Colombia entre los emergentes con más futuro en educación

Por: Gustavo Rivero

Colombia figura como el tercero más corrupto de los Tactics, pero es el primero con mucha diferencia en el crecimiento de investigaciones universitarias publicadas.

Un análisis de 15.000 universidades en 78 países ha descubierto que duplicar el número de universidades en una región genera un aumento del 4,7% en el PIB per cápita del área en un plazo de cinco años. ¿Qué regiones están en mejor posición para explotar este vínculo entre la expansión de la educación superior y el crecimiento económico?

Times Higher Education ha analizado una serie de indicadores académicos y económicos, como la cantidad de trabajos de investigación publicados, la participación en la educación superior y el PIB per cápita, e identificó siete países que ocupan un lugar privilegiado para lograr el éxito.

Desde el punto de vista de la educación superior, Tailandia, Argentina, Chile, Turquía, Irán, Colombia y Serbia (Tactics) tienen potencial para superar a las naciones BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica; países identificados tradicionalmente como las estrellas emergentes.

En estos países, el PIB per cápita es inferior a 15.000 dólares, pero al menos la mitad de la población joven está matriculada en la educación superior; la participación creció un 5% o más entre 2010 y 2014; sus resultados de investigaciones están creciendo en, al menos, 30.000 publicaciones al año; y tienen, como mínimo, una universidad en las clasificaciones mundiales.

A pesar de que estos países cuentan con las condiciones necesarias para el éxito, están lejos de ser homogéneos: cada país tiene una combinación diferente de fortalezas y debilidades.

Éste es el caso de Irán y Turquía, ambos países de gran riqueza intelectual, con una cantidad de matriculados en la educación superior muy alta y un crecimiento sostenido de la participación. Sin embargo, cada uno enfrenta enormes desafíos políticos. En Irán se considera al sector público corrupto, según datos de Transparencia Internacional, y se considera que los nombramientos académicos están más relacionados con la ideología que con el mérito.

Un análisis de los datos completos de los Tactics muestra que los niveles más altos de corrupción se relacionan de manera directa con la menor calidad en la investigación.

Colombia figura como el tercero más corrupto de los siete, pero es el primero con mucha diferencia en el crecimiento de investigaciones universitarias publicadas.

De hecho, cada una de las naciones Tactics tiene problemas que podrían, si no se abordan, poner en peligro el progreso que con tanta facilidad podrían alcanzar. Sin embargo, si analizamos de cerca el desempeño de estos países desde una perspectiva de educación superior, su crecimiento realmente podría ser una característica definitoria de la próxima década.

En la producción de investigación, la participación en la universidad y el desempeño en las clasificaciones mundiales, estos «países ignorados» ya están superando con frecuencia a los Brics. Y cuando las naciones funcionan bien en estas áreas, casi siempre cosechan recompensas económicas.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/colombia-entre-emergentes-mas-futuro-en-educacion-gustavo-rivero/249625

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Robots: la mitad del mundo no trabajará

Por: Gustavo Rivero

Bill Gates ha propuesto que los robots paguen impuestos. La gente se está dando cuenta de que la robotización tiene un cariz negativo. Pero no creo que éste sea el enfoque correcto, porque con impuestos a los robots se puede frenar la modernización tecnológica que no implique la destrucción de puestos de trabajo. Los políticos se deben preguntar: ¿quién recibe más beneficios y cómo podemos ayudar a redistribuir esta riqueza de la forma más justa sin que perjudique a la inversión y al crecimiento?

El editor de The Economist, Ryan Avent, ha advertido de los peligros (y oportunidades) de que la tecnología reduzca la jornada laboral, por la sustitución masiva de puestos de trabajo por robots. Sin ir más lejos, el periódico Los Angeles Times ya utiliza una aplicación para redactar pequeños artículos sobre terremotos en la zona. «La mayor parte de las personas en cincuenta años no trabajará», defiende Avent en una entrevista en Madrid, para advertir de las consecuencias que ello puede tener en un aumento de la desigualdad entre una élite de trabajadores altamente remunerados y el resto de la sociedad, lo que alienta el surgimiento de populismos. He aquí un resumen de las principales conclusiones:

Los robots se encargarán de los trabajos más rutinarios. La robótica avanza a tal velocidad que va a permitir reemplazar cada vez más trabajadores en todos los sectores. La tecnología seguirá beneficiando a los más cualificados. Pero en diez años será menos predecible porque la inteligencia de los robots será más poderosa y menos trabajos estarán a salvo. Puede que los robots desarrollen técnicas conversacionales, identifiquen patrones y sustituyan a terapeutas o contadores.

Es posible que la mayor parte de la gente esté desempleada en 50 años. Un estudio de la Universidad de Oxford dice que un 47% de los empleos será desempeñado por robots en unas décadas. La mejor forma de adaptarse a la robotización es facilitar el trabajar menos horas.

El Estado de bienestar cada vez tendrá más importancia para repartir la riqueza. El gran debate que debemos afrontar es qué forma adoptará esta redistribución y cómo podemos negociar el contrato social. Porque es posible que estemos en un mundo en el que haya gente que nunca sepa lo que es trabajar y haya otra parte de la población que lo haga para beneficio del resto. Esto puede parecer injusto. Para hacer que este sistema funcione tenemos que cambiar el rol del Estado y cómo lo pensamos. La Revolución industrial supuso un cambio profundo en nuestras sociedades que provocó respuestas que ni imaginábamos: impuestos más altos de lo que había, un Estado regulador… Ahora ocurre algo parecido, hay un cambio tecnológico tan abrupto que debemos cambiar la forma en que pensamos ciertos conceptos básicos de nuestra organización social.

Aumentará la desigualdad entre regiones ricas y pobres. La robotización perjudicará más a los países en desarrollo. En los últimos años la tecnología ha sido positiva para los emergentes: les ha permitido crecer muy rápido y expandir la globalización. Pero la robotización hará menos rentable para las empresas trasladarse a economías en desarrollo porque los robots abaratarán los costes. En los últimos quince años ha habido un aumento del desarrollo en estos países, mientras en los países desarrollados se estancaba el empleo o se perdía, en parte por la robotización al estar más industrializados. Esto se detendrá. ¿Cuáles serán los efectos? Más emigración a los países desarrollados.

Es el caldo de cultivo perfecto para el populismo. Las amenazas contra la democracia cada vez tienen más poder. La cuestión es cómo construir soluciones que ayuden a la población a superar los cambios y adaptarse a ellos. Eso se logra con más igualdad, esfuerzos para no perder poder adquisitivo y mejorar la calidad del empleo. Al mismo tiempo ello también puede hacer que la población prefiera cerrar sus fronteras. Por ejemplo, si en Europa se aprueba una renta básica, los ciudadanos podrían aumentar su apoyo a cerrar las fronteras para evitar que otros se beneficien de ello. Es por esto que debemos cambiar la forma de pensar. Tenemos la responsabilidad de compartir la riqueza que proporcionan las nuevas tecnologías. Si no lo hacemos, tendremos una crisis humanitaria enorme.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/robots-haran-la-mitad-del-trabajo-del-mundo-gustavo-rivero/244161

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