Urdimbre y trama

 Por Alejandra Laprea


Mi primer contacto con la Revolución fue a través de Silvio Rodríguez, tenía como 12 años y un muchacho en el liceo me regaló un cassette. Era un muchacho que nunca terminaba de decir las cosas, luego entendí que yo le gustaba y no encontró las palabras, nunca tuvimos una oportunidad. A ese muchacho y a Silvio le estaré siempre agradecida porque pusieron por primera vez en mi cabeza la Revolución, me hicieron preguntar cosas, me dijeron que se podía soñar con cambiar el mundo, le dieron sentido a mi rebeldía, me introdujeron en una construcción simbólica diferente a la que imperaba en mi cómoda calle de familias de clase media, en el colegio de curas, en un pueblo minero medio ciudad, al sur del país. Una de las grandes victorias del pensamiento hegemónico es haber seccionado la vida. Imponer que la sociedad son una serie de compartimientos y no un espeso e intrincado tapiz, donde cada hilo o aspecto de la vida está relacionado.

Esto ha permeado incluso nuestra Revolución y hemos creído que podemos dejar ciertas cosas para después o que podemos coexistir con ciertos aspectos del sistema capitalista, patriarcal y racista del cual nos queremos liberar. Y así hemos dejado para después la reflexión y el accionar sobre cómo hacer para que lleguen a la sociedad nuevas construcciones simbólicas del mundo.

En este tapiz que llamamos sociedad, cada hilo tiene su función y aunque con cambiar un hilo no se pueda conseguir cambiar el diseño, los hilos hay que moverlos simultáneamente.

Cambiar el diseño implica cambiar urdimbre y trama en el telar, hacer en lo material al mismo tiempo que en lo simbólico. Por ejemplo, no basta tener leyes o instituciones que hagan esfuerzos por librar a las mujeres de la violencia por género mientras tengamos un aparataje cultural que naturalice o banalice la violencia hacia las mujeres.

El hilo de la creación ayuda a interpretar el mundo, a entenderlo, aceptarlo o puede impulsarnos a rebelarnos.

De todo esto la importancia de espacios como la primera Escuela de Formación Ecosocialista y Pensamiento Crítico Descolonial Nuestroamericano y por lo mismo lamentamos profundamente que sea tan visible la ausencia casi absoluta de las mujeres en el programa. Nos habría parecido más coherente un programa con equidad de género y no uno que reprodujera tan de frente la visión androcéntrica de la cultura y el conocimiento.

La Araña Feminista teje la red de colectivos de mujeres socialistas de Venezuela. Este es un espacio reflexivo e informativo sobre nuestras luchas y conquistas. La unión de nuestras voces construye el socialismo feminista.

Fuente: http://ciudadccs.info/alejandra-laprea-colectivo-tinta-violeta-urdimbre-trama/

Imagen tomada de: http://www.ecologiapolitica.info/wp-content/uploads/2015/01/america-latina-800×445.jpg

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Mi hijo no come berenjenas

Por Alejandra Laprea

Es raro que en una página feminista se traten temas de alimentación, hijos o recetas, y para quienes conocen mi posición “anti-super-madre de la Revolución”, en que a veces se convierte a las mujeres desde el discurso oficialista, les parecerá que este artículo es un caso de usurpación de identidad. Pero, no. Nada de eso.

La verdad es que la guerra contrarrevolucionaria se está dando en lo económico tanto en la macroeconomía, como en la doméstica. El campo de batalla está en nuestras casas y premisas culturales que rigen nuestro abastecimiento de alimentos.

Bueno, la cosa empezó así. Mi amiga Olga un día desesperada me dice que no haya qué hacer con su hijo y la comida y como una gran desgracia me soltó: “…imagínate hoy para desayunar solo tenía huevo con yuca”. Me quedé viéndola fijamente y me encogí de hombros. Olga no entiende y la verdad que yo tampoco. Y no nos entendemos porque según mi experiencia no hay cosa mas rica que un huevo con la yema aguadita y unos palitos de yuca tostaditos. En cambio para Olga eso ni siquiera clasificaba como desayuno… y no les cuento Diego su hijo… porque esos guarichos saben como tomar el poder con eso de la comida.

Y así, empezó mi investigación sobre lo que ella considera un desayuno y cómo lo que consideramos comida y cómo lo comemos varía de región a región, de familia a familia.

Por ejemplo para Olga un plato de atol de avena es una merienda, para mi es lo mejor que le puedo dar a mis hijos de desayuno. Para Olga la avena solo se puede hacer con leche, para mi, que hace años deseché los lácteos por dañinos es perfecta con un agua bien aliñada con una ramita de canela, anís y papelón.

En mi casa, mis chamos son dos adolescente insaciables, hemos tenido una ventaja estratégica porque siempre hemos cultivado la flexibilidad en lo que comemos. La norma siempre ha sido “…tenemos derecho a tener nuestros gustos pero, hay que probar primero”.

Pero, a mi hijo menor la berenjena no le hacía gracia y este año tenemos una cosecha fantástica de berenjena y están baratas.

Intentamos primero pelando las berenjenas asándolas en una plancha caliente o en el horno y sazonándolas con sal, ajo y aceite para luego usarla como acompañante, un clásico que no tuvo éxito en el paladar del chamo.

Luego probamos haciéndolas como hamburguesas. Asamos las berenjenas, sacamos la carne, cortamos en cuadritos pequeños, aliñamos como si fuéramos a hacer una hamburguesa, añadimos huevo y algún aglutinante (pan rayado, maicena, harina de trigo o maíz e incluso avena molida como harina) y nada, a él no le gustó. Finalmente… pasticho… y ¡Eureka! Pelamos las berenjenas, las rebanamos y asamos. Hacemos un guiso de pasticho, que en mi casa va desde el clásico de carne molida hasta uno de gallina pasando por uno absolutamente vegetariano con carne de soja. Como los lácteos están en el destierro, la bechamel la hacemos con caldo de verduras, y el tostadito que da el queso lo hacemos con boronas de casabe o mañoco, (cuando consigo esta maravilla amazonense) o pan rayado rociado con un chorrito de aceite para que tueste.

Y aparte de querer pasarles mis recetas lo que quiero decirles es que el hacer nuestras comidas es también una construcción social y cultural en la cual podemos innovar y liberarnos de patrones de consumos que han sido impuestos para beneficio de la agroindustria, empresas empaquetadoras de alimentos como la Polar, trasnacionales de la comida rápida o procesada, toda una cadena de dominación capitalista en la que la tan querida berenjena no tiene cabida por su nobleza, facilidades para cultivar y versatilidad en la cocina. Y ella entre un montón de productos que florecen en nuestros conucos y patios.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/mi-hijo-no-come-berenjenas-opinion/

Imagen tomada de: https://4.bp.blogspot.com/-k_O0IrcuJ6A/V2GiSisFfII/AAAAAAAAC7U/SKWkjJP1ceYsoGdq8YEWZsWhCDu7Ydq9QCLcB/s1600/Berenjenas-1%255B1%255D.jpg

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En la mira de una “intervención humanitaria”

Por Alejandra Laprea

TINTA VIOLETA

Desde que decidimos avanzar en la construcción de una soberanía no condicionada por intereses externos o tarifas, nuestro país y nuestras vidas están en la mira de muchos.

Hace poco hemos superado una embestida. Las fuerzas de la razón se impusieron temporalmente y la petición del secretario general de la OEA quedó desmontada y desenmascarada, sin embargo aún no podemos celebrar… somos víctimas de una campaña sostenida en el tiempo y en el globo terráqueo que pretende hacer del “sentido común” la necesidad de una intervención humanitaria internacional.

La intervención internacional, injerencia, ayudas humanitarias o, como lo quieran llamar, si no está solicitada por los gobiernos legítimamente constituidos, va contra todo principio de soberanía y autodeterminación al que tenemos derecho como pueblo. Y es que detrás del término “humanitaria” está escondida la palabra militar. Todas estas acciones internacionales son llevadas a cabo por fuerzas militares, cuyo entrenamiento es para la guerra, y la presencia de estas fuerzas suele extenderse indefinidamente.

La historia de las intervenciones “humanitarias” es muy triste. A mí me ha sido imposible encontrar un ejemplo donde los países no hayan quedado sumidos en la más absoluta pobreza material y espiritual después de una de esas “intervenciones humanitarias”. Algunos tristes ejemplos de cuando los supuestos remedios son peores que cualquier enfermedad son: Bosnia y Kosovo, Servia y Montenegro, Afganistán e Irak, y en nuestra América: Haití, Nicaragua y Granada, entre otros.

Y esa historia se hace más cruda cuando la contamos desde el punto de vista de las mujeres, quienes, al ser los sostenes de las familias, las garantes de las tradiciones, las guardianes de la identidad y estar, además, simbólicamente ofrecidas por el patriarcado como territorio a ser conquistado y dominado, nuestras vidas se convierten en botines de guerra y aparecen a montones los casos de violaciones, esclavización sexual, trata, esterilizaciones forzadas, es decir, la guerra en su expresión más inhumana.

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La Araña Feminista teje la red de colectivos de mujeres socialistas de Venezuela. Este es un espacio reflexivo e informativo sobre nuestras luchas y conquistas. La unión de nuestras voces construye el socialismo feminista.

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Fuente: http://ciudadccs.info/alejandra-lapreala-arana-feministaen-la-mira-una-intervencion-humanitaria/

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Sobre los Impeachement: Nos toca aprender y enseñar

Alejandra Laprea

Nos hemos dado la constitución más progresista que hemos soñado, ahora nos toca otra lección dura con la recolección de firmas y aprender que la democracia venezolana, esa participativa y protagónica, nos la tenemos que ganar y defender a pulso, en la calle.

El revocatorio es un mecanismo constitucional que da el poder al pueblo venezolano de evaluar un gobierno a mitad de período, un mecanismo mucho más maduro que los impeachement o juicios políticos, como el que se está escenificando actualmente en Brasil. Los impeachement (y seguimos usando el término en inglés porque ahora está en la boca de todas y todos) es una figura jurídica que proviene del derecho anglosajón y que delega en los parlamentos, órganos legislativos, el poder de acusar y juzgar un alto cargo.

En el caso de Brasil su constitución delega en 594 personas presentes en las cámara de diputados y senado el derogar lo que más de 55 millones de brasileros y brasileras decidieron cuando le dieron sus votos a la compañera Dilma.

Nuestro compromiso es con la defensa de la Constitución y podemos estar seguras y seguros que el primer acto de gobierno de un hipotético presidente de oposición es la reforma o derogación de nuestra amada constitución, sobre todo por la necesidad que tiene la ideología de derecha de usurpar, apoderarse y expropiar los derechos de los pueblos. Así, y por muy contradictorio que suene, lo primero que aboliría un gobierno de derecha es el mecanismos de referendo.

Venezuela es un ejemplo en el mundo de una nueva forma de democracia y en su defensa tenemos que ser grandes educadoras y educadores populares y tomar las calles para debatir sobre el por qué debemos seguir en revolución, por qué debemos conservar el gobierno de Nicolás Maduro, argumentos tenemos de sobra para el debate. Dando así un mensaje claro y contundente a todas las fuerzas políticasque sirva de aliento y respaldo al presidente y de disuasión a quienes creen en salidas alternativas a la democrática y a quienes hacen la contra revolución dentro de las instituciones.

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La Araña Feminista teje la red de colectivos de mujeres socialistas de Venezuela. Este es un espacio reflexivo e informativo sobre nuestras luchas y conquistas. La unión de nuestras voces construye el socialismo feminista.

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De libros, estantes y otras cosas de mujeres

Es difícil encontrar literatura hecha por mujeres, o  publicaciones de teóricas feministas… de teóricas, no importa si son feministas o no. En general de escritoras, no importa el género literario. Yo tengo años visitando la Feria del Libro de Caracas  y librerías preguntando por libros como los diarios de Anais Nim o el Segundo Sexo de Simone de Beauvoir (este ya lo encontré, nuevo, como quería). Fíjense que son obras reconocidas, no son libros raros precisamente, ni malditos como pueden ser los de Emma Goldman,  y nada, no hay, no los traen, no los re editan. A raíz de esto cultive el extraño hábito de contar las autoras en las estanterías de librerías  y aunque los datos no tienen ningún valor estadístico los voy a compartir con uds.

Mi experiencia de contadora de autoras en estantes de librerías caraqueñas me dice que por cada 10 títulos solo uno es escrito por una mujer, si acaso. Inclusive mi obsesión me llevó a buscar un catálogo de la Editorial  El Perro y la Rana en internet y seguir contando las autoras. Y encontré que de los 703 títulos publicados en ese catálogo, solo 105 eran de autoras, es decir el 15 %, redondeando para arriba. La buena noticia es que Laura Antillano, que me encanta, es de las autoras más publicadas junto con Francesca Gargallo una feminista mexicana.

Pero, por qué las mujeres son menos publicadas… una vieja discusión, cuyas disertaciones van desde la maliciosa idea de que los varones prefieren publicar a varones y que las institucionalidad cultural está en manos suyas. Pasando por el hecho de que la desigual distribución de las responsabilidades de crianza y cuido de la especie sustrae a miles de mujeres la fuerza y el tiempo para la creación y el trabajo  que significa su difusión y distribución, como pasa en otras áreas profesionales, donde se invierten los indices de población femenina que egresa de las universidades y población femenina que se emplea. Hasta llegar a reflexiones profundas sobre lo que la sociedad patriarcal y capitalista considera de valor como para ser difundido, conservado para la posteridad… Quizá no sea una sino, todas las anteriores y algunas razones más.

El conquistar el derecho de las mujeres a escribir y ser leídas no es una batalla sin importancia. El uso de la escritura es uno de los rasgos más distintivos  de eso que llaman lhumanidad.  A través del uso de la palabra escrita se ha definido la humanidad, en los términos que los varones patriarcales han querido. Es así, que lo humano, según la ideología patriarcal y capitalista es lo masculino.

Las mujeres hace muchos años que irrumpieron en el panorama literario y académico, apropiándose de las palabras. Pero, aún falta que la producción salga de los espacios académicos super especializados y se haga común. Que las encontremos en cualquier estante sin tener que hacer un esfuerzo.

En este desenmascarar la exclusión de la interpretación de las mujeres del “logos”, de la palabra en cuanto razonamiento y argumento, se encuentra uno de los frentes de batallas más duros de la revolución. Porque es un frente que se desarrolla en lo más profundo del entendimiento, en eso que es irracional y nadie lo quiere ver como tal. Pero se hacen avances y hay que hablar de estos.

En la reciente filven tuvimos el placer de recibir a dos libros feministas, Waika la respondona de María Centeno y  La Unión Obrera de Flora Tristan con traducción de la peruana Patricia de Sousa.

El primero  tuvo el honor de ser el el libro más buscado en la feria del libro, por suerte lo encontraron. Un libro que tiene el mérito de hacer dos cosas extremadamente difíciles. Una hacer humor y dos hacer humor de una cosa tan seria y académica como solemos ver al pensamiento feminista.  María Centeno ha demostrado que si se puede hablar de cosas serias en la calle, en la casa y quizá hasta en la cama es decir, se puede sacar al feminismo de los pasillos de las universidades, de los círculos ultra especializados… no tiene porque ser un material proscrito.

No hay cosa más difícil que conseguir un libro de Flora Tristán, sus obras son casi exquisiteces. Condenada a pequeños tirajes, fruto de esfuerzos casi titánicos y heroicos, los libro de Tristán siempre son un regalo. La franco peruana precursora no sólo del feminismo sino también, de la organización obrera y el socialismo es siempre reservada a círculos muy cerrados que estudian la obra de Marx. Poco traducida, poco promocionada en el continente es realmente un honor poder contar con su libro más emblemático en las librerías del Sur, editado por la Fundación Editorial El Perro y la Rana.

Ya fuera de la Filven también hay noticias editoriales como es la reciente presentación de La Araña feminista Opina. Una selección de mas de dos cientos artículos publicados en los diarios Correo del Orinoco y Ciudad CCS entre el 2010 y el 2013 por los colectivos de la red La Araña feminista. Este libro que nace, según el prólogo de Genny Lara,  de la manía de aquellas y aquellos que piensan sobre el feminismo está dedicado al Arañero de Sabaneta, un homenaje al primer presidente feminista del continente

La Araña Feminista Opina recogen pensamientos y propuestas elaboradas desde el trabajo de los más de 30 colectivos que se articulan en la red La Araña feminista. En su primer capítulo se expone una genealogía del feminismo venezolano hasta la irrupción de La Araña, seguida de una cronología de las actividades más importantes de la red, incluyendo el nacimiento de La Araña impresa y su equipo editorial.

Luego se reúnen en los 10 capítulos restantes lo que se ha escrito y pensado en la red  sobre el feminismo popular, la crianza, la economía, el trabajo, los derechos sexuales y reproductivos, la violencia de género, el papel de las mujeres en la historia, el socialismo, la revolución y los procesos de lucha nuestroamericanos.

En La Araña Feminista Opina está presente la fuerza de las mujeres asumiendo la  producción de  ideas y reflexiones no como una forma de auto estimulación intelectual sino como una responsabilidad en la apropiación del logos, en crear herramientas para el cuestionamiento a todo nivel de la sociedad capitalista y patriarcal, y de las estructuras culturales que la sustentan.

Por último tenemos que,  se publicó el Nº 41 de la Revista Venezolana de estudios de la mujer, titulado Mujeres, Literatura, Artes y otros lenguajes, una revista donde podrán ampliar más sobre el tema que animó estas pequeñas líneas.

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Feminismo popular y despatriarcalización de la cultura.

Alejandra Laprea autora
Ilustración Nathaly Bonilla

En el 2 do Encuentro de Organizaciones Feministas y de Mujeres, que convocó la Red La Araña Feminista, se tocó el tema de “Despatriarcalización de la Cultura” (Clarines, agosto de 2013).
El tema cultural hasta este año, estuvo latente en todas las discusiones del movimiento feminista, un poco bajo la premisa de que cultura es todo. Pero en este encuentro, se abordó el tema desde la producción cultural artística y sobre todo desde la reflexión sobre las personas que crean y como estas pueden ser agentes de reproducción del patriarcado o primer bastión de lucha en su contra.
Uno de los primeros puntos de discusión fue la presencia del patriarcado en las manifestaciones culturales revolucionarias. señalando que en nuestras mismas compañeras y compañeros de lucha y sus formas de expresión artística estaba presente, que estábamos reproduciendo el modelo colonizador en su aspecto patriarcal en nuestras obras, en nuestra formas de difusión, de investigación. Esta reproducción se hace desde el desconocimiento, desde la falta de reflexión y desde el pensar que los asuntos de las mujeres no son prioridad, pensamiento patriarcal muy frecuente entre las fuerzas revolucionarias.
El capitalismo en nuestro continente y en nuestro país se apoya firmemente en la colonialidad y esta a su vez tiene dos grandes columnas que la soportan: el racismo y el patriarcado. Es así que, la lucha feminista contra el patriarcado no puede ser tomada como la reivindicación de un sector, sino como parte de la estrategia contra el capitalismo. En la mesa de trabajo se planteó como primer objetivo táctico la despatriarcalización de la cultura de la revolución.
Para esto, se planteó la importancia de abrir espacios de discusión con las creadoras y creadores sobre el feminismo, mujeres y género, para sumar aliadas y aliados que empiecen a crear nuevos discursos en sus obras artísticas, que no reproduzcan en sus actividades de difusión y distribución la invisibilización del aporte femenino, de la producción de las mujeres sino, muy al contrario, que hagan un esfuerzo para que en cada muestra, en cada publicación, en cada investigación estén presente mujeres y hombres en equidad.
También se propuso crear espacios donde se confronten públicamente las creaciones artísticas machistas, que reproducen y fortalecen al patriarcado, despertando desde ahí el pensamiento crítico y liberador en la sociedad.
El MPP para la Cultura, como parte de un Estado Revolucionario, debe plantear a los creadores y creadoras actividades como festivales, concursos, líneas de investigación que estimulen la relectura de las imágenes de las mujeres en sus obras y las hagan más justas con su aporte cultural, social y político.
El principio de equidad de género debe ser asumido como política transversal en todas las áreas de influencia del MPP para la Cultura del Estado Revolucionario, esto significa que en todas sus plataformas se publiquen, distribuyan y promocionen obras audiovisuales, plásticas, musicales, literarias, etc, cuya autoría sea de mujeres en igual proporción que la de los varones y que en las áreas donde no haya suficiente presencia femenina se estimule la participación de la mujer.
Recuperar la historia del país, las regiones, los pueblos y reescribirla desde el protagonismo tanto de las mujeres como de los varones es otro de los retos que se considera necesario asumir desde todos los niveles de investigación, difusión o publicación.
El asumir la equidad de género como política transversal de cultura no es abrir espacios especiales, en momentos especiales, solo para mujeres. Es hacer conciencia de los mecanismos que dentro del sistema de cultura no hacen posible la participación en igualdad de condiciones de mujeres y varones y abolirlos. Es entender que en toda manifestación cultural hay expresión tanto de mujeres como de varones y presentarlas. Es cuestionar el sistema de valores machista que nos lleva a valorar unas obras sobre otras y desmontarlo.

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