Un sistema, ¿el sistema educativo panameño?

José A. Guilbauth G.

La Teoría General de Sistema (TGS) desarrollada por Bertalanffy, en los años 40, surgió como el marco teórico y filosófico en que toda ciencia natural o social debía desarrollarse y hacer posibles los objetivos propuestos en cada sistema que se estableciera en un determinado contexto.

Según un grupo de psicólogos madrileños UE, ‘un sistema es un conjunto de elementos en interacción’, por lo tanto todo sistema se compone de un aspecto estructural (límites, elementos, red de comunicación e informaciones) y un aspecto funcional. Así mismo, un sistema posee niveles entre los que se componen los subsistemas.

Los sistemas poseen unas características que los hacen una estructura particular sin importar el medio, los componentes y fines del mismo. Entre las características de un sistema podemos señalar: la totalidad, la entropía, la sinergia, la finalidad y la retroinformación.

Partiendo del marco teórico anterior, nos trasladamos al Sistema Educativo Panameño, el cual, al llamarse ‘Sistema’, debe diseñar, aplicar y evaluar todas las acciones inherentes al logro de los resultados previamente planificados; es decir, retroalimentarse todo el año escolar de aquellas limitaciones del proceso en cada subsistema educativo y establecer un Plan de Acción, que debe contener una serie de estrategias urgentes a implementar; algunas de ellas serían:

1. Establecer el monto presupuestario para hacer frente a las necesidades apremiantes del 2016.

2. Identificar las necesidades apremiantes que limitan el buen funcionamiento del Sistema Educativo y así lograr sus metas.

3. Reorganizar los proyectos de continuidad y aquellos nuevos que, según lo planificado y adjudicado, deben arrojar resultados.

4. Asignar profesionales a comisiones específicas, según proyectos, responsables de dar cuenta de los avances alcanzados.

5. Organizar el equipo de seguimiento estrecho a los proyectos inmediatos y de mediano plazo.

6. Elaborar y desarrollar un cronograma de Informe Semanal de Avance de cada proyecto que pueda ayudar, en caso necesario, a subsanar de inmediato las limitantes.

Este conglomerado de acciones deben asegurar el cumplimiento de las finalidades del sistema, manteniendo las características de totalidad, entropía y la sinergia entre todos los componentes y subsistemas cuyo aporte hará posible la efectividad del sistema o el reajuste del mismo, pero siempre preservando la calidad del producto ofrecido, la enseñanza.

Todo lo anterior debe aplicarse al Sistema Educativo Panameño en donde la primera semana, luego de conocer la Aprobación del Presupuesto General del Estado hasta el domingo 28 de febrero, se produzca una ‘FUERZA DE TAREA’, que conlleve a que el Sistema inicie ese año escolar con paso firme rumbo al optimismo de un proceso configurativo de miles de estudiantes panameños que requieren lograr las mejores competencias en su futuro profesional.

Deseamos que el lunes 29 de febrero todos los estudiantes y docentes del país estén en sus aulas iniciando una fase segura, placentera y exitosa. Para ello se requiere que todas las escuelas y edificios cuenten con las infraestructuras e insumos listos para desarrollar una jornada de actividades, prácticas y vivencias con las mejores estrategias metodológicas y recursos innovadores que lleven al docente a ofrecer a sus alumnos experiencias pertinentes para la adquisición de las competencias que exige su desenvolvimiento personal, social y laboral.

Si todo lo anterior se ha lleva a cabo y continua aplicándose una planificación educativa basada en la teoría general de sistemas en beneficio de la comunidad educativa panameña, evitaremos lo que cada inicio del año escolar escuchamos a docentes, padres de familia y estudiantes en una serie de protestas por no contar el sistema con la infraestructura básica, con docentes, material didáctico y tecnologías para iniciar el acto didáctico.

Cualquier limitación que presente el sistema educativo panameño obstaculizará la formación de calidad de sus estudiantes y el pobre desempeño en su futuro laboral. No podemos dejar que el sistema se atrofie de tal manera que los resultados queden entredichos, al contrario, debemos obtener estudiantes con altas competencias en el desempeño de sus futuros puestos dentro del desarrollo nacional.

Fuente del articulo: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/sistema-sistema-educativo-panameno/23921691

Fuente de la imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/126039_800x600_crop_5542e66090145.jpg

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Recursos didácticos y proceso de enseñanza – aprendizaje

José A. Guilbauth G.

Toda la labor del docente en su aula es evaluada con los resultados que pueda obtener con sus alumnos. Esa labor docente se hace científica en la medida en que el docente pueda diseñar y planificar el acto didáctico, mediante la selección, uso y evaluación de sus contenidos a desarrollar, pero sobre todo la adecuada identificación, selección, aplicación y evaluación de su efectividad en el logro de las metas propuestas.

Le queda entonces al docente diseñar, desde sus actividades pertinentes, los recursos didácticos que le permitirán conducir al estudiante hacia el éxito de sus aprendizajes de forma efectiva.

Para Fernández (2015), los recursos didácticos ‘son herramientas y estrategias variadas que pueden apoyar diversos temas y adaptarse a distintas edades y tipos de destinatarios para facilitar el aprendizaje, la comprensión, la asimilación, la memorización o la recapitulación de los contenidos ‘.

Sin duda que la definición anterior hace responsable al docente en seleccionar adecuadamente aquellos recursos más pertinentes a las características psicológicas de aprendizaje de sus alumnos, a los contenidos a desarrollar, al contexto y escenario educativo y sobre todo la existencia y fácil adquisición de recursos didácticos para poder implementar todo un andamiaje psicopedagógico y tecnológico que asegure que las actividades están sustentadas con toda una planificación científica que asegure su éxito profesional, enseñar con calidad.

Debemos recordar que el recurso didáctico proporciona el impulso necesario en las actividades pedagógicas que llevarán a ejercitar al estudiante para el dominio significativo de sus aprendizajes, pero él solo no enseña.

Como docente no debe pensarse que el recurso didáctico hará todo el diseño, planificación e implementación de las actividades que conducirán al estudiante hacia experiencias significativas de un autoaprendizaje seguro, no es así. Estas herramientas, instrumentos y materiales harán más viables los caminos del aprendizaje efectivo, necesario en la resolución de problemas del futuro profesional de una comunidad educativa.

A las autoridades y a los docentes les toca ofrecer escenarios con los medios, recursos y tecnologías que acerquen al alumno a esas experiencias y ambientes, lo más cercano a la realidad de cada actividad planeada para el logro de aprendizajes significativos y pertinentes, necesarios en la resolución de problemáticas de sus entornos comunitarios y profesionales.

Fuente del articulo: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/recursos-didacticos-proceso-ensenanza-aprendizaje/23965137

Fuente de la imagen: http://granjaescuelaelpalomar.com/wp-content/uploads/2015/04/recursos-didácticos.jpg

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Tecnología y su uso racional en educación

José A. Guilbauth G.

¿El uso de medios y tecnologías aplicadas a la educación es un acto de innovación o de práctica científica?

Cada día en el sector educativo escuchamos los ofrecimientos de centros educativos y docentes que cuentan y emplean las últimas tecnologías en su acto didáctico.

Esta experiencia frecuentemente está llena de mucho mercadeo y publicidad comercial, no así educativa, ya que no ha sido elegida para tal fin mediante una selección tecnológica.

Para el cumplimiento del uso de tecnologías con matiz educativo debemos hacernos las siguientes interrogantes: ¿Qué necesita aprender el estudiante para avanzar en su propuesta formativa?

¿Qué tipo de aprendizaje es el que emplean más efectivamente los estudiantes en su aprendizaje?

¿Cuál es la tecnología que debo seleccionar según los contenidos que deseamos desarrollar en los estudiantes hasta producir el aprendizaje efectivo?

Ante estas interrogantes, es imprescindible que el docente conozca qué contenidos curriculares son los que requiere aprender el estudiante para lograr las competencias exigidas en un determinado nivel educativo.

Otro aspecto a considerar por el docente al emplear adecuadamente una tecnología es el de identificar los tipos de aprendizajes que más emplean sus alumnos y seleccionar aquellas tecnologías que se ajustan al tipo de contenido curricular, tipo de aprendizaje y, por consiguiente, a las características de los contenidos que deben dominar los estudiantes.

Una vez que el docente cumpla con los requerimientos de selección de aquella tecnología que pueda facilitarles las mejores experiencias de aprendizaje a sus estudiantes, entonces deberá iniciar el diseño de los mensajes educativos más pertinentes, hasta convertirse en una verdadera comunicación educativa eficaz.

La planificación sistemática de tecnologías en el acto didáctico es un requisito indispensable en la implementación del proceso de enseñanza, pues cualquier otra utilidad sería empírica y una enseñanza ineficiente e improvisada para el logro de las competencias deseadas en nuestra población estudiantil.

Utilizar tecnologías en la educación basadas en la innovación nos puede llevar a una decepción y provocar una mala reputación de la tecnología educativa, si sólo se justifica su utilidad en la novedad de la tecnología y no en mejorar el potencial de adquisición del aprendizaje.

Muchas experiencias locales como en otros contextos han fracasado por basar la inversión económica sólo en la compra de equipos tecnológicos, descuidando la capacitación del recurso humano, en este caso de los docentes y directivos de los planteles educativos. Por lo anterior, es indispensable que antes de tomar una decisión sobre la adquisición de nuevas tecnologías para nuestras escuelas se tenga presente a los usuarios de los mismos.

Fuera de estos requerimientos pedagógicos para el buen uso de una determinada tecnología educativa, está el costo de la misma; muchas veces invertimos mal por no ser la herramienta que logrará la calidad de aprendizajes en los estudiantes y, por el otro, lado el alto costo en los padres de familia de un recurso diseñado y confeccionado en otras latitudes para estudiantes con experiencias previas diferentes y características de un entorno educativo no compatible con nuestra realidad.

Antes de comprar un producto tecnológico para ser aplicado al trabajo pedagógico, deben analizarse sus características, funcionalidad y potencialidad en la mejora que le pueda ofrecer a los estudiantes para que aprendan y logren la adquisición de competencias en su formación personal y profesional.

Por lo anterior, se requiere que todo docente en su perfil profesional cuente con el dominio de competencias en la selección, diseño, implementación y evaluación de tecnologías educativas, al enseñar y capacitar al alumno mediante estrategias didácticas apoyadas con la tecnología educativa.

Debemos recordar que el material, recurso o tecnología educativa no enseña, que es el andamiaje de estrategias didácticas y la buena implementación de esa tecnología educativa bien seleccionada la que producirá un aprendizaje efectivo, pertinente y de calidad en la educación de nuestros estudiantes panameños.

Fuente del articulo: http://laestrella.com.pa/panama/politica/tecnologia-racional-educacion/23992179

Fuente de la imagen: http://www.icesi.edu.co/blogs_estudiantes/educandoalmundo/files/2016/12/Tecnología-y-Educación.jpg

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Los textos educativos, ¿enseñan solos?

Por: José A. Guilbauth.

Para que el proceso de comunicación educativa durante el acto didáctico sea efectivo, debe poseer unos elementos imprescindibles para lograr que el mensaje sea comprendido por el receptor, en este caso, el estudiante. Dichos elementos son el emisor (docente), el canal (medios o recursos), el mensaje (los contenidos de las asignaturas) y el receptor (estudiantes). Nos centraremos en uno de los elementos, el canal o medio de comunicación que, en el contexto educativo, serían todos los recursos y materiales que utilice el docente para promover los aprendizajes. En este caso, el puente o medio de esa comunicación docente no solo debe basarse en los textos escolares, también existe una infinidad de recursos didácticos que facilitan la enseñanza y, sobre todo, el aprendizaje de los estudiantes. Una de las funciones inherentes del docente es diseñar, crear y aplicar recursos didácticos que puedan fortalecer la buena comunicación dentro de las orientaciones e indicaciones que ofrece a sus estudiantes. El no desarrollar esta gran función nos lleva a señalar que los recursos didácticos están en crisis porque no hay quien los diseñe de acuerdo con las necesidades de sus alumnos. Como pedagogos, pensamos, que obligar a que el estudiante tenga un texto carísimo y muchas veces de otras latitudes, nos dice que los sometemos a un proceso de aprendizaje basado en un método pasivo y bancario, y no a una diversidad de recursos que hoy día las tecnologías nos ofrecen.

La población estudiantil de hoy día es de la generación punto com (la era digital) y no de la tecnología de la imprenta y el fotocopiado. Enseñar a esta generación nos compromete a diseñar recursos didácticos basados en las tecnologías, la gran mayoría de las cuales son gratuitas en la red. Lo anterior obliga a que aquel que aspira a ser un buen docente debe tener las competencias de crear y manejar recursos accesibles de la WEB 2.0. Construir portafolios, folletos digitales, blogs, wikis, chats pedagógicos, CD interactivos y guías de autoinstrucción amplía las herramientas tecnológicas que debemos emplear con los estudiantes, sin ser recursos didácticos de alto costo para el padre de familia. Debemos recordar que el medio no enseña; es el conjunto de estrategias didácticas junto a la labor del docente el que hace posible que el aprendizaje en los alumnos sea significativo. El texto escolar solo es un medio, jamás debe ser el centro para desarrollar contenidos y experiencias de aprendizajes.

Hoy vemos cómo los padres de familia hacen enormes sacrificios para obtener libros costosísimos diseñados y confeccionados la mayoría en otra realidad educativa; no por ello se convierten en la mejor opción. Lo que sí sería pertinente replicar son los ejemplos de otros países en materia de otorgar todos los textos escolares gratuitamente a través del Estado, así como las medidas para reglamentar la solicitud de textos escolares a nivel de las escuelas particulares, evitando así el abuso en cuanto a los costos. Para la reflexión de toda la comunidad planteamos algunas interrogantes: ¿Por qué no todos los docentes diseñan textos escolares que respondan a nuestra realidad y, sobre todo, a un costo accesible para los padres de la ciudad y de la campiña?, ¿por qué permitimos el uso de textos como único centro generador del aprendizaje?, ¿por qué el costo de los textos empleados en las escuelas particulares es diferente a los usados en las del Estado?

Ante estas incógnitas, nos toca como pedagogos estimular a los docentes para la creación de páginas web, blogs, foros, portafolios electrónicos y aulas virtuales, todas de tipo gratuito en donde esas lecturas, actividades colaborativas, videos y redes sociales puedan hacer el mismo papel que un libro de texto la mayoría de las veces costosísimo y fuera del contexto nacional.

Fuente: http://www.panamaamerica.com.pa/opinion/los-textos-educativos-ensenan-solos-1064198

Imagen: http://www.huaral.pe/wp-content/uploads/2011/03/Libros-escolares.jpg

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