¿Enderezaremos la educación?

Por:Lydia Perez Horcas.

Con la llegada del verano nos sentimos liberados, la época estival invita a depurarnos, a despojarnos de lo inservible, de lo inútil. De ahí la efeméride de la noche de San Juan y sus tan celebradas hogueras, todo induce a una constante renovación. Es por ello, que durante estas vacaciones he decidido hacer deporte. En mi paseo matutino, escuché como un profesor de autoescuela impelía a su alumno: «endereza, endereza». Ya en el gimnasio mi monitor me corregía: «endereza» la espalda. ¿Y qué hay del primer día de vuelta al cole? Mi jefe de estudios nos aconseja que… «enderecemos» las programaciones lo antes posible. Y yo me pregunto: ¿Qué enderecemos qué y hacia dónde?

A ver cómo enderezo un sistema educativo en funciones hacia una educación en funciones también.

Personalmente, felicito esa iniciativa hacia un pacto nacional en enseñanza, estable e inmune a los cambios de gobierno, pues aunque esta propuesta no es nada que no se haya mencionado otras veces antes, es tal mi desazón que prefiero hacerme la tonta y agarrarme a ese espejismo, a ver si de una vez por todas se reduce ese excesivo partidismo. Las autoridades políticas con competencias en educación no comprenden que ésta afecta a la sociedad y ha de tenerse en cuenta como pilar básico, no como un reclamo electoral (creen que si no cambia la ley con cada partido se le resta prestigio a éste). ¿Será por eso que seguimos manteniendo el liderazgo en cuanto a unos fracaso y absentismo escolar con los que triste e impotentemente ya estamos acostumbrados a cerrar y abrir cursos? Si seguimos así la educación española no alcanzará la calidad que la sitúe en los primeros puestos del informe PISA.

Un gran pacto educativo sería aquel en el que las leyes y el contenido del libro blanco sean propuestas por profesores que son los que realmente conocen la educación, no por grupos de presión ajenos a la realidad, a las peticiones de los docentes y a las necesidades del alumnado en la sociedad actual. Un pacto firme, con leyes de caducidad a largo plazo, donde el tiempo y los resultados nos permitan comprobar lo que es efectivo y lo que no. Los cambios constantes alteran cualquier sistema haciendo que los progresos que se pudieran haber conseguido no sirvan para nada. Un gran pacto educativo… en fin, tengo que despertar de mi estado de ensoñación porque la realidad es bien distinta y lo que hoy por hoy nos encontramos no hay quien lo enderece. Según el acuerdo PP y C´s, la LOMCE (Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa) se va a congelar. Y yo me pregunto, ¿qué queda por poner en práctica? Si desde el 31 de julio tenemos aprobadas las reformas más brutales que afectan al trilingüismo en primaria y reválidas en secundaria y bachilleratos, que si aún no se han llevado a cabo es porque su momento práctico es a final de curso. Y no olvidemos que, a favor de la reválida de 2º de bachillerato, la que si está muerta y enterrada es la PAU (selectividad). Si tampoco hay reválida ¿me puede decir alguien como se va a ordenar la entrada de los alumnos a las diferentes carreras? No, señores, no se puede jugar a maestr@s. Nuestros equipos directivos trabajan, no juegan, muy duro previendo los cambios a tener en cuenta para el siguiente curso y éstos ya quedaron estructurados acorde con los nuevos currículos. Los colegios quedaron organizados, la reválida de 6º a trompicones, la distribución de asignaturas por cursos, buscando especialistas para esto y para lo otro, está todo más que asentado ¿qué es lo que vamos a congelar?

Los maestros empezamos el nuevo curso sin objetivos fijos, libros que pueden volver a cambiarse, el papel de los profesores sin definir, padres perdidos, alumnos cobayas, inseguridad generalizada, desmotivación hacia el papeleo y una ley que será sustituida en 6 meses por otra (según punto 78 del acuerdo). Ya veo abrirse batallas entre el Opus y padres conservadores contra el Papa y los jesuitas. ¡Ay! ¿Qué fue de la E.G.B?

En fin, aún así, no puedo evitar ese pellizco ante el inicio de un nuevo curso escolar, la tan deseada y temida vuelta al cole. El comienzo de un nuevo tiempo, deseando la llegada de otro tiempo, de otra ley que nos permita trabajar por y para nuestros alumnos, arriesgando siempre por la calidad de la enseñanza, del trabajo bien hecho y apostando por la profesionalidad de mis compañeros, porque creo que el enderece sí es posible.

Fuente: http://www.europasur.es/article/opinion/2373248/enderezaremos/la/educacion.html

Imagen: https://juandomingofarnos.files.wordpress.com/2015/11/la-deriva.jpg?w=684&h=511

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