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Educación alemana: La silenciosa revolución de YouTube en la sala de clases

Redacción: DW

Casi sin que profesores y padres se dieran cuenta, YouTube se convirtió en un actor muy importante en la educación. Según un estudio, cerca de la mitad de los jóvenes alemanes usa vídeos para aprender.

Hasta ahora, YouTube ha sido considerado como un lugar para ver vídeos musicales o a personas que ofrecen tutoriales de belleza. Pero el vídeo del youtuber Rezo, con el decidor título «La destrucción de la CDU», dejó muy en claro que YouTube es más que un sitio para la entretención. También es un poderoso instrumento para el debate político.

Casi en paralelo, un sondeo realizado entre 800 estudiantes descubrió algo distinto, casi tan sorprendente como el éxito de Rezo: YouTube se ha convertido en un lugar para el aprendizaje. Casi el 50 por ciento de los estudiantes alemanes consultados usan la plataforma digital como fuente educativa. Los jóvenes valoran especialmente la variedad y la oferta de vídeos explicativos. O, como dice el estudio encargado por el Consejo para la Educación Cultural, «YouTube se ha convertido en el medio cultural líder entre la juventud».

YouTube cambió la enseñanza

En la presentación del estudio, realizada en Berlín, el presidente de la Agencia Federal para la Educación Cívica, Thomas Krüger, criticó que no se haya reconocido aún la dimensión pedagógica de la plataforma de vídeos. «El uso de este medio por parte de los estudiantes es cada vez más importante, pero los padres y los profesores lo subestiman», dijo Krüger. Este cambio radical ha pasado inadvertido. Podría decirse que una revolución pedagógica ha tenido lugar en el más absoluto silencio.

Un tutorial de matemáticas en YouTube, todo un hit. Un tutorial de matemáticas en YouTube, todo un hit.

Según el estudio, los jóvenes usan YouTube sobre todo para repasar aquellas materias que no entendieron bien en la escuela. Además, encuentran mucha información para sus deberes, adquieren conocimientos generales y preparan sus exámenes. También es de destacar que YouTube sirve como fuente de inspiración para las clases de música, arte y teatro.

Por ello no sorprende que, según la encuesta, además del entretenimiento y la diversión, los jóvenes valoren a YouTube como un factor que incentiva la creatividad y facilita el acceso al conocimiento.

Consecuencias para la formación de profesores

Los cambios en los hábitos de aprendizaje deberían tener consecuencias también para la formación de los docentes, dicen los autores del estudio. No se trata solo de que los maestros conozcan YouTube y otros medios similares. Lo importante es incorporar el canal de vídeos a la pedagogía convencional. A medida que la tendencia propenda hacia el autoaprendizaje, los profesores desempeñarán un rol cada vez más de instructores educativos, dicen los especialistas.

Los profesores deberían también ser aliados a la hora de realizar un análisis crítico de los vídeos, pues al igual que en las noticias políticas, en los vídeos educativos no es fácil medir la calidad de la oferta. Por poner un ejemplo simple: si un alumno entiende mal una postura para hacer un acorde en la guitarra, el resultado será que la nota sonará mal y alguien debe estar a su lado para corregirlo. Los alumnos también deberían ser sensibilizados sobre el modelo de negocios que se esconde tras los vídeos  y cómo algunos influencers pasan a depender de las empresas que los auspician.

De todas formas, los expertos ven muchos beneficios en el uso de los vídeos de YouTube. Si se abren «nuevos caminos» junto a la «educación tradicional», la calidad de la educación mejorará ostensiblemente. Y teniendo en cuenta los malos resultados que obtiene el sistema educacional alemán en las mediciones nacionales e internacionales, esta ayuda se requiere con urgencia.

El youtuber Rezo. El youtuber Rezo.

Falta de comunicación

Pero sigue en pie la pregunta sobre cómo debería ser llevado a la práctica, para profesores y padres, este nuevo uso de YouTube. Thomas Krüger ve paralelos entre el sistema educativo y los recientes resultados en las elecciones europeas: así como el análisis de las votaciones refleja que falta comunicación entre los partidos tradicionales y las nuevas generaciones, también se repite el fenómeno entre profesores/padres y alumnos. «Hay una cierta incomunicación entre el currículum, los profesores y la vida de los estudiantes», dice Krüger, quien valora el rol de los tutoriales digitales que ya existen en el sistema educacional, pues han servido como puente entre generaciones.

Una muestra de que las cosas van a otra velocidad en las escuelas la dio el mismo youtuber Rezo, que escribió en su cuenta de Twitter que «en los últimos días me han llegado muchos mensajes de profesores y estudiantes que han visto mi video juntos en la escuela y han montado discusiones sobre él». Incluso el influencer tiene esperanzas en que la revolución digital que se acerca a las aulas genere cambios. (dz/ers)

El Consejo para la Educación Cultural se ve a sí mismo como una entidad asesora independiente que se preocupa de la calidad de la educación en Alemania. Es una iniciativa de instituciones como la Fundación Bertelsmann, la Fundación Deutsche Bank y la Fundación  Robert Bosch.

El estudio «Juventud/YouTube/Educación Cultural. Horizonte 2019» se basa en una encuesta representativa realizada a jóvenes de entre 12 y 19 años sobre el uso de la oferta cultural en sitios culturales digitales.

Fuente: https://www.dw.com/es/educaci%C3%B3n-la-silenciosa-revoluci%C3%B3n-de-youtube-en-la-sala-de-clases/a-49059054

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«Escuela bomba», un documental urgente y militante

Redacción: Página 12

Después de que el Incaa decidiera levantar el film de Juan Mascaró programado en la sala Gaumont, ahora se lo puede ver los lunes en el Centro Cultural de la Cooperación.

Dirección y guion: Juan Mascaró

Música: Colectivo Escuela Nº 32 de Moreno

Duración: 68 minutos

Se exhibe únicamente en la sala del Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, los lunes a las 20.

Dada la incomodidad que el asunto genera en autoridades nacionales y provinciales, la gestión actual del Incaa decidió levantar esta película de cartel, después de haberla programado en el cine Gaumont. De modo que a partir de este lunes Escuela bombadolor y lucha en Moreno se exhibe todos los lunes a las 20 en el Centro Cultural de la Cooperación, que funciona así como “sala de acogida”. Producida por el Departamento de Educación de la Universidad Nacional de Luján, la película escrita y dirigida por el documentalista Juan Mascaró es lo que podría llamarse documental “de denuncia”. Aunque lo que denuncia no es desconocido. Estrenada justo un año después de sucedido el episodio, Escuela bomba, que se estrena con el auspicio del colectivo de documentalistas DOCA, trata sobre el recordado caso de pérdida de gas, explosión de una garrafa y muerte de la vicedirectora y un auxiliar docente de la escuela Nº 49 de Moreno, el 2 de agosto de 2018. Como se sabe, el estallido fue producto de la negligencia de las autoridades educativas y provinciales, que en el marco de la política de Estado Ausente tienen a las escuelas públicas en un estado de desatención que puede conducir, como en este caso, lisa y llanamente a la muerte de inocentes.

Lo que denuncia Escuela bomba es conocido, pero la película da uno o varios pasos más en relación con la cobertura que la televisión dio al episodio en su momento. El film, de cuya hechura participó la propia comunidad afectada, hurga hacia atrás, en las raíces del problema, y hacia delante, viendo en la reacción del vecindario de Moreno un posible modelo a seguir. Bucea también hacia el fondo del asunto, al indagar en el dolor de compañeros de trabajo, docentes y parientes de Sandra Colomano y Rubén Rodríguez, víctimas de la conflagración.Ese paso que da la película se ve expresado en términos visuales en el plano inicial. Primero se ve la pantalla de un televisor, informando del hecho a primeras horas de la mañana de ese día 2. Luego otras pantallas con otros noticieros y finalmente la superposición de todas las voces, en una suerte de Torre de Babel sonora en la que no se entiende nada. Recién entonces el documental dirigido por Juan Mascaró inicia su narración.

Escuela bomba, título tomado de boca de uno de los testimoniantes (que describe a las escuelas de la Provincia de Buenos Aires como bombas de tiempo) es un documental tan urgente como la propia explosión. Documental militante también, como evidencian las consignas de los créditos finales. La película dirigida por Mascaró (de quien hace unas semanas se estrenó Bazán Frías, elogio de un crimen) no pretende ser sumamente elaborada o sofisticada. Es una herramienta. Una herramienta de conocimiento, en primera instancia. Conocimiento proveniente de los testimonios de maestrxs de la escuela, de la compañera de Rodríguez (que también es docente), de militantes de organizaciones docentes, de directores de escuelas, funcionarios educativos y especialistas en políticas laborales. Basándose en estadísticas oficiales, el laboralista Oscar Martínez aporta un dato: en Argentina muere, por accidentes laborales, un trabajador cada 20 horas. 400 por año. Colomano y Rodríguez fueron dos de esos cuatrocientos.

“Esto no fue un accidente, fue un asesinato”, sostiene Hernán Pustilnik, maestro de la escuela Nº 49, que afronta un doble duelo. “Es duro aceptar que uno viene a la escuela a morirse”, sostiene a su turno la secretaria de la escuela, Karina Rabinovici, ante la información de que de ochenta escuelas inspeccionadas, 78 no tenían sus instalaciones de gas en condiciones. “Hablan pero no saben lo que es la escuela pública”, levanta la voz Mabel Zurita, viuda de Rubén Rodríguez, aludiendo a las autoridades educativas en el acampe popular que duró varios meses. “No-saben-lo que es-la escuela pública”, repite, para que quede claro. Tal vez sí lo sepan: la escuela pública es ese lugar en el que se cae. Tanto como para seguir cayendo, los títulos finales informan que noventa escuelas de la Provincia de Buenos Aires permanecen cerradas, por no tener las instalaciones en regla. Escuelas-bombas de tiempo, en las que se cae y a veces se muere.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/210302-escuela-bomba-un-documental-urgente-y-militante

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Educación cyber y tecnológica en Israel, una realidad que continúa sorprendiendo

Redacción: Aurora

Imagínense entrar a un estadio cerrado, ambientado de manera futurística, con unas 50 mesas en el centro de la cancha con grupos de estudiantes trabajando. Quienes dirigen el evento son una serie de personajes disfrazados con música de fondo y efectos de luces. Los estudiantes llegan con sus drones y los programan in situ para poder superar los diferentes retos.

En dos salas próximas a la cancha, en paralelo, estudiantes de primaria programan robots para que superen obstáculos, y en la última sala estudiantes se encuentran haciendo ejercicios de matemática en computadoras por grupos.  A esta última sala ya no dejan entrar a más observadores porque en nivel de concentración así lo requiere.

Esta es la final de la competencia anual de Cyber, que va por su quinta edición en Israel. El año pasado participaron más de 300.000 estudiantes de unas 1.900 escuelas en el país, según datos que publicó el Ministerio de Educación Israelí.

Yo no competía, pero la adrenalina de ver a los drones haciendo piruetas y pasando por obstáculos, o ver estudiantes de primaria programando un robot, es casi inexplicable. Mientras que mi cara de asombro me delataba, a mi lado entró un padre con su hijo pequeño, también con sus ojos desorbitados, y le explicó lo que estaba sucediendo. Por su vestimenta era obvio que eran religiosos tradicionalistas. Toda esta escena seria “normal” si en la cancha estaríamos viendo la final del campeonato nacional de basquetbol.

¿Qué dos mensajes me quedan claro en lo que se refiere a la Educación en Cyber en Israel?

En primer lugar, en Israel se está invirtiendo en esta área de la educación, donde siempre hay empleo: según titulares de prensa, el sector tecnológico de Israel enfrenta una escasez de 15.000 trabajadores.

«Es cada vez más claro que el crecimiento requerido no será posible si el suministro de trabajadores tecnológicos del país es inadecuado», dijo Eugene Kandel, director de Start-Up Nation Central. «Las compañías tecnológicas están luchando para encontrar profesionales en tecnología, y muchos ya los encuentran en el exterior”, agregó.

Es también la base de los ingresos nacionales más importantes de Israel luego del Exit (cuando una empresa es absorbida por una empresa más grande y fuerte). Esto ocurrió, por ejemplo, con la compra de Mobileye hace dos años por la empresa Intel.

“Israel se considera la Start-Up Nation, pero el sector de alta tecnología representa solo alrededor del 8% del empleo total. No obstante, este sector es de gran importancia para la economía, ya que representa una cuarta parte de los ingresos del impuesto a la renta de Israel, así como una parte importante del valor agregado de las exportaciones israelíes”, apunta Gilad Brand en su obra “¿Cuánto puede crecer la Start-Up Nation israelí?”.

Por otro lado, en Israel se está cambiando los requerimientos de la “Idishe Mame”. Si en el pasado todos deberíamos aspirar a ser abogados o doctores, en Israel el sueño está cambiando: los jóvenes quieren ser “Hitechist” y hacer un Exit.

Queda claro que no todos trabajarán en este sector, pero el cambio de imaginario colectivo sobre las aspiraciones de los niños y jóvenes no debe ser menospreciado. Por un lado, los nombres de los líderes de este sector no son tan conocidos como jugadores de futbol, pero por lo menos cambian las aspiraciones y eso impactará a nuestra sociedad y economía en el largo plazo.

Todo esto se ve reflejado en una serie de programas que promocionan los estudios tecnológicos, de ingeniería o de ciencias de la computación desde temprana edad.  Hay varios ejemplos que ilustran esta tendencia:

 

    • El pasado ministro de educación, Naftali Bennet, desarrolló un programa de estudios de matemática donde se aumentan los incentivos para que más estudiantes estudien matemática y los resultados sean mejores.

 

    • En primaria y secundaria se incorporó a los planes de estudios programas que enseñan a los alumnos a través de plataformas como CodeMonkey, programación básica tanto para motivarlos como para aprender las lógicas de los idiomas de programación.

 

    • El Dr. Ofer Rimon, Director General Adjunto y Director de Administración de Ciencia y Tecnología viene desarrollando programas donde los estudios de estas áreas cada vez son más variados y más subvencionados, lo que tiene como objetivo aumentar los estudiantes en estas áreas.

 

    • La gran mayoría de las instituciones educativas en Israel cuentan con proyectores en las clases, programas de computadores portátiles y/o tabletas. Varias escuelas tienen proveedores de contenidos digitales, o incluso en ministerio les ofrece de forma gratuita.

 

    • En los niveles de educación media existen los centros de ESHKOL PAIS para estudio de ciencias en niveles altos, con indumentaria de alto nivel y no únicamente en los pequeños laboratorios escolares.

 

    • La competencia nacional de CYBER en las áreas de robótica, matemática y programación.

 

Al parecer el Ministerio de Educación en Israel si está observando de cerca que está pasando en otros sectores de la sociedad que han sido permeados por las nuevas tecnologías. Israel es consiente de que su recurso más importante es el capital humano, y la única forma de seguir desarrollando el país es invertir en el desarrollo de generaciones listas para un futuro incierto, pero donde la tecnología juega un papel clave. Queda pendiente la pregunta de hasta qué punto toda esta inversión se de manera equitativa en las diferentes zonas del país. De todas maneras, queda claro que el sector de hi tech en Israel se convirtió en el pilar de la economía Israelí. Por lo tanto, las inversiones en esta área desde los primeros niveles de la educación hasta el final de la educación obligatoria, es lógica y necesaria.

Fuente: http://www.aurora-israel.co.il/educacion-cyber-y-tecnologica-en-israel-una-realidad-que-continua-sorprendiendo

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Nicaragua ejecuta un riguroso plan de formación a docentes

Redacción: TN 8

Los programas educativos en Nicaragua se han ampliado para mejorar la preparación de los estudiantes y futuros profesionales. El sistema público ejecuta un plan de formación dirigido a los docentes para impactar en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

Para abordar los avances, retos y desafíos, la comunidad educativa participó en un congreso nacional de formación docente.

“Todos los indicadores dicen que estamos avanzando, pero no solo avanza la calidad desde los procesos, lo más importante desde nuestro modelo educativo es el avance en la calidad de las personas. Hablamos de la calidad humana, hablamos de niños, niñas, jóvenes y adolescentes que dominan las ciencias, que dominan la tecnología, que desarrollan sus talentos artísticos en los Coros Rubén Darío, en las orquestas sinfónicas, en la expresión de poesía, de exclamación, que hacen crecimiento de valores, que respetan a la naturaleza; en eso se esfuerza la calidad educativa del país”, explicó Salvador Vanegas, asesor presidencial en temas educativos

“La formación docente es uno de los ejes principales para la calidad educativa. No se puede lograr calidad educativa si no tenemos docentes actualizados, motivados para hacer evolucionar la calidad educativa, eso se hace desde el esfuerzo conjunto con el Consejo Nacional de Universidades, que forma a los docentes de la educación secundaria y con las escuelas normales, que forman a los docentes de educación primaria», manifestó Vanegas.

Formación a docentes actuales y futuros

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«También se hace desde el programa de formación continua y actualizaciónque estamos realizando con los docentes que están en servicio. Es decir que estamos trabajando en dos dimensiones, la formación de los actuales docentes continuamente y actualización permanente, incursionando en la tecnología, en nuevas dinámicas centradas en el aprendizaje; pero también formando a los futuros docentes. Trabajamos en los actuales y en los futuros”, continuó el asesor de educación.

“Hacer esto no es solo diseñarlo, hacerlo es, apropiarlo desde el corazón, desde la actitud, desde la vocación, la pasión docente y es por eso que el congreso nos convoca desde las escuelas normales y las universidades a discutir cómo vamos y que más podemos hacer. Aquí valoraremos los resultados, proyectar próximos resultados y se realizarán varias conferencias magistrales que nos permitan reflexionar sobre desafíos que el mundo se enfrenta para lograr el desarrollo profesional de los docentes”, finalizó el asesor presidencial en temas educativos.

Fuente: https://tn8.tv/nacionales/481479-nicaragua-ejecuta-riguroso-plan-formacion-docentes/

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Deconstrucción de la mirada neocolonial de la agroalimentación y la salud en América Latina y el Caribe. Primera parte. Javier Nouel

Redacción: Escuela Venezolana de Planificación

Resumen.-El presente trabajo es el primero de tres artículos en el cual el autor busca deconstruir la mirada neocolonial de la salud y la agroalimentación que imposibilita el diálogo de saberes entre diversas epistemes a pesar de que la Organización Mundial de la Salud lo impulsa desde el año 1978. El autor plantea que las disciplinas relacionadas a estas áreas, influenciadas por el enfoque positivista, reproduce lo que denomina dispositivos epistémicos de exclusión, con la que se niegan de forma acrítica y prejuiciosa otros enfoques de salud y alimentación que persisten en el mundo, y en particular en América Latina y el Caribe. Se trata de una revisión documental de autores críticos, con la que el autor redefine  conceptos y categorías para lograr la deconstrucción del enfoque hegemónico moderno reflejado en la salud y la agroalimentación.

I.-Hacia una educación multiversa en agroalimentación y salud integral 

Con el siguiente artículo procuro construir un piso teórico e histórico con el cual impulsar una educación multiversa que permita construir el diálogo de saberes necesario entre diversas epistemes que en conjunto dan respuesta a las principales problemáticas en lo que se refiere a la salud y la agroalimentación en América Latina y el Caribe, más allá de su reconocimiento por parte de estados, gremios e instituciones. Este diálogo epistémico se hace necesario, en tanto que el enfoque convencional de salud alopática y el modelo del agronegocio dominante no dan respuesta a las necesidades de los pueblos; por el contrario, desde una visión mercantil, se presentan como muy eficientes para la concentración de capitales, y la dependencia de las grandes transnacionales, cuyos mercados bloqueados, se presentan hostiles ante las necesidades de pueblos sitiados como el venezolano y el cubano. En cambio, los otros enfoques de salud de los pueblos, llamados por la OMS como medicinas tradicionales y terapias complementarias (MTTC), dan respuesta a las problemáticas desde sus propios saberes, así como con el aprovechamiento de los recursos disponibles en cada territorio. Es de resaltar que la OMS impulsa las MTTC desde el año 1978 por estos motivos. Se tratan de saberes que, por ejemplo, en el caso cubano, han sido reconocidos e incorporados en el sistema de salud público, y significó una respuesta oportuna a la situación del bloqueo aunado a la caída de la URSS que generó lo que llamaron el “período especial”. En Nicaragua, por su parte, se aprobaron leyes desde el 2011 que reconocen y promueven los otros enfoques de salud; y en el caso venezolano, la CRBV reconoce otros modelos de salud, en particular los indígenas. En China la llamada Medicina Tradicional China convive con la medicina alopática contando con miles de instituciones formales; lo propio ocurre en India con la medicina ayurveda.

 

Sin embargo, los profesionales de la salud y la agroalimentación, así como instituciones y organizaciones gremiales, se presentan hostiles a otras enfoques epistémicos, reproduciendo desde la educación formal y la propaganda, el enfoque neocolonial que rechaza otras formas de entender la salud y la enfermedad, así como la alimentación, lo cual, desde una mirada integral y crítica, no se pueden ver de forma separada. Es así que con el presente artículo procuro deconstruir lo que he denominado “dispositivos epistémicos de exclusión”, que se constituyen en prejuicios arraigados, no científicos, pero que están presenten con fuerza generando resistencia a la posibilidad del diálogo de saberes tan necesario e inclusive reconocido por instancias como la OMS.


II.-La necesidad de ver la educación y la investigación en agroalimentación y la salud integral desde lo histórico-crítico 

Para poder comprender la agroalimentación y la salud integral en su totalidad, en el mundo contemporáneo, en particular en América Latina y el Caribe, partiré de algunos principios del pensamiento complejo (Morin, 2007) y la visión crítica latinoamericana  (Bigott, 2010; Pérez, 2015). En tal sentido, en este artículo busco superar lo que algunos autores llaman la visión fragmentaria de las ciencias y la historia (Morin, 2007: 30; Lander, 2000: 15; Coronil, 2000: 123, Bautista, 2018: 308), el mecanicismo newtoniano y cartesiano (Morin, 2007: 27; Lanz, 2008: 66; Shiva, 2007: 117; Capra, 2009: 39), el cientificismo y el colonialismo científico (Varsavsky: 1969: 20), la investigación “positivizada” que separa y pone en falsa disputa lo cuantitativo y lo cualitativo (Pérez, 2015:25); logrando que se comprenda lo alimentario y la salud desde una mirada integral, considerando aspectos sociales, económicos, ambientales, psicológicos, biológicos, culturales y espirituales (Instituto Nacional de Nutrición, 2015: 32). El modelo convencional de la agroalimentación y la salud, hace énfasis en los aspectos biológicos y económicos, reproduciendo lo que Morin llamó la “hiper-simplificación que ciega a la complejidad de lo real” (Morin, 2007: 34). En tal sentido:

 

La ciencia convencional fragmenta la realidad en parcelas que son estudiadas por las diferentes disciplinas, invisibilizando las interrelaciones de la realidad desde un punto de vista integral; así la nutrición, enfoca su objeto de estudio en la dimensión fisiológica de la alimentación, minimizando los aspectos ambientales, políticos, económicos, culturales y espirituales (Instituto Nacional de Nutrición, 2015:17).

 

La pretendida descontextualización del modelo convencional positivista o, como lo plantea Pérez Luna la pedagogía “positivizada” (2015:34), aísla los fenómenos de la realidad, en particular de su contexto histórico, imposibilitando la participación de los diversos, y la búsqueda común para la emancipación; por lo que debe ser superado en los nuevos enfoques educativos y de investigación. La visión impositiva, antidialógica (Freire, 2005: 159), opresora, colonizada (Bigott, 2010: 83), procura “objetivar” la realidad, cosificarla, volverla objeto inanimado, sin historia, sin cultura o tradición, en aras de entender la realidad “tal cual y como es”; o, en su defecto, imponer una visión dogmática de la historia, desde el pensamiento único, “naturalizando” el modelo hegemónico, que hoy se presenta desde el contexto político-económico como postura neocolonial (Lander, 2000:12).

 

No debemos perder de vista la todavía presencia de una situación donde subsisten elementos de una sociedad neocolonial y dependiente y donde el principal ingrediente del estado de neocolonización se transparenta en un proceso de anomia, de carencia de familiaridad con nuestro pasado histórico (Bigott, 2010: 68).

 

El enfoque holístico y crítico que construyo en la presente investigación, siguiendo los preceptos del enfoque socio crítico, procura contextualizar el hecho agroalimentario, la salud integral, lo educativo e investigativo, en lo histórico, ya que, según Lanz, el objetivo es “que el sujeto educativo no sea en modo alguno el cogito cartesiano inscrito en un plano nebuloso y ahistórico, sino un ser-ahí colocado en su historia, una historia que no le pertenece sino en la que se encuentra inmerso” (2008; 67). En tal sentido, la agroalimentación y la salud integral están inmersos en una realidad histórica compleja, la cual hay que visibilizar, reflexionar y construir colectivamente. Así, se trata de incorporar transversalmente las categorías heurísticas del espacio y tiempo desde la visión crítica y transdisciplinaria, desde lo geohistórico, superando la abstracción del enfoque moderno, que invisibiliza su lugar y tiempo de enunciación (Castro-Gómez: 2008), tan necesarias para la construcción de procesos que revaloricen lo local y lo diverso, ante la pretendida homogeneización del pensamiento reflejado en la academia ortodoxa y en las políticas alimentarias y de salud contemporáneas neocoloniales (Instituto Nacional de Nutrición, 2015: 17), que ostentan un dominio global transnacional.


III.-La Colonia como inicio de los dispositivos de exclusión: la muerte como doble herencia para el renacimiento 

He decidido revisar históricamente la agroalimentación y la salud considerando la colonia como momento trascendental, en tanto se trata de un proceso histórico de significación no sólo para Latinoamérica y el Caribe, sino para todo el planeta. El filósofo europeo Tzvetan Todorov, gran estudioso de la colonización desde una postura crítica, sobre todo desde la relación con los otros, asegura que “no hay ninguna que convenga más que marcar el comienzo de la era moderna que el año 1492, en que Colón atraviesa el océano Atlántico. Todos somos descendientes directos de Colón, con él comienza nuestra genealogía” (2008: 15).

 

Por su parte, el antropólogo venezolano Mario Sanoja, plantea que este origen genealógico establece una relación de subordinación de América con respecto a los países dominantes (Sanoja, 2011: 140). Por tal motivo, la tesis que propongo en la investigación, es que muchos de los dispositivos epistémicos de exclusión nacieron en la colonización europea y, aunque han mutado durante el tiempo, mantiene algunas lógicas de forma más o menos constante, en particular, en la relación con la otredad, y que perduran en una lógica de colonialidad del saber que a su vez se reflejan en la agroalimentación y la salud (Nouel, 2017).

 

Es de resaltar que la colonización basó su accionar en cuatro conceptos centrales: “el colonialismo global, el eurocentrismo, el capitalismo y la modernidad” (Sanoja, 2011: 141). Es así que en este contexto neocolonial, la historiografía oficial minimizó y sigue minimizando las culturas de los pueblos indígenas, africanos, asiáticos y árabes, definiéndolas como primitivos y retrasados frente a la occidental, invisibilizando en gran medida el aporte de estos pueblos a la humanidad, planteando que la identidad latinoamericana y, en particular la venezolana, nacen a partir de la colonización española (Sanoja 2011: 23, 31,40); justificando a su vez, en términos civilizatorios, uno de los más terribles etnocidios y genocidios de la historia (Mosonyi, 2008: 55) y la perpetuación de las relaciones desiguales y de dependencia de los otros hasta el presente. Se trata de una postura etno-eurocéntrica con respecto a los otros, en el marco de un sistema-mundo capitalista, que constituye parte del sentido común de la academia occidental moderna, que incluyen también la guerra, la invasión y el autoritarismo político y epistémico.

 

Más allá de esta realidad compleja, me sumo a la propuesta de Morin (1999) en sus “Siete saberes para la educación del futuro”, en la que plantea una herencia contradictoria: la muerte derivada de la barbarie que trae el propio progreso y la hegemonía del enfoque empírico-analítico desde la mirada moderna occidental, “de una racionalización que no conoce más que el cálculo e ignora a los individuos, sus cuerpos, sus sentimientos, sus almas y multiplica las potencias de muerte y de esclavización técnico-industriales”, reflejada en la colonización y las guerras del siglo XX –y hoy agrego las del siglo XXI-, pero también, la de los preceptos modernos que sustentan tal barbarie ilustrada (Morin, 1999: 37).


IV.-Dispositivos de exclusión
IV.1.-La mixofobia
 

El primer dispositivo epistémico de exclusión que describo le he denominado la mixofobia, utilizando el término de Bauman (2008). La incomprensión de la otredad ha tenido consecuencias devastadoras a lo largo de la historia, como ha sido la guerra entre el mundo cristiano y el musulmán, la ideología nazi-fascista y sus campos de concentración, las persecuciones de carácter ideológicas de las dictaduras de América Latina durante el siglo XX, los excesos de la guerra contra el terrorismo después del 11 de septiembre del 2001 (estos dos últimos eventos también han contado con sus modernos campos de concentración), entre otros. En la actualidad persiste esta fragmentación con respecto a la alteridad, lo que trae importantes consecuencias que imposibilitan la aceptación de la diversidad y la consolidación de la democracia real, y se constituyen en lo que Zygmunt Bauman denomina mixofobia:

 

es una reacción –muy extendida y altamente previsible- ante la escalofriante, inconcebible y perturbadora variedad de tipos humanos y costumbre en las calles de las ciudades contemporáneas (…) A medida que crece el multilingüismo y la diversidad cultural del entorno urbano de la era de la globalización –que, con el paso del tiempo, tiene más probabilidades de intensificarse que de atenuarse-, las tensiones derivadas de la molesta/perturbadora/irritante extrañeza de la situación seguramente seguirán favoreciendo los impulsos segregacionistas (Bauman, 2008: 123-124).

 

Esta realidad en nuestro continente “multiétnico y pluricutural”, aunque matizada y con diferencias importante con respecto al mundo de las sociedades posindustriales que describe Bauman, tiene raíces profundas en los procesos coloniales, por lo tanto, se constituye en esencia del mundo moderno, sus contradicciones y sus mitos, influyendo no sólo la vida del ciudadano en general, sino con un particular énfasis en la academia y la democracia. Una de las consecuencias de esto es lo que Bauman llama “capital del miedo”, y se traduce en el abandono del espacio público por el terror a los otros; la segregación política y económica; una industria de seguridad en expansión; así como la justificación de la guerra e invasiones a países periféricos; e inclusive la pérdida de derechos sociales y libertades individuales como el de la intimidad, producto de que la ciudadanía y los estamentos políticos consideren que se deben proteger del peligro que representan los otros.

El reflejo de la mixofobia en la salud
Desde la mixofobia, por ejemplo, médicos y nutricionistas advierten induciendo temor a los paciente, de los peligros del uso de plantas medicinales o el tratamiento a través de alimentos de medicinas alternativas y tradicionales, el uso de alimentos desconocidos por el mercado dominante, o los peligros subyacentes de otras formas de sanar, sin conocer realmente estos sistemas; simultáneamente, invisibilizan los efectos iatrogénicos de su propio sistema alopático así como de los terribles efectos a la salud de los alimentos ultraprocesados que dominan hoy el mercado y que vienen de la mano con una falsa publicidad de ser alimentos saludables.


IV.2.-La homogeneización. La convivencia conflictiva entre mixofilia y mixofobia 

La mixofobia como dispositivo epistémico de exclusión de la modernidad, representa una especie de paranoia en contra de la diversidad, por lo que se obsesiona por la homogeneización, la cual planteo como otro dispositivo de exclusión.

 

Homogeneizar la ciudad, la cultura, la educación, los sistemas de salud, los alimentos procesados homegeneizados, los campos a través de los monocultivos; para la modernidad mixofóbica lo diverso, lo heterogéneo, lo irregular, es angustioso, por lo que se debe hacer todo lo posible “racionalmente”, para uniformar la realidad diversa, mixta, mezclada, desordenada, salvaje. La escuela convencional “uniforma” a sus estudiantes, con la esperanza de eliminar la diversidad, de que todos sean iguales; detrás de la idea de la educación igual para todos, parasita una idea homogeneizadora; no solo se trata de garantizar la igualdad de derechos, ya que para lograr ese loable objetivo se tiene que pagar el precio de eliminar la diversidad. Es el mismo principio civilizatorio del progreso que intelectuales como Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Prieti (Martín, 2005) y Mario Vargas Llosa, esgrimieron y que se refleja en la idea de que nuestros otros deben dejar “sus harapos” para permitir que nuestras naciones se monten en el tren del progreso (Velásquez, 2008: 13), lo que incluye las otras formas de sanar y alimentar.

El reflejo de la homogeneización en la alimentación

En la industria alimentaria, los alimentos ultraprocesados vienen en paquetes que procuran que cada producto tenga exactamente el mismo gusto que otra unidad de su propia marca, y que respondan a la tabla nutricional de manera exacta. Se acabó el placer de saborear lo diverso, de deleitarse en los mercados campesinos, indígenas y populares con la variedad de frutos y vegetales de temporadas, de deleitarse con la diversidad culinaria. Todo debe provenir de industrias homogeneizadoras, de monocultivos que acaban con la biodiversidad de la naturaleza, en aras de maximizar la productividad. En cada ciudad debe haber McDonalds, que algunos se atreven a igualarlo con progreso, paz y civilización; cada restaurante de comida rápida del mundo ofrece lo mismo pero con pequeñas variantes, respondiendo a la lógica de la homogenezación detrás de una ilusión de abundancia y diversidad. Por lo antes planteado, el sociólogo norteamericano George Ritzer acuñó el término “la Mcdonalización de la sociedad” (Ritzer, 2010).

 

La Mcdonalización no es más que la variación de un tema: el clásico tema del universalismo y sus formas actuales de modernización y la expansión planetaria de las relaciones capitalistas. Ese difusionismo, en virtud del cual, la difusión cultural emana desde un solo centro (por ejemplo, Egipto), ha sido una forma general de esta línea de pensamiento. Desde los años 60, las corporaciones multinacionales han sido consideradas como precursoras de la modernización americana. En La América Latina de los años 70, este efecto se conoció como Coca-colonización. (…) La modernización y la americanización son las últimas versiones de la occidentalización. Si el colonialismo implicó europeización, el neocolonialismo bajo la hegemonía de los EE.UU. implica americanización (334).

 

El reflejo de la homogeneización en la salud

En la medicina, el sistema alopático homogeniza los enfermos al basarse en nociones nosológicas que igualan a todos los paciente, por más diversas que sean sus culturas y los múltiples factores involucrados en el proceso salud-enfermedad. Al reducir este proceso a factores fisiológicos, los médicos modernos minimizan lo social, lo ambiental, lo emocional y espiritual, por lo que muchas veces llegan a “conclusiones erróneas” (Pollak-Eltz, 2001: 15). En la formación académica de profesionales de la salud se les enseña a los estudiantes que el único que “cura” es el médico, los demás son curanderos, hechiceros, pseudocientíficos, por lo que son peligrosos y hay que eliminarlos (Senluy y Nouel, 2012), negando la diversidad. Este hecho inclusive cuenta con el aval de los gremios y sus organizaciones, así como leyes que castiga a los otros procurando su exterminio, lo que relaciona los dispositivos de exclusión de la mixofobia y la homogeneización.

Las consecuencias de la homogeneización
Pero la negación a la diversidad trae sus consecuencias: en la convivencia ciudadana genera angustia ante la inevitable proximidad de la alteridad; en la alimentación los alimentos ultraprocesados y de comida rápida están vinculados a las principales causas de mortalidad y morbilidad del mundo contemporáneo; el cultivo agroquímico en monocultivos deja terribles impactos ambientales, culturales, económicos y epidemiológicos; el sistema alopático de salud está cada vez más colapsado y en cuestionamiento por gran parte de la ciudadanía, que, siguiendo el sistema convencional, se encuentra dependiente de sistemas públicos colapsados y clínicas privadas cada vez más costosas e inaccesibles, así como a merced de los efectos iatrogénicos, muchas veces “peores que las propias enfermedades”.


IV.3.-Convivir entre la mixofilia y la mixofobia 

No todo es tan malo en la modernidad. Según Bauman, también hay una modernidad mixofílica, que, por el contrario, desea y goza por vivenciar en lo diverso, y que considera dicha convivencia necesaria para la relación pacífica y democrática entre lo inevitablemente diverso e híbrido, donde se respeten los Derechos Humanos. “La mixofobia y la mixofilia coexisten en todas las ciudades, pero también se hallan en el interior de cada uno de sus habitantes” (Bauman, 2008: 128). Por lo tanto, puedo decir que también coexisten en la academia.

 

Para la educación multiversa que planteamos se debe trabajar “terapéuticamente” en el desarrollo y fortalecimiento de las tendencias mixofílicas de las y los educandos y facilitadores, con el fin de aceptar, sin prejuicios malsanos y excluyentes, el diálogo entre el nos-otros, y permitir la emergencia de la epistemología pluralista (Prada, 2014). Se trata de una relación terapéutica porque aceptar el otro es también un proceso de sanación desde el perdón.

 

Bauman coloca la esperanza del lado de la mixofilia:

 

no sólo por convertir la vida urbana – un tipo de vida que exige convivencia e interacción con una variedad enorme, tal vez infinita, de desconocidos- en preocupante y más fácil de practicar; sino también la esperanza de atenuar las tensiones que tienen su origen, por causas análogas, a escala planetaria (Bauman, 2008: 131).

 

La modernidad mixofílica pretende beber de sus otros, quiere saber cómo los otros se curan, se alimentan, se educan, para aprender de sus experiencias históricas, e incorporarlas en una nueva coexistencia global-positiva, que Morin denominó Tierra Patria. Así, la OMS (2013) reconoce la existencia de otras formas de sanar e instan a sus estados miembros que promuevan la investigación y formación en las medicinas tradicionales, ya que los sistemas alopáticos no se dan abasto y muchas veces son incompatibles con las culturas locales, son costosas y dependientes de las grandes industrias (¿ineficientes?). Así mismo, la FAO reconoce a organizaciones “de base” como Vía Campesina quienes exigen el respeto a las diversas formas de agricultura locales, viendo en ellas, las posibilidades de salir de los sistemas altamente concentrados en grandes transnacionales. La Unesco, por su parte, reconoce y promueve la diversidad cultural, construyendo la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural (Unesco, 2004); así mismo, promueve el diálogo intercultural (Unesco, 2010). Para edificar una educación multiversa, hace falta deconstruir la mirada mixofóbica y homogeneizadora y fortalecer las tendencias mixofílicas de la modernidad. En Cuba se incorporó en el período especial la medicina natural en los estudios universitarios, así como en el sistema de salud público, con grandes resultados. En Nicaragua se aprobaron a partir del 2011 dos leyes que reconocen y promueven las medicinas tradicionales. En China la Medicina Tradicional China convive con la medicina alopática y es llevada a todo el planeta, en particular a países postindustriales; lo propio ocurre con la Ayurveda en India. La pregunta lógica sería: ¿qué estamos haciendo en Venezuela al respecto?

 

Referencias bibliográficas

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Bauman, Zygmunt (2008). Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre. México D.F: Tusquets Editores México, S.A. de C.V.

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Velásquez, Ronny (2008). Estética Aborigen. Caracas: Fundarte.

 

Registros audiovisuales

Senluy, Osiris y Nouel, Javier (2012). 5to congreso venezolano de medicina natural.

 

Fuente: http://escuelavenezolanadeplanificacion.blogspot.com/2019/08/deconstruccion-de-la-mirada-neocolonial.html

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Carta de una madre siria a su hija. El documental “Para Sama” muestra la guerra de un modo inusualmente íntimo

Redacción: Sarah Aziza

La mayor parte del público occidental concibe la región de “Oriente Medio” como una gran franja de caos constante e inescrutable. En función de esa idea, los diversos conflictos, insurgencias y revoluciones civiles se asientan en un único paisaje de horror, representado por imágenes ubicuas de oleadas de humo y destrucción incolora. L a violencia es, al parecer, endémica en la región, tan natural e inevitable como el desierto infinito y hostil.

Esta falta de historicidad -y la posterior negación de responsabilidad- puede atribuirse en parte a los medios de comunicación occidentales que favorecen los titulares sensacionalistas y reduccionistas por encima de los matices. En función de ello, a muchos residentes de la región, incluidos los que viven en zonas de conflicto, se les niega cualquier apariencia de cobertura mediática libre y precisa, al mismo tiempo que los principales medios locales se dedican a traficar con la propaganda gubernamental. En ambos escenarios, las voces de los ciudadanos “comunes” están deplorable y peligrosamente ausentes.

Este doble déficit es lo que los cineastas Waad al-Katib y Edward Watts intentaron remediar en su nuevo documental “Para Sama”, que se estrena este fin de semana en algunas ciudades, y que se emitirá más adelante en Frontline PBS. El póster de la película juega con el estereotipo: una mujer aparece de pie contra un fondo de edificios destrozados y escombros. Su rostro estoico y el entorno sombrío evocan asociaciones rutinarias de tragedia, pero la imagen contiene un detalle inesperado: una niña pequeña, de rostro vivaz y ojos muy abiertos, mira desde el portabebés atado al pecho de su madre. Ella es la homónima Sama, la primogénita de al-Katib, cuyo nacimiento y primeros años enmarcan una película que es una carta de amor maternal y la historia de una revolución. “Sama, he hecho esta película para ti”, dice al-Katib en una voz en off. “Necesito que entiendas por qué estábamos luchando”.

Es este marco el que distingue “Para Sama” de tantos documentales de guerra. La mayor parte de la película se centra en la vida confinada y desgarradora de la joven familia al-Katib durante el asedio de las fuerzas del gobierno sirio sobre el este de Alepo en 2016. Está limitada a un elenco reducido de personajes: un equipo de médicos y activistas que dirigen un hospital provisional, y un o de los hogares del vecindario, introduciendo así al público en la realidad tensa y enclaustrada de la rutina diaria y entumecida de la guerra.

Este enfoque íntimo fue la forma en la que al-Katib perturbó y amplió la cobertura convencional sobre su pueblo. “Nunca me sentí representada en las noticias respecto a Siria”, dijo al-Katib en una entrevista con The Intercept. “No hay percepciones humanas en esos informes. Hablan de una ‘guerra’ y la gente piensa en ejércitos, líneas de frente, tanques, pero no es así. No se trata de dos bandos luchando entre sí en pie de igualdad. Se trata de personas que luchan por una vida mejor, por la libertad, y de ejércitos que quieren destruirlas”.

El alcance narrativo de la película, basada en los personajes, en forma alguna excluye las dimensiones políticas del conflicto de Siria. al-Katib se involucró desde el principio en los levantamientos civiles contra el presidente sirio Bashar Asad, y llegó al periodismo a través de su participación y activismo en las calles. Las primeras escenas de la película la muestran con 18 años, una joven activista que participa en la oleada inicial de esperanza eufórica que desbordó a la Universidad de Alepo, donde estudiaba, cuando comenzó la revolución. Pronto empieza a filmar de forma amateur las protestas y manifestaciones, primero en su teléfono, luego con cámaras prestadas y, finalmente, con la suya propia.

La historia pasa de las entusiastas protestas del campus a los eventos cada vez más sombríos y violentos de la represión del régimen. Cuando el contingente rebelde es derrotado en el este de Alepo, al-Katib decide seguirlos, junto con un pequeño grupo de jóvenes luchadores por la libertad y de médicos voluntarios. En medio de una campaña progresiva de bombardeos por parte del régimen y de las fuerzas rusas, el grupo levanta un pequeño hospital improvisado que atiende a los heridos en condiciones cada vez más precarias.

La película muestra secuencias muy duras de ver. Tomas de morteros que caen y escenas de gran confusión en el hospital, donde los médicos trepan por suelos manchados de sangre, luchando por salvar a las víctimas destrozadas que llegan y les desbordan minutos después de cada explosión. Al-Katib lo graba todo en el marco de su cámara de mano, negándose a retroceder ante imágenes mucho más horribles de lo que la mayoría de las audiencias occidentales están acostumbradas a ver.

La decisión de los cineastas de incluir estas escenas más impactantes conllevaba un alejamiento deliberado de la distancia esterilizada que veían en la mayor parte del periodismo occidental dominante. Al-Katib y Watts tienen poca paciencia para los debates sobre la “idoneidad” de mostrar los aspectos más horripilantes de la guerra. “No creo que haya que proteger a la gente”, dijo al-Katib. “¡Estas cosas están sucediendo! Ofrecer a la gente la opción de ignorarlo es un error. Los niños están muriendo, los hospitales están siendo bombardeados, y estos horrores continúan en lugares como Idlib”.

Originalmente, al-Katib se propuso capturar estas escenas en un esfuerzo por crear un cuerpo de evidencias que esperaba que algún día ayudara a acusar al régimen. “Realmente, sentí que no saldríamos vivos de Alepo”, dijo, “así que pensé, lo menos que puedo hacer es dejar un registro para que un día, cuando Asad sea llevado ante la justicia, haya pruebas de todos sus crímenes”. El archivo resultante totalizó más de 500 horas de metraje, que comprenden anotaciones personales, tipo diario, desde el dormitorio improvisado de al-Katib, y la campaña del régimen contra civiles y hospitales, hasta tomas de operaciones de rescate posteriores al bombardeo emprendidas por debajo de un cielo que aún retumba.

Algunas de las imágenes más impresionantes se producen en los momentos más tranquilos de la película. En uno, al-Katib está abrazando a su recién nacida cuando la idílica escena se ve interrumpida por el sonido de los bombardeos cercanos. Ella dice: “Hoy hay muchos ataques aéreos, ¿verdad? ¡Pero no nos han alcanzado, ay!”. En otra escena, una toma de Sama con sus mejillas rosadas contrasta con el cuerpo gris azulado de un niño muerto de aproximadamente la misma edad.

“No soy solo una mujer”, dijo al-Katib sobre estas escenas íntimas, “pero esta fue una de las principales formas en que experimenté el conflicto: como mujer, como madre. Veo a ese bebé, muerto, y por supuesto que estoy pensando: podría ser Sama. Podría ser la madre de un bebé muerto. Podría morirme en cualquier momento. Tenía que mostrar ese momento, ese sentimiento”.

 

Waad, Hamza y Sama al-Katib miran los grafitis que pintaron en un edificio bombardeado, protestando por el exilio forzado de la población civil en el este de Alepo en diciembre de 2016. (Foto: Cortesía de PBS Distribution)

La yuxtaposición de ternura y horror a lo largo de la película muestra todo lo que está en juego en el conflicto sirio en sus dimensiones ineludiblemente personales. Esto era algo esencial para al-Katib y Watts, quienes reconocen el cansancio que sienten muchos en Occidente ante el problema sirio. Watts espera que la película logre que el “conflicto” se comprenda en términos más tangibles y humanos. “La gente tiene una actitud muy confusa con respecto a Siria y Oriente Medio en general, la sensación de que las guerras son una especie de desastres naturales que se extienden sin contexto ni razón”, dijo Watts. “Queremos cambiar eso”.

Otro de los “personajes” principales se alza más allá del marco de la película de al-Katib: la comunidad internacional, personificada en las ONG y los relatores que están en contacto con el equipo del hospital más allá de las fronteras sitiadas de Alepo. El esposo de Al-Katib, Hamza al-Katib, es el punto de contacto para muchas de estas conversaciones, realizando entrevistas con los medios de comunicación y consultas con los negociadores a través de su teléfono celular. También en estas interacciones surge la cuestión de la eficacia. “Pasé horas y horas hablando con ellos (periodistas, la Organización Mundial de la Salud, la ONU), pero no sé si eso cambió la situación”, dijo Hamza en una entrevista con The Intercept. “No parecía que los informes de los medios tuvieran algún impacto en los responsables políticos. Y las ONG creían tener una idea muy clara de la forma ‘correcta’ de ‘resolver’ un conflicto: escuchaban muy poco nuestros deseos”.

Durante todo el conflicto, el personal del hospital y los activistas presentaron una petición esencial, que no fue atendida, dijo Hamza: “Por favor, si quieren ayudar, saquen a Asad del poder. Después de eso, los sirios se encargarán de Siria”. En cambio, dijo, la comunidad internacional “se puso a negociar con el régimen. Y, mientras tanto, ese régimen iba matándonos”.

La mayor decepción de todas, dicen los al-Katib, fue la evacuación forzada de su ciudad en 2016, equivalente a la derrota. “Ese dolor fue peor que cualquier cosa que experimentamos durante toda la guerra”, dijo Waad al-Katib. “Dejar nuestro hogar, después de luchar durante tanto tiempo, nos rompió el corazón. Los negociadores de la ONU dijeron que estaban ‘salvando a Alepo’ y, sin embargo, estaban actuando a favor del régimen”.

Los al-Katib viven ahora como refugiados en el Reino Unido. Dicen que la cálida acogida de su película [en el Festival de Cannes] les ha dado un renovado sentido de empoderamiento e incluso de esperanza. “Lo que no esperábamos era que tantas personas nos fueran a preguntar después de ver la película, ‘¿Qué podemos hacer?’”, dice Waad con un tono entusiasta en la voz. En respuesta, los al-Katib planean lanzar campañas de concientización y defensa sobre el bombardeo de hospitales por el régimen de Asad, y abordar la difícil situación de los refugiados sirios.

“Nadie crece soñando con convertirse en refugiado”, dijo Hamza, quien no ha podido ejercer como médico desde que abandonó su país. Waad agregó: “Queremos que la gente entienda que cada refugiado es un individuo con una historia. Hay razones por las que estas personas son refugiados: están huyendo del peligro y solo quieren una vida mejor para ellos y sus familias”. Los al-Katib continúan pidiendo, abierta e inequívocamente, la destitución del régimen de Asad, mientras alimentan las esperanzas de poder volver un día. “Puede que esto no suceda en cinco ni en diez años, pero necesitamos creer que volveremos”, dijo Waad. Hamza se mostró de acuerdo: “Si a Asad se le permite ganar, si el mundo se niega a llevarlo ante la justicia, estamos viviendo en un mundo terrible. No podemos permitirnos creer que es así”.

“Si tuviera algún mensaje, sería este”, agregó: “No den la espalda a Siria”.

Sarah Aziza centra su interés en cuestiones relativas a las relaciones exteriores, derechos humanos y de género. Sus trabajos han aparecido publicados en Harper’s, The Atlantic, Slate y The Nation, entre otros medios.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=258993

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Alianza del Pacífico: mejoras educativas sostenidas

Redacción: Portafolio

Colombia, México y Perú, tienen en general, los mismos niveles educacionales de Chile hace 20 años.

La incorporación de los componentes de salud y educación supuso una superación en la medición del desarrollo humano en los países, más allá de la estrecha concepción económica que había prevalecido hasta finales de los años ochenta. A partir de ello se tiene una visión más integradora de las condiciones que prevalecen en las sociedades en función de la apertura de oportunidades y de la ampliación de las capacidades para la sociedad.

El componente de la educación del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas –IDH- se asocia al índice educativo, el cual involucra tanto la cobertura como la calidad de este importante componente social.

Existen por supuesto otros indicadores que pueden complementar la caracterización de las condiciones educativas –tal el caso de las pruebas PISA (Program for International Student Assessment)- pero para efectos de esta nota nos limitaremos al índice educativo que maneja Naciones Unidas (ONU).

Con base en el último reporte sobre educación de la ONU, en relación con un comparativo entre los países de la Alianza del Pacífico (AP) entre los años 1990 a 2018, es posible advertir que desde un inicio de esta serie de tiempo, Chile tenía el mejor indicador, con un 0.62. Perú era el segundo lugar para 1990 con 0.55, mientras que Colombia reportaba un 0.43, y México un 0.48.

Ya con base en los datos para 2018, es posible advertir las mejoras en el índice educativo de estos países. De esa cuenta se tiene que para este último año, Chile se hace con un valor de 0.81; Perú con 0.69; México con 0.68; y completa el cuadro Colombia con 0.67.

Es evidente cómo Chile no sólo conservó su primera posición del grupo, sino que sostenidamente la ha mejorado en los pasados 30 años, en particular en el ámbito primario y segundario. Los otros tres países mantienen posiciones que son matemáticamente diferentes entre sí, pero que no manifiestan diferencias estadísticamente significativas.

Es de resaltar que con base en el último reporte de índice educativo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) los países de la Alianza del Pacífico: Colombia, México y Perú, tienen en general, los mismos niveles educacionales de Chile hace 20 años. He aquí un reto vital, que se debe enfrentar. Se trata de que la educación amplíe las capacidades de los sectores especialmente más vulnerables de los países. El rezago educativo, lo que sí hace, es garantizar la ausencia de un desarrollo sostenible y sustentable.

Fuente: https://www.portafolio.co/economia/alianza-del-pacifico-mejoras-educativas-sostenidas-532105

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