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Pasar de curso

Por: El Diaro El País. 

 

El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron esta semana los términos en los que se procederá a la finalización del curso académico. Los alumnos de todas las etapas, desde primaria hasta bachillerato, pasando por formación profesional, promocionarán salvo en casos excepcionales. La fórmula no es un aprobado general, pero se parece bastante. Las circunstancias singulares que han marcado el tercer trimestre escolar, con las aulas vacías y unas precarias condiciones para impartir clases telemáticas, dificultan notablemente la evaluación de los alumnos en la recta final de curso.

No obstante, el acuerdo prevé que los docentes tendrán en cuenta las calificaciones de los dos primeros trimestres a la hora de determinar la nota definitiva y que el último tramo, dedicado a repasar y reforzar contenidos, solo contará para beneficiar al alumno, nunca para perjudicarlo. Esta salvaguarda permite que sean calificados de forma justa, valorando sus logros durante la etapa de confinamiento y sus necesidades de aprendizaje.

Las autoridades educativas coinciden en que, para ocho millones de alumnos no universitarios, repetir curso es una medida excepcional que deberá ser adoptada, y convenientemente argumentada, de forma colegiada por el equipo docente atendiendo a la evolución académica del estudiante antes del cierre de las aulas, hace ya más de un mes. La situación socioeconómica de las familias es un aspecto que no puede quedar al margen, toda vez que condiciona el acceso a la educación online y a las herramientas pedagógicas digitales.

Es de lamentar, no obstante, que las comunidades de Madrid, Andalucía y Castilla y León (presididas por el PP) hayan decidido desmarcarse del documento presentado por el ministerio y se empeñen en exigir al Gobierno que fije el número máximo de asignaturas suspensas para que los estudiantes puedan pasar de curso o titularse. El País Vasco apela a la defensa de las competencias para aplicar su propio plan y Cataluña ultima su particular decreto. La disparidad de criterios en función del territorio redunda, a efectos prácticos, en una evidente desigualdad de los estudiantes, que verán condicionada la obtención de un título o la posibilidad de presentarse a la prueba de acceso a la universidad.

Actitudes como las exhibidas por el PP y grupos nacionalistas ponen de relieve las dificultades intrínsecas a la hora de alcanzar pactos estables y duraderos en el ámbito educativo y sitúan una materia tan sensible en el centro de la rencilla política, una vez más. Perseguir un provecho partidista o actuar con afán de desgastar al Gobierno central en una situación extraordinaria como la actual tiene difícil defensa, más cuando los afectados son niños y niñas.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/04/17/opinion/1587138399_750715.html

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Brecha educativa

Por: El País.
Dos niños realizan tareas escolares a través de sus tabletas electrónicas.
Dos niños realizan tareas escolares a través de sus tabletas electrónicas. MAX MUMBY/INDIGO GETTY IMAGES

Más de 10 millones de estudiantes se están viendo afectados por el cierre de las aulas y el confinamiento en sus domicilios al que obliga el estado de alarma. Todas las etapas de aprendizaje, desde infantil hasta universitaria, están paralizadas y la vuelta a la normalidad sume en la incertidumbre a la comunidad educativa. Una de las primeras decisiones adoptadas por el Ministerio de Educación, en colaboración con las comunidades autónomas, ha sido retrasar la prueba de selectividad a los más de 200.000 alumnos convocados este curso. A estas entidades les corresponde establecer parámetros para evitar que los estudiantes pierdan el curso y velar para que los más vulnerables desde el punto de vista socioeconómico no queden atrás a causa de la emergencia sanitaria

Hasta ahora son muchos los centros que han optado por impartir clases online o en formato telemático, un recurso que ha puesto de manifiesto las diferencias entre las plataformas de aprendizaje y la existencia de un nutrido número de alumnos desfavorecidos que no disponen de los materiales imprescindibles, empezando por un ordenador adecuado. Esta crisis ha desvelado que uno de cada tres no puede recibir en sus domicilios clases virtuales, ya sea por carecer de ordenador o de acceso a Internet. En un intento de sortear la brecha tecnológica, Educación ha puesto en marcha el programa Aprendemos en casa, en colaboración con RTVE, editoriales especializadas y portales educativos, para permitir que esos alumnos de 6 a 16 años pertenecientes a familias más desfavorecidas o de entornos culturalmente menos ricos, puedan acceder de alguna forma a contenidos pedagógicos. Se trata de que los escolares no pierdan la tensión educativa y que mantengan una cierta disciplina en las pautas pedagógicas. Recurrir a la televisión pública y a editoriales especializadas permitirá mitigar el desequilibrio en el uso de herramientas informáticas que aún persiste en la sociedad, pero no colmar una brecha que debió haberse cerrado mucho antes.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/03/23/opinion/1584980814_661409.html

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Déficit educativo

Por: El País. 

Bruselas alerta sobre el impacto del bloqueo político en la enseñanza

España retrasa inaplazables reformas, también en el ámbito educativo, lastrado desde el inicio de la crisis económica por una insuficiente inversión pública. Este déficit presupuestario se traduce inmediatamente en un déficit académico, dominado por el sempiterno abandono escolar y un anquilosamiento de los sistemas de primaria y secundaria. El deterioro de algunos de los principales indicadores educativos ha alcanzado tal punto que la Comisión Europea ha dado un serio toque de atención a España. Y lo hace precisamente en un momento en el que el Gobierno está en funciones y a las puertas de unas nuevas elecciones generales, factores que en nada ayudan a enderezar el rumbo. Solo si tras los comicios de noviembre se configura un Ejecutivo fuerte y con una mayoría parlamentaria sólida se podrán revertir las deficiencias señaladas por Bruselas.

Entre los importantes proyectos varados, la Comisión Europea destaca de manera muy señalada las elevadas tasas de fracaso escolar. Los jóvenes de entre 18 y 24 años que han dejado los estudios una vez obtenido el título de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) —que determina la enseñanza obligatoria— representan el 17,9%, mientras que la media de la UE se sitúa en el 10,6%. España ha mejorado en los últimos años si se tiene en cuenta que en 2009 el porcentaje rozaba el 31%, cuando el mercado laboral representaba un gran atractivo para los jóvenes, pero Bruselas pone de relieve la ralentización de esta progresión y el estancamiento de los avances durante la última década.

La incertidumbre política ha dejado también en dique seco la tramitación de una nueva ley educativa que aspiraba a dinamizar y modernizar los ciclos de primaria, secundaria y la Universidad. La ministra de Educación, Isabel Celaá, llevó in extremis al Consejo de Ministros el proyecto de ley orgánica el pasado febrero, el mismo día en el que Pedro Sánchez se disponía a anunciar la fecha de las elecciones legislativas del 28 de abril. La parálisis parlamentaria ha dejado congeladas igualmente las reformas previstas por Pedro Duque, titular de Ciencia, Innovación y Universidades, pese a los esfuerzos realizados durante las mesas de negociación con los rectores y los sindicatos.

Entre las reformas inconclusas, Bruselas se hace eco del modelo de becas, el acceso universal a la educación infantil o la regulación de las prácticas universitarias. Y es muy crítica respecto a la inestabilidad de las plantillas de profesores. El hecho de que el 25% de los docentes sean interinos complica seriamente la construcción de equipos estables y cohesionados en las escuelas. Es sintomático que el curso que acaba de empezar cuente con 1.780 funcionarios docentes menos de los previstos por la Administración debido a los abultados suspensos registrados en la reciente convocatoria de oposiciones.

Para superar este rosario de asignaturas pendientes, gestionar las transformaciones tecnológicas y adaptarse a las necesidades del mercado laboral, España debería, en primer lugar, alcanzar acuerdos parlamentarios en materia educativa y, en segundo, incrementar la inversión pública, que sigue estando muy por debajo de la media comunitaria.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/09/30/opinion/1569866337_012854.html

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¿Cuál es la mayor urgencia de nuestro sistema educativo?

Por: El País.

El curso escolar acaba de comenzar en España en unas aulas que emiten múltiples señales de alarma. Las plantillas de profesores y numerosas instalaciones escolares están pendientes de renovación tras años de recortes, existe una temporalidad laboral elevada, el modelo de formación de los docentes y los currículos escolares están cuestionados, los centros deben lidiar con problemas sociales sin disponer de los recursos necesarios para ello y persiste la ausencia de un gran pacto educativo que dé una ley estable al sistema.

¿Eres miembro de la comunidad educativa? Participa en el Foro de Educación de EL PAÍS respondiendo a la pregunta de esta semana: ¿Cuál es la mayor urgencia de nuestro sistema educativo? Publicaremos aquí una selección de las respuestas.

«Hay que dejar de dar bandazos»

Un pacto educativo en el que los partidos se comprometan a dar estabilidad al sistema es lo que urge en este momento. Se necesita tiempo para asentar las bases, y que las bondades de ese sistema, con tiempo puedan salir a la luz. El profesorado no puede estar cada dos años cambiando la organización del centro al arbitrio del partido que esté en su Administración. Después de recortes, LODES, LOES, LEAS y LOMCES a los colegios de Andalucía llegaron en junio unas instrucciones que nos han cercenado la autonomía y nos han cambiado toda la organización del centro, aumentando la religión y poniéndola, en carga horaria, por encima de la musica, la plastica, el segundo idioma e igualándola con naturales y sociales. En esta situación de incertidumbre y con carga burocrática brutal se trabaja con la sensación de ser parte de la tripulación de un barco que va dando bandazos sin rumbo fijo. Un pacto educativo a largo plazo es lo que se necesita.

TERESA SIMONET | Maestra de Música y Primaria en Chiclana (Cádiz).

«Se sigue dando clases como cuando yo estudiaba»

Hay muchos temas que repensar en el mundo de la educación pero el que creo que no es negociable es cómo se atiende la diversidad en centro y el aula. Cuál es mi desilusión cuando aún hoy en día mucha parte del profesorado no tiene formación para atender la diversidad y la mayoría de clases siguen siendo magistrales, aburridas y poco motivantes. No es necesario que la educación sea innovadora, pero sí conectada con la realidad. Por ejemplo, se está librando una batalla social, política, humana y económica sobre el cambio climático y se hace muy poco para abordar el tema, integrarlo en el día a día, trabajarlo en profundidad en las clases. A veces hago de apoyo en las clases y las cosas se cuentan exactamente de la misma forma que cuando yo iba a clase. De eso ya hace algunas décadas y todo sigue prácticamente igual. Los centros educativos están faltos de capacidad de reinvención. La mayoría del profesorado solo está preocupado por dar la materia y que los alumnos sigan el ritmo, sin importar si saben trabajar en equipo, expresarse oralmente, resolver conflictos, gestionar sus vidas, buscar qué les motiva. Los centros educativos parecen centros de producción en cadena de nuevos sujetos que alimenten al sistema… y deberían ser algo distinto, deberían ser lugares donde cada alumno pudiera sacar y aprovechar su potencial. A excepción de algunos centros, la situación no parece que vaya a cambiar, quizás porque no interesa o porque, en el fondo, cambiar y mover ficha asusta.

FRANCESC BOSCH | Profesor de Orientación Educativa en Premià de Dalt (Barcelona).

 

«El sistema necesita respeto y reconocimiento»

Lo que el sistema educativo necesita con mayor urgencia es respeto y reconocimiento. Frente al discurso catastrofista promocionado por numerosos medios de comunicación, que dan altavoz a expertos que pocas veces han pisado un aula, empresas deseosas de ampliar su negocio u opiniones partidistas y parciales que buscan réditos electorales, debe valorarse el trabajo realizado por decenas de miles de profesionales, las leyes aprobadas durante décadas y el esfuerzo presupuestario, todavía insuficiente, de las Administraciones. Sin pretender revoluciones utópicas, sin recetas mágicas y sin utilizar la innovación como un mantra vacío de contenido, podemos comenzar a conocer lo hecho hasta ahora y mejorarlo, aumentar la inversión y apostar por una escuela como una pata imprescindible del estado de bienestar y, en general, de la cohesión social. Pero de verdad, con más docentes, más recursos y un trato equitativo para todo el alumnado.

Fuente del artículo: https://elpais.com/sociedad/2019/09/22/actualidad/1569168639_213851.html

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Calidad docente

Por: El País. 

 

Más tiempo en el aula no es garantía de mejor educación

Los resultados educativos de un país dependen de muchos factores, pero la preparación y composición del profesorado es uno de los más importantes. La plantilla de docentes del sistema educativo español ha sufrido en la última década un envejecimiento acelerado que hace que en estos momentos dos de cada tres profesores tengan más de 40 años. La crisis ha jugado un papel determinante, porque a partir de 2010 obligó a reducir la tasa de reposición del profesorado, primero al 30% y en 2012 al 10%. Eso significa que a partir de ese momento por cada 10 profesores que se jubilaban o salían del sistema, solo se contrataba a uno. A esto hay que añadir la supresión de los incentivos que había para la prejubilación a los 60 años.

El resultado es que mientras la OCDE recomienda que haya un profesor menor de 30 años por cada dos mayores de 50, en España esa relación es de uno a seis. Así, el grupo de edad más numeroso es el que tiene entre 50 y 59 años. Mientras el grupo de los menores de 30 años se ha reducido en un 45%, el de 60 a 64 ha crecido un 93%. Las 51.000 plazas convocadas en los dos últimos años apenas permiten paliar este desequilibrio, porque gran parte de ellas han sido ganadas por profesores interinos con años de ejercicio y que finalmente regularizan su situación.

La edad no es ningún impedimento para una excelente labor docente, pero en una organización compleja como la educativa, asegurar la adecuada renovación es de vital importancia. La entrada de profesores jóvenes bien preparados es un elemento especialmente importante en un momento de transición tecnológica y cultural que requiere nuevos conocimientos y nuevas habilidades. Experiencia e innovación son los dos elementos que, bien combinados, permiten la madurez y el empuje que se precisa para una labor tan comprometida y que requiere tanta energía como la enseñanza.

Hay que añadir además que, comparado con el promedio de la OCDE, los profesores españoles tienen más alumnos por aula, una jornada lectiva más larga y menos tiempo para preparar las clases. Deberíamos revisar estos parámetros, porque más tiempo en el aula no es garantía de mejor educación, ni en el caso de los profesores ni en el de los alumnos. Los escolares españoles de secundaria, por ejemplo, tienen 1.054 horas lectivas al año, 246 más que los finlandeses y, en cambio, estos figuran desde hace años en los primeros puestos en los resultados de las pruebas de PISA, mientras que los españoles, pese a las mejoras de los últimos años, siguen en los puestos medios de la tabla. La calidad educativa no depende solo ni principalmente del tiempo que se dedica a clase ni del volumen de los contenidos que se imparten.

Es preciso revisar tanto el currículo que se imparte como la forma en que se utiliza el tiempo escolar. Y abordar también dos reformas pendientes que hace años que se plantean, y que se han convertido en carencias crónicas del sistema: la ausencia de un sistema general de formación continuada y evaluación del profesorado, y el desarrollo de una carrera profesional que permita incentivar y premiar la excelencia docente. Año tras año, informe tras informe, los expertos insisten en que estas reformas son necesarias para mejorar la calidad educativa. Lo sorprendente es que, sabiendo cuáles son las carencias, continuemos sin ponerles remedio.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/09/13/opinion/1568397370_598946.html

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Barracones escolares

Por: El País.

España inicia un nuevo curso escolar con 50.000 alumnos en barracones y la misma precariedad y provisionalidad que ha marcado los anteriores. Los recortes provocados por la crisis no se han revertido y las instalaciones siguen acusando la caída de las inversiones, que en diez años ha sido de 7.000 millones. El resultado es que una solución de emergencia y por naturaleza provisional como son los barracones, se alargue en el tiempo y devenga estructural, hasta el punto de que ya hay estudiantes que han cursado toda la etapa obligatoria en ellos. En los últimos cinco años solo se han reducido en 15.000 las plazas en barracones, y de seguir a este ritmo se necesitarían dos décadas para eliminarlos. A ello hay que añadir la degradación de edificios e instalaciones por falta de un adecuado mantenimiento.

Igualmente crónicas son las carencias en el capital humano del sistema educativo. La reciente oferta pública de empleo paliará la precariedad, ya que permitirá regularizar la situación de muchos profesores interinos, pero no será suficiente para dimensionar las plantillas a las necesidades educativas. Fuentes sindicales estiman en más de 25.000 el déficit de profesores.

El contexto político en el que comienza el curso es de incertidumbre, con una ley educativa, la LOMCE, ampliamente cuestionada y sin que se vislumbre la posibilidad de un pacto de Estado sobre la educación que permita abordar las reformas necesarias para mejorar la calidad de la enseñanza y reducir los niveles de fracaso y abandono escolar. Entre las medidas de gobierno que el PSOE propone para la próxima legislatura figura aprobar una nueva ley general de educación. Está claro que la aprobada en solitario por el Gobierno del PP en 2013 debe ser derogada. Era tan parcial y deficiente que el propio PP tuvo que dejar sin efecto parte de su contenido. Pero el sistema educativo no puede permitirse nuevos fiascos legislativos. Necesita estabilidad, un horizonte normativo consensuado y estable, y un incremento presupuestario que acerque el gasto educativo al 5% del PIB para poder abordar con garantías las reformas pendientes.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/09/07/opinion/1567867079_855783.html

 

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La igualdad de género tardará un siglo en lograrse

Por: El País

Un siglo. Es lo que se tardará, al ritmo actual, en fulminar la brecha de género global. Cien años en lograr que hombres y mujeres tengan la misma participación política, acceso a la educación, a la salud e igualdad económica y laboral. Es la conclusión del último informe del Foro Económico Mundial sobre la brecha de género, que alerta de que, tras una década de progresos lentos pero constantes, este año varios indicadores de paridad no solo se han estancado sino que han empeorado. Una caída que se debe fundamentalmente al incremento de la desigualdad en la representación política y en el lugar de trabajo. Es ahí, en los entornos laborales y en la economía donde la brecha de género es más desafiante y donde la igualdad no se alcanzará hasta el año 2234. Más de dos siglos, según la institución, organizadora del Foro de Davos.

«La desigualdad de género priva al mundo de un enorme recurso de talento sin explotar en un momento en que es tan importante para abordar los enormes desafíos y las fuerzas disruptivas que enfrentamos», dice Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico, en el informe que se ha difundido hoy y que mide indicadores de 144 países. El documento sitúa la brecha de género en un 68%. Los nórdicos, como es tradición, encabezan el ránquin de los países con menor desigualdad: Islandia (un 87% de brecha, la más delgada), Noruega y Finlandia.

Les siguen de cerca Ruanda y Nicaragua. Sobre todo debido a la representación femenina en el espectro político: 61% en el país africano y 46% en el centroamericano, que escala cuatro puestos desde el año pasado debido a la reducción de la brecha salarial —aunque ha empeorado en los logros educativos—. Que haya más mujeres en política garantiza que se traten y prioricen problemas sociales, la educación, la sanidad. Algo que tiene un impacto positivo en la igualdad.  Aunque el indicador de la participación política, señala Laura Nuño, directora de la Cátedra de Género de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, no siempre ofrece una radiografía realista. «Un Gobierno paritario, que es lo deseable y legítimo, no garantiza una igualdad real en la política ni en la sociedad», apunta.

Yemen, Pakistán, Siria y Chad son los países con mayor desigualdad, según el Foro. El informe resalta que Estados Unidos (el 49 de la lista) baja cuatro puestos desde el año pasado. Y lo hace porque ha empeorado lo que el Foro llama «empoderamiento político», que se encuentra en su nivel más bajo desde 2007. España escala del puesto 29 al 24, pero sigue suspendiendo en materia de igualdad. Sobre todo si se tiene en cuenta que en 2006 ocupaba el puesto 11 del ránquin.

Las mujeres representan la mitad de la población mundial. Y por tanto recalcar que merecen el mismo acceso a la salud, la educación, la participación económica y un mismo salario por un trabajo de igual valor es básicamente justicia social. Pero no sólo eso la paridad de género también es fundamental para saber si las economías prosperan y cómo. «Garantizar el desarrollo saludable y el uso adecuado de la mitad del conjunto de talentos del mundo tiene un gran influencia en el crecimiento, la competitividad y el futuro de las economías y las empresas de todo el mundo»,  apunta el informe del Foro.

Incrementar el acceso igualitario a la educación reduce las tasas de mortalidad materno infantil, incrementa la fuerza laboral y también los salarios. Estudios del Banco Mundial exponen, por ejemplo, que invertir en que las niñas completen su educación en las mismas tasas que los niños incrementaría los ingresos de las que hoy son niñas entre un 54% y un 68%.

Informes que ahondan en la evidencia de que invertir en igualdad es rentable no faltan. Son cada vez más los estudios que demuestran el efecto positivo de aumentar la paridad de género en la economía de los países. Análisis recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estiman que la paridad de género podría añadir 250.000 millones adicionales al PIB de Reino Unido, 1,7 billones al de Estados Unidos, 550.000 millones al de Japón o 320.000 millones al de Francia.

Una de las más persistentes desigualdades, pese a todas las llamadas de alerta de los expertos es la salarial. Los estudios que constatan que las mujeres reciben menos salario por un trabajo de igual valor se cuentan por cientos. El Foro de Davos da sus propias cifras: 21.000 dólares al año, de media, para los hombres frente a 12.000 para las mujeres. Una brecha que es clave para atajar el resto. «Si se cobra menos se tiene una pensión más baja. También peor acceso a todos los servicios que no sean universales y gratuitos. El problema de las oportunidades económicas es que es una llave para otros muchos servicios».

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/2017/11/02/la-igualdad-de-genero-tardara-un-siglo-en-lograrse/

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