Por: Carlota Fominaya
Estos profesinales están sin duda capacitados para la identificación de los síntomas de Covid-19.
Niños con diabetes, alergias alimentarias graves que cursan con shock anafiláctico, casos graves de epilepsia, golpes, caídas, casos no diagnosticados de enfermedad cardiaca no diagnosticada… y ahora, por desgracia, coronavirus. A juicio de Borja Mediero, enfermero escolar en un instituto madrileño de Secundaria, la necesidad de estos profesionales en los colegios en tiempos de coronavirus queda fuera de toda duda, porque «están sin duda capacitados para la identificación de los síntomas de Covid-19. Nuestra figura es clave -insiste-. En los colegios es necesaria la visión de un sanitario a la hora de organizar un protocolo de actuación frente al Covid, tanto en prevención, como en detección de casos en el aula».
Mediero teme la llegada la apertura de los colegios y la llegada del frío, donde augura que se van al mezclar los síntomas de la gripe con los del coronavirus, y va a ser muy difícil de diferenciar entre ambas enfermedades hasta que no haya un diagnóstico hecho con PCR: «nos viene un tsunami», augura. «Ahora mismo, por ejemplo, estamos viendo que no todos los adolescentes están concienciados con todo esto, y qué mejor que darles formación sanitaria, tanto sobre el Covid y sus consecuencias, como otras muchas cosas que les rodean, como el alcohol y el tabaco».
De hecho, «la ley de regulación de profesiones sanitarias establece que las enfermeras son las responsables de ejercer esta promoción de la salud en la ciudadanía», explica Mediero. «Esta labor de prevención y promoción de la salud es la que ocupa gran parte de nuestra jornada laboral: organización de charlas, clases para evitar el tabaquismo, talleres sobre alimentación y nutrición, consumo de alcohol, drogas, estilos de vida saludables, RCP para el manejo de situaciones de emergencia…». Es más, a este profesional no se le olvidará en la vida el día en que tuvo que atender a un menor que presentaba una parada cardiorrespiratoria por atragantamiento. «Volvió a la vida tras hacerle una resucitación cardiopulmonar», rememora.
Porque el abanico de problemas sanitarios que se puede dar en un colegio es infinito. «Podemos realizar una atención práctica, de urgencia como una PCR… pero prevenir hábitos malos es básico para la sociedad., pero también realizamos una labor importantísima de educación sanitaria y de prevención… Es decir, además de hablar de lavado de manos y correcta utilización de mascarillas, tenemos mucho que alertar sobre el consumo de sustancias perjudiciales, por ejemplo».
La presencia en la enseñanza pública
Sin embargo, denuncia, « la tónica general es que no haya enfermeras en los colegios públicos. La ley solo establece que haya un sanitario, enfermera o enfermero escolar en caso de que haya algún niño que cumpla ciertos requisitos médicos. En Primaria se suele establecer cuando hay menores diabéticos, que necesitan un control del azúcar antes y después de las comidas, del recreo, cuando toca el comedor…». En Secundaria, prosigue, «nuestra presencia está más orientada a niños con problemas motóricos, de desplazamiento, que necesitan alguna adaptación porque van en silla de ruedas… Es decir, por problemas funcionales».
La presencia en la enseñanza privada
En los colegios privados, explica este enfermero, «esto lo gestionan las ampas (Las asociaciones de padres y madres de los centros escolares). Ellos son quienes contratan una enfermera escolar para que haya un control de parte de un sanitario. El centro contrata este tipo de profesionales cuando hay una petición generalizada por parte de los padres para atender a niños con epilepsia, diabetes, alergias alimentarias graves, alguna ambiental, etc.».
Pese a todo, el debate, reconoce Mediero, está ahí. «Muchas veces se discute sobre si los centros educativos necesitan una enfermera escolar o si los profesionales de enfermería de atención primaria pueden ejercer la labor que hacen los enfermeros escolares. yendo ellos a realizar esa atención in situ al colegio, o realizando los talleres de forma puntual. Como defensa de la profesión de enfermería escolar creo que un profesional de Atención Primaria puede atender a un niño con una enfermedad crónica o ir a dar un taller, pero no puede hacer un análisis de esa población. Eso solo lo puede establecer un enfermero que va a convivir con ese grupo escolar. La evidencia así lo dice: a la hora de prevención y promoción de la salud hay que establecer las necesidades de esa comunidad en la que se va a actuar».
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-enfermero-escolar-alerta-apertura-colegios-y-llegada-gripe-viene-tsunami-202008190119_noticia.html