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La violencia doméstica, un mal silencioso que acecha a las latinas en EEUU

La violencia doméstica, un mal silencioso que acecha a las latinas en EEUU

Entre la comunidad latina en EEUU, la violencia doméstica se ha convertido en una epidemia silenciosa que afecta al menos a una de cada tres mujeres. Pese a las leyes que las protegen, expertos señalan que la falta de información es un factor que mantiene a las víctimas en silencio.

Datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), apuntan que un 34,4 % de las latinas en EEUU dicen haber experimentado violencia doméstica en algún momento de su vida.

Cuando tenía 18 años, María* llegó a Estados Unidos huyendo de las pandillas en su país. A pocos meses de establecerse, mientras trabajaba para intentar repagar la deuda de su viaje, conoció a quien se convertiría en su pareja y padre de su primera hija. Aunque “al principio todo iba bien”, dos años después, “empezaron los problemas, me empezaba a golpear, me empezaba a insultar”.

María y su pequeña hija fueron víctimas de violencia física y emocional por largos meses, y su historia se unió a las de millones de mujeres que cada año experimentan este mal que en EEUU continúa en aumento.

“Yo dije, ni yo ni mi hija podemos estar en el sufrimiento, porque nos maltrataba a las dos… me dijo que tenía que mentir porque si yo decía algo, me iba a matar”, contó María a la Voz de América.

Datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), apuntan que un 34,4 % de las latinas en EEUU dicen haber experimentado violencia doméstica en algún momento de su vida. Una cifra que supera el promedio nacional del país.

Violencia doméstica: un mal silencioso en alza entre la comunidad latina en EEUU

Aunque María pudo salir de su primera situación de violencia. En un nuevo trabajo, un año después, conoció al papá de sus hijos menores, quien durante años repitió un patrón de maltrato contra ella y sus hijos.

“El señor me golpeaba, me agarraba el cuello… Me liberé de una situación abusiva y para volver a caer a lo mismo”, contó. Un día, en medio de un episodio violento, logró contactar a las autoridades.

“Cuando me agarró del cuello me aventó a la cama, cuando me tiró a la cama se me tiró encima, me agarró de las dos manos… el agarró una almohada, me la puso en la cara, me estaba ahogando, yo dije hasta aquí llegué quizás, me va a matar…”, narró María. La policía logró entrar en su casa, liberarla y detener al hombre, quien fue trasladado a prisión con una orden de deportación.

Los CDC señalan que una de cada tres latinas en EEUU experimentará violencia doméstica en su vida, y una de cada doce lo ha vivido en el último año. “Eso significa que puedes caminar por el mundo y alguien que conoces probablemente esté sufriendo en silencio a manos de alguien que dice que lo ama”, señaló Katie Ray-Jones, directora ejecutiva de la Línea de Apoyo para Víctimas de Violencia Doméstica.

Ray-Jones resaltó que la violencia doméstica, además de ocurrir en forma física, también puede ser emocional, con amenazas e intimidación, o financiero, con el control del dinero. “Realmente pone a muchas víctimas y sobrevivientes en una posición en la que no pueden abandonar la relación porque sienten que no pueden ser independientes”, explicó.

Hoy, María recibe ayuda psicológica en el intento de superar los traumas que los encuentros violentos dejaron en su vida. Un esfuerzo que apoya Ana Artiga, visitadora social y sobreviviente de violencia doméstica.

“Yo quiero ayudarle a las inmigrantes, a las madres inmigrantes a que no pasen lo que yo he pasado, por lo menos darles una guía, una educación que no se sientan solas, como yo me sentí”, dijo a la VOA.

Artiga experimentó violencia por parte de una pareja abusiva hace 15 años y hoy ayuda a mujeres como María, conectándolas con recursos y organizaciones. “Y les hago saber, si ustedes viajaron de tan lejos y tener ese coraje de cambiar las circunstancias de su vida allá, pues por qué no lo vamos a hacer aquí, si aquí estamos privilegiados, tenemos leyes que nos apoyan”.

El miedo como motor del silencio

Organizaciones que defienden a las víctimas de violencia doméstica señalan que el principal desafío con la comunidad latina es el desconocimiento sobre sus derechos y de los programas y recursos que los protegen.

Las leyes migratorias de EEUU contemplan mecanismos de protección para quienes hayan sufrido violencia doméstica en este país. Entre ellas, la visa U, que provee protecciones para quienes han sufrido de abuso físico o mental como producto de una actividad criminal. Entre ellas, violencia doméstica, agresión sexual y acoso.

Una segunda opción migratoria es la ley VAWA, que hace elegibles para residencia permanente a víctimas de “crueldad extrema” cometidas por un ciudadano o residente permanente de EEUU.

“Cada persona que está experimentando eso debe tener este coraje de llamar a la policía, denunciarlo o también de solicitar una orden de protección, eso no tiene un impacto sobre su estatus”, explicó Sirena Clark, defensora de DC Safe, una organización en Washington que trabaja para ayudar a las sobrevivientes de violencia doméstica.

La Línea Nacional de Violencia Doméstica recibe cerca de un millón de llamadas, chats y mensajes de texto al año. Ray-Jones, detalló que alrededor del 17 % de estos, son de la comunidad latina.

“Queremos hacerle saber a la gente que nadie merece ser abusado y que todos merecen ser tratados con dignidad y respeto. Y queremos que la gente busque ayuda”, apuntó. “También sabemos de las barreras del idioma que a veces existen para cualquiera que hable otro idioma además del inglés, cuáles son sus derechos, cuándo van a acudir a los tribunales”.

En el caso de María, mientras espera una resolución de su petición inmigratoria, contó que lo que la mantiene fuerte en medio de los desafíos, son sus hijos. “mis hijos son mi motor, porque por ellos son los que lucho día a día… yo no soy la única, yo sé que hay muchas mujeres pasando por lo mismo… pues yo les digo que busquen ayuda”, concluyó.

* Otorgamos el nombre de María a la sobreviviente para su proteger su identidad.

Fuente de la Información: https://www.vozdeamerica.com/a/violencia-domestica-acecha-latinas-eeuu/7350276.html

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México: Licencias gratuitas de Microsoft 365 para docentes en Michoacán

Licencias gratuitas de Microsoft 365 para docentes en Michoacán

SEE brinda el software con el apoyo del Gobierno federal

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La Secretaría de Educación del Estado (SEE) tiene activo el programa con el cual se brindan licencias de Microsoft 365 y capacitación a docentes para su uso, informó la titular de la dependencia, Gabriela Molina Aguilar.

Mediante la Unidad de Tecnologías Educativas (UTE) de la Dirección General de Desarrollo e Investigación Educativa (DGDIE), se brindan de manera gratuita dichas licencias de Microsoft 365, que incluyen programas como Word, Excel, Power Point, Publisher, One Drive, Teams, entre otros.

Asimismo, se da asesoría presencial y en línea para la instalación de la paquetería, cursos de inducción y capacitaciones en cada uno de los programas para su mejor aprovechamiento en el proceso de enseñanza aprendizaje de las escuelas de Michoacán.

Debe haber una solicitud de la escuela, zona o sector educativo, tras ello se proporciona un formato donde se deben poner los datos de la escuela y del personal docente o directivo; después de la autorización, la UTE agenda un curso de inducción. Para más información se puede escribir al correo electrónico unidaddetecnologiaseducativas@gmail.com.

El programa se ejecuta en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y Microsoft for Education en una Red Escolar.

Fuente de la Información: https://mimorelia.com/noticias/educacion/licencias-gratuitas-de-microsoft-365-para-docentes-en-michoac%C3%A1n

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Educación que transforma: estas son las cinco escuelas que están cambiando el mundo

En un evento realizado en Londres, se eligieron a las “mejores escuelas del mundo”. Fueron premiadas instituciones de Israel, Colombia, Brasil, Sudáfrica e India.

Los World’s Best School Prizes, entregados el sábado pasado en Londres, reconocieron la labor de cinco escuelas por su impacto positivo en las comunidades locales y la educación global. La red internacional de educadores T4 Education otorgó 250.000 dólares a cada institución ganadora. Los World’s Best School Prizes buscan incentivar prácticas educativas que mejoren comunidades y sirvan de ejemplo global. Con creatividad e innovación, la educación puede transformar vidas.

La Escuela Max Rayne Hand in Hand de Jerusalem, que integra a estudiantes judíos y árabes en un ambiente bilingüe, se llevó el premio a la superación de la adversidad. Con 600 alumnos que reciben clases en hebreo y árabe, la escuela busca tender puentes entre comunidades en conflicto. En declaraciones tomadas por la Agencia EFE, Dani Elazar, director ejecutivo de la red de escuelas Hand in Hand dijo que “Ganar un premio como ‘la mejor escuela del mundo’ normalmente sería motivo de celebración. Con una guerra desatada y miles de vidas preciosas perdidas, este no es el momento de celebrar. Es el momento de la resolución”.

Fueron premiadas instituciones de Israel, Colombia, Brasil, Sudáfrica e India (Imagen ilustrativa Infobae)

Otra ganadora fue la Escuela Riverside de Ahmedabad en India, distinguida por su programa de aprendizaje innovador que potencia la creatividad y el pensamiento crítico de los alumnos. Con métodos como “aprender haciendo”, los estudiantes desarrollan habilidades y valores para mejorar su comunidad.

La Institución Educativa Municipal Montessori de Pitalito en Colombia implementó un proyecto ambiental donde los estudiantes aprovechan los residuos del café para hacer productos sustentables, como jabón orgánico. Esta iniciativa ecologista le valió el premio a la acción ambiental.

Desde Sudáfrica, la escuela SPARK Soweto ganó por su colaboración con la comunidad local. Esta institución, que actúa en la ciudad natal de Nelson Mandela, ha desarrollado programas que empoderan a los jóvenes para combatir problemáticas sociales como la violencia de género y la contaminación. Los estudiantes también enseñan a leer en las escuelas cercanas.

“Los educadores de todo el mundo deben mirar los brillantes ejemplos de sus escuelas en la diferencia que han marcado en tantas vidas”, dijo el fundador del premio, Vikas Pota (Imagen ilustrativa Infobae)

“Los educadores de todo el mundo deben mirar los brillantes ejemplos de sus escuelas en la diferencia que han marcado en tantas vidas”, dijo el fundador del premio, Vikas Pota (Imagen ilustrativa Infobae)

La quinta escuela premiada es la brasileña EEMTI Joaquim Bastos Gonçalves, reconocida por promover la salud mental entre sus alumnos, con acceso a psicólogos y talleres tras la pandemia. Este trabajo de contención emocional le otorgó el premio al apoyo de vidas saludables.

“Los educadores de todo el mundo deben mirar los brillantes ejemplos de sus escuelas en la diferencia que han marcado en tantas vidas”, dijo Vikas Pota, fundador del premio. Y continuó: “Los gobiernos deben mirar el trabajo pionero que han realizado mientras buscan respuestas a los grandes desafíos que enfrentamos hoy”.

Fuente: https://www.infobae.com/educacion/2023/11/08/educacion-que-transforma-estas-son-las-cinco-escuelas-que-estan-cambiando-el-mundo/?outputType=amp-type#amp_tf=De%20%251%24s&aoh=16998125429540&referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com

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Chile: Arranca Escuela Popular de Autogestión de Trasol: hacia una pedagogía de la solidaridad

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Economía alterna

Arranca Escuela Popular de Autogestión de Trasol: hacia una pedagogía de la solidaridad

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Fuentes: Rebelión

El integrante de la Federación de Cooperativas de Trabajo Trasol, Marcelo Reyes, evocó los comienzos de la organización, centrándose en el estudio colectivo que hicieron de la economía solidaria de Luis Razzeto, y posteriormente de las visitas a las experiencias de producción autogestionada de Argentina, donde vieron en concreto los empeños del trabajo autónomo.

Impecable resultó la inauguración de la Escuela Popular de Autogestión (EPA) el reciente 4 de noviembre, organizada por la Federación de Cooperativas de Trabajo (Trasol) de Chile, apoyada financieramente por el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec), y en la cual participaron presencial y telemáticamente las organizaciones autónomas Tierra Húmeda, Cooperativa Cabras de Cerro, Asamblea Popular por la Dignidad, Colectivo Yugo Organizada, Coocrear, Cooperativa Kincha, Cooperativa Centroalerta, Cooperativa de Trabajo las Treilas de Isla Mocha Ltda., Cooperativa Energía Comunitaria Peñalolén, Cooperativa Pangea, Fundación Nudo de Agua, Espacio Santa Ana, Asamblea de Trabajadores/as del Colegio Paulo Freire, De Todos los Rincones, Cooperativa Mapuche Kume Mogen, Correvuela, Centro Cultural Ex Fábrica Barrios Bajos de Valdivia, Comité por el Derecho a la Vivienda Luchadores y Luchadoras de Barrancas, Cooperativa de Trabajo Red Genera, Cooperativa de Trabajo Auxilio Te Limpio, Artífices de Barrancas, Pan y Orgasmo, Centro Cultural El Arca, Fipancu, Academia de Música Satélite, Junta de Vecinos Tierras Rojas, Con+Sustenta, PanQuinoaNativaFermentada, Hampy, Acción Errante, La Ruta de La Lata, Cooperativa de Vivienda Violeta Parra, Movimiento Valparaíso Ciudadano, Comité Ecológico Ampliación Villa Dulce, y GAFA.

La actividad de autoformación, educación popular y mutua correspondencia de saberes, que se realizará entre el 4 de noviembre de 2023 y el 13 de enero de 2024, inició con un momento de reflexión espiritual y acopio de energías de las y los asistentes, propio de las culturas del Abya Yala, para luego pasar a los saludos remotos de importantes amigos de la iniciativa.

Jorge Larenas es el Director de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Chile, entidad de educación superior con quien Trasol construyó una alianza con el propósito de que el organismo de la principal universidad pública del país acredite y certifique la participación de los cooperativistas en la EPA. De hecho, al final de la escuela, a cada uno de los asistentes se le otorgará un diploma respaldado por Trasol como por la Universidad de Chile.

La autoridad máxima de la FAU relevó el valor de efectuar un empeño justo en medio de un mundo y una contingencia llena de incertidumbres y cambios dramáticos. Jorge Larenas recordó que «el Instituto de la Vivienda que levantamos hace 40 años, emergió en plena dictadura como un proyecto del profesor Edwin Haramoto y que tenía que ver con pensar la vivienda no como un objeto, sino como un proceso. Y ello significó incorporar la totalidad de las tensiones políticas, sociales, culturales y económicas de la sociedad a nuestro quehacer, lo cual alentó los nexos con sectores críticos a la dictadura militar. El Instituto de la Vivienda ha persistido en esa tradición y ligadura con la reconfiguración del movimiento popular hasta la actualidad».

Larenas acentuó que, lejos de todo paternalismo, «como universidad pública somos un recurso disponible para los requerimientos y el devenir de las organizaciones sociales con el fin de que ganen su autonomía».

Posteriormente, y también vía zoom, el ingeniero brasileño en producción, especialista en economía solidaria y tecnología social, y además coordinador del primer encuentro internacional de autogestión, Flavio Chedid, expresó que resulta preciso «fortalecer las redes internacionales que hemos forjado, manteniendo una fluida comunicación de nuestras actividades locales y prestando atención a la diversidad de personas e iniciativas que confluyeron en ese primer encuentro que efectuamos en el 2019, antes de la pandemia; diversidad que fue a la vez su riqueza».

Asimismo, Chedid detalló que en el momento de la evaluación del siguiente encuentro, tres años luego de la pandemia, «hay que hacer la autocrítica, sobre todo en el plano de no tornar academicistas las exposiciones y espacios de nuestras concertaciones, sino que acentuar sus aspectos prácticos y productivos, y lograr organizar de mejor manera los análisis de coyuntura, entendiendo que en nuestras reuniones acuden participantes de diversos países. La verdad es que no sabemos bien qué es la autogestión, pero sí sabemos que se trata de una práctica. Ello nos puede llevar a formular como desafío la pedagogía de la autogestión».

Por su parte, la dirigenta argentina representante de la economía social y presidenta de la Federación Cooperativismo y Trabajo, Edith Encina, rememoró el IX Encuentro Internacional de La Economía de lxs trabajadorxs que se realizó en Puerto General San Martín, Rosario, entre el 28 y el 30 septiembre pasado.

«Para mí escucharlos ya comporta un aprendizaje», abrió Encina, «esto de la autogestión la comenzamos a transitar en el 2006 en Argentina, cuando nos tomamos la fábrica, sin saber qué era el cooperativismo. No tenemos un manual que diga cuáles son los pasos a seguir. Pero sí vamos dejando huellas en este gran camino que recorremos todos. Ahora bien, en el andar creo que debemos plantearnos y replantearnos qué es lo que queremos nosotros como sociedad».

Edith Encina manifestó que «mientras nos vamos transformando en líderes de la autogestión, a la vez, debemos ser muy críticos respecto de la manera que construimos nuestros proyectos. Claro, nos cuesta que nos reconozcan como sector específico y que nos saquen de la estigmatización de ser una economía de pobres, y por nuestra parte, de una economía de piqueteros, de marcheros, y que no trabajamos, cuando en la realidad estamos todos todos los días trabajando, produciendo y generando puestos de trabajo dignos. El sistema se ha encargado de visibilizar sólo lo malo que hacemos, nunca lo bueno. ¿Qué estamos haciendo incorrectamente a la hora de exhibirnos como sector?».

La dirigenta argentina dijo que «en términos políticos, tenemos muy pocos referentes que están ocupando un espacio institucional. Y cuando lo hacen, pronto olvidan sus raíces y orígenes», y añadió que, «por eso creo que es tan importante la formación. De hecho, tenemos fuertes relaciones con las universidades. La cuestión es que cuando nosotros vamos a las universidades y hacemos alguna exposición frente a estudiantes que están próximos a terminar su carrera y luego les consultamos si alguien piensa en trabajar en nuestros sectores, pues nadie levanta la mano. ¿Cómo vamos visibilizando lo nuestro, tendiendo a igualarnos con el resto de las economías?».

Durante la segunda parte de la inauguración de la EPA, el representante de Trasol, Marcelo Reyes, explicó que la autogestión «es una práctica histórica que está determinada por el contexto en el que le toca desarrollarse. Hoy en Chile nuestro entorno se presenta como ultra neoliberal, por tanto, priman las relaciones competitivas sobre las solidarias y las condiciones en las que se despliegan nuestras unidades productivas se encuentran debilitadas».

«El cooperativismo nunca lo hemos visto como un fin en sí mismo, sino como una herramienta de organización que nos permite contar con una personalidad jurídica y, de ese modo, resultar visibles para el Estado. En ese sentido, vale advertir que existen cooperativas para todos los gustos. Ocurre, por supuesto, que en Trasol nos conducimos tras el horizonte de un tipo de cooperativismo que camina contra las lógicas empresariales y por la transformación de la realidad, y que privilegia las necesidades de las personas sobre la ganancia», aclaró Marcelo Reyes, y puntualizó que «la economía popular para nosotros funciona como un marco de referencia que dibuja nuestra identidad anticapitalista. En otras palabras, cuando hablamos de economía popular queremos decir ‘economía no capitalista’, de manera tal que en su práctica intenta romper con las relaciones de represión, explotación y opresión de unos sobre otros».

«La economía popular y solidaria nos lleva a proyectar un mercado opuesto al capitalista, contrario al mercado del lucro donde hegemonizan agentes monopólicos y cuya tendencia es constituir diversas industrias super concentradas, como pasa en el sistema bancario o el retail. Por tanto, imaginamos un mercado donde no existen actores predominantes; estamos pensando en mercados locales, colaborativos y en los cuales los oferentes y demandantes se sitúan en igualdad de condiciones», expuso Reyes y agregó que, «estas conductas las ubicamos en territorios específicos, en los cuales puedan desarrollarse relaciones comerciales justas».

El integrante de Trasol evocó los comienzos de la organización, centrándose en el estudio colectivo que hicieron de la economía solidaria de Luis Razzeto, y posteriormente de las visitas a las experiencias de producción autogestionada de Argentina, donde vieron en concreto los empeños del trabajo autónomo.

«Por eso, jamás debemos dejar de reconocernos como trabajadores y parte significativa del movimiento popular, y como aquellos que producimos la riqueza social. El trabajo humano es la base de todo devenir y bienestar», afirmó Reyes y completó que, «de allí surgen nuestras ideas de economías sin patrón, horizontales y colectivas. Entonces formamos la Federación Trasol, porque cada iniciativa autogestionada separadamente de otras, pues tiene un techo muy bajo. Además, precisábamos de la construcción de una identidad, de la creación de una forma distintiva de relacionarnos con el mundo. Ello, sin dudas, nos ha permitido laborar de mejor manera y lograr objetivos asociativos y de crecimiento, como de interlocución con el Estado que de otro modo nos hubiera resultado imposible. Acariciamos el sueño de una red colaborativa de la economía popular y solidaria, donde en un mismo espacio se desenvuelvan cooperativas de trabajo productivo y de servicios, así como redes de abastecimiento alimentario en vínculo directo con los productores; un lugar en el que nos vinculemos asociativamente, y se contemple tanto la cobertura de necesidades básicas como de vivienda y energía».

Arranca Escuela Popular de Autogestión de Trasol: hacia una pedagogía de la solidaridad

 

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Un balance de la huelga de la Universidad de São Paulo. Un recomienzo lleno de desafíos y posibilidades

Por: Juventud Já Basta!

Presentamos a continuación un balance de la huelga en la Universidad de São Paulo, que intenta señalar sus elementos más progresistas, sus límites y contradicciones, pero también las perspectivas que se abren para toda una nueva generación de luchadores por la transformación categórica de la educación, y sus consecuencias en la lucha más general: la lucha de clases. Una reflexión crítica sobre las importantes lecciones que debemos asimilar. Artículo de Esquerda Web

1- Se retomaron las experiencias y métodos del movimiento estudiantil

Las nuevas generaciones, que hoy ocupan los espacios universitarios, pero también empleos cada vez más precarios, las nacidas en este siglo, ciertamente no han tenido las condiciones de vida más armoniosas en el pasado reciente. Al contrario, las condiciones materiales impuestas por la realidad fueron extremadamente duras, incluso impensables: una combinación de una pandemia mortal que desencadenó dos años de aislamiento social en un cambio radical en la vida cotidiana y un gobierno neofascista que supo aprovechar el terreno casi libre de la lucha de clases impuesto por el contexto pandémico y por la cobardía y traiciones de la izquierda del orden para masacrar a los explotados y oprimidos.

Alejada de sus viejas rutinas, de forma inédita y ante un retroceso en la acción colectiva y la convivencia, toda una nueva generación se vio obligada a finalizar el ciclo de educación básica o iniciar actividades y experiencias académicas de forma totalmente remota.

Con el fin de la pandemia y la derrota parcial del bolsonarismo –limitada al terreno electoral– la vida volvió a cobrar calidez y color ante una nueva situación política mucho más favorable. Se abría una ventana de nuevas experiencias, de socialización y, lo más importante, de la posibilidad concreta de forjar colectivamente nuevos procesos contrarios a las premisas ultraliberales y reaccionarias que marcaron este siglo XXI.

Por tanto, en primer lugar, el paro de cuarenta y un días en carreras como Geografía y Ciencias Sociales, pero también un paro más breve en carreras que históricamente no adhieren a procesos de huelga por una serie de motivos, marca una especie de reinicio de experiencias históricas del movimiento estudiantil, retomando sus métodos, de la reapertura de posibilidades transformadoras para la educación por parte de las nuevas generaciones.

Pero empezar de nuevo no es fácil. Ante esta tarea hay una mezcla de inexperiencia, incertidumbres y miedos basados ​​en el sentido común que se adaptan y superan en el transcurso de los acontecimientos. Una huelga es una escuela política que combina, a pesar de las contradicciones del movimiento, lazos de solidaridad, cooperación, tensiones y presiones, desinterés individual y desafíos tácticos y estratégicos. Todos estos elementos ninguna formación puramente académica nos los puede dar, son exclusivos de la lucha.

La lucha librada por los estudiantes en estos más de cuarenta días es una experiencia concreta de la reivindicación de métodos históricos del movimiento estudiantil, y de nuestra clase más en general. Es la materialidad de la convicción de la necesidad de tomar en nuestras propias manos, colectivamente, los desafíos transgeneracionales y de apropiarnos de lo mejor de la tradición del movimiento estudiantil, forjando en el curso de la movilización una identidad política colectiva –de agentes capaces de transformar la realidad. No fue una sorpresa que las lecciones y los logros de la huelga de 2002 tuvieran eco en las bases de los curso, una curiosidad colectiva comprometida a plantear -una vez más- demandas tan sentidas y necesarias.

Así, creemos que no debe haber lugar para balances derrotistas y sectarios que no hacen más que contribuir a la desmoralización del movimiento estudiantil. Sin embargo, no podemos bajo ningún concepto, sin ningún tipo de criterio, disfrazar la realidad y presentar una narrativa triunfalista como una forma de ocultar las contradicciones y límites del movimiento, anestesiarlo ante las lecciones y desafíos que tenemos para el futuro próximo y que, al final, también acaba contribuyendo, desde otro ángulo, a la desmoralización de las bases del movimiento.

Por lo tanto, como un intento de acercarnos a una caracterización precisa del resultado de nuestra lucha, afirmamos que en nuestra concepción el proceso termina materializando un empate: concesiones mínimas, como la contratación de 148 nuevos docentes y un comité de verificación indígena, así como una nueva ronda de reparto de becas del PUB, sin castigo a los estudiantes, por mucho que lo intentara la Rectoría con su inconstitucional y ultrarreaccionaria circular enviada por el PRG. Las concesiones son mínimas por la sencilla razón de que los problemas que llevaron a nuestra huelga seguramente reaparecerán en un futuro muy próximo.

El marco de reposición docente presentado por Rectoría es sumamente insuficiente, por lo que ni siquiera podremos recuperar el número de docentes que teníamos en 2014.

Además, para finales de 2025, están previstas 913 jubilaciones docentes y sin el regreso del dispositivo de gatillo automático, la Rectoría seguirá centralizando las vacantes de personal docente claro y transfiriéndolas entre unidades, especialmente en ciencias humanas para carreras de interés del capital financiero, con avisos de competencia perversa y poniendo en riesgo el mantenimiento de una serie de carreras y cursos. Además, las políticas relativas a la retención de estudiantes siguen siendo las mismas que antes del inicio de nuestra huelga – extremadamente insuficientes – poniendo en riesgo el acceso a la educación superior de miles de trabajadores jóvenes.

En cuanto a los empleados, categoría central de nuestra universidad, la Rectoría, incluso intenta engañar y confundir a los estudiantes sobre el número de trabajadores no docentes de la universidad, afirmando de manera cínica y mentirosa que ha “adoptado como política la sustitución automática de los empleados en casos de jubilaciones, fallecimientos y despidos”, no pudo ocultar la dura realidad que se impone a esta categoría: reducción exponencial del número de empleados, precariedad de las actividades laborales y subcontratación.

Finalmente, es necesario resaltar que aún frente a los límites cristalinos e insuficiencia de las concesiones presentadas, se superó, aunque de manera muy parcial, el ciclo anterior de derrotas parciales de huelgas anteriores en nuestra universidad y lo que crea condiciones más favorables para la construcción política de un movimiento estudiantil, bajo demandas y acciones comunes, con posibilidades de triunfos importantes para el próximo período.

2- Un desarrollo huelguístico desigual y combinado

La huelga en la USP comenzó el 18 de septiembre en las carreras de Geografía, Letras, Ciencias Sociales e Historia de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, por un hecho externo que quizás hizo falta para la unificación de las luchas: el tiro en el pie que se dio Paulo Martins, director de la FFLCH y miembro del PT, al intentar cerrar los edificios universitarios y ponerlos en manos de la Guardia Universitaria de manera autoritaria.

El impresionante levantamiento espontáneo de alrededor de 2000 estudiantes en respuesta a la arbitrariedad de Paulo Martins no ocurrió por casualidad: las condiciones para ello se construyeron en un pequeño proceso de lucha previa, cuando los estudiantes de la FFLCH expulsaron tres veces del PL a figuras jóvenes que iban a la universidad para acosar a los estudiantes con las típicas provocaciones de extrema derecha. Las respuestas a los ataques también se produjeron de forma espontánea, pero la vanguardia del colegio tomó dos medidas que fueron fundamentales para la respuesta política inmediata que se produjo el 19/09: la convocatoria de una asamblea de la FFLCH para organizar la vanguardia y la creación de un comité estudiantil para responder organizadamente a nuevos ataques. Las provocaciones de la derecha cesaron, pero la experiencia de autoorganización sirvió para fortalecer una vanguardia en la facultad que estaba alerta y lista para actuar si era necesaria una intervención conjunta. Llegó el llamado: Paulo Martins intentaba cerrar los edificios para evitar la justa huelga estudiantil y los estudiantes se levantaron para defenderlo.

Por ello, recalcamos que ninguna huelga comienza cuando se desencadena. La suspensión indefinida de actividades corresponde a un salto, una nueva etapa de movilización que tiene detrás una ecuación permanentemente probada entre factores objetivos y subjetivos.

Este salto, sin embargo, siempre puede asumir un carácter más o menos espontáneo, más o menos centralizado y coordinado, lo que dependiendo del elemento que lo condicione, y frente a un cuerpo social policlasista y extremadamente heterogéneo como es la universidad (principalmente la USP ), apuntará a una mayor o menor cohesión en el proceso. Una cohesión que debe estar ligada, sobre todo, a las tácticas y objetivos centrales de este proceso de lucha. Es decir, de una orientación política y juiciosa común asimilada por una vanguardia que se colocará al frente del proceso, arrastrando a sectores e incidiendo políticamente en otras categorías universitarias como los trabajadores docentes y no docentes.

A grandes rasgos, el proceso que culminó con una adhesión masiva a la huelga estudiantil, en la que todas las unidades del campus de Butantã paralizaron sus actividades de manera inédita en las últimas décadas, entrelazó fuertes elementos de espontaneidad con dinámicas conscientes y muy bien preparadas en una combinación de y dinámica desigual, coordinadores de cursos que supieron transmitir de manera aguda la dramática situación de la falta de docentes, la situación real de la retención de estudiantes y las condiciones laborales actuales de los empleados como producto del avance desenfrenado del capital financiero en nuestra universidad, y, de ahí la necesidad de un proceso colectivo de lucha.

En un ascenso explosivo de demostración categórica de fuerza, hecho que culminó con la adhesión de facultades como Politécnica, Medicina y Largo São Francisco, ganó la huelga iniciada.

cada vez más cuerpo. Entre los elementos más conscientes de la movilización estaban los más intuitivos: la huelga era legítima y necesaria. Sin embargo, la historia nos muestra que sólo la voluntad de luchar no es suficiente para alcanzar logros y lo que terminó materializándose fue una desproporcionalidad entre el potencial real de un movimiento huelguista ambicioso y las concesiones mínimas, llenas de trampas y provocaciones presentadas por la Rectoría. y, ciertamente, un sentimiento legítimo de frustración porque de hecho podríamos haber logrado victorias importantes: una huelga que parecía tener todo lo necesario para imponer una derrota categórica al proyecto universitario ultraliberal.

3- El papel de las direcciones

Aquí tenemos un elemento clave para comprender con mayor precisión las contradicciones y los límites de nuestra huelga: el papel del liderazgo político. Es cierto –y para gran parte de la base estudiantil asimilada– que nuestra huelga estalló a pesar (además) del papel político desempeñado por la máxima entidad de representación estudiantil – el DCE.

A pesar de que la burocracia lulista fue derrotada en las últimas elecciones por la actual fórmula “Todo es para ayer”, compuesta por Juntos/MES, Correnteza/UP y UJC/PCB-RR y en crisis tras el paro, los límites y dificultades Las impuestas por la vieja burocracia no fueron completamente superadas. Esto se expresa como producto de una orientación política de estas corrientes que no rompen definitivamente con la lógica de la conciliación de clases. Por mucho que presenten un discurso pintado de rojo, estos sectores construyen expectativas políticas con el actual gobierno de Lula y Alckmin, una coalición que normaliza el régimen burgués, y, por tanto, son incapaces de combinar la lucha contra la extrema derecha con la necesidad de enfrentar los ataques del gobierno federal que afectan la educación y las condiciones de vida de los explotados y oprimidos.

No hubo orientación por parte de la actual gestión que expresara la necesidad de retomar espacios de discusión y movilización que construyeran un proceso de diagnóstico sobre el marco universitario actual y una síntesis común de los estudiantes. La postura pasiva del DCE, a la espera de soluciones políticas de alto nivel, fue evidente durante todo el año: hasta el inicio de la huelga sólo habían convocado dos asambleas generales. Fue necesario que estallaran luchas en CADA, ECA y Letras para que el DCE decidiera convocar a la asamblea debido a las presiones que surgieron desde las bases de los cursos.

Por lo tanto, nos parece que, por parte de quienes estaban al frente del directorio central, hubo una incapacidad de predecir y anticipar el malestar generalizado entre los estudiantes ante la grave situación universitaria que pudiera contribuir a la construcción coordinada y centralizada de un proceso de lucha capaz de materializarse como verdaderamente victorioso.

Aun así, la huelga estalló, pero de manera fragmentada, abriendo espacio para la presión sindicalista (corporativista) debido a la ausencia de un plan de acción –de tácticas– y demandas comunes en la base del movimiento. La verdad es que la política reformista del DCE demostró ser extremadamente incapaz de preparar a todos los estudiantes para la dura batalla que enfrentaríamos. Esto es evidente en el carácter protocolario y formalista que le dieron al Comando General de Huelga y, por tanto, al calendario de huelga –una enseñanza del DCE. No sólo eso, el DCE, durante toda la huelga, atribuyó la responsabilidad de las demandas y la movilización a los cursos, acusando su fragilidad político-programática.

Dos ejemplos son sorprendentes en relación con esta postura. Primero, ¿cómo es posible que hayamos terminado la huelga sin un número concreto de profesores para presentar ante la comunidad universitaria y la mesa de negociación? En segundo lugar, en la segunda asamblea general del calendario de huelga nos planteó un dirigente de una de las organizaciones que integran el DCE la siguiente pregunta: “¿Cuál es ese disparador automático del que tanto hablas?” Hecho que sirve como herramienta pedagógica para comprender que el DCE estaba detrás del movimiento y que no tenían un criterio político claro y centralizado para evaluar, pensar y organizar la huelga.

Otro elemento de nuestra valoración –extremadamente grave– es que esta misma dirección en ningún momento durante la huelga manifestó ninguna intención real de formar una unidad con los trabajadores no docentes de la universidad. Esto quedó evidente en las asambleas del Sintusp: el DCE no apareció ni una sola vez. Impusieron una aterradora política de fragmentación entre dos categorías que históricamente prueban la importancia de la táctica de la unidad trabajador-estudiante y el peso que esta herramienta tiene para la transformación efectiva de las condiciones en nuestra universidad y más allá.

Esta posición no pudo quedar más abierta cuando los trabajadores de la bandeja central en una de las asambleas generales estudiantiles tuvieron que “tirar de oreja” al movimiento, advirtiendo de la trampa que el punto 6 del informe de la Rectoría presentaba a los trabajadores. Señalando la apertura de bandejões los fines de semana, sin ninguna política de contratación de trabajadores, con la categoría ya muy sobrecargada, este punto, junto con otros contenidos en el documento de la Rectoría, contradecía la línea política de triunfalismo del DCE y sus corrientes satélites como DEFRONT, CALLE y en menor medida REBELDE.

A pesar de la falta de voluntad política de quienes proponen liderar la mayor entidad del movimiento estudiantil de América Latina para formar una unidad de facto con las demás categorías, es necesario, sin embargo, señalar que no fue sólo esta postura la que contribuyó a que no se pudiera establecer una unidad orgánica con personal y docentes. Reconocemos que la derrota de 2017 ante los trabajadores no docentes todavía pesa mucho sobre los hombros de una categoría que parece no haberse recuperado y recuperado políticamente hasta la fecha y que, por lo tanto, enfrentó enormes dificultades para declarar una huelga que ciertamente impondría otra correlación de fuerzas con la burocracia universitaria.

En relación con los docentes, tampoco faltaron límites –de diferente naturaleza– puestos a la movilización de la categoría que impidieron una unificación de demandas y métodos con los estudiantes. El estrato social más alto de la universidad, los profesores, con las mejores intenciones, terminaron limitándose a una huelga pasiva y con un calendario que muchas veces chocaba con el de los estudiantes. Así, junto con la falta de una dirección política cohesiva en nuestra huelga, la situación política de docentes y empleados impuso un límite político-social a nuestra lucha en la Universidad de São Paulo.

También es importante resaltar el papel nocivo de la burocratización en los espacios del movimiento estudiantil. Lo que estamos viendo hoy es un amplio rechazo entre los estudiantes a los métodos históricos de organización del movimiento, especialmente las asambleas, y las entidades (DCE y Centros Académicos). Este rechazo siempre se ha dado entre los estudiantes de derecha, que están en contra del movimiento estudiantil, pero ha cobrado fuerza en las últimas semanas entre los estudiantes combativos y dedicados a la lucha en la universidad. ¿Por qué ocurrió esto? La respuesta es sencilla: las corrientes que encabezan el DCE y varias CA han transformado las asambleas generales en una mera aprobación de calendarios previamente decididos en reuniones bilaterales entre corrientes, celebradas lejos de los ojos de los estudiantes, exprimiendo el movimiento en interminables “reuniones de negociación” en las que los estudiantes, liderados por una dirección burocrática y sin una política del DCE, que hasta la fecha no ha definido un programa para la lucha estudiantil, no tenían nada sólido y concreto que presentar al Rectorado.

Estas corrientes vaciaron el debate político en las asambleas y convirtieron los discursos en una “pérdida de tiempo” al apostar a la “aprobación consensuada” de todas y cada una de las agendas políticas presentadas –lo que, en la práctica, resulta en ausencia de tácticas y exigencias–, determinando como Un elemento fundamental de las asambleas es la votación de calendarios definidos en base a las reglas impuestas unilateralmente por la Rectoría para la “negociación”. Ahora bien, no hay forma más eficaz de enterrar una pelea que agotar a la vanguardia con debates infructuosos sobre calendarios formales que ni siquiera llegan a molestar a la Rectoría y al gobierno del Estado, ¡impidiendo cualquier debate sobre las mejores tácticas de lucha!

Esta es la apertura a un legado peligroso que puede quedar de esta “huelga histórica que pudo haber sido y no fue”: la desconfianza de los estudiantes en los métodos históricos de lucha y organización estudiantil. Tendremos por delante la dura batalla de convencer a los estudiantes de que las asambleas son fundamentales, que los foros de movimiento son necesarios y que las entidades estudiantiles como el DCE y las CA son muy importantes, pero que, para que funcionen, es necesario superar los métodos burocráticos de algunos sectores del movimiento que hacen todo lo posible por sustituir, con fines electorales, a la masa estudiantil con tratos domesticados con nuestros enemigos.

4- ¿Había una alternativa?

Esta pregunta es fundamental por dos razones. En primer lugar, evitar cualquier tipo de diferenciación y crítica política de carácter sectario y/u oportunista hacia las organizaciones del DCE y en especial Rebeldia/PSTU. Destacamos que es muy fácil y cómodo hacer política dentro del perímetro exclusivo de la crítica y la oposición no proposicional, afirmándose permanentemente en lo negativo, nunca en lo positivo, en el campo de batalla de la construcción de alternativas concretas. En segundo lugar, establecer una reflexión crítica que apunte a las tareas y desafíos del próximo período, con el objetivo de superar algunas de las contradicciones y límites que enfrentamos en esta huelga.

Lenin destacó categórica y correctamente que los elementos espontáneos de la lucha no son más que la forma embrionaria de lo “consciente”, de la posibilidad de transformar las demandas de la sociedad.

y diluido en un sentido común de límites corporativistas para un proceso más avanzado y con perspectivas estratégicas. Por lo tanto, la incompatibilidad de la fuerza que en su momento expresó la movilización del movimiento huelguístico con las concesiones mínimas presentadas por la Rectoría, no puede interpretarse como responsabilidad de la base estudiantil ni como falta de buena voluntad por parte de la burocracia universitaria, sino como la incapacidad de constituir el vínculo histórico entre lo “espontáneo” y lo “consciente”: una dirección política a la altura de los desafíos.

Así que el 2 de octubre, nosotros, la Juventud Ja Básta! publicamos una carta abierta, titulada “Carta abierta a los grupos Rebeldia, Faísca y luchadores independientes”, un llamado público a la reconstrucción de la oposición de izquierda en la USP como forma de formar un campo independiente que pueda contrarrestar las vacilaciones, los límites táctico-estratégicos y la falta de claridad respecto de los ejes de demandas de la dirección del DCE de cara al paro y señalando a las bases una alternativa concreta que pudiera encaminar el movimiento hacia una orientación que lograra un triunfo definitivo.

Esta tarea, aún pendiente, la entendíamos no sólo posible sino también sumamente importante dada la dura batalla que nos esperaba. Duros desafíos que se expresaron no sólo por la propia naturaleza de las demandas presentadas por el movimiento y que cuestionaron pilares centrales del proyecto educativo ultraliberal –pese a no haber logrado una jerarquía reivindicaciones consistente y cohesiva–, sino también por la magnitud de un forjado enemigo político en la complicidad entre la burocracia universitaria en todas sus instancias, Tarcísio de Freitas (quien elegirá al próximo rector) y Lula/Alckmin, quienes van de la mano por la precariedad de la educación pública en todas las instancias.

Decíamos en el documento, y hoy el desarrollo de los acontecimientos parece darnos la razón, que las corrientes gobernantes del DCE no tenían una política concreta para hacer de la huelga un proceso victorioso. Esto quedó demostrado mediante el surgimiento de una retórica triunfalista que enmascaró la realidad de los hechos y apuntó a un desmantelamiento electoral de lo que prematura y erróneamente llamaron una “huelga histórica”. Así, reafirmamos, como lo hicimos en la asamblea general del Poli, que los compañeros de Rebeldia, al haber firmado la carta junto con las fuerzas del DCE y la derecha del PSOL (AFRONTE y RUA), cometieron un tremendo error que contribuyó a desarmar y confundir a la base estudiantil.

Si bien nuestra huelga crecía y cobraba fuerza, hecho que se daba más allá de la política de las corrientes del DCE, el discurso triunfalista y autocomplaciente que este sector presentaba después de cada reunión con la Rectoría, que en menor medida también hacían los compañeros de Rebeldia al firmar La carta antes mencionada, documento que contradecía los hechos al afirmar que habíamos logrado la sustitución automática de empleados, fue el principal responsable de que la huelga se estancara durante semanas y fuera política y tácticamente desmantelada antes de lograr las demandas identificadas como necesarias por el movimiento.

Ante este desmantelamiento político y consciente de la huelga, el movimiento huelguista siguió un proceso contradictorio: rumbos que disfrazaron la realidad, lavándose las manos a la Rectoría embelleciendo sus mínimas concesiones, para desmantelar la lucha estudiantil, con un sentimiento de insatisfacción y, por tanto, la necesidad de continuar la lucha por conquistas categóricas. Fueron prácticamente tres semanas en esta dinámica que combinó calendarios formales, sabotaje político y, sin embargo, voluntad de lucha. Estaba claro que ninguna de estas organizaciones políticas defendería una posición que contradijera su propia línea. Así, acentuaron el cansancio y fragmentación del movimiento, lo que abrió espacio a la circular ultrarreaccionaria emitida por el PRG a instancias de la Rectoría, que señalaba el castigo colectivo a los estudiantes que ejercieron su legítimo derecho a la huelga en defensa de una universidad pública y de calidad.

La “Carta abierta a los grupos Rebeldia, Faísca y luchadores independientes”, publicada en nuestras redes y enviada a la dirección de los grupos antes mencionados, nunca fue siquiera respondida por Rebeldia. En relación a Faísca, en uno de sus textos sobre el paro, menciona de manera secundaria que la iniciativa fue bien evaluada por ellos, sin embargo, no fue posible implementar un proceso real de acción unitaria.

5- Una salida fragmentada de la huelga

Como epílogo de un proceso contradictorio, una reanudación de las experiencias históricas del movimiento estudiantil que apunta a importantes posibilidades para el próximo período, afirmamos que la salida fragmentada de la huelga no fue merecida y mucho menos correspondió con la lucha estudiantil.

La forma en que terminó este proceso nos revela un factor decisivo: la huelga terminó políticamente dos semanas antes de su fin formal. Una vez que las corrientes que propugnaban un pronto fin de la huelga, bajo el falso discurso triunfalista, al perder por casi doscientos votos la votación en la asamblea sobre el mantenimiento de la táctica huelguística, iniciaron una operación política en los cursos que imparten para que podrían abandonar la huelga. Y de hecho eso fue lo que ocurrió: curso tras curso anunciaron su retirada de la huelga. Aquí llamamos la atención sobre la forma en que los compañeros de Rebeldia en cartas optaron por terminar la huelga, muy diferente a cómo construyeron su inicio, y que concuerda con la línea del DCE: de manera sindicalista, liquidando la posibilidad y la batalla por la necesidad de un balance global del paro, entre las bases estudiantiles, factor central para el fortalecimiento político del movimiento estudiantil para el próximo período.

Sin ningún espacio colectivo para preparar un fin unitario de la huelga, que permitiera a todos los estudiantes la posibilidad de una síntesis entre el equilibrio de experiencias y perspectivas de futuro, la huelga llegó a su fin y el DCE desapareció, eximiéndose de cualquier responsabilidad política para forjar una discusión sobre la actual ocupación de los bloques K y L. Peor aún, Juntos/MES y Correnteza/UP deslegitimaron la ocupación, lo que no es más que una reacción a la circular del PRG y la Rectoría, afirmó en entrevista con los medios de comunicación burgueses que se trataba de una acción aislada y, por lo tanto, una vez más abre espacio para que la burocracia universitaria reprima a los estudiantes: ¡una traición grave!

A pesar de nuestros profundos desacuerdos con la forma en que se produjo la ocupación, con el sectarismo latente en relación con las corrientes políticas y con los métodos de intimidación, es necesario afirmar, como cuestión de principio, que nosotros, los marxistas revolucionarios, nunca podremos deslegitimar, ni apoyar y No discuto una acción como esta. Por el contrario, es necesario rodear de solidaridad la ocupación, señalar su legitimidad como reacción directa al intento de castigar al movimiento estudiantil –el derecho de huelga–, y luchar para que esta herramienta de lucha triunfe y, por tanto, consagrado.

Por eso nosotros, desde la juventud Já Basta! entendemos que la ocupación debe tener un criterio muy establecido dado el actual reflujo del movimiento estudiantil: tener como eje central la derogación de la circular para garantizar que no aparezca en un futuro próximo ninguna medida similar como forma de intimidar y amenazar a quienes defienden la transformación de nuestra universidad, educación y sociedad.

No solo eso. Es esencial que las fuerzas políticas de la universidad y el DCE en su conjunto convoquen una asamblea general de estudiantes para discutir la ocupación y permitir a los estudiantes tener una discusión política y democrática que pueda reflexionar sobre el movimiento huelguista y desde un punto de síntesis colectiva para los desafíos del próximo período que combinan la lucha por el retorno del gatillo automático para docentes y personal y por una mayor retención de estudiantes con la necesidad de derrotar las privatizaciones de Metrô, CPTM y Sabesp llevadas a cabo por el neofascista Tarcísio, también como la derogación de la Nueva Escuela Secundaria en su totalidad y todas las contrarreformas del actual gobierno de Lula y Alckmin.

6- ¡No te aísles, organízate!

“El político en acción es un creador, un instigador, pero no crea de la nada ni se mueve en el nebuloso vacío de sus deseos. Se funde con la realidad efectiva, pero ¿qué es esta realidad efectiva? ¿Es quizás algo estático o inmóvil? ¿O es, más correctamente, una correlación de fuerzas en continuo movimiento, en continuo equilibrio dinámico? Aplicar la voluntad a la creación de un nuevo equilibrio de fuerzas realmente existentes y activas, partiendo de una determinada fuerza que se considera progresiva, potenciarla para hacerla triunfar significa moverse siempre en el campo de la realidad efectiva; más precisamente: es la única interpretación realista e historicista de la realidad, es la única historia en acción, la única filosofía en acción, la única política”. (Antonio Gramsci, La Política y el Estado moderno).

De todo lo que señalamos en este texto sobre nuestra huelga, ante todas sus contradicciones y límites, queremos señalar aquí una de las lecciones centrales que debemos asimilar colectivamente y luchar por su arraigo en la conciencia de las nuevas generaciones: Sólo la lucha colectiva es capaz de transformar la realidad.

Pero para que la lucha, entre todas sus tácticas, en diferentes coyunturas y situaciones políticas, constituya un horizonte común de los sectores explotados y oprimidos de la sociedad, de una amplia vanguardia universitaria, es necesario estimular la actividad política de las nuevas generaciones. Superar las contradicciones y vicios que obstaculizan esta posibilidad de florecimiento de la militancia joven, que muchas veces mira al movimiento estudiantil de forma repulsiva y con cierta razón intuitiva.

La lucha contra la individualización social, contra su atomización, debe afrontarse evitando la vulgaridad de muchos “manuales” que se convierten en una especie de “receta” que, lejos de ayudarnos a pensar y actuar, estorban. Es necesario darle al movimiento estudiantil su papel como escuela política crítica que entrelaza las actividades académicas con la acción política para la transformación de la educación y la sociedad capitalista. Es necesario relanzar el marxismo revolucionario para este siglo XXI como ciencia y arte de acción transformadora, como instrumento de intervención en el campo de las relaciones sociales.

Finalmente, la militancia y el activismo no pueden servir para amargarnos, para reafirmar las barreras sociales entre pares colocadas por la sociedad capitalista, para repetir acríticamente lo que dice nuestro liderazgo, para quebrarnos, y mucho menos para desmoralizarnos. ¡La militancia debe enseñarnos, sobre todo, a levantarnos, a ser, de manera innegociable, solidarios y a reafirmar nuestros principios de clase! Debe convencernos día a día de nuestra convicción, de la necesidad y posibilidad de otra educación, de otra sociedad, teniendo el profundo entendimiento de que la revolución social no es un fetiche, sino un trabajo históricamente necesario de la autoorganización de nuestra clase, por el fin de toda explotación y opresión.

Por eso, invitamos a todos a conocer a la juventud Já Basta!, a organizarnos en nuestras filas para que juntos podamos luchar hombro con hombro por otro movimiento estudiantil, por una perspectiva histórica de transformación revolucionaria de las relaciones sociales. ¡Por un mundo sin barbarie capitalista, por el socialismo!

Un recomienzo lleno de desafíos y posibilidades

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Carta a los niños de Gaza

Por: Chris Hedges Report / Imagen: Niños de Gaza, por Mr. Fish

Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

Querido niño:

Es más de medianoche. Vuelo en la oscuridad a cientos de kilómetros por hora, a miles de metros sobre el Océano Atlántico. Viajo a Egipto, camino de la frontera de Gaza en Rafah. Viajo por ti.

Tú nunca has ido en avión, nunca has salido de Gaza. Solo conoces las abarrotadas calles y callejas, las chabolas de hormigón. Solo conoces las barreras de seguridad y las vallas que rodean Gaza, patrulladas por soldados. Para ti, los aviones son aterradores: aviones de combate, helicópteros de asalto, drones. Dan vueltas sobre tu cabeza, dejan caer misiles y bombas. Producen explosiones ensordecedoras. El suelo tiembla, los edificios se derrumban. Muertos, gritos, llamadas de socorro amortiguadas desde debajo de los escombros. No se detienen, ni de día ni de noche. Atrapados bajo montones de cemento destrozado están tus amigos, tus compañeros de colegio, tus vecinos. Desaparecidos en segundos. Ves las caras blanquecinas y los cuerpos inertes cuando les desentierran. Yo soy periodista, es mi trabajo observar esto. Pero tú eres un niño, nunca deberías verlo.

Hedor a muerte. Cuerpos descomponiéndose bajo el hormigón destrozado. Contienes la respiración, te cubres la boca con una tela, andas más deprisa. Tu barrio se ha convertido en un cementerio, todo lo que te era familiar ha desaparecido. Miras asombrado: te preguntas dónde estás.

Tienes miedo. Hay una explosión tras otra. Lloras. Te aferras a tu madre o a tu padre. Te tapas los oídos. Ves la luz blanca de un proyectil y esperas la explosión. ¿Por qué os matan a los niños? ¿Qué habéis hecho? ¿Por qué nadie puede protegerte? ¿Te herirán? ¿Perderás un brazo o una pierna? ¿Te quedarás ciego o irás en silla de ruedas? ¿Para qué naciste? ¿Fue por algo bueno o por esto? ¿Crecerás? ¿Serás feliz? ¿Cómo será quedarte sin amigos? ¿Quién será el próximo en morir? ¿Tu madre? ¿Tu padre? ¿Tus hermanos y hermanas? Alguien a quien conoces resultará herido, pronto. Alguien a quien conoces morirá, pronto.

Por la noche te tumbas sobre el frío suelo de cemento, en la oscuridad. Los teléfonos no funcionan, internet tampoco. No sabes lo que está pasando. Hay destellos de luz. Hay oleadas de explosiones. Hay gritos.  No se detienen.

Cuando tu padre o tu madre van en busca de comida, esperas, con esa terrible sensación en el estómago. ¿Regresarán? ¿Volverás a verles? ¿Será vuestra casita la siguiente que destrirán las bombas? ¿Son estos tus últimos momentos sobre la tierra?

Bebes agua salada, agua sucia. Te pone enfermo. Te duele el estómago. Tienes hambre. Las panaderías están destruidas, no hay pan. Comes una vez al día: pasta, un pepino. Dentro de poco hasta eso te parecerá un festín.

Ya no juegas con tu pelota hecha de trapos, ni vuelas tu cometa hecha de viejos periódicos.

Has visto a periodistas extranjeros. Llevamos chalecos antibalas con la palabra PRENSA escrita en ellos. Tenemos cascos, cámaras, conducimos jeeps. Aparecemos después de un bombardeo o un tiroteo. Nos sentamos a tomar café durante un buen rato y hablamos con los adultos. Luego desaparecemos. No solemos entrevistar a niños. Pero yo sí lo hecho cuando me he visto rodeado por un montón de chavales. Reís, señaláis con el dedo, nos pedís que os hagamos una foto.

He sido bombardeado por aviones en Gaza. Me han bombardeado también en otras guerras, guerras que sucedieron antes de que tú nacieras. Yo también pasé mucho, mucho miedo. Todavía sueño con aquello. Cuando veo las imágenes de Gaza, esas guerras regresan a mí con la fuerza del trueno y del rayo y pienso en vosotros.

Todos los que hemos estado en la guerra la odiamos sobre todo por lo que les hace a los niños.

Yo he intentado contar vuestra historia. He intentado contar al mundo que cuando se es cruel con la gente, semana tras semana, un mes tras otro, año tras año, década tras década, cuando se les niega la libertad y la dignidad, cuando se les humilla y se les encierra en una cárcel al aire libre, cuando se les mata como si fueran bestias, acaban muy enfadados. Hacen a los demás lo que les hicieron a ellos. Lo he contado una y otra vez. Lo repetí durante siete años. Pocos escucharon. Y ahora esto.

Hay periodistas palestinos muy valientes. Treinta y nueve de ellos han sido asesinados desde que comenzaron a caer las bombas. Son héroes. Al igual que lo son los médicos y enfermeras de vuestros hospitales. Como los trabajadores de las Naciones Unidas, ochenta y cuatro de los cuales han caído. Como los conductores de ambulancias y los paramédicos. Y lo mismo puede decirse de los equipos de rescate que levantan los bloques de hormigón con sus manos. O los padres y madres que os protegen de las bombas con sus cuerpos.

Pero ahora no estamos allí, no en esta ocasión. No podemos entrar, no nos dejan.

Periodistas de todo el mundo van camino del paso fronterizo de Rafah. Acudimos porque no podemos contemplar esta carnicería y no hacer nada. Acudimos porque cientos de personas mueren a diario, incluidos 160 niños. Acudimos porque este genocidio debe detenerse. Acudimos porque tenemos hijos, niños como vosotros, preciosos, inocentes, amados. Acudimos porque queremos que viváis.

Espero que algún día nos encontremos. Vosotros seréis adultos, yo seré un anciano, aunque para vosotros ya soy muy viejo. En mis sueños os encuentro libres, felices, a salvo. Nadie intenta mataros. Voláis en aviones llenos de personas, no de bombas. No estáis atrapados en campos de concentración, salís a ver el mundo. Crecéis y tenéis hijos. Os hacéis viejos. Recordáis este sufrimiento pero sabéis que eso significa que tenéis que ayudar a otros que sufren. Esa es mi esperanza, mi plegaria.

Os hemos fallado. Esa es la terrible culpa que cargamos. Lo intentamos, pero no lo suficiente. Así que iremos a Rafah, muchos de nosotros, periodistas. Nos plantaremos frente a la frontera con Gaza para protestar. Escribiremos y filmaremos. Eso es a lo que nos dedicamos. No es mucho, pero es algo. Volveremos a contar vuestra historia.

Quizá sea suficiente para ganarnos el derecho a pediros perdón.

Chris Hedges es un periodista estadounidense ganador del Premio Pulitzer. Fue durante 15 años corresponsal en el extranjero para The New York Times, ejerciendo como jefe para la oficina de Oriente Próximo y la  de los Balcanes.

Fuente: https://chrishedges.substack.com/p/letter-to-the-children-of-gaza

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Argentina: Democracia, elecciones y 40 razones para defender la ESI

Un movimiento federal conformado por docentes y militantes sociales llama a defender la ley de educación sexual integral.

En una coyuntura en la que algunos discursos políticos ponen en riesgo la educación sexual integral (ESI) como política pública educativa y como derecho, el Movimiento Federal XMásESI lanzó la campaña “Nuestras voces: 40 años de democracia/40 razones para defender la ESI”. La movida será el próximo lunes 13 de noviembre a las 19 y se realizará en modalidad virtual por el canal de YouTube de la organización.

XMásESI es un colectivo de docentes que trabaja en todos los niveles y modalidades del sistema educativo, desde el nivel inicial hasta el superior, así como también en sindicatos y en diferentes instancias de los gobiernos nacional y provincial. De la propuesta participan también periodistas, militantes de organizaciones sociales y profesionales, educadores populares y promotores territoriales de género y diversidad. En todos los casos, las y los convoca la convicción de que la ESI es un proyecto de justicia y de igualdad que contribuye a mejorar de la calidad de vida de todas las personas.

“Invitamos a la sociedad en general para seguir en vivo la transmisión del evento porque la ESI es un derecho conquistado que hoy defendemos familias, docencia y chiques por igual”, indica a La Capital Ximena Frois, una de las referentes santafesinas del movimiento. Y agrega: “La ESI es una política exitosa que permitió visibilizar las violencias hacia las infancias e interrumpir abusos sexuales contra niñes y adolescentes, 8 de cada 10 denuncias se originaron por una clase de ESI y disminuyeron los embarazos de niñas y adolescentes. Pero por sobre todo, construyó un diálogo intergeracional maravilloso y hoy contamos con una generación de pibis que acuerparon los derechos sexuales”.

A 40 años de la democracia y a 17 de la sanción de la ley 26.150, el colectivo se pronuncia en favor de renovar su compromiso ético, político y pedagógico con una ESI situada, feminista, diversa, disidente y no binaria, atenta a las necesidades y deseos de sus protagonistas y que promueva la construcción de un mundo más justo y democrático. Además, alertan sobre un contexto que les conduce a redoblar esfuerzos: “Ante los ataques que ha sufrido la ESI a nivel nacional y regional por parte de sectores conservadores y antiderechos, y en el marco de la conmemoración de los 40 años de democracia, desde el Movimiento XMás ESI presentamos 40 razones para defender la educación sexual integral como derecho”.

El próximo 13 de noviembre la actividad virtual de lanzamiento contará con la presencia de referentes de la educación, organizaciones sociales, del movimiento feminista y LGTTBIQA+, antirracistas, estudiantiles, artistas y deportistas.

Derechos en riesgo

El pasado 18 de octubre el movimiento federal XMásESI anunció su conformación y se presentó como un colectivo que integra referentes de todas las regiones del país. “Desde esa heterogeneidad nos organizamos para compartir nuestras experiencias en el despliegue territorial de la ESI”, afirmaron y sostuvieron el compromiso con una política pública educativa que se construye cotidianamente en una diversidad de territorios, como escuelas y organizaciones sociales.

La organización sostiene que la presencia de la ESI en todos los territorios supone trabajar a diario en desmontar mitos que desinforman e instalan miedos, tabúes y estereotipos que obstaculizan el reconocimiento y acceso a derechos de las personas.

A 17 años de la sanción de la ley 26.150, la coyuntura no se presenta alentadora sino que por el contrario, la ESI parece ponerse en riesgo. Así lo indican los discursos de campaña de un sector de la dirigencia política, como es el caso de La Libertad Avanza.

“Libertad es amar a quien quiera sin miedo”, “libertad es que reconozcan mi identidad”, “libertad es tener información para decidir”, “libertad es crecer sin estereotipos sexistas”: son algunas de las consignas que el movimiento de docentes postea en sus redes sociales con el objetivo de concientizar en la temática y como respuesta a las ideas antiderechos que postula este nuevo partido político.

“Hoy se juegan dos modelos de país. El que cristaliza la candidatura de Massa, que plantea profundizar la democracia y mejorar la vida cotidiana de nuestro pueblo reconociendo que hubo errores, que hay fallas, que es necesario ampliar derechos y presenta un plan para hacerlo. Y el modelo de Milei, que solo habla de destrucción y de establecer una forma de relación social no jurídica, sin cuidado común, por afuera de los derechos y eliminar la ESI. Sin ESI dejamos a la intemperie a las actuales generaciones y cortamos toda posibilidad de futuro autónomo”, sostiene Frois, y destaca que respecto al plan que presenta el candidato de Unión por la Patria, actualmente está en tratamiento la ley de aumento de presupuesto educativo de 6 a 8 por ciento del producto bruto Interno (PBI), y que la ESI es una de las políticas destinatarias de ese incremento de recursos.

El movimiento federal XMásESI cuenta con referentes y especialistas en la materia en todo el territorio nacional. La provincia de Santa Fe se encuentra representada por las docentes Ximena Frois, coordinadora jurisdiccional de ESI de la cartera educativa provincial; Dolores Covacevich, docente de institutos de educación superior y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y Florencia Rovetto del Área de Género y Sexualidades de la UNR. La organización comunica sus iniciativas a través de sus redes sociales en instagram @masesi2006 y Facebook XMASESI.

https://www.lacapital.com.ar/educacion/democracia-elecciones-y-40-razones-defender-la-esi-n10100529.html

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