Page 1 of 4
1 2 3 4

Estados Unidos: la huella del racismo

Por: Daniel Seixo

«Estoy a favor de la verdad, no importa quién lo dice. Estoy a favor de la justicia, no importa quién está a favor o en contra. Soy un ser humano, en primer lugar, y como tal estoy para quien sea y lo que sea beneficio para la humanidad en su conjunto.» Malcolm X

Como si la rabia, la violencia y las intenciones políticas que siguieron al asesinato de George Floyd nunca hubiesen tenido lugar, Estados Unidos ha vivido de nuevo en las últimas semanas una serie de asesinatos extrajudiciales racistas llevados a cabo por sus fuerzas policiales que de nuevo ponen el foco en el racismo sistémico que ha forjado el carácter del mayor Imperio del mundo. A lo largo de las páginas de Nueva Revolución, han sido varias las ocasiones en la que con ustedes he compartido mis reflexiones acerca de este tristemente recurrente foco periodístico, pero hoy quiero trasladarlos bajo mi pluma al 3 de noviembre de 1979 en la ciudad de Greensboro, Carolina del Norte. Quiero hacerlo para convertirlos en testigos del asesinato de cinco manifestantes antirracistas a manos de miembros del Ku Klux Klan y el Partido Nazi Americano durante una protesta de la organización Comunista de Trabajadores (WVO)

Pongámonos en contexto. La WVO había llegado a la ciudad Greensboro poco antes para estructurar a los sindicatos textiles, las plantillas estaban conformadas mayoritariamente por empleados afroamericanos y la WVO quiso organizarlos para poder reclamar sus derechos y de ese modo poder dotar de un punto de fuerza a las reivindicaciones obreras y a la organización comunista. Enseguida esto supuso un importante punto de fricción con el Ku Klux Klan, los supremacistas blancos pretendían paralelamente aumentar su influencia entre los trabajadores blancos de las fábricas textiles con soflamas contra el trabajador negro y obviamente no vieron con buenos ojos que una organización comunista pretendiese no solo defender los derechos de los trabajadores negros, sino también actuar contra la patronal como una única clase revolucionaria. Pronto las declaraciones subidas de tono entre una y otra organización se hicieron habituales, hasta que en julio de 1979 las tensiones estallaron cuando en el pueblo de China Groce, a apenas 60 millas al suroeste de Greensboro, diferentes miembros de la WVO decidieron organizar a la numerosa comunidad negra y marchar decididamente para interrumpir la exhibición de la película “The Birth of a Nation” que los miembros del Klan habían organizado como claro acto de propaganda para su organización en la zona. Acorralados por la presencia de comunistas y trabajadores negros, el KKK no tuvo más remedio que atrincherarse y ver como los manifestantes en el exterior ridiculizaban su simbología, dejando claro que no eran bienvenidos en aquellas calles.
 
George Floyd, Ahmaud Arbery, Philando Castile, Alton Sterling, Freddy Gray, Walter Scott, Anthony Hills, Tony Robison, Tamir Rice, Eric Garner, Miles Jackson… El conteo de crímenes racistas jamás podrá detenerse sin actuar directamente contra un sistema que perpetúa el racismo
 
La venganza del odio blanco no tardaría en llegar. El 3 de noviembre de ese mismo año, los comunistas organizarían una gran marcha de trabajadores industriales llamada “Muerte a la marcha del KKK” como protesta por la presencia de los supremacistas blancos en Greensboro. La movilización obrera partiría de Morningside, una zona con predominante presencia de población negra, aunque ante las sospechas de una posible emboscada, los organizadores anunciarían un lugar diferente de inicio de la marcha con la intención de despistar al Klan. Por desgracia, no estaban equivocados, Eddie Dawson, miembro del KKK e informante policial pagado, había conseguido el mapa del recorrido de la marcha en la propia oficina de policía e informó a los supremacistas blancos de la ubicación correcta del inicio de la misma. Más tarde, Dawson reconocería que había transmitido a sus supervisores policiales la intención del Ku Klux Klan de atacar a los manifestantes antirracistas y esas mismas fuentes policiales conocían que previamente, el 20 de octubre, su informante había sido invitado por Virgil Griffin, líder del KKK, a un mitin del Klan en Lincolnton en el que pronunció un discurso de algo más de media hora para intentar reclutar a supremacistas blancos de cara a lograr enfrentar la protesta del 3 de noviembre. Pese a ello o a los volantes del KKK que aparecieron en días anteriores para confrontar el desfile, el día de la manifestación no existía vigilancia policial de ningún tipo. Enseguida esto levantó las sospechas acerca de la complicidad policial en la masacre de Greensboro.
 
El 3 de noviembre comenzó con cánticos, lemas antirracistas y la quema de una efigie encapuchada del KKK que quería simbolizar la oposición de la clase trabajadora y la comunidad negra de la ciudad a la presencia del Klan en la misma, pero pronto vehículos con miembros del Ku Klux Klan y del Partido Nazi Americano comenzaron a moverse por las inmediaciones de la manifestación, hasta que varios miembros de estas organizaciones racistas bajaron de los mismos para confrontar a los manifestantes. Tras unos breves momentos de confrontación verbal entre antifascistas y supremacistas blancos, miembros del KKK y el Partido Nazi Americano sacaron de sus maleteros varios rifles y pistolas con las que empezaron a disparar contra los participantes en la manifestación. Varios miembros de la WVO devolvieron los disparos con armas cortas, pero no pudieron evitar que cuatro activistas fueran asesinados en ese mismo momento y otro más perdiese la vida en el hospital. Diez personas más resultaron heridas.
 
Los manifestantes asesinados fueron: Sandi Smith, Dr. James Waller, Bill Sampson, Cesar Cause y el Dr. Michael Nathan, todos ellos activistas antirracistas y miembros valiosos de su comunidad
 
Pese a producirse a plena luz del día, con numerosos testigos que llegaron a gravar parte de la agresión y a que cerca de cuarenta nazis y miembros del KKK estuvieron envueltos en el tiroteo, tan solo una persona fue arrestada inmediatamente después del tiroteo que acabó con la vida de varios manifestantes. Finalmente, pese a las indagaciones posteriores y a lo brutal y premeditado de la agresión, solo cinco miembros del Klan serían acusados. En 1980 la fiscalía del estado aprobó la absolución de los cinco miembros del Klan con un jurado plenamente compuesto por personas blancas. El mismo resultado que en 1983 arrojaría la reapertura del caso por el gobierno federal, en esta ocasión con 9 hombres acusados. Tan solo un juicio civil posterior encontraría que el GPD “responsables conjuntamente con supremacistas blancos de una muerte por negligencia”. La ciudad de Greensboro pagaría $400,000 a cambio de que los demandantes no pudieran presentar demandas en el futuro. Compraría su silencio.
 
En 2004 residentes de Greensboro iniciaron el Proyecto de la Verdad y Reconciliación Comunitaria de Greensboro (GTCRP) y se crearía con estas bases la Comisión de Verdad y Reconciliación de Greensboro (GTRC) para lograr dar testimonio público y examinar las causas y las consecuencias de la masacre. Basado en la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Sudáfrica, la Comisión determinaría que los miembros del KKK acudieron a la manifestación para intentar desencadenar una confrontación violenta y que el Departamento de Policía y el FBI tenían conocimiento de sus planes. Quedaría así demostrada la complicidad absoluta entre las fuerzas policiales de la ciudad y los supremacistas blancas. La “Masacre de Greensboro” se suma a otras masacres como Orangeburg, Tulsa, Rosewood y a otros tantos puntos a lo largo de Estados Unidos en los que la violencia racista ha terminado con la vida de diversas personas negras y activistas antifascistas.
 
Como si la rabia, la violencia y las intenciones políticas que siguieron al asesinato de George Floyd nunca hubiesen tenido lugar, Estados Unidos ha vivido de nuevo en las últimas semanas una serie de asesinatos extrajudiciales racistas llevados a cabo por sus fuerzas policiales
 
Millones de esclavos negros sustentaron la industria del algodón en EE. UU. haciendo del país el Imperio actual que parece maravillas al mundo capitalista, pero pese a la Guerra de Secesión, la abolición de la esclavitud o la lucha por los derechos civiles, Estados Unidos sigue sufriendo a día de hoy un claro racismo sistémico sustentado en una profunda brecha material que en todos los campos sigue abandonando a gran parte de la población negra del país a una condición de sumisión absoluta. El período de esclavitud, las leyes Jim Crow, la segregación racial “soterrada” o una guerra contra las drogas que camufla en su conciencia una auténtica guerra racial, han servido para mantener a la población negra subyugada y oprimida a lo largo de los siglos. Ni tan siquiera Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, pudo hacer nada para cambiar de una forma real las cosas atajando la raíz del problema. Por cada dólar que entraba durante su mandato a una familia media blanca, una familia media negra ganaba apenas 59 centavos. Una persona negra en Estados Unidos tiene todavía a día de hoy el doble de probabilidades de vivir en la pobreza, el doble de tasa de mortalidad infantil, seis veces más posibilidades de terminar encarcelado o el doble de probabilidades de morir en enfrentamientos con la policía
 
George Floyd, Ahmaud Arbery, Philando Castile, Alton Sterling, Freddy Gray, Walter Scott, Anthony Hills, Tony Robison, Tamir Rice, Eric Garner, Miles Jackson… El conteo de crímenes racistas jamás podrá detenerse sin actuar directamente contra un sistema que perpetúa el racismo. El racismo no podrá atajarse sin incidir de forma directa contra los pilares del sistema capitalista estadounidense. Greensboro supone el vivo ejemplo de la convivencia de las instituciones con el racismo y la capacidad de odio del supremacismo blanco. En pleno 2021 las formas han cambiado, pero la semilla de odio, la complicidad institucional y la necesidad de rebelión siguen siendo las mismas. Tenemos que superar las protestas de Black Lives Matter, no para dejarlas atrás o ridiculizarlas sin sentido, tal y como muchos sectores de la izquierda desnortada parecen querer insinuar. Muy al contrario, tenemos la obligación de superar las performances políticas relativas a este movimiento, para llevarlo más allá, canalizar la justa rabia de la comunidad negra estadounidense a una condena y un desafío global a las estructuras racistas que todavía hoy lastran la implementación de democracias reales en nuestros estados. Ningún demócrata, ningún antirracista puede permanecer ajeno a esto. Debemos escuchar las voces de aquellos oprimidos entre los oprimidos, debemos dejar claro que todas las vidas importan.
Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/estados-unidos-la-huella-del-racismo/

Comparte este contenido:

El color púrpura

Por: Daniel Seixo

Comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha

13 detenidos, entre ellos cuatro menores, por acorralar, insultar y abusar de una menor de 16 años en el Parque del Oeste en Madrid. Mientras bailaba despreocupada con sus amigos, la joven fue rodeada por una manada de hombres que sin mediar palabra comenzó a vejarla y agredirla sexualmente en grupo. Al día siguiente de esa misma semana santa, la Policía Nacional liberaba en el distrito de Arganzuela a una mujer bangladesí que llevaba dos años sin salir a la calle tras ser encerrada por su marido. Amenazada de muerte y agredida físicamente en numerosas ocasiones, tan solo la desesperada llamada de un amigo a las autoridades pudo poner fin a ese infierno.

Arrojo aquí el revelador dato de que en España los delitos contra la libertad y la indemnidad sexual han aumentado un 11,3 por ciento durante el pasado año, a la par que diversos estudios constataban un incremento de la violencia machista entre parejas menores de 14 años. Una sociedad democrática y con un sistema educativo y político desarrollado, contempla con aparente apatía como la violencia machista y los más retrógrados resortes de la sociedad patriarcal arrinconan amenazantemente la posibilidad de una igualdad real entre hombre y mujeres, cobrándose de forma sistemática con sangre cualquier desafío a esta estructura arcaica y demencial. Una violación cada cinco horas, más de 1000 asesinadas por el terrorismo machista e innumerables muestras de incomprensión o complicidad institucional, dibujan hoy un cuadro en el que sin duda alguna podemos observar que el estado español sigue siendo un lugar peligroso para las mujeres. Una sociedad en la que los buenos gestos, los anuncios de medidas políticas y los cargos ministeriales aparecen en primera página durante los diferentes 8 de marzo, pero en el que las diferentes tipologías de violencia contra la mujer continúan desarrollándose generación tras generación, sin que realmente nos atrevamos a tomar medidas radicales para atajarlo.

Comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha

Esta misma semana 16 mujeres eran liberadas de una red de proxenitismo en la que bajo amenazas y narcotizadas con diferentes sustancias, se veían obligadas a ejercer la prostitución durante jornadas interminables de violaciones ininterrumpidas. Trasladadas desde Rumanía a Tenerife estas mujeres eran denominadas por el líder de esta organización criminal como “cajas registradoras”. Y aquí está la clave, la violencia contra la mujer se estructura desde el patriarcado en íntima e indivisible conjunción con las dinámicas económicas del capitalismo. Para gran parte de los hombres y de la sociedad en su conjunto, el lucro económico basado en la comercialización y explotación del cuerpo de las mujeres sigue suponiendo a día de hoy una realidad aceptable o incluso beneficiosa para el desarrollo de nuestras sociedades. Siempre que hayas nacido mujer, nuestro desarrollo como especie te permitirá alquilar tu cuerpo para las más diversas tareas por un salario o por un par de monedas sueltas, dependiendo de las coordenadas geográficas o tu código postal: ser penetrada por viejos decadentes o jóvenes violentos, practicar sexo en grupo para una página web o en una habitación de hotel durante una despedida de soltero, gestar al hijo de otros, sexualizar tu existencia para ligar el precio de tu cuerpo a la promoción de otros bienes de consumo, ejercer de reclamo sexual en la puerta de un garito o detrás de la barra, todas ellas funciones legitimadas y remuneradas en una sociedad que acepta con agrado una vejación, una violación o la venta de un hijo, siempre y cuando lo puedas declarar ante Hacienda. Está semana arranca el juicio por la violación grupal de tres hombres a una joven, en febrero de 2019, en una nave abandonada de Sabadell. Una de las tantas violaciones grupales que cada día se producen en nuestro país contra mujeres indefensas. Unas dentro de prostíbulos y otras fuera, unas contempladas como un acto reprobable por la justicia de nuestro país y otras asumidas como un mero trabajo por gran parte de la sociedad.

La violencia contra la mujer se estructura desde el patriarcado en íntima e indivisible conjunción con las dinámicas económicas del capitalismo

Y es que en este sentido, no existe otra alternativa que la abolición de la prostitución. No hay punto de negociación posible, términos medios o grandes diatribas filosóficas que puedan entorpecer este debate. Tan solo intereses económicos ye hipócritas que piensan con la polla o con la cartera. La violación sistemática de mujeres supone en la actualidad algo más del 0,35% del PIB nacional. Quienes desde el aparente marxismo se sitúan, y quieren situar a “la izquierda”, en posiciones regulacionistas, lo hacen únicamente buscando subterfugio en intencionadas confusiones acerca de la concepción marxista del trabajo, pero esta tramposa y cínica abstracción de puteros con ínfulas intelectualoides, no debe hacernos perder de vista que no existe en el marxismo, ni tampoco en ninguna teoría que mínimamente aspire a una transformación social justa y digna para el ser humano, resquicio alguno en el que la violencia sexual y la imposición de relaciones sexuales, sin el deseo como único condicionante de las mismas, pueda ser entendido como un trabajo y no como la imposición de la explotación cruenta del cuerpo y la mente de las mujeres. No debemos perder demasiado tiempo con aquellos que hablan de trabajo sexual y dicen defender los derechos de las explotadas sexualmente, mientras que únicamente defienden los impulsos de sus braguetas y esconden bajo palabrería barata sus patriarcales demonios internos. Llamemos a los puteros por su nombre y no dejemos que sus cuentos nos hagan avanzar cara a la legalización de la violación previo pago o la sindicalización de mafias de explotadores sexuales ocultas bajo la mascarada conocida del Tío Tom. Y no, no es el abolicionismo una teoría que abandone o sancione a las mujeres prostituidas, al contrario, esta corriente feminista de lucha contra la explotación sexual se ocupa de formar, atender y acompañar a todas esas compañeras violadas, agredidas, maltratadas y comercializadas impunemente en nuestras sociedades. Los cuentos de mujeres empoderadas bajo alquiler o sexualmente satisfechas previa selección de su violador, quedan en la realidad muy lejos de la vida que marcan las calles, los prostíbulos y los pisos que en nuestras ciudades se multiplican como pequeños campos de concentración en los que su hijo, sobrino, tío, padre o amigo abusan de mujeres inocentes e indefensas fomentando una transacción económica en la que únicamente buscan su placer sexual sin importarles las víctimas del mismo. Porque sí, la prostitución es un problema que silenciosamente nos toca habitualmente a todos de cerca. Nunca amparen al victimario, al menos nunca silencien una violación.

Las imágenes de cientos de mujeres orinando en la calle durante unas fiestas populares en Galiza, han terminado en numerosas páginas porno internacionales en las que anónimos hombres de todo el mundo vacían sus bajos instintos violando la intimidad unas mujeres que han visto como para la justicia española esto no constituye delito alguno. El primer paso de la violencia contra las mujeres comienza en la cosificación: la acción de ignorar que la mujer que porta ese niño que has comprado es un ser humano, focalizarte durante una noche de fiesta en tus ganas de follar y no en la mujer a la que estás violando en un club de carretera o simplemente en dividir a todas las mujeres de tu vida en putas o parejas potenciales adecuadamente puras para tus exigencias. En esta cruenta realidad se educan hoy muchos de nuestros jóvenes que se inician su experiencia sexual en el porno y basan sus relaciones afectivas en MHYV, La Isla de las tentaciones o en las ocurrencias de cualquier Youtuber de tres al cuarto erigido en influencer y referencia moral. Admitámoslo, la niña violada, la mujer explotada, las manadas, los monstruos que a diario maltratan o asesinan a miles de compañeras en todo el mundo, son directamente fruto de un sistema que sigue considerando a las mujeres seres de segunda o en el mejor de los casos meros objetos con los que comercializar para lograr conseguir un rédito económico. Es por tanto lógico comprender que no existe revolución sin feminismo, ni podrá existir a su vez una verdadera revolución feminista sin un arduo trabajo de análisis de las abundantes disfunciones sociales del patriarcado. Disfunciones únicamente sustituibles por un sistema social capaz de estructurar un modelo de convivencia basado en la igualdad real y el respeto por todos los seres humanos. Por tanto, no existe otra alternativa que socialismo o barbarie. Es por esto que el mal llamado feminismo liberal, no se trata de otra cosa que la renegociación de tarifas por la explotación de las mujeres económicamente peor situadas. No caigamos en estas burdas trampas, comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/48390-2/

Comparte este contenido:

Entrevista a: Salvemos la Montaña de Cáceres: «No se puede sacrificar una ciudad Patrimonio de la Humanidad para que se enriquezcan unas empresas privadas que usurpan la tierra»

Por: Daniel Seixo

¿Cómo surge la Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres?

La Plataforma “Salvemos la Montaña de Cáceres” surge en verano de 2017, cuando los vecinos de Cáceres descubren maquinaria pesada (de la empresa minera) entrando sin permiso en terrenos públicos y privados y arrasando con todo, creando caminos, deforestando, abriendo balsas haciendo sondeos, agujeros y calicatas.

Todo de manera ilegal, por lo que le ha supuesto a la empresa una doble sanción por parte del ayuntamiento de Cáceres y por la Junta de Extremadura. La empresa ha recurrido a los tribunales para no asumir las sanciones impuestas y mediante sentencia judicial firme se le obliga a la restauración del valle de Valdeflores.

En aquel momento, la ciudadanía cacereña conoció las intenciones de la empresa de hacer una mina a cielo abierto en Cáceres y comenzó la lucha social mediante la creación de la Plataforma, que cuenta ya con miles de seguidores.

¿Qué efectos nocivos para la población cacereña tendría una mina a cielo abierto a apenas 800 metros del casco urbano?

Sobre todo, efectos negativos para la salud de todos los cacereños y habitantes de la zona. Los procesos de extracción y de procesado de hidróxido y carbonato de litio son muy contaminantes. Estaríamos muchos años respirando gases tóxicos y nubes de polvo nocivas. Además de la mina está prevista la construcción de una planta de tratamiento del mineral muy contaminante y tóxica. También, se contaminarían nuestros acuíferos para siempre y estaría en juego incluso el agua potable que abastece a la ciudad.

Las continuas detonaciones y la contaminación acústica nos preocupa mucho, tanto para la salud, como para el patrimonio, ya que con las vibraciones de los explosivos podrían ocasionar hundimientos o socavones importantes en la ciudad y alrededores (todos sabemos que el suelo de Cáceres está hueco). La destrucción de la Montaña también sería un suceso que nos afectaría: hay 2.500 personas que residen allí, y familias que viven del sector agropecuario en la sierra. Serían efectos nocivos por el agua, por el suelo y por el aire. El futuro de Cáceres sería desolador.

¿Supondría este proyecto a su vez una amenaza directa para el hábitat de la región?

Por supuesto, si hablamos del patrimonio natural y la importancia de la Sierra de la Mosca, como nexo de unión de corredores ecológicos y hogar de especies endémicas y amenazadas, la destrucción de esta sierra sería muy grave para la región, para la biodiversidad y para el ecosistema que alberga. Perderíamos un valor enorme nunca antes visto junto a ninguna ciudad de Europa de las características de Cáceres. Además, la ciudad perdería un gran potencial de empleos verdaderamente sostenibles, vinculados al turismo de naturaleza (en auge en Europa, y que ya es el primer ingreso de muchas comarcas), la producción agropecuaria tradicional desarrollada con nuevas tecnologías de agricultura ecológica, etcétera… Las generaciones futuras nunca lo perdonarían, ni podrían recuperarlo, pues tras la explotación de una mina a cielo abierto, sólo queda un gran cráter de tierra yerma y una extensión de tierra contaminada, como tenemos en otras zonas como en Huelva o en Murcia.

El gobierno de España asegura que la explotación de esta mina resulta vital para la industria automovilística del estado. Ustedes admiten la importancia del litio para la transición ecológica y el sector automovilístico, pero aseguran que la mina de Cañaveral, también en la provincia de Cáceres, supone la aportación de Extremadura a esta industria y que se deberían buscar alternativas al proyecto de la mina de Cañaveral ¿han recibido alguna respuesta en este sentido por parte del actual gobierno?

La Plataforma “Salvemos la Montaña de Cáceres” nació con el objetivo de evitar la destrucción de Cáceres por esta mina a cielo abierto. Este tipo de minas son muy contaminantes y podría destruir una capital de provincia de 100.000 habitantes. En el resto de Europa,  ni siquiera se plantearía lo que aquí se ha planteado con este proyecto. El falso desarrollo verde de algunos países conlleva la destrucción de muchas zonas y pretende que Cáceres sea una “zona de sacrificio” para beneficio de Europa, por lo que, como es lógico, hay oposición ciudadana a muchos proyectos en distintos lugares, en Cañaveral también ha surgido una plataforma en contra de esa mina.

La Plataforma “Salvemos la Montaña de Cáceres” seguirá luchando para evitar que se destruya la ciudad y que desaparezca la calidad de vida de sus habitantes.

¿Cuál es la postura respecto a este proyecto de las diferentes formaciones políticas?

A nivel local:

El Ayuntamiento de Cáceres en el Pleno Municipal celebrado el 19/04/2018 vota mayoritariamente «NO» a la modificación del Plan General Municipal de Ordenación Urbana, solicitada por la empresa TECNOLOGÍA EXTREMEÑA DEL LITIO, S.L.U, para permitir la instalación del proyecto (21 votos «NEGATIVOS» de los concejales del Partido Popular, Partido Socialista y Unidas Podemos, frente a 4 votos «afirmativos» de los concejales del grupo político “Ciudadanos”, después uno de ellos ficha por la empresa, Cayetano Polo).

https://www.hoy.es/caceres/caceres-vota-mina-20180419112417-nt.html

Recientemente, el jueves 18 de febrero de 2021 se vuelve a refrendar la OPOSICIÓN del pleno del consistorio cacereño a dicho proyecto, realizando una declaración institucional sólida y contundente en contra del mismo por la mayoría absoluta de fuerzas políticas: se aprueba dicha moción en contra de la mina, con 22 votos a favor y 2 en contra.

https://www.europapress.es/extremadura/noticia-total-22-25-concejales-ayuntamiento-caceres-ratifican-no-mina-litio-20210218123559.html

A nivel autonómico:

La Junta de Extremadura, a través de sus representantes, ha manifestado en varias ocasiones que se tienen que ajustar a la legalidad vigente, y por tanto, seguir con los procesos administrativos abiertos para seguir tramitando los expedientes administrativos.

Infinity Lithium asegura que la mina podría generar cerca de 1.000 empleos, mientras que ustedes aseguran que apenas serían 200, ¿cómo explican esta obvia divergencia en las cifras?

Desde el primer momento, el baile de cifras ha ido incrementándose por parte de INF. Pero Infinity Lithium tiene registrados en su documento oficial de explotación tan sólo 205 puestos de trabajo.

Aparte de la cifra, lo más llamativo es la calidad de los puestos de trabajo: para los cacereños, solamente serían los puestos de trabajo más básicos, como el de movimiento de maquinaria. Por otro lado, son puestos de trabajo para pocos años -un máximo de 20-, pero si baja la cotización del litio en el mercado de valores, esta cifra se reduciría mucho, como ocurrió en Aguablanca.

Y por lo demás, la empresa nunca valora los puestos de trabajos tradicionales actuales de tipo agro-ganadero que se destruirían y perderían para siempre: son 30 empleos directos y más de 100 indirectos, empleos de calidad y sostenibles en el tiempo.

¿Cómo afectaría la mina al sector turístico de Cáceres?

Le afectaría de forma muy grave.

El sector turístico ha florecido muchísimo  en los últimos años: los datos municipales arrojan una cifra de casi 900.000 visitantes en el año de 2018, con un incremento del 20% con respecto al año anterior.

https://www.europapress.es/extremadura/noticia-caceres-registra-2018-casi-900000-visitas-supone-aumento-20-datos-municipales-20190116161503.html

Si la mina se llegara a explotar, el sector turístico, el de servicios y los miles de puestos de trabajo que éstos generan se resentirían de la misma forma que el modelo de ciudad cultural, saludable y de calidad que los ciudadanos de Cáceres deseamos seguir manteniendo.

¿Consideran que hay presiones empresariales por encima de las deliberaciones políticas para lograr sacar adelante este proyecto?

Claramente, un ejemplo es la presentación del Consorcio Battchain.

https://www.diariomotor.com/noticia/battchain-el-consorcio-para-fabricar-integramente-baterias-de-coches-electricos-en-espana/

En las noticias de la Sexta-TV, dan por hecho que la mina de San José de Valdeflores es ya una realidad. Cuando apenas cuenta con un Permiso de investigación, que no les deja excavar en el 70% de la zona, por estar protegida.

Han pedido a la Presidenta de la Comisión Europea que retire el apoyo financiero, promocional y comunicativo a Infinity Lithium, ¿consideran que este apoyo resulta vital para la viabilidad del proyecto?

En marzo de 2020, INF firmó un MoU o memorando de Entendimiento con EIT-InnoEnergy, entidad europea que le brinda apoyo institucional en la búsqueda de inversores para financiarse, y prestigio añadido para relacionarse a nivel empresarial.

Consideramos que este apoyo es muy significativo para el desarrollo del Proyecto y la empresa INF lo ha utilizado para darse publicidad y poner en valor su Proyecto.

Infinity Lithium, seleccionada como candidata para una nueva fuente de financiación de la UE – San José Valdeflórez (sanjosevaldeflorez.es)

https://www.asx.com.au/asxpdf/20190822/pdf/447q5qc52gh077.pdf

Luis Salaya, alcalde de la ciudad, declaró en su momento “estar asustado de la presión que pudiera venir de Europa”, ¿temen que el gobierno español pueda sucumbir a presiones en ese sentido?

La presión de los lobbies del sector del automóvil es muy fuerte. Estos lobbies tienen mucho peso y fuerza en la economía europea. Hay que añadir la aprobación del plan millonario de recuperación de la economía europea post-covid para España. (140.000 millones de euros).

Las manifestaciones de la ministra de Industria Reyes Marotto o del eurodiputado Sr. Garicano son varios ejemplos de esta presión, con la implantación de Planes Tractores para la construcción de fábricas de baterías y de plantas industriales para la fabricación de coches eléctricos.

https://twitter.com/MarotoReyes/status/1372115405905481730?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Etweet

«Los fondos europeos deben invertirse en la mina de litio de Cáceres» – Noticias Extremadura – El Periódico Extremadura (elperiodicoextremadura.com)

Por otro lado, los nuevos organismos surgidos como la Alianza Europea de las Baterías, la Alianza de las Materias Primas Críticas o el Instituto Europeo del Litio, y la reciente normativa nacional como el Real Decreto Legislativo 36/2020, con figuras como los PERTE, Proyectos Estratégicos (BOE 341, 31 diciembre de 2020, curiosamente el día de fin de año), ejercen igualmente su presión.

https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52020DC0474&from=EN

¿Qué le dirían a todos aquellos que aseguran que la industria necesita de proyectos como este para enfrentar la precariedad y el desempleo?

“Que no todo vale”: «AQUÍ, EN LA MONTAÑA DE CÁCERES, NO».

No se puede sacrificar una ciudad Patrimonio de la Humanidad para que se enriquezcan unas empresas privadas que usurpan la tierra, el agua y la salud es los ciudadanos cacereños. El desarrollo en Cáceres debe enfocarse en la manufactura de los recursos naturales agro-ganaderos y en el desarrollo del potencial turístico asociado a la cultura y a un magnífico entorno natural muy bien conservado, del que carecen la mayoría de las  regiones europeas industrializadas, modelo que con el correr de los años será cada vez más demandado y visitado por los habitantes de las grandes urbes.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/entrevistamos-a-salvemos-la-montana-de-caceres-no-se-puede-sacrificar-una-ciudad-patrimonio-de-la-humanidad-para-que-se-enriquezcan-unas-empresas-privadas-que-usurpan-la-tierra/

Comparte este contenido:

Entrevista al activista saharaui Hassanna Aalia: «Esta es una guerra contra un régimen expansionista, los saharauis no tenemos nada contra el pueblo marroquí»

Por: Daniel Seixo

Teniendo en cuanta que el Sáhara llegó a ser una provincia española, ¿cómo se explica la pasividad de los sucesivos gobiernos de nuestro estado en torno a este conflicto?
 
España es la potencia colonial del Sahara Occidental y sigue siendo la potencia administradora del territorio según las naciones unidas. Esta es una responsabilidad histórica y jurídica que España nunca asumió, pero que no cae con el paso del tiempo, España ha sido parte del problema abandonando el Sahara Occidental y traicionando al pueblo Saharaui abandonándolo a su suerte y en manos de un gobierno reaccionario que anexiono el territorio y lo ocupo militarmente cometiendo crímenes contra la humanidad, asesinando a saharauis y causando el éxodo de miles de personas además de los miles de desaparecidos que se sigue sin conocer su paradero. Los sucesivos gobiernos Españoles no han estado a la altura de corregir este error histórico que viene de la era de la dictadura, y ahora incluso con el “gobierno más progresista de la historia”, con la presencia de fuerzas políticas tradicionalmente afines a las aspiraciones de los saharauis, las cosas no han cambiado y España sigue apostando por una posición muy tímida y que no va en línea con su responsabilidad con el Sahara Occidental. Nos resulta muy decepcionante e incomprensible saber que casi todo el pueblo Español (según las encuestas) apoya a la independencia del Sahara y que esto no se pueda transmitir en una posición política por los que se supone que son los representantes del pueblo.
 
Donald Trump acaba de reconocer al Sáhara como reconocimiento de la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental, ¿qué papel juegan la Unión Europea y EE. UU. en este conflicto?
 
Estados unidos es una potencia muy importante a nivel internacional, debido a intereses meramente económicos siempre ha estado alado del país ocupante, todos recordamos que en la marcha verde había banderas americanas, también recordamos que el muro marroquí de la vergüenza fue una idea de EE. UU. e Israel con apoyo de países del golfo. Obviamente EE. UU. nunca nos ha apoyado ni esperábamos mucho de ellos, pero lo que hizo el expresidente al declarar que el Sahara es parte de Marruecos, es algo sin precedentes y daña mucho la imagen de una potencia como EE. UU. que se estableció en valores como democracia, derechos humanos y el respeto a la legalidad internacional. Me atrevería a decir que ha sido incluso contraproducente para Marruecos que se vinculase con un personaje racista, golpista y antidemocrático como Donald Trump. Trump ha dañado mucho la imagen de su país con esta decisión que desafía la ONU y la legalidad internacional, pero creo que sirvió también para mostrar a todo el mundo la realidad de Marruecos y sobre todo la relación ya existente que existía con el estado de Israel que no es más que un país ocupante y que al igual que Marruecos también vulnera la legalidad internacional y viola los derechos humanos del hermano pueblo palestino. Esperamos que la nueva administración de Biden revierta esta decisión lo antes posible, y que al menos apoye la centralidad de la ONU en el conflicto.
 
En lo que concierne a la unión Europea, obviamente las relaciones con Marruecos son encabezadas por estados como Francia y España y todos sabemos las relaciones que existen entre estos dos países y Marruecos. Es realmente muy triste ver como una potencia tan importante como la unión europea se deja llevar por países que ponen sus intereses económicos por encima de los derechos humanos y los nobles valores de la unión europea. De Europa solo esperamos a que respeten su propia justicia, la CJUE ha sentenciado en varias ocasiones que Marruecos no tiene ningún tipo de soberanía sobre el Sahara Occidental y que los acuerdos comerciales no son aplicables en el Sahara Occidental. Resulta bochornoso ver que a pesar de esas claras sentencias la UE guiada por potencias que desafían la legalidad por sus intereses siga en este camino, ya es hora de que esto cambie y que la UE defienda la justicia y los derechos humanos en el Sahara Occidental.
El motivo por el que estallo la guerra el pasado 13 de noviembre es claro, Marruecos vulneró el acuerdo del alto del fuego firmado entre las partes en 1991
¿Cómo definiría las políticas de Marruecos desde la invasión militar del Sahara Occidental?
Como cualquier potencia de ocupación, Marruecos lleva a cabo políticas de represión destinada a intentar silenciar la voz de los saharauis. Desde su invasión al territorio Marruecos viola sistemáticamente los derechos humanos, ha asesinado a miles de Saharauis durante su anexión al territorio, hemos visto como recientemente se han desvelado fosas comunes de saharauis que fueron asesinados entre los años 1975 y 1980, también hasta hoy más de 500 saharauis siguen desaparecidos sin que se sepa nada de ellos. Marruecos asesina, tortura, viola a mujeres, encarcela a activistas y ejerce un bloqueo total sobre el territorio impidiendo la entrada a observadores internacionales. Vemos como cada año miles de periodistas, parlamentarios, políticos.. Etc son expulsados del Sahara Occidental. Esto nos deja claro que Marruecos tiene mucho que esconder y no quiere que nadie sea testigo de las violaciones que comete contra los Saharauis. Y lo más triste es que todo esto queda impune.
 
El pueblo saharaui llevan desde 1991 apostando por la legalidad internacional, la ONU ha reconocido su derecho a un referéndum de autodeterminación (resolución 1514) y establece un cuerpo especial (MINURSO) para organizarlo y velar por el alto el fuego, pese a ello la pasividad internacional parece haber enquistado este conflicto de manera que una solución parece tan lejana como en 1991, ¿qué papel juega en este conflicto la explotación de los recursos naturales del Sáhara? ¿Considera que son estos intereses una parte importante de las circunstancias que promueven esta pasividad internacional?
 
Todos sabemos que Marruecos y antes España no ocuparon el Sahara Occidental por el amor a los saharauis. Todo es cuestión de economía y de buscar lucrarse. Aunque no lo parezca, el Sahara Occidental es un territorio muy rico en recursos naturales, el Sahara es rico en Fosfatos, pesca, energía renovable, arena… Etc estos recursos de alguna manera son la condena de los saharauis, son los que han hecho que el mundo se haga el ciego ante las vulneraciones cometidas contra el pueblo saharaui. Obviamente, estos recursos juegan un papel importante en el conflicto, ya que muchos estados importantes se reparten los recursos naturales del Sahara Occidental. Hay presencia de miles de empresas multinacionales que participan en las operaciones de expolio e incluso instituciones como la unión europea están dentro de este juego sucio, se mantienen en silencio ante lo que pasa en el Sahara Occidental a cambio de que Marruecos les ofrezca una parte de los recursos que expolia de forma ilegal del Sahara Occidental.
 
Desde aquí quiero destacar la importante iniciativa que la sociedad civil saharaui ha lanzado hace justo un mes para denunciar la explotación de sus recursos naturales por parte de Marruecos y terceros, especialmente empresas multinacionales.
 
¿A qué condiciones se enfrenta el pueblo saharaui en los campos de refugiados?
 
Las condiciones en los campamentos son precarias, miles de saharauis siguen estancados en un desierto inhóspito desde hace 45 años. Viven gracias a la ayuda humanitaria y esta ayuda cada vez es menos por los recortes que sufren los programas de cooperación internacional, también por la fatiga de donantes tratándose de una situación de emergencia que ya se ha prolongado más de lo normal. Existe falta de alimentación, medicamentos y hospitales, Además de material para escuelas. Con la pandemia esta situación ha empeorado, ya que desde hace más de un año las fronteras están cerradas y mucho material que llegaba antes ahora no llega, por ello hay un déficit  en presupuesto anual según la media luna roja saharaui. A pesar de todo esto, los saharauis en los campamentos han podido mostrar al mundo que son capaces de desafiar las condiciones y organizarse bien. A lo largo de 45 años los saharauis han podido construir un estado en el exilio con sus instituciones y con una capacidad muy destacada en todos los ámbitos donde la mujer juega un papel muy importante. Hoy se cumplen 45 años de la proclamación de la RASD y es un buen momento para poner en valor todo lo que ha conseguido este estado joven y también para hacer llegar un mensaje claro: el estado saharaui libre y soberano es la única solución, no solo para la cuestión saharaui sino para toda la región de norte de África.
 
¿Se ha llevado al pueblo saharaui a un callejón sin salida? ¿Resulta evitable la guerra?
 
Definitivamente. Después de casi 30 años de apostar por la ONU y la comunidad internacional, hemos llegado a la conclusión de que eran cómplices con Marruecos, solo querían que siga el status quo para normalizar la ocupación. Marruecos viola los derechos humanos, se salta la legalidad internacional, expolia los recursos naturales y todo esto se queda impune. Nadie dice ni mueve nada. Obviamente el pueblo saharaui siempre ha apostado por la paz y es un pueblo naturalmente pacífico, pero después de todo lo que paso durante los últimos 30 años y después de que Marruecos fuese quien violo el acuerdo del alto de fuego firmado entre las dos parte y la ONU, obviamente los saharauis no se iban a quedar con los brazos cruzados. Esta guerra se nos ha impuesto, nunca hubiésemos querido llegar hasta aquí, pero no solo es culpa de Marruecos, es culpa de la comunidad internacional y esto tiene que servir para que despierten y reaccionen antes de que sea muy tarde. ¡Los saharauis hemos aguantado mucho, ahora decimos Basta!
España ha sido parte del problema abandonando el Sahara Occidental y traicionando al pueblo Saharaui
¿Qué mensaje le enviarían a la clase obrera marroquí a la que su monarquía envía a la guerra?
 
Les decimos que dejen esta guerra, que no es su guerra. Esta es una guerra contra un régimen expansionista, los saharauis no tenemos nada contra el pueblo marroquí. Al contrario, les consideramos como hermanos y vecinos, pero le decimos que despierten y que no se dejen engañar por un régimen autoritario que viola sus derechos y por un rey que solo multiplica su fortuna a costa del pueblo Marroqui. Es hora de que los marroquíes sean conscientes de eso.
 
¿Qué le dirían a todos aquellos que acusan a los saharauis de radicales o belicistas por sus últimas actuaciones?
 
Nadie nos puede acusarnos de ser belicistas o de querer la guerra más que la paz, pero solo los saharauis sabemos lo difícil que es darlo todo sin que el mundo te haga caso. Hemos sido pacifistas lo suficiente, nuestra gente en los territorios ocupados lo sigue siendo y ya podéis ver lo que están sufriendo por parte de las fuerzas de ocupación marroquí. Más de 30 años bajo bloqueo militar o en campamentos inhóspitos de refugiados, hemos luchado con todas las vías, ¿qué más quiere el mundo que hagamos para que se nos escuche? Está claro que los saharauis hemos perdido la confianza en el resto del mundo y no se nos puede tachar de nada. Lo que sucede es que decimos ¡BASTA!
 
¿Por qué estallan ahora de nuevo las hostilidades? ¿Existe un claro componente de cambio generacional en el Frente Polisario?
 
El motivo por el que estallo la guerra el pasado 13 de noviembre es claro, Marruecos vulneró el acuerdo del alto del fuego firmado entre las partes en 1991 saliendo con una operación militar contra civiles saharauis que estaban ejerciendo su derecho a la protesta no violenta en la zona del Guerguerat, en el sur del Sahara Occidental. El Polisario ya había advertido tanto a Marruecos como a La ONU y la MINURSO de que no iba a tolerar una violación y respondería de forma rotunda. Eso es lo que pasó al final. También hay que decir que la juventud saharaui lleva presionando para que el Polisario vuelva a las armas desde hace unos años. Obviamente lo hacen por la falta de progreso del plan de paz de la ONU, pero sobre todo porque la ONU y su misión en el terreno MINURSO se han convertido en protectores del estatus quo, solo perjudica al pueblo saharaui. Desafortunadamente este mundo no entiende con el silencio y la paciencia y es la conclusión a la que la mayoría de la juventud saharaui ha llegado. Hemos pagado el precio de ser “buenos” y “pacifistas” y el precio es que el mundo se olvide de nosotros y de nuestra causa. Si el mundo es capaz de olvidarnos después de que hayamos depositado nuestra confianza en él, nosotros no vamos a olvidar a nuestra causa y la defenderemos hasta el final, porque somos nosotros los que estamos pagando el precio de esta situación diariamente y no podemos tolerar que se prolongue más y que las próximas generaciones vivan lo que nosotros hemos vivido y estamos viviendo.
Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/entrevistamos-al-activista-saharaui-hassanna-aalia-esta-es-una-guerra-contra-un-regimen-expansionista-los-saharauis-no-tenemos-nada-contra-el-pueblo-marroqui/
Comparte este contenido:

Nuestras vidas (se/nos) consumen

Por: Daniel Seixo

El día ha sido largo. El trabajo es una absoluta locura y desde que esta maldita pandemia ha asolado a la humanidad, todo ha cambiado de forma precipitada confundiendo y revolviendo nuestra realidad común. Son ya ocho, nueve, quizás diez horas las que hoy has pasado delante del ordenador en una habitación minúscula alquilada a cada año que pasa un poco más lejos del centro de la ciudad, un poco más apartado de lo que fue tu vida, tu barrio, las ilusiones propias de un joven que se quería comer el mundo y ha terminado devorado sin piedad por la sociedad. Realmente ya no sabes si Néstor y Ana, tus nuevos compañeros de piso, son personas que valga la pena conocer o no, tu interrelación con ellos no ha pasado en esta ocasión de un par de cervezas compartidas los primeros días, charlas acerca de las tareas comunes en este piso al que solo un irremediable optimista o un cretino podría llamar hogar y las típicas discusiones acerca de los gastos y la pesadumbre que cada inicio de mes viene acompañada con numerosas facturas que pagar puntualmente si no quieres arriesgarte al vértigo del fracaso y la pobreza.

Realmente sabes bien que no es propio del ser humano reducir tu socialización a esos parámetros, pero tras interminables mudanzas y sus posteriores decepciones inevitables cuando el sueldo recorta tus posibilidades de vida, tras el baile de compañeros de habitáculo que hace que cueste demasiado intentar ganarte la confianza o considerar amigos a personas a las que ahora apenas ves cuando entras y sales del portal o a las que intuyes por sus ruidos alguna noche, la apatía ha terminado ganando terreno a la humanidad. Por ello, sentado ante el ordenador reflexionas acerca de como todo esto comenzó mucho antes de que el virus hiciese acto de presencia, puede finalmente el Covid simplemente sea un síntoma de la verdadera enfermedad capitalista, un aviso, una última oportunidad… Se te está yendo la pinza, es eso. Te levantas, sales al salón y tras lavarte la cara con agua fría y comprobar tus ojeras frente al televisor, piensas en que quizás necesites comer algo, olvidar la presión del curro para que entregues cada vez mejores resutlados en menos tiempo y la sensación de que quizás seas el siguiente de tus amigos en pasar a engrosar la lista del paro. Todos han caído uno por uno, todos han visto como sus carreras, sus másteres, sus academias de idiomas y toda la mierda que nos vendieron como un éxito asegurado, no son más que una delicada rama a la que agarrarse mientras el suelo se deshace bajo nuestros pies. Solo los niños de papa tiene el futuro asegurado, solo la herencia de una clase social privilegiada puede aportar tranquilidad a un mundo demasiado líquido, demasiado inestable, demasiado desigual.

Hace mucho que no follas, hace mucho que no sales, hace mucho que no sientes, que no vives, que no eres realmente feliz, si es que alguna vez has llegado a serlo… Pero te han dicho que eso es lo adecuado, lo moderno, lo cool, navegar por una indefinición constante, “surfear la vida” e inventarte mil excusas oportunamente esgrimidas cada vez que acudes a un garito demasiado extraño y demasiado caro en el que nadie te entra diciendo que es fontanera, electricista o secretario, todos sus trabajos contienen mucha creatividad aderezada con anglicismos que esconden la profunda precariedad y tristeza de nuestras vidas. Sexo rápido, empleos rápidos, alineación instantánea y comida basura eficazmente puesta a nuestro servicio con una simple Aplicación electrónica. Sabes que es una mierda, una vía rápida para la explotación laboral y que algún otro pringado como tú a estas horas estará recorriendo la ciudad a toda pastilla para entregar una caja de condones a un par de críos que se han conocido por Tinder, la cesta de la compra a una anciana cuya interacción social se reducirá a esos escasos segundos de contacto visual con algún repartidor o una hamburguesa pasada, repleta de colesterol y demasiado cara destinada a ser engullida en soledad por algún fracasado. Ese es tu papel, un actor secundario en esta cadena de consumo sexual, social y alimenticio.

Hubo un tiempo en el que te consideraste un joven sofisticado, concienciado y comprometido con la sociedad, un simpatizante o incluso activista de izquierdas, por aquel entonces ni se te pasaría por la cabeza participar de esta clara máquina de explotación capitalista que fomenta la esclavitud moderna encadenando a un trabajo precario a miles de riders sin apenas derechos, por aquel entonces te calzarías las deportivas, un pantalón viejo, pero que te hacía sentirte cómodo, y saldrías a la calle a tomar algo y cenar a base de tapas. Quizás conocerías a alguna persona interesante, terminarías en un pub del centro y posteriormente camino a un after o a una casa de una desconocida a la que llamarías al día siguiente para continuar la charla acerca de los cambios sociales o literarios que ambos considerabais imprescindibles la noche anterior. Puede que todo eso se haya ido a la mierda con la pandemia o simplemente puede que ya estuviese muerto antes, la lluvia, la nevera vacía, el menú con patatas y bebida o mil excusas oportunamente desplegadas ante nuestros ojos a las que agarrarnos, para no admitir que el trabajo te está matando, para no gritar que no soportas a tu jefe y que no es que no lo soportes por sus exigencias y su pedantería, no solo por eso al menos, no lo soportas porque ese maldito cretino te está chupando la sangre sin ser otra cosa que un alienado más en esta cadena, un pobre diablo que solo obedece órdenes para poder comprarse el nuevo modelo de Audi y quizás irse de putas algún fin de semana con los jefes de las demás secciones. Vamos, nadie en este maldito edificio tiene tiempo para una familia, nuestra vida se basa en el consumo, en fomentar el consumo de otros peones del tablero, en consumir nuestro talento en un trabajo repetitivo y mal pagado, en consumir nuestro tiempo, nuestra vida, otros cuerpos, comida basura, el planeta… Todo se reduce ya únicamente al consumo.

La comida está tardando demasiado, enciendes la televisión y las cifras de muertos y contagiados bailan ante tu presencia en la pantalla, una fiesta de jóvenes adinerados, un alcalde que se vacuna saltándose su turno, burlas por la eficacia de la vacuna rusa en un nuevo capítulo de la guerra fría, acciones de alguna farmacéutica que suben ante el anuncio de su poco aprecio por la ciencia o la salud humana, mentiras del gobierno, mentiras de la oposición y un repartidor de Deliveroo que esa noche sin embargo llevaba un cajetín de Glovo y que ha perdido la vida al estrellar su moto contra un camión de basura mientras llevaba una hamburguesa pasada, repleta de colesterol y demasiado cara destinada a ser engullida en soledad por algún «fracasado». Ese ha sido su papel, el de un actor secundario en esta cadena de consumo sexual, social y alimenticio que termina en el frío asfalto de la capital mientras la vida sigue, mientras las compañías buscan a un sustituto y se desentienden rápidamente de la responsabilidad por el accidente. Mientas el ministerio le da vueltas a una problemática laboral que está muy clara, pero que nos quieren hacer creer que realmente es compleja. Mientras la esclavitud vuelve, mientras el ejército industrial de reserva crece y la rabia aumenta, mientras tú esperas tu hamburguesa y un enfermero jubilado intenta reanimar sin éxito durante más de 30 minutos a un trabajar 48 años que se suma hoy a las víctimas de la pandemia capitalista. Esa es hoy nuestra sociedad, demasiado rápida, demasiado distópica y muy poco humana.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/nuestras-vidas-se-nos-consumen/

Comparte este contenido:

El secreto del Sahara

Por: Daniel Seixo

El Pueblo Saharaui va a vencer en su lucha. Va a vencer, no sólo porque tiene la razón, sino porque tiene la voluntad de luchar por su libertad (…) Para nosotros no se trata ya del derecho de autodeterminación, sino de acompañaros en vuestra lucha hasta la victoria final. «

Felipe González

«Lo más importante es la foto.«

Zapatero dirigiéndose a Mohamed VI

«Los saharauis son nuestros hermanos, y a los hermanos no se les abandona.«

Pablo Iglesias

No pelean por un trozo de desierto, lo hacen por su tierra, por sus familias, por su cultura, por su derecho a existir.

Anguila, Bermudas, Gibraltar, Guam, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Montserrat, Nueva Caledonia, Pitcairn, Polinesia Francesa, Samoa Americana, Sahara Occidental… Todos ellos son territorios no autónomos, en los que permanece suspendida en el tiempo la fecha de inicio de un proceso de descolonización que al fin comience a librar a estos pueblos de las crueles y más directas ataduras de la explotación por parte sus viejas potencias coloniales. Esas potencias que un día creyeron poder dominar el mundo mediante la superioridad militar y tecnológica, imponiendo con ello su cultura, su ley y sus intereses comerciales. Por aquel entonces, el tótem de la democracia no era todavía tendencia en la geopolítica mundial y fueron las supuestas ansias civilizatorias las que pusieron las sombras en este gran teatrillo de poder que en última instancia es y ha sido siempre de lo que se ha tratado todo.

Durante la Conferencia de Berlín incluso un Imperio en clara decadencia, como era por aquel entonces España, podía reclamar sus derechos sobre el Sahara. Con escuadra y cartabón, pero sin demasiado tino, el estado español comenzó la ocupación de aquel territorio que solo se haría realmente efectiva tras el descubrimiento de importantes recursos minerales en la región. Especialmente reseñables por su valor material fueron los excelentes yacimientos de fosfatos de Bu Cra, yacimientos que pronto pasarían a ser explotados para la elaboración de fertilizantes por la empresa española Fosfatos de Bucraa, S. A. Este sería el caldo de cultivo propicio para el surgimiento de los primeros reclutas de los movimientos nacionalistas Harakat Tahrir y el Frente Polisario, movimientos de resistencia nacional que centrarían las incipientes hostilidades contra la gestión española y la explotación colonial de los recursos del pueblo saharaui.

Nadie en la comunidad internacional reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara

España reacciona a la aparición de importantes recursos naturales convirtiendo al Sahara en una provincia española, la dictadura franquista olvida entonces su responsabilidad con la autodeterminación del pueblo saharaui y establece una legislación específica para gestionar un territorio considerado como propio y cuya capital en El Aaiún observa paulatinamente una interesada y relativa mejora de las condiciones de vida mediante obras públicas y nuevas inversiones. Con ello el estado español pretende a su vez mostrar una posición de fuerza frente a las continuas reivindicaciones de Marruecos sobre el Sahara y sobre Mauritania. El pueblo saharaui parece por aquel entonces un invitado de piedra ante su propio destino, pero pronto los brotes nacionalistas y las protestas comienzan a ganar protagonismo por todo el territorio saharaui. En una de estas manifestaciones  en el barrio de Zemla, en El Aaiún, las tropas legionarias españolas cargan con suma violencia contra los manifestantes causando varios muertos y el líder nacionalista Mohamed Sidi Brahim Basir resulta encarcelado, para aparecer finalmente muerto un par de horas después de su paso por prisión. Las certeras sospechas acerca de un asesinato por parte de las tropas españolas marcarán un claro punto de inflexión en la resistencia saharaui contra la ocupación española. La creación del Frente Polisario el 10 de mayo de 1973 supone desde ese momento la herramienta política y militar con la que el Sahara se enfrentará a los diferentes ocupantes de su territorio en busca de la autodeterminación y la libertad de su pueblo.

Ya en 1960 Naciones Unidas había adoptado la Resolución 1514 por la que se pretendía avanzar en la independencia de los pueblos todavía colonizados y llamaba al derecho de autodeterminación para los mismos, una intención que se veía reforzada años más tarde con la Resolución 2229 en la que se confirmaba el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación del Sahara Occidental. Los continuos ataques por parte de la juventud saharaui a las patrullas y convoyes españoles, y la aceptación de la resistencia independentista, hacen que poco a poco la postura española sobre el Sahara cambie y en Madrid se comiencen a plantear seriamente la posibilidad de abandonar aquel territorio. En 1974 la dictadura franquista anuncia ante la ONU su intención de guiar un referéndum de autodeterminación durante los seis primeros meses de 1975 que pronto se encontrará con la oposición del Reino de Marruecos apoyado por Mauritania, país al que las autoridades marroquís ofrecen el reparto del territorio saharaui. El conflicto del Sahara llega al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya que el 16 de octubre de 1975 dictamina que no ha encontrado prueba alguna de la soberanía de Marruecos ni de Mauritania sobre el territorio del Sahara, nada impide por tanto el derecho a la autodeterminación saharaui.

Mohamed VI ha creído en todo momento haber derrotado a las autoridades del Sahara y fruto de eso han surgido las continuas provocaciones que desencadenado la declaración del estado de guerra por parte del Frente Polisario

Violando la legalidad internacional bajo la tutela de Washington y la financiación del mundo árabe, Hassan II inicia en respuesta la marcha de 350.000 civiles y 25.000 soldados a territorio del Sahara, la conocida como Marcha Verde supone de facto la ocupación militar del territorio y la expulsión de las tropas españolas que ocupadas en la gestión del final de la dictadura deciden renunciar sin resistencia a sus responsabilidades históricas con la población saharaui. Entre el 12 y el 14 de noviembre de ese mismo año, una vez más al margen de cualquier tipo de legalidad internacional, el gobierno español decide ceder el territorio del Sahara a Marruecos y Mauritania mediante el Acuerdo Tripartito de Madrid. Las autoridades españolas pretendían de este modo esquivar legalmente sus responsabilidades, algo que con la legalidad internacional en la mano, continua sin ser efectivo a día de hoy.

La continua represión marroquí contra la población saharaui provoca que gran parte de la población huya del Sahara buscando refugio en campamentos de refugiados que llegan a ser bombardeados por la aviación marroquí con napalm y fósforo blanco. La criminal respuesta de Marruecos provoca que numerosos refugiados tengan que internarse definitivamente en territorio de Argelia para refugiarse de la guerra, los campamentos llegarían en 1976 a refugiar a cerca de 100.000 personas. El 27 de febrero de 1975 el Frente polisario proclama la República Árabe Saharaui Democrática, la guerra contra Marruecos y Mauritania se recrudece hasta que ya en 1978 un golpe de estado en Mauritania provoca que, pese a la ayuda recibida por Francia, el país se retire de la lucha y renuncie a cualquier reivindicación sobre el Sahara. A partir de entonces Marruecos y el Sahara son los actores que se disputarán el territorio, la sapatría marroquí levanta un muro para intentar proteger sus posiciones que terminaría llevando la guerra a un punto muerto que provocaría irremediablemente la entrada en escena de la solución política. Cansados de la guerra y conscientes del desgaste de la misma para su pueblo, las autoridades saharahuis deciden en 1990 aceptar el plan de arreglo elaborado por la ONU mediante el que ambas partes se comprometen a la ejecución de un referéndum en el que existirían únicamente dos opciones: la creación de un nuevo Estado saharaui o la integración del Sahara en Marruecos.

Lo que sigue a esa gran farsa es la represión, las disputas políticas, las traiciones de la comunidad internacional –con especial mención en este punto para el estado español– y la lucha desesperada de un pueblo que sabiéndose condenado por el mundo, se niega a renunciar a su libertad y a su tierra. Incluso la Misión Internacional de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental ha convivido alegremente con el poder marroquí y su influencia respaldada por Bruselas y Washington. Mohamed VI ha creído en todo momento haber derrotado a las autoridades del Sahara y fruto de eso han surgido las continuas provocaciones que desencadenado la declaración del estado de guerra por parte del Frente Polisario, tras haber violado Marruecos los acuerdos alcanzados para sostener la paz mediante actos de agresión a la población saharaui en la zona de Guerguerat, al sur del Sáhara Occidental. Intentando garantizar el paso de mercancías por una carretera ubicada en zona neutral, y que la propia ONU ha considerado ilegal ya en 2001, el reino de Mohamed VI ha conseguido desatar de nuevo la guerra.

España reacciona a la aparición de importantes recursos naturales convirtiendo al Sahara en una provincia española

Mientras el proletariado marroquí que hoy parte a la guerra se preguntará el motivo por el que defender a un rey despótico en el campo de batalla del desierto mientras sus hermanos se juegan la vida cruzando a territorio español en precarias pateras, en medio de una crisis económica acuciante en el país y con la certeza de que muchos de sus compañeros de batalla no dudarán a la hora de abandonar sus posiciones ante en más mínimo ataque del Polisario, en territorio saharaui la sensación frente a la guerra es muy distinta. Los jóvenes saharauis no tienen otra opción, no existe futuro sin una victoria frente al enemigo, no existe otra salida al horror y el abandono que el fusil. Las voces de los veteranos combatientes, todos aquellos que hasta ahora han recordado el precio de la guerra, tampoco parecen tener ya grandes argumentos para evitar el conflicto, muchos de ellos han muerto abandonados en el desierto a su suerte por cualquier legalidad o democracia, el resto simplemente reconocerá en los gritos de guerra su propia rabia y sus pasadas decisiones.

Marruecos tiene únicamente a su favor los despachos que le proporcionan un ejército más moderno y mejor equipado, el control de los recursos naturales del Sahara y la necesidad de tranquilidad para su explotación por parte de las multinacionales. Nadie en la comunidad internacional reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, pero esa gran hipocresía sostenida en el tiempo es la misma de la que hacen gala muchos de nuestros políticos “progresistas”, los mismos que enarbolan su adhesión a la causa saharaui en campaña, pero que la abandonan una vez resultan necesarios o tocan el poder de Moncloa. Felipe González, Zapatero, Sánchez, Iglesias, Garzón, para ellos la decisión está tomada y es la de soportar cualquier humillación, cualquier ocupación ilegal, cualquier tropelía o atropello a las mínimas reglas democráticas comunes con tal de no molestar o soliviantar al tirano marroquí o turco. Realmente resulta indiferente si los vapuleados, reprimidos y subyugados son armenios o saharauis, en realidad nunca todo esto se ha tratado de respetar los valores democráticos, tal y como ya hemos señalado anteriormente. El silencio atronador de nuestra política garantiza las relaciones de palacio entre Marruecos y España, los márgenes de beneficios de nuestras empresas y el lento genocidio del Mediterráneo, ese que hemos aprendido a ignorar e incluso “comprender”, pero sin duda nos hace un poco menos libres, menos signos, menos pueblo.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/el-secreto-del-sahara/

Comparte este contenido:

Bolivia: revolución al contragolpe.

Por: Daniel Seixo


«Podrán borrar fotos, símbolos e imágenes del gobierno de Evo, pero  no podrán eliminar la memoria histórica del pueblo»

Evo Morales

«La revolución no tiene términos medios: o triunfa plenamente o fracasa.»

Fidel Castro

13 años, esa es la cifra que Evo Morales deja hasta el momento inscrita inexorablemente en la historia de Bolivia. Trece años de gobierno, de gobierno del Movimiento al Socialismo (Mas) basado en la justicia social, la distribución equitativa de las riquezas del país, la defensa e inclusión de los sectores más vulnerables de la población boliviana y la soberanía nacional frente a la injerencia imperialista. Una cifra a la que le acompañan muchas otras, como la construcción de más de 34 hospitales, 1.061 nuevos establecimientos de salud, 1.206 unidades educativas, la extensión de las instalaciones de gas a domicilio a más de 8.000 hogares, la construcción de 5.000 kilómetros de carreteras, la disminución de la pobreza extrema –que se redujo más de la mitad pasando de 38 a 17 por ciento entre 2006 y 2017– el aumento del ingreso anual per cápita de 1.120 dólares a 3.130 en ese mismo período, el incremento de la esperanza de vida de 64 a 71 años, el aumento del salario mínimo de 440 bolivianos a 2.060 bolivianos, la disminución del desempleo del 8,1 a 4,2, el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) en un 327 por ciento en los últimos 13 años, llegando a los 44.885 millones de dólares en 2018, la disminución de la enorme deuda heredada llegando en ese mismo año a ser el séptimo país menos endeudado de toda América Latina –con «solo» un 24% de deuda externa– la nacionalización de los recursos hidrocarburíferos y empresas del país para repercutir sus beneficios en diversos proyectos de cohesión y desarrollo social.

Sin embargo nada de todo esto le sirvió a Evo Morales o al Mas para evitar que el clima previo a las elecciones del pasado 20 de octubre de 2019 en Bolivia se enrareciera, encauzando un golpe de estado anhelado y propiciado por la derecha del país, pero en el que fueron diversos los actores que por acción u omisión facilitaron el camino de regreso al más profundo neoliberalismo, el autoritarismo y el arcaico racismo inherente a las élites del país. No debemos olvidar que el proceso previo a la fatídica cita electoral de octubre, había estado marcado por el debilitamiento y la marcada división en el seno de la izquierda boliviana. Una deriva política que lleva a que en las fechas previas a la contienda electoral se produzca una grave crisis de legitimidad sobre la figura de Evo Morales, a quien diversos colectivos acusaban de mostrarse incapaz a la hora de enfrenar la corrupción estatal y los abusos de poder en las instituciones, además de señalar la inacción de su gobierno ante las nefastas consecuencias de las marcadas políticas extractivistas sobre diferentes comunidades indígenas.

Las palabras de aprecio y agradecimiento a los hombres que asesinaron al eterno guerrillero cubano bajo protección y mandato de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) suponen el más fiel retrato de un sector de la población de Bolivia que ha vivido siempre de espaldas al sufrimiento y las miserias de su pueblo

Este profundo malestar y la ruptura entre diversos movimientos de base en la izquierda y el gobierno boliviano, se constataría definitivamente cuando Evo Morales decide ignorar el referéndum de 2016, en el que la mayoría de la población votó en contra de permitirle postularse de nuevo a la presidencia en 2019, para finalmente participar en los comicios previo paso por Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) que le habilitaría para optar a un nuevo mandato. Una decisión que provoca una clara ruptura en la izquierda del país y que sería aprovechada por la derecha para asestar un golpe de estado inesperado e impensable apenas unos meses antes. El resto es una historia conocida por todos: a la victoria electoral de Morales y el Mas, le siguen las acusaciones de fraude, la manipulación mediática, las injerencias de diversos organismos supranacionales y la estocada final de EE. UU. y la OEA que dan pie a la violencia, la huida del presidente electo del país para lograr salvar su vida, las detenciones ilegales, la presencia masiva de militares en las calles, la represión contra la población civil y el regreso de la corrupción, el autoritarismo y la biblia al gobierno de un país que apenas unos días antes era gestionado y gobernado por un movimiento socialista y antiimperialista.

La facilidad con la que el golpe se lleva a cabo y el desparpajo y la soberbia con el que una figura tan mediocre y representativa de la antipolítica como Jeanine Áñez llega a la presidencia de Bolivia, es una clara muestra de la debilidad de todas las revoluciones democráticas que renuncian en última instancia a la consecución y profundización en la vía de la democracia revolucionaria, esa que no solo se encamina a una eficiente y mayor gestión de los recursos propios de las estructuras y el reparto de poder capitalista, sino que avanzan cara a la edificación de una sociedad nueva, definiendo en sus diversos procesos constituyentes una clara alternativa de cara a superar este sistema ineficiente y hostil para todos aquellos pueblos que aspiran a la verdadera y plena soberanía de sus recursos y su territorio.

Con un ejército que ha mostrado públicamente y sin cortapisas su clara faceta golpista y una derecha que difícilmente aceptará de buen agrado los resultados electorales obtenidos en las urnas por aplastantes que puedan llegar a ser, el MAS precisa no solo vencer en los comicios de este 18 de octubre, sino desde ese mismo momento comenzar a tejer alternativas reales, profundas y destinadas a cimentar una democracia revolucionaria

Las políticas de nacionalización, las expropiaciones, el uso de las riquezas de los recursos naturales de Bolivia de cara a destinarlos a programas sociales populares y el ejercicio de la soberanía económica y política frente al sistema capitalista y a los intereses comerciales del imperialismo estadounidense, supusieron un claro desafío y una grave ofrenda que difícilmente el gobierno de Evo Morales podría superar desde el parlamentarismo burgués tradicional, por ventajosos que fuesen sus acuerdos comerciales con diversas multinacionales, por insistentes que fueran sus esfuerzos a la hora de amansar a las clases propietarias de su país y por asombrosos y reconocidos que se proyectasen sus éxitos económicos de cara al exterior. Los mismos medios de comunicación que en su momento alabaron a Bolivia por su eficiente gestión económica y sus brillantes expectativas de futuro, se negaron firmemente a condenar un claro golpe de estado hasta que el tiempo había transcurrido inexorablemente haciendo de sus tardíos editoriales una mera constatación de los profundos y oscuros intereses que se ocultaban tras el cínico y profundo silencio generalizado del occidente capitalista. Los mismos países que pedían respeto para las reglas democráticas en Venezuela o Cuba, se apresuraban a reconocer y firmar oportunos contratos comerciales con Áñez y los militares golpistas en Bolivia.

Ciertamente en gran medida el fascismo del actual régimen boliviano no es el viejo fascismo de los tanques, las desfiles militares en las calles y la grandilocuencia represiva, el totalitarismo servicial al neoliberalismo se muestra ahora en América Latina con una cara más «amable», abierta a los comicios electorales –previa construcción de las condiciones adecuadas en forma de amenazas y amaños electorales– y proyectada en la prensa internacional bajo una profunda capa de hipocresía, propaganda e intercambio de favores con el entorno OTAN: ustedes nos entregan sus recursos naturales y nosotros les otorgamos legitimidad ante el mundo. Eso es de lo que se ha tratado todo este proceso golpista contra el gobierno de Evo Morales, así se ha logrado silenciar en Europa la presencia de policías y militares reprimiendo a manifestantes en Cochamaba, la implosión de la cultura de las privatizaciones y el saqueo generalizado de los recursos públicos y naturales del país, la negligente gestión de la pandemia sanitaria debida al coronavirus o el evidente racismo de unas élites económicas que una vez han ostentado el poder, no han tardado en dar sobradas muestras de su desprecio a la Wiphala como símbolo de los pueblos indígenas o a figuras representativas de la izquierda regional, como el reciente menosprecio por la figura del Che Guevara. Las palabras de aprecio y agradecimiento a los hombres que asesinaron al eterno guerrillero cubano bajo protección y mandato de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) suponen el más fiel retrato de un sector de la población de Bolivia que ha vivido siempre de espaldas al sufrimiento y las miserias de su pueblo, aceptando de ese modo la histórica subyugación de la burguesía parasitaria a los intereses del capitalismo estadounidense que en recompensa apenas les arroja por su traición las migajas de los inmensos beneficios adquiridos por la explotación imperialista de los recursos naturales de Bolivia.

La facilidad con la que el golpe se lleva a cabo y el desparpajo y la soberbia con el que una figura tan mediocre y representativa de la antipolítica como Jeanine Áñez llega a la presidencia de Bolivia, es una clara muestra de la debilidad de todas las revoluciones democráticas que renuncian en última instancia a la consecución y profundización en la vía de la democracia revolucionaria

Pese a la renuncia del el expresidente Jorge Quiroga y la propia Jeanine Áñez y a las numerosas encuestas que otorgan a Luis Arce, candidato del MAS, una amplia ventaja electoral a escasos días de medir el pulso político del país en las urnas, el alto porcentaje de indecisos, las seguras presiones ultraderechistas, el clima de violencia generado para evitar el voto de izquierda y los más que probables intentos destinados manipular los resultados electorales para evitar el triunfo del pueblo frente a la tiranía, hacen que a día de hoy no podamos dar nada por sentado de cara al futuro político del país. Suceda lo que suceda, los retos para Bolivia se han multiplicado desde la salida de Evo Morales del poder, el saqueo de las empresas estatales, las privatizaciones, el mayor endeudamiento, la polarización política y la depauperación de las condiciones materiales de gran parte de la población que han hecho florecer millones de nuevos pobres en todo el país, suponen alguna de las tareas que el nuevo presidente boliviano tendrá que encarar si dilación tras su llegada al poder. Haría bien Luis Arce, en caso de tener que encarar este cometido, en recordar que los marcos democráticos burgueses son limitados y promueven logros etéreos y difícilmente condensables en consecuciones duraderas en el tiempo para las masas populares de un país en vías de desarrollo como Bolivia.

Con un ejército que ha mostrado públicamente y sin cortapisas su clara faceta golpista y una derecha que difícilmente aceptará de buen agrado los resultados electorales obtenidos en las urnas por aplastantes que puedan llegar a ser, el MAS precisa no solo vencer en los comicios de este 18 de octubre, sino desde ese mismo momento comenzar a tejer alternativas reales, profundas y destinadas a cimentar una democracia revolucionaria que supone hoy, sin atisbo alguno de duda, la única vía posible de defensa para los pueblos que se enfrentan cara a cara a la injerencia imperialista y a sus lacayos representados en la burguesía y la ultraderecha local. En este sentido, Bolivia tiene la oportunidad de comenzar de nuevo a construir patria al contragolpe. El futuro debe dibujarse en la cohesión de su pueblo.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/bolivia-revolucion-al-contragolpe/

Comparte este contenido:
Page 1 of 4
1 2 3 4