Saltar al contenido principal

Un año de Bolsonaro, la gran amenaza al medio ambiente

 

De todos los puntos polémicos de su primer año como presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro logró concentrar críticas y preocupaciones alrededor del mundo en uno específico: la cuestión ambiental, con especial énfasis para la Amazonia.

En los últimos días de 2019 el presidente del IBAMA, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente decidió no llevar en cuenta los informes de los técnicos de la entidad y liberar la deforestación de una vasta área de mata Atlántica. Ha sido, de acuerdo a los críticos de la política ambiental del gobierno, el gesto de cierre de un año en que la política ambiental brasileña, antes considerada ejemplar, se transformó en preocupación alrededor del mundo.

El área de la mata Atlántica es reducida, situada en el sureste brasileño, y no tiene la importancia de las florestas de la región amazónica.

Lo importante, en este caso específico, es que pone en evidencia que bajo Bolsonaro toda la política ambiental construida a lo largo de décadas entra en un periodo de desmonte absoluto.

Si al inicio de su gobierno el presidente cesó a uno de los científicos más respetados en el mundo, el entonces presidente del INPE (Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, por la sigla en portugués) Ricardo Galvão, por haber cometido el pecado imperdonable de alertar sobre el aumento de las quemadas en la selva amazónica, basado en fotos realizadas por satélites monitoreados inclusive por agencias norteamericanas, lo que vino después confirmó los temores más agudos de especialistas de todas partes: la política ambiental anticipada por Bolsonaro en la campaña electoral del 2018 se confirmaba, y con los peores presagios.

La verdad es que 2019 terminó con datos alarmantes, todos y cada uno despreciados o desmentidos por el gobierno: los incendios en la región amazónica aumentaron un 30% este año, la minería ilegal de expandió de manera descontrolada, envenenando arroyos y ríos, la extracción ilegal de madera creció alrededor de otros 30%, y las invasiones de reservas indígenas, con asesinatos de líderes y dirigentes, alcanzó en un solo año marcas históricas acumuladas en otros diez anteriores.

De todos los retrocesos criticados por opositores al gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro, el que más impacto ha causado en el exterior ha sido precisamente lo relacionado al medioambiente.

Ya al inicio de su mandato, Bolsonaro cuestionó el derecho de países como Noruega y Alemania “invadiesen” la soberanía brasileña.

Ambos países hacían donaciones de alrededor de 750 millones de dólares anuales en un “Fondo Amazonia”, que repartía el dinero entre Organizaciones no Gubernamentales (ONGs).

El ministro de Medioambiente, Ricardo Salles, condenado en primera instancia cuando ocupaba cargo similar en el estado de Sao Paulo por haber adulterado un decreto de protección ambiental para favorecer a una constructora, dijo que rechazaría la donación europea a menos que se dejase a su ministerio la decisión sobre el destino de los recursos: serían destinados a indemnizar a terratenientes que tuvieron tierras desapropiadas por la entonces vigente ley de reforma agraria.

“¿Noruega no es aquel país que mata a ballenas allá arriba, en el Polo Norte? No tiene de decirnos qué hacer. Que agarren esa plata y se la regale a la Merkel, para que plante florestas en Alemania”.

Así reaccionó Bolsonaro en su sexto mes de presidente, al enterarse de las críticas del principal donador del Fondo Amazonia a su desmonte de las políticas ambientales brasileñas, erguidas a lo largo de décadas.

Los ataques sucesivos a ideas, personas y organizaciones sociales volcadas hacia la protección ambiental a lo largo de ese primer año de Bolsonaro en la presidencia no hicieron más que incentivar la acción de invasores de reservas, la minería ilegal y la extracción igualmente ilegal de floresta en reservas ambientales.

El año de 2019 rompió marcas históricas de matanza de líderes indígenasde contaminación con mercurio de ríos y arroyos, de amenazas a líderes y dirigentes de los movimientos sociales de los sin tierras.

Las minerías avanzan sin obstáculos, la contaminación igual, y la deforestación obedece de manera cabal a lo que anunció Bolsonaro en su campaña electoral del 2018: a liquidar con la “industria de multas”, o sea, al control del medioambiente.

Lo que se pregunta en Brasil es qué pasará en 2020.

En 2019, no solo entraron en al país casi 500 agrotóxicos liberados para la agricultura (de los cuales 59% prohibidos en sus países de orígenes, principalmente en Europa), como la devastación en la Amazonia aumentó considerablemente.

El mundo se preocupa, y cada vez más.

Bolsonaro, todo indica, se preocupa cada vez menos.

Fuente del artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=264118

Comparte este contenido:

Altas capacidades, hipersensibilidad y acoso escolar

Por: María Sanchéz Dauder

Las personas con altas capacidades nacen con una característica inherente a este perfil: la hipersensibilidad, que es emocional y sensorial.

¿Qué sucede siempre ante alguien que llora con facilidad ante ciertas situaciones? ¿Qué sucede ante alguien cuyas emociones están a flor de piel y estallan, como si de la erupción de un volcán se tratara, llorando, enfadados, indignados y rebotados? ¿Qué sucede cuando alguien defiende un tema a capa y espada, pone toda la carne en el asador con ímpetu y fuerza, y el grupo que le acompaña no tiene el mismo punto de vista? ¿Qué sucede con la persona que todo le pica, todo le huele mal, todos los ruidos le molestan…?

altas-capacidades

Acoso y altas capacidades

Una persona con altas capacidades no es solo un CI alto, es una persona con unas características que le acompañan para el resto de su vida. Una de ellas es la extrema hipersensibilidad, que no solo se limita a ser emocionalmente sensible, sino también a ser sensorialmente hipersensible.

¿Cómo repercute en el día a día de una persona esta hipersensibilidad sensorial? Las imágenes impresionan mucho más, se leen con más énfasis. Los ruidos siempre molestan: el clac-clac de abrir y cerrar un bolígrafo, los motores de las motos, los petardos y fuegos artificiales, la música alta, el barullo de una clase… Les molesta, y mucho, hasta el punto de generarles fuertes dolores de cabeza. Los olores se multiplican, se intensifican, calan en la pituitaria hasta el punto de generar mareo y cefaleas. Los sabores se sienten también mucho más intensos. Por último, el tacto y la hipersensibilidad táctil: estamos ante uno de los más delicados, ya que genera agobio a ser tocado. Una caricia se puede transformar en una molestia. Para un niño con este perfil, tocar plastilina, pintura o pegamento puede convertirse en algo desagradable y horrible que le puede generar angustia y ansiedad. Curioso, pero cierto.

¿Cómo repercute en el día a día de una persona la hipersensibilidad emocional? Una persona sensible lucha con todas sus fuerzas y energías para defender algo que le parece injusto. La energía que muestra es tal, que lo que genera a su entorno es burla hacia “el motivado” por cierto tema. Cuando un niño, o no tan niño, llora ante un reportaje sobre refugiados o ante un atentado o accidente. Si esta persona no puede evitar las lágrimas ante una pieza musical que despierta emociones o ante un texto literario que vive y siente a flor de piel. Y si se ha sentido traicionado por alguien a quien no considera enemigo ante un problema que le ha hecho sentir hundido bajo tierra… y explota en un mar de lágrimas  ¿qué sucede con las personas que le rodean? ¿Qué situaciones se generan?

Por otro lado, el perfil de altas capacidades suele tener intereses muy peculiares y particulares, completamente lejanos, ajenos e indiferentes para el colectivo social de su alrededor. Estos niños y niñas dominan la astronomía, la historia, la gramática, las matemáticas… cualquier tema que en un momento dado les haya despertado un interés. ¿Cómo se lee esto entre el resto de sus compañeros? ¿Y si al rarito que habla de cosas raras se le suma la hipersensibilidad emocional y la hipersensibilidad sensorial?.

La respuesta a estas preguntas es ACOSO, acoso escolar o, en adultos laboral, en toda regla. Estos niños, adolescentes y adultos se convierten en las dianas de burlas, críticas, comentarios continuos y aceptados por el grupo de personas que conviven con ellos fuera de su ámbito familiar. Estos niños, jóvenes e incluso adultos, sufren constantes ataques diarios, semanales o circunstanciales que les etiquetan como: el raro, el llorica, el plasta… Y ya se les señala con el dedo como centro de diversión a costa de su dolor emocional y de su frustración personal.

¿Qué se genera, además, ante estas situaciones? Lo peor que podría suceder: la normalización social de este acoso y de estas situaciones que se repiten con demasiada frecuencia. Además, que muchas personas no caen en este punto, el día a día de las familias con personas acosadas se convierte en un infierno, pues el acosado está eternamente enfadado, rabioso, hundido y muchas veces deprimido a causa del dolor por los ataques recibidos. Estas familias a veces sufren problemas dada la tensión que se vive en sus casas. ¿Nos ponemos en sus zapatos? Si una familia traslada a un centro su preocupación ante el acoso escolar, por favor, atendamos. Estos papás no hablan de un hecho puntual, ya llevan una mochila en sus espaldas. Y si además se trata de un caso de altas capacidades -aspecto genético – pensemos en su hipersensibilidad y en la de los padres de estos niños. Es muy duro para el niño, pero también para su núcleo familiar.

Y la suma del malestar generado, desgraciadamente, conlleva consecuencias emocionales que conducen a estos sujetos a fatales desenlaces. De hecho, cada vez, desafortunadamente, hay más casos. Todos tenemos una llave mágica, si no permitimos que se normalicen los ataques y si somos valientes que explicamos y defendemos lo que no debe ser. ¿A ti te gusta sufrir? A ell@s, tampoco.

Fuente: http://blog.tiching.com/altas-capacidades-y-acoso-escolar/

Comparte este contenido:

Mitos sobre las altas capacidades y el rendimiento escolar

04 de octubre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Por: Maria Sánchez Dauder

Hablar de altas capacidades no es sólo hablar de niños superdotados. Este concepto va mucho más allá e incluye más elementos que el famoso C.I..

Para empezar, comenzaremos con el concepto altas capacidades, el cual incluye talentos, que pueden ser simples o compuestos y la superdotación. ¿En qué se distinguen? Pues muy simple: los talentos simples dominan muchísimo una sola disciplina y los talentos complejos dos o tres disciplinas. Hablando en porcentajes, los talentos alcanzarían a un percentil de 95% en las áreas que dominan.  En cambio, los superdotados tienen un alto nivel en todas las áreas, con un percentil mínimo de 75% o superior en cada una de las áreas analizadas por el especialista.

Las características de las personas con altas capacidades

Una persona con altas capacidades no es sólo un examen con un resultado final, sino que tiene una serie de características muy propias que le describen:

  • Son creativas, que no significa que sea una gran artista, sino que tiene recursos originales y poco convencionales para solucionar cualquier tipo de situación, ya sea cotidiana o circunstancial.
  • Son intolerantes a la frustración, es decir, no soportan el fracaso o la posibilidad de error ante cualquier situación. Son estos niños que hacen una pataleta cuando no quieren hacer algo desconocido por miedo al error; es tal su nivel de autoexigencia que no se permiten fracasar por miedo a auto defraudarse o defraudar a sus cercanos.
  • Son personas hipersensibles, cuyas emociones fluctúan diariamente a todas horas. No son capaces de regular sus alegrías, ni sus tristezas; el gris no existe en su biorritmo emocional. Por lo tanto o están explosivos de alegría o hundidos de tristeza, nunca una noticia es relativa, siempre desata una emoción extrema. Eternos volcanes en erupción del sentimiento que sea. Esta hipersensibilidad no se limita a las emociones, sino que también se traspasa a los sentidos: todo les pica, los ruidos les molestan, los olores les horrorizan, las imágenes les impactan y los sabores los sienten más extremos. Son, pues, personas con un alto volumen de sensores en sus cuerpos que perciben, captan y sienten todo lo que les rodea, sensorial y emocionalmente. Vamos, que son unas excelentes alarmas que no se les escapa ni una percepción.
  • Son niños disincrónicos, o sea, que su edad cronológica no está acorde a su edad mental. Son bebés de 2 años con pañales y chupete que leen y hablan de dinosaurios o de Darwin, para poner un ejemplo bien claro y aplastante.
  • Son mentes con una gran capacidad de relación de conceptos. Si escuchan cualquier palabra, en un momento son capaces de nombrar todo lo que les crea una asociación con este término; a veces relaciones que jamás establecería nadie.

Esto es lo que es una persona con altas capacidades. A partir de aquí, el resto de aspectos son múltiples y variados: unos son líderes y genios de relaciones sociales, otros son más introvertidos; otros son grandes deportistas; otros artistas plásticos natos,… ¡para gustos colores!

Entonces llega el día que a un docente le llega un diagnóstico que su alumno, Pepito, que jamás ha sacado buenas notas, que nunca estudia, que su letra es terrorífica, que se equivoca con las sumas, que es lentísimo ejecutando, … este alumno, Pepito, tiene altas capacidades. Aquí viene el problema del millón. El profesor no lo ve. Claro que no lo ve, porque las características que ha de encontrarle al alumno son las nombradas anteriormente, no las notas que saque. Tiene ante él un alumno con un cerebro que piensa distinto y que ejecuta las funciones de procesamiento de manera diferente a sus compañeros, dado que la cantidad de neuronas de su cerebro es más alto que la de sus compañeros de clase.

Posiblemente, este Pepito habrá dado respuestas originales e interesantes ante un tema que le interese; posiblemente estará ausente en el aula, porque no le interesa lo más mínimo lo que se explica y estará volando en sus mundos y pensamientos; probablemente su caligrafía es terrorífica porque su cabeza va más rápida que su mano,… esta definición sí que le cuadrará con Pepito. Pero la de niño con altas capacidades con los patrones que considera un docente que deben tener estos perfiles, seguro que no – ¡aunque algunos sí! No se puede generalizar.

Estas líneas que he escrito sí que responden a lo que es un niño con altas capacidades, lejos del dibujo de chaval con gafitas y cara de cultivado que se vende como imagen errónea de estos perfiles de personas.

Si te ha gustado este artículo, no te puedes perder este vídeo con recursos para el aula.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/mitos-las-altas-capacidades-rendimiento-escolar/

Comparte este contenido:
OtrasVocesenEducacion.org