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La formación de docentes en la nueva agenda educativa internacional

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El tema de la formación de docentes se ha venido discutiendo en forma circular a partir de ideas y de propuestas cargadas de lugares comunes o de propuestas provenientes del sentido común. Incluso los contenidos de la reforma en cuanto a la formación docente, no han permitido avanzar en cuanto a planteamientos, propuestas, e ideas que fundamenten los cambios que están por venir. Es más, no se han definido los campos a los que se aspira en este campo específico del desarrollo educativo.

La formación requiere un nuevo formato, que defina las formas y los contenidos de lo que se desea hacer y hacia donde se quiere llegar. En este sentido hay una serie de situaciones que se van engarzando a partir de una serie de ideas y de propuestas que tienden a conformar una agenda pública que debe atenderse desde las diversas instancias encargadas de las tareas de la formación. Dentro de esta agenda destacan asuntos como los siguientes:

  • Garantizar el acceso y la justicia educativa para todos y todas.
  • Disminuir las brechas del aprendizaje y crear un verdadero esquema de equidad que respete las diferencias y la diversidad social concretada en lo educativo.
  • Virtualizar algunos aspectos ligados con la formación y continuar con la presencialidad en cuanto a aquellos elementos que son necesarios para garantizar el cumplimiento de objetivos y metas. Pero aprovechar las nuevas tecnologías como aliado y complemento de las propuestas de formación y no a la inversa.
  • Atender los complejos problemas de convivencia, de violencia al interior de los espacios escolares.
  • Legitimar de mejor manera la figura de los y las educadores de tal manera  que su trabajo esté atravesado por un esquema claro definido desde la profesionalidad.
  • Conocer las trayectorias de vida de los sujetos y responder a ellas con respeto y claridad a partir de trazar objetivos de nuevos horizontes culturales a los que se aspira llegar.
  • Problematizar de mejor manera el encuentro educativo y la educación de los docentes al de y con los otros.
  • Conocer los nuevos formatos de desarrollo social y psicológico de los sujetos que nos ayuden a explicar a las infancias, adolescencias y juventudes que han nacido y se han desarrollado a partir de las reglas y desafíos del tercer milenio.
  • Garantizar la generación de una nueva narrativa que permita escribir las nuevas del nuevo esquema y rescate las nuevas experiencias en formación docente.

La formación entonces debería responder a los nuevos retos y desafíos de la sociedad, para ello se requiere dos requisitos básicos:

  1. Conocer y manejar los textos y las sugerencias clásicas en el campo de la formación (las portaciones de G. Ferry, B. Honoré, Filloux, etc.).
  2. Solidificar una metodología basada en la acción, en el conocimiento de las prácticas que se cruce a la formación de los nuevos docentes.

El campo de la formación por ultimo requiere que contribuya al trazo de los rasgos del nuevo rol, perfil e identidad de los docentes del siglo XXI, en esto tal vez no estaríamos pensando en un sólo formato sino en una gama amplia que permita responder favorablemmte a la demanda. Requerimos que los nuevos docentes discutan su profesión y hagan acotamientos pero respaldados con un mínimo de soporte teórico y metodológico. La profesionalidad ayuda en todo ello. Y para ser congruente a partir de la pregunta de ¿Quién forma a quién? Esto no debe llegar de afuera es un proceso que les toca a los propios formadores formarse para ayudar a otros a formar.  La tarea es difícil, debemos comenzar ahora.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-formacion-de-docentes-en-la-nueva-agenda-educativa-internacional/

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La crisis para pensar la educación. La educación para pensar la crisis

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Crisis y educación han sido dos conceptos que se han asociado y han caminado en paralelo en los últimos años. Crisis de la educación, educación de la crisis. Bajo dicha intersección conceptual puede decirse que hemos sido testigos de una serie de cambios y recambios del llamado movimiento pedagógico contemporáneo.

Por un lado se habla del concepto de crisis para referirse a un estado de perdida, de vacío, de cambios en donde hay pérdida de control sobre las cosas: “crisis de valores”, “crisis en la familia”, “crisis en la convivencia” y cerramos con “crisis de la educación y de sus propuestas”. Educar en la crisis paradójicamente se asocia a tener que remar contracorriente, se trata de pensar en la seguridad de que habrá escasez de recursos, pocos apoyos, dificultades en el reconocimiento de las acciones y las tareas, dificultades en la disposición de los sujetos y las personas para involucrarse en las propuestas de trabajo, etc. La conclusión a la que se llega, es qué se trata de generar propuestas para superar la crisis, para salir de la crisis. La paradoja del presente es que la crisis que ha dado origen a las propuestas pedagógicas es para superar la propia crisis que les dio origen.

Por otra parte en distintos círculos académicos de habla de que la educación está en crisis, que hay un agotamiento del discurso pedagógico para referirse al análisis de las prácticas educativas, del currículo, de la formación de docentes, etc. La educación se encuentra estancada en modelos y conceptos que datan de hace 100 años o más y que es necesario modificar su abordaje y construir nuevas formas de nombrar a las cosas que están apareciendo recientemente. La crisis de la educación es atribuida a tres factores:

  1. a) A la falta de capacidad de los teóricos e investigadores en el campo, para generar mejores formas de entender los complejos problemas educativos del presente.
  2. b) Debido a que el agotamiento educativo se integra de componentes duros (estructurales) que le impiden romper el paradigma y construir uno nuevo.
  3. c) A que en la esfera de la política pública existe un clima de poca disponibilidad por parte de los agentes para permitir dinamizar las formas de hacer educación.

De esta manera la crisis de la educación (en su teoría y en sus prácticas) está asociada a otras muchas crisis del pensamiento social y pedagógico contemporáneo, esta tendencia de recurrir a los clásicos es debido a que no existe un discurso o una serie propuestos que los superen, a partir de los aportes del presente.

Lo más lamentable es que la crisis no está sirviendo para avanzar sino para seguir estancados, es decir, seguimos atorados en un punto tal del cual se generan conformismos, estancamientos y zonas de confort que a nadie benefician.

Es necesario generar un nuevo dispositivo pedagógico que nos permita pensar y conocer de mejor manera la crisis por la que atravesamos, para establecer un uso critico de sus componentes y saltar a un mejor estadio de desarrollo humano social y educativo. ¿Cómo? Comprometiendo de mejor manera a los y las educadores, para que piensen más a fondo acerca su tarea: acerca de los cómo y el qué y el para qué de su tarea. Para lograr una mayor claridad acerca de sus intenciones y de las implicaciones de las acciones que realizamos. Me parece que es la mejor manera de salir adelante de una crisis que nunca pedimos y que tal vez tampoco necesitamos.

En el esferas del gobierno la administración de la crisis en educación ha sido minimizando sus implicaciones y desconociendo sus causas. La crisis (tal como la padecemos hoy en día) es profunda ha tocado todas las aristas del sistema y las salidas (a modo de paliativo), no han servido para mitigar sus efectos.

Necesitamos recuperar la mística y la vocación desde los y las educadores, ellos y ellas tal como ha sido a lo largo de la historia son la única ventana que permitirá encontrar una mejor alternativa de acción. El mes de mayo es el tiempo del magisterio, de su fecha de referencia y de las movilizaciones que le acompañan ojalá y pronto se inicie un verdadero movimiento pedagógico pensado en salir de esta crisis con la que llevamos mucho tiempo a cuestas.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-crisis-para-pensar-la-educacion-la-educacion-para-pensar-la-crisis/

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La educación en México. El Modelo Educativo que México necesita

Miguel Angel Pérez

Como parte del estilo personal que he asumido para hacer investigación, y en dicha tarea en donde fusiono a academia y la profesionalidad, me gusta mucho propiciar el hecho de que circule la palabra, escuchar las diversas voces aun las discordantes, las que están y no están de acuerdo, en todo ello las voces de los niños y niñas, docentes, asesores de escuelas, directores, padres y madres de familia son importantes, pero dichas voces paradójicamente no las encuentro en mal llamado Nuevo Modelo Educativo (NME versión 2017).

Las voces de los actores, de los usuarios, de los agentes y de todos aquellos y aquellas que se vinculan de cierta manera con la educación, no aparecen por ningún lado, no son voces activas, pero tampoco, son voces pasivas. Me pregunto entonces ¿a quién o para quién va dirigido el NME 2017?

Pareciera que más que un documento de política pública para el sector educativo cuya ruta de acción está pensada en el establecimiento de una serie de condiciones de sensibilización, convencimiento y legitimidad con los agentes educativos, más bien pareciera que es una especie de monólogo, que va dirigida (como efecto bumerang). Es un documento dirigido a la propia SEP para entender-sé qué es lo que quiere, qué es lo que busca, a partir de poner en juego todo lo que no-entienden.

Si bien a la década de los 80 se le ha definido como la década perdida en educación en el mundo, (Tedesco) los últimos dos sexenios en nuestro país (Calderón, Peña Nieto) son los dos sexenios perdidos en educación. La cúpula de la SEP sigue empecinada en escuchar y en intentar entender que pretende la OCDE, que sugiere el Banco Mundial, que establece el FMI. Pero jamás se han detenido a pensar qué quieren los mexicanos para la educación de los y las mexicanos.

Las voces de los actores, no están en la misma sintonía acerca de lo que pasa en la Secretaría que regula su trabajo sin bien es cierto que predomina la queja, el reclamo la inconformidad pero también y de manera embrionaria también hay propuestas y en ello la SEP no se ha querido detenerse para escuchar y pensarse hacia la mejora. En una lista de asuntos nuevos: el incremento y la intensificación de las cargas de trabajo, las nuevas dificultades para atender a los nuevos niños y jóvenes, para engancharlos en el trabajo escolar a partir de mirar solo a los nuevos, el celular, las tabletas, y las consolas de video juegos. El formato educativo en el que nos hemos desarrollado ha quedado rebasado, la demanda educativa exige arribar a un esquema de actualización de los y las educadores actuales y los que vengan.

El modelo educativo 2017 es una serie de sugerencias que sólo se ventilan por la superficie del sistema, lo que está debajo o lo que está en el fondo no se toca, tal vez porque ni siquiera conocen que existe un fondo del sistema al cual debieran atender.

Hacer circular la palabra y entender el sentido de las voces de los miles de actores educativos, nos obliga a generar un corpus significativo en donde reside el embrión de la verdadera reforma. Otro aspecto impórtate es gestionar la reforma pero no desde los espacios autoritarios de poder, sino desde las periferias, desde los márgenes del sistema, ahí en donde estamos los miles que hacemos la educación.

El modelo educativo que se construye desde los márgenes del sistema es el verdadero modelo en que trabajan, piensan y se ocupan miles de mexicanos, dicho modelo requiere legitimidad y visibilidad. Esa es la tarea, ese es el camino y el compromiso y el tiempo que viene que no deberá perderse nunca más.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/la-educacion-en-mexico-el-modelo-educativo-que-mexico-necesita/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2017/03/C60dM4OVoAQjZI0-768×576.jpg

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¿Qué hacen para que algunos sistemas educativos sean exitosos?

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Recientemente ha aparecido el número 1 de la revista Reformas y Políticas Educativas (RPE), revista trimestral editada por el Fondo de Cultura Económica (FCE). De dicho número me llamó la atención el artículo titulado ¿Qué tan útiles son las experiencias de los Sistemas Educativos de Alto Desempeño? De Wong Ee Lee, Ee Long Lo y Sin Kong Lee. En dicho artículo se trata de vincular la experiencia acumulada de los sistemas educativos llamados de alto desempeño con lo que otros autores les llaman “sistemas exitosos” con relación a los que no lo son.

Los autores mencionados hacen un recuento (a manera de un estado del arte) con la finalidad de sistematizar la literatura en el campo de los llamados sistemas de alto rendimiento. Dichos autores comienzan rastreando el origen de dicho fenómeno y esto se coloca a partir de generar algunos estándares de desempeño, no solo en el comparativo nacional sino incluso en el ámbito internacional.
Los países con sistemas de alto desempeño (SAD), comienzan modificando algunas prácticas y bajo el reconocimiento de generar cambios de paradigmas de aquellos modelos que no están operando satisfactoriamente.

Otro par de rasgos tiene que ver con la posibilidad de destinar mayores recursos al sistema bien administrado, junto con la certeza de propiciar la autonomía en el funcionamiento del propio sistema.

Otro aspecto es cómo se resuelve el dilema entre ¿igualdad o excelencia? Los recursos casi siempre escasos deberán distribuirse de tal manera que se aprovechen equitativamente pensando en “los que menos tienen pero más necesitan” y dejando de lado a otros sectores importantes, avanzados y de alto rendimiento, que deberán ceder un poco o sacrificarse por los demás. De esta manera, el sistema no se escinde en esos dos rubros: equidad e igualdad de oportunidades versus excelencia, alto rendimiento y productividad.

Para el caso nuestro habría que agregar tres elementos más que se suman este paradigma de SEAR (sistemas educativos de alto rendimiento).

a) La elite política y los tomadores de decisiones si se dejan ayudar a través de instancias que garantizan la correspondencia entre sociedad, científicos e investigadores junto con la esfera de la clase política. Se introduce la figura de comunidad educativa en la perspectiva de la gestión de un proyecto común.
b) Los recursos, debido a su carácter público son transparentes y muy bien administrados, tratando de distribuirlos de la manera más equitativa.
c) Se valora mucho a los sujetos que operan o que hacen funcionar el sistema: los docentes de escuela, los administradores, los gestores, los asesores, incluso los padres de familia y otros usuarios, complementan al sistema en su funcionamiento, pero en todo ello los educadores son altamente valorados, de tal manera que todo cambio o de todo ajuste que se haga como cambio del sistema son consultado en todos ellos para generar consensos. De esta manera, el sistema tiene un mejor curso de acción debido a la correspondencia existente entre la clase política con la sociedad civil en general.

El primer elemento para convertirse en un sistema educativo de excelencia es la disponibilidad gubernamental. Que parecen que en este lugar (Jalisco) y en este país (México) son inexistentes.

*Doctor en educación. Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. mipreynoso@yahoo.com.mx

Fuente: http://www.educacionfutura.org/que-hacen-para-que-algunos-sistemas-educativos-sean-exitosos/

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Historia de una pregunta fugaz y pasajera

por: Miguel Ángel Pérez

Todo comenzó con un anuncio triunfalista y hegemónico. La reforma educativa nos salvará de todos los males y por fin nuestras escuelas y la educación en México serán de calidad. La pregunta que nos hicimos muchos desde el inicio fue la siguiente: ¿cuáles serán los beneficios y las verdaderas ventajas que condensa la propuesta gubernamental de reforma educativa?

Ante esta pregunta el gobierno respondió con un impresionante despliegue de recursos y de protagonismo de los dos titulares de la SEP que han desfilado por dicha secretaría. Se hicieron ajustes a la ley, se modificó el esquema para incorporar y garantizar la carrera académica de los nuevos y también de los viejos docentes y por último, se reforzó el organismo encargado de promover y cuidar el elemento central de dicha propuesta de reforma: la evaluación del desempeño docente.

Así las cosas, la pregunta seguía en el aire, que ganará el país, los niños, niñas y jóvenes, los docentes y la sociedad en su conjunto con la reforma educativa que propuso el gobierno desde el inicio del sexenio.

La pregunta de origen se ha desdibujado, poco a poco entre la protesta magisterial y las mismas contradicciones de la naturaleza de la propuesta de reforma instrumentalizada desde el gobierno, se ha contribuido a que la propuesta de reforma pierda peso y pierda el piso sobre el cual se sostenía.

Hoy en día el secretario de educación ya no visita las escuelas cada lunes desde muy temprano como lo hacía al inicio, habla poco para no equivocarse tanto en asuntos como anular el acto de leer y cambiarlo por el inexistente acto de ler. Los excesos de la reforma aún penden del alambre pero pronto caerá, los docentes que fueron engañados y separados de su cargo por negarse a asistir a un ejercicio de evaluación a todas luces punitiva, son los que tuvieron que sacrificarse por todos. La reforma ha fracasado y el gobierno está obligado a reparar los daños y hacer uno o varios ajustes de tuerca al sistema.

La pregunta de origen se ha desdibujado, ha dado lugar a hipótesis que no se habían planteado en el origen, en la esfera de los gobernantes ya no se preguntan acerca de qué etapa sigue o cómo hacer para pasar a la ofensiva en el esquema de reforma, ahora se preguntan sobre cuándo terminará esto, en dónde nos equivocamos, cuándo nos salimos del camino, por qué la calidad no mejora, a qué se debe que no mejoren los indicadores internacionales, etcétera.

Después de la publicación de los resultados de la prueba PISA y del comparativo internacional con las países miembros de la OCDE más los países invitados, no sólo se demuestra la desnudez de la realidad educativa de nuestro país, sino también y junto a ello, la incapacidad gubernamental por dar respuesta ante un escenario adverso.

La pregunta de origen ya no existe, se ha difuminado, se ha ido junto con la reforma que la acompañó, ahora la nueva pregunta es: ¿cómo hacer para impulsar una verdadera reforma educativa al lado de los docentes y que responda a las necesidades formativas de niños y niñas, y que mire de frente hacia el futuro dentro del que aspiramos a formar a los nuevos mexicanos?

*Doctor en educación. Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. mipreynoso@yahoo.com.mx

Fuente: http://www.educacionfutura.org/historia-de-una-pregunta-fugaz-y-pasajera/

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El trabajo docente bajo el actual clima de turbulencia social

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El trabajo docente es como decía Witrock “una actividad profesional que se desarrolla en el aislamiento, la soledad y la inmediatez”, estas condiciones forman parte del presente y cada vez se hacen más agudas. La crisis por la que estamos pasando ya dejó de ser lugar común, ahora mantiene nuevos rasgos, nuevas agresiones: por primera vez en la historia nuestra existe una aguda desacreditación del trabajo docente, tal vez con el fin maniqueo de dar lugar a nuevas formas (privatizadoras) de establecer la atención educativa.

Los docentes son sujetos que casi siempre han remado contra-corriente en su desempeño profesional, la lucha por crear condiciones favorables en ambientes que no lo son tanto para que alumnos y alumnas aprendan y se motiven por aprender, la lucha para que padres y madres de familia entiendan la importancia de asistir a la escuela por parte de sus hijos, como el mejor espacio para socializar, aprender y formarse para ser persona, ciudadano y profesionista, la lucha en contra de los medios de comunicación que de manera oportunista están al acecho de noticias amarrillas para vender descreditando la figura y la imagen (antes intocable) de los y las educadores.

Los tiempos actuales son tiempos difíciles, pero también son tiempos para construir las mejores condiciones para el cambio. La educación en nuestro país, como tema de política pública y como elemento básico para el desarrollo ha pasado a segundo plano. La toma de posesión de Donald Trump en los Estados Unidos, el gasolinazo,  e incluso el atentado del adolescente en Monterrey han sustituido los temas de política pública en educación, por noticias escandalosas. La reforma educativa y el protagonismo de Aurelio Nuño se han visto rebasados por la izquierda y por la derecha por otros temas emergentes.

La turbulencia social, está asociada a la indignación ciudadana y a que cada vez se torna más grande la brecha que divide a la clase política (la clase gobernante) de la sociedad civil. Sin embargo habría que preguntarse todo esto ¿Cómo llega a las escuelas y qué conclusiones se sacan desde su interior?

Parece que hay consenso al reconocer que son los docentes, los y las educadores quienes recienten en mayor medida las condiciones de turbulencia social. La inestabilidad social propiciada por un clima cada vez más fuertemente cargado de vulnerabilidad social.

Hoy miles de docentes comprueban para sí mismos, que la propuesta gubernamental de reforma educativa no formaba parte de la lista de sus prioridades, sin embrago, el clima de turbulencia persiste y va en ascenso, pareciera que hemos ingresado de manera colectiva a un laberinto que tiene muchas entradas pero al que no se le encuentra la salida.  El clima de turbulencia es el laberinto, y los caminos y las señales son las imágenes publicitarias, las noticias, el manejo mediático en la coyuntura actual, que confunde, distorsiona o engaña.

Los y las docentes tienen el espacio privilegiado que es el aula de clase y el compromiso vía reflexión de la práctica por encontrarle sentido a lo que aparenta no tenerlo. La mejor respuesta a la inestabilidad y a la turbulencia social es la profesionalidad docente, es decir la tarea educativa, en colectivo encontrar salidas y formas inéditas por pensarse educadores y desde ahí resistir primer y contra atacar después.

Es necesario plantear que hoy más que nunca otra educación es posible como otra sociedad es posible, pero dicha consigna debe objetivarse debemos de pasar de los clichés a las acciones. Y poder contrarrestar a las turbulencias sociales en certezas pedagógicas desde lo más profundo de nuestras raciones educativas que es la herencia educativa y cultural de los grandes educadores mexicanos.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-trabajo-docente-bajo-el-actual-clima-de-turbulencia-social/

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La práctica de los maestros, la participación social y la revuelta política

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El trabajo de los maestros es de los pocos trabajos que articulan tres grandes compromisos en un sólo desempeño profesional:

  1. La primera tarea es que los docentes tienen el compromiso de impartir clases, instruir o intentar formar a niños y jóvenes a partir del currículum formal de carácter nacional.
  2. b) Un segundo compromiso es que los docentes están obligados a establecer una buena relación con los padres de familia y con el contexto en general donde se ubica la escuela y realizan su práctica educativa.
    c) Y un tercer y último aspecto tiene que ver con los docentes, son líderes sociales sus propuestas y sugerencias tienen un alto nivel de influencia en las comunidades educativas que también son comunidades sociales.

Los maestros disidentes, los maestros movilizados y los maestros que protestan hoy nos demuestran que en todo este tiempo han tenido la razón; de que oponerse y desmantelar la propuesta de reforma educativa servía para contribuir a desmantelar la ofensiva gubernamental, de medidas y ajustes antipopulares y neoliberales.
Lo que está pasando en estos momentos en la sociedad mexicana, es que asistimos a un clima de vacío de poder y de ausencia de la capacidad gubernamental para darle un curso de civilidad a la situación del país. El presidente de México se ha empequeñecido a partir de sus propias acciones y errores, con ello ha devaluado la figura presidencial y la imagen y lo que representa dicha figura.

Hace muchos años un clásico del marxismo llamado León Trotsky, citado por un brillante colega llamado Daniel Molina de Punto Crítico decía (palabras más palabras menos), que “Existen momentos en la historia en donde pueden pasar veinte años pero el desarrollo y las cosas no avanzan ni veinte minutos. Pero hay otros momentos como el que ahora vivimos que en veinte minutos avanzamos mucho más de lo que hemos logrado en veinte años”.

La actual coyuntura sociopolítica tiene implicaciones en todas las esferas de la sociedad incluyendo a la educación. El vacío de poder está siendo sustituido, por propuestas serias de cambio o por provocaciones, saqueos y un clima de desorden social sin claridad de lo que se pretende lograr.
Los docentes y su práctica tanto al interior como fuera de las aulas, hoy están llamados a asumir una tarea de vanguardia social. Así como el profesor Otilio Montaño redactó el Plan de Ayala que sirvió de bandera en la lucha de Emiliano Zapata por Tierra y libertad. Así como los profesores Arturo y Jacobo Gámiz García dieron su vida en Chihuahua en el asalto al cuartel Madera el 23 de septiembre de 1965, y los profesores Genaro Vázquez y Luicio Cabañas tomaron las armas en el candente estado de Guerrero.

Así ahora, los docentes de México están llamados a construir una nueva claridad y establecer una vanguardia al lado de muchos otros de la misma causa. Hoy la historia nuestra puede avanzar a pasos agigantados, pero no se trata de sacar a uno malo para poner a otro peor. Se trata de pensar en un escenario diferente, en la construcción y edificación de una sociedad más justa para todos los mexicanos. Desde la educación es puede. Comencemos ya…

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-practica-de-los-maestros-la-participacion-social-y-la-revuelta-politica/

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