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Coronavirus: tampoco puedes bajar con los niños al jardín de tu comunidad de vecinos

Por: Carlota Fominaya

El decreto del estado de alarma implica que tampoco puedes reunirte en estos espacios, ni compartir ascensor o celebrar juntas de vecinos, entre otros.

No, no se puede bajar a los jardines y otros espacios comunes de tu residencia particular. Ni solo por turnos, ni mucho menos, acompañado, quedándo con otros vecinos para que los niños se entretengan un rato y sobrelleven mejor las circunstancias de confinamiento a las que nos obliga la lucha contra el coronavirus.

El #Quédateencasa se aplica también en la escalera de tu edificio. Así lo explica el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid), que comunica a todos los vecinos, a través de sus colegiados, una serie de indicaciones para evitar situaciones innecesarias de contagio tanto en las comunidades, como en el propio domicilio, en consonancia con las medidas especificadas en el real decreto de estado de alarma aprobado el pasado sábado 14 de marzo por el Consejo de Ministros, para las que pide el más riguroso cumplimiento.

Por analogía a este real decreto, tal como contempla en sus anexos, CAFMadrid ha trasladado estas pautas a las comunidades de propietarios, unas medidas de seguridad que también deben seguir los empleados de la finca: conserjes, porteros, limpiadores, vigilantes y personal de mantenimiento, entre otros.

De hecho, se recuerda también que hay que mantener la distancia de contacto (1 metro o más) entre las personas que transitan en las zonas comunes: portales y escaleras.

Utilizar guantes y mascarillas en la limpieza diaria y extremar esta en las zonas más sensibles: puerta de acceso, botones de ascensores, porteros automáticos, videoporteros, pasamanos de las escaleras y otros.

Clausurar todas las áreas y espacios comunes a los que solo podrán acceder el personal de mantenimiento y limpieza. Vestuarios, saunas, gimnasios, canchas deportivas de todo tipo, zonas ajardinadas, parques infantiles, zonas exteriores de recreo, salas comunes y cualquier espacio común deberán permanecer cerrados.

Utilización individual del ascensor. Evitar el contacto con otros vecinos.

Recomendar a los porteros que permanezcan en la portería y utilicen las primeras horas del día, para realizar las labores cotidianas, saliendo a dar una ronda de control y vigilancia cada cierto tiempo.

Aconsejar a los conserjes que también efectúen las labores de limpieza y cotidianas en las primeras horas del día y que permanezcan el resto del tiempo dentro de las conserjerías.

Las comunidades podrán valorar la adaptación de su horario de trabajo a las labores estrictamente necesarias y a la organización de la recogida domiciliaria de basuras.

Las obras en curso, tanto privadas como en zonas comunes, podrán seguir con su ejecución hasta nueva orden por parte de la autoridad administrativa correspondiente. Si bien muchas de ellas se verán afectadas dada la falta de suministros por cierre de los almacenes.

La recogida domiciliaria de basuras continuará en los días y horarios establecidos hasta recibir otras instrucciones por parte de las autoridades municipales competentes. Recordar, a este respecto, las recomendaciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre la gestión de residuos domésticos procedentes de hogares con personas aisladas o en cuarentena por COVID-19.

Los vecinos deberán reducir al mínimo imprescindible la utilización de servicios de paquetería y los pedidos que requieran envíos domiciliarios.

Colocar en un lugar visible, tanto las recomendaciones sanitarias, como las medidas preventivas de obligado cumplimiento para: residentes, clientes de negocios o turistas de viviendas de uso turístico.

Suspender la celebración de juntas generales de propietarios, tanto ordinarias como extraordinarias, como reuniones de los órganos de gobierno no necesarias.

Todos estos consejos, «que pueden llevar a una merma de los servicios, están encaminados a primar la seguridad de los vecinos en pro de la salud colectiva. Se solicita el máximo cumplimiento y respeto de las normas de cada edificio: #QuédateEnCasa«, concluyen desde el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid).

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-coronavirus-tampoco-puedes-bajar-ninos-jardin-comunidad-vecinos-202003181641_noticia.html

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Tecnología: El niño, el verdadero protagonista del cambio de paradigma

Por: Carlota Fominaya

El mundo digital es una realidad para todos los sectores y la educación no podría ser menos.

Robótica educativa, impresoras 3D, pizarras interactivas o tablets son el presente. El mundo digital es una realidad para todos los sectores y la educación no podría ser menos. Las escuelas españolas están viviendo su propia revolución tecnológica para adaptarse a la sociedad digital, con muchas preguntas sobre cómo articular esta transformación en el aula y una sola certeza: que el niño siempre ha de estar en el centro del discurso y del plan de actuación del sistema educativo.

En este nuevo escenario, muchos profesores se preguntan cómo desempeñar su nuevo papel. Para Esteban Lorenzo, director del Área de Productos Educativos del Grupo Edebé, deben comenzar por plantearse varias cuestiones: «Los profesores han de tener en cuenta a los verdaderos protagonistas, los menores que van a educar, y cómo quieren que sean los próximos ciudadanos de la era digital. Estamos de acuerdo en que hay que dominar la tecnología, pero son estudiantes que también deben trabajar mucho la parte ética y de valores para resolver problemas en el futuro». Porque «la tecnología servirá para resolver problemas pero nunca va a sustituir a la condición humana», corrobora Arturo Cavanna, director de Desarrollo Tecnológico y Transformación Digital del grupo Edelvives.

Profesores formados

De hecho, las escuelas y los docentes tienen un reto importante en relación con las nuevas tecnologías más allá de su uso didáctico: «El de enseñar y alfabetizar para su utilización y para que, debido a su poder de influencia, no signifiquen un problema para el desarrollo y el día a día de los niños. Actualmente no hay nada que les llame más la atención que lo que les ofrecen las pantallas, y eso requiere de una gran capacidad crítica», advierte Guillermo Bautista Pérez, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y director del máster universitario de Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas de la Universidad Oberta De Catalunya (UOC).

Familias comprometidas

También en este nuevo ámbito tecnológico la educación ha de pivotar sobre docentes, alumnos y familias que tienen que ir de la mano. «La educación no se puede dividir en momentos o en niveles. Se educa en todos los sitios y constantemente, y la escuela y la familia deben apoyarse y aprovecharse la una de la otra. Deben compartir la misma visión», insiste el profesor de la UOC. «Es importante que familia y colegio trabajen consensuadamente y en la misma línea», añade Arturo Cavanna. «Tenemos que contar con las familias, y estas tendrán que consensuar con sus hijos que el móvil no es solo para jugar al Fortnite». Lo que está claro, indica Pablo Lara, presidente de Edutech, «es que el debate sobre ‘tecnología sí o no’ hace años que quedó superado. El reto es cómo utilizarla para que sea beneficiosa para la sociedad y, en concreto, en la educación de los más jóvenes. Ese debería ser el camino a seguir de la comunidad educativa, de la administración pública y, en general, del país».

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La causa de unas malas notas a veces no es la que piensas

Por: Carlota Fominaya

Estas son las alteraciones de la visión no diagnosticadas que pueden llevar al fracaso escolar.

«Se acercan mucho al papel, tuercen la cabeza cuando leen o escriben, confunden letras y palabras con frecuencia, tienen problemas para copiar de la pizarra, presentan cansancio y falta de concentración, se tropiezan con frecuencia, se frotan los ojos… Otros entrecierran los ojos al fijarse en algún objeto, tuercen o desvian un ojo, lo guiñan habitualmente o se quejan de dolor de cabeza cuando leen o estudian… Normalmente los niños muy pequeños no reconocen si su visión es correcta o no ya que no tienen referencias propias de lo que supone una buena visión, pero si no se detecta a tiempo, puede ser una fuente de problemas escolares importantísima», señala Eduardo Morán Abad, del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO).

Tanto es así que, según este organismo, en España se calcula que el 30% de los casos de fracaso escolar está relacionado con alteraciones de la visión no diagnosticadas. Según sus datos, durante los primeros 12 años de vida, cerca del 80% del desarrollo socio-educativo tiene lugar a través de los ojos. Aproximadamente entre el 5 y 10% de los preescolares y el 25% de los escolares tienen problemas visuales y utilizan gafas o lentes de contacto para corregir sus problemas de visión, pero otros muchos no son conscientes de que necesitan un elemento compensador para una óptima asimilación de los conocimientos que se aprenden en la escuela.

Revisiones

Y como padres, continua alertando Morán Abad, «igual que llevamos al niño al pediatra o al dentista, debemos ser conscientes de la necesidad de realizar revisiones optométricas de un modo más habitual». Hay dos momentos claves para revisar que la función visual de los niños es correcta, indica este experto: «Uno a los 3 años, cuando el niño empieza a escolarizarse en Infantil, y otro a los 5 o 6, cuando empieza Primaria. La norma es que ya tengan cierta destreza en la lectura. Esto no quiere decir que los niños vayan a leer o a escribir todos a la vez, pero si existe algún retraso, hay que ver si la función visual es la adecuada», matiza este experto del CGCOO.

En cualquier caso, prosigue, «y debido al continuo crecimiento de los niños y adolescentes durante su etapa escolar, se hace necesario realizar revisiones optométricas de un modo más habitual de las que habitualmente se realizan. Cuando el niño es más pequeño es fundamentalmente hipermétrope, y conforme el ojo va creciendo, va tendiendo hacia la miopía que es, en la actualidad, la verdadera pandemia de la sociedad».

De hecho, según el CGCOO, la miopía es el defecto refractivo más habitual entre los estudiantes. Su prevalencia en la población escolar es muy variable en función de la zona geográfica que se estudie, de la raza e incluso de los factores socioeconómicos, pero tiende a incrementarse con la edad. Así, se estima que un 20% de los niños entre 5 y 7 años son miopes, un dato que se dispara a más del 50% cuando se refiere a universitarios. «Hay una predisposición hereditaria, no cabe duda, pero nuestra recomendación a las familias es que el niño, de forma genérica, esté un mínimo de tres horas al aire libre diarias para que la miopía aparezca de forma más tardía o no aparezca».

Otros trastornos

Junto a la miopía, la hipermetropía es otro de los defectos más habituales y que obliga a los ojos a hacer un esfuerzo extra para mantener la visión. Una situación que puede provocar bajo rendimiento lector y falta de concentración. Además, en grado suficiente es también el factor más importante que puede desencadenar una ambliopía (ojo vago). El astigmatismo también puede ser el origen de un mal rendimiento en la lectura, ya que genera una imagen distorsionada que el sistema visual intenta compensar con esfuerzo y que termina por ocasionar cefaleas, falta de concentración y visión borrosa, «pudiendo llegar a confundirse con otros trastornos», advierte Morán Abad.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-causa-unas-malas-notas-veces-no-piensas-202002260210_noticia.html

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Entrevista a Gloria Carrión: «Es importante que todos los miembros de la familia se impliquen a la hora de cocinar»

Por: Carlota Fominaya

Para la autora de «Cocina saludable en familia», «los niños deberían comer verduras sean vegetarianos o no».

Gloria Carrión, premio «foodie 2019» y más conocida como La Gloria Vegana en Instagram, acaba de publica su segundo libro «Cocina saludable en familia»en el que nos trae la recetas tradicionales adaptadas para que sean 100% vegetales. Ideas para desayunos, almuerzos, meriendas y cenas para el día a día, pero también para ocasiones más especiales. La autora también incluye trucos para elaborar menús equilibrados y organizar nuestra cocina a través del cada vez más conocidoi método del « batch cooking».

¿Qué supone cocinar en familia?

Es importante que todos los miembros de la familia se impliquen en esta tarea tan básica y fundamental en nuestro día a día. Los adultos ya conocemos los alimentos y la forma de hacerlos, pero los más peques de la casa no. Implicarlos (que no obligarlos) en esta tarea, ayudándonos, por ejemplo, a coger los alimentos de la nevera (a la vez que le enseñamos qué son en su forma bruta), a trocear algunos, a remover alguna preparación, a poner la mesa… es fundamental para que luego coman y disfruten más de ellos en la mesa.

No creo que sea el único motivo que una los lazos familiares, pero ayuda mucho. Es una de las tareas más agradecidas. Lo mejor es la felicidad que se desprende en la mesa cada vez que comemos y, el hecho de que todos estemos agradecidos por la aportación de cada uno.

¿Cómo se puede involucrar a los niños desde el principio, desde el momento de la compra? ¿Cómo se hace esto de forma divertida y atractiva, en un mundo de prisas como este en el que vivimos?

Tengo que reconocer que ir a la compra con un niño de 3 años no es nada fácil, pero nuestro truco para que no sea algo aburrido para él es pedirle que nos ayude a encontrar el producto que buscamos. A Álvaro le encanta meter las cosas en el carro.

No se nos puede olvidar el momento de la limpieza… ¿Cómo podemos conseguir que participen también en esto?

Creo que con enseñarles a recoger sus juguetes cuando han terminado de jugar y llevar su plato vacío de vuelta a la cocina cuando han terminado de comer, y que vean a sus padres hacer lo mismo con sus cosas, es suficiente cuando son tan pequeños. Son niños, tampoco hay que exigirles tanto.

Usted considera que comer juntos es importante, porque los niños actúan por imitación pero… Muchas veces este momento no es tan tranquilo como debiera… ¿Cómo conseguirlo?

Tan importante es sentarse a comer todos juntos, como ofrecer la misma comida (o parecida) para todos. Nosotros somos su modelo a seguir, así que tenemos que darles ejemplo. Seguramente que la cena sea la única comida del día que la mayoría de las familias puedan hacer juntas, así que es importante tomarse esa hora para disfrutar en familia comiendo y hablando de lo que ha pasado durante el día.

¿Es verdad que cocinar con amor se traduce en los resultados?

Totalmente. La pasión que ponemos en la cosas que hacemos siempre se ve reflejada en el resultado, y con la cocina es así. A mí no me salen igual de ricas las comidas en los días de bajón o en los que voy con prisa.

¿Cómo conseguir que los niños coman más verduras, sin echar de menos otros productos o texturas animales?

Los niños deberían comer verduras sean vegetarianos o no. A nosotros nos fue muy bien hacer el método Baby-Led Weaning con Álvaro, que consiste, explicado de forma muy muy básica, en ofrecer siempre los alimentos en su forma bruta (cortados de forma que ellos mismo puedan manipularlos) desde que empiezan con la alimentación complementaria alrededor de los 6 meses. Es una forma de que se familiaricen con las texturas y sabores desde pequeños.

Respecto a las recetas que propone: ¿Hay algún elemento imprescindible que debemos tener para la realización de estas platos?

La mente abierta a descubrir que se puede comer, por ejemplo, un buen guiso de lentejas sin necesidad de usar ningún producto de origen animal.

¿Hay algo que debemos quitar/eliminar de nuestra despensa ya 😉 ? 

Eso es decisión de cada uno. Lo importante, desde mi punto de vista, es que, elijamos el tipo de alimentación que elijamos (vegana, vegetariana, flexitariana, omnívora…), busquemos un equilibrio que nos haga sentir bien física y mentalmente.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/vida-sana/abci-importante-todos-miembros-familia-impliquen-hora-cocinar-202002090149_noticia.html

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Si quieres que tu hijo sea más inteligente, apúntalo a música, aconseja un neurocientífico

Por: Carlota Fominaya

La música mejora el desarrollo cerebral de los niños, según John R. Iversen, uno de los máximos referentes en neurociencia.

La música es un elemento transformador del cerebro infantil, hasta el punto de que hace más inteligentes a los niños. Así lo ha afirmado John R. Iversen, uno de los máximos referentes en neurociencia del mundo, durante la VII edición del Language Education Forum en Madrid, que organiza todos los años el Trinity College London. «Ya existe prueba científica de que la música, efectivamente, influye en el desarrollo de ciertas habilidades de los menores», advierte Iversen, neurocientífico de la Universidad de California San Diego (UCSD), a los más agnósticos. «La música potencia habilidades cognitivas y mejora el desarrollo del cerebro de los niños desde su más tierna infancia», insiste.

Esta es la conclusión principal que Iversen, especializado en los efectos de la música en el desarrollo cerebral de los niños, extrae de su estudio Symphony, que siguió a 200 menores de escuela primaria durante cinco años, midiendo profundamente la estructura del cerebro y las habilidades cognitivas emergentes. El objetivo del proyecto es desarrollar las primeras «curvas de crecimiento» para el cerebro que, en última instancia, sugiere este experto, «podrían sugerir la conveniencia de una educación personalizada capaz de potenciar el desarrollo cerebral al máximo».

Evidencia

De acuerdo con la investigación de Iversen, lo que se logra con la exposición a la música desde una edad temprana es que la capacidad cognitiva aumente porque los niños sintetizan otras materias y contenidos de mejor forma. «La neurociencia, la música y el movimiento son esenciales para el desarrollo holístico y cognitivo en el niño. Hay evidencia de que la constante exposición a la música y al aprendizaje musical en los años pre-escolares aumenta el nivel de cociente intelectual porque esta actividad es capaz de provocar la máxima actividad en el cerebro».

Otros beneficios

«De lo que sí estamos seguros –prosigue Iversen–es de que un entrenamiento musical activo es capaz de aumentar ciertas habilidades del lenguaje». Así lo corrobora Ada Francoy, escritora galardonada con el Premio Gloria Fuertes y profesora de Teatro del Trinity College London, para quien «no es solo interesante esta posible relación de la música con el CI, sino la mejora que se hace patente en otros muchos aspectos, como pueden ser la relaciones sociales, la autoconfianza, la capacidad de trabajo en equipo o la autodisciplina, que son esenciales tanto para la éxito en la vida laboral como en la personal».

De hecho, para Alberto Royo, autor de libros como «Contra la Nueva Educación» o «Sociedad Gaseosa» y profesor de música en Secundaria, están perfectamente estudiados los beneficios de la música para el aprendizaje en general. Por un lado, explica, «se trata de una asignatura cuyos vínculos con otras, como las matemáticas, la historia o el lenguaje, son más que evidentes. Es, además, una materia que favorece el desarrollo psicológico y psicomotor y ayuda a ejercitar hábitos imprescindibles para aprender como la disciplina, la atención, la concentración, la autonomía, la constancia o la memoria».

Y por otro, prosigue este docente, desde un punto de vista no estrictamente académico, la interpretación musical puede ser muy eficaz para la mejora de la capacidad comunicativa o la autoestima. Pocas materias, aduce, «sirven mejor al propósito de favorecer el espíritu crítico y la creatividad, tan de moda en la actualidad y en realidad tan pobre y superficialmente reivindicados. La interpretación en grupo, en concreto, puede contribuir a mejorar las relaciones sociales… Uno de los valores más estimables de la enseñanza de la música es que permite a los alumnos cultivar el gusto estético y desarrollar la sensibilidad. En definitiva, refinarse e ir adquiriendo el amor por el conocimiento y la cultura».

«Estamos –concluye Royo–, ante una materia que desmonta las grandes falacias del pedagogismo, pues requiere todas aquellas cualidades que hoy en día se ponen en cuestión y que ya han sido citadas someramente. Los músicos sabemos mejor que nadie que el disfrute pleno de la música llega después del esfuerzo, que la motivación viene determinada por el progreso en el aprendizaje y que solo a través del trabajo serio y continuado se alcanza la auténtica creatividad. La música ejemplifica a la perfección el hermoso viaje hacia el conocimiento, que es hermoso precisamente porque no es sencillo, ni rápido, ni corto».

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Entrevista a Nuria Pons: «Vago o poco inteligente son las etiquetas típicas de los niños con dislexia»

Por: Carlota Fominaya

Cuando Nuria Pons era pequeña se preguntaba una y otra vez «por qué no podía leer y escribir como los demás niños». Hasta que llegó la respuesta: «Eres disléxica». El diagnóstico de este trastorno de aprendizaje, que afecta a una gran parte de la población, cambió sustancialmente las cosas, porque el problema, comenta Pons, es que muchas personas no saben que lo son. «Y es ahí donde reside el problema, ya que puede afectar al desarrollo tanto social como profesional de la persona».

Su tesón y su amor propio le han hecho escribir dos obras, «Irun, mi mundo al revés» y “Roma aprende a leer y a escribir”, donde relata desde la mirada de una niña pequeña la experiencia vivida tras descubrir qué le sucedía, por qué no podía escribir ni leer correctamente. «Estos dos títulos nacen con el objetivo de dar visibilidad, comprensión y empatía a la dislexia para que se nos pueda entender. Y los niños reciban la ayuda necesaria y muchos adultos disléxicos sientan el alivio de verse reflejados, y que alguien alza la voz para explicar lo que es realmente la dislexia y lo que supone», indica Pons durante la entrevista.

«Ojalá el libro, y entrevistas como esta, sirvan para desmitificar muchas cosas y conocer la realidad. Y ayuden a los demás a ponerse en la piel de aquella persona que quiere estudiar y es disléxica. En parte, también es por culpa del propio disléxico, porque no hablamos de nuestra realidad. Y por esto yo decidí hacerlo, hablar con naturalidad y desde la sencillez para que todo el mundo pudiera entenderlo», concluye.

El título del libro, de su correo electrónico, no parecen fáciles para un disléxico. Parece que el amor propio le han ayudado mucho a superar esta dificultad.

No me gusta pensar en las dificultades. Sino en lo que a mí me gusta hacer o me gustaría hacer. Yo quería que «Irun mi mundo al revés» no fuera un simple título de libro sino un proyecto de vida. Por eso todo lo que hiciera debía identificarse entorno a Irun mi mundo al revés. No es simple, yo soy la primera que me equivoco cuando lo escribo, y no recuerdo si al revés va junto o separado, aunque pueda parecer curioso. ¿Cómo puede ser que haya escrito un libro, y no sepa cómo escribir correctamente el título? La dislexia es así de «caprichosa». Si hubiera elegido otro título por este hecho me estaría poniendo limitaciones. Todo lo contrario de lo que explico en mi libro. El título lo escogí con el corazón, porque significaba algo de verdad para mí, y del mismo modo escribí el libro: desde el corazón.

¿Cómo te sentías antes de saber qué te pasaba? ¿Por eso la necesidad de escribir estos dos libros? Realmente creo que este formato de cuento puede ayudar a muchos niños a entender lo que les pasa y pedir ayuda…

Mal, mal conmigo misma. Yo siempre he sido consciente de que tenía una dificultad con la lectura y la escritura, pero hasta que no fui mayor no supe realmente qué era la dislexia realmente. Por ello no me sentía identificada con la definición que se me daba.

La dislexia es mucho más que invertir letras o girar letras, la b por la d o la g, por ejemplo. O confundir la izquierda con la derecha. Eso es precisamente lo que intento explicar en «Irun, mi mundo al revés». Nunca me había planteado escribir un libro. No se me había pasado ni por la cabeza.

Pero un día escuché la voz de mi alma y precisamente gracias a un libro que estaba leyendo, puede sonar cursi pero realmente fue así, yo seguí adelante con mis objetivos, pero tenía dos preguntas en mi cabeza ¿por qué no se habla de la dislexia en la edad adulta? Y ¿qué pasaba con los niños que no habían tenido mi suerte? ¿Cómo se sentirían?

Yo había podido avanzar por algo, por qué no compartirlo. Irun mi mundo al revés no es un libro sobre dislexia, es una historia de amor, fe y esperanza. De lucha, de superación, de crecimiento personal, de autoestima…

¿Cuándo suele llegar el diagnóstico? ¿En primero de Primaria?

Lo ideal sería así, en primero de Primaria, un diagnostico precoz es muy importante, para que el niño y su familia reciban las pautas y el apoyo necesario. Pero la realidad no es así, hoy en día hay chicos que no son diagnosticados hasta los 14 años. O pasan por toda su etapa escolar sin saber el porqué de sus dificultades. Por eso, también quise escribir «Roma aprende a leer y a escribir». Una primera toma de contacto con la dislexia. Un material más simple, didáctico y divulgativo.

¿Qué especialista debe hacer este diagnóstico?

Hace unos meses tuve el placer de que me invitaran a dar una conferencia sobre dislexia en el Colegio de Médicos de las Islas Baleares en la sede de Menorca, y precisamente inicié mi exposición lanzando una pregunta a los médicos: ¿a quién tengo que acudir para tener un diagnóstico? Y concluí con la misma pregunta a modo de reflexión.

Lo normal es que cuando el profesor o los padres notan alguna dificultad en sus alumnos o hijos lo pongan en conocimiento de los profesionales especializados del centro educativo, psicólogo o logopedas. Y después estos inicien el proceso para disponer de un diagnóstico oficial con las pruebas correspondientes.

Creo que, si avanzamos en la investigación, y el diagnóstico deja de tener una parte subjetiva, y podemos realizar pruebas médicas, el médico también tendrá un gran papel inicial en relación al diagnóstico clínico de la dislexia. Puesto que, no debemos olvidar que la dislexia es algo genético, y en muchos casos hereditario. Es de origen neurobiológico por lo que los médicos no pueden estar al margen en mi opinión. Trabajar con un equipo multidisciplinar sería lo óptimo: psicólogos, logopedas, médicos, profesores, optometristas…

La Terapia visual, ¿es beneficiosa siempre en estos casos?

En el libro hablo de mi paso por la terapia visual porque en mi caso, además de la dislexia, tenía problemas de visión, que no es lo mismo que de vista. Pero no tienen por qué darse las dos cosas a la vez.

Sí creo que algunos de los ejercicios de terapia visual podrían ayudar a los disléxicos a mejorar en la lectura por ejemplo. Es un entrenamiento del cerebro en relación al movimiento ocular, la coordinación visual, el campo visual, la visión periférica…

¿Cuánto antes se diagnostique mejor? 

Sí, por supuesto, porque el niño podrá empezar a recibir la ayuda que necesita con el soporte de un psicólogo o logopeda. Además, el profesor le podrá aplicar las adaptaciones que precise en el aula y a la hora de realizar los exámenes. Y lo más importante: la autoestima del niño se verá reforzada.

¿Es cierto que se está provocando o agravando el trastorno por lo pronto que introducen los requisitos de la prelectura, con 3 años en infantil?  

A esta pregunta te tendría que responder un profesional especializado en esta materia. No creo que tenga nada que ver con la dislexia. La dislexia es de origen neurobiológico y es genético, no es algo inducido.

Y si es bueno o no empezar con la lectura a los 3 años sería otro tema, pero desde mi punto de vista no. Hay muchas habilidades que el niño todavía no ha adquirido y son necesaria para la lectura.

¿Se puede confundir con un niño vago, poco inteligente, con un retraso o que no se le da bien estudiar?

Sí, lamentablemente, son las típicas etiquetas que se nos ponen a los disléxicos ante el desconocimiento de los adultos sobre la dislexia, y lo que comporta para un niño ser disléxico no diagnosticado.

La dislexia, ¿aparece muchas veces acompañada de otro trastorno?

No siempre, pero puede darse que la dislexia vaya acompaña de otros trastornos del aprendizaje. Por ello la importancia de contar con profesionales especializados en diagnosticar esos trastornos y realizar la posterior intervención.

Podrían darse múltiples combinaciones, como por ejemplo, altas capacidades intelectuales, trastorno del lenguaje (TEL), Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), Trastorno dentro del Espectro del Autismo (TEA), Discalculia, …

Lo mejor que puede tener un niño con estas características es el amor de sus padres, confianza en el niño… pero, ¿y el profesor? ¿Son comprendidos por el maestro?  

Lamentablemente no siempre son comprendidos por sus profesores, la verdad. Y por sus propios padres en algunos casos tampoco. A raíz de escribir Irun mi mundo al revés y realizar presentaciones del libro y conferencia he podido conocer de primera mano casos reales, situaciones que están viviendo hoy en día, que viven los niños en las aulas. Y por desgracia hay mucho trabajo por hacer, y por esto cobra sentido este proyecto de vida que un día decidí emprender. Para dar voz a estos niños y padres que no son comprendidos.

Hay profesores, logopedas y psicólogos que están haciendo un excelente trabajo, pero también hay otros que todavía ponen en duda la dislexia, como si se tratara de una moda o de un capricho realizar ciertos errores a veces sí y otras no, lo que deja patente que no tienen ni idea de lo que es la dislexia ni lo que supone para un niño o un adulto.

Dices que la hiperestimulación fue en tu caso el mejor método terapéutico para desarrollar habilidades que no tenías. ¿Hiperestimulación en qué sentidos? ¿En deportes, en extraescolares, etc? 

Con hiperestimulación me refiero a una educación y aprendizaje que estimule múltiples capacidades. Parece que para aprender a leer y a escribir, solo debemos precisamente centrarnos en leer y escribir, cuando para llevar a cabo esta acción interviene la memoria, la motricidad gruesa y fina, el ritmo, la visión, el ritmo… y todo esto podemos aprenderlo, practicarlo o mejorarlo con otras actividades, que además nos aporten otros conocimientos o nos satisfaga más realizarlas, como por ejemplo la música, el baile, la costura, las manualidades, el deporte…

La dislexia no se cura pero los errores que comenten estos niños en relación a la escritura y lectura se pueden corregir y/o mejorar?

No, la dislexia no se cura porque no es una enfermedad. Y sí, lo errores se pueden corregir y mejorar. Pero hasta ahora nos hemos referido a los niños, pero los adultos disléxicos también seguimos cometiendo errores. Es bueno, y necesario también, hablar con naturalidad para normalizarlo y darle visibilidad. Sino, como no se habla de ello y tampoco se ve a simple vista parece que la dislexia solo es cosa de niños, y que se termina el problema con la etapa escolar, y eso no es cierto.

Yo mismas, a pesar de tener estudios universitarios, un trabajo que me exige escribir y leer todo el día, y haber escrito dos libros (jejeje) sigo teniendo dificultades. Pero he establecido mis mecanismos de compensación. Aun así, hay errores que puede que revise varias veces y no sea capaz de detectarlos, entre otras dificultades que tengo.

¿Qué libros recomiendas para estos niños, para lograr acercarles a la lectura sin que sea traumático?

El tipo de letra, el tamaño, el interlineado, el color de la letra, el fondo, el tipo de ilustraciones… todo influye, y puede suponer una lectura más ágil y amena o más difícil y farragosa, por lo que se debe tener en cuenta sus características antes de escoger un libro. No solo el contenido.

Aunque, me gustaría hacer hincapié en una cosa para concluir, ya que ha utilizado la palabra traumático. La lectura en sí no es traumática para un disléxico. Lo traumático es la incomprensión. A la mayor dificultad a la que se enfrenta un disléxico es la incomprensión.

Y en este caso, mientras escuchaba su pregunta, a mi lo que me venía a la mente no es qué libro debo escoger (que es muy buena pregunta y he entendido a la perfección por qué la realizaba) sino qué persona deberíamos tener a nuestro lado para aprender a leer y amar la lectura siendo disléxicos.

Fuente e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-vago-o-poco-inteligente-etiquetas-tipicas-ninos-dislexia-202002060155_noticia.html

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Entrevista con Raúl Rodrigo: «A alguien que está sufriendo acoso escolar le diría que deje de responsabilizarse y que pida ayuda»

Por: Carlota Fominaya

Entrevista con Raúl Rodrigo, autor de «Mi receta contra el acoso escolar» (Desclée).

Si hay que escuchar a alguien en los casos de bullying, es a las propias víctimas. En este caso, se trata del propio testimonio de Rodrigo, cuya historia personal le ha llevado a escribir este libro: «Mi receta contra el acoso escolar» (Desclée). En su libro encontramos una historia de superación y crecimiento personal en primera persona, donde el autor nos regala un manual con el que afrontar y poner fin de una manera pacífica y constructiva a esta lacra.

¿Cuál sería su principal receta para combatir el acoso escolar?

Una de mis primeras recetas es no buscar un por qué. Si buscas un por qué, cometes el error de responsabilizarte a ti. Durante mucho tiempo llevé a cabo esa búsqueda, aunque afortunadamente hace ya unos años que pude salir de ella. A la conclusión que llego es que no hay que buscar el por qué, porque además corres el riesgo de disfrazarte de quien no eres, y eso tiene unas conclusiones muy peligrosas. El ejercicio pasa más por reflexionar en por que ellos ponen el foco en tu persona. El responsable siempre es quien te acosa.

De alguna forma, ¿se suele acosar siempre al diferente…?

La conclusión es que no, pero siempre hay un punto común, que es algo que en ti no pueden soportar ver. Por ejemplo, la niña con la que se meten porque es adoptada… Quizás lo que hay detrás de ese caso es la envidia de saber que esa chica tiene unos padres que se han recorrido miles de kilómetros para formar una familia en la que sí hay amor. O, por ejemplo, si el foco se pone en alguien gay, quizás lo que está detrás es la envidia de que ese joven tiene para mostrar una opción sexual en una edad tan temprana. Siempre hay un motivo, pero no hay que buscarlo en la víctima, sino en la otra persona. Lo resumiría diciendo que el acosador es una persona herida y que tiene problemas. Pero esto también tiene dos lecturas: que ya no lo vemos como un monstruo, sino como una persona que lo está pasando mal, y que también necesita ayuda.

Ahora usted utiliza su experiencia para ofrecer charlas en los colegios. ¿Cuál es su objetivo con los alumnos?

Parte de mi labor pasa por hacer reflexionar a los chavales y hacerles tomar partido. El acoso es muy doloroso. El aislamiento y la soledad que supone son muy perjudiciales, y muy difíciles de detectar. Las cicatrices del aislamiento todavía perduran en mi. Hoy ya no duelen, me sirven como mapa de mi pasado, pero durante muchos años quemaron a rabiar. Para los docentes, los padres e incluso las víctimas luchar contra ese acoso es harto difícil.

¿Por qué a los adultos, padres, profesores, nos resulta tan difícil de identificar este tipo de acoso?

Porque normalmente quien lo ejerce «se disfraza» o se comporta bien en casa y en clase, saca buenas notas…. No tiene por qué ser una persona agresiva, ni con malos comportamientos. Son personas muy inteligentes, y ejercen un maltrato orquestado y premeditado, que requiere de intelecto y planificación.

Creo que poco a poco está cambiando la percepción del acoso, y del papel del acosador…

Poco a poco, aunque a lo mejor no veo toda la realidad. Creo que en los colegios los profesores en general están muy alerta, están implicados… . Los propios compañeros hoy están muy vinculados. Existen alumnos mediadores, los hermanos mayores supervisan a los jóvenes… Hay mucho por hacer pero en este sentido, estoy muy esperanzado.

Pese a este avance, todos los años se suicida algún chaval.

Es que el acoso sigue existiendo y es un problema. Por eso me sumo a esta lucha. Por desgracia tenemos que aceptar o asumir que probablemente nunca llegaremos a conseguir que desaparezca, porque hay algo intrínseco al ser humano que es la maldad. La maldad existe, y los malos comportamientos y las situaciones injustas también. Otra cosa es que por supuesto tengamos que establecer los mecanismos para que sean mínimos y se solucionen a la mayor celeridad posible.

¿Cuál es la gran diferencia entre este libro y otros escritos sobre recetas contra el bullying?

Sobre todo hablo desde mi experiencia, acompañada eso sí de un gran crecimiento emocional y un trabajo psicológico. Esto creo que me permite analizar las cosas sin rencor, sin revanchismos, ni victimismos. Creo que eso es a nivel general la gran diferencia con otros textos: la ausencia de triunfalismo. Y sobre todo, insisto, mi experiencia personal, porque creo que sí que hay cosas buenas o interesantes, escritas desde el rigor de un psicólogo, o un pedagogo, que te dan buenas pautas pero que no lo han vivido.

¿Por dónde crees que deberíamos empezar para luchar contra este grandísimo problema?

El primero, y aunque suene a cliché o a obviedad, es pedir ayuda. Porque primero, si no lo cuentas, los demás no lo saben. Mis padres se enteraron cuando yo tenía 35 años… Cometemos el error de dar por hecho de que la gente más próxima o de nuestro entorno conoce nuestro sufrimiento, y no es verdad.

En segundo lugar, porque un adolescente no tiene los recursos suficientes para gestionar una situación tan compleja. Este segundo mensaje iría enlazado con el primero, e iría dirigido a padres y profesores. Hay una frase de Almudena Grandes que me gusta mucho, que utilizo siempre, que dice que hay que ser muy valiente para pedir ayuda, pero más valiente todavía para aceptarla. ¿Por qué digo esto? Porque un menor que esté sufriendo acoso escolar va a estar muerto de miedo y, por tanto, no va a pedir ayuda.

¿Alguna recomendación directa para padres y profesores u otros adultos de referencia?

Sí, les diría que intenten generar un clima de confianza en el que los niños o adolescentes se sientan en la tranquilidad de poder contarnos. También que estén muy atentos a los cambios de comportamiento.

¿Y para alguien que está siendo víctima de acoso?

Y como tercer ingrediente, yo le diría a alguien que está sufriendo acoso escolar que no busque porqués, que deje de responsabilizarse. También le aconsejaría que se construyese un mundo que le haga feliz. Eso no significa resignarse a lo que está ocurriendo, no significa no luchar por volver al instituto con confianza y tranquilidad… Pero sí saber que fuera del centro escolar hay un montón de cosas y de gente con la que puedes conectar, entablar nuevas amistades, y reconstruir tus fortalezas y tu autoestima.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-alguien-esta-sufriendo-acoso-escolar-diria-deje-responsabilizarse-y-pida-ayuda-202001160141_noticia.html

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