Page 3 of 3
1 2 3

Educación superior

Por: Ricardo Paredes

SE ESPERA que el gobierno reenfoque el proyecto de Ley de Educación Superior, excluyendo áreas de disenso y que requieren más trabajo. Debe cuidar de no arriesgar una mirada integral, que comprometiera el desarrollo futuro de la educación superior como un todo.

Especial aprensión surge de la constatación que para un conjunto relevante de instituciones, universidades y CFT e IP son sustitutas para los estudiantes. La mera posibilidad que se excluya del proyecto al sector Técnico Profesional (TP), que se deje para más adelante, una vez resuelto el tema universitario, representa un peligro y que se puede ilustrar en dos áreas, calidad y selección.

Si se introducen criterios diferenciados de calidad para universidades y para instituciones TP, se relegará a la educación TP a una categoría inferior, a la que se le exige menos. Es claro que el sistema de aseguramiento de calidad requiere mejoras, pero la actual concepción de calidad es valiosa al cruzar toda la educación superior. Calidad se entiende como la cercanía que tiene el funcionamiento real de la institución con su proyecto específico, admitiendo diversos proyectos y comparabilidad. Se subentiende que una universidad que investiga es diferente de la que no lo hace y ambas de una institución TP. La calidad de cada proyecto se mide con métricas diferentes, pero es, como en las disciplinas del atletismo, comparable. Por ello, una institución TP que forma personas con alta empleabilidad y remuneraciones, puede ser de mayor calidad que una universidad que promete buena investigación y no la realiza. No es necesario parecerse a una universidad compleja para ser bueno.

También la admisión TP debe entrar en un mismo proyecto, lo que tampoco significa que tengan iguales requisitos. Un proyecto que integre los sistemas de admisión abordaría el problema de exceso de demanda que se exacerba con la gratuidad. Restringir como hoy los beneficiarios imponiendo cuotas al crecimiento por institución, hace que alumnos que no tienen cabida en instituciones que prefieren, sí la tienen en otras menos preferidas, seguramente de menor calidad.

Si el financiamiento estatal para los estudiantes es limitado, no tiene sentido además limitar sus opciones de acceso a las mejores instituciones que puedan absorberlos. Y como, aparte de un puñado de universidades de más selectividad, la sustitución entre instituciones del mismo tipo y entre universitarias y TP es muy alto, un sistema integrado permitiría que los escasos cupos para beneficiarios, se abran en las mejores instituciones.

Finalmente, un sistema integrado de admisión reduciría la incertidumbre para cumplir con las nuevas restricciones al crecimiento. Así, en el sector TP aproximadamente un 2% de los alumnos que se matriculan no asiste nunca a clases porque cambian su decisión posteriormente, cuando otras instituciones definen su proceso.

Separar completamente el proyecto reduciría la eficiencia del uso de los recursos y no le estaría dando a la educación técnico profesional el estatus que requiere el país.

Fuente:http://www.latercera.com/voces/educacion-superior-2/

Comparte este contenido:

Educación superior: cambio de estrategia

Por: Carlos Willamson

EN UNA interesante entrevista en este medio la ministra de Educación, Adriana Delpiano, expresa un reconocimiento, tenue pero perceptible, de que la estrategia de reforma a la educación superior seguida hasta ahora está más cerca del fracaso que del éxito. La ministra señala que “la Presidenta ha sido partidaria de que la reforma (a la educación superior) sea un solo proyecto y hay que volver a discutir si eso es mejor o peor”. Ya es un avance que declare que puede haber sido un error. A estas alturas y luego de ocho meses de tramitación en el Congreso, sin que aún se vean luces para un posible acuerdo parlamentario que apruebe la idea de legislar, la fórmula de enviar un solo voluminoso proyecto, con las complejas aristas de una reforma con aspectos refundacionales, definitivamente, no resultó.
La ministra reconoce que el proyecto entra en detalles propios de un reglamento y requiere de una poda de artículos innecesarios. Y se entienden las razones: el sesgo “controlista” y el sello de la “desconfianza” que impregna todo el quehacer político del actual gobierno lo hacen fácil presa de un estilo que busca dejar enclaves legales que trasfieran mucho poder al Estado y al gobierno de turno, dejando escasos grados de autonomía a las instituciones e incluso invadiendo campos propios de las entidades regulatorias. ¿Qué sentido tiene definir en la ley las categorías de la acreditación o dejar en manos de la Subsecretaría los instrumentos de admisión?

La ministra indica que hay núcleos del proyecto referidos a la institucionalidad, como la Agencia de Calidad o la Superintendencia, “que para nosotros es clave” agrega, que deben quedar sí o sí en la ley, por su importancia para seguir consolidando las bases del sistema. Y tiene razón. Y es posible que en ambos planos se pueda llegar a un relativo consenso si existe voluntad para abrirse a distintas miradas técnicas sobre las atribuciones de ambas entidades.

Pero a la pregunta de qué cree que está entrampando la discusión, señala con franqueza que el punto de la discordia es “el crecimiento de la gratuidad”. Acepta que, por ahora, no se puede avanzar mucho, pero añade que la ley debe dejar diseñado el camino para llegar a la gratuidad universal, objetivo que tal vez no comparte la ministra si nos remitimos a la posición sobre esta materia de Educación 2020, su trabajo anterior, pero su lealtad la lleva a declarar que “la Presidenta tomó un compromiso en materia de gratuidad y el objetivo es cumplirlo”. Pero la ministra sabe bien, porque el ministro de Hacienda le habrá recordado, que cualquier camino hacia la gratuidad universal supone destinar un monto de recursos fiscales que solo una macro reforma tributaria podría allegar. Sin embargo, por largo tiempo no se verá por dónde el país podría embarcarse en una nueva aventura fiscal con mayores gravámenes, sin comprometer aún más nuestro lánguido crecimiento económico y tampoco es entendible que los recursos públicos pagarán en el futuro la educación de los ricos, habiendo tantas y tan urgentes necesidades insatisfechas en los sectores vulnerables.

Con tantas reformas mal diseñadas en un Congreso controlado por la Nueva Mayoría, es de esperar que impere la sensatez para llevar adelante una reforma a la educación superior que excluya de raíz la idea de la gratuidad universal y sus sucedáneos, como la fijación de los aranceles reales y las matrículas, que hoy entrampan la discusión sobre el financiamiento y frenan los avances en materias clave donde hay relativo consenso. ¿No habrá llegado el momento del cambio, Sra. ministra?

Fuente: http://www.latercera.com/voces/educacion-superior-cambio-estrategia/

 

Comparte este contenido:

Información en educación

Por: Diario la Tercera Chile

RECIENTEMENTE se han entregado mayores antecedentes sobre los resultados de la ordenación de establecimientos que llevó a cabo la Agencia de Calidad de la Educación a fines del año pasado. Sin embargo, la información disponible está lejos de cumplir con los requisitos que la ley le impuso a la institución y de los parámetros de transparencia que hoy exige el país.

De acuerdo al artículo 20 de la ley N° 20.529, la Agencia deberá dar “amplia difusión” a los resultados Simce, los otros indicadores de calidad educativa y a la ordenación de establecimientos. Dichas exigencias escasamente son cumplidas, tal como queda en evidencia al revisar el sitio web de la Agencia, donde únicamente se entrega la categoría en la que el establecimiento ha sido clasificado, sin mayor detalle de cómo se llega a dicho nivel de desempeño. Esto priva de información relevante a los apoderados, los medios de comunicación e investigadores interesados en el desempeño del sistema escolar.

Por ejemplo, en medio de la discusión sobre el proyecto de ley de nueva institucionalidad para la educación municipal, es fundamental conocer qué porcentaje de los establecimientos municipales están en la categoría de desempeño Alto e Insuficiente de modo de identificar posibles diferencias en la gestión que se están traduciendo en mejores o peores desempeños académicos y formativos.

Desde el año 2015 se ha incluido una glosa en la ley de presupuesto que, paradójicamente, impide la difusión de información de resultados acerca de las evaluaciones que realiza la Agencia de Calidad. Lo anterior unido con al ánimo de dificultar la elección de escuelas explican gran parte de este problema. Avanzar en mayor disponibilidad de información es esencial para el diseño e implementación de políticas educativas y para que los apoderados puedan ejercer adecuadamente el derecho de elegir el establecimiento educacional de sus hijos.

Fuente:http://www.latercera.com/noticia/informacion-en-educacion/

Comparte este contenido:

OCDE y debate por carga tributaria de Chile

Por: La Tercera

SE HAN interpretado dichos recientes de Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE, como un apoyo a la reforma tributaria llevada a cabo por el actual gobierno. Lo probable, sin embargo, es que Saint-Amans esté siendo mal interpretado a la luz de lo consignado en el último informe de la OCDE sobre la economía chilena (Estudios Económicos de la OCDE Chile Noviembre 2015), donde se indica: “Si bien la carga tributaria general es relativamente baja, el aumento de la tasa del impuesto a las empresas posicionará a Chile entre las jurisdicciones tributarias más altas para las empresas, tras haber sido una de las jurisdicciones más bajas. La evidencia empírica sugiere que las tasas a las empresas son el factor más perjudicial para el crecimiento económico, ya que deprimen los niveles de inversión y reducen la productividad laboral”.

Mal podría la OCDE desconocer lo que estuvo en el centro del debate tributario en nuestro país: mayores impuestos a la renta empresarial, cuando en el mundo éstos disminuyen, desviarían la inversión desde nuestro país hacia otras “jurisdicciones tributarias”; el incremento mismo en la tasa de impuesto a la renta empresarial desde 20%  (y 17% hasta muy poco antes) hasta 27% de las utilidades, restaría recursos para invertir, lo que sería enfrentado con mayor deuda y menor inversión; y, si bien la idea de “eliminar el FUT” finalmente no prosperó, sí se reducía, aunque en magnitud menor, el costo tributario de retirar las utilidades de las empresas, lo que incidiría en mayores retiros y menor liquidez para invertir. Según la misma OCDE, la mantención del elemento básico del FUT, que es mantener en la memoria tributaria lo que se ha pagado como impuesto sobre utilidades en las empresas, para poder descontarlo del pago que recae sobre las personas cuando retiran utilidades, suavizaría el efecto de la reforma: “No obstante, el sistema semi-integrado chileno permite a los propietarios de capitales utilizar el 65% como crédito fiscal de cara a su impuesto a la renta personal”. Como sea, la reforma ha tenido un enorme costo en inversión.

Lo que Saint-Amans sí indicó es que, dado que Chile, en comparación con los países OCDE tiene una carga tributaria más baja, y por otro lado exhibe niveles de desigualdad más elevados, aumentos en la carga tributaria parecen bien orientados. Este es un juicio delicado que puede inducir a errores serios. Tras la reforma tributaria Chile quedaría con una recaudación tributaria, neta de cotizaciones previsionales, entre 21% y 22% del PIB, mientras el promedio para los países OCDE alcanza un nivel entre 24% y 25% del PIB. La comparación en términos de promedios, sin embargo, esconde que aproximadamente un tercio de los países OCDE tendrán una carga tributaria, neta de cotizaciones previsionales, inferior a la de Chile. Y no es claro que pasar del grupo de países con menor carga tributaria al de mayor carga tributaria sea gratis: así se deduce de observar que numerosos países asiáticos, altamente exitosos en materia de crecimiento, no solo tienen cargas tributarias menores que Chile, sino que incluso las han reducido en años reciente.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/ocde-debate-carga-tributaria-chile/

Comparte este contenido:
Page 3 of 3
1 2 3