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La audacia en el pensamiento marxista de Samir Amín

Por: Marco A. Gandásegui h.

El gran pensador social, Samir Amín, ha fallecido. Las ciencias sociales han perdido tres figuras insustituibles en el presente año. Primero, el brasileño Theotonio dos Santos, quien inspiró a muchos a estudiar el sistema mundial desde una perspectiva radical. Le siguió Aníbal Quijano, el peruano, quien planteó la ‘revolución cultural’ para darles a los pueblos de la región latinoamericana su propia identidad. Samir Amín era egipcio pero se encontraba muy cómodo trabajando con los sociólogos latinoamericanos.

 

Antes de su muerte, Samir Amín fue entrevistado por Rubén Ramboer. De esa entrevista queremos rescatar tres líneas sobre las cuales desarrolla su obra Samir. En primer lugar, el papel de la audacia en el trabajo de los científicos sociales. En realidad, la audacia tiene que estar presente en toda iniciativa que pretende ser significativa. Más aun, la audacia es un ingrediente imprescindible para superar las contradicciones sociales.

 

Samir Amín se identifica como marxista. ¿Qué es ser marxista teniendo en cuenta que Carlos Marx escribió sus grandes obras hace 150 años? Según Samir, “ser marxista, es partir de dos grandes contribuciones elaboradas por Marx. En primer lugar, la crítica de la realidad. Pero la realidad situada en su época”. Es decir, en la actualidad. No podemos criticar algo que ya pasó o que se sitúa en un futuro desconocido. Señala, además, que “aunque el capitalismo ya no es lo que era, sigue siendo fundamental la crítica del capitalismo”. En segundo lugar, “la crítica de la imagen ideológica del capitalismo. Es decir, de la teoría económica y del economismo”. La ideología de los capitalistas ha creado un conocimiento falso de la realidad: el economismo que proclama el ‘fin de la historia’ y la existencia para siempre de relaciones sociales de esclavitud (asalariada).

 

Sobre estas dos grandes contribuciones elaboradas por Marx, hay casi un consenso sobre la definición actual del marxismo. Samir Amín da un paso adicional que asusta a no-marxistas y neomarxistas. Dice que “ser marxista significa necesariamente ser comunista. Marx no disociaba la teoría de la práctica, de la participación en la lucha por la emancipación de los trabajadores y los pueblos. También significa ser un comunista internacionalista. No es posible cambiar el mundo olvidando a la mayoría de los pueblos, especialmente a los de la periferia”. No queda claro que es ser comunista. Samir Amín aclara que significa estar dispuesto a ‘cambiar el mundo’. Inmensa tarea.

 

Samir habla de ser “neo-marxista”, algo que está de moda en algunos círculos. ¿Se puede ser un nuevo marxista, con nuevas ideas tomadas del pensador alemán del siglo XIX? Los neo-marxistas, dice Samir, “quieren romper con el marxismo histórico. Quieren ir más allá de Marx. (No soy neo-marxista), tampoco me considero “paleomarxista”, es decir, alguien que sostiene de manera incondicional el marxismo histórico, alguien que se convierte en sacerdote del marxismo, que sólo conoce los textos sagrados y los comenta sin fin. Leyendo entre líneas, tratan de encontrar respuestas a los problemas actuales que no se planteaban en aquel momento.

 

Samir Amín también se refiere a China y su aparición en el escenario mundial como nueva potencia industrial. La presencia explosiva del viejo Imperio Celestial ha trastocado la correlación de fuerzas internacional. Poco a poco, ha trasladado el centro del sistema capitalista mundial del Atlántico norte hacia la cuenca del Pacífico.

 

Según Samir, “estamos en un momento histórico en el que la izquierda radical debe ser audaz. Me refiero a la izquierda que está convencida de que el sistema capitalista debe ser superado en su esencia. En el Norte, existen las condiciones objetivas para aislar el capital monopolista, que ejerce su poder también gracias a su clero político y mediático. Esto podría comenzar por una alianza política – no una alianza electoral – y social, que incluyese a la gran mayoría. En las periferias, la audacia consistiría en la formación de un bloque histórico alternativo anticomprador” (anti-rentista).

 

En este punto, Samir se sitúa en el medio del gran debate sobre China. Estará Pekín contribuyendo a la construcción de un mundo nuevo o se estará integrando a la visión global de los centros financieros de Occidente. Según Samir, “los países emergentes, especialmente China, están en el proceso de de-construir los monopolios. Para hacer frente a esto los chinos han escogido financiar la muerte lenta de EEUU apoyando a su déficit. La muerte repentina de un animal de este tipo sería demasiado peligrosa”.

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/195168

 

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Historia de un amor: la juventud y su bandera

Por: Marco A. Gandasegui Hijo

La novela’, de Andrés Villa, es una historia de amor. Presenta la tragedia de un romance, ve derramar sangre y ve levantarse figuras heroicas de la juventud panameña. Es el amor de la juventud por la nación y su símbolo, la bandera. Una bandera siempre en alto, que no acepta ser rechazada o mancillada, objeto de una lucha aún inconclusa en la construcción del proyecto de nación.

El libro también es un reportaje que recoge los acontecimientos de las jornadas de enero de 1964, sus mártires, el combate desigual, la Zona, las calles de El Chorrillo y Santa Ana, así como Calidonia y San Miguel, los cuartos de inquilinato con sus baños comunes, las escalinatas del Instituto Nacional, así como Colón y Antón. Es el orgullo de una generación que grabó para la eternidad: Sin lucha no hay soberanía.

El libro tiene 12 capítulos.

—El primero se llama Bandera. Los panameños nos preguntamos qué hacen los gringos en nuestra tierra. Pregunta que dominó el pensamiento de los panameños a lo largo del siglo XX. —El segundo tiene como título Las balas del buen vecino. La agresión norteamericana refleja su desconcierto. Los gringos no saben, nunca supieron, qué hacían en Panamá. Confundían el sabor a su whiskey, el amor a la guerra y nuestros mártires con un colonialismo artificial, enredado con artificios de progreso.

—El tercer capítulo, llamado 10 de enero, es una ráfaga, precedida por las estrofas de Nacho Valdés: Las estrellas que en ti lucen / nos enseñan el camino. La juventud panameña no solo demostró que su causa era superior a la gringa. También demostró su capacidad para enfrentar al enemigo armado. —El cuarto capítulo, que lleva como título Colón, es un homenaje al pueblo de una ciudad con una historia de luchas y de héroes.

—El quinto capítulo —Panameño, panameño—, descubre el hilo filosófico de la obra, con la frase del compositor Chino Hassan, Mi cholo no quiere chola, que refleja la lucha ideológica que desata el pueblo por conservar su identidad. El sexto capítulo, La lucha desde la Presidencia, presenta, bajo el dardo del poeta Demetrio Herrera Sevillano —Tú siempre dices que sí—, el nerviosismo de una oligarquía gobernante que le teme más al pueblo que al poderoso enemigo usurpador.

—En el séptimo capítulo —Desde el Hotel Tívoli—, el autor describe otro frente de la batalla donde estudiantes, con piedras y palos en las manos, le pelean al enemigo un espacio táctico en la guerra inconclusa por la soberanía. —El octavo capítulo describe los mensajes de muerte enviados desde Washington. Encabeza esta sección Demetrio Korsi, quien grita Panamá fácil, Panamá abierta… / Movimiento. Tráfico. Todas las cantinas… / Y todos los gringos que nos manda Dios.

—El noveno capítulo, que se titula Sucesos, lo abre Pille Collado, con su llanto Mil cruces habrá en la calle / Pero ondeará la bandera. El joven estudiante se mira y se da cuenta de que es como todos los que ha visto protestando en las calles. Somos una Nación, exclama. —En el décimo capítulo, el autor nos lleva a una pequeña ciudad cabecera de un distrito rural, Antón. El país de punta a punta se remece y siente que nace la nación.

El libro cierra destacando cómo la lucha por el Panamá que todos queremos continúa. Una década más tarde —con luchas y enfrentamientos continuos— Panamá negocia unos tratados (1977) que pone fin a la Zona del Canal, a las bases militares y a la presencia de Washington en la administración del Canal de Panamá. Una generación después, en 1989, sin embargo, el Canal fue secuestrado por el mismo grupo que en 1964 decía que la ‘Soberanía no se come’.

Leyendo la obra de Andrés Villa nos sentimos seguros de que la juventud del siglo XXI emulará a los institutores de 1964. Aún falta el paso definitivo: poner la vía acuática y la posición geográfica de Panamá al servicio de un proyecto del pueblo, de la nación panameña. Solo así se asegura que lo iniciado el 9 de Enero culmine con el desarrollo integral del país y la realización de los anhelos de todos los panameños. Solo así se honra la memoria de los mártires y héroes de las jornadas de enero de 1964.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/historia-amor-juventud-bandera/23980559

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República y proyecto de Nación: pasado y futuro

Por: Marco A. Gandasegui Hijo

Hay una pregunta de fondo: ¿Contribuyó la creación de la República —el 3 de Noviembre de 1903— al proyecto de nación de los panameños? La respuesta a la pregunta no la podemos encontrar en el estudio de los personajes o solo en los textos existentes sobre los acontecimientos de aquella fecha. Es necesario someter a un exhaustivo examen la historia centenaria de la República para determinar si hemos avanzado en la consolidación de nuestro proyecto de nación o si, por el contrario, nos hemos estancado o si hemos retrocedido.

En el caso de Panamá, el 3 de Noviembre de 1903 existía un grupo de panameños decidido a hacer realidad un proyecto de país que le permitiera a esa elite tomar plena posesión de la ruta de tránsito y disfrutar de su enorme potencial económico. Hemos usado el término ‘proyecto de país’ y no proyecto de nación, ya que no está muy claro si estas eran las intenciones de los próceres. Ricaurte Soler calificaría a este grupo social separatista como ‘clase antinacional’.

El proyecto de emporio comercial de los conspiradores del 3 de Noviembre fracasó. EE.UU. tomó posesión de la posición geográfica y de la ruta de tránsito. Pero los ‘próceres’ dejaron las bases para construir la República. Otros grupos sociales iniciaron la lucha por la recuperación de la ‘soberanía’ perdida y por el ‘proyecto de nación’. Así lo entendió Diógenes de la Rosa, quien le planteó al país la necesidad de dejar atrás las pequeñeces del debate en torno al 3 de Noviembre y que comenzáramos todos a construir la nación panameña. Con más pesimismo, también lo planteó Roque Javier Laurenza.

En más de cien años de República hay que preguntarse nuevamente, como lo hicieron De la Rosa y Laurenza: ¿tenemos la capacidad para dirigir a un pueblo dispuesto a caminar hacia la consolidación de un proyecto de nación? La respuesta es afirmativa. Por un lado, persisten las dudas sobre las circunstancias que marcaron el nacimiento de la República el 3 de Noviembre de 1903. Por el otro, hay que decir con claridad y fuerza que en los cien años de República se han despejado las dudas sobre la existencia de un pueblo panameño que impulsa un proyecto de nación en permanente proceso de construcción.

Hay que mencionar tres hitos en la lucha por constituir el proyecto de nación de los panameños. En primer lugar, el rescate de la República producida por los liberales populares encabezados por Belisario Porras. La alianza entre el arrabal de Santa Ana y los pequeños agricultores de Azuero le dio vida nacional al país y recompusieron los pedazos dejados por el fracaso de los conspiradores de 1903. En segundo lugar, la reincorporación a la nación por parte de la llamada pequeña burguesía de Acción Comunal y el liderazgo posterior de su caudillo Arnulfo Arias.

Tercero, el populismo de Omar Torrijos que creó un amplio abanico social que incluyó a la clase obrera, las organizaciones campesinas y los empresarios nacionales. Las luchas estudiantiles y la gesta del 9 de Enero sirvieron de antecedente e inspiración para que la alianza populista recuperara la soberanía perdida.

La alianza de estas cuatros clases sociales —empresarios nacionales, capas medias, obreros y campesinos— le permitió a la nación negociar el fin de la colonia norteamericana en territorio panameño, la evacuación de las bases militares y la transferencia del Canal.

No existe, en la actualidad, claridad sobre qué grupo social debe encabezar el país. La alianza entre las cuatro clases sociales que logró negociar con éxito los Tratados Torrijos-Carter parece haberse desvanecido. Los campesinos y obreros, que identificaron su proyecto de nación, se encuentran a la defensiva. Los empresarios han perdido el ímpetu y, a la vez, el discurso nacionalista que los caracterizó durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX. Regresaron al poder, a fines del siglo XX, los conspiradores del 3 de Noviembre de 1903, sin proyecto de nación, protegidos por las bayonetas norteamericanas.

Este grupo, formado por conspiradores y especuladores, toma decisiones sobre el país, sin proyecto de nación. Sus flancos están abiertos a los ataques tanto externos como internos. En este 3 de Noviembre corresponde a los panameños reflexionar no solo sobre el pasado de la República, sino también sobre el futuro de la Nación.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/republica-proyecto-nacion-pasado-futuro/23969060

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Peligro de colisión entre Panamá y EE.UU.

Por: Marco A. Gandasegui Hijo

Los intereses del centro financiero norteamericano, asentado en Manhattan, con sus ramificaciones globales, así como los intereses políticos de Washington, no son ajenos a las publicaciones que aparecen con regularidad en el diario The New York Times ( NYT ). Panamá y los demás países del mundo son caricaturizados sistemáticamente por el establishment que persigue mistificar y tergiversar sus oscuras operaciones financieras que subdesarrollan cada vez más a los pueblos del mundo.

Hace poco la USAID (agencia del Gobierno norteamericano por sus siglas en inglés) y otros destacaron los ‘papeles’ de la firma de abogados Mossack-Fonseca con sede en la ciudad de Panamá. Después el Departamento del Tesoro de EE.UU. sacó a relucir las sospechas en torno al grupo económico Waked que fue incluido en la ‘Lista Clinton’. Más recientemente, NYT sacó todos los trapos sucios de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y de la ampliación del Canal de Panamá (y de paso del país).

El artículo está lleno de ‘medias verdades’. Es la misma mano institucional que redactaba las notas del NYT atacando a Noriega (1987-1989), contra la política internacional de Torrijos, sobre la insurrección estudiantil en enero de 1964 y podemos seguir acumulando ejemplos que se remontan al siglo XIX.

El artículo que aborda las contradicciones que caracterizaron la ampliación del Canal pretende disminuir la importancia de la ampliación del Canal de Panamá y aprovecharse de las debilidades que rodean la magna obra. Para comenzar, el grupo que ganó el contrato para la construcción de las esclusas. Para terminar, la composición de la junta directiva de la ACP de dudosa reputación. Pasando por las dudas sobre la ingeniería de las nuevas esclusas. Entre medio, todos los rumores que circulan entre los trabajadores que le dan un sabor picante a la presentación periodística del NYT .

Los banqueros de Wall Street, que siguen sintiéndose dueños de la vía interoceánica, enfrentan grandes competidores tanto en el plano global como en el Istmo. Este último muy debilitado, casi fuera de combate. En primer lugar, la comunidad internacional quiere ver un Canal capaz de satisfacer las demandas comerciales de los países de las cuencas de los dos océanos más grandes del mundo. Ocupa la vanguardia en este sentido el segundo usuario más importante de la vía interoceánica: la República Popular China. Sus exportaciones (precisamente a EE.UU.) dependen en casi un 25 por ciento del Canal de Panamá.

El otro es el Gobierno panameño, ausente e incapaz de enfrentar con algo de inteligencia (información) la ofensiva de EE.UU. Panamá fue invadida militarmente por EE.UU. en 1989 y desde entonces no tiene autonomía alguna frente a las políticas de Washington.

Si la elite panameña no reacciona con inteligencia a los ataques norteamericanos a corto plazo, tendrá que enfrentar una crisis similar a las muchas conocidas en los últimos 160 años de historia. Las crisis representan peligros (riesgos), pero también oportunidades. ¿Qué oportunidades puede aprovechar Panamá?

Hay varias salidas a la encerrona que monta EE.UU. contra Panamá y su oligarquía inoperante y de paso a todos los panameños. La primera es que algún sector —la elite parece no tener esa capacidad— pueda unir a los diferentes sectores sociales del país en torno a un objetivo claro y preciso que identifique un proyecto nacional.

La segunda, es reunir a los países de la región en una conferencia o alianza que someta a un análisis cuidadoso las relaciones entre Panamá y EE.UU. Estrategia parecida a la ‘vía torrijista’. O la propuesta por el libertador Simón Bolívar en 1826, quien convocó en la ciudad de Panamá el Congreso Anfictiónico con plenipotenciarios de todas las repúblicas recién independizadas.

Tercero, llevar el problema (con la inteligencia que lo sustente) a la ONU donde países como China y otros tendrían una voz que le permitiría a Panamá enfrentar a EE.UU. con algo más de oportunidades que en el presente.

Los norteamericanos y su portavoz, el NYT , saben que la oligarquía panameña está dividida y en esta coyuntura se pelean los pingües negocios del puerto de Corozal en la entrada sur del Canal. La miopía solo les permite ver el brillo del oro que representan las tierras que colindan la vía acuática. No se percatan de que existe todo un país y su población deseosa de trabajar y construir una nación que beneficie a las futuras generaciones. La oligarquía tiene que ceder su lugar frente al timón antes que sea muy tarde.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/peligro-colision-entre-panama-eeuu/23967921

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La muralla de la paz

Por: Marco A. Gandásegui, Hijo

Hay murallas que se construyen para la paz. Esa es la muralla de Nicolás Guillén (1902-1989), poeta cubano, quien cantó para que todas las manos se juntaran y evitaran la guerra. Su plegaria pretendía unir a los pueblos del mundo. La muralla ha sido grabada por el grupo chileno Quilapayún, así como los españoles Ana Belén y Víctor Manuel. Son muchas las murallas que por mala fortuna han sido levantadas para la guerra. Así es la muralla que pretende construir Trump para separar los pueblos que viven a orillas del río Grande, entre México y EE.UU.

Según Trump la muralla que se construiría entre EE.UU. y Mexico tendría una extensión de 1600 kilómetros y un costo de 8000 millones de dólares. El especulador norteamericano asegura que esa cantidad es una ‘cantidad muy pequeña comparada con el dinero que EE.UU. pierde con México ‘.

Trump asegura que México pagará la construcción de la muralla si gana las elecciones en noviembre. Según un diario de la capital mexicana, ‘como es habitual en las promesas electorales del candidato a la Casa Blanca, los números no encajan y a veces son mentiras ‘. A pesar de las amenazas de Trump contra los empresarios norteamericanos que inviertan en México, muchos no le hacen caso a su proyecto de muralla. La segunda empresa de automóviles de EE.UU., la Ford Co., anunció que va a invertir 1600 millones de dólares en una nueva fábrica en la localidad mexicana de San Luis Potosí, que dará empleo a 2800 personas, casi todas mexicanas.

Como es habitual en las promesas electorales del candidato a la Casa Blanca, los números no encajan, y algunos de ellos son mentiras. Las grandes multinacionales de EE.UU. no le están haciendo mucho caso.

El Gobierno mexicano pagaría la muralla, según Trump, en tres pasos. El ‘primer día ‘ en la Casa Blanca, el magnate exigirá que los ‘extranjeros ‘ que residan en EE.UU. presenten pruebas de su residencia legal para realizar transferencias de dinero fuera del país.

El ‘segundo día ‘ de su presidencia, asegura Trump, México elevaría una protesta diplomática por la medida anunciada. ‘En el tercer día ‘ de su presidencia, Trump exigirá al Gobierno mexicano que pague una cantidad indeterminada de miles de millones de dólares para construir el muro. Si no lo hace, Trump le prohibiría a los mexicanos indocumentados transferir fondos a sus familias. Los asesores de Trump dicen que los mexicanos en EE.UU. envían a su país 24 000 millones de dólares anuales en remesas. El monto ‘actúa como una red de protección social en México ‘.

De antemano, Trump anuncia la guerra. Hay una masa electoral en EE.UU. que apoya la guerra. Por esta razón hay mucho miedo en el mundo.

Los pueblos latinoamericanos luchan por la paz. El pueblo norteamericano también. Pero hay ‘alacranes y ciempiés ‘ que quieren tomarse el poder político (entre ellos candidatos como Donald Trump o golpistas más al sur) para separar los pueblos y hacer la guerra.

A diferencia de los guerreristas como Trump, los latinoamericanos sabrán abrirle la muralla ‘al corazón del amigo ‘. También hay ‘rosas y claveles ‘ a las cuales la muralla les abrirá paso.

Lean más abajo La muralla de Nicolás Guillén, adaptada a Trump.

Para hacer esta muralla / tráiganme todas las manos. / Los negros, sus manos negras, los blancos, sus blancas manos. Ay, una muralla que vaya… desde la playa hasta el monte / desde el monte hasta la playa, bien / allá sobre el horizonte. ¡Tun, tun! / ¿Quién es? / Una rosa y un clavel… / ¡Abre la muralla! ¡Tun, tun! / ¿Quién es? / El sable de Trump … ¡Cierra la muralla! ¡Tun, tun! / ¿Quién es? / La paloma y el laurel… ¡Abre la muralla! ¡Tun, tun! / ¿Quién es? / El alacrán y el ciempiés de Trump … / ¡Cierra la muralla! Al corazón del amigo, abre la muralla / al veneno y puñal de Trump , cierra la muralla; Al mirto y yerbabuena, abre la muralla / a la serpiente d e Trump , cierra la muralla; Al ruiseñor en la flor, abre la muralla… Alcemos una muralla, juntando todas las manos; los negros, sus manos negras. Los blancos, sus blancas manos. Una muralla que vaya / desde la playa hasta el monte / desde el monte hasta la playa, bien / allá sobre el horizonte…

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/la-muralla-de-la-paz/23960023

Fuente de la imagen: http://www.spain.info/es/que-quieres/arte/monumentos/lugo/murallas_de_lugo.html

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Sociólogos reconocen los derechos de la naturaleza

Centroamérica/Panamá/19 de Agosto de 2016/Autor: Marco A. Gandásegui/Fuente: La Estrella de Panamá

Los informes sobre el calentamiento global se apilan sobre los escritorios de presidentes y asesores, quienes no levantan un dedo para leerlos o ponerlos en práctica. En la ONU se firman tratados para defender el futuro de nuestras vidas, en el marco de la naturaleza que cada día se hace menos habitable.

Este tema atrae mucha atención. El XV Congreso Nacional de Sociología no es la excepción. El encuentro —del 24 al 26 de agosto en la Universidad de Panamá— tendrá 8 mesas y 23 ponencias dedicadas a los ataques que sufre el ambiente en todo el planeta. Casi todas las ponencias se refieren a la realidad panameña y la falta de un instrumento que permita a todos los panameños contribuir a detener el deterioro y destrucción de la naturaleza. Al contrario, las leyes que salen de la Asamblea Nacional y las políticas públicas del Ejecutivo estimulan las inversiones (nacionales y extranjeras) para destruir las comunidades, los ríos, los bosques, las playas, los mares y el aire, entre otros.

En una de las mesas, el sociólogo Florencio Díaz presentará un mapa de los conflictos sociales generados por la ofensiva de los inversionistas contra la naturaleza y, de paso, contra las comunidades en todo el país. En la misma mesa, otro sociólogo, Jesús Alemancia, analizará los aportes negativos de la minería en Panamá. No existen en Panamá instancias que controlen la actividad minera (especialmente de la gran minería) y las regulaciones son letra muerta.

La socióloga Nilva Góngora coordina una mesa del Congreso que se hace la pregunta: ‘¿Tiene derechos la naturaleza? ‘. Ha llegado el momento (estamos bien atrasados en esta materia) para definir el país que quieren los panameños. El mismo no excluye, obviamente, la naturaleza. Según un ponente que participará en el Congreso, Richard Morales, ‘revertir esta situación implica asumir un nuevo paradigma de la política, donde reconozcamos la condición de sujeto de la naturaleza y, por ende, sujeto de derechos ‘.

La mesa sobre ‘Ambiente y ordenamiento territorial ‘ nos acerca a los conflictos creados por los Gobiernos que utilizan la legislación para despojar a los sectores sociales más débiles de sus viviendas y de sus tierras. Es el caso de la populosa comunidad de Juan Díaz, en el extremo oriente de la ciudad de Panamá, que poco a poco es empujada al exterminio por grandes capitales que, a su vez, están destruyendo el manglar que durante siglos ha protegido a la ciudad de Panamá. Igualmente, el Congreso abordará la destrucción de los bosques en una ponencia de Carlos Gómez.

El XV Congreso de los sociólogos panameños también examinará la experiencia de los últimos 40 años en las llamadas áreas revertidas. Las comunidades de la antigua Zona del Canal eran consideradas por los especialistas como ‘ciudades jardines ‘. En papel los políticos y empresarios prometían conservar ese ambiente. En realidad, sin embargo, la corrupción y el desgreño administrativo han acabado con aquellos planes que fueron sueños que se esfumaron. En la mesa, coordinada por la socióloga Amelia Sanjur, se analizarán las experiencias de 40 años ‘de luchas, acciones de protesta, propuestas de los ciudadanos en la toma de decisiones y gestión sobre el ambiente en las áreas revertidas ‘. La economista Charlotte Elton dice que ‘las luchas aseguran el funcionamiento de la vía acuática, así como la calidad de vida de toda la población urbana de la región interoceánica ‘.

Aunque los Gobiernos panameños no definen una política ambiental que promueva el turismo, la Universidad de Panamá tiene dos escuelas de turismo. El profesor Fernando Aparicio coordina un grupo de cuatro estudiantes con sus ponencias para desarrollar un turismo histórico. La primera versa sobre la Feria de Azuero, seguida por una ponencia sobre la fiesta religiosa de Corpus Cristi y dos más sobre las actividades artesanales de La Arena y Mariabé, respectivamente.

Lo que se enseña en la Universidad contrasta con el turismo sexual que actualmente permiten las autoridades panameñas. Según la lógica económica de algunos funcionarios, el sexo, los casinos y las drogas son mejores atractivos turísticos que nuestra cultura, nuestras playas (secuestradas) e, incluso, el Canal de Panamá. Concepción peligrosa y antinacional.

El Congreso también contará con una mesa sobre Ecología política, coordinada por Guillermo Castro H., especialista en esta materia. El evento contará con 40 mesas de trabajo y 120 ponencias. El público en general está invitado para participar en todas las actividades programadas.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/sociologos-reconocen-derechos-naturaleza/23954397

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Educación Sexual

Centroamérica/Panamá/12 de Agosto de 2016/Autor: Marco A. Gandasegui/Fuente: Filosofía y Sociedad Panamá
En Panamá se ha desatado —a buena hora— un debate sobre la educación sexual en las escuelas del país. La discusión gira en torno al proyecto de ley que está en la Asamblea Nacional y a las guías sobre educación sexual que prepara el Ministerio de Educación. Los defensores de la iniciativa legal y de la educación sexual presentan sus alegatos sustentados en las nociones de la ‘modernidad ‘ que se introdujeron en el mundo en el siglo XIX. (Cualquiera diría que en Panamá estamos un poco atrasados. Pero bienvenido el debate). La modernidad sostiene que las relaciones sociales deben basarse en nuestra capacidad de razonar. Esto criterios deben superar las supersticiones que predominan en las llamadas sociedades ‘tradicionales ‘. Para justificar este concepto de ‘modernidad ‘ se hace alusión a los avances de la ciencia y de la tecnología.
Hay otros que defienden la educación sexual sobre la base de las grandes transformaciones que caracterizan la sociedad panameña. Se destaca entre estos cambios el hecho de que Panamá ya no es una sociedad rural y se ha convertido en un país urbano. La economía agrícola se ha convertido en una economía de ‘servicios ‘ con todos los males de la flexibilización y la desregulación asociados con ese modelo de crecimiento.
Hasta hace poco se pensaba que, en la medida que desaparecía la familia campesina, con sus valores muy definidos y consolidados, sería reemplazada por la familia obrera, conservadora de valores asociados con la educación, el trabajo y el control en el hogar. La expansión de la familia obrera (clase media consumidora) se truncó a fines del siglo XX, resultado de las políticas económicas de una clase dominante devoradora e irresponsable. Como consecuencia, en Panamá tenemos una familia desintegrada. Mientras había una familia campesina o una familia obrera, con sus diversas instituciones sociales, existía una estructura dentro de la cual la educación sexual de los adolescentes y jóvenes se desenvolvía. En la actualidad, sin embargo, con una mayoría de las familias desintegradas, la educación sexual se limita a sectores muy limitados.
La elite conforma el uno por ciento de la población. Las llamadas capas media otro 20 %. Los sectores vulnerables —familias sin empleo formal, sin seguridad social, hijos “ni-ni “ (ni educación, ni trabajo), representan casi el 80 % de la población.
La legislación sobre educación sexual tiene que contemplar este contexto desfavorable. Hay que reorientar la política económica vigente en el país para que contribuya a la consolidación de la familia. Incluso, algunos economistas neoliberales que diseñan las políticas públicas reconocen sus errores y declaran su disposición a introducir reformas.
Quienes se oponen al proyecto de ley que reposa en la Asamblea Nacional no son muy coherentes. A pesar de ello, tienen un fuerte apoyo de fuerzas conservadoras que se refugian en antiguas posiciones de la Iglesia Católica y en los intereses de muchas congregaciones evangélicas.
Quienes atacan la ley señalan dos puntos importantes que deben ser considerados. Por un lado, se preguntan con razón ¿quiénes son los responsables en materia sexual en las escuelas y colegios? ¿Son educadores formados en la materia o serán improvisados? En la actualidad, hay muchos maestros en ‘escuelas ranchos ‘ (en ciudades y en el campo) que dan múltiples materias a un número plural de grupos. Además, las tasas de deserción crecen anualmente. ¿Quién atiende las necesidades de estos jóvenes que no tienen orientación en sus hogares y no asisten a la escuela?
Por el otro, hay grupos que dicen que el proyecto de ley está promoviendo un ‘negociado ‘ entre funcionarios y empresas norteamericanas que se dedican a los programas de ‘control de la natalidad ‘ a escala mundial. Sin duda es un negocio multimillonario del cual Panamá no debe ser víctima. Si existe esa percepción es porque en algún momento se produjo un incidente que lo justifique. Lastimosamente, todos los Gobiernos recientes han sido y son acusados de corrupción, aceptando propuestas ilícitas de empresas nacionales y extranjeras.
El Gobierno y los legisladores tienen que enfocar el problema de la educación sexual teniendo en cuenta la realidad del país. También tienen que borrar cualquier percepción de negociados o de improvisaciones. Hay sectores —minoritarios— que se oponen a que la juventud tenga todas las oportunidades que le ofrece el enorme potencial de Panamá. El colapso del sistema educativo, en general, y la falta de educación sexual, en particular, son parte de un mismo problema.
Fuente: http://filosofiaysociedadpanama.blogspot.com/2016/07/educacion-sexual-por-marco-gandasegui.html
Fuente de la imagen: http://www.laizquierdadiario.com/Contradicciones-de-la-era-K
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