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Entrevista a Víctor Maojo: “En los hospitales hacen falta más informáticos biomédicos”

30 Julio 2017/Fuente: consalud/Autor: ANGEL ESPÍNOLA 

La informática biomédica ha permitido avances revolucionarios en la Medicina como los sistemas de historia clínica electrónica o la telemedicina. Además, ha supuesto una democratización del acceso a la información sobre enfermedades, que hoy no está sólo en manos de los médicos. Uno de los mayores expertos del mundo en este campo es el profesor Víctor Maojo, que ha sido nombrado recientemente miembro fundador de la Academia Internacional de Informática de Ciencias de la Salud (International Academy of Health Sciences Informatics), una institución que aglutina a un prestigioso grupo internacional de más de cien científicos y profesionales en informática biomédica.

Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y director del Grupo Informática Biomédica de la misma, Maojo ya era miembro electo del American College of Medical Informatics (ACMI), el equivalente americano de la academia internacional. Además, ha sido profesor invitado y consultor en Georgia Tech y ha participando en el Programa de Informática Médica de la división Health Science and Technology de Harvard, Estados Unidos.

En declaraciones a SaluDigital, el experto explica en qué consiste exactamente el campo de la informática biomédica y qué potencial tiene de cara al futuro en el ámbito sanitario.

¿Qué le supone su nombramiento como miembro fundador de la Academia Internacional de Informática de Ciencias de la Salud?

Supone un orgullo, porque para este nombramiento ha habido durante varios meses un proceso de selección y una votación final secreta, en la que han participado unos 100 miembros fundadores de la academia, la mayoría extranjeros. Ser elegido por tanto por los compañeros es muy positivo. Es un reconocimiento a lo que hemos hecho dentro de nuestro grupo de informática biomédica, porque esto no es un mérito personal, sino de todos los que hemos trabajado durante años en diferentes proyectos.

¿En qué se diferencia la informática biomédica de ramas como la bioingeniería o la biotecnología?

«No diría que el Big Data tiene ahora más importancia que antes, sino que surge la posibilidad de estar comparando la información de un paciente concreto con la información de millones de pacientes»

Dentro de las tecnologías biomédicas que tienen cierta relación con la informática, hay cuatro áreas principales que comparten temas concretos. La informática médica trata con el manejo de la información médica, desde un nivel clínico, pero también con el manejo de la información genómica o de la información de salud pública. Se centra todo más en el paciente.

La bioinformática, por su parte, se centra en la información informática aplicada sobre los genes. En los últimos años se ha unido todo bajo la informática biomédica. Esta rama trata toda la información relacionada con los pacientes, desde un nivel atómico, como la nanomedicina, hasta un nivel poblacional. Trata con información genómica, nanomedicina, información clínica, imágenes médicas, sobre la fisiología, etc.

A diferencia de ello, la ingeniería biomédica trata sobre todo con materiales y dispositivos y de ello se encargan más los ingenieros que los informáticos. Por último, la biotecnología, trata sobre todo con técnicas de laboratorio, y tejidos principalmente y con información celular.

¿Qué potencial tiene el Big Data en Sanidad de cara el futuro?

Dentro de la informática biomédica trabajamos con Big Data desde hace 15 años, porque surge de toda la información que llega después del proyecto Genoma Humano. A partir de ahí es necesario juntar toda la información de los pacientes (clínica, epidemiológica, la historia clínica, etc.) y juntarlo con la información genómica.

«Hemos ido de la medicina personalizada a la medicina de precisión y en ello la informática ha sido clave»

Estos conjuntos de datos ahora son enormes. Se trabaja con datos de 2,5 o 10 millones de pacientes, cuando antes se trabajaba con unos 10.000. No diría que el Big Data tiene ahora más importancia, sino que surge la posibilidad de estar comparando la información de un paciente concreto con la información de millones de pacientes. Esto da una información extra a los médicos que puede ser clave para el diagnóstico y el tratamiento.

¿Cree que en el futuro se creará tecnología que cure por sí misma enfermedades?

El tratamiento médico está cambiando mucho por varias causas. Una de ellas, porque la nanomedicina permite que se puedan depositar partículas directamente en células cancerosas o en un objetivo concreto. Por otro lado, con la información genómica podemos anticipar qué tratamiento será efectivo en un paciente o en un grupo de pacientes. Esto elimina lo que había hasta ahora, por ejemplo, en Oncología, del ensayo-error. Porque ahora se pueden anticipar los efectos que puede tener un fármaco en un paciente.

Hemos ido de la medicina personalizada a la medicina de precisión, ya que podemos ir buscando toda la información clínica de un paciente y hacer un perfil concreto que nos permite hacer un diagnóstico mucho más preciso y anticipar los tratamientos. Y para todo ello la informática ha sido clave.

Tiene experiencia trabajando en Estados Unidos, ¿es más fácil investigar o desarrollar tecnologías allí que en España?

«En 1970 ya había mil médicos en Estados Unidos con un título oficial de informática, es algo impensable hoy día en España en 2017»

En Medicina, entre España y Estados Unidos puede haber diferencias muy pequeñas en multitud de áreas. Aquí llegan los tratamientos muy poco después. Pero en el sector de la informática biomédica, por ejemplo, en 1970 ya había mil médicos en Estados Unidos con título oficial de informática, esto es algo impensable hoy día en España en 2017. Aquí aún no existe una carrera de informática médica. En los hospitales hacen falta muchos más informáticos médicos, pero es complicado, porque no hay una formación reglada. Por ello, tampoco existen programas avanzados de formación.

Además, la informática médica no es un área prioritaria en investigación, aunque sí se invierte mucho dinero en ello, ya que puede suponer el 2% o el 3% del gasto sanitario total. Pero falta que las administraciones se den cuenta de que es un área científica de primer nivel, y que puede tener una influencia directa tanto en la diminución de los costes sanitarios como en el aumento de la calidad asistencial.

¿En el futuro todos los médicos serán también informáticos?

Decirlo así causaría revuelo. Pero el médico moderno tiene que estar informatizado. Porque la informática ya está en todos los aspectos de la Medicina, tanto en la investigación, como en la formación, o en el aspecto clínico.

«Hace falta que las administraciones se den cuenta de que la informática médica es un área científica de primer nivel que puede tener influencia directa en la diminución de los costes sanitarios»

Pero en la Medicina aún no se han dado cuenta de la necesidad de esta formación y hay médicos que protestan, por ejemplo, porque las historias clínicas digitales no son sencillas o no están bien hechas, pero no se dan cuenta de todo lo que pueden aportar al sistema.

En Estados Unidos, cuando estaba en Harvard, hace 25 años a los médicos residentes ya se les daba una formación bastante completa en informática, y en el caso de los radiólogos suponía una parte muy importante de su formación MIR, lo cual es de tener en cuenta.

Fuente de la entrevista: https://consalud.es/saludigital/revista/en-los-hospitales-hacen-falta-mas-informaticos-biomedicos–651

Fuente de la imagen:

https://consalud.es/saludigital/revista/admin/imagenes/victo_maojo_entrevista_informatica_medica_26072017_saludigital.jpg

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Entrevista a María Dolores Gómez-López: «En la nueva cátedra se da la mezcla ideal para el éxito»

30 Julio 2017/Fuente y Autor: laopiniondemurcia

La directora de la cátedra AgritechMurcia-UPCT asegura que con esta formación se busca impulsar el desarrollo de la tecnología agrícola.

¿Cómo surgió la idea de entre AgritechMurcia y la UPCT para crear una cátedra?
Esta cátedra tiene el fin de promover la formación y la difusión de la tecnología agrícola murciana en todo el mundo. La idea de darle la forma de cátedra y unirla a la treintena ya existente en la Red de Cátedras de la UPCT surgió en las reuniones en las que participaba el vicerrector de Innovación y Empresa de la UPCT, Alejandro Pérez. Tanto desde las empresas como desde el INFO se vio la necesidad de dar un paso más y renovar proyectos formativos que ya se iniciaron hace años. Además, ahora, entre otros, se introducen los aspectos de difusión del uso de la tecnología con el fin de desarrollar sectores agrarios que aún no han adoptado prácticas de sostenibilidad y modernización.

¿Quién integra la plataforma AgritechMurcia?
Lo mejor y más enriquecedor de la cátedra es eso, su pluralidad, ya que aúna grandes y medianas empresas de la región, referentes internacionales en su campo, como son Azud, Fyton, Hidroconta, Hidroponic Systems, ICL-Fuentes Fertilizantes, Industrias David, J. Huete, Novedades Agrícolas, Nutricontrol, OTK, Prakor, Ritec, Rufepa y Solplast, además de los principales centros de investigación agrícola de la región, entre los que se encuentran la Universidad Politécnica de Cartagena, UPCT, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario, IMIDA, y el Centro de Biología y Edafología Aplicada del Segura, Cebas-CSIC y el Instituto de Fomento, INFO. Todos ellos juntos forman un potente nexo de unión que ha desarrollado durante años una importante labor de difusión y demostración de la tecnología agrícola murciana y de nuestro buen hacer en todo el mundo, unión que se ve ahora reforzada por la cátedra con la UPCT.

¿Cuáles son los proyectos más inminentes?
En la actualidad estamos trabajando en una serie de vídeos de difusión de tecnología para el cultivo de olivar en seto superintensivo, con el fin de dar a conocer aspectos que ponen de manifiesto como la tecnología hace cultivos más eficientes y rentables, favoreciendo así la sostenibilidad del mundo rural. Paralelamente estamos dándole forma a unos cursos de técnicos para el manejo de invernaderos con alta tecnología. Estos profesionales están siendo muy demandados en todas partes del mundo y no existe una oferta de técnicos suficiente para satisfacerla. En el mes de septiembre abordaremos cursos para las comunidades de regantes en materia de montaje y mantenimiento de instalaciones de riego y bombeo. La idea es poder tener una oferta activa y continuada, estando atentos en todo momento al mercado y a las necesidades que se demandan para poder satisfacerlas.

¿Qué resultados podemos esperar de la unión entre AgritechMurcia y la UPCT?
En esta unión se da la mezcla ideal para el éxito, ya que se unen con un fin de formación y difusión, el mundo empresarial, los investigadores y los docentes. Todo ello en un proyecto que permite utilizar la experiencia, los medios y los canales de difusión para crear una oferta formativa interesante, demandada por el sector, el cual necesita renovar la formación de sus técnicos con experiencia o complementar la de los nuevos recién titulados, en aspectos de alta tecnología, y a su vez son los que dan un hecho diferenciador en la búsqueda de trabajo activa.

Fuente de la entrevista: http://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2017/07/29/maria-dolores-gomez-lopez-nueva/848971.html

Fuente de la imagen: http://fotos01.laopiniondemurcia.es/2017/07/29/328×206/fotospropias20170724140223.jpg

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Entrevista a José Luis Pazos: “Hemos retrocedido 40 años en la educación de este país”

30 Julio 2017/Fuente:eldiariodelaeducacion /Autor: Daniel Sánchez Caballero

José Luis Pazos acaba de dejar la presidencia de CEAPA y de la FAPA Giner de los Ríos después de 16 años en el movimiento asociativo de familias. Hace balance de estos años, y recuerda que «la Marea Verde nació de un sentimiento colectivo, no tiene copyright»

osé Luis Pazos (Madrid, 1965) acaba de cerrar 16 años en el movimiento asociativo familiar en el sector educativo, los últimos de ellos al frente de la Confederación Española de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa). La presidencia de Pazos se ha caracterizado por su estilo directo, combativo, pero buscando consensos. Este periodo ha cambiado su vida, según admite. En el balance quedan algún logros, pero quizá un regusto amargo de ver cómo en conjunto, dice, la educación ha retrocedido 40 años.

¿Qué balance hace de este periodo?

Para mí han sido muy positivo. Si hay que poner las cosas en una balanza, lo claramente negativo ha sido muy minoritario. A nivel personal ha sido una experiencia brutal para una persona como yo, que venía de su trabajo y su familia y no sabía lo que era una asociación ni había militado ni milito en partidos o sindicatos. La política, las relaciones de las organizaciones sociales con la política, cómo se hace Política Educativa en mayúsculas, fuera del partidismo de otras organizaciones y espacios, era algo desconocido, pero la travesía ha merecido la pena con seguridad.

¿Qué ha aprendido de su paso por el mundo asociativo y educativo?

En educación lo he aprendido todo. No sabía nada, empecé de cero. En cuanto a la posibilidad de llegar a acuerdos -soy una persona que tiende a buscar los consensos-, he aprendido que, a veces, en el otro lado, aunque esté ideológicamente muy alejado o en el punto opuesto siempre hay una parte de verdad en el argumento que se expone.

En educación ocurre mucho que se sostiene un argumento y el contrario para defender exactamente lo mismo. ¿No hay certezas?

Parto de la premisa de que la verdad absoluta no existe, como mucho es la aproximación de varias versiones. Cada uno cuenta la historia dependiendo del cristal con el que forja su mirada. Y en las miradas de los demás hay bastante verdad también. Lo que hay que hacer es ver si su verdad y la tuya pueden coincidir y se puede sacar algo positivo. Si partes de esa premisa y te planteas trabajar desde esa óptica, habitualmente consigues bastante con personas que están bastante alejadas.

Igual es una impresión errónea mía, pero pese a que lo dice de dialogar, etc. me da la sensación de que en este periodo ha habido pocos acuerdos.

No los ha habido, pero es verdad que el momento es bastante complejo y los éxitos de las organizaciones de padres y madres son éxitos pequeños que se van sumando día a día. Hemos conseguido cosas que hace 16 años, cuando yo empecé en esto, estaban por construir. Recuerdo, por ejemplo, que en Madrid, en la legislatura anterior, el presidente Ignacio González negaba que hubiera niños que pasasen hambre en las aulas y rechazaba la posibilidad de abrir centros educativos. A día de hoy hay centros abiertos y un presupuesto anual asociado a esto. Ese un ejemplo entre muchos. Si en la Comunidad de Madrid se empezó a trabajar el bilingüismo en la FP fue por una propuesta de nuestra organización que inicialmente la administración rechazó. Son cosas. En el ámbito estatal, sin el trabajo diario que se ha hecho en los últimos años en defensa de la educación pública y en contra de la LOMCE, esta no estaría a punto de desaparecer.

Menciona algunos avances. ¿Han pesado más los retrocesos en forma de recortes, etc. o los éxitos?

Han pesado más los recortes y la involución educativa. El cambio sustancial que tuvimos hace cinco años, cuando arrancó el periodo del ministro Wert y todo lo que ha venido asociado a su época y ahora mantenemos, ha sido demoledor. Hemos retrocedido en algunas cosas 40 años la educación de este país, y los resultados es muy probable que no se vean hasta dentro de varios años, pero algunos indicadores alarmantes ya estamos viendo. Es bastante generalizado ver cómo el número de chicos que no han superado las materias en el Bachillerato se han disparado con relación al anterior por culpa de un currículum y un enfoque absolutamente equivocado que dejará a muchos en la cuneta. Los recortes se han llamado así, pero algunos tenemos claro que es un plan premeditado para empobrecer a la sociedad de forma generalizada, se han llevado por delante derechos y nos han convertido en consumidores en muchos terrenos. Hay una generación que lo está pasando muy mal en las aulas y buena parte de ellos lo van a pasar muy mal en su vida por culpa de esta segregación social.

“Es un plan premeditado”. La acusación no es nueva, pero es dura.

La mantengo. Esto no es un azar de la casualidad, que de repente los mercados decidieron que las cosas no iban bien y entramos en una espiral frenética. Las medidas que se han tomado en nuestro país y otros que han retrocedido socialmente son del mismo cuño. No hay más que ver lo que pasó en América Latina hace 10-15 años y cómo se ha repetido aquí miméticamente todo el proceso. Es una clara estrategia de empobrecimiento. Otros países, como Portugal, aplicaron recetas totalmente distintas y los resultados son otros, pero el contexto internacional es el mismo. En nuestras comunidades autónomas hay chicos que siguen teniendo los libros de texto gratis, por ejemplo, y en otras hace años que no tenemos ninguna ayuda. Eso son prioridades políticas, y las prioridades se ven en los presupuestos, a qué dedica el dinero uno y a qué lo dedica otro. Si no podemos dedicar -como decía el otro día el Ministerio de Educación- 330 millones de euros para, vía libros de texto, que la educación sea realmente gratuita y cumplir el mandato constitucional del artículo 27, pero podemos regalarle 60.000 millones de euros a los bancos para no ver ni un solo euro de vuelta, está clara la prioridad. No es que no haya dinero, es que se invierte en lo que uno quiere.

¿Hay gente que no está estudiando porque no se lo puede permitir?

Con seguridad. Hay familias que nos están diciendo que tienen que volver a la dinámica de pensar cuál de sus hijos tiene más opciones de sacarse los estudios universitarios y el resto se queda sin ellos. Hemos vuelto a la sociedad de hace 40 años, cuando el mayor iba a estudiar y el resto no. La clase media ha desaparecido en buena medida, las ayudas a las familias han desparecido, la política de familia en este país todavía se la está esperando. Hay muchas familias que no se lo pueden ni plantear. Si en una casa entran mil euros al mes, si es que llega, y las matrículas cuestan 1.800, es imposible que se lo plantee. El Ministerio dice: “La primera matrícula te la abono por tu situación económica”, pero como luego estamos en una situación de exigencia exagerada que lleva a muchos alumnos a segundas, terceras o cuartas matrículas, ahí ya no hay beca. Una familia dice: “No empieces, porque a nada que suspendas una no la voy a poder pagar”. Y es probable que la tenga que repetir, porque esa familia necesita que su hijo trabaje para que haya ingresos en casa. Es un círculo vicioso.

¿Estamos en un momento en el que la sociedad está un poco parada? Parece que se celebran como éxito que no pasen cosas (las reválidas), no que se mejoren.

No solo nos conformamos, sino que además tenemos que explicarlo así. En muchos casos, las personas que nos hemos movilizado estos años de atrás están, algunas, decepcionadas porque no han visto grandes éxitos a costa de un gobierno que posiblemente no tenía que haber terminado la primera legislatura, pero que lleva cinco años y medio gobernando, destrozando la vida de muchos ciudadanos. Hay que explicarles las cosas en cuanto a lo que consigues frenar. Solo con el discurso de lo que consigues avanzar no vale.

¿Cuál diría que es el mayor logro que ha conseguido el movimiento asociativo en estos años?

Pondría en valor un acuerdo que tuvimos en el seno del Consejo Escolar del Estado, a propuesta nuestra, que fue una resolución que se aprobó por toda la Comisión Permanente con la única abstención de la CEOE. Estábamos sacando una resolución sobre la gratuidad de los libros de texto, sobre su mantenimiento y no cambio, sobre el cambio de modelo hacia la entrada de las nuevas tecnologías en las aulas. La abstención de la CEOE vale su peso en oro, porque representa a las editoriales, y sabíamos que era complicado. Creo que esos escenarios de consenso deberían promoverse más. Hay organizaciones que siempre estamos dispuestos a favorecer el consenso en favor del bien común. Me quedo con logros en los que el consenso ha estado presente. Es cierto que no se ha conseguido la gratuidad real hoy, pero si se sigue trabajando y apoyándose en ese acuerdo, tarde o temprano estará presente.

Resulta una elección curiosa, si se tiene en cuenta que las resoluciones del Consejo Escolar son más simbólicas que realmente efectivas.

Pero los mensajes y los símbolos son muy importantes. Otro de los hitos que he vivido estos años de atrás, cuando llevábamos muchas huelgas, muchas concentraciones, sobre todo en Madrid, fue la generación, por casualidad, de lo que después se vino a denominar Marea Verde. En un consejo de plataformas, convocado por la plataforma regional, varias personas -cinco en concreto, entre ellas estaba yo- nos hicimos una foto para un medio de comunicación, el salón de plenos estaba lleno y el fotógrafo nos bautizó y nos dijo: “La Marea Verde se ha puesto en marcha”. Llevábamos las camisetas ese día en defensa de una profesora que había sido represaliada por negarse a hacer las pruebas externas en un centro. A partir de ahí surgió un sentimiento, porque la marea verde no es nada más que un sentimiento colectivo, no tiene copyright. Fuimos precursores del resto de las mareas. Los logros colectivos deben priorizarse sobre los individuales, por eso he elegido ese logro.

Fuente de la entrevista: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/07/06/hemos-retrocedido-40-anos-en-la-educacion-de-este-pais/

Fuente de la imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/07/pazos_2-768×545.jp

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“Integrar la tecnología es enseñar de otra manera”explica Claudia Urrea en entrevista

Claudia Urrea nació en Colombia, y comenzó con la licenciatura en Ciencias de la Computación en la Universidad Eafit, de Medellín, la carrera académica que desde mediados de los noventa continuó en Estados Unidos, donde obtuvo un doctorado en el Instituto de Tecnologías de Massachusetts (MIT). Con más de veinte años de experiencia en el campo de Tecnologías y Educación, actualmente forma parte del departamento de Estrategias Digitales de Aprendizaje del MIT, en donde trabaja en el desarrollo de proyectos relacionados con el aprendizaje y el asesoramiento por medio de internet; desarrollo profesional de maestros con el uso de tecnologías; y educación en programación y robótica. Ayer participó de la jornada “Los chicos y las pantallas: desafíos para políticas públicas”, organizada por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en conjunto con Samsung y Fibertel, y de la que participaron funcionarios y técnicos del área de tecnología del Gobierno Nacional, de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires.

En diálogo con PáginaI12, Urrea explicó el potencial del uso de las tecnologías (incluidos los celulares) en las aulas, habló de la importancia del juego para el aprendizaje, de las posibilidades que brinda el Software Libre y de la necesidad de reformular el sistema educativo a partir del uso de tecnologías, que permiten un aprendizaje más horizontal y participativo entre maestros y estudiantes.

–Muchas veces se dice que la tecnología es una distracción para los chicos en el aula y que la solución es prohibirla. Pero también se dice que funciona como estímulo positivo para los alumnos. ¿Qué opina al respecto?

–Pienso que si uno no integra la tecnología al aula de una manera constructiva, es un distractor para todos, no sólo para los chicos. Los dispositivos como los celulares hacen más evidente el funcionamiento del cerebro, que tiene un funcionamiento “wonders” (divaga). El cerebro funciona de esa manera que es una forma de protegerse, de tener cierta conciencia sobre lo que se está haciendo pero también de poder imaginar e ir más allá. Es por eso que la tecnología es un distractor si no está utilizada para algo empoderador para los chicos; desde buscar información, hasta usar juegos o plataformas de construcción que permiten que los alumnos creen cosas nuevas. Tiene que agregar valor, sino sí es un distractor. La tecnología hace explícitos muchos problemas que hay en el sistema educativo. El trabajo del profesor es entender las posibilidades de la tecnología y promover el uso productivo de esa tecnología en función del aprendizaje, usarla como herramienta de aprendizaje. Tenemos que presentarles a los chicos otras oportunidades con la tecnología. Por eso MIT está promoviendo herramientas que estén al alcance de los maestros y de los alumnos.

–¿En qué consisten estas herramientas? 

–Dentro de MIT tenemos muchas experiencias en usuarios y plataformas de creación de juegos, de creación de simulaciones, y de programación de aplicaciones para el teléfono. Por un lado aplicaciones en general y por el otro, juegos. Hay miles de plataformas que se podrían aprovechar para eso, y en especial para aplicar en educación. Se trata de presentarle ejemplos al maestro para que pueda elegir algunas y utilizarlas.

–¿Cree que los juegos a través de dispositivos tecnológicos pueden servir para enseñar?

–Sí. Pienso que no se puede separar el jugar y el aprender. Jugando aprendemos muchas cosas, y precisamente las plataformas de juegos que estamos empleando promueven el aprendizaje de conceptos difíciles de comprender, que no necesariamente se aprenden con una forma académica de lectura y de memorización. El juego es un mecanismo de aprendizaje. A veces no valoramos cuando los chicos se divierten con los juegos, aunque quizás están aprendiendo mucho más que de otra forma. Hay un grupo llamado Education Arcade de MIT que hace investigación aplicada sobre la creación de diferentes ambientes y juegos para aprender, sobre todo en temas como biología y ciencias naturales. Es toda una corriente de pensamiento y de trabajo de creación de juegos y educación. Uno de los ejemplos que presenté hoy es sobre un ambiente participativo que usa tecnología móvil. En este caso la tecnología no es lo central, sino que es una herramienta más para el aprendizaje. Permite que el estudiante esté física y cognitivamente involucrado, en una participación activa con teléfonos móviles. Se utilizan juegos que los estudiantes tienen en sus móviles y los invita a una reflexión a través de un trabajo participativo. El ejemplo que yo di se llama “Energio”, y funciona de la siguiente manera: cada estudiante con un móvil representa un país. Tienen que decidir una forma de usar la energía en su país, con la consideración de las consecuencias a corto y a largo plazo. La simulación les ayuda a entender las consecuencias a largo plazo, por ejemplo con el uso de energías no renovables y contaminantes. Es un ejercicio colaborativo con uso de tecnología móvil, de mucha reflexión. Se puede usar cualquier dispositivo con lo que cuente el estudiantes; puede ser una netbook, una tablet o un celular. Promueve el aprendizaje profundo, la reflexión, la resolución de problemas y el trabajo en equipo. Es un sistema complejo y colectivo de aprender

–¿Genera resistencia entre los docentes la implementación de tecnología en las aulas?

–Siempre le cuesta más al adulto aceptar el cambio. El enfoque más importante es que el maestro entienda para qué puede encaminar las tecnologías en el aula, que entienda que la computadora significa una nueva forma de enseñar y aprender. Por ejemplo, puede ocurrir que el maestro no sepa cómo editar videos pero que los chicos sí lo sepan. En ese caso sería interesante que el maestro proponga producir un video en conjunto, con una investigación sobre algún tema que el maestro sepa y que sea importante aprender para los chicos. Así, el maestro facilita el proceso en el que los alumnos usan la tecnología. Lo que necesitamos es que los maestros sepan las bondades de cada una de las herramientas para que se las presente a los alumnos. Lo más difícil es enfrentarse a esas tecnologías en las que los alumnos vuelan y al profesor le cuesta más. En ese caso el maestro tiene que articular la herramienta con el tema en el que maestro se sienta cómodo y les pueda enseñar a los alumnos. La pregunta más profunda es qué queremos que pase en el aula. Lo que proponemos es un proceso de aprendizaje más profundo, en donde el estudiante es más responsable, toma acción sobre su aprendizaje y en donde el maestro de una forma empoderadora genera procesos de aprendizaje interesantes. Ahí es donde se usa la tecnología de una forma diferente. El buen uso de la tecnología no consiste en reemplazar al pizarrón por el power point, sino de modificar la forma de enseñar. Siempre hay un momento en el que el maestro sabe y puede explicar, y puede formular interrogantes para que los alumnos reflexionen. Su trabajo es el de empoderar a los alumnos con la tecnología y con sus saberes.

–¿Considera necesario enseñar programación en las escuelas?

–Sí. En primer lugar porque programar permite el desarrollo de habilidades particulares que no permiten necesariamente otras tecnologías: la lógica, la resolución de problemas, el feedback (respuesta). Cuando se programa, el feedback me hace corregir sobre la marcha, pensar para cambiar un sistema a partir de mi intención, modificar lo que me es dado. En el mundo que se viene, y que un poco ya es el actual, el que no sepa cosas básicas de lo que la tecnología puede lograr está por fuera. Sin embargo, es importante aprender a programar no en el aire, sino programando cosas concretas. La mejor forma de programar es programar para hacer algo, no sólo aprender las reglas. Eso sería como aprender las mecánicas del lenguaje pero nunca escribir nada. Puede ser una asignatura, pero tiene que estar integrada a las otras materias.

–En Argentina el Plan Conectar Igualdad cuenta con Huayra, un sistema operativo de Software libre. ¿Cree que este tipo de sistemas abiertos son mejores para la formación de los alumnos con la tecnología?

–Parte de lo que da el software abierto es la posibilidad de cambiar el producto, no sólo de consumirlo. Mientras más posibilidades tengas de hacer eso, yo pienso que es mejor, porque no se les da a los alumnos productos finales, sino la posibilidad de construir y mejorar sus propias herramientas. Todos los programas que usamos en MIT son abiertos. Es complicado en el sentido de que a veces los programas están en construcción constante, y el que no tienen acceso a internet queda afuera de las actualizaciones. Sin embargo, se han visto experiencias muy interesantes en la integración de jóvenes de distintas partes del mundo, en comunicación con expertos, que han creado software en forma conjunta sin conocerse personalmente. Creo que es un movimiento que es el presente.

Fuente entrevista: https://www.pagina12.com.ar/47176-integrar-la-tecnologia-es-ensenar-de-otra-manera

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“Se ha impuesto el concepto de educación como derecho, y lo queremos cambiar por el derecho a aprender”, entrevista a Mario Waissbluth

Entrevista a Mario Waissbluth realizada por Francisca Hosiasson 

“Hemos buscado que sea un plan consensuado y coherente, no retroexcavadora”, dijo Mario Waissbluth sobre el programa a largo plazo que fijo Educación 2020, que hoy plantea un nuevo plan bajo el nombre Propuesta 2030.

“Se ha impuesto el concepto de educación como derecho, y lo queremos cambiar por el derecho a aprender, ahí estamos al debe”, apuntó el director de la iniciativa en Hablemos en Off.

Waissbluth hizo hincapié en la importancia de la educación parvularia como la base de la reforma, “nos lo han explicado todos los países y premios nobel, la inversión en esto rinde mucho más”.

“La educación parvularia es lo más barato, da rabia que los gob. no quieran invertir ahí porque los niños no votan. El fortalecimiento de educación inicial impacta en el futuro del país, en la calidad de vida, en la delincuencia”, dijo.

“Se cree que gobernar es legislar, en nuestra cartera de propuestas 40 no necesitan leyes”, señaló el director de Educación 2020, asegurando que “tenemos binominalizada la educación, pegarle al del frente se hace más importante que los cabros chicos”.

Revisa la completa entrevista a continuación:

FOTO: Agencia Uno

Fuente entrevista: http://www.duna.cl/programa/hablemos-en-off/2017/07/27/educacion-2020-se-ha-impuesto-el-concepto-de-educacion-como-derecho-y-lo-queremos-cambiar-por-el-derecho-a-aprender

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Entrevista a Sigarreta Almira «Hay que cambiar la enseñanza para no aniquilar la imaginación»

El especialista José María Sigarreta Almira habla sobre por qué los chicos no ven a la matemática como entretenida.

«Los niños al crecer son muy curiosos. Tienen una imaginación muy vívida hasta que ingresan a la escuela y allí su imaginación es aniquilada. Necesitamos cambiar la enseñanza tradicional en las escuelas para no asesinar la imaginación». Quien señaló esta idea es Rafael Reif, presidente del Massachusetts Institute of Technology (MIT), considerada una de las mejores universidades del mundo y por donde pasaron 85 Premios Nobel.
La de Reif es una de las tantas voces que hoy se levantan en el mundo académico, pidiendo una reformulación en las metodologías de enseñanza de materias denostadas por la población estudiantil en todo el mundo, como la matemática. En realidad, no habría que hacer foco en una: todas las áreas de las ciencias duras figuran como las menos agradables entre los estudiantes.
Semejante problema pedagógico merece la opinión de especialistas que aporten una visión más amplia desde lo conceptual y lo geográfico, como la de José María Sigarreta Almira, especialista cubano actualmente radicado en México, donde es profesor titular en la Facultad de Matemática de la Universidad Autónoma de Guerrero, quien visitó la Universidad Nacional del Nordeste.
Sigarreta Almira, con varios doctorados en su currículum, es una voz autorizada para opinar sobre la matemática y la metodología de la enseñanza de la matemática. Su investigación se centra en la «formación de conceptos y la resolución de problemas». Detalló los obstáculos que impiden a los niños y jóvenes ver a la matemática como una materia amena y entretenida. Puso, además, en el foco del problema la mala formación de los docentes para estar al frente de estas materias, y apuesta a la voluntad política de los distintos países para reformular los contenidos curriculares y los procesos de evaluación de los docentes.
—¿Está en crisis la enseñanza de la matemática?
—Yo no creo que la enseñanza ni la matemática estén en crisis. Hay diferentes obstáculos que interrumpen la visión de la matemática como una ciencia amena, agradable, tranquila y satisfactoria. El primero de esos obstáculos es cultural, y desencadena diferentes opiniones en contra de la matemática y de su enseñanza en particular. Desde que el niño asiste a la escuela, la maestra de primer grado le informa que está frente a una materia complicada. Ese impacto es más que perjudicial, si su referente le está diciendo que la matemática fue difícil para ella, ya es un primer choque natural que el niño tiene.
—También se asocia el estudio de la física, química y matemática sólo para personas inteligentes.
—Es otro obstáculo cultural común en América latina. Está probado que hay más de once tipos, pero se pondera demasiado la inteligencia lógico-matemática. Si a algún chico, en su proceso de formación, le dijeron que no es inteligente, asume que la matemática le resultará imposible, y que no es para él. Por último, hay un obstáculo que está muy metido en nuestra idiosincrasia: estudiar matemática tiene muy pocos elementos de desarrollo. La sociedad no valoriza a un matemático, como sí lo hace con un médico, un abogado o contador.
—¿En qué errores incurre generalmente el docente en el proceso de enseñanza?
—Lo más grave del proceso es que la formación de los maestros es mala. No se puede cambiar un sistema si el que enseña no sabe lo que está enseñando. Actualmente, los profesores de matemática transmiten procedimientos y no conceptos. De esa manera, el alumno reproduce mecánicamente operaciones, sin entender la esencia y utilidad de un ejercicio. Si lo estructuramos en cantidades proporcionales: un 50 por ciento de la enseñanza tiene como contenido elementos procedimentales; un 40 por ciento de situaciones algorítmicas y técnicas operativas elementales y sólo un 10 por ciento a conceptos. Así se estructura, en lo fundamental, la enseñanza de la matemática a nivel mundial.
—La comunidad académica se plantea desde hace varias décadas el cambio de metodologías de enseñanza y planes de estudios, sustentados en paradigmas pedagógicos, pero que a la luz de los hechos han fracasado. Con esos antecedentes, ¿qué desafíos se plantean en busca de mejores resultados?
—Es verdad. Si hacemos un análisis retrospectivo e histórico, prácticamente desde 1903 hasta ahora, tratamos de cambiar la enseñanza de la matemática. Ese proceso dio lugar a la aparición de muchas teorías: la socioepistemología de la escuela mexicana; el constructivismo de la escuela francesa; las funciones semióticas de la escuela española, etc. Ninguna de ellas, hasta ahora, ha resuelto el problema. Son teorías sofisticadas y muchas veces tan complejas, que están alejadas del maestro que se para frente al aula. Por otra parte, si uno recorre el espacio académico percibe que está invadido por artículos y tesis sobre enseñanza de la matemática, que tiene por autores a sociólogos, psicólogos y pedagogos, pero a muy pocos matemáticos. En consecuencia, a ese marco teórico le hace falta el núcleo duro de la matemática y deriva en que los profesorados cada vez tengan menos contenido del área y más de los psicopedagógico.
—Pero los cambios profundos en los procesos de enseñanza requieren de la voluntad política en cada uno de los países.
—Efectivamente. Los especialistas en matemática educativa tenemos claro los cambios que se requieren, pero estamos sujetos a políticas gubernamentales y a procesos cuantitativos que creen que las sumas de las pequeñas cosas dan el todo.
—Las redes sociales, ¿pueden servir de herramienta para interactuar en este proceso de enseñanza con los jóvenes?
—Tiene elementos positivos y negativos. Depende de cómo sean usadas. En mi caso particular, tengo muy poca experiencia. Pero queda claro que si la utilización de una red social está planificada, con objetivos y metodología, es sumamente válida como otro medio de enseñanza.

Fuente: Juan Monzón Gramajo (Departamento de Comunicación UNNE)/Argentina Investiga

Fuente entrevista: http://www.lacapital.com.ar/educacion/hay-que-cambiar-la-ensenanza-no-aniquilar-la-imaginacion-n1441420.html

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Entrevista al profesor Italiano Michele Boldrin:“La desigualdad deriva de la innovación”

Por: elpais.com/Tiziana Trotta/28-07-2017

En una de las escenas iniciales de la película 2001, Una odisea en el espacio, un simio levanta un hueso y lo usa para golpear a otro. En el momento en el que entiende que puede utilizarlo como una herramienta, se coloca en una situación de ventaja. «Esta innovación inmediatamente crea desigualdad, porque hace que uno sea más fuerte que el otro», explica el economista Michele Boldrin.

El docente italiano, 61 años, profesor del Departamento de Economía en la Washington University de St. Louis (EE UU), visitó Madrid a finales de junio para participar en un foro organizado por la Fundación Ramón Areces y Centro de Estudios Monetarios y Financieros y hablar de una «hipótesis que da miedo sobre desigualdad».

Pregunta. ¿Por qué esta hipótesis da miedo?

Respuesta. La desigualdad deriva de la innovación. Y como no hay crecimiento sin innovación, la desigualdad es un efecto secundario del crecimiento económico. Cada cosa que inventas tiene tendencia a aventajar a algunas personas y sustituir a otras, las convierte en menos útiles desde el punto de vista social. Una vez empezado el juego, ya no hay vuelta atrás. Tú inventas algo que convierte a mis habilidades en inútiles. Si tengo la capacidad cognitiva y legal para imitarte, puedo recuperar, haciendo lo mismo y volviendo a ser útil.

Este mecanismo ha sido continuo a lo largo de la historia, pero hoy en día cada innovación origina una perturbación muy fuerte, con un impacto social mayor, así como los costes de reajuste. Todos somos capaces de imitar al mono que levanta el hueso. Copiar el software de búsqueda de Google, en cambio, es muy complicado. Cada innovación determina a un ganador –el que la realiza–, cuántas personas pueden imitarla y quién puede ser sustituido. Cada vez se eliminan sectores más amplios de la población, con más conocimientos. Dentro de algunos años, por ejemplo, los coches sin conductor ya estarán ampliamente presentes en el mercado. En EE UU, al menos unos 8 millones de personas trabajan conduciendo algún tipo de vehículo. Al cabo de poco tiempo, serán inútiles del punto de vista económico. La educación algo puede cambiar, pero la rapidez con la que se destruye empleo es mucho mayor frente a la velocidad para volver a formar al capital humano.

La imitación de innovación reduce la desigualdad y permite a los que habían sido excluidos del mercado de volver a recuperar su papel, aunque sea con un producto de peor calidad. Hay un factor tecnológico según el cual Google, por ejemplo, mantiene una posición de dominio: funciona mejor que los demás. Pero también hay un factor legal. La propiedad intelectual protege al que llega primero e impide al que intenta imitarlo que pueda competir. Estos mecanismos son cruciales en la generación de desigualdad y contribuyen a generar superriquezas, de manera mucho más rápida, con menos riesgos y menos inversiones en comparación con el pasado. Este fenómeno, sin embargo, se puede atacar a través de la política.

P. ¿Existen vías de escape?

R. Hasta ahora hemos logrado seguir adelante. Hay distintas medidas que pueden tomarse para paliar el problema. En primer lugar, reestructurar los sistemas educativos para que sean capaces de formar a estudiantes mentalmente flexibles. La cultura clásica en este mundo se ha convertido en un lujo. Leer a Horacio es algo muy bonito, pero para pocos. Puedo saberlo todo sobre Isabel la Católica, pero esto no me permitirá sobrevivir. Antes de hablar a un niño de seis años de las glorias pasadas de Egipto, tengo que enseñarle a entender el mundo que le rodea. Una vez que haya logrado su hueco en la sociedad, entonces sí que puede dedicarse a leer a Ovidio. No puede perder el tiempo en el que el cerebro está más activo, entre los 14 y los 19 años, a declinar rosa/rosae. Es algo criminal. No eres útil a la sociedad si lo sabes todo sobre el De Bello Gallico, no sabes producir nada que los demás puedan usar.

P. En su último libro, Against intellectual monopoly, critica la existencia de monopolios. ¿Por qué cree que el actual sistema no funciona, en especial en el caso de la industria farmacéutica?

R. Hay que abolir los monopolios. Punto. El caso de las farmacéuticas solo es un ejemplo, un dramático monopolio creado por el sistema de regulación del sector. La investigación se ha convertido en excesivamente cara y complicada. Pedir a las industrias farmacéuticas que sean las benefactoras en África y que regalen sus productos es una estupidez, porque nadie pide a Ferrari que haga muchas copias de sus coches y las distribuya.

Hay enfermedades difíciles de curar y otras, quizás más simples, pero raras, es decir, que la investigación sería cara y los potenciales beneficiarios, muy pocos. Los ancianos también representan un problema en Europa. Son un colectivo muy amplio con poder adquisitivo y las industrias farmacéuticas producen lo que ellos quieren. Su interés es vivir muchos años y su consumo del servicio nacional de salud se dispara, a costa de todos los contribuyentes.

Las farmacéuticas, en este contexto, pueden jugar con las patentes para mantener una situación de monopolio sobre algunos medicamentos, obteniendo enormes beneficios en algunos mercados, como el estadounidense. Eliminando las patentes, se solucionaría en parte este problema.

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