La Federación de Maestros de Filadelfia alista pancartas para una posible huelga un día después del inicio de clases. Según el sindicato y los profesores, piden mejores salarios y sobre todo que no haya tantos estudiantes en un mismo salón de clases para poder brindarles la educación que merecen. Si no se llega a un acuerdo, la manifestación podría afectar a unos 116,000 alumnos.
Author: Noticias
Comunicado: Defender los derechos humanos de las personas humildes no es un delito: Libertad inmediata para Martha Lía Grajales
SURGENTES / 10 de agosto de 2035
El pasado 8 de agosto, en Caracas, Venezuela, fue detenida arbitrariamente la defensora de DDHH Martha Lía Grajales. Activistas, intelectuales, defensores de los derechos humanos y ciudadanos de más de 25 países han firmado esta petición para exigir su libertad inmediata

Defender los derechos humanos de las personas humildes no es un delito: Libertad inmediata para Martha Lía Grajales
Nosotros, los abajo firmantes, militantes del movimiento social, organizaciones de derechos humanos, partidos políticos democráticos, formadores de opinión y creadores intelectuales de diferentes países, hemos recibido con preocupación la noticia de la detención en Venezuela de la abogada de derechos humanos Martha Lía Grajales, miembro del colectivo Surgentes (Colectivo de Derechos Humanos). Martha, madre de un hijo adolescente, es una activista social chavista, que trabaja con comunidades en diferentes territorios de Caracas, especialmente en la parroquia San Agustín.
El 5 de agosto de 2025, Martha acompañó a las sesenta madres que realizaron una vigilia frente al Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, exigiendo la revisión de los casos de sus hijos injustamente acusados de terrorismo luego de los eventos electorales de julio de 2024. En medio de la actividad pacífica, las madres y defensores de derechos humanos fueron agredidos por civiles que aparecieron en motocicletas, portando armas y objetos contundentes, que se comportaron como bandas paramilitares. Las mujeres en vigilia fueron salvajemente atacadas, robándoles sus pertenencias, especialmente sus celulares y cédulas de identidad.
Martha Lía Grajales y otros activistas de derechos humanos, junto con las madres afectadas, participaron en un acto de solidaridad el 8 de agosto. Al finalizar el acto en solidaridad con las Madres en Defensa de la Verdad, aproximadamente a las 4 de la tarde,
Martha Lía Grajales, cédula de identidad 29.565.914, acompañada de algunos compañeros asistentes a la actividad, fue detenida en un retén de la División de Investigaciones Criminales adscrita a la Policía Nacional Bolivariana. Mientras explicaba a la policía que lehabían robado su cédula de identidad el martes 5 de agosto, en las inmediaciones de la Corte Suprema de Justicia durante la vigilia de las Madres en Defensa de la Verdad, otros vehículos conducidos por presuntos policías llegaron al lugar y se la llevaron.
Martha Lía Grajales fue secuestrada por un grupo de presuntos policías, sin identificación, quienes la introdujeron a la fuerza en una camioneta gris sin placas. Estos hechos ocurrieron en la avenida Francisco de Miranda, entre las avenidas 1 y 2, en Los Palos Grandes, Caracas. Hasta el momento se desconoce su paradero. Vestía una camisa blanca de franela y pantalón verde.
Solicitamos que se proteja su integridad física, que se le permita comunicarse con sus abogados y familiares, y que estos informen sobre el lugar de detención. Pronta liberación de Martha Lía Grajales.
***
Firmas
Marco Raúl Mejía – educador popular, Cultura de Paz – Colombia
Adolfo Pérez Esquivel – DDHH, Premio Nobel de la Paz – Argentina
Reinaldo Iturriza – sociólogo y militante popular – Venezuela
María Isabel Bertone – activista por la memoria – Argentina
Danitza Rodríguez – defensora DDHH – Colombia
Pierina Ferretti – socióloga – Chile
Edgardo Lander – profesor UCV y Universidad Andina de Ecuador – Venezuela
Laura García Tuñón – Congresal de la CTA-A Nacional – Argentina
Fernanda Melchionna – Diputada Federal en Brasil
Eric Toussaint – Profesor en la Universidad París 8 – Francia
Sâmia Bomfim – diputada federal / PSOL São Paulo – BrasilLuciana Genro – diputada estatal / Presidenta de la Fundación Lauro Campos y Marielle
Franco – PSOL Rio Grande do Sul)
Israel Dutra – ejecutivo nacional del PSOL – Brasil
José Cambra – director de la Esc. de Sociología – Uni de Panamá
Allen Cordero – ex director de la Escuela de Sociología – Uni de Costa Rica
José Martínez Cruz – Defensor de DDHH – México
Manuel Rodríguez Banchs – abogado laboralista – Puerto Rico
Orlando Barrantes – Movimiento de trabajadores y campesinos de Costa Rica
Mercedes Trimarchi – Legisladora CABA Izquierda Socialista FIT Unidad – Argentina
Mariana Sacayola -Secretaria General de ADEMYS – Argentina
Miguel Urbán Crespo – ex eurodiputado de España
Martín Mosquera – editor de Jacobin Latinoamérica – Argentina
Carlos Mendoza Potellá – experto en petróleo – Venezuela
Claudia Korol – educadora y comunicadora popular – Argentina
Lautaro García – Organización Comunista Militante (ICR-Argentina)
Moira Millán – escritora y activista del pueblo mapuche – Argentina
Annita Klugel – editora, educación política – Alemania
Billy Navarrete – Director del Comité Permanente por la Defensa DDHH – Ecuador
Michel Lowy – Escritor – Francia
Gustavo Seferian – profesor Universidade Federal de Minas Gerais – Brasil
Luis Bonilla-Molina – Otras Voces en Educación – Venezuela
Alba Carosio – Coord. postgrado de Estudios de la Mujer UCV – VenezuelaLusbi Portillo – defensor DDHH – Venezuela
Colette Capriles – Foro Cívico, Profesora – Venezuela
Wilmaira Ríos – militante revolucionaria – Venezuela
Vicent Maurí – activista social – Valencià
Sandra de la Garza Vargas – profesora – México
Alejandro Mantilla Q – profesor universitario – Colombia
Miguel Mazzeo – escritor y docente – Argentina
Belinda Colina – docente – Venezuela
Eleonora Silva – diseñadora – Venezuela /Argentina
Alejandro Boscán Martínez – sociólogo – Argentina/Venezuela
Claudia Rodríguez Gilly – Mujeres en Lucha / Partido Socialismo y Libertad – Venezuela
Mónica López – defensora DDHH – Nicaragua
Raquel Neyra – investigadora – Perú
Vivi Reis – exdiputada federal/PSOL Pará – Brasil
Mariana Riscali – ejecutiva nacional PSOL / Fund. Lauro Campos – Brasil
Luz Patricia Mejía – defensora DDHH de mujeres, Latinoamérica y Caribe Anglófono
Alberto Acosta – economista / Presidente Asamblea Constituyente 2007-2008 – Ecuador
Raul Cubas – activista DDHH – Venezuela
Josemar Carvalho – diputado estatal PSOL – Brasil
Mônica Seixas – diputada estatal PSOL São Paulo – Brasil
Gabriel Gil – campesino / colectivo Soberanía Rural – Venezuela
Camila Valadão – diputada estatal PSOL ES – Brasil
Fábio Félix – diputado de distrito PSOL DF – Brasil
Roberto Robaina – PSOL concejal Porto Alegre – BrasilLuana Alves – concejal PSOL São Paulo – Brasil
Mariana Conti – concejal PSOL Campinas – Brasil
Jurandir Silva – concejal presidente estatal de RS/PSOL – Brasil
Danilo Serafim – Director de TLS Sindical – Brasil
Pedro Fuentes – Dirección Nacional del MES – Comisión Internacional – Brasil
Giulia Tadini – presidenta del PSOL DF – Brasil
Bruno Magalhães – dirección Nacional del MES – Comisión Internacional – Brasil
João Pedro de Paula – ejecutivo nacional UNE – Brasil
Claudemir Novais – director nacional MES / dirigente campesino – Brasil
Reynaldo Costa – presidente del PSOL Maranhão / líder campesino – Brasil
María Emilia Durán García – socióloga – Venezuela
Ulrich Brand – profesor investigador Universidad de Viena – Austria
Francisca Pérez – educadora popular – Chile
Víctor Álvarez R – Investigador / Premio Nacional de Ciencias – Venezuela
Catalina Toro Pérez – docente Universidad Nacional – Colombia
Juan Carlos Barrios – docente jubilado – USA
Daniel Jorge – docente/sindicalista – Francia
César José Valdovinos Reyes – dir. gral de Cinpecer Ruis – México
Jaheli Fuenmayor – académica – Venezuela
Moisés A. Durán – sociólogo – Venezuela
Manuel Sutherland – profesor investigador del CENDES – Venezuela
Helena Maso – diseñadora – Venezuela
Marieva Caguaripano – activismo feminista y DDHH – Venezuela
Jesús Asiria Ferrés – activismo ambiental y bioconstructora – pueblo de Los Choros Chile
Lusbi Portillo – defensor de los DDHH – Venezuela
Isabel Villarte – educación ambiental – VenezuelaPulido Ritter – profesor – Panamá
Fabián Harari – docente UBA / Vía Socialista – Argentina
Santiago Garcés Correa – sociólogo del trabajo – Colombia
Elba Martínez Vargas – investigadora – Venezuela
Jesús Aguirre – docente jubilado – Venezuela
Mariano Crespo – profesor jubilado UPEL – Venezuela
Launem Silva – promotora cultural – Venezuela
Aura Silva – psicóloga – Venezuela
Mariana Scayola – secretaria general ADEMYS – Argentina
Mariela Ramírez – Foro Cívico – Venezuela
Deirdre Carrillo Díaz – promotora derechos de las mujeres – Venezuela
Roberto López Sánchez – Profesor LUZ / Plataforma Ciudadana en Defensa de la
Constitución – Venezuela
Roberto Carpio – Asociación de Jubilados del IPASME – Venezuela
Oriana Pintos Caguaripano – estudiante Universidad de la República – Uruguay
William Robinson – profesor distinguido de sociología – EEUU
Carlos Walter – médico – Venezuela
Mercedes Trimarchi – diputada CABA Izquierda Socialista FIT-Unidad – Argentina
Adriana Campos – estudiante – Venezuela
Marcela Benavides – socióloga y activista DDHH – Ecuador
Niurka Specht – maestra – Venezuela
Emilia Mejias – productora musical – Argentina
Pedro Hernández Oropeza – Defensor DDHH zonas rurales – Venezuela
Gloria Monasterios – profesora – Venezuela
Helberth Choachi – Rector Universidad Pedagógica Nacional – Colombia
Carolina de Moura Campos – periodista y defensora de la naturaleza – BrasilMaría Antonieta Izaguirre – psicóloga profesora universitaria – Venezuela
Antonia Fajardo – antropóloga ministerio de agricultura – Colombia
Luz Palomino – docente – Venezuela
María Susana González – desempleada – Venezuela
José Araque – defensor DDHH – Venezuela
Claudia Poblete Viloria – antropóloga – Venezuela
Marcela Máspero – activista social por los derechos de los migrantes – España
Xavier Aníbal Font – docente/Músico – Uruguay
Agustín Erramuspe – estudiante UdelaR – Uruguay
Jaefson Rodrigues de Sousa – professor aposentado – Brasil
Luisa Calzada – madre – España
Joe García – Cooperativa Unidos San Agustín Convive – Venezuela
Marisol Guédez – educadora / militante social – Venezuela
Sofia Varela – estudiante Udelar – Uruguay
Celia Mercedes Alviarez Molina – docente – Venezuela
Franco Mendez – estudiante – Uruguay
Giovanina Morffe – psicóloga – Venezuela
Gerardo Rojas – Voces Urgentes – Venezuela
Carlos Forero – Consultor – Colombia
Juanita Mayorga- colectividad política La Creciente – Colombia
Antônio Antunes da Cunha neto – maestro – Brasil
Valentina Brum – estudiante – Uruguay
María Soledad Betancur Betancur – investigación, docencia – Colombia
Alejandra León – profesora en la Universidade Estadual de Londrina – Brasil
Norelsys Vargas – educadora – Venezuela
Ignacia Jara – educación en Danza – VenezuelaAdelmo Becerra – sindicalista – Venezuela
Berta Barrios – psicóloga – Venezuela
Carolina Contreras – docente – Venezuela
Patricia Parra Hurtado – Politóloga / Docente – Argentina
Irma Ortiz Alarcón- docente – Argentina
Raizabel Díaz – abogada – Venezuela
César Bencomo – antropólogo – Venezuela
Carolina Álvarez – escritora – Venezuela
María Victoria Alen Mijares – investigadora feminista – Venezuela
Héctor Navarro – profesor universitario UCV – Venezuela
Martha Lucía Peña Duque – DDHH – Colombia
Oly Millán – docente UCV – Venezuela
Josmar Bastidas – defensora de derechos de la mujer – Venezuela
Douglas Aponte – comunicación – Venezuela
Sofía Saavedra – artista – Venezuela
Alfredo Chirinos – ingeniero – Venezuela
Carmen Anachury Diaz – militante de Colombia Humana – Colombia
Jaime Pérez Morocho – Activista Social – Venezuela
Elías González – cine – Venezuela
Francisco Pérez – fotógrafo – Venezuela
Pompeyo José Parada – profesor pensionado, Colombia
Dhana Jiménez – IFIT – Venezuela
Lívia Vargas González – professora universitária – Venezuela/Brasil
Diego Sierra – antropólogo – Colombia
Hélène Roux – investigadora en ciencias sociales – Francia
Nohora Suarez Cuéllar – veedora de salud – ColombiaDiego Flores – investigador y docente – Uruguay
Valentina Hergatacorzian – investigadora – Uruguay
Johanna Molina – agrónoma – Chile
Alejandra Flores Martínez – profesora – México
Marcos Rondón – derechos del pueblo trabajador – Venezuela
Robinson Oviedo – médico – Venezuela
Inés Guzmán – servidora pública – Venezuela
Helga Malavé – productora audiovisual / docente – Venezuela
Marta Liliana Rodas – activista social DDHH – Colombia
Miguel Ángel Hernández – docente y militante del PSL – Venezuela
Graciela Castro – docente investigadora – Argentina
Fanny del Carmen Sandoval Martínez – estudiante – Venezuela
Aurelio Mejías Silva – estudiante Universidad Católica Argentina
Freddy Silva – sociólogo – Venezuela/Uruguay
Javier Gómez Aguilar – investigador económico – Bolivia
Emilia Failache – docente – Uruguay
Josa Félix Valera – luchador social – Venezuela
Luis Gustavo Zapata – dirigente político – Venezuela
Vianney Judith Aragol – cooperativista – Venezuela
Guido González Rodríguez – realizador audiovisual – Venezuela
Giuliano Salvatore – realizador audiovisual y fotógrafo – Venezuela
Jackeline Fernández – profesora – Venezuela
Daniel Alejandro Fernández – productor – Venezuela
Cindy Niño – independiente – Colombia
Oswaldo Pacheco Guzmán- Partido Socialismo y Libertad – Venezuela
Mariana Barbosa Oliveira – professora – BrasilJosé Iglesias – sociólogo – España
Merlyn Pirela – activista por los derechos de las mujeres negras – Venezuela
Yelena Carpio – abogada – Venezuela
Ana María Reyes Barrios – profesora de escuela secundaria – Venezuela
Gustavo Márquez Marín – Plataforma Ciudadana en Def. de la Constitución – Venezuela
Ana Silvia Monzón – profesora – Guatemala
Tania Elíaz – GT Feminismos Resistencias y Emancipación CLACSO – Venezuela
Mylaèle Negga – Comunicación – Francia
Humberto Zavala, Docente e investigador, Venezuela
Rocío Silva-Santisteban, Activista y excongresista, Perú
Ana Barrios, Activista de derechos humanos, Venezuela
Sandra Sardi, Estudiante y especialista de ATC, Venezuela
German Cuellar, Activista DDHH, Canadá
Ingrid Romero, Medico Salubrista, Venezuela
Sonia Cabrera, Quiromasajista, España
Eduardo Viloria Daboin, Escritor y documentalista, Venezuela
Julio Fermín Salazar, Educación popular, Venezuela
Leonardo Ramón Pachano Mendoza, Estoy jubilado, Venezuela
Anyoely Villegas, Defensora de DDHH, Venezuela
Arianne Bracho, Activista, Estados Unidos
Carlos Reyes, Cineasta, España
Carlos Andrés Zapata Cardona, Defensor DDHh, Colombia
Daniel Duque, Artista plástico, Venezuela
Marianela Useche Barrios, Académica, Colombia
Gabriela Buada, Directora de Caleidoscopio Humano, Venezuela
Nathalia González, Docente, ArgentinaSantiago Arconada Rodríguez, Construcción, Venezuela
Lopez cinthia, Activista militante lesbiana y comunicadora popular, Argentina
Andressa Caldas, Direitos Humanos, Brasil
Lucy Chau, Escritora y Docente en la Universidad de Panamá, Panamá
Georgina Castillo, Comité De Los Derechos Humanos Del Pueblo De La Vega, Venezuela
Blanca Escalona Rojas, Educadora, Venezuela
Meyby Ugueto-Ponce, Investigadora -militante, docente, bailarina, Venezuela
Mauro Russomagno, Estudiante de Lic. en Biologia, Uruguay
Carmen García, Supervisora, Venezuela
María Luisa Campos, Defensora de Derechos Humanos, Venezuela
Félix salazar, Editor grafico, Venezuela
Florencia Acosta Oroña, Estudiante, Uruguay
José Rafael Núñez, Arquitecto, Venezuela
Victoria Moreno, Enfermera, Venezuela
María Antonia Silva Escobar, Ciudadana, Venezuela
Fernando Aranguren, Defensor de derechos humanos y ciudadanía, Venezuela
Luisa barrios, Tratojos, Venezuela
María Daniela Rendón Infante, Docente, Venezuela
Maryhen Jimenez Morales, Investigadora Oxford, UK
María Antonia Escobar de Silva, Del hogar, España
Johanna Huepa Salcedo, Docente Universitaria, Colombia
Yolanda Saldarriaga, Hogar, Venezuela
Juan Miguel Hernández, Diseño gráfico, Venezuela
Dayana Cristina Duzoglou, Entreprenour, Venezuela
Susana Reina, Feminista, Venezuela
Iracara Chirinos Azuaje, Docente, VenezuelaLuis Diaz, Militante popular, Venezuela
Rafael Briceño, Trabajador, Venezuela
Jorge Forero Coronel sl, Profesor e investigador, Venezuela
Daniel Misses, Docente universitario, Argentina
Belkis Urdaneta, Psiciterapeuta, Venezuela
Carmen Julia Rodríguez Carmona, Arquitectura, Espeña
María Mercedes Cobo Echenagucia, Feminista negra, periodista, locutora, investigadora. ,
Venezuela
Dionexis Garcia, Comerciante, Venezuela
Hisvet Fernández, Psicóloga, Venezuela
María Victoria Alen Mijares, Investigadora, Venezuela
Iván González Alvarado, Defensor DDHH Internacionalista, Uruguay
Abril Núñez, estudiante, venezuela
Isabel Zerpa Albornoz, Profesora Universitaria UCV, Venezuela
Kennia Jiménez, Ninguna, Venezuela
Wilmer Plleo Zerpa, Periodista, Venezuela
Paulo Abrão, Ex-secretário Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, Brasil
Lisandro gutierrez, Militante de Organización Comunista Militante sección Argentina de la
ICR, Argentina
Ciro Aquino, Profesor, Brasil
Rosalinda Chanaga, Ciudadana venezolana, Venezuela
Julia Rodríguez, Arquitecto, Venezuela
Geraldin Cedeño, Socióloga, España
Yelitza Saavedra, Lucha por la libertad, Venezuela
José Daniel González, Agente de Igualdad, Diversidad e Inclusión Social, Venezuela
Dhayana Carolina Fernández Matos, Profesora universitaria, VenezuelaGiovanni Ricasoli, Ingeniería, Italia
Yenis ceballo, Jubilada, Venezuela
Roger Fuentes, Miembro de la comisión electoral del circuito Longaray, pquia. El Valle,
Caracas., Venezuela
Damelys Yégüez, Docente jubilada UCV, Venezuela
Natalia Medrano, Arquitecta, Argentina
Héctor Sánchez, Profesor universitario UBV, Venezuela
Nicmer Evans, Politólogo, MSc en Psicología Social, doctorando en Comunicaciones.
Director de la Plataforma Comunicacional Punto de Corte, presidente (E) MDI, miembros
del Espacio Consenso y el Comité Cúmplela, Venezuela
Ybelice Briceño, Docente, Ecuador
Irama La Rosa, Docencia e investigacion, Venezuela
Mayermis Pérez, Diseñadora gráfica independiente, Venezuela
Jesús Machado, Docente Universitario (UCV), Venezuela
Orlando Vegas, Luchador social periódico digital Querella, Venezuela
Yury Weky, Docente jubilada, Venezuela
Fernando Bastias Robayo, Abogado de Derechos Humanos, Ecuador
Manuel Azuaje, Profesor Universitario y militante político, Venezuela
Marylenn Guararama, Abogada en libre ejercicio, Venezuela
Claudia Maria Tamayo, Escritora, Colombia
Daniela Moreno, Periodista, Venezuela
Leonardo Bracamonte, Profesor Universidad Central de Venezuela, Venezuela
Jeanet Landaeta, Auxiliar de farmacia, Venezuela
Aquiles Villarreal, Abogado, Belgica
Arturo Lev, Investigador – Docente, Argentina
Gisele Cittadino, Professora, Brasil
Sandra Carvalho, Defensora de Direitos Humanos, BrasilJuan Lenzo, Comunicador popular, Venezuela
Vesna Jokic, Artista, EE.UU.
Jorge Flores, DOCENTE DDHH, Ecuador
Maria Juliana Flórez Flórez, Profesora universitaria, Colombia
Sandra Milena Cardona Cortes, Empleada, Colombia
Alexandra Mulino, Educadora, Venezuela
Amaranta Pico, Docente, Ecuador
Diego Herrera duque, Defensor de DDHH, Colombia
José Guillermo Pérez, Investigador de Doctorado, Venezuela
Armando José Castillo Parra, Profesor Universitario, Venezuela
Elsis Acosta, Periodista, Venezuela
Alejandro Rivas, Trabajador social, Venezuela
Yanuva León, Escritora, Venezuela
Andrés Arredondo, Investigador, Colombia
Juan Carlos Rodríguez, Comunes, Venezuela
Paola Vásquez, Dirigente político – Internacional Comunista Revolucionaria, Venezuela
Emma Salazar Suárez, Socióloga, Profesora en UCV, Defensora DDHH, Venezuela
Ana Gabriela Salazar, Investigadora – Activista de DDHH, Venezuela
Angela Serrano, Profesora universitaria, Colombia
Sheimar Hernández, Licenciada en filosofía, Venezuela
Federico Fuentes, Editor, LINKS International Journal of Socialist Renewal, Australia
Claudia Tovar Guerra, Profesora investigadora, Colombia
Sebastián Cadavid Aristizabal, Promotor agroecológico, Colombia
Jorge Almeida, Professor, Brasil
Matilde Heinzen, Actriz, Uruguay
Diana Gramajo, Administrativa, UruguayLuis Romero, Dirigente de Revolución Comunista – Internacional Comunista
Revolucionaria, Venezuela
Elba Gonzalez Mata, Administradora, Venezuela
Franco Camargo, Artista plástico, Venezuela
Joel Alfonzo, Docente, Venezuela
Guillermo Gonzalez, Ex-Preso político, Banquero., EEUU
Daisy Barreto Ramos, Antropóloga docente, Venezuela
Enrique Rey, Sociólogo, Venezuela
Adriana Duarte Bencomo, Directora de Fotografía, Brasil
Ramón Hernández, Servidor público, Venezuela
Erika Arteaga Cruz, Profesora universitaria. Médica, Ecuador
Ailen carrasco, Estudiante de tecnología, Argentina
Rossibell rios, Educadora en artes plásticas, militante de izquierda., Venezuela
Joanna Cadenas, Docente, Venezuela
Ana Laura Pereira Blanco, Asistente Paralegal, United States
Magaldy Tèllez, Profesora universitaria, Venezuela
Veronica Florina ascue hidalgo, Abogada, Argentina
Pilar Aranda, Artista docente, Ecuador/México
Belen Dominguez, Estudiante universitaria, Argentina
Martin Eraso, Estudiante, Argentina
Francisco Nava, Ecologista, Venezuela
Mariana Gutiérrez, Estudiante, Uruguay
Mónica Palacios, Docente, Chile
Juan Pablo Luna, Estudiante, Argentina
Suhey Ochoa, Activista de Pan y Rosas Venezuela, Venezuela
Diana Valentina Echenique Hernández, Artista, VenezuelaValentino orlando, Operario en fabrica de sillones, Argentina
Johnstom Romero, Militante de Revolución Comunista, sección venezolano de la
Internacional Comunista Revolucionaria, Venezuela
Tatiana Rojas Ponce, Documentalista y estudiante doctoral en la Universidad de Nueva
York (NYU), Venezuela
Aurora Lacueva, Profesora Escuela de Educación Universidad Central de Venezuela,
Venezuela
Adriana Garcia, Sociólogo, Venezuela
Miguel Mazzeo, Escritor-Docente, Argentina
Karla Aguilar, Profesora, Honduras
Elis Teles, Psicóloga, Brasil
Dolores Ortiz, Artista educadora, docente Universitaria, Ecuador
Carmela Vera Rengifo, Artista plástico, España
Luciana Di Santo, Estudiante, Argentina
Carmen Aliaga, Investigación, México
Gabriela Peraza González , Mozo, Argentina
Julia Sabio Aedo, Estudiar, España
Sergio Nicanoff, Docente, Argentina
Aimee Zambrano Ortiz, Feminista y antropóloga, Venezuela
Gonzalo Vera, Estudiante, Argentina
Ariadna Del Rincón Rivero, Estudiante, España
Berta Gandarillas Calvo, estudiar, España
Leandro Rodríguez Lupo, docente UBA, secretario de prensa AGD UBA, Argentina
Marta herrero pacios, Estudiante, España
Alicia Soledad Rocha Martinez, Oficinista, Uruguay
Erwin Sánchez, Militante de Revolución Comunista sección venezolana de la Internacional
Comunista Revolucionaria, VenezuelaEsteban Fernández, Periodista, Costa Rica
Luka Lozano, Diseño Gráfico, Argentina
Paula Álvarez Blanco, Estudiante, España
María José Guembe, militante derechos humanos, argentina
Alexandra Mulino, Educadora, Venezuela
Leonardo Padilla, Política., Venezuela
Martina Zaira Almada, Estudiante, Argentina
Giselli Gonçalves, Psicóloga, Brasil
Daniela Fichino, Directora adjunta de Justiça Global, Brasil
Merlym medina, Estudiante, Argentina
Sara Ruiz, Estudio, España
Julian villeta, Musico, Argentina
Marli Gómez, Activista, Venezuela
Jhony Balza, Jubilado UCV, Venezuela
Ana Irma Carvajal Almario, Administradora de Empresas, Colombia
Douglas Chourio, Docente universitario, Venezuela
Luna Guerrero, Estudiante y artista, España
Lita Martínez, Activista Feminista, Ecuador
Indira María Ocando Argüelles, Defensora de Derechos Humanos, Venezuela
Lorenzo Rojas, Trabajador en relación de dependencia, Argentina
Matías guzman, Gastronomico, Argentina
Elías Sebastián Pereira, Ingeniería Agropecuaria, Argentina
Mariana Maneiro, Psicoterapeuta, Venezuela
Maria Díaz, Ingeniero, Venezuela
María Lorena Salazar, Estudiante, Argentina
Juan Ignacio García MartineZ, Estudio, ArgentinaAriel Petruccelli, Historiador, UNCo, Argentina
Yrali López, Cultora feminista Defensora de los derechos de las mujeres, Venezuela
Tomás Díaz, Músico, Argentina
Sebastián Vázquez, Operario de depósito, productor, actor y director, Argentina
Angela Gonzalez, Estudiante, España
Antonio Espinoza, Profesor universitario, Venezuela
Juan Pablo Gongora, Trabajo en consecionaria, Argentina
Marta, Professora, Brasil
Heidi Dominguez, Comunicadora Social, Venezuela
Elisa Robinson Otero, Estudiante, España
Lorena Vargas Ampuero, Secretaria Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
Noroeste del Chubut, Argentina
Alba González, Activista por los derechos humanos, Venezuela
Silvia Silva, Docente, Venezuela
Paloma barrales, Cantante, Argentina
Bertha Díaz, Docente e investigadora en artes, Ecuador
José Luis Fernández-Shaw, Sociólogo, Venezuela
María Soledad Liparelli, Investigadora, Venezuela
Alexandra Martinez, Activista, Venezuela-Ecuador
Mia Dragnic García – socióloga – Universidad de Chile
Adan González, Productor musical, Argentina
José PARRA, Jubilado, Venezuela
José Carlos Moreira da Silva Filho, Professor de Direito, Brasil
Jesús Daniel Almiron Leguízamon, Artista, Argentina
Marjorie López Merchán, Defensora de derechos, EcuadorSuzany González Zambrano, Militante feminista, Venezuela
Carlos Ojeda, PCV-DIGNIDAD/ Dirigente Político, Venezuela
Cristy Ruiz HEINZMANN, bordadora en lucha y resistencia, Argentina
Cristina Arrojo, Artista, investigadora y activista, España
Boris Alexander Caballero Escorcia, Investigador social-Consultor DDHH, México
Gastón Chillier, Abogado, Argentina
Ana Gutierrez, Analista, Estados Unidos
Jose H. Vega Ardils, Maestro, USA
Noelia Busto Arrojo, Educadora Social, España
Dario gomez suarez, Historiador, Venezuela
Mitzy Flores-Sequera, Educadora, Venezuela
Tomas ledezma, Universitario de diseño de indumentaria, FADU, Argentona
Alexandra Armas, Socióloga, Venezuela
Lucía Monteiro, Militante social, estudiante universitaria, Uruguay
Ligia Sene, Professora, Brasil
Adela Vargas Murillo, Defensora de derechos humanos, Ecuador
Natalia Roca, Realizadora audiovisual comunitaria, Ecuador
Nadya Donoso, Comunicadora feminista, Ecuador
Nicole Coronado, Mediadora de lectura/Editora, Ecuador
Freddy Lucena, Profesor Universitario, Venezuela
Mônica Dias Martins, Professora, Brasil
Azahel Orta, Estudiante y defensor de derechos humanos, Venezuela
Monica Dias Martins, Professora, Brasil
Maria Fernanda Gelves Jaimes, Estudiante, Colombia
Liliana Marín, Médica ginecóloga, VenezuelaLixcelo tejada, Integrante cooperativa Unidos san Agustín convive ,100% chavista,
Venezuela
María Suárez, Docencia, Venezuela
carlos Morante, Cineasta, Ecuador
Montserrat Sagot, Ex directora Centro de Investigación en Estudios de la Mujer,
Universidad de Costa Rica, Costa Rica
Daniella García, Estudio carrera de psicología y estoy totalmente a favor de los derechos
humanos, son algo necesario y es muy injusto lo que ha sucedido., España
Natalia Molina Bravo, Docente Universitaria, Venezuela
Sonia Rodriguex, Psicóloga Clinica, Ecuador
Elias Barbero, Productor Musical, Argentina
José Gregorio Sánchez Santiago, Educador jubilado, Venezuela
Azul nuñez, Ama de casa, Argentina
Teresa Gómez, Socióloga, Venezuela
Gabriela Barradas, Activista feminista, Venezuela
Mercedes de Mendieta, Diputada nacional Izquierda socialista FIT-U, Argentina
José Palma, Estudiante Salesianos Santander, Venezolano
Yetecha Negga, Landscape architecte, Francia
Galilea Monroy de Léon, Defensora de derechos humanos dé las personas LGBTIQ+,
Guatemala
Angela Cuenca, Defensora de Derechos Humanos, Bolivia
Paula Malik, Artista, Francia
Jorge Martín, Secretariado Internacional – Internacional Comunista Revolucionaria,
Inglaterra
Luis Alexander Barboza Mejía, Docente Universitario, Venezuela
Alejandra Herrera, Estudiante, Venezuela
Javier Biardeau R, Profesor e investigador universitario, Venezuela
Bertha Alicia Reséndiz, Directora, MéxicoPaola Lenna, Docente, Italia
Gina Chávez, Profesora, Ecuador
Ana Cristina Chávez, Periodista, escritora y docente universitaria., Venezuela.
Raúl Gil Alliaume, Docente jubilado, Uruguay
Andrea romero, Militar por la justicia, Venezuela
Andrea Bolado, Estudiante, España
Thaís Aguiar, Profesora/Investigadora, Brasil
Efraín Ruiz Angulo, Educador Popular, Venezuela
Gabriela Alegre, Asociación Buena Memoria, Organismo de Derechos Humanos, Argentina
Norma Cervantes, Jubilada, Ecuador
Evelyne Laurent-Perrault, Historiadora, jubilada, Estados Unidos
Alex Valle Franco, Docente, Ecuador
Rodrigo Duno, Biiologo, Venezuela
Darío R Márquez B, Docente Universitario Jubilado, Venezuela
Maria Paula Herrero, Profesora de la UCV, Venezuela
Camilo Mejía Gómez, Ciudadano colombiano, Colombia
Diana Ovalles M, Ciberfeminista, activista, docente, Venezuela
Ana Gabriela Cano, Estilista, Ecuador
Carlos Beltrán, Militante, Colombia
Iván Angel, Educador popular, Venezuela
Leidy Moreno, Docente, Venezuela
Delia Pinto, Biologa, Venezuela. Estados Unidos.
Carolina López Jiménez, Escritora/artista independiente, Colombia
Ociel lopez, Docente UCV, Venezuela
Sergio Andrés Palma Cova, Director audiovisual y actor, Venezuela
Taroa Zúñiga silva, Comunicadora, chileMaría de Rivas, Comité derechos del pueblo, Venezuela
Hanna Thiesing, Realizadora Audiovisual, Colombia
Esther Rojas, Educadora popular, Venezuela
Carlos Ricardo Márquez Sierra, Editor del periodico Revolución Comunista, México
Daniela González López, Coordinadora Internacional del Observatorio de Derechos
Humanos de los Pueblos, México
Melina Urbina, Trabajo, Argentina
Marcela Rodríguez URrego, Docente, Colombia
Evert Beltrán, Docente, México
Lorena Fréitez, Analista politico y activista social, Venezuela
Stella Sacipa, Psicóloga, Colombia
Annika Klügel, Editora, Educación política, Alemania
Engiberth Carrillo, Fotografía, Venezuela
Lourdes Contreras, Docencia, Venezuela
Tomas valiente, Estudiante, Argentina
Mariano Féliz, Docente universitario, Argentina
Mirna Ramírez, Activista derechos de las Mujeres, Guatemala
Tere Garduño Rubio, Educadora, investigadora, México
Hernández Román Rose Mary, Coordinadora del Foro Venezolano por el Derecho a la
Educación, Venezuela
Emiliano Teran Mantovani, Profesor universitario, Venezuela
Mario Ramírez Chávez, Docencia Universitaria, México
Noel Cisneros, Ciudadano, Venezuela
Ernesto Silva, Profesor universitario, México
Karla Azcona, Responsable de la Cartera de Educación Alternativa del nivel inicial de la
Sección 22 en Oaxaca., México
Edgar Silva, Defensor de DDHH de Adultos Mayores, VenezuelaOriele Benavides, Candidata doctoral, Universidad de Princeton, EEUU
Guillermo Cieza, Militante popular y escritor., Argentina
Elizabeth Medina, Artista docente, Ecuador
Alejandro Spezia, Organización Comunista Revolucionaria, ICR-Argentina, Argentina
Jorge Parra Landázuri, Artista escénico / docente / gestor cultural, Ecuador
Irma Ruiz, Profesora, Mexico
Guillermo Edgar Perucho, Arquitecto, MÉXICO
Octavio Sánchez Bustillo, Investigador Social DDHH, Honduras
Luis Carlos Pichardo Moreno, Militante de la Organización Comunista Revolucionaria,
México
Sebastián Soto, Comunicación, Costa Rica
Carmen Gil, Activista social, Venezuela
Octavio Moreno Partida, Militante del PCR en México, México
Pedro González, Docente, Venezuela
Sandra Romero, Organización de mujeres Pan y Rosas, México
Milvia Pacheco, Artista comunitaria, USA
Marielos Muñoz, Movimiento de Trabajadores y Campesinos, Costa Rica
Emmanuel Rozental, Médico y Activista, Colombia
Jaime Romero Rivas, Ex preso político de 1968, Mexico
Arturo Jiménez Porras, Abogado, México
Lourdes Chávez Morey, Sindicalista, Perú
Lucas Pereyra, Músico, Argentina
Mayki Gorosito, Ex Directora Ejecutiva del Museo Sitionde Memoria ESMA ,ex Centro
Clandestinonde Detencion , Tortura y Exterminio, Argentina
Marcelo Siano Lima, Professor, Brasil
Olmedo Beluche, Profesor, Panamá
Erick Daniel Camargo, Investigador, VenezuelaArmando Guerra Marcano, Docente universitario y militante Partido Socialismo y Libertad,
Venezuela
Raul Cubas, Activista derechos humanos, Venezuela
Faustino Celestino Martínez, Docente, México
Marcelo Alejandro Sturari, Jubilado, Argentina
María Trejos Montero, Activista DDHH y del Movimiento de Trabajadores y Campesinos,
Costa Rica
Sergio Ulibarri Coss, Militante Comunista y trabajador del sector turístico, México
Karina Rojas, Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, Uruguay
Lucas Scaravelli da Silva, Maestro, Brasil
Lucía Reyes Barrios, Fisioterapeuta, Venezuela
Miguel Bonilla, Trabajador, México
Monica Bugueño, Abogada, Chile
Laura Quintana, Filósofa, Colombia
Francisca Fernández Droguett, Defensora socioambiental y feminista, Chile
Nancy Espasandin, Docente, Politiloga, Uruguay
Ignacio Javier Rengifo Rodríguez-Peña, Trabajador servicio público, Chile
Dick Guanique, Sindicalistas, Venezuela
Edwin Valencia, Estudiante de la UNAM, México
Daniel Bermúdez, Estudiante, Colombia
Ricardo Dorado, Abogado laboralista. Ex Ministro del Trabajo y Seguridad Social,
Venezuela
Fernando José Sánchez Salas, Docente Universitario, Venezuela
Patricia Rodríguez López, Académica, México
Mariana Quiroga Bertone, Editora audiovisual, Argentina
Ruben Navarro, Correspondencia de Prensa, Uruguay
Julio Roca, Columnista de Diario., EcuadorIvone Fernandes morcilo lixa, Professora, Brasil
Héctor Rincon, Operador de plantas petroleras, Venezuela
Patricio Riva, Técnico superior en refrigeración de materiales para la construcción,
Argentina
Nathalia Gonzalez Ojeda, Defensora de los derechos de las mujeres, niñas, niños,
adolescentes y personas LGBTIQ+, Venezuela
Leandro Villoria, Embajador para Asuntos LGBTIQ, España
Lenin Flores Serrano, Firma para su liberación, México
Angélica García González, Docente, México
Bruno Verne, Estudiante, Argentina
Diego Alejandro López Alcántara, Estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM,
México
Andrea Catalina León Amaya, Investigadora, profesora y abogada consultora en derechos
humanos, Brasil y Colombia
Luís Francisco Bustamante Díaz, Defensor DH, Colombia
Marieta Ordoñez, Estudiante, España
Betssy Hortelano, Creadora, Venezuela
Patricia Fuertes Medina, Economista, Perú
Marco Aurelio Hernández Bethermy, Abogado, Venezuela
Simón Hurtado, Cooperación internacional, Reino Unido
Nicolás Torre Giménez, Docente y ensayista, Argentina
Maria Fernanda Barrios, Colectivo Granito de Arena, Venezuela
Julio Diego Zendejas Maximo, Investigador y profesor universitario, México
David Rivas, Estudiante, Venezuela
Gloria Albarran, Docente, Venezuela
Clara Lacurcia, Estudiante, Uruguay
Juan García, Cofundador de www.aporrea.org (jubilado), VenezuelaFrancisco Cuiña, Profesor universitario (en paro), Venezuela
Wilson Suárez, Activista Ecologista (Área Jurídica), Ecuador
Matías Meza-lopehandía, Abogado, Chile
Ana Viloria, Difusora de DDHH, Venezuela
María Eugenia Acero Colomine, Escritora, Venezuela
Herkis Duno, Presidenta de Cesdiem, Venezuela
Francisco Arellano Rojas, Investigador Fundación Nodo XXI, Chile
Victor Rodríguez, Muralista, Venezuela
Marybel Fuentemavida, Administradora Pública, Chile
Jimmy Pérez, Activista popular (Plataforma Cultural Zona de Descarga), Venezuela
Martha Medina, Docente, Venezuela
Bastián Campos, estudiante, Chile
Juan Alonso Molina, Historiador, Venezuela
Estefanía Osteicoechea, Guía de turismo, Venezuela
Maria alvarado, Docente universitario, Chile
María del Carmen Villarreal Villamar, Profesora Universitaria de la Universidad Federal
Rural de Río de Janeiro, Brasil
Dorys Ardila, Abogada, Colombia
Enrique Riobo, Historiador, Chile
Sara Yaneth Fernández Moreno, Académica Activista y Feminista Colombiana, Colombia
Eugenio Rivera, Intelectual, Chile
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Guillermo Cieza, Militante popular y escritor, Argentina
Omar Acha, Profesor universitario, Argentina
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Gleiner Santana, Trabajador, VenezuelaMirtha vásquez, Ex Primera Ministra de Perú, Perú
Máximo Rafael Almonte, Ebanista, República Dominicana
María Angela Rodríguez Glod, Trabajadora y feminista, Venezuela
Franco García, Empleado, México
Rodrigo RESTREPO, Militante asociativo Francia America Latina, FRANCE
Sergio De Zubiría Samoer, Profesor Titular Universidad El Bosque, Colombia
Christian Castillo, Diputado Nacional PTS-Frente de Izquierda y de los Trabajadores
Unidad, Argentina
Jaume C, Coleccionista, Venezuela
Carlos Martín Beristain, Defensor de ddhh, PAÍS VASCO
Carmen Espinoza Bernal, Jubilada, Perú
Jean Mendoza, Sec. General del Sindicato SITRAEMAS sector Madera Militante Marea S. Y
la LIS, Venezuela
María Eugenia Fréitez, Activista organización de DDHH, Venezuela
María José Calvo, Profesora, España
Marcos González, Independiente, Venezuela
Inés Bouzas, Estudiante, Uruguay
Luis Miguel Alvarado Dorry, Docente, México
Carolina Mata, Docente, Venezuela
Julio Mosquera, Profesor universitario, Venezuela
Feliciano Reyna, DDHH y acción humanitaria, Venezuela
Faride Zerán, Periodista. Prof. Universidad de Chile, Chile
Maribell Díaz, Directora General del IAEBM, Venezuela
Mario Roberto Solarte Rodriguez, Profesor, Colombia
Msri sol Sánchez Alvarez, Investigadora, Venezuela
Irune Martínez, Abogada feminista y militante del Frente Amplio, Chile
Fernando Javier Gómez, Psicoanalista, ArgentinaFrancy Molina, Pensionada, Colombia
Pedro Eusse, Sindicalista, secretario general de la CUTV, Venezuela
Juan Meza-Lopehandía, Artista visual, Chile
José Delgado, Músico, Venezuela
Jorge Hinestroza, Investigación social, Venezuela
VICTOR ISEA, Tecnología, VENEZUELA
Luis Miguel Soria, Comunicador, España
Juan Carlos Conde García, Militante – Colombia Marxista (ICR), Colombia
Vanda Oliveira, Conselheira da Comissao Nacional de Anistia, Brasil
Sofia Suarez, Estudiante, Argentina
Olga Meza L., Jubilado, Chile
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Karen Glavic, Filósofa y militante por la memoria y los derechos humanos, Chile
Juliana Borrero, Escritora, Colombia
Keymer Ávila, Investigador UCV, Director del MUFLVEN, Venezuela
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Roberto Espinal, Médico, República Dominicana
Zenaida Figuera, Socióloga, Venezuela
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Alberto Borregales, Filósofo, Venezuela
Gisele ricobom, Professora, Brasil
Arleth Figueredo, Abogada defensora de derechos humanos, Venezuela
Ariadna Alzuru Mogollón, Investigación, Venezuela
Italo Pontillo, Pensionado, ChileJuan Andrés Misle, Internacionalista, Venezuela
Héctor Seijas, Escritor, Venezuela
Carlos Rojas, Docente, Ecuador
Vannesa Rosales Gautier, Investigadora y activista, Venezuela
SANTIAGO RESTREPO, Retirado, United States of America
Sandra Iturriza, Fotógrafa, Venezuela
Alexandra Cemborain, Sicóloga, Venezuela
Nicole Jullian, Politóloga, Chile
Andrés Rivas, Militante de la Internacional Comunista Revolucionaria, Venezuela
Susana Chavez Alvarado, Defensora, Peru
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Ana Rosario Contreras, Colegio de Enfermería del DC, Venezuela
Catalina, Maquilladora, Argentina
Paula Lemos, Estudiante, Uruguay
Vladimiro Mujica, Presidente de VenAmerica, Estados Unidos
David Roca Basadre, Periodista, Perú
Beatriz Uzcátegui, Ciencias sociales, Venezuela
lautaro ledesma, cantante, argentina
Severo Cuba Marmanillo, Educador e investigador en políticas educativas, Perú
Carlos San Diego, Poeta, director de la organización cultural Alternativa para el Desarrollo
del Arte Latinoamericano (ADAL)., Venezuela
Danae Sinclaire, Psiquiatra, ChileNicolás Del Caño, Diputado Nacional (MC) PTS-FITU, Argentina
Atahualpa Díaz, Servidor público, Venezuela
Cooperativa de Educadorxs e Investigadorxs Populares Histórica CEIPH, Educación,
Argentina
Johanna Marianny Alves Quintana, Docente e investigadora, Venezuela
Andrian Gregson, Comunicadora Social, Venezuela
Erika Guevara Rosaa, Defensora de Derechos Humanos, Directora Senior de Imvestigación,
Incidencia, Política y Campaña de Amnistía Internacional, Mexico
Fabrizio Polverelli, Estudiante de Secundaria, Argentina
Raquel Güereca Torres, Académica feminista, México
Felipe Larenas Burgos, Abogado, Chile
Carolina Gainza, Profesora Asociada, Universidad Diego Portales, Chile
Cristina San Martín, Socióloga, Chile
Franco estevene, Fiscal, Argentina
Rosario Villalobos Rueda, Abogada feminista, México
Javier Contreras Villaseñor, Docente, México
Mario Unda, docente universitario, Ecuador
Julián Jaramillo Ramos, Militante de Colombia Marcista, Colombia
Emma Cánovas, Estudiante, Argentina
Rosa María Gastañeta, Activista, Perú
Adriana Scovino, Promotora sociocultural comunitaria, Venezuela
Jackeline López, Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela, PCV
Dignidad., Venezuela
Gustavo Martínez, Marea Socialista, Venezuela
Iñaki Alberdi, Pensionado, España
Veronica Martin, Consultora, Chile
Damian Ezequiel Ramirez, Fotógrafo, ArgentinaCarla Jiménez, Educadora, Costa Rica
Guadalupe Mauricio Hernández, Docente, México
Maria Andrea Valencia, NEET, México
Rafael Mata Meza, Proletario, México
Abraham Valdivia R., Educador, México
Jalil Rasgado Toledo, Estudiante de doctorado, México
STalin Herrera, Investigador, Ecuador
Xiomara Pérez Diaz, Docente Artesana, Venezuela
William Gutiérrez, Estudiante universitario, Venezuela
Pablo Molina Suárez, Compositor musical y gestor cultural, Ecuador
Jorge Arrate, Político, Chile
Victoria Moreno, Enfermera, Venezuela
María Antonia Salazar, Comunicadora Audiovisual, Perú
Jose Hernandez, Construccion., Mexico.
G÷rard Fenoy, Educador Popular, Francia
Ângela Valério Horta de Siqueira, Atriz., Brasil
Leticia Padilla, Enfermera, Mexico
Antonio Marcano, Poeta, editor y docente, Venezuela/Italia
Yoletty Bracho, Profesora Universidad de Aviñón – Revista Contretemps, Francia
Azril Bacal Roij, Activismo climático, Programa Café con Paulo Freire en CEMUS, FFF,,
Perú/Suecia
Yair Leaños, Trabajador, Mexico
Washington Galusso, Jubilado, Suecia
Alejandra, Estudiante, Ecuador
Juan Andrés Mena, Derechos Humanos y Políticas Públicas, Chile
Juliette Nabais Moreno, Serveuse, FranceOscar Sempere, Director Artístico, España
Diego Phillips, Audiovisual, España
Maxime Motard, Profesor, Francia
Lise Bouzidi Vega, Activista asociativa de DDHH, Francia
Laura Morales, Docente y Chocolatera, Venezuela
Anasse Kazib, Portavoz de Révolution Permanente, Francia
Elsa Marcel, Abogada y militante de Révolution Permanente, Francia
Ariane Anemoyannis, Portavoz del Poing Levé, Francia
Adrien Cornet, Refinero y militante CGT, miembro de Révolution Permanente, Francia
Lourdes arce, Empleada, Argentina
Christian Porta, Militante CGT Neuhauser, miembro de Révolution Permanente, Francia
Jorge Remacha, Docente de instituto, Estado español
Gonzalo Gómez, Psicólogo, Cofundador Aporrea.org, directivo Marea Socialista, Venezuela
Juan Pablo Orrego Miranda, Investigador Fundación Nodo XXI, Chile
Marta Capdevila Guasch, Mandonguera, España (Catalunya)
mónica martin, estudiante, españa
Amanda González, Estudiante, España
Sáhara Fraile Barral, Estudiante, España
Fernando Lázaro, Docente – Investigador, Argentina
Graycie Pio, Defensora derechos humanos, España
Gloria Seddon, Psicologa, Brasil
Eduardo Baró, Arquitecto jubilado, Argentina
Marleny Cardona Acevedo, Docencia, Colombia
Ivan Pojomovsky, Investigador. Universidade Federal de Pernambuco, Brasil
Paola Aileen, Ama de casa, Suiza
María helena Beltrán cillegasy, Orientación escolar, ColombiaMyriam Bregman, Ex Diputada Nacional. Partido de los Trabajadores por el Socialismo –
Frente de Izquierda Unidad, Argentina
Daniel DaRosa, Family Doctor, Militant with Revolutionary Communist International,
Canada
Catalina Toro Pérez, Profesora Universitaria, Colombia
Maximo Sozzo, Profesor e Investigador, Argentina
Olga Lucía Hernández Rodríguez, Independiente, Colombia
Paz Guarderas, Investigadora-Red Interuniversitaria de Investigación Feminista, Ecuador
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Lilibeth Sira, Luchadora social, Venezuela
Jorge Peña Domínguez, Técnico en Refrigeración, Venezuela
Andrea Serna, Analista editorial, Venezuela
Gabriel Ignacio Gómez, Profesor universitario, Colombia
Andrés Ruggeri, Director programa Facultad Abierta/Centro de Documentación de
Empresas recuperadas, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Salvador Méndez, Comunicaciones, España
Eleonora Silva – Diseñadora – Venezuela/Argentina
Menores indígenas revelan brechas que afectan sus derechos en Latinoamérica y el Caribe
Menores indígenas de Latinoamérica y el Caribe hablaron sobre sus necesidades en el informe ‘Voces de las niñas, niños y adolescentes indígenas de América Latina y el Caribe’, en «temáticas críticas» como la salud, educación y protección, además llamaron a países de la región a desarrollar una «agenda pública».
El secretario Técnico del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (Filac), el colombiano Darío Mejía, en una entrevista con EFE explicó que los retos de los indígenas jóvenes tienen que ver con «la crisis climática, la movilidad, distanciamientos de sus ancestros, crisis de identidad y los nuevos fenómenos como la tecnología».
El informe ‘Voces de las niñas, niños y adolescentes indígenas de América Latina y el Caribe’ recoge los testimonios de 69 menores de las comunidades Rosario (Argentina), Corque Marka (Bolivia), Ceará Pitaguary (Brasil), Muellamunes (Colombia), Otavalo (Ecuador), Palín (Guatemala), Juchitán de Zaragoza (México) y Alto Mishahua (Perú), autorizados por sus comunidades.
La recopilación de información se hizo mediante «talleres interculturales» con grupos de niñas y niños de 5 a 11 años y adolescentes de 12 a 18 años, refiere el estudio.
El texto advierte desde un inicio sobre el «desafío» que supuso su elaboración por «la falta de datos e información actualizada, comparable y confiable» para entender las desigualdades que afectan a las niñas, niños y adolescentes indígenas.
«No contar con datos pertinentes, muchas de estas políticas elaboradas desde el nivel central o desde instituciones externas, con muy buenas intenciones, terminan impactando de manera negativa la identidad de los pueblos», advirtió Mejía.
Principales hallazgos
El principal representante de Filac señaló que el acceso a la educación para las poblaciones indígenas «sigue siendo bastante reducido», además de que el tipo de instrucción que se ofrece «sigue siendo administrada o planificada con contenidos externos».
El informe establece que la mortalidad infantil y materna es «tres veces mayor», que la desnutrición «afecta al doble de menores indígenas respecto a los no indígenas» y que las infancias indígenas «son víctimas de violencia estructural, trata y explotación».
A esto se suma la «alta prevalencia de embarazo adolescente y uniones tempranas» y que las voces de los menores «aún no son marginales en la toma de decisiones», refiere el estudio.
Al respecto, Mejía indicó que «la mayoría» de los pueblos indígenas distantes apenas tiene acceso a servicios básicos (salud, educación), aunque cuando estos existen «no siempre» se instauran por medio de la concertación, sino a través de la imposición.
Otro aspecto que el secretario Técnico de Filac toma en cuenta es la situación de las poblaciones indígenas en las áreas urbanas, que puede darse por «necesidad de estudios, trabajo o efectos de la violencia» o porque las ciudades alcanzaron territorios indígenas.
Cuando esto último ocurre, muchas veces la urbanización de espacios indígenas se da «sin procesos de concertación y planificación conjunta», lo cual provoca que «el acceso a los servicios no sea de acuerdo a su identidad».
El informe hace hincapié en la «recolección de información» que también considere una «desagregación de datos por edad, sexo, ubicación urbana-rural», entre otras variables, para establecer con más exactitud la situación de la infancia y adolescencia indígena.
Mejía enfatizó en la urgencia de «reforzar la alianza entre las instituciones que trabajan por la niñez», la necesidad de que «se concreten políticas (estatales) con las autoridades indígenas», de forma que aquellas sean acordes a sus idiomas, realidades históricas y territoriales.
Asimismo, indicó que es necesario «que se destinen presupuestos concretos» para atender las demandas de los pueblos indígenas, a fin de evitar el aumento de las brechas con poblaciones no indígenas, además de la inversión en «procesos de concienciación» al resto de la población para evitar la reproducción de patrones de discriminación.
Además de Filac, en el estudio sobre la infancia y adolescencia indígena colaboraron la Red de Jóvenes Indígenas, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población para las Naciones Unidas (Unfpa).
https://es-us.noticias.yahoo.com/menores-ind%C3%ADgenas-revelan-brechas-afectan-143714533.html
Daniel Bogoya: en Colombia 1 de cada 3 universitarios se gradúa sin saber argumentar
El sistema universitario colombiano está graduando a miles de estudiantes sin que hayan adquirido las competencias básicas que éste les promete. El análisis de los resultados del examen Saber Pro —la principal prueba estandarizada para evaluar a los estudiantes próximos a graduarse— revela que el 30 % de los egresados no logra razonar, analizar ni argumentar, lo que refleja una educación desigual, desarticulada y poco transformadora.
Para cualquier profesional es fundamental tener habilidades como redactar una carta laboral coherente, sustentar una opinión con argumentos o interpretar datos en un informe. Sin embargo en Colombia cerca del 33 % de los graduados de programas universitarios no logra realizarlas con solvencia.
Así lo evidencia el análisis del examen Saber Pro realizado por el profesor Daniel Bogoya, docente de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y consultor en temas de educación, quien señala que los resultados muestran grandes brechas en los niveles de desempeño poniendo en entredicho la calidad y pertinencia de la formación que reciben miles de jóvenes.
“Algunas universidades siguen ofreciendo promesas grandilocuentes sobre la formación de ciudadanos integrales, pero no advierten que más del 40 % de sus egresados no cumplen con esas expectativas básicas”, afirmó el profesor Bogoya para el ABCde Periódico UNAL dedicado a analizar este tema.
Uno de los orígenes de este problema es la falta de permanencia. Según el Ministerio de Educación Nacional (MEN), 5 de cada 10 estudiantes que ingresan a la educación superior abandonan sus estudios antes de terminar, lo que equivale a una tasa de deserción cercana al 8,02 % anual.
Las causas son diversas y estructurales. El informe más reciente de la Pontificia Universidad Javeriana sobre deserción en la educación superior señala que las dificultades económicas obligan a muchos jóvenes a abandonar sus estudios para trabajar, especialmente en regiones con oportunidades escasas. A esto se suman factores como la falta de acompañamiento académico y psicosocial, la rigidez de los programas, la desconexión con el entorno y los planes de estudio desactualizados.
Además de la falta de acompañamiento académico y psicosocial, pues muchos ingresan a la universidad sin haber desarrollado hábitos de estudio o habilidades básicas, y no encuentran orientación o tutorías que los respalden. Y por último, los programas poco flexibles, con horarios rígidos, escasa conexión con el entorno y planes de estudio desactualizados dificultan la permanencia de quienes deben estudiar y trabajar o provienen de contextos rurales o vulnerables.
Estas condiciones profundizan las brechas entre quienes acceden con mayores ventajas y quienes deben sortear obstáculos estructurales desde el primer semestre.
En este sentido, el docente Bogoya asegura que “el sistema sigue centrado en una utopía institucional, sin ajustes reales a los resultados de sus estudiantes. La promesa de valor se debería reflejar en hechos: ¿qué tanto aprenden, con qué nivel de autonomía y razonamiento egresan los ciudadanos de nuestras aulas?”.
Actualmente Colombia registra más de 2,4 millones de estudiantes matriculados en programas técnicos, tecnológicos, universitarios y de posgrado distribuidos en más de 300 instituciones de educación superior, pero a pesar del crecimiento en cobertura la calidad no ha avanzado al mismo ritmo.

Además de los factores mencionados, la calidad educativa se ve afectada por otros múltiples elementos como la formación del docente, el número de horas de clase, los recursos disponibles y el tipo de lectura que se promueve. Un profesor con bajo nivel en el área y escasas herramientas pedagógicas no puede llevar a sus estudiantes a un aprendizaje complejo.
“Por ejemplo, si yo quiero que un estudiante llegue a trigonometría pero el profesor apenas domina la suma y la resta, eso no será posible. La calidad no se puede improvisar”, advierte el experto de la UNAL.
El examen Saber Pro, que evalúa competencias genéricas y específicas de los estudiantes próximos a graduarse, se ha convertido en una herramienta fundamental para medir resultados. Sin embargo, aún se necesitan evaluaciones más profundas que muestren si el país está cumpliendo con el derecho a una educación superior de calidad y equitativa.
Las brechas en la calidad de la educación superior se manifiestan no solo entre individuos sino también entre territorios. Los estudiantes que provienen de zonas rurales, municipios apartados o instituciones con baja acreditación enfrentan mayores obstáculos para alcanzar niveles mínimos de comprensión, análisis y desempeño profesional.
Esta desigualdad territorial refleja un sistema que no garantiza las mismas condiciones de aprendizaje para todos, pese a que el derecho a la educación es universal. “La educación superior debe garantizar un mínimo común de aprendizaje a todos, sin importar si vienen de colegios públicos o privados, de zonas rurales o capitales”, concluye el profesor Bogoya.
En Colombia 1 de cada 3 universitarios se gradúa sin saber argumentar
Por qué comprender el efecto del tiempo frente a la pantalla en el cerebro de los niños es más complicado de lo que parece
El tiempo frente a una pantalla se ha convertido en sinónimo de malas noticias, pero la ciencia puede no ser tan simple como parece.
El otro día, mientras hacía las tareas del hogar, le di el iPad de mi esposo a mi hijo menor para que se entretuviera. Pero después de un rato, me sentí incómoda: no prestaba atención a cuánto tiempo usaba el dispositivo ni a lo que veía. Así que le dije que ya era hora de parar.
Se armó una rabieta enorme. Gritó, pateó, agarró el iPad e intentó empujarme con la fuerza de un niño menor de 5 años. No fue mi mejor momento como madre, lo admito, pero su reacción tan extrema me molestó.
Desesperación en La Habana, extremismo en Miami : Las dos caras de la posición cubana
Desde 1959, Cuba ha sufrido la hostilidad de Estados Unidos. Washington financia a varios grupos de oposición de extrema derecha con sede en Florida. La profunda crisis económica que atraviesa la isla les brinda la oportunidad de debilitar a La Habana. Entre la represión y la manipulación del gobierno, una nueva generación de manifestantes en el terreno lucha por encontrar una salida política a su ira.
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Un reportaje de Maïlys Khider y Jésus Lopes
le Monde Diolomatic /OVE 11 de agosto de 2025
11 de julio de 2021. Mientras continúan las medidas de distanciamiento social y confinamiento en Latinoamérica en respuesta a la pandemia de COVID-19 ( 1 ) , se forman densas multitudes en La Habana y el resto de Cuba. Gritando «¡ Libertad ! » y cantando » El pueblo unido jamás será vencido «, un conocido cántico de protesta, muchos cubanos expresan su consternación por el colapso económico del país. Ese mismo día y en las semanas siguientes, más de mil personas son arrestadas, incluyendo cientos de condenadas a largas penas de prisión.
Cuatro años después, Antonio ( 2 ) recuerda ese día con la mirada perdida. » Mi hijo se ha convertido en un viejecito «, lamenta su madre Gabriela, sentada a su lado. En este barrio pobre de las afueras de la capital, la familia de seis miembros vive en una pequeña casa enclavada en lo alto de una estrecha escalera que da a una calle ruidosa. La sala y la cocina apenas tienen diez metros cuadrados. Cae la tarde. Se fue la luz, un fallo que se ha convertido en algo cotidiano y agotador para la mayoría de los cubanos. Antonio está a punto de cumplir veinte años. Tenía solo 17 cuando fue encarcelado en julio de 2021 tras participar en la mayor manifestación contra el gobierno desde 1959. Sin embargo, el joven tenía poco interés en la política. » Vi gente afuera. Mi pareja estaba embarazada. Yo vendía pan mientras estudiaba. No ganaba suficiente dinero»,recuerda. Ese día, la violencia reinaba por todas partes en la calle. El cielo se había vuelto gris. Todos estaban atrapados. «No salí con machete, pistola ni palo. Pero sí, tiré piedras «, explica. Entonces, todo se aceleró. Antonio fue arrestado y rápidamente acusado de » alterar el orden público «, » insultar » y » propagar una epidemia » mientras el país registraba un número récord de contagios. Permaneció en prisión durante diez meses.
Estas manifestaciones han dado una visibilidad sin precedentes a las protestas sociales y políticas contra el gobierno. La crisis sanitaria y el cierre de fronteras, incluso para los turistas, de quienes tanto depende, han sumido a Cuba en una profunda depresión económica. Una situación agravada por dos factores. Por un lado, la política de » máxima presión » implementada desde 2019 por Donald Trump ha endurecido severamente el embargo impuesto a la isla desde 1962. Por otro lado, la reforma monetaria destinada a unificar el peso, implementada a principios de 2021, ha provocado un aumento de la inflación ( 3 ) . A día de hoy, los estantes de las farmacias están vacíos y las colas para adquirir productos de primera necesidad se extienden durante horas.
En los días posteriores a las protestas, el entonces presidente estadounidense Joseph Biden instó a las autoridades cubanas a » escuchar a [su] pueblo « y su » vibrante llamado a la libertad «. El gobierno, por su parte, calificó a los manifestantes de » mercenarios « o » revolucionarios confundidos «. Un año después, el presidente Miguel Díaz-Canel apareció en televisión: » Lo que realmente vamos a conmemorar en este primer aniversario del 11 de julio es que el pueblo cubano y la revolución cubana frustraron un golpe de Estado « . Gabriela bromea sobre lo que queda de su dormitorio: » Si fuéramos mercenarios, ¿crees que se habría derrumbado el techo de mi habitación ? ¡Si fuéramos mercenarios, cuando se fuera la luz, tendría un generador en mi casa ! » .
14 de enero de 2025. La Habana anuncia la liberación de 553 detenidos tras la mediación del papa Francisco. Unos días antes, el Sr. Biden anunció su decisión de retirar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo. Muchas de estas personas ocuparon las calles el 11 de julio, como Alina, a quien conocimos en su casa en uno de los barrios más pobres de la capital, tras tres años y medio de encarcelamiento. « Había escasez de medicamentos. No había agua. La gente caía como moscas por la COVID… Me manifesté pacíficamente. Fue espontáneo. Junto con otras personas, motivamos a la gente a salir a protestar » . Unos días después, la policía llegó a arrestar a la joven « con seis camiones y veinticinco motocicletas ». « Como si fuera una asesina en serie », recuerda. Ella describe su interrogatorio: “ Lo primero que me preguntaron después de mi arresto fue si había recibido dinero. Nos acusaron de haberlo planeado todo y de haber recibido un pago. ¡No fue ni planeado ni pagado ! ”. Hoy, un agente de la Seguridad del Estado sigue vigilándola. “ Necesito permiso para salir de La Habana, o incluso para invitar amigos a mi casa. Estoy sujeta a un toque de queda diario hasta que termine mi libertad condicional ” , que vence dentro de varios años. Desde su arresto, la salud de Alina se ha deteriorado. “ No puedo dormir. Voy a morir como contrarrevolucionaria. ¡Me convirtieron en algo que no era ! ”, dice.
Promovida e instrumentalizada por Washington, vigilada y acosada por la Seguridad del Estado cubana, la oposición local es débil, está mal organizada y carece de un programa político real. Muchos cubanos, cansados, han optado por emigrar en lugar de desafiar a las autoridades. Según estadísticas oficiales, más del 10 % de la población ha abandonado el país desde la pandemia ( 4 ) . Además de los movimientos espontáneos nacidos del descontento, existe la actividad de redes vinculadas a la extrema derecha cubanoamericana. Mucho más estructuradas, operan desde Miami (Florida), en gran medida gracias al apoyo y la financiación de Estados Unidos, que alimenta una nebulosa de organizaciones militantes y a menudo radicales ( 5 ) .
Entre los encarcelados, antes o después del 11 de julio de 2021, varios están acusados de haber cometido o planeado actos de sabotaje, vinculados a Miami. Sus rostros aparecen ocasionalmente en medios estatales. Al llegar a casa de Benito en el centro de la ciudad, el suelo está completamente inundado de agua de la lavadora. Una pila de ropa mojada yace sobre el sofá. El hombre de treinta años fuma un puro, hundido en su sillón. Se incorpora y nos entrega fotos de su hermano Alberto, encarcelado en 2020. Algunas, tomadas antes de su encarcelamiento, lo muestran con su familia o posando orgulloso frente a la bandera estadounidense, con el vientre descubierto y tatuado con las palabras: « Abajo los Castro y sus secuaces comunistas que aún están en Cuba ». Benito recuerda: « Después de que nuestra madre muriera en 2013, Alberto empezó a endurecerse, a comportarse como un opositor». Dijo que los médicos la habían matado. Estaba enferma. En fotos más recientes tomadas en su celda, Alberto aparece demacrado, con el rostro hundido y rasgos demacrados. Cumple una condena de siete años de prisión por atentar contra la seguridad del Estado. Le dejamos nuestros números a Benito, quien promete pasárselos a su hermano para que pueda contactarnos.

Todos los medios incluyen acción violenta.
Dos días después, desde su prisión de Kilo 5 y Medio , en la ciudad occidental de Pinar del Río, el recluso nos contactó (se le permite una llamada telefónica semanal fuera de la prisión) y nos dijo: « Puse un cartel que decía: ‘Trump, fuego contra Cuba’. Y publiqué un video diciendo que los comunistas debían ser decapitados. Después de eso, la policía vino a buscarme » . Reconoció haber estado en contacto con dos cubanos que llevaban varios años viviendo en Florida: Kiki Naranjo y Willy González, ambos miembros de un grupo llamado La Nueva Nación Cubana en Armas (NNCA).
Con sede en Florida, esta organización busca derrocar la revolución por cualquier medio, incluyendo la violencia. La Habana la considera un grupo terrorista. Alberto contactó con sus miembros en noviembre de 2020 a través de un conocido en común que organizó una videollamada. « Hablamos de sabotaje y entrenamiento. Me dijeron que me preparara para armarme el día que entraran a Cuba » . Sus dos mentores supuestamente le enseñaron a « fabricar bombas caseras ». Años después, ambos siguen esperando. « Le guardo rencor a Naranjo y a los demás. Se aprovechan de la desesperación. Prometieron entrar a Cuba y no hicieron nada »,lamenta Alberto con amargura.
El Sr. González, fundador de la NNCA, tiene una sólida trayectoria. Lo contactamos a través de su cuenta de Facebook. Tras concertar una llamada telefónica, confirmó que, en los últimos años, miembros de la organización habían » incendiado cañaverales o plantaciones de tabaco pertenecientes al Estado cubano. Esto es parte de la lucha», dijo. » El único camino que nos dejan los comunistas es la sublevación, la confrontación. Cada acto que planeamos es un llamado a la rebelión. Gracias a la tecnología digital y las redes sociales, estamos creciendo, llegando a más gente y avanzando «. En noviembre de 2023, las autoridades de La Habana arrestaron en el mar a un hombre llamado Ardenys García Álvarez. Sorprendido en el acto, el ciudadano cubano residente en Estados Unidos intentaba contrabandear pistolas y municiones a la isla desde Florida en una moto acuática. Fue acusado de pertenecer a la NNCA y de intentar reclutar personas dentro del país para iniciar una insurrección armada.
El Sr. González, quien dice defender la libertad cubana, aparece en numerosos videos con uniforme militar, y en sus publicaciones en redes sociales aparecen hombres con chalecos antibalas con los colores de la bandera estadounidense, disparando rifles o revólveres. Por su parte, el Sr. Naranjo, con quien intentamos contactar, parece esquivo debido a sus múltiples cuentas de Facebook. Según sus familias, los manifestantes de 2021 reclutados por organizaciones de Miami eran principalmente jóvenes vulnerables y desesperados. La madre de David nos recibe en la pequeña terraza de su casa. Pálida, apoyada en la barandilla, Claudia nos cuenta que en ese momento, el Sr. Naranjo contactó a su hijo por Facebook. Según ella, le ofreció un trato: si David lanzaba una bomba molotov contra una tienda, un barco lo ayudaría a salir de la isla para llegar a Florida. « Mi hijo tenía muchas ganas de irse. Y Kiki es de aquí. Eran amigos en el pasado». David accedió. En 2021, lanzó artefactos incendiarios contra una tienda estatal y un teléfono público, sin causar daños significativos. El joven fue detenido una semana después.
« Esta gente intenta manipular a los jóvenes »,suspira Ana. La mujer, pequeña, mayor pero enérgica, abre la puerta de su apartamento en el último piso de un bloque de pisos en el este de La Habana. De rodillas, relee la sentencia judicial: un cubano residente en Estados Unidos supuestamente sugirió a su hijo que incendiaran « un mercado, lanzaran una cadena a una línea de alta tensión con el fin de dejar sin electricidad a la localidad » e identificaran « un lugar donde aparcan varios autobuses públicos para echar arena dentro de los motores y ahogarlos ».Finalmente, este hombre supuestamente designó a un funcionario del Ministerio del Interior para que cometiera el ataque. Los documentos consultados indican que el instigador le había prometido a Leandro « un beneficio económico »y el pago por la « carga sistemática del teléfono »por cada acción realizada. Su madre confirma: « A cambio, iba a realizar un sabotaje » . Pero Ana sostiene que su hijo nunca tuvo la intención de llevar a cabo nada de esto. Aunque Leandro fue efectivamente detenido antes de cometer ningún delito, fue sin embargo condenado a diez años de prisión por preparar » actos de terrorismo «.
El apoyo estadounidense a la oposición cubana va más allá de respaldar las acciones de grupos radicales con sede en Florida. Cada año, Washington financia programas de » promoción de la democracia « en Cuba. En 2024, el Departamento de Estado, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED) asignaron un total combinado de 20 millones de dólares. Estas dos organizaciones, la primera como » agencia federal » y la segunda como » fundaciónindependiente sin fines de lucro « creada por Ronald Reagan en 1983, persiguen varios objetivos allí: promover el » espacio cívico «,fortalecer la capacidad y el empoderamiento de los » activistas cubanos prodemocracia «, crear medios de comunicación en línea, proteger a las » víctimas de la represión «, etc. Según el informe anual de 2024 de la NED, Cuba fue el quinto destino principal de sus fondos, después de Rusia, China, Ucrania y Birmania.
Un puñado de organizaciones canalizan los flujos financieros de la NED. Por ejemplo, el Instituto Nacional Demócrata (NDI), afiliado al Partido Demócrata, y el Instituto Republicano Internacional (IRI), vinculado al Partido Republicano. Presentadas como organizaciones no gubernamentales (ONG), estas entidades dependen en realidad de fondos federales y están dirigidas por exmiembros de la administración estadounidense que operaban en forma indirecta . El IRI, al que la NED asignó 2,7 millones de dólares durante cuatro años, está dirigido por Daniel Twining, exfuncionario del Departamento de Estado. Y, hasta 2024, su junta directiva incluía a Marco Rubio, el primer cubanoamericano —un férreo opositor del Partido Comunista de Cuba— en ocupar el cargo de Secretario de Estado. Desde la década de 2000, la organización ha trabajado para seleccionar líderes y fomentar la creación de redes de la sociedad civil en toda la isla . También ofrece formación específica para jóvenes promesas en caso de una transición . La ONG busca reclutar a nuevos talentos entre los grupos afrocubanos, feministas, LGBTQIA+ y las comunidades religiosas protestantes.
Los recortes globales de Trump a los fondos de USAID y NED han salvado a casi todos los programas cubanos. Legisladores cubanoamericanos han presionado al presidente republicano, y Rubio lidera estos proyectos.
Otras organizaciones con sede en Miami que se beneficiaron de los fondos están lideradas por ex activistas anticastristas. Orlando Gutiérrez Boronat es el secretario general del Directorio Democrático Cubano. Esta organización opositora ha recibido millones de dólares de la NED durante las últimas dos décadas. Ex miembro de la Organización para la Liberación de Cuba, grupo armado que intentó derrocar al gobierno en la década de 1970, Gutiérrez Boronat está actualmente acusado de malversación de fondos por otro opositor de larga data, Armando Valladares. En un video publicado en enero de 2025, el primero responde al segundo. Sylvia Iriondo lo defiende a su lado. Fue miembro de Hermanos al Rescate en la década de 1990. Oficialmente, esta asociación brindaba ayuda a los balseros, cubanos que intentaban llegar a la costa de Florida en embarcaciones precarias. Sus aviones violaban regularmente el espacio aéreo cubano para provocar a las autoridades (lanzando bengalas de socorro, bombas de humo y lanzando explosivos caseros). La activista es hija de Cecil Goudie, líder de uno de los grupos patrocinados por la CIA que participó en el intento de invasión de Bahía de Cochinos en 1961. El Sr. Ángel de Fana también habla junto al Sr. Gutiérrez Boronat. Fue miembro de un movimiento contrarrevolucionario especializado, desde 1960, en la colocación de explosivos. Para José Luis Méndez Méndez, investigador del Centro de Investigación sobre la Historia de la Seguridad del Estado en La Habana, si bien la lucha armada ha dado paso a un enfoque basado en la promoción de los derechos humanos, los actores políticos y sus objetivos finales siguen siendo los mismos. « Casi todos los actos de terrorismo que hemos sufrido desde 1959 han sido organizados desde Estados Unidos. ¡Los tiburones no se vuelven vegetarianos ! », bromea.
La independencia de los disidentes cubanos es cuestionable. Varios de los más destacados han recibido financiación estadounidense. El Sr. José Daniel Ferrer, considerado ahora la figura principal de la oposición nacional, está vinculado a las organizaciones de Florida. Pasó tres años y medio en prisión tras ser arrestado por la Seguridad del Estado el 11 de julio de 2021, a pocos metros de su domicilio, antes de ser liberado como parte del acuerdo de enero de 2025. En abril, fue encarcelado de nuevo por violar su libertad condicional. En una entrevista con el canal de YouTube del influencer cubanoamericano Manuel Milanés Pizonero ( 6) , opositor a la dictadura cubana y presidente del Consejo para la Guerra Anticomunista (CPGA), quien afirma ser cercano a Trump, Ferrer revela que la financiación más antigua y fiable de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), la organización que fundó en 2011, proviene de la Fundación Nacional Cubanoamericana (CNAF). Esta última, con sede en Miami, ha recibido en el pasado fondos públicos estadounidenses.

“ El Estado cubano ha logrado prevenir el surgimiento de una amenaza interna significativa ” a su poder, afirma William LeoGrande, profesor de ciencias políticas en la American University de Washington, D.C. “ El problema para los cubanos críticos con el gobierno es que a los líderes les resulta demasiado fácil meterlos en el mismo saco que a los “disidentes” respaldados por Estados Unidos. Ese es el efecto perverso de esta ayuda: no abre espacio político, sino que lo cierra ” .
Durante décadas, Washington también ha librado una guerra de información contra Cuba. En 1990, el dirigible » Fat Albert » despegó frente a las costas de Florida. Transmitió los programas anticastristas de Radio y Televisión Martí a la costa de la isla comunista. Pero La Habana interfirió la recepción de la señal. El canal se volvió inaccesible. La población lo apodó » la TV que no se ve «. En 2009, se realizó otro intento. Esta vez, el objetivo era crear e implementar una red social, un » Twitter cubano «. ZunZuneo está gestionado por una unidad especial de USAID, la Oficina de Iniciativas de Transición ( 7 ) . La operación es secreta. Se lleva a cabo a través de empresas fantasma con sede en las Islas Caimán, para que los usuarios no puedan establecer ninguna conexión con el gobierno de Estados Unidos. Los creadores de ZunZuneo —que, según USAID, atrajo a 68.000 personas hasta su cierre en 2012— contaban con una base de datos que incluía el género, la edad y las inclinaciones políticas de cada usuario. El objetivo: fomentar la movilización con miras a desencadenar una « Primavera Cubana ». Otro fracaso. Hasta 2018, el acceso a internet permaneció extremadamente limitado en el país, lo que frustró las ambiciones iniciales del proyecto.
Nueva destrucción de Internet en el país
En realidad, fue el propio Partido Comunista el que puso fin a su casi monopolio de la información. Al otorgar a toda la población acceso a datos móviles en 2018, el gobierno inició una de las convulsiones sociales más profundas en Cuba desde el fin de la Guerra Fría. Surgió una multitud de medios de comunicación, la mayoría críticos con el gobierno y apoyados por Estados Unidos. Cubanet, un sitio de opinión que abogaba por un cambio de régimen, fundado en 1994 en Florida, tuvo una audiencia limitada hasta 2018. Pero la repentina masificación de internet, sumada a la financiación estadounidense inyectada a actores de la sociedad civil , abrió nuevas vías de acción para la oposición y fomentó la difusión de una narrativa favorable a Washington. En 2024, Cubanet recibió 500.000 dólares de USAID y 2,5 millones desde 2020. Un editorial en un medio digital (4 de julio de 2024), publicado por periodistas independientes locales , afirma que la única revolución benévola que el mundo ha conocido es la de Estados Unidos . Otro considera el nombramiento del Sr. Rubio como secretario de Estado como una excelente noticia para quienes luchan por la democracia . El día de la victoria del Sr. Trump sobre Kamala Harris, la periodista del sitio, Camila Acosta, publicó en Facebook: « Un feliz despertar. ¡Trump presidente ! ».
El 11 de julio de 2021, Acosta cubría las protestas. Arrestada y detenida durante cuatro días, recuerda: « Me amenazaron con acusarme de un delito contra la seguridad del Estado, lo que podría haberme acarreado entre 20 y 30 años de prisión » . Su liberación, junto con medidas cautelares, incluyó 10 meses de arresto domiciliario en espera de juicio. Finalmente, fue condenada a una multa simple de 1.000 pesos cubanos (unos 12 euros de la época). Hoy, la líder opositora espera que el presidente estadounidense « fortalezca las sanciones, porque eso es lo que nos ayudará », afirma. Acosta considera las medidas unilaterales estadounidenses demasiado indulgentes: « Hay petróleo de Rusia, México, Venezuela, Irán… ¿Dónde está el embargo ? », continúa.
En los últimos cinco años, la calidad de los servicios de salud y educación —pilares de la revolución, cuyos niveles se mantuvieron durante mucho tiempo por encima del promedio regional— se ha desplomado. La inseguridad alimentaria ha empeorado. La producción agrícola se ha desplomado debido a la falta de semillas, combustible e inversión. Montañas de desechos se acumulan en las esquinas de la capital. La ira y la desesperación ensombrecen la vida cotidiana en Cuba. Y el país se está vaciando. « La emigración a Estados Unidos ha funcionado como una válvula de escape, permitiendo liberar la presión social. Como resultado, no ha surgido una oposición estructurada con amplio apoyo popular dentro de Cuba », analiza William I. Robinson, profesor de sociología y estudios latinoamericanos en la Universidad de California, Santa Bárbara.
La población cubana considera a las autoridades cubanas incapaces de resolver la crisis económica y social que asola la isla. Impulsadas por el dólar, las ideas conservadoras y proestadounidenses están ganando terreno. En este contexto, el gobierno impide el surgimiento de una izquierda crítica organizada y veta las voces progresistas que, en su momento, podrían haberla apoyado. « Aquí hay una protesta de izquierda, pero somos enemigos del gobierno», nos explica un periodista y escritor que prefiere mantener el anonimato. «La izquierda está silenciada en Cuba… Somos muy pocos. Se ha perdido el sentido de nacionalidad. Es una tragedia después de siglos de lucha contra el colonialismo, el imperialismo y el autoritarismo. Todos solo piensan en irse »,lamenta.
Washington no ha logrado crear una oposición local viable y popular, pero ha agotado a Cuba. La guerra económica más larga de la historia moderna finalmente ha logrado » producir hambre [y] desesperación » ( 8 ) en el país, como lo defendió el exsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos, Lester Mallory, ya en 1960. Pero el objetivo —el » derrocamiento del gobierno «— sigue siendo, por el momento, difícil de alcanzar. El pueblo cubano se encuentra atrapado entre, por un lado, el autoritarismo y la ineficiencia económica de su propio gobierno y, por otro, las sanciones e injerencia de Estados Unidos en un conflicto que ya dura sesenta y seis años.
Maïlys Khider y Jesús Lopes
( 1 ) Lea Théo Boulakia y Nicolas Mariot, “ ¿Era necesario el gran confinamiento ? ”, Le Monde diplomatique,marzo de 2025.
( 2 ) Los testigos designados únicamente por su nombre de pila prefirieron permanecer anónimos.
( 3 ) Leer “ Hola, ¿dónde puedo encontrar perritos ? ”, Le Monde diplomatique, noviembre de 2023.
( 4 ) Nora Gámez Torres, “ Cuba admite ola emigratoria masiva: Un millón de personas se fueron en dos años en medio de la crisis ”, Miami Herald, 24 de julio de 2024.
( 5 ) Leer Maurice Lemoine, “ Miami se está cansando de la extrema derecha cubana ”, Le Monde diplomatique,abril de 2008.
( 6 ) “ Debate democrático de la derecha. Junto a José Daniel Ferrer y Manuel Milanés ”, entrevista a Manuel Milanés, 19 de agosto de 2020.
( 7 ) Desmond Butler, Jack Gillum y Alberto Arce, “ EE.UU. construyó en secreto un “Twitter cubano” para provocar disturbios ”, Associated Press News, 3 de abril de 2014.
Feminismos. «Las mujeres indígenas tenemos una forma organizativa propia y autónoma»
Laura Hernández Pérez es parte del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas. Desde México, explica las múltiples vulneraciones de derechos, pero también resalta la organización colectiva para construir sociedades más justas. Reivindica la lucha zapatista y afirma: «Hay un mundo desigual para con las mujeres y pueblos indígenas, con una cuestión racista y colonialista».
Laura Hernández Pérez es indígena del Pueblo Nahua. Es activista, defensora de derechos humanos, de las niñeces, de juventudes indígenas y trabajadora social. Vive en la ciudad de México e integra la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (Conami) y el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (Ecmia), una red internacional de organizaciones de mujeres y pueblos indígenas surgida en la década del 90. Valora las redes internacionales para tejer alianzas en defensa de los derechos humanos. En el plano local, es crítica del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien le reclama políticas específicas para los pueblos indígenas y denuncia el avance del crimen organizado sobre las comunidades. Sin embargo, destaca ciertos avances, como la prohibición del maíz transgénico.
Su familia materna y paterna migró antes de su nacimiento y se estableció en la periferia de la ciudad de México. Creció en el municipio Nezahualcóyotl. Su identidad, explica, es “nahua por autoadscripción”. Señala que “autoadscripción” es un término que contribuye a visibilizar la diversidad de identidades indígenas. Se trata de una instancia de reconocimiento de esas identidades como población indígena. Con ese concepto, el censo nacional de 2020 registró 23 millones de indígenas en territorio mexicano.
“En México tenemos la experiencia de considerar a la lengua como el elemento para decidir si alguien es indígena. Pero ahí hay un abismo y una omisión. Porque si vemos la cantidad de población hablante de lengua indígena, en México seríamos siete millones de personas”, matiza. Y agrega: “Hay generaciones que no hablamos una lengua indígena, pero sí nos identificamos como indígenas. Hay generaciones que entienden la lengua, pero no la hablan. Hay quienes la hablan solamente en sus espacios comunitarios o familiares por una cuestión de discriminación”.

Su perspectiva es la de una mujer indígena urbana que pone en valor el territorio como un sistema de creencias, que va más allá de la ubicación de la comunidad, y plantea otra forma de pensar la relación con la naturaleza, la soberanía alimentaria y la articulación con el feminismo. “El papel y el rol de las mujeres indígenas es muy complejo y muy difícil en los territorios. La esperanza es que los derechos humanos sean válidos, protegidos y garantizados”, expresa.
—¿Qué significa ‘el territorio’ para los pueblos indígenas?
—El territorio no es solamente una cuestión del espacio físico, de ubicación de la comunidad. Es un sistema de creencias culturales, políticas, simbólicas y espirituales. Y esto se lleva interiorizado estés donde estés, incluso en el espacio urbano. Algunas de esas expresiones simbólicas tienen que ver con rituales. Por ejemplo, en el Día de los Muertos hay ciertos tipos de ofrendas según la comunidad a la que pertenezcas. También la relación con la naturaleza cambia. Hay población indígena que vive en las ciudades, pero aún tiene algo de espacio rural y eso le permite sembrar o hacer huertos de traspatio. Algo que traemos como mujeres indígenas es la salvaguarda de nuestros territorios. El territorio como un todo, como el espacio que se habita pero también como un espacio de conexión con la Madre Tierra y con todos los seres físicos y espirituales que están allí.
—Hay una cosmovisión que excede el territorio de la comunidad…
—En el caso de las y los indígenas que tuvimos que salir del territorio de nuestra comunidad, las abuelas y los abuelos siempre están con nosotras y nosotros. Y su mensaje, incluso en un espacio urbano, es seguir la práctica milenaria de cuidar nuestros territorios, de conectar con la naturaleza y de hacer lo posible por vivir en armonía. En la cuestión de la soberanía alimentaria, cuidar las semillas, darle el valor a lo que se come, agradecer a la Madre Tierra lo que nos brinda. El modelo capitalista no ve que sin la tierra no seremos nada. Muchas mujeres se quedan en sus territorios y muchas de ellas son defensoras, cuidadoras de la tierra, del agua y del aire. Y esto es importante porque las mujeres, decididamente, son transmisoras de mucha cultura. A nivel personal, mi esperanza es regresar a mi comunidad y sembrar, porque ese es el legado de mis ancestras y ancestros y quiero honrarlo.
¿Cuál es la situación de los pueblos indígenas en México en término de acceso a derechos?
—Cada Gobierno ha tenido sus particularidades. Pero en el sexenio anterior (el periodo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador) y en el de Sheinbaum, tenemos un Gobierno que el mundo considera de izquierda. No estaría tan de acuerdo con eso. Pero, por lo menos, en el sexenio anterior y en la continuidad de este ha cambiado mucho la situación a nivel institucional. Hay un órgano, que es el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, que se encarga de la política pública. El gobierno de López Obrador hizo algunas modificaciones a esa institución. Y dijo “nada sin las organizaciones”, pero eso incluía solo a las organizaciones con personería jurídica. Y eso afectó a las comunidades indígenas.
—¿Y cómo continúa ese proceso?
—Ahora se empezó a trabajar con proceso asamblearios, pero también aquí uno se cuestiona qué pasa con la población indígena que estamos en las periferias de las ciudades, donde no existen estos procesos. De ahí ha venido a complejizarse la situación, en relación a los derechos y a la institucionalidad. Con la política de bienestar se trata de alcanzar a todos los grupos, entre ellos los pueblos indígenas. Pero nosotros requerimos de una política pública específica, de presupuestos específicos y de acciones integrales para atender los derechos humanos. Y no es así como se está llevando a cabo. Hay apoyo económico, pero eso no es suficiente para abordar problemáticas muy complejas que se están viviendo en los territorios.
—¿Cuáles son esas problemáticas?
—Por lo menos desde el año pasado hay una situación con los cárteles y el crimen organizado que está vulnerando a las comunidades, que les está violentando sus derechos humanos. Por ejemplo, la cuestión del desplazamiento forzado. Se les saca de sus comunidades, se les quitan sus territorios. Hay comunidades en estado de abandono. Es un nuevo modus operandi que tienen: ya no basta con el tráfico de drogas o de personas, ahora quieren explotar el territorio. En Chiapas las comunidades fueron desplazadas por el crimen organizado para explotar minerales como el litio. La situación se complejiza porque el extractivismo ya no es solo una cuestión de política pública, sino de otros actores que están invadiendo los territorios. El crimen organizado afecta de manera general a los pueblos indígenas, pero creo que aquí es importante colocar la cuestión de las mujeres indígenas. A veces los compañeros se van de las comunidades y quienes se quedan en estos espacios son las mismas mujeres, sus hijas e hijos.
—¿Cómo se vincula esto con la persecución de las y los defensores ambientales?
—Se volvieron a activar casos de criminalización y muerte a defensores y defensoras y eso también se entreteje con la cuestión del crimen organizado, porque está ampliando sus opciones para movilizarse dentro del territorio, para llevar y traer mercancía. Nos preocupa que muchas veces no sabemos lo que pasa en los territorios, y eso es porque no se puede difundir esa información fácilmente, porque puedes ser víctima de la violencia.
—¿Qué experiencias de resistencia destaca en México?
—El Ejército Zapatista de Liberación Nacional es un claro ejemplo de experiencia de resistencia porque tiene muchos años de vigencia pese a los cambios políticos que vivió el país. El Pueblo Yaqui lleva una lucha histórica de mucho tiempo, que se mantuvo a pesar de la opresión y de la invisibilización. En el centro del país hay experiencias de resistencia a las termoeléctricas, hay un movimiento de lucha que une tres estados que se llama Frente de Pueblos en Defensa del Agua de Puebla, Tlaxcala y Morelos.

Cuidar al maíz de los transgénicos
Mediante la modificación de la Constitución Nacional, en marzo pasado, México prohibió la siembra de maíz modificado genéticamente. A pesar de las presiones de las grandes multinacionales y del gobierno de Estados Unidos, el país decidió proteger el cultivo más consumido en el país.
—¿Por qué es importante el maíz para la cultura mexicana?
—Es importante dimensionar la cuestión de quién cuida el maíz. En México se consume la tortilla y derivados del maíz. Pero no todas las personas dimensionan ese valor de fondo. Saben que pueden ir a la tortillería y comprar su tortilla, pero no saben si esa tortilla viene de un maíz transgénico. Eso pasa sobre todo en los espacios urbanos. También está el problema del encarecimiento. En México se consume maíz, pero son las organizaciones campesinas y las comunidades indígenas las que le colocan otro valor. Y, por eso, enfrentamos la necedad de Estados Unidos y de Monsanto/Bayer de entrar a México con el maíz transgénico. La campaña “Sin maíz no hay país” dio argumentos a nivel constitucional. El maíz es un alimento milenario que perdió su diversidad por este modelo económico donde hay que urbanizar y hay que poner carreteras, cuando el maíz necesita naturaleza para crecer.
—¿Qué implica este alimento en términos de tradición?
—Lo veo con mis abuelos. Se siembra maíz, pero al lado se siembra calabaza, chile, quelites, frijol y otros alimentos que son importantes. La milpa es un ecosistema, una forma circular importante que hay que cuidar. Hay comunidades que tienen prácticas de cuidados de la semilla. Pero la verdad es que el cambio climático ha afectado la naturaleza misma del maíz. Se necesita atender esta cuestión climática, que no solamente la vemos en México, sino en el mundo. Todo está conectado. La conservación de alimentos y de los animales que forman parte de ese ecosistema es muy importante.
—¿Cómo hacemos para descolonizar nuestros platos?
—El problema para descolonizar nuestros platos está en la imposición de modelo de desarrollo económico y social. No puede ser que aquí en México vendan una mandarina ya pelada en platos desechables. Se ha impuesto un modelo de visión en torno a qué debemos de consumir y de qué manera. Eso es muy distinto en las comunidades porque, por ejemplo, con mi abuela nada se desperdicia y en algunas comunidades indígenas campesinas, igual. Nada se desperdicia, todo es funcional. Todo vuelve a la tierra y se convierte en energía. En el espacio urbano han impuesto un modo de comer muy distinto. En la escuela de mi hija su maestra les invita a tomar agua, pero ya las niñeces no toman agua, toman jugos. Ese es un problema porque cómo no vamos a darle agua a nuestro cuerpo. Tenemos que desaprender mucho de lo que se ve en televisión y en las redes sociales acerca de comer empaquetados. No creo que descolonizar sea muy complejo en personas adultas, veo necesario trabajarlo más con las niñeces y juventudes. Por ejemplo, destinar un espacio en las escuelas para el buen comer, que está ligado a la soberanía alimentaria y no a los productos de las empresas transnacionales que causan daño ambiental y en nuestros cuerpos.
—¿Qué se necesita desde la perspectiva de las políticas públicas?
—El discurso político del Gobierno es “primero los pobres” y dentro de los pobres se encuentran los pueblos y mujeres indígenas. Pero queda en un mero discurso. No basta solamente con una cuestión de dar continuidad a proyectos como «Sembrando Vida» en el que llegan, reforestan, ponen huertos y generan alimentos que no son de la zona, sino que se permita atender la vida de quienes siembran, que son las comunidades campesinas e indígenas.
Caminar en articulación
En diciembre pasado la presidenta Sheinbaum anunció que el 2025 sería el año de las Mujeres Indígenas en México. La Encuesta Nacional de Discriminación (Endis), en 2022, señaló que el 41 por ciento de ellas opinó que sus derechos humanos no se respetan. Entre los principales motivos de discriminación a las mujeres indígenas se encuentran: forma de vestir, peso o estatura, por ser mujer, por ser indígena o afrodescendiente, creencias religiosas y manera de hablar.
—¿Qué relación tienen las luchas feministas con las luchas de los pueblos indígenas?
—No todas las mujeres indígenas nos definimos feministas. Hay un mundo desigual para con nosotras como mujeres indígenas y para con los pueblos indígenas. Hay un mundo con asimetría en el poder, con una cuestión racista y colonialista. Cada una de las hermanas y compañeras escogerá su camino y su elección respecto del feminismo, pero lo que podemos rescatar es que muchas aliadas son feministas y han venido a contribuir a nuestras luchas como mujeres indígenas. El feminismo es un espacio de articulación y también un espacio para visibilizar la diversidad de las mujeres. Es importante señalar que las mujeres indígenas tenemos una forma organizativa propia, autónoma, que ha costado mucho.
—¿Por qué?
—Porque te enfrentas con tu comunidad, con tu familia, con tu pareja si es un hombre. Muchas veces no hay una valoración de lo que haces. Lo hemos visto con muchas hermanas, que han sufrido violencia y han tenido que salir de ese círculo, y luego llegan a espacios mixtos donde hay compañeros que también las vulneran, las minimizan, las humillan. Enfrentar esas situaciones familiares o comunitarias, pero fuera de la comunidad, es un reto para las mujeres indígenas, porque la comunidad te mira y te valora. Y para algunas hermanas el feminismo ha sido una herramienta y es válido. Para otras, nos enfocamos en hacer alianzas, en llevar una incidencia colectiva y creo que también es muy válido. Porque esa es la apuesta: la defensa de nuestros derechos humanos como mujeres y como integrantes de pueblos indígenas.
—¿Cuál es el horizonte en esa defensa de derechos?
—El Buen Vivir implica una cuestión de los derechos humanos, el acceso pleno a la soberanía alimentaria, a vivir una vida libre de violencias, libre de discriminación, de racismo. Las rutas son varias. Y cada una de nosotras como mujeres indígenas va a tomar la opción que mejor le parezca. Desde el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas caminamos en articulación. Sabemos que en muchos espacios de incidencia a nivel internacional por los derechos humanos hay una fuerte presencia de grupos feministas. Entonces necesitamos colocar nuestras voces allí. En estos espacios ha habido conflictos y diferencias, pero nosotras siempre decimos que vemos por un bien mayor. Y nuestro bien mayor no es solo nuestra organización local, nacional o internacional, sino también las otras mujeres indígenas, niñeces y juventudes.






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