En Bangladesh, 20 millones de personas salieron de la pobreza en dos décadas.
El número de mujeres en la fuerza laboral se duplicó, en tanto que la tasa de natalidad se redujo.
La creciente industria de la confección del país ocupa ahora el segundo lugar después de China en el sector de fabricación de prendas de vestir.
¿Qué se necesita para poner fin a la pobreza? Muchas de las respuestas pueden provenir de Bangladesh.
Bangladesh, que alguna vez fue considerada una de las naciones más pobres del mundo, es ahora un país de ingreso mediano bajo que crece y en el que la pobreza se ha reducido considerablemente durante la última generación. Este cambio ha sido impulsado por la innovación.
Las señales del progreso se encuentran en todas partes, desde las fábricas modernas y las innovaciones tecnológicas, como el riego a través de energía solar, hasta la esperanza y las aspiraciones de los aprendices de las fábricas de ropa que se trasladan a Dhaka desde los lugares más pobres del país.
Abul Maal Abdul Muhith
En Bangladesh, 20 millones de personas salieron de la pobreza en dos décadas y la tasa de pobreza se redujo del 44,2 % en 1991 al 18,5 % en 2010. Es probable que la pobreza haya caído aún más: esta tasa llegaba al 13,8 % en 2015, según estimaciones actuales del Grupo Banco Mundial.
El número de mujeres en la fuerza laboral se duplicó, en tanto que la tasa de natalidad se redujo de 6,2 hijos por mujer en 1990 a solo 2,2 en la actualidad. Alrededor de un 40 % menos de mujeres murió al dar a luz en 2015 que en 2001. Entre 1990 y 2013, el número de niños que fallecieron antes de cumplir 5 años de edad disminuyó en dos tercios.
La creciente industria de la confección del país ocupa ahora el segundo lugar después de China en el sector de fabricación de prendas de vestir. Y esto se ha logrado aun cuando la densidad de la población y un exceso de agua limitan la cantidad de tierra disponible para la industria.
¿Cómo Bangladesh consiguió estos importantes logros?
“La pobreza se puede eliminar si hay seriedad, si se ataca la pobreza en varios frentes y si existe compromiso”, dijo en una entrevista el ministro de Finanzas de Bangladesh, Abul Maal Abdul Muhith. “El compromiso es lo más importante, el compromiso con la eliminación de la pobreza, y eso lo tuvimos”.
Hace casi medio siglo, este progreso no parecía posible. La guerra por la independencia, que finalizó en 1971, causó 3 millones de muertos, destruyó dos tercios de la economía, y dejó en la pobreza al 70 % de la nueva población del país.
«Éramos un páramo”, dijo Hossain Zillur Rahman, fundador del grupo de expertos de Dhaka Power and Participation Research Centre (PPRC). (i)
Sin embargo, la búsqueda de la independencia también ayudó a “transformar nuestra mentalidad para que nuestros ciudadanos fueran más ambiciosos, más seguros de sí mismos”, dijo Rahman.
“Bangladesh solía ser un país de vacas y arados. Ahora, se pueden encontrar tractores incluso en los pueblos más alejados. Hay campesinos analfabetos adoptando la tecnología. Eso es una muestra de sus aspiraciones. Los agricultores decidieron que si bien ellos habían nacido pobres, sus hijos no lo serían”, agregó Rahman.
Muhith dijo que la idiosincrasia nacional ha desempeñado un papel importante en el progreso de Bangladesh, en particular, el sentido de igualdad social que, por ejemplo, ayudó a empoderar a las mujeres.
Los programas nacionales de educación, salud y seguridad social también han colaborado para sacar a las personas de la pobreza, agregó.
“Se debe educar a todas las personas”, dijo Muhith. “En la actualidad, la tasa de educación primaria llega aproximadamente al 99 %. En el nivel secundario no es tan buena todavía, pero tampoco tan mala, ya que solía ser del 29 % y ahora es superior al 60 %”.
El país también ha dado un ejemplo en cuanto a su capacidad de ser pragmático y práctico, de fijar objetivos intermedios y dar un paso a la vez, dijo Rahman. “Todas nuestras innovaciones han estado orientadas a las bases y centradas en la entrega [de servicios]”.
Otro factor importante en el desarrollo de Bangladesh han sido las “carreteras de acceso”, es decir los caminos que conectan a los pueblos con las ciudades más cercanas. Rahman las describió como “catalizadores transformacionales” para Bangladesh, porque permiten que las personas viajen y, por ejemplo, vayan al extranjero y envíen remesas a sus hogares. En 2015, estos envíos representaron alrededor del 7,7 % del producto interno bruto (PIB).
“La lejanía es tan dolorosa como la pobreza”, señaló. “Si la lejanía siguiera siendo un problema, no sería posible que las niñas asistan a la escuela, que se proporcionen microcréditos y que las mujeres vendan sus mercancías en el mercado”.
Bangladesh también ha aumentado su resiliencia frente a los desastres naturales. En los últimos 40 años, una mayor cantidad de refugios y sistemas de alerta temprana ayudaron a reducir en más de 100 veces las muertes relacionadas con el paso de ciclones.
El Grupo Banco Mundial ha entregado alrededor de USD 24 000 millones hasta la fecha para iniciativas destinadas a reducir la pobreza en Bangladesh a medida que el país ha crecido y se ha desarrollado a lo largo de los años. El Banco ha apoyado programas críticos en los ámbitos de salud, educación, reducción del riesgo de desastres, agricultura y capacidad de adaptación al clima.
“Los esfuerzos de Bangladesh para reducir la pobreza podrían llenar un libro de texto, [e incluyen] las transferencias de efectivo condicionadas que permiten que las niñas asistan a la escuela, el microfinanciamiento, la planificación familiar exitosa, y el empoderamiento de las mujeres para que ingresen en la fuerza laboral y contribuyan al crecimiento económico”, dijo el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim.
No obstante, siguen existiendo desafíos, como abordar la rápida expansión urbana, disminuir los niveles de retraso en el crecimiento infantil, y ampliar el acceso a la electricidad para todos.
Sin embargo, el ministro de Finanzas cree que Bangladesh puede efectivamente poner fin a la pobreza antes de 2030.
Al ser consultado sobre dicho objetivo, sonrió y dijo: “No tengo ninguna duda de que la pobreza no estará presente aquí en el país en 2024”.
Fuente: http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2016/10/14/rising-bangladesh-brings-hope-ambition-and-innovation-to-end-poverty