevó a preguntarnos si, dadas las evidencias aportadas por Educación Futura sobre las irregularidades señaladas, se repondría el proceso o de plano se cancelaría; sin embargo, menuda sorpresa nos hemos llevado pues este día (10 de junio), precisamente en el Senado de la República, inició la comparecencia de los candidatos (https://www.youtube.com/watch?v=3om8aE1AZEQ) a ocupar la Junta Directiva y/o el Consejo Técnico.

Ante estas situaciones, ¿qué tipo de mensaje se está mandando al pueblo de México?, ¿qué tipo de señales se están enviando a los que integramos el Sistema Educativo Mexicano (SEM)?

Preguntas sencillas si usted quiere, pero que tienen sentido si consideramos lo que en ese SEM acontece diariamente; le pongo un ejemplo: quienes nos dedicamos a la docencia le enseñamos a nuestros estudiantes, a comprender la importancia y el significado de la ética y los valores universales. Ese, es uno de los puntos medulares bajo los cuales la enseñanza y el aprendizaje cobra forma y encuentra sentido en las escuelas y en los salones de clase. En consecuencia, reconocer el trabajo de otro compañero, profesor, académico o investigador, se vuelve fundamental para generar algo que se llama conocimiento, puesto que está visto que nunca acabaremos de aprender y, consecuentemente, ese conocimiento, está en constante movimiento. Luego entonces, un principio básico que les enseñamos a nuestros estudiantes en la elaboración de sus trabajos, tiene que ver con el que no cometan ciertos “errores” al momento en que construyen éstos, por ejemplo, el que no tengan que citar una obra, un texto, una revista electrónica, etcétera; es decir, señalar la fuente de la que obtuvieron la información con el propósito, de dar el crédito al autor de tal o cual cuestión. Para ello, quienes nos encontramos en educación superior, explicamos la importancia del citado y el uso o empleo de manuales que tienen este objetivo, como el de la American Psychological Association (mejor conocido como APA) en su 6ª edición. De no hacerlo, estarían cometiendo plagio, en otras palabras: un delito. Así, sin más ni más: un delito. Y lo señalo enfáticamente porque, bajo ninguna circunstancia, se tiene que permitir tal cuestión si es que estamos hablando de un proceso formativo entre seres humanos que son perfectibles y no perfectos.

Y ya que hablamos de un proceso formativo a través del cual el ser humano aprende, ¿qué hubiera hecho el Senado de la República ante la denuncia mediante la cual fue evidenciado un delito? La respuesta es sencilla: reponer el proceso. Sin embargo, como “el hubiera” no existe y, al parecer, la soberbia inundó los pasillos de esa Cámara de Senadores, importó más la política que lo que tanto pregona el nuevo gobierno: una educación de excelencia o una excelencia en la educación. En fin.

Es claro que la política tiene secuestrada la educación en nuestro país. Gobiernos salen, gobiernos entran. Políticos se despiden, políticos entran, y otros se mantienen, pero lo que en días pasados aconteció, es una clara muestra de lo que he venido sosteniendo desde hace tiempo: en México padecemos de lo que otro dicho, que está bien dicho, señala: “es la misma burra no’más que revolcada”. Ni priistas, ni panistas, y ahora morenistas, han comprendido la importancia y magnitud del hoyo en el que se encuentra la educación en nuestro país, consecuencia obvia, de ese secuestro que refiero.

En este sentido, dudo mucho que se reponga el proceso de selección de candidatos. Espero, los que resulten seleccionados, trabajen arduamente para limpiar la gran mancha que ha dejado una candidata en un Organismo que aún no nace y ya tiene en sus espaldas el gran peso de la arbitrariedad y el desencanto.

Al tiempo.


Referencias:

Juárez, E. (5/06/2019). Plagio e incumplimiento de requisitos en candidatos para integrar Organismo para la Mejora Continua de la Educación. Educación Futura.

Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/plagio-e-incumplimiento-de-requisitos-en-candidatos/?fbclid=IwAR1BIW1s059-nGXgJoRGSMcu6FcMplDza330dvgKyNiahZ8XGD2vKTU8rp0, http://comisiones.senado.gob.mx/educacion/docs/CTEOMCE/ACR.pdf, http://comisiones.senado.gob.mx/educacion/docs/JDOME/ACR.pdf, http://comisiones.senado.gob.mx/educacion/docs/JDOME/EBBB.pdf, http://comisiones.senado.gob.mx/educacion/docs/Acuerdo_JCP_JDDO.pdf, http://comisiones.senado.gob.mx/educacion/docs/Acuerdo_JCP_JDDO.pdf

 

Fuente del Artículo:

La nueva reforma educativa: del plagio a la soberbia.

Fuente de la Imagen:

https://materialeducativo.org/decreto-de-la-nueva-reforma-educativa-15-05-2019/

ove/mahv

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¿Otra vez otro Modelo Educativo?

México / 12 de mayo de 2019 / Autor: Abelardo Carro Nava / Fuente: Educación Futura

En los últimos días, las diversas reflexiones que hemos formulado diversos colegas, profesores, académicos, investigadores y especialistas en la materia, se han dado en torno a la propuesta de Reforma Educativa que, el Presidente López Obrador, envió a la Cámara de Diputados para su aprobación. Estas reflexiones, han girado sobre diversas cuestiones que abordan un tema sensible para el magisterio mexicano: el laboral; sin embargo, muy poco se ha hablado sobre los posibles cambios que, en lo sucesivo, habrán de darse en el plano estrictamente educativo. Como parece obvio, me refiero al Modelo Educativo que, en los próximos días, habremos de conocer todos aquellos que estamos interesados en la educación, particularmente, los actores directos y que forman parte del intricado Sistema Educativo Mexicano (SEM). Se trata de un: ¿Nuevo Modelo Educativo? Al parecer, estamos ante el umbral de ello. Veamos.

Hace unos días, Catalina Inclán – reconocida investigadora del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE de la UNAM) – quien ha registrado diversos acontecimientos que se han desprendido de esta Reforma Educativa, publicó a través de sus redes sociales, un listado con 16 Acciones derivadas del Proyecto de Decreto (en la versión del 24 de abril 2019) y, de las cuales, mucho hace suponer, que estamos ante la configuración de un Nuevo Modelo Educativo, ¿el 2019?: 1. Asegurar el enfoque de derechos humanos e igualdad sustantiva en la propuesta curricular y pedagógica. 2. Crear (el) Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización (NUEVO). 3. Crear un Sistema de Carrera de las Maestras y los Maestros (NUEVO). 4. Crear el sistema de admisión, promoción y reconocimiento que asegure la igualdad de condiciones. 5. Establecer estrategias para fortalecer instituciones públicas de formación docente. 6. Establecer (una) estrategia que garantice materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno, contribuyan a los fines de la educación. 7. Crear principios rectores y objetivos de la educación inicial (NUEVO). 8. Asegurar la perspectiva de género y los campos listados en los planes y programas de estudio en todos los niveles. 9. Implementar acciones y estrategias para combatir las desigualdades socioeconómicas. 10. Establecer (una) estrategia para (las) condiciones de alta marginación, especialmente, el de carácter alimentario en las escuelas. 11. Crear estrategias para asegurar el derecho de ingreso de las personas adultas a la educación (NUEVO, más allá del INEA). 12. Crear enfoque o planes diferenciados para la educación pluricultural bilingüe, en todos los niveles (NUEVO). 13. Establecer ajustes razonables, para diversas capacidades y necesidades educativas (desde infraestructura, planes de estudio, adecuaciones curriculares, formación docente, enfoques de enseñanza…). 14. Establecer enfoques interculturales en los planes de estudio, acciones pedagógicas y formación docente (NUEVO). 15. Establecer en los planes de estudio, enfoques pedagógicos, formación docente: educación para la vida, capacidades cognitivas, socioemocionales y físicas para el bienestar. 16. Establecer criterios para concretar y sustentar el máximo logro de aprendizaje (excelencia) (NUEVO).

Listado que, desde mi punto de vista, es relevante para el magisterio; esto, por varias cuestiones, pero destaco 2 que, a mi juicio, son las más importantes: 1. Es un concentrado de acciones que, de manera breve pero concisa, rescata los aspectos más significativos del Proyecto López-Obradorista. 2. Dentro del cúmulo de aspectos (laborales y administrativos) que integran ese listado, se recupera y, por consecuencia, se vislumbra, el cambio que habrá de incluir la propuesta curricular y pedagógica (por mi parte incluyo la didáctica) que habremos de conocer en lo sucesivo; pero, todo ello ¿qué significa?, ¿acaso el Modelo Educativo 2018 será reemplazado por el de 2019?, ¿será ésta la esencia de la Nueva Escuela Mexicana?  Todo parece indicar que así será. Realmente, el espacio que tengo es muy poco para abordar cada uno de los puntos que Catalina Inclán nos dio a conocer. No obstante, no puedo dejar de subrayar que, en términos concretos, estamos ante un Nuevo Modelo Educativo que será la esencia de la Nueva Escuela Mexicana. Asunto nada descabellado y aventurado, sobre todo, porque como bien sabemos, el actual gobierno de México, pretende dejar una huella profunda en el ámbito educativo, coincidiendo con lo que ellos han llamado: la Cuarta Transformación de México.

Ahora bien, repito, más allá de analizar la serie de cambios que se aproximan, me gustaría enfocar mi mirada en lo que implicaría ese cambio, sobre todo, para el magisterio mexicano; porque, si bien es cierto que todo cambio puede traer beneficios, también es cierto, que hay de cambios a cambios y éste, puede lograrse en la medida en que todos los actores participen activamente, convencidos de lo que habrá de realizarse; de otra forma, la resistencia, efecto natural en esos cambios, hará acto de presencia.

Imagino lo que el profesor o profesora de grupo (aquel o aquella que labora en una escuela unitaria, multigrado, de organización completa o de tiempo completo) pensará cuando le digan que, a partir de tal fecha, se implementará un Nuevo Modelo Educativo puesto que el que están aplicando (el 2018) dejará de estar vigente. ¿Usted lo imagina?, ¿imagina todo lo que pasará por la cabeza de ese profesor o profesora que no ha recibido capacitación (por parte de su contratante, la SEP) o, si la ha recibido, no ha sido la que podía esperarse para la mejorara de su desempeño frente a su grupo?, ¿se imagina cuando le digan que a partir de tal fecha se hablará de excelencia educativa y de diversas acciones para lograr el tan anhelado “bienestar”?, ¿se imagina lo que implicará, en términos de recuperación de conocimientos, sobre los “nuevos” temas/contenidos que se habrán de incluirse, pero también, de la elaboración de una planeación y formas de evaluación que dejan sin efecto aquellas que no han sido del todo comprendidas porque ni las autoridades las han comprendido del todo?, ¿se imagina dónde quedará todo el esfuerzo que muchas escuelas, a través de sus colectivos docentes, pusieron para el desarrollo de sus clubes (asunto en el que jamás estuve de acuerdo y del que Mario Alberto Benavides y Pamela Manzano dan cuenta en su texto: Análisis del diseño curricular del componente de autonomía curricular, plan y programas de estudio 2017)?

Sí, puede ser que en los próximos días se conozca un poco más sobre la propuesta curricular (incluyendo los ajustes o “reajustes” a la de 2017). Dudo mucho que haya un cambio sustancial en ésta, puesto que como bien sabemos, la OCDE y demás organismos internacionales, siguen marcando el devenir educativo en muchos países. ¿Estaremos lejos de lo que en su momento se anunció como la Cuarta Transformación del país a través a partir de la educación que reciben millones de mexicanos? Pregunta interesante que me lleva a plantear algunas propuestas, básicas si usted quiere, pero que serían viables dado el escenario que se vislumbra:

  1. Diagnóstico del Modelo Educativo 2017. Porque si bien es cierto que hay varios “asegunes” en su construcción e implementación, también es cierto que, cuando hablamos de propuestas curriculares y de diseño curricular, éste, debe considerar ese diagnóstico y el “pilotaje” de lo que habrá de proponerse e implementarse. No tendría por qué, la SEP, repetir los errores de Chuayffet, Nuño y Granados en esa dependencia.
  2. Capacitación y actualización del profesorado. Porque si bien es cierto que se ha anunciado la creación del Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización del Magisterio, éste no verá resultados hasta en tanto no estén listas las Leyes Secundarias. Por ende, en lo que va del nuevo gobierno, sigue sin existir dicha capacitación y actualización o… ¿será que habremos de esperar las leyes para que se comience a capacitar y actualizar a los docentes en temas relacionados con las corrientes pedagógicas y/o saberes y haceres docentes de estos tiempos? Cierto, es docente debe propiciar sus propios espacios de aprendizaje, pero ¿cuál es el papel de la SEP en este sentido?
  3. Revitalizar a los Centros de Actualización del Magisterio y fortalecimiento de la Universidad Pedagógica Nacional y de las Escuelas Normales. Porque si bien es cierto que estamos ante un panorama diferente en cuanto a la comprensión de la Nueva Escuela Mexicana, también es cierto, que estas instituciones formadoras de docentes, mucho saben y han hecho en términos de profesionalización docente. Lamentablemente, siguen, en la mayoría de los casos, olvidadas. ¿Acaso quienes se encuentren en el Sistema de Formación, Capacitación y Actualización del Magisterio, pecarán de soberbia y dejaran de lado todo lo que estas instituciones han realizado?
  4. Y, por último, la que desde mi perspectiva es la más importante: todo cambio debe surgir desde la escuela; no hacerlo, dicho cambio estaría condenado al fracaso. Ni más ni menos.

Al tiempo.

  • Referencias:
  • Inclán, C. (27/04/2019). Acciones derivadas del Proyecto de Decreto (en la versión del 24 de abril 2019).

Recuperado de: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1141328882712873&id=100005073164517

  • INEE (2019). Análisis del diseño del componente de autonomía curricular. Plan y programas de estudio 2017. México: autor.

Recuperado de: https://publicaciones.inee.edu.mx/buscadorPub/P1/F/231/P1F231.pdf?fbclid=IwAR18iecBjiHsOWHZQGM7ri3EGl3gxpsRhTz9wEAPRDhucu8NKsEEjoA6bzg

Fuente del Artículo:

¿Otra vez otro Modelo Educativo?

Fuente de la Imagen:

https://www.gob.mx/sep/documentos/nuevo-modelo-educativo-99339

ove/mahv

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¡Transitorio maldito! El Décimo Sexto

Por: Abelardo Carro Navas

El pasado 24 de abril (y en la madrugada del 25), se dio un momento álgido en la Cámara de Diputados; esto, derivado de la discusión del dictamen de lo que el Presidente, López Obrador, llamó en campaña (y aún después de ésta) “la abrogación de la mal llamada reforma educativa” que, en su momento, se derivó del Pacto Por México y que, el ex presidente Peña Nieto, envío para su aprobación dándose ésta en 2013.

De esta forma, uno de los puntos que, en la discusión de ese 24 y 25 de abril, generó diversas reacciones en los distintos grupos parlamentarios, fue la propuesta de incorporación al dictamen del transitorio Décimo Sexto, mismo que a la letra dice: “Con la entrada en vigor de las presentes disposiciones, los derechos laborales de los trabajadores al servicio de la educación, se regirán por el artículo 123 Constitucional Apartado B. Con fundamento en este Decreto, la admisión, promoción y reconocimiento, se regirán por la Ley Reglamentaria del Sistema Para la Carrera de las y los Maestros”. Y digo que generó diversas reacciones, porque varios “representantes” del pueblo, estuvieron en contra, pero también, a favor de dicho transitorio. Sin embargo, una reacción que llamó la atención de propios y extraños, fue la de la Diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Cynthia Iliana López Castro, quien en su intervención afirmó enfática y muy efusivamente: que el dictamen que se discutía contenía “un transitorio maldito, una manzana envenenada”; esto, porque como bien sabemos, los priistas siempre y en todo momento, del 2012 al 2018, apoyaron con todo la reforma educativa Peñanietista aunque, en esta ocasión, debo decirlo, apoyaron con todo la de López Obrador (MORENA). ¡Bendita política! En fin.

Ahora bien, no sé si usted se habrá preguntado (o al menos lo haya pensado), ¿por qué la Diputada lanzó tremendo sentimentalismo, nada barato y sí con cierto fundamento. La respuesta, como seguramente usted recordará, tiene que ver con la reforma al Artículo 3º Constitucional aprobado en 2013 y en el que se estableció: el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia de los trabajadores al servicio de la educación. Cosa más ruin y detestable fue ésta, porque si bien es cierto que, “seguramente”, por la cabeza de los legisladores pasó por su mente la idea de propiciar las condiciones necesarias para mejorar la “calidad” educativa; esta aberración, la de la permanencia, laceró a más no poder, los derechos laborales de los maestros y maestras de México.

Sí, se dijo, que ello permitiría contar con mecanismos transparentes de ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia; sí, se dijo, que ello posibilitaría el contar con mejores profesores; sí, se dijo que ello generaría un cambio sustancial de la educación en nuestro país; sí, todo eso y más se dijo, lo que no se dijo, es que este “abrupto”, fue un atentado, como ya he dicho, a los derechos laborales de los maestros; tampoco se dijo, que la corrupción que prevaleció en las entidades federativas, generó toda clase de “argucias” para que ingresaran al SPD, aquellos que ni siquiera hicieron o presentaron un examen de oposición y, los que sí lo hicieron, aún siguen esperando turno en las oficinas de algún departamento de las diversas Secretarías de Educación de México; mucho menos se mencionó, que la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD), y lo que al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) le toca, provocaron la mayor denostación magisterial que la historia educativa haya registrado. ¿Evaluaciones cercadas por policías y militares? ¡Qué gran ofensa para el magisterio mexicano!

Sí, aquello que defendió con ahínco la Sra. Diputada, se encuentra en lo que he descrito, brevemente, en el párrafo anterior. Sí, por ello puede entenderse su expresión “transitorio maldito”; y con seguridad es maldito, porque de cierta forma, al incorporarse los derechos laborales de los trabajadores de la educación al 123º apartado B, esa, la reforma del Pacto Por México, la de Mexicanos Primero, la de Peña Nieto (y de sus amigos priistas y panistas, principalmente), la que tanto lastimó a los maestros y maestras, pasó a la historia; así, ni más ni menos.

Ahora bien, es importante considerar que, si bien es cierto que esta aprobación, la del 24 y 25 de abril, tiene varios “asegunes”, y de los que poco a poco les iré comentando; considero, los maestros y maestras pueden celebrar el que se haya eliminado del artículo 3º el régimen de excepción que tanto los había castigado y/o sancionado. Ciertamente, las dirigencias de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se manifestaron en contra de esta resolución; y hay razón en ello. Para dichas dirigencias, la abrogación propuesta por López Obrador tendría que haber dado un giro mayor al que se observó en ese momento; sin embargo, hay quienes afirman que la “madre de todas las batallas” se aproxima; esto, por lo que en su momento se habrá de trabajar para la concreción de las Leyes Secundarias que habrán de detallar, lo que en la Constitución se plasmó a partir de la aprobación, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores.

Ciertamente, hay quienes consideran que la aprobación del Décimo Sexto que ya he comentado, es un retroceso, y que la herencia y venta de plazas volverá a “regir” las formas de ingreso, promoción y reconocimiento. Se equivocan, como se han equivocado al afirmar: que la SEP fue colonizada, que el SNTE son todos los maestros, que la CNTE no tiene una propuesta educativa, y que los maestros y maestras de piso, no pensamos por nuestra propia cuenta. Sí, se equivocan.

Los tiempos señores, ya no son los mismos.

Con negritas:

Resultó interesante, derivado de la aprobación del dictamen que he referido, que se hable del derecho de los profesores de acceder a un sistema integral de formación, de capacitación y de actualización retroalimentado por evaluaciones diagnósticas; algo así como lo que en su momento conocimos como carrera magisterial, etcétera, etcétera, etcétera. Por lo que a mi toca puedo decir que, en el pasado, carrera magisterial funcionó favorablemente, hasta que algunos dirigentes del SNTE, conjuntamente con algunos de la SEP, pervirtieron y corrompieron dicho sistema. En su momento, conjuntamente con otros colegas, diseñamos Cursos-Talleres, Diplomados, entre otras posibilidades de capacitación y actualización para los profesores; éstos, con la rigurosidad que el caso ameritaba. O también, tuve la oportunidad de participar en el diseño de otras tantas cuestiones más, relacionadas precisamente con esa capacitación y actualización, y en las que sus productos, fueron sometidos a una valoración rigurosa ante la Comisión Estatal/Nacional Mixta de Escalafón quien (es), con instrumento en mano, revisaron de principio a fin los documentos entregados, ya sea para su impartición o mejora, debido a posibles áreas de oportunidad que se encontraron. ¿Estaremos hablando de Carrera Magisterial y de Escalafón nuevamente? Yo sí le entro.

Referencias:

Dictamen del 24 de abril y aprobado la madrugada del 25 del mismo mes. Recuperado de: https://www.facebook.com/IranSantiagoM/photos/pcb.385262568995726/385258478996135/?type=3&theater.

Redacción (24/04/2019). Dictamen de reforma educativa contiene un “transitorio maldito”, acusan diputados. Profelandia.com. Recuperado de: https://profelandia.com/reforma-educativa-tiene-un-transitorio-maldito-acusan-diputados/?fbclid=IwAR0HUGGNoWN_zb-K4gPlqBjpEOboh8IB2DHcUI16LhWeVrkLdTXamSntq-4

Noticias TM. (26/04/2019). Cynthia López castro, la única diputada del PRI que defendió la reforma educativa de EPN. Noticias TM.com.mx Recuperado de: https://www.noticiastm.com.mx/destacado/lopez-castro-defende-la-reforma-educativa/

Fuente: http://www.educacionfutura.org/transitorio-maldito-el-decimo-sexto/
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Más allá de las reformas educativas está el maestro

Por: Abelardo Carro Nava.

 

Desde que ingresé al magisterio, hace poco más de dos décadas, muchos temas me han preocupado y ocupado, pero uno en particular, me ha quitado más de una vez el sueño: mi desempeño.

Con seguridad, al igual que muchos de los maestros y maestras de nuestro país, la incertidumbre, en cierto momento, se ha a apoderado de mi mente: ¿estaré haciendo bien mi trabajo?, ¿mis estudiantes están aprendiendo conforme a las estrategias didácticas que diseño?, ¿de qué manera habrá influido mi ejercicio docente en la vida de cada uno de los pequeños?, ¿qué habrá sido de ellos? Sí, una y mil preguntas han llegado a estrellarse en mi cabeza cada vez que me pienso.

Generalmente, pasados estos instantes de autocrítica, reflexión y toma de decisiones, viene la calma. Una calma que, en algún momento se acompaña de ciertas circunstancias que me han llevado a confirmar que, probablemente, el trabajo que realizo en el aula está rindiendo los frutos esperados o, por el contrario, que mi quehacer no ha sido lo que esperaba.

¿Cuántos de nosotros, los que nos dedicamos a la docencia, no nos hemos encontrado a un ex alumno que ya es médico, ingeniero, abogado, arquitecto o maestro?, ¿cuántos de nosotros, que nos dedicamos a la docencia, no nos habremos enterado que cierto ex alumno dejó la escuela para incorporarse al mercado laboral porque sus circunstancias y las de sus familiares lo llevaron a ello?, ¿cuántos de nosotros, que nos dedicamos a la docencia, no hemos conversado, tal vez, con un desconocido que nos recuerda con afecto y cariño porque fuimos sus maestros?, ¿cuántos de nosotros, que nos dedicamos a la docencia, hemos recibido un reclamo por aquellos que en su momento estuvieron en nuestras manos puesto que no realizamos nuestro trabajo? ¿cuántos de nosotros, los que nos dedicamos a la docencia, no hemos sabido de algún ex alumno que ha culminado un posgrado o publicado algún artículo o un libro?, ¿cuántos de nosotros, que nos dedicamos a la docencia, no nos habremos enterado que cierto estudiante migró, se incorporó al narcotráfico o a la delincuencia organizada? En fin, esas interrogantes, como seguramente habrá más, repito, generalmente, vienen a calmar los momentos de desasosiego o, por el contrario, vienen a prender los focos rojos en la labor que realizamos en nuestras escuelas.

La docencia es compleja, no lo niego, pero vaya, eso lo sabía desde el principio, así que no me quejo. El gusto, amor y disfrute por mi profesión, es algo que no cambió ni cambiaría por nada.

Caray, si al ingresar a un grupo y, prácticamente de la nada, el mundo se desaparece y se construye otro en el que solo se existe y se comparte con nuestros alumnos; ha sido de las experiencias más enriquecedoras que he vivido y que, afortunadamente, sigo viviendo.

¿Qué importan las reformas educativas y los planes mal hechos por el gobierno si, lo que trasciende en el aula, va más allá de lo que me indica el cuadernillo?, ¿acaso convidar de mi torta a un niño que no dejó desayunado porque sus padres no tienen trabajo lo indica el currículo o el libro de texto? No, la docencia es más que una reforma educativa, un currículo, un plan de estudios o un libro de texto. Eso, quienes nos encontramos inmersos en esta profesión, lo sabemos.

Aún recuerdo cuando en la escuela construimos una línea de tiempo sobre las reformas educativas en México. Sin duda, abordamos algunas de ellas: la educación socialista de Lázaro Cárdenas, el Plan de Once Años con Adolfo López Mateos, o bien, la educación y apertura democrática de Luis Echeverría; de ellas, mucho aprendimos, puesto que con el profesor que tenía a cargo la materia, analizamos cada una de las acciones que de éstas se desprendieron. Sí, es un pedazo de la historia educativa de México, y fue muy bueno conocerlo. Jamás lo haría menos. No obstante, me pregunto: ¿qué concepción se tenía del maestro en esos momentos y qué es lo que habrá pasado para que dicha concepción haya cambiado?

Nadie puede negar la intromisión de organismos internacionales en la educación de diversos países, como el nuestro. Eso lo sabemos, pero ¿acaso es un simple empleo?, ¿a eso nos han reducido los gobiernos? Triste y lamentablemente, desde el plano laboral, la docencia es un empleo, bien o mal remunerado, pero ese es otro cuento. El meollo del asunto radica en la interacción diaria con seres humanos, individuos o personas que están a nuestro cargo, por un tiempo determinado, para que aprendan algo. ¡Qué enorme responsabilidad! Pero, aun así, para muchos es un empleo.

Sí, un empleo que depende directamente del estado; tal vez por ello, actualmente, se vivan infinidades de situaciones donde muchas escuelas sobreviven por obra del espíritu santo.

No, no se trata de victimizar a quienes nos dedicamos a esta noble profesión. Se trata de ubicarnos en una realidad que duele. Y duele, porque por más inhumanos que podamos ser, generamos algo que se conoce como empatía con otros tantos seres humanos que acuden a diario a nuestras escuelas para compartirnos sus vidas, sus experiencias, sus conocimientos.

Bien valdría la pena pasar del discurso a los hechos; eso lo han dicho precandidatos, candidatos y Presidentes de México y, ¿cómo estamos? Viviendo con la esperanza de que se cumpla el sueño. Un sueño que tiene que ver con mejores escuelas, con mejores maestros, con mejores planes y programas, con mejores materiales, con mejores capacitaciones, con mejores actualizaciones, con mejores profesionales de la educación. Sí, siempre en busca de una mejora. De hecho, en el artículo 3º de la Constitución Política Mexicana así se plasma y, ¿cómo estamos? Viviendo con la esperanza de un mundo nuevo. Y así se nos fue el tiempo. Un tiempo que en la escuela y en el aula no se detiene, por el contrario, exige que demos lo mejor de nosotros para entregar buenos resultados. Claro, esa es nuestra misión, esa es nuestra encomienda, y no la aborrecemos, la disfrutamos. Y la disfrutamos porque fue, es y ha sido, un privilegio ser maestro.

Caray, a buena parte de los Presidentes, legisladores, funcionarios y demás encargados de la política educativa mexicana, se les ha olvidado que más allá de las reformas está el maestro… Caray, buena parte de los Presidentes, legisladores y funcionarios, se fueron de boca y prometieron que ahora sí se brindarían mejores condiciones laborales y educativas para los maestros, ¿y cómo estamos? Viviendo el sueño de una cuarta transformación que está a punto de desvanecerse ante la incipiente reforma educativa que no atiende ni atenderá de fondo el verdadero problema educativo en México. ¿Y los maestros? Cumpliendo, como siempre lo han hecho.

Fuente del artículo: http://www.educacionfutura.org/mas-alla-de-las-reformas-educativas-esta-el-maestro/

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En las entrañas del normalismo: la reforma de la 4T

Por: Abelardo Carro Navas

Desde mi perspectiva, uno de los mayores errores que pudo haber cometido el presidente Miguel de la Madrid Hurtado, en materia educativa, fue haber logrado y publicado el Acuerdo 23/03/1984 por el que se estableció que la educación normal en su nivel inicial, y en cualquiera de sus especialidades, tuviera el grado académico de licenciatura, sin considerar en dicho planteamiento, algunos otros aspectos jurídicos que propiciaran que la incorporación de las escuelas normales, como Instituciones de Educación Superior (IES), fuera acorde a sus propias necesidades de desarrollo. Claro, se dijo, el cambio era en “pro” de la modernidad y del progreso, y porque la formación de docentes tendría que tener un carácter profesionalizante para que sus egresados, contaran con los elementos que la misma profesión, la sociedad y el mundo exigía en ese momento.

Derivado de tal Acuerdo, y de las complejidades que trajo consigo ciertas políticas descentralizadoras de la década de los 90, entre ellas el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), las escuelas normales quedaron a la deriva o, mejor dicho, en un “limbo” administrativo y jurídico que, para acabar pronto, aún en muchos estados de la República Mexicana, las ubica, insisto, administrativa y jurídicamente, en diferentes niveles educativos, ya sea en los departamentos educación básica, en educación media superior o, en alguna Subsecretaría de Educación Superior. Asunto nada menor este éste puesto que, al no sufrir una reforma constitucional que les otorgara autonomía como a las Universidades y que las ubicara en el lugar que como IES deberían ocupar, la dependencia total, en todos los sentidos, del Estado, ha complicado su desarrollo, en estos casi 35 años en los que, al menos en el papel, son IES.

¿Qué hubiese pasado si se les hubieran otorgado las condiciones mínimas necesarias para que, progresivamente, se consolidaran como IES? Digo, hablar de las tres áreas sustantivas (docencia, investigación y difusión) que deben desarrollar parece ser algo sencillo; sin embargo, las normales, por excelencia, han puesto su atención en esa área que, por su importancia pedagógica y didáctica, ocupa un lugar preponderante en su quehacer educativo: la docencia. Esto significa, ¿que no se hayan dado avances considerables en la investigación y la difusión?; tal como la conciben las universidades, no lo creo, lo que si tengo presente, porque me consta, es que tienen esquemas muy particulares de extender sus servicios, así como también, muchos progresos en lo que se refiere a investigación e investigación educativo. Espero en algún otro momento, hablar de ello.

Ahora, si bien es cierto que a partir del 2005 el Subsistema de Educación Normal del país, se le confirió a la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), puesto que antes de ese año se ubicaba en la Subsecretaría de Educación Básica y Normal, también es cierto, que lo descrito en párrafos anteriores, con esta medida, no se resolvió. Las escuelas normales en nuestros días, siguen estando ubicadas en niveles educativos que poco favorecen su desarrollo y consolidación como verdaderas IES. Insisto, el limbo jurídico y administrativo en el que viven y se mantienen, poco ha favorecido su pleno desarrollo; por ejemplo, ¿pueden las normales diseñar, aplicar y evaluar sus propios planes y programas de estudio? La respuesta es contundente: no. Entonces, ¿cómo se espera que logren ser una IES si por mandato constitucional y reglamentario, siguen dependiendo de las disposiciones oficiales que establece el Estado en esta materia?

Aunado a esta situación, un tema que es parte de este análisis, es el relacionado con lo que acontece, precisamente, en el orden local, puesto que mientras la federación establece sus propias políticas para que las normales trabajen en la formación de docentes, en el ámbito estatal, las cosas suelen ser muy complicadas. Por ejemplo, hoy día existe el Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa (derivación de lo que en su momento se conoció como PROMIN, PEFEN y PROFEN); programa mediante el cual, las normales pueden acceder a recursos (etiquetados) de la federación para, por ejemplo, fortalecer su capacidad académica; sin embargo, en varias entidades del país, las oficinas, departamentos o áreas a las que se encuentran adscritas, establecen los “proveedores” que habrán de impartir cursos, talleres, conferencias, etcétera, obtenidos a través de la elaboración de los proyectos de las propias normales. ¿Por qué estas escuelas no pueden contratar a sus propios proveedores para el logro de este propósito?, ¿hasta cuándo se va a depositar la confianza en dichas instituciones?, ¿por qué se les sigue considerando como “infantes” a las que se les debe de dar el trato que corresponde a esa etapa de la vida del ser humano?

El meollo del asunto es muy sencillo, y del cual he dado cuenta en múltiples ocasiones en este y otros espacios, al igual que muchos reconocidos colegas y especialistas en la materia, como Ángel Díaz Barriga, Patricia Ducoing, entre otros: la autonomía.

Desde mi perspectiva, mientras no se toque el tema de la autonomía de las escuelas normales, el problema jurídico y administrativo, y los que de ello se desprende, seguirá latente.

Hace unos días, escuchaba y leía con atención, lo que el actual Subsecretario de Educación Superior, Francisco Concheiro, explicaba sobre el papel de las escuelas normales en el país. Por sus declaraciones, puedo vislumbrar que se aproxima una nueva reforma al modelo educativo que, hace unos meses (agosto de 2018), se implementó en la educación normal en el país; esto, derivado de la implementación del Modelo Educativo 2017 que impuso Peña Nieto y compañía. Caray, apenas han pasado algunos meses desde que se implementó la “malla curricular 2018” en las normales, y ya se piensa en realizar algunos ajustes a sus planes de estudios (que por cierto siguen sin estar terminados) o implementar un nuevo modelo educativo. Lo anterior, considerando la disputa y división que generó esta “reforma” al interior del normalismo mexicano entre sus defensores y detractores.

Me parece interesante que cada gobierno intenté mejorar lo que, desde su perspectiva, puede mejorar. Es sensato el que se tenga la intención de llevar a cabo diversas acciones para lograr una mejora en la educación, especialmente, en la educación normal de México. No obstante, ahora que se viene la probable aprobación de la reforma educativa que propondrá el gobierno de López Obrador en próximos días, ¿no valdría la pena que se analizara la pertinencia de la autonomía de las escuelas normales escuchando las voces de sus principales actores: los normalisitas?, ¿no valdría la pena considerar un congreso nacional para este propósito? Un tema tan importante como lo es éste, no debería limitarse a una encuesta vía internet. Urge el espacio de diálogo, pertinente y profundo, muy profundo, sobre ello.

En este sentido, se habla de que algunas instituciones participarán en el diagnóstico que habrá de realizarse sobre el normalismo mexicano; esto, con la intención de que se obtenga un panorama general de las normales y se elabore una propuesta acorde a las necesidades y demandas de estas escuelas formadoras de docentes.

Estudios se han realizado al respecto, por ejemplo, el que hace años realizó Justa Ezpeleta, sobre el impacto del PROMIN en las normales; el de Verónica Medrano que, si bien no aborda las complejidades del normalismo desde lo cualitativo, si ofrece datos que permitirían contar con una mirada sobre el fenómeno que estoy comentado; o bien, los propios estudios que en este ámbito también ha realizado Graciela Cordero y otros; en fin, trabajos hay para dilucidar las entrañas del normalimo mexicano. ¿Cuándo se le dará la oportunidad a los normalistas para que expongan sus propios argumentos y estudios?

Con negritas:

Me parece que una propuesta, acertada, que hace tres años implementó la DGESPE para que los normalistas expusieran los estados que guardan sus investigaciones, fue el Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal (CONISEN); un espacio que, sigo pensando, es importante para la difusión del conocimiento; no obstante, considero que su formato podría permitir el diálogo abierto y plural en el más amplio sentido de la palabra. Como sabemos, es imperativo que, en materia de investigación, aceptemos la crítica, pero lo más importante, es que fomentemos la autocrítica puesto que ello, nos permitirá avanzar en el camino correcto en cuanto al ámbito institucional, profesional y, porque no, personal se refiere.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/en-las-entranas-del-normalismo-la-reforma-de-la-4t/

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Bienvenida la abrogación de la reforma educativa

México / 17 de febrero de 2019 / Autor: Abelardo Carro Nava / Fuente: Profelandia

Aún tengo en la memoria las imágenes de cientos de maestros humillados, sobajados, menospreciados y agredidos por las evaluaciones militarizadas y punitivas que, en el sexenio peñista, se aplicaron a cientos de docentes a lo largo y ancho del territorio mexicano. Tal bajeza, según se dijo, era necesaria, pues para lograr la tan anhelada calidad educativa del intricado Sistema Educativo Mexicano (SEM), había que utilizar todos los recursos del Estado contra aquel que osara manifestar su rechazo, ante una reforma que colocaría a nuestro país en los cuernos de la luna.

En su momento, los partidos que pomposamente sellaron y aplaudieron incansablemente las reformas estructurales, entre ellas la educativa, poco hicieron para detener la salvaje denostación y desprecio que Peña Nieto y Aurelio Nuño, cometieron en contra de una de las profesiones más nobles que puede existir en el mundo: la docencia. Claro, lo importante era recuperar la rectoría de la educación y, para ello, era necesario contar con el apoyo de los partidos políticos puesto que éstos “representaban al pueblo”.

A la par que esto sucedía, algunas organizaciones civiles que, en su discurso, pugnaban porque la educación de millones de niños y jóvenes que asistían a las escuelas, fuera un derecho y un derecho que asegurara esa educación de calidad, se regocijaban con la aplicación de evaluaciones a diestra y siniestra, pues para ellos, evaluar y evaluar y evaluar, era el punto de partida para que se lograra esa efímera y subjetiva “calidad” que tanto hacía falta en México. Claro, no había más, la empresa y las escuelas, eran símiles y, por lo tanto, los maestros y maestras, obreros.

Indudablemente, algunos apreciables colegas, reconocidos investigadores, prestigiados académicos, entre otros, aplaudieron la autonomía que se le otorgó al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), pues ese mismo ímpetu reformador que se deprendió de un presidente cuya popularidad se hizo mayúscula, más por su apariencia que por su inteligencia, hizo creer que las cosas cambiarían de la noche a la mañana. Soberbia y más soberbia. Claro, las atribuciones constitucionales y legales les hicieron pensar, a sus consejeros, que gozarían de un fuero que, cual diputados y senadores de esa y anteriores legislaturas, les permitiría hacer y deshacer lo que quisieran. Al parecer, el poder sería eterno.

Y qué decir del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), fiel o, mejor dicho, siempre fiel a sus usos y costumbres, se alineó al nuevo gobierno. Claro, La Maestra ya estaba tras las rejas y qué sentido tenía oponerse a lo que en su momento se llamó Pacto por México, qué sentido tenía defender los derechos laborales de los trabajadores de la educación, al fin y al cabo, la educación, según se dijo, era lo primero, y las reformas a los artículos 3º y 73º constitucionales, para ellos, fueron lo de menos. Claro, la permanencia en el servicio de sus dirigentes, nunca estuvo en juego.

Hoy día, algunas cosas han cambiado. Insisto, solo algunas, puesto que el vendaval de sucesos que ha traído consigo el triunfo de la izquierda en México, nos ha metido en una vorágine que, como alguien bien diría: es cosa de locos. Y es que mire usted:

El SNTE sigue siendo fiel a sus usos y costumbres y busca, a toda costa, alinearse con el nuevo gobierno. ¿Qué ha cambiado en ellos? La respuesta es sencilla: el discurso. Claro, los tiempos no están para no hablar de la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación. Claro, los tiempos no están para que la dirigencia nacional no busque legitimarse ante sus agremiados. Claro, los tiempos no están para perder todas la prebendas y canonjías que han ganado y, mucho menos, para que Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ni los Maestros Por México (MxM), les coman el mandado.

Por lo que respecta a mis apreciables colegas, reconocidos investigadores y prestigiados académicos que, en su momento, se regocijaron con la autonomía del INEE y de las evaluaciones en el magisterio, quiero pensar que, en estos días, han comprendido lo que significa “ser oposición”. De hecho, en estos días, he visto cómo es que se han formado ciertos grupos y redes de académicos cuya intención es de loable. Caray, en un país como el nuestro, todas las voces deben ser escuchadas y, perdón, en días pasados en las audiencias públicas que en San Lázaro se efectuaron, se escucharon esas voces; pregunto: ¿sucedió lo mismo con Peña Nieto y Aurelio Nuño? Una más, ¿por qué ninguno de esos estimados colegas cuestionó el papel que ha jugado Guevara Niebla, ex consejero del INEE, en la propuesta que ha lanzado el gobierno federal encabezado por AMLO? ¿Secretum foedus? En fin.

Y qué se puede decir de las organizaciones civiles que allá por el 2012 vivieron su esplendor con la llegada de Peña Nieto al poder. Hoy día, no encuentran cabida. Siguen buscando cómo lograr incidir en las políticas educativas desde su trinchera; sin embargo, esa trinchera, se ha quedado sin reservas. Valdría la pena lanzar un nuevo documental titulado: La Educación en Tiempos de Nuño: el despilfarro de los recursos del pueblo. Sería un éxito, lo aseguro.

Por lo que respecta a la propuesta que lanzaron los partidos políticos integrados por aquellos que en su momento apoyaron y aprobaron la reforma educativa en 2013, qué puede decirse. No han logrado entender que en el terreno político ya perdieron, y en el plano educativo, hablar de una involución educativa y una regresión al pasado, suena tan irrisorio como pensar que el hombre se baña dos veces en el mismo río.

¿Y el magisterio?, ¿y los maestros y maestras?, ¿qué ha pasado con ellos? Sin profundizar al respecto responderé que, inequívocamente, siguen padeciendo el lastre que dejó la reforma educativa del 2013, tanto en el plano laboral como en el educativo. Sí, así de simple y así de complejo. Por ello, es que efectivamente, le doy la bienvenida a la abrogación de esa mal llamada reforma educativa y, al mismo tiempo, exijo que el nuevo gobierno federal trabaje para que el magisterio mexicano, cuente con todas las condiciones habidas y por haber, para que éste realice su función en el ámbito que le corresponde.

Actualmente hay infinidad de problemas administrativos, pero también, hay incontables problemas (de todo tipo) en las escuelas que afectan la educación que deben o deberían recibir los niños, jóvenes y adultos. La tarea no es fácil; hace falta de la política para el logro de este propósito, no lo niego, pero propongo: que los políticos atiendan la política y los pedagogos, esos que no son otros sino los verdaderos maestros y maestras en las escuelas, participemos en la construcción de un modelo que encuentre sentido en nuestras aulas y en nuestras escuelas. Es una ecuación muy sencilla cuyos resultados pueden ser fructíferos. Partir desde el ámbito escolar y no desde un escritorio, puede ser benéfico para la educación en su conjunto.

En suma, calidad y excelencia, como parte de una política neoliberal, se lee y suena bonito, pero lo que el magisterio necesita es, menos palabras bonitas y más apoyo (de todo tipo) para que éste cumpla con su función, como siempre ha sido.

Fuente del Artículo:

Bienvenida la abrogación de la reforma educativa.

Fuente de la Imagen: https://www.flickr.com/photos/gtps/9629601661/in/photolist-fEWe5R-eaaDqb-9bt3eY-bUQJg2-e2DEVi-dLDq61-dYpyS7-eqTsQh-bxJrkY-qM9HmF-deHBsy-qMeMQw-eccquQ-p88LhN-nkNZzo-bmF48i-nkPbwx-fFdVV1-nC5BYJ-nkNWq7-nC5zbu-nC1Pcc-dA2Qoc-dXQBcu-nkNTxz-9bpVkR-nCimmY-fEWeMk-nC1M8T-nkPbdX-nkP5Fs-nC5AKG-nC1PuX-nCiDnc-nkP2sJ-nC5DSd-nCijC7-nkP1Uu-nAg261-e8mZSr-brDL2T-nkPd9k-fEWoZP-nkP57w-nkPcAX-nC5C8w-dA8rd9-fE7Vzm-dA8iUE-fU6YvM

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Menos carga administrativa, más pedagogía

Por: Abelardo Carro Nava

En estos días, en los que las festividades y las reuniones entre familias y amigos se hicieron una constante; tuve la oportunidad de coincidir con apreciables y queridos colegas. La conversación, como seguramente usted imaginará, versó sobre las actividades que realizamos en cada uno de nuestros centros de trabajo pero, en particular, una de éstas me llamó la atención y, como parece obvio, me preocupó; y es que por más increíble que parezca, una maestra nos compartía con cierto tono de angustia, impotencia y frustración, lo que estaba realizando en plenas vacaciones decembrinas, puesto que su directora, recién habían salido de clases (20 de diciembre), les notificó vía whatsapp, que la Secretaría de Educación Pública de su Estado, les solicitaba (a todos los maestros y maestras de su escuela y de la entidad) que a su regreso, entregaran un comparativo de los resultados que sus alumnos habían obtenido en el diagnóstico aplicado al inicio del ciclo escolar y los resultados de las evaluaciones del primer trimestre; esto, aunado a la “subida” de información a la plataforma SISAT (Sistema de Alerta Temprana en Escuelas de Educación Básica) durante los días subsecuentes, puesto que esta última, cerraría su portal el 31 de diciembre de 2018.

¿Se imagina el sentir de la profesora en ese momento?, ¿no por ello en el calendario escolar se establecen fechas específicas para la realización de actividades escolares y no escolares?, ¿no acaso el docente tiene derecho a disfrutar lo que la propia ley del trabajo establece?, ¿no acaso el maestro o maestra es un ser humano que tiene una vida propia, misma que puede disfrutar con su familia y amigos?, ¿cuál sería la sanción a la que podría ser acreedora la profesora por no cumplir con esa instrucción? Bueno, y si a ello le agregamos que, después del primero de enero, la mayor parte de los docentes comienzan a realizar sus planeación y materiales didácticos para el trabajo que realizan en el aula, caray, la cosa se complica un poco más.

Tengo claro que, quienes elegimos como profesión de vida la docencia, el planear y realizar determinado material didáctico es una constante; esto, cada uno de nosotros lo organiza o se organiza para realizar dichas actividades como mejor considere conveniente; sin embargo, la carga administrativa que, en los últimos años se les ha asignado a los profesores de México, es aberrante, desquiciante y altamente estresante.

¿A quién, en su sano juicio, se le ocurre solicitar que los docentes trabajen en un periodo que, por ley, no deben laborar?, ¿acaso esas horas extras que le destinan a su quehacer educativo le son pagadas y/o bien remuneradas?, ¿acaso la información que “suben” constantemente a las “plataformas” se ha empleado para formular programas de prevención o atención a las múltiples problemáticas que enfrentan los docentes y los infantes?, ¿acaso las autoridades no han entendido que, a mayor carga administrativa, menor tiempo destinado a la educación de los niños y jóvenes?

Caramba, tal parece que hoy día, ser docente es sinónimo de desesperanza; y es que mire usted, siendo ésta una profesión tan noble cuyo propósito es la educación/formación de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, en los últimos sexenios, la carga burocrática ha ido en aumento, lo cual ha generado ese estrés y múltiples problemas de salud en el magisterio.

No, no se equivoque, esta no es una defensa a ultranza del gremio al que grata y orgullosamente pertenezco; es una realidad que viven cientos de profesores que laboran en alguna de las escuelas de México.

Al respecto, el pasado 6 de enero, el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, en un video que publicó a través de las redes sociales, hizo énfasis que, en este año, se daría marcha atrás a la carga burocrática por demás excesiva que realizan a diario los profesores. Esto, según dijo, derivado de lo que había podido escuchar en cada uno de los foros en los que él estuvo presente

No sé por qué, pero mi mente trajo el recuerdo de aquellas palabras en las que Aurelio Nuño (ex secretario de educación) aseguraba, allá por el 2015 o 2016, que los maestros, con el “reajuste” a las plantillas de personal al interior de las escuelas de nivel básico – al nombrar a un subdirector académico y a un administrativo –, le dedicarían más tiempo a la pedagogía y a la didáctica pero, como vimos, no sucedió así; por el contrario, derivado de la implementación de la mal llamada reforma educativa, esta situación se agudizó en demasía; solo habría que ver todo el “show” que tienen que hacer los maestros y maestras para “subir” las evaluaciones del primer trimestre, aunque en los hechos, ni hay plataforma, ni hay una información certera sobre la forma en que habrán de “subir” dichas evaluaciones.

Pues bien, espero que el actual Secretario, así como lo expresó en el video, atienda esta situación. La pedagogía y la didáctica, son elementos que son inherentes a la vida profesional de maestros. Varios colegas, académicos, investigadores, han aportado diversas posturas y/o propuestas en esta materia. Bastaría con leer un poco a Ángel Díaz Barriga para darse cuenta de ello. El QUÉ de la educación, vive en la pedagogía; el CÓMO, se halla en la didáctica. Pensemos pues, en apuntalar estos dos conceptos en el magisterio antes de someterlos a fuertes presiones derivadas de absurdos burocráticos que, hasta el momento, han demostrado que no demuestran nada.

Así pues, a pesar de los pesares, desde este espacio, le deseo a usted mi estimada maestra o maestro, el mejor de los años; que sus propósitos profesionales y personales se logren, para satisfacción suya y de sus propios alumnos y familiares.

Con negritas:

Para que haya una verdadera transformación educativa debe haber una verdadera formación y, en ese sentido, toda formación debe comenzar en las escuelas normales e instituciones de formación docente. Por lo que a mi toca, considero que si esa formación está bien encauzada, con un proyecto claro y específico, se podrán lograr cosas importantes; de ahí que vuelva a reiterar, el llamado para la designación de un nuevo titular en la DGESPE, puesto que esas escuelas normales y esas instituciones formadoras de docentes, requieren de una visión que entienda y atienda las grandes problemáticas que enfrenta el subsistema. Las gestiones que estuvieron al frente de esa dirección durante el periodo peñista, no lograron el propósito encomendado. Esperemos que ahora sí, el Secretario de Educación, tome cartas en el asunto y atienda esta petición que priva no solo en quien escribe el texto, sino en buena parte de las instituciones que refiero.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/menos-carga-administrativa-mas-pedagogia/

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