Educación digital.

Por: Antonio Galvan Gonzalez

Cada día que pasa, se hace más necesaria la implantación de enseñanzas transversales, o específicas, en el ámbito de lo digital. Porque, desde hace unos años, los niños nacen con una tableta, o un teléfono inteligente, bajo el brazo, y aprenden, rápidamente y de manera intuitiva, a usarlos. De hecho, hay muchos de ellos que los manejan antes, incluso, de ser capaces de expresarse de un modo entendible y estructuralmente complejo.

Sin embargo, ocurre que nadie les ofrece información sobre las consecuencias que pueden derivarse de un mal uso de los medios tecnológicos. Nadie les guía para aprovechar los recursos educativos que ofrecen los dispositivos digitales. Y, tampoco, nadie les advierte sobre lo preciosa que es la intimidad, ni sobre los costes personales que puede acarrear su exposición constante.

Hay datos más que preocupantes acerca de la utilización que hacen niños, adolescentes y jóvenes de ese enmarañado tejido que es la red de redes. Y es que, mientras más jóvenes son, más susceptibles se muestran, también, a la hora de sucumbir a las nuevas amenazas que llegan de la mano de las herramientas más innovadoras.

Muchos de ellos comparten fotografías personales sin ton ni son, expresan sus sentimientos y emociones sin filtro alguno, escriben palabras a modo de armas arrojadizas, suben vídeos en los que presumen de sus virtudes o muestran sus debilidades, y ofrecen datos en tiempo real acerca de qué están haciendo en cada momento y del lugar en que lo están haciendo. Y, todo ello, contribuye a la apertura de brechas en terrenos como los de la privacidad o la seguridad que, sin duda, van socavando esos bienes tan preciados.

Del mismo modo, las posibilidades de anonimato, que ofrecen la práctica totalidad de redes sociales, han favorecido, paradójicamente, una pérdida de conciencia de la necesidad de comportarse como un ser social, al tiempo que han hecho aflorar la parte más visceral y salvaje de nuestra especie, lo que infringe un grave perjuicio a las relaciones de convivencia.

Son, por tanto, muchos, y muy importantes, los desafíos que, como sociedad, se nos plantean en el inabarcable espacio de ese universo paralelo que se configura en torno a Internet. Y, frente a todos ellos, caben dos opciones: quedarse de brazos cruzados, o articular medios y estrategias para que nuestro futuro no se vaya al garete. Algunos abogamos, claramente, por la segunda opción. Queda por ver qué harán las instituciones competentes en la materia.

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/educacion-digital_1055224.html

Imagen: https://www.expoknews.com/wp-content/uploads/2015/03/educacion.jpg

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Segregación educativa.

Por: Antonio Galván González.

Por cosas del azar, me enteraba el otro día de que la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura publicaba, vía DOE, una nueva orden para regular los programas de las secciones bilingües en los centros educativos extremeños.

Según dicha reglamentación, los alumnos que hubieran cursado estudios primarios en centros educativos con secciones bilingües tendrían prioridad, sobre aquellos que no hubieran disfrutado de esta posibilidad, a la hora de cursar estudios secundarios en una sección bilingüe. ¿Y qué supone esto? Pues, sencillamente, que los niños que hayan tenido la suerte de cursar estudios en centros de educación primaria con secciones bilingües podrán continuar su educación bilingüe en la etapa de la educación secundaria, y que los que tuvieron la mala fortuna de no poder estudiar en colegios con sección bilingüe continuarán, mayoritariamente, sin poder hacerlo en la secundaria. Y, claro, en esas estábamos cuando la Secretaría General de Educación, ante los primeros conatos de protesta de padres y madres de niños de centros de primaria sin sección bilingüe, emite una circular para tratar de endosarle «el muerto» a los centros de Educación Secundaria, apuntando que «los centros […] podrán formar tantos grupos para la impartición en el idioma de la sección de las áreas no lingüísticas como sus recursos propios le permitan». Y resulta que los centros tienen los recursos que tienen, y no pueden permitirse la creación de más grupos por la limitación del personal docente, habilitado para la impartición de clases bilingües, que les asigna (¡oh, casualidad!) la propia Junta de Extremadura. En conclusión: que la Consejería de Educación ha impulsado una orden que, a todas luces, fomenta la discriminación entre alumnos, y que relega a gran parte del alumnado a un vagón de cola que los mantendrá, por siempre jamás, alejados de la oportunidad de aprender idiomas. Y que, por si fuera poco, ha publicado una circular vergonzante, a través de la que se pretende trasladar «la patata caliente» a unos centros escolares que se limitan a trabajar con las herramientas que la propia Administración les proporciona.

Y, claro, ante todo esto, uno no puede por menos que preguntarse: ¿Es este el mejor modo de fomentar una educación de calidad y en igualdad de oportunidades? Aún están a tiempo de rectificar…

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/segregacion-educativa_1020519.html

Imagen: https://gcdn.emol.cl/adolescencia/files/2016/02/segregaci%C3%B3n-escolar.jpg

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