Estados Unidos: colapso universitario

Por: Beethoven Herrera Valencia

La educación superior estadounidense está caracterizada por un limitado o nulo aprendizaje en una vasta proporción de estudiantes.

La notable ventaja de Estados Unidos en el patentamiento de inventos y el reconocido prestigio de sus posgrados, contrasta con las falencias de sus pregrados. Es creciente el número de estudiantes universitarios que no logran graduarse, pues menos del 40 por ciento de quienes cursaron cuatro años no obtienen el título.

Además, la generación de la posguerra está saliendo del mercado laboral, las nuevas generaciones son menos educadas. Un estudio reciente encontró que los incrementos en los salarios en las universidades están concentrados en los investigadores y en algunos departamentos académicos.

Solo un tercio de los profesores universitarios son permanentes y existe el riesgo de que su vinculación se acorte para reducir costos, pero sin docentes con mejor calificación y más dedicación es imposible mejorar la educación.

Otro estudio realizado por Paul Courant, de la Universidad de Michigan, y Sarah Turner, de la Universidad de Virginia, concluyó que “dentro de los departamentos donde los profesores reciben pagos más elevados enseñan a menos estudiantes de pregrado y regentan menos cursos que sus colegas de menos salarios”. Los autores concluyen que los salarios en las Universidades “son determinados principalmente por los resultados de investigación y la reputación asociada con dichos resultados” (The Washington Post, junio 19 del 2017).

Hay una creciente separación entre los docentes que enseñan y aquellos que orientan investigaciones, y la mayor parte de los que ejercen mayor enseñanza trabajan a tiempo parcial, y entre los profesores que no están en carrera docente, la mitad laboran a tiempo parcial.

En su estudio ‘Campus confidencial: cómo la universidad trabaja o no para profesores padres y estudiantes’, el profesor Jacques Berlinerblau, de la Universidad de Georgetown, sostiene que los maestros de tiempo completo son más efectivos en el aula de clase y como tutores para estudiantes, y concluye que “las universidades más prestigiosas destinan a los profesores más calificados para trabajar en los pregrados”.

El estudio ‘Academically Adrift’ (2011) encontró que un tercio de estudiantes de pregrado no avanzan en escritura, razonamiento complejo o razonamiento crítico, y sus autores –Richard Arum y Josipa Roksa– concluyeron que esto se explica por falta de rigor; su encuesta demostró que los alumnos gastan 12 horas por semana estudiando, gran parte en grupos, y muchos no toman cursos que les exijan leer más de 40 páginas por semana, o escribir más de 20 páginas por semestre.

Los autores sostienen que “la educación superior estadounidense está caracterizada por un limitado o nulo aprendizaje en una vasta proporción de estudiantes”, y concluyen que muchos jóvenes “cursan la universidad sin un claro objetivo”.

Por el creciente costo de las matrículas, padres y estudiantes se concentran en la preparación para el trabajo y la pronta graduación, pero la investigación es larga y costosa.

Fuente noticia: http://www.portafolio.co/opinion/beethoven-herrera-valencia/estados-unidos-colapso-universitario-509570

Fuente imagen: http://1.bp.blogspot.com/-bEDLiFN0iDw/VEA5cDRshcI/AAAAAAAAB9U/xLxOyVjfSFU/s1600/20140929_134209.jpg

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Colombia, Ocde e instituciones económicas

Por: Beethoven Herrera Valencia

En el país, se critica que las leyes se promulgan sin valorar impactos fiscales, y parlamentarios se enfrentan a los equipos técnicos del Ejecutivo.

os cambios institucionales suelen ocurrir en momentos de crisis, y terminan en reformas de política económica y del sistema financiero. Por ejemplo, el sistema monetario existente se diseñó en Bretton Woods cuando la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin, y el establecimiento de bancos centrales independientes ocurrió después de un periodo de generalizada hiperinflación.

Una de las lecciones de la crisis del 2008 fue la necesidad de instituciones fiscales independientes (IFI) y la orientación de la Ocde sobre buenas prácticas gubernamentales ha aumentado estas instituciones. Aunque la primera IFI creó en 1936, en Bélgica, entre el 2000 y el 2010 se crearon IFI en 5 países, y entre el 2010 y el 2015, se crearon13 de los 35 países de la Ocde. Es decir, casi el 40 por ciento de las IFIs existentes en Estados miembros de la Ocde se crearon después de la crisis financiera del 2008.

La IFI más sobresaliente es la Oficina de Asistencia Técnica Presupuestal para el poder legislativo de EE. UU., de carácter técnico e independiente de apoyo al Congreso, de igual forma que ha recomendado que el Dane sea autónomo.

Dicha Oficina, nace en 1974 a raíz del conflicto entre Nixon y el Congreso, controlado por los demócratas, pues el presidente se rehusaba a ejecutar recursos que el Congreso había apropiado para proyectos importantes, como el Acta de Agua Limpia.
En ese momento, los congresistas entendieron que debían enfrentar el grave problema en su relación con el poder ejecutivo: la debilidad para soportar sus propuestas de leyes que tenían impactos presupuestales y económicos, lo cual los enfrentaba a una discusión con asimetría de fuerzas entre la Casa Blanca y el Capitolio.

En Colombia, se critica que las leyes se promulgan sin valorar sus impactos fiscales y los parlamentarios se enfrentan individualmente a los equipos técnicos del Ejecutivo, no existe una oficina técnica del Congreso y cada parlamentario tiene su Unidad de Apoyo Legislativo. Aunque no vivimos una crisis como las que condujeron a la creación de las IFI en otros países, la decisión de adherir a la Ocde nos coloca ante el imperativo de cumplir esa recomendación, y se está preparando esa decisión.

La función legislativa se beneficiaría al contar con una oficina que aporte insumos técnicos a los congresistas, de modo que soporten sus proyectos de ley con elementos de rigor técnico, y, actualmente, hay un proyecto del BID y el Pnud que prepara un proyecto de ley que conduzca a la creación la oficina de apoyo económico al Congreso de la República.Si se concreta la iniciativa, esta será de indudable utilidad, si mantiene el rigor técnico y no cae en los vicios del burocratismo clientelista.

Beethoven Herrera Valencia
Profesor U. Nacional y externado
Colaboración, Luis Alberto Rodríguez

Fuente: http://www.portafolio.co/opinion/beethoven-herrera-valencia/colombia-ocde-e-instituciones-economicas-505874

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