Desde el Ministerio de Educación de la Provincia del Neuquén, presentaron “Ajedrez On Line” y señalaron que es una iniciativa que complementa la práctica de esta disciplina en las escuelas.
Ya está disponible un ajedrez online, que busca complementar la práctica de esta disciplina en las escuelas de la provincia. El lanzamiento de “Ajedrez OnLine”, se realizó esta mañana en el Auditorio del Consejo Provincial de Educación (CPE).
Se trata de una plataforma donde los estudiantes pueden registrarse y jugar en tiempo real con sus pares. La aplicación permite guardar las partidas y reiniciarlas en cualquier momento. Además ofrece una guía didáctica para los que recién se inician en esta disciplina.
La iniciativa es del Ministerio de Educación de la Provincia de Neuquén. Explicaron que promueven el ajedrez por considerarlo un complemento en la educación, formación del pensamiento analítico y desarrollo de habilidades en niños, niñas y jóvenes.
Por otra parte se informó que el 1 de septiembre se realizará el primer Torneo Provincial “Ajedrez Educativo” para alumnos de las escuelas primarias. La sede será la escuela N° 201. Las inscripciones están abiertas hasta el 29 de agosto y se hacen en ajedrezeducativonqn@gmail.com
El Instituto de Servicios Psicosociales y Educativos (ISPE) convoca a estudiantes y profesionales a participar en sus cursos gratuitos del área de la Psicoeducación.
Según ha publicado esta entidad en su página web, el programa incluye “Pedagogía de la Ternura”, “Qué es la Programación Neurológica”, “Diagnóstico Familiar”, al cual se convoca para este jueves 2 de agosto y estará impartido por Alexia Jape; “Cómo elegir Alimentos Sanos: Reducir y Reusar los desechos que produce la alimentación cotidiana, impartido por Cesarina Minier.
Para este viernes 3 convoca a los que desean participar en el curso “Trastornos del Lenguaje”, a cargo de Dulce Ortega; el jueves 9 de agosto convoca al curso “El Desahucio, la Dimisión y el Despido, a cargo de Julián Díaz Valdepares
Para reservar su cupo gratuito llame al 809-682-6869 y 809-687-8074.
El Programa de Implementación, Desarrollo y Gestión TIC, que depende de la Secretaría General, llevará a cabo una nueva serie de cursos gratuitos de capacitación en herramientas TICs abierto para todos los docentes y ayudantes de la Universidad Nacional de Rosario. Se dictará Sede de Gobierno y contendrá varios módulos con el objetivo de brindar conocimientos necesarios para trabajar en Internet, según publica el sitio de esa Universidad.
El curso comenzará el 21 de agosto y está compuesto por módulos (que no son correlativos entre sí) de cuatro semanas cada uno, con una duración aproximada de 90 minutos. El primero será sobre la utilización de la plataforma Google Drive y el almacenamiento en la nube, mientras que la segunda unidad estará destinada a herramientas de presentaciones interactivas, centrándose sobre todo en el uso de Prezi y Power Point. Por último, en el tercer módulo se trabajará con aplicaciones on line para generar y compartir contenidos digitales. Al finalizar cada módulo se entregaran tutoriales del mismo y los certificados correspondientes.
El Programa de Implementación, Desarrollo y Gestión TIC se propone elaborar políticas integrales de asesoría y capacitación a través de un programa de contenidos que brinde a los docentes un acompañamiento permanente en la adquisición e incorporación de las TICs en su práctica, poniendo a su disposición materiales y herramientas web 2.0.
Desde hace varios años los avances tecnológicos han llevado a modificar la estructura y modo de organización en las aulas, a partir de la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, comúnmente conocidas como TICs. Estas transformaciones proponen un ámbito de aprendizaje mucho más activo, donde los estudiantes sean estimulados para que desarrollen el conocimiento de manera participativa. Es así que de alguna manera este nuevo modelo áulico debe combinar el uso presencial de las TICs con el uso on-line de distintas herramientas.
Para participar en el curso es necesario inscribirse previamente. La misma podrá hacerse de manera online a través de este link: www.herramientastics.unr.edu.ar.
Daniel Samyn (Kajianteya, la que tiene fortaleza, 2012) trabaja su nuevo documental, 16 a 18(2018), en base a testimonios de alumnos de la Escuela de Reingreso 2DE4 Trabajadores Gráficos a la que concurren adolescentes de barrios como La Boca, Barracas o Isla Maciel, entre otros.
El documental se construye básicamente en base a una serie de testimonios frente a cámara de un grupo de chicos que, por diferentes motivos, debieron abandonar sus estudios tradicionales y más tarde, por propia voluntad, reingresaron al sistema educativo pero no en una escuela clásica sino en otra que propone otro modo de enseñanza.
La propuesta de Samyn es interpelar al grupo sobre tópicos que tienen que ver con la educación, la familia, las drogas, el bullying, la violencia, las carencias y los diferentes conflictos a los que deben enfrentarse en el día a día. Pero también trazando un paralelismo con la situación económica del país desde la crisis de 2001 a la actualidad para reflejar como la deserción o incorporación al sistema educativo van en total sintonía con esta.
En los últimos tiempos varios trabajos cinematográficos han abordado el tema de la educación, pero lo novedoso en 16 a 18 es que el eje del relato lo llevan los propios alumnos. No son los profesores, ni los directivos, ni funcionarios, ni los padres quienes expresan las falencias del sistema educativo como lo conocemos, sino que a través de chicos y chicas con diferentes problemáticas Samyn realiza un mapa sobre el fracaso de la educación pública convencional.
En su mayor parte, 16 a 18 se compone de fragmentos con alumnos hablando frente a cámara, algo que lo vuelve cinematográficamente pobre, pero más allá de esta falencia lo relevante es ver la articulación de un relato en donde queda claro que el sistema educativo actual necesita ser reformulado si lo que se quiere es evitar la deserción escolar de los adolescentes en estado de mayor vulnerabilidad.
El gobierno de Etiopía aseguró hoy su compromiso con aumentar el acceso a la educación superior, como herramienta clave para el desarrollo sostenible de la segunda nación más poblada de África.
De acuerdo con una declaración de la Oficina de Asuntos de Comunicación, para ello se trazará un nuevo plan de financiamiento correspondiente al año fiscal 2018/19, en curso, que incluirá, entre otros aspectos, la construcción de más centros de enseñanza y la promoción de becas de estudio en otros países.
El texto precisó que en ese sentido se está recibiendo el asesoramiento cercano de China, que proporcionará eventualmente planes de postgrado para destacados universitarios etíopes, tanto en disciplinas de ciencias sociales como naturales.
Todos ellos, al culminar su preparación, volverán a Etiopía para contribuir decisivamente en proyectos de desarrollo nacional, en línea con las aspiraciones de reimpulso económico, aseguró el comunicado.
Un programa similar ya inició con la entrega de 30 becas a estudiantes, quienes partirán próximamente rumbo a Beijing para comenzar la hoja de ruta curricular.
El 90% de los estudiantes con discapacidad en Kenia no recibe una educación adaptada. Un cantante ha abierto una escuela inclusiva en la aldea de Kabondo para acabar con el estigma
A Baba Gurston le habría gustado tener un profesor como él. Uno que entendiese lo que es correr para quien no puede caminar. Uno que susurrase lecciones a los oídos a los que les cuesta escuchar. En realidad, a Baba Gurston le habría gustado tener un profesor. A él, hasta los diez años no le dejaron ir a la escuela. “Mis músculos eran demasiado débiles para moverme”. Una discapacidad genética quebraba sus pasos: sus brazos eran más largos que sus piernas. Eso, en una aldea de campesinos que cultivan maíz en los cerros que vigilan el lago Victoria, en la Kenia fértil que casi es Uganda, es peor que una plaga. Peor incluso que una maldición.
“Las personas con discapacidad son el grupo más desfavorecido y marginando, los que más discriminación sufren en todos los niveles de la sociedad: una compleja red de problemas económicos y sociales, incluida la desigualdad de género, crean barreras educativas, sociales y económicas. Por tanto, un número desproporcionado de niños y adultos con necesidades especiales no pueden acceder a una educación adecuada y son analfabetos”, resume un informe del propio Gobierno keniano..
Alumnos de la escuela inclusiva, en el patio del centro antes de asistir a las últimas clases de la mañana.PABLO L. OROSA
Apenas el 2% de los 750.000 jóvenes con discapacidad en edad escolar en Kenia reciben una formación adaptada a sus necesidades
Más allá de las cifras, son jóvenes como Byron que despiden cada mañana a sus hermanos antes de ir a la escuela. Para ellos no hay pizarras ni clases de inglés, solo paredes mudas con las que esconderlos del mundo. Tener ceguera, albinismo o trastorno del espectro autista es un salvoconducto a la marginalidad. “Las familias se sienten estigmatizadas y tienen miedo de mostrar al crío en público”, señalan los expertos gubernamentales. A Byron, el más tímido de los tres compañeros de pupitre, lo tuvieron durante meses en casa. “Hasta que convencimos a los padres de que él no era diferente, solo que no era tan fuerte como sus hermanos”, interviene Gurston. Ni siquiera están seguros de lo que debilita su cuerpo. Puede ser algo genético, pero también la malaria. O la polio.
Esta cadena de estigmatización se extiende a través del sistema educativo. Pese a los grandes esfuerzos por mejorar, con la puesta en marcha en 2003 de la educación primaria gratuita, los menores con diversidad funcional siguen siendo un colectivo olvidado. Hay poco más de un centenar de escuelas especializadas y algo más de 1.300 unidades adaptadas en los centros públicos. La mayoría carecen de instalaciones y equipamiento adecuados.
Entre el profesorado, solo el 1% ha recibido formación para atender a alumnos con necesidades especiales múltiples. “Hace falta más formación específica, ya que son muchos los prejuicios que rondan en torno a la discapacidad y ello ejerce una fuerte oposición hacia la inclusión. Es imprescindible que la formación que se dé al profesorado sea específica a las dificultades que se encuentran. Es un tópico real que desde la universidad se promueven aspectos teóricos, que pocas veces se asemejan al día a día que tienen los maestros en sus aulas. Necesitan herramientas útiles y apoyos continuos, no un amplio conocimiento sobre discapacidad y una ayuda puntual que pronto quedará en el olvido”, apunta Saínza Ramos, pedagoga experta en el trastorno del espectro del autismo.
Solo el 19% de los alumnos con diversidad funcional concluyen su formación secundaria en Kenia
El ejecutivo de Uhuru Kenyatta, reelegido el pasado otoño, ha tratado de frenar esta deriva aumentando las ayudas a los padres que matriculen a sus hijos con discapacidad hasta los 2.040 chelines (23 dólares) mensuales. Este dinero, arguyen las familias, apenas alcanza para hacer frente a los gastos de transporte. “Las personas con discapacidad, especialmente los niños, viven en entornos hostiles donde su seguridad está comprometida y su futuro en peligro. Permanecen marginados y sin oportunidad de avanzar, sin voz a consecuencia de los prejuicios, la violencia y el abuso social”, concluye el informe gubernamental.
La escuela del ‘reggae’
Baba Gurston, quien impulsa la escuela inclusiva de Kabondo, en la entrada del recinto.PABLO L. OROSA
En la entrada del aula hay un sinfín de zapatos. Tienen tantos colores como formas. Hay sandalias, mocasines y katiuskas. La mayoría negras, pero también verdes y rosas. Todas, sin excepción, cansadas de tanto barro y tanto caminar. En Kabondo la gente camina mucho: para preparar la tierra, para ir al mercado y al médico, para ir a la escuela los que pueden ir a la escuela. Es una comunidad humilde, bendecida con una tierra fértil en maíz, patatas dulces, tomates y hortalizas, pero en la que no sobra dinero para enviar a los chicos al colegio. Menos aún a los que tienen algún tipo de discapacidad.
Convertido en una estrella del reggae en Kenia, Baba Gurston creó una escuela en la que, de los 83 alumnos, 15 tienen algún tipo de discapacidad
A Byron, con el cuerpo enflaquecido y la boca parca, lo tenían escondido en casa. A Yael, seis años contados en episodios de epilepsia, también. De no ser por esta escuela, la escuela del reggae, los chicos de Kabondo no podrían ir al colegio. Los que tienen discapacidad, seguro; los que no, quizá tampoco. Aquí la pelea por la educación es diaria e individual. Hay que convencer a las familias, una por una. Día a día. «Futuro a futuro», parafraseando al propio Baba Gurston. Porque él lo tiene claro: “En esta escuela estamos abriendo un futuro para estos niños”. Para los 83, incluidos los 15 con discapacidad.
En las cuatro aulas levantadas donde hace dos años solo había pastos no hay distinción posible. Aquí todos los alumnos son iguales. El que tiene el cuerpo envilecido o el que tiene ceguera. En la escuela de Baba Gurston solo hay un lema: Disability is not inability (la discapacidad no es incapacidad). “Por raro que parezca la educación inclusiva favorece principalmente a los niños que no tienen ningún tipo de discapacidad, y ya no solo por todos los valores que promueve sino porque aprenden a sentirse parte de un grupo, reconociendo capacidades dentro de todas nuestras discapacidades, aspecto clave para crecer en el mundo laboral formando equipos”, apunta Ramos.
“La gente cree que la gente con discapacidad no tiene talentos, pero no es cierto, sí los tiene”, señala Gurston. Él, el chico que hasta los diez años no podía ni caminar, es hoy el mayor exponente de lo que se puede lograr derribando las barreras de los estereotipos. Tras nueve meses recorriendo los círculos del infierno, los tres primeros bañándose en el ungüento de hierbas preparado por una curandera y los otros seis encerrado tres horas al día en un agujero de barro bajo el sol, según cuenta, los músculos de Baba Gurston aprendieron a sostenerse. Lo suficiente para recuperar el tiempo perdido. Llegó a secundaria, donde entre los 1.200 alumnos era el único con discapacidad: “Me decían cosas, me intimidaban e incluso me robaban”. Pese al bullying, fue un alumno brillante: dominaba la gramática y la música como el mejor.
Con 17 años se marchó a Kibera, uno de los mayores slums del África, la ciudad sin nombre inmortalizada por Hollywood en El jardinero fiel. Allí conoció a otros como él. Artistas. De la mano del Kibera Creative Arts puso en marcha un grupo en el que los bailarines con algún tipo de discapacidad eran las estrellas. Fue su primer éxito. Suficiente para aliviar una vida dura: en Kibera no hay vidas que no lo sean. “Para mí lo peor era la distancia que tenía que caminar a diario: era casi una hora y media y eso es mucho para mí”, asegura Baba, hoy sentado a la sombra en el único despacho de la escuela. Es una habitación pequeña, de paredes claras y desnudas, con tres sillas y una mesa repleta de libros y carpetas impecablemente ordenadas. También hay dos grapadoras, varias libretas y un juego de bolígrafos. Y el teléfono de Baba.
—¿Por qué decidiste volver?
—Un amigo me convenció. A mí no me gustaba la idea de ser profesor, pero empezamos a hablar de educar a niños pequeños…
Por aquel entonces, hace algo más de dos años, Baba Gurston ya era un reconocido cantante en la escena alternativa keniana. Una de las estrellas de los Art Attack Festival. “La gente se vuelve loca cuando él sale al escenario”, afirma uno de los jóvenes de Kibera que creció viéndolo actuar. Sus ritmos reggaesuenan en Ruanda, Tanzania, Uganda o Etiopía. También en Suecia, donde un artista local, Peter Lundback, se ha convertido en su gran aliado. Su posición —y sus ingresos— le permitieron poner en marcha la escuela. Volver a Kabondo para darle a los pequeños un maestro que él nunca tuvo.
“No queremos que los niños con discapacidad crezcan aparte, que les digan que son especiales. ¡No hay nadie especial! Queremos que sean como los demás. La principal razón por la que existe la discriminación es porque nos separan, esconden a los niños y eso genera rechazo. Si los niños crecen entre iguales se reconocen en ellos, reconocen que ellos también pueden ser vistos como distintos: así es como pasan a ser uno más”, explica. “No hay nada mejor para potenciar el desarrollo de un niño que con el apoyo del grupo-clase, niños conscientes de que todos tenemos dificultades que con ayuda de los demás son menos dificultades”, concuerda Ramos.
Por eso, esta mañana en la clase de ciencia de la señorita Julie no hay miradas distintas para Byron ni para Yael. Tampoco para Jacob. Solo hay un profesor pendiente de ellos. Para ayudarlos. “Les hacemos un refuerzo después de la clase”, explica la maestra. El modelo funciona: “Yael, por ejemplo, iba con un poco de retraso, pero ya hace casi todas las actividades con sus compañeros”. Y Jacob, continúa Gurston, “cada vez se va abriendo más: cuando llegó tenía miedo a hablar”.
En apenas un año, la escuela en la que todo se aprende a través de la música ha conseguido mucho. Hay todavía retos: ampliar las clases, conseguir una furgoneta con la que recoger a los pequeños que viven más lejos y fondos para poder poner en marcha un comedor, pero el primer paso ya está dado. Después de aprender a caminar, ya solo se puede correr.
La UNAM, el Politécnico, el Colmex y las universidades Iberoamericana y de Chapingo instalaron el Comité Interuniversitario M68: Ciudadanías en Movimiento
El repositorio digital reunirá documentos de más de 30 archivos públicos y privados sobre los movimientos sociales, políticos y culturales más significativos, de 1968 al día de hoy, que han impulsado el reconocimiento de derechos en México.
M68: Ciudadanías en movimiento será el archivo digital creado y documentado por la UNAM, el Politécnico, las universidades Iberoamericana y Autónoma de Chapingo así como el Colegio de México para preservar los movimientos sociales políticos y culturales derivados del Movimiento Estudiantil de 1968.
La colaboración del Comité Interuniversitario permitirá integrar, investigar, preservar y difundir acervos como el archivo fotográfico El Heraldo Gutiérrez Vivó-Balderas, así como la Colección Documental del Movimiento de 68 y el Fondo Ana Victoria Jiménez sobre la lucha feminista, resguardados por la UIA.
El Colmex integrará sus archivos México 1968, Movimientos armados en México, recursos de información y documentos conjuntados por el académico Sergio Aguayo.
El IPN participará con la selección de fotografías resguardadas en el Archivo General de la Nación, sobre su participación en el movimiento, y el Canal 11 colaborará con una selección de materiales audiovisuales sobre movimientos sociales.
La UACh colaborará con la recopilación de testimonios y ensayos de integrantes de dicha universidad sobre el movimiento estudiantil, así como otras investigaciones y publicaciones en torno a la huelga nacional de las escuelas de agricultura, realizada en 1967.
Por su parte, la UNAM — a través del Centro Cultural Universitario Tlatelolco— será la encargada de resguardar el macro almacén digital e incorporará acervos de sus dependencias como el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), y la Coordinación de Difusión Cultural, quien participa a través del Museo Universitario Arte Contemporáneo, Radio UNAM, TV UNAM, Filmoteca, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, la Casa del Lago Juan José Arreola, el Museo Universitario del Chopo y del propio Centro Cultural Universitario Tlatelolco, señaló la máxima casa de estudios en un comunicado.
Además, se contará con la colaboración de la Coordinación de Colecciones Universitarias Digitales y del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, así como de la Biblioteca y Hemeroteca Nacional de México y otras bibliotecas.
El repositorio digital se lanzará en octubre y será la columna vertebral del proyecto expositivo del CCUT, pues derivará en la apertura del Memorial del 68 y Museo de los Movimientos Sociales que busca dignificar la memoria de quienes participaron, lideraron y fueron víctimas del movimiento estudiantil.
El nuevo Memorial del 68 y Museo de los Movimientos Sociales estará ubicado físicamente en la antigua Sala de Colecciones Universitarias, cuya superficie es de mil 700 metros cuadrados.
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