Debemos enfocarnos en la educación

Por: Brenda Sanchinelli Izeppi.

 

Este país está tan inmerso en los conflictos políticos y la corrupción gubernamental, que por estar pensando en arreglar los clavos del momento nunca se planifica para el futuro. ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI aún no exista una sociedad totalmente incluyente?, más bien pareciera que cada día es más grande la desigualdad e injusticia social en este país.

Conforme pasa el tiempo las personas se vuelven cada vez más superficiales debido a todos los distractores que existen en la actualidad; ese rollo de las redes sociales, la obsesión por tener dinero, la tecnología, statu quo, entre otros, hacen cada vez más olvidar el hecho que todos los seres humanos somos iguales y tenemos los mismos derechos.

En Guatemala existen varias situaciones que están profundamente arraigadas por generaciones, y que nos colocan muy lejos de poder ser una sociedad incluyente. La problemática en cuanto al tema de la exclusión social es extensa, pero si pudiésemos escoger tan solo un aspecto para empezar a cambiar este escenario y que este pudiera incidir en todo lo demás, sin duda alguna deberíamos enforcarnos en la educación.

Todos los expertos coinciden en que debe “cambiarse la educación para cambiar al mundo”. Sin embargo, en Guatemala la educación pública no ha recibido reformas ni cambios significativos en sus programas desde la década de 1950, esto provoca una brecha enorme entre los estudiantes de escuelas públicas y los de centros educativos privados de alto nivel.

Invertir en educación es un gran desafío para el país, ya que cuando los niños crecen y se desenvuelven en la sociedad existe una notoria disparidad de conocimientos y oportunidades. Es increíble ver las diferencias abismales entre un niño educado en una escuela rural, a uno que la recibió en un “colegio VIP”. Parecieran personas que viven en dos planetas diferentes. En cuanto al dominio de idiomas, tecnología, aprendizaje de matemáticas, cultura general, ciencias, arte, etcétera.

La educación no debería ser sinónimo de poder adquisitivo, sino un derecho inalienable del ser humano de recibir conocimientos de alto nivel que le permitan desarrollarse como una persona completa. Y esto, obviamente, ayudará también al desarrollo de nuestro país.

Sumado a programas obsoletos, escuelas que se caen a pedazos, maestros incompetentes y comodones, nos encontramos con niños que llegan a la escuela con grandes deficiencias nutricionales, por lo que su aprendizaje se limita en gran manera debido a que no cuentan con un desarrollo cerebral adecuado para poder asimilar los conocimientos.

Una propuesta para solucionar esta problemática puede ser homogeneizar todos los programas de educación —tanto publica cómo privada—, de modo que todos los estudiantes tengan los mismos conocimientos y que esto no dependa del poder adquisitivo de los padres.

Otra alternativa es que indistintamente de la ubicación de la escuela, el idioma oficial en que se impartan las clases sea el español y el inglés, como un segundo idioma obligatorio. También puede impartirse el idioma nativo de la región, pero como una lengua adicional. No debemos olvidar que el idioma oficial de Guatemala es el español. De esta manera los niños van a tener más oportunidades de instruirse y tener una macrovisión del país.

La educación debe ser una política de Estado prioritaria en la cual debe invertirse un mayor porcentaje del Presupuesto General de la Nación. Así que, el próximo presidente debe enfocarse en este aspecto y hacer un cambio significativo en su gestión.

 

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Educación para el futuro

Por: Brenda Sanchinelli

Inicia el ciclo escolar  2018 y es necesario reflexionar como país sobre la importancia de la educación primaria en la vida de un ser humano, entendiendo que los niños son el futuro y quienes llevarán las riendas de nuestra nación  en unas cuantas décadas.

Este aspecto no puede seguirse posponiendo ni un día más, porque es justamente en los primeros años de vida donde se construyen los fundamentos de la identidad, una base afectiva segura y un buen desarrollo cognitivo.

Si el Estado no ofrece a sus niños la oportunidad de estudiar en una escuela de calidad, entonces, después, no nos asustemos de ver que miles de nuestros jóvenes optan por adherirse a las maras, buscando un grupo a donde pertenecer y sentirse aceptados, en lugar de ser hombres y mujeres de bien, que se transforman a través de la educación.

El país se encuentra estancado porque la niñez no está recibiendo educación planificada de acuerdo a modelos avanzados y con estándares internacionales, que los preparen para los retos del futuro; simplemente aquí no existen las condiciones mínimas de calidad, seguridad y salubridad para que las escuelas puedan realizar una labor docente aceptable, no digamos eficaz.

Una de las grandes deficiencias es que la mayoría del presupuesto asignado a educación es invertido en salarios y gastos de funcionamiento, quedando entonces muy pocos recursos para atender la infraestructura, libros de texto y refacciones escolares nutritivas. Finalmente quienes salen perdiendo son los niños.

Este sindicalista Joviel Acevedo le ha hecho un daño irreparable a la niñez de Guatemala. Es deplorable ver el estado de los centros educativos, sobre todo en el interior de la república, que se mantienen en una total precariedad, y no solo los edificios, sino la actitud de algunos directores y maestros mediocres a quienes les importa muy poco realizar su trabajo eficientemente. Incluso ya hay muchas denuncias contra maestros, por abuso sexual. ¿Cómo es posible esto?

El ambiente escolar es un factor muy importante dentro del aprendizaje, y además un gran recurso pedagógico. La niñez merece maestros capaces, una nutritiva refacción escolar, aulas confortables y limpias, no digamos contar con equipo tecnológico, laboratorios y canchas deportivas. Los recursos existen, pero la voluntad política de cambiar las cosas no se ve por ninguna parte.

Es inadmisible que aún se esté trabajando sobre guías curriculares inoperantes y obsoletas, sin tomar en cuenta que estamos ya en el siglo XXI, con necesidades educativas que han evolucionado.

Es muy importante discutir sobre la actualización de las guías curriculares y contenidos de materias que se ajusten a las necesidades reales de la preparación que debe tener un profesional competitivo a nivel mundial. Es decir, los niños deben aprender un segundo idioma como el inglés, un buen nivel de computación, matemáticas, contabilidad, física e idioma español.

Estas materias se dan con flojera y solo por salir del paso para llenar ciertas horas o requerimientos, pero se enseñan a un nivel bajísimo, al punto de que cuando los alumnos llegan a la universidad, ni siquiera saben cómo integrar o derivar una ecuación matemática, mucho menos presentar un reporte técnico con buena redacción y sin faltas ortográficas.

Es impresionante ver el grado de ignorancia con que se gradúan alumnos de diversificado, ya sea en una escuela pública o un colegio privado marca “patito”, que cobra mucho, pero enseña poco. Y el Mineduc no controla los cobros excesivos y abusivos de los colegios privados.

El mejor regalo que Guatemala puede darle a un niño es la oportunidad de obtener una educación competitiva. De otra manera nuestro país nunca progresará

Fuente del articulo: http://www.prensalibre.com/opinion/opinion/educacion-para-el-futuro

Fuente de la imagen: https://www.google.co.ve/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwi4vY_FqNPYAhVsg-AKHWnjCuUQjRwIBw&url=http%3A%2F%2Fwvw.nacion.com%2Fln_ee%2F2009%2Fdiciembre%2F16%2Fopinion2195974.html&psig=AOvVaw3AXSR-QmQCixWFJu3lVarg&ust=151587713

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La educación en Guatemala.

Por: Brenda Sanchinelli Izeppi.

Un titular de Noticieros Televisa reveló: “Graduarse del nivel medio en Guatemala no es sinónimo de conocimiento, así lo reflejan las pruebas pasadas por autoridades del Ministerio de Educación de Guatemala en el 2013, en el cual fueron evaluados 137 mil 460 jóvenes, de los cuales el 92.7 por ciento reprobó la prueba en el área numérica y el 75.5 por ciento la reprobó en el área de lenguaje. Según datos de (Digeduca)”. Y hasta hoy las cosas siguen igual.

¿Se ha detenido a pensar a quiénes les conviene que la educación pública en nuestro país sea un verdadero caos? Es un mal negocio para quienes desean seguir ostentando los poderes fácticos en este país. Y por todos los medios quieren evitar que los ciudadanos guatemaltecos sean preparados, educados y cultos, que se informen, que estén al tanto de lo que sucede y entiendan la realidad de lo que pasa en el país.

La educación pública no es una prioridad para el Gobierno, ni tampoco es una política de Estado velar por la calidad educativa. No podemos permitir que este círculo vicioso continúe así, generación tras generación.

Es muy importante también actualizar las guías curriculares y contenidos de las materias que reciben los alumnos. Es necesario que los niños aprendan un segundo idioma como el inglés, perfectamente, y no solo a decir yellow-amarillo, gallina-chicken, lapicero-pen. Aprender un buen nivel de computación, matemáticas, contabilidad, física e idioma español.

Son materias que se dan con flojera y por salir del paso. Es impresionante ver el grado de ignorancia con la que se gradúan los alumnos de nivel diversificado y cuando llegan a la universidad tienen que pagar la factura de ser completamente ignorantes en estas asignaturas, que son los cimientos de cualquier carrera profesional.

Piense cuántos colegios “patito” certifican a los graduandos con un título, sin tener los conocimientos. ¿Quién regula a los colegios privados?, que han hecho de la educación un negocio voraz, empezando por cobrar “bonos únicos de miles de quetzales para permitir el ingreso de un alumno al establecimiento”. Pagos exorbitantes de colegiaturas, útiles, uniformes, graduaciones, que solo sirven para que los propietarios de los colegios se enriquezcan, pero la educación de los niños es pobre y deficiente, para las altas cuotas que cobran. Sin que el Mineduc se dé por enterado.

A nivel público debemos exigir que se invierta en educación de calidad a todos los niveles posibles, porque la triste realidad de las escuelas estatales es horrible, se encuentran en un deplorable estado, los niños reciben clases en condiciones totalmente antipedagógicas, con los edificios dañados, pupitres rotos y viejos, pisos de tierra, techos con agujeros, sanitarios sucios y sin puertas.

La deficiencia de los planteles públicos amenaza a toda la comunidad estudiantil, en su integridad física, intelectual y moral. Simplemente no existen las condiciones mínimas de seguridad y salubridad para que las escuelas puedan realizar una labor docente eficaz.

Es lógico que los niños se sientan sin entusiasmo alguno, desmotivados y tristes de recibir clases. El ambiente es un factor muy importante dentro del aprendizaje, como un recurso pedagógico. Me refiero a aulas confortables y limpias, no digamos contar con equipo tecnológico, canchas deportivas y laboratorios.

La mayoría del presupuesto es invertido en salarios y gastos de funcionamiento, quedando entonces muy pocos recursos para atender la infraestructura, libros de texto y refacciones escolares de calidad nutritiva y los más lastimados al final son los niños.

Entonces, entiende usted ahora… Por esta razón Guatemala no progresa.

Fuente: http://www.prensalibre.com/opinion/opinion/la-educacion-en-guatemala

Imagen: http://html.rincondelvago.com/00092677_html_3adf4fc9.jpg

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