Page 315 of 6179
1 313 314 315 316 317 6.179

La peligrosa trampa de la despatologización

Por: Candela Aguilar

Uno de los argumentos que con más fuerza suenan en los colectivos transactivistas para defender la aprobación de la nueva ley conocida comúnmente como Ley Trans es la despatologización. Pero, detrás de este argumento se esconde una trampa, porque ¿qué es la despatologización de la salud mental? ¿Para qué ha de servirnos? ¿Qué defiende y qué no?

El argumento de la despatologización ha servido para que muchos colectivos de activismo por la salud mental se hagan eco de las reivindicaciones transactivistas y las incorporen a su propia agenda de una manera acrítica.

Por despatologización no entendemos desatención sino todo lo contrario. Ser capaces de dar un enfoque más allá del biomédico y entender que detrás de cualquier sufrimiento psicológico se esconden múltiples causas que pueden actuar como factores de riesgo o de protección, y es necesario tenerlos en cuenta no sólo a la hora de establecer un diagnóstico, sino también a la hora de proponer posibles soluciones. Cualquier problema de salud, ya sea física o psicológica, ha de ser entendido y atendido desde diferentes perspectivas; social, familiar, ambiental… solo así podremos llegar al origen del problema, detectarlo y ofrecer una solución que realmente pueda llegar a ser eficaz.

Por despatologización entendemos que la respuesta no solo puede ser médica, hay que ir más allá y ver qué es lo que realmente causa el malestar; ir al origen, a la raíz, porque sólo así podremos empezar a poner luz a aquello que nos causa sufrimiento psicológico. Como digo, la respuesta no puede ser solo médica, y más aún si esta respuesta se basa en la administración de fármacos, porque esto cronifica y ya tenemos un sistema de salud mental cronificante y estigmatizante.

Porque ese es otro de los problemas por los que el argumento de la despatologización está pegando tan fuerte, sobre todo en los colectivos de activismo por la salud mental. El autoestigma que se sufre cuando una persona recibe un diagnóstico y el estigma del propio sistema de salud mental. Si tenemos en cuenta estos dos factores, ¿quién quiere tener un diagnóstico y entrar dentro del circuito? Nadie. En esta sociedad un diagnóstico en salud mental, en muchas ocasiones, es sentido como una sentencia. No es algo esperanzador, ni que te ayuda a entender las razones del malestar y a buscar soluciones. Es una excusa para medicalizar, acallar e infantilizador a las personas. Incluso en ocasiones sirve para encerrar en contra de la propia voluntad, sobremedicalizar o medicalizar sin consentimiento, atar, esterilizar… Es decir, violar sistemáticamente los derechos de las personas, entonces, ¿quién querría eso?

Pero una cosa es ser crítica con el sistema de salud mental y otra negar que los problemas psicológicos existen y que las personas afectadas necesitan ayuda. Nadie puede negar, por poner un ejemplo, que la esquizofrenia existe, porque negarlo sería negar una evidencia. Ahora bien, lo que no podemos es negar que no conocemos las causas que la provocan y que muchas veces condicionantes ambientales, sociales o familiares pueden actuar como desencadenantes. Tampoco podemos negar que cuando una persona tiene un brote y está desequilibrada sufre y que necesita ayuda para superarlo y poder llevar una vida plena y satisfactoria. No podemos negar, tampoco, que la ayuda que se ofrece hasta ahora; medicación, internamientos, incapacitación… solo sirven para cronificar y aislar aún más a las personas afectadas, privándolas incluso de la capacidad de trabajar que tan beneficiosa es para las personas con diagnóstico en salud mental.

Una de las demandas que más fuerte suenan en las personas activistas con experiencia propia en salud mental es la necesidad de un acompañamiento terapéutico que vaya más allá de la administración de fármacos, un espacio de escucha, ayuda y reflexión que permita a la persona conocer las razones que causan el sufrimiento. También es necesario explotar las propias potencialidades para ser capaz de autoregularse y autoexplorarse, ¿quién mejor que una misma para entenderse y ayudarse? Pero para ello es necesario el acompañamiento profesional.

Bien, si tenemos en cuenta todo esto, ¿qué tiene que ver con la despatologización que nos vende el transactivismo? Nada, es más, es muy peligrosa ya que abandona a los individuos a su suerte y propone una respuesta biomédica profundamente cronificante, estigmatizante y patologizadora. Todos los adjetivos con los que se pretende acabar en el activismo por la salud mental.

No pretende crear espacios de escucha y reflexión críticos, sino afianzar la idea de las y los menores de que «están en un cuerpo equivocado» y medicalizar de por vida. Lo contrario serán “terapias de conversión” que pueden ser incluso tipificadas como delito. No se busca analizar las causas y las razones del sufrimiento que provocan los estereotipos de género e incluso otros problemas de salud mental, que son tapados con el argumento del cuerpo equivocado, no se acompaña a estos menores en el largo y tortuoso camino que es conocerse a una misma en la adolescencia.

El transactivismo nos está vendiendo una idea muy peligrosa por despatologización, que supone que cualquier persona puede autodiagnosticarse y automedicarse, es más, puede acceder a operaciones de modificación corporal que incluye la amputación de miembros sanos.

El transactivismo nos está vendiendo una idea muy peligrosa por despatologización, que supone que cualquier persona puede autodiagnosticarse y automedicarse, es más, puede acceder a operaciones de modificación corporal que incluye la amputación de miembros sanos. Es decir, no negamos la existencia del malestar pero dejamos a los menores profundamente vulnerables que se diagnostiquen y mediquen sin que haya un acompañamiento profesional. Los empujamos a unos tratamientos médicos que les van a acompañar de por vida con las consecuencias que tendrá para su salud en el futuro. Les inducimos a creer que están en un cuerpo equivocado, pero que la medicina tiene la solución y que esta solución acabará con todo su dolor. Les afianzamos el odio hacia su cuerpo a la vez que apuntalamos los estereotipos de género, esos que precisamente les provocan sufrimiento. ¿Y esto es despatologizar? No, es dejar que las teorías machistas y liberales que se amparan bajo el paraguas Queer inunden el ámbito de la salud mental, jueguen con la salud de las futuras generaciones y dejen al lobby farmacéutico campar a sus anchas, todo lo contrario de lo que nos venden a primera vista. Pero de esto, como de todo, tenemos que dudar y cuestionarlo y el hecho de que no nos dejen ya debería ponernos en sobre aviso. Yo, queridas, pienso seguir vigilando con el ojo crítico bien abierto aunque lo que pretendan sea justamente lo contrario.

Fuente de la información e imagen: https://tribunafeminista.org
Comparte este contenido:

XII Asamblea Regional de la CLADE Por el derecho a la educación pública: cuidado, transformación y justicia social

CLADE

Tras cuatro años de la última asamblea presencial,  la CLADE hace un llamado al cuidado, a la transformación y a la justicia social para reflexionar en cómo ponemos nuestros cuerpos y espacios en la incesante lucha por el derecho a la educación.

Iniciada en octubre de 2022, con la realización de cuatro encuentros virtuales que profundizaron temas como sujetos y condiciones del derecho, sentido público estatal, inclusión y superación de las discriminaciones, la XII Asamblea Regional de la CLADE volverá a reunir su membresía presencialmente de esta vez en Tegucigalpa (Honduras), del 7 a 12 de noviembre, teniendo el Foro Dakar como anfitrión, para promover diálogo crítico, trazar horizontes estratégicos, fortalecer su tejido de red, fortalecer y crear nuevas formas de acción colectiva.

Tras cuatro años de nuestra última asamblea presencial, volvemos a encontrarnos presencialmente, con el Foro Dakar como anfitrión. Es una enorme oportunidad para nuestro diálogo crítico, para el trazado de horizontes estratégicos, para fortalecer nuestro tejido de red, para fortalecer y crear nuevas formas de acción colectiva.

En los últimos años, hemos vivido un periodo de intenso cambio en nuestra región. La pandemia y la agudización de tendencias políticas conservadoras en América Latina y el Caribe han provocado un aumento de múltiples formas de  desigualdades, de restricciones a la participación de la sociedad civil,  y han traído nuevos desafíos, como el impacto de la digitalización en la educación, la mayor presencia de las corporaciones en la educación y en los espacios de toma de decisión sobre las políticas educativas.

En esta XII Asamblea Regional de CLADE queremos reflexionar sobre estos desafíos, pero especialmente dejar fluir en colectivo nuestra imaginación política, artística, intelectual, sensorial para lograr proponer efectivamente nuevas miradas para la educación y construir caminos alternativos posibles.

Hacemos un llamado al cuidado, a la transformación y a la justicia social. “Cuidar de mí mismo no es autoindulgencia, es autoconservación, y eso es un acto de guerra política», afirmó la escritora, activista y feminista radical Audre Lorde, recordándonos que el autocuidado y el cuidado colectivo durante la incidencia política es un acto de rebeldía contra el sistema capitalista y neoliberal, que pone nuestra productividad sobre nuestro bienestar.

Necesitamos cuidarnos, reflexionar en cómo ponemos nuestros cuerpos y espacios en esta incesante lucha por el derecho a la educación. El  autocuidado radical es un acto político que bell hooks y Gloria Anzuldúa recomiendan a las personas históricamente marginalizadas y vulneradas, particularmente durante las luchas por los derechos humanos, y para hacer frente a los ataques diarios del racismo, el sexismo, la homofobia y la opresión de clase.

Con el autocuidado radical avanzamos en la lucha por el derecho humano a la educación. Una lucha que es también por justicia social, ambiental, fiscal. Por la realización de todos los derechos humanos, del buen vivir y la dignidad humana. Por una transformación radical de la vida en colectivo, la superación del colonialismo, del capitalismo, del patriarcado.

Inspiradas e inspirados por esos principios y deseos – y también por los saberes y diversidad de los pueblos misquitos, lencas, tolupanes o xicaques, pech, tawahkas, chortis y garífunas – nos encontraremos y nos guiaremos en Tegucigalpa. Renovaremos acuerdos, esperanzas, estrategias, sueños. Y seguiremos resistiendo e incidiendo por nuestros derechos, desde nuestros espacios corporales, comunitarios, nacionales, regionales y mundiales.

Objetivos 

Las tendencias globales de este sistema injusto e inequitativo pero también las de lo profundamente transformador, nos desafían a enriquecer críticamente nuestro análisis en torno al Derecho Humano a la Educación en América Latina y el Caribe, a pensarnos con mirada larga y profundamente transformadora y, desde esa mirada, hacer juntos un balance del plan estratégico que cerramos,así como compartir últimas propuestas y aprobar nuestro nuevo Plan Estratégico 2023/2026.


Metodología

El logro de estos objetivos estará acompañado por una metodología activa, propositiva, creativa y movilizadora, en línea con nuestro horizonte de una educación transformadora. Recuperaremos para nuestra semana de Asamblea formatos de la educación popular, de los trueques y las mingas y buscaremos en todo ello reflejar nuestras búsquedas, opciones y propuestas. Estamos convencidas de que mover nuestras miradas e ideas pasa también por mover nuestras emociones y nuestros cuerpos, por el diálogo intergeneracional, múltiple y diverso, por las expresiones culturales y artísticas.

Comparte este contenido:

Cargarse el mundo es posible, construir uno mejor también

Fuentes: Queralt Castillo Cerezuela/La marea climática

Muchos de los nombres que pasaron por la Biennal, el espacio de pensamiento celebrado en Barcelona, coincidían en la necesidad de generar horizontes que nos pongan en marcha. Eso sí: desde lo colectivo y evitando el optimismo vacío.

Barcelona se despide, un año más, de una Biennal de Pensament en la que la emergencia climática ha tenido un papel preponderante. Han sido varias las mesas redondas dedicadas a abordar esta temática desde diferentes perspectivas. Ciudad y comidaciudad zerocambio climático y tecnologíainterespecismo o los retos que plantea la proliferación de distopías han copado algunas de las conversaciones.

Cada dos años, la ciudad condal invita a todo el que se quiera acercar a las numerosas conversaciones organizadas a pensar juntas, plantear dudas y proponer respuestas. Y todo es gratis. Este año, además, el festival ha descentralizado la mayoría de sus actos, lo que ha provocado que los tentáculos de esta invitación a pensar se extendiesen por los diferentes barrios de la capital catalana. Y ha sido un éxito.

El mundo se hunde. Y tú, ¿cómo lo llevas?

Es domingo y este es uno de los últimos actos de la Biennal. Las temperatura, veraniega en pleno otoño, nos recuerda la espada de Damocles que llevamos encima: el cambio climático. Es quince de octubre y hay gente con  sandalias, shorts y tirantes. En los medios, dos maneras de enfocarlo: hay quien continua diciendo que es una suerte, que ‘el verano se alarga’; otros, más cautos, más conscientes, y también más responsables, aseguran que el hecho de que el calor se mantenga está lejos de ser una buena noticia.

Emergencia climática, crisis económicas, pandemias, desigualdades, guerras. ¿Qué hacemos con todo esto? Ante este panorama, esta cuestión y delante de más de un centenar de personas, George Monbiot (Reino Unido, 1963) y la filósofa francesa Corine Pellunchon (Francia, 1967) leyeron manifiestos preparados especialmente para la ocasión. La intervención de Monbiot, por videoconferencia, fue contundente: hay que ampliar el círculo de las demandas para poder avanzar. “Los grandes cambios se producen gracias a los grandes pasos de las sociedad, pero tiene que haber una estrategia, una visión; porque esa es la única manera política que existe de conseguir cambiar las cosas”.

El escritor puso como ejemplo la alta efectividad de las campañas de la comunidad LGTBIQ, que, a lo largo de los años, ha ido ampliando las demandas como pura estrategia de supervivencia. “Cuando hay una estrategia, la sociedad van con ella, porque la ciudadanía no se quiere quedar fuera, no quiere vivir en el ostracismo”. Monbiot hacía referencia al dato del 25%: “cuando el mensaje llega a un 25% de la sociedad, entonces es cuando se empieza a producir el cambio; pero tiene que haber ese 25% de consenso”, explicó.

Por su parte, Corine Pellunchon aprovechó la atención del público para hablar de esperanza, “que nada tiene que ver con el optimismo”, y que se diferencian por hacer referencia la primera a aspiraciones colectivas, y la segunda a aspiraciones individuales. “Son tiempos trágicos para la esperanza, porque tenemos ante nosotros la posibilidad de la catástrofe, el final no del mundo, pero sí de nuestro mundo”, insistía ante los asistentes. Ante el catastrofismo, Pellunchon apuesta por “la oportunidad, la posibilidad, la revolución”. Sin embargo, porque siempre hay un sin embargo, advertía: “para poder ver el inicio de una nueva era, la era del vivir, primero tenemos que perder nuestras ilusiones”. ¿Acaso no están perdidas, ya? Quizás no: “la esperanza es el paso de la muerte a la vida, es tener expectación por algo; y eso está relacionado con la belleza y la supervivencia”. Saber el origen del sufrimiento no impide sufrir, pero la amenaza de un colapso inminente debería servirnos para definir qué queremos en la vida y qué no, alegaba Pellunchon en su manifiesto. “Hay que ser pragmático; y la esperanza es un método, una decisión. La utopía es una condición”.

Utopía es una de las palabras que daba título a este encuentro, pero iba, como casi siempre,  acompañada de su contraria: distopía, algo sobre lo que Layla Martínez (Madrid, 1987) ha investigado y escrito vastamente. También la persona que la acompañaba sobre el escenario, el filósofo y escritor catalán Eudald Espluga (Girona, 1990),  ha reflexionado de manera extensa acerca de este género y sobre sus bondades y peligros.

Si algo parece evidente es que hemos llegado al fin de la idea del progreso, como aseguraba Layla Martínez: “Uno de los aspectos clave del paso de la modernidad a la posmodernidad es la idea de que el progreso ha dejado de funcionar. El futuro ya no nos parece un lugar mejor, sino todo lo contrario: nos provoca ansiedad y miedo”. Este punto de inflexión que lo cambió todo se empezó a gestar a finales de la década de los setenta y principio de los ochenta. Es ahí, según Martínez, cuando se inicia este desgaste del futuro, “cuando se empieza a pensar que una sociedad mejor no es posible”.

Esto se ha visto traducido en la disminución contundente de la publicación de utopías y en un aumento considerable de la producción cultural distópica, que nos muestra un futuro catastrófico a todos los niveles. “Ni siquiera hace falta pensar en una sociedad perfecta, sino una un poco mejor. ¿Qué ha pasado para que en cien años haya cambiado tanto la imaginación cultural sobre el futuro?”, se preguntaba la autora.

Esta pregunta puede tener multitud de respuestas, o quizás incluso ninguna. Una de ellas es que la producción cultural a menudo se relaciona con la realidad. Y la realidad en la que vivimos no es buena. Otra es que es la producción cultural produce realidades. El problema no sería tanto la presencia de distopías, que a menudo nos quieren alertar de un mal futuro, sino la sobreproducción actual de estas. “El problema es que no haya otra cosa. Estas distopías conforman nuestra imaginación sobre lo que va a suceder y puede llevar a una especie de parálisis colectiva. Si todo el mundo piensa que el futuro va a ser peor, entonces tendrán la percepción de que el presente no es tan malo”; explicaba Martínez. El virgencita, virgencita, que me quede como estoy de toda la vida. El caso es que estamos muy lejos de vivir en un presente ideal. Todo lo contrario: vivimos un presente violento que nos corrompe y nos maltrata, tanto en el plano individual como en el colectivo. Si refugiarnos en pretérito es problemático porque nos conduce a la melancolía de un pasado idealizado que no fue, negarnos la posibilidad de un futuro mejor es negar la vida

Imaginar el fin del capitalismo es posible

Eudald Espluga tiene una respuesta contundente: “es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”. Sin embargo, el filósofo y escritor catalán no quiere quedarse anclado en un mantra que no nos lleva a ningún lado y lanza una propuesta: ¿por qué no romper con la idea de temporalidad explícita que existe en las utopías? “Apuesto por que el concepto de utopía no sea estático, tal y como propone Maggie Nelson con el concepto de libertad. ¿Por qué no dejamos de hablar de utopías y empezamos a hablar de ‘prácticas utópicas’ como un ejercicio constante y continuo de transformación de nuestras condiciones de vida?”. Para poder movernos de la era distópica a una utópica, Espluga ve necesario dejar de ver la utopía como un estadio que predecimos y apostar por una lógica propiciatoria que transforme las condiciones en la que nos encontramos. Sin olvidarnos, obviamente, de “imaginar las transformaciones de poder necesarias”.

Imaginar puede que sea el primer paso para cambiar lo que no nos gusta de nuestro alrededor, pero hace falta más: mucho más. Para comenzar, y como aseguraba Eduardo Galeano: ir dos pasos más allá. “Adelantarnos es lo que nos permite avanzar. Eso, y pensar en medidas que podamos visualizar en un horizonte cercano. Por ejemplo, creer en la reducción de la jornada laboral. Es algo que se puede hacer ya y que es técnicamente factible —de hecho, se están haciendo pruebas piloto en algunas empresas portuguesas—. Hay que buscar medidas, huir de las propuestas tibias y sobre todo, no dejar que el pensamiento utópico caiga en manos del capitalismo”, sentenciaba Layla Martínez.

El pasado domingo en Barcelona, Martínez, Espluga, Monbiot y Pellunchon coincidían en algo: hay que generar horizontes que nos pongan en marcha. Y para llevar a cabo esta tarea, solo hay una manera de hacerlo: desde lo colectivo y evitando el optimismo vacío, frecuentemente aliado del discurso individualista. Para ello, también es necesario alejarse de la nostalgia y mirar a largo plazo. “Los discursos que miran a 30 o 40 años vista no tienen sentido”, aseguraba Espluga.

Para finalizar, Layla Martínez lanzaba una propuesta: “¿por qué no reapropiarnos de la idea del fin del mundo?”. Y tiene razón: es posible que no se acabe el mundo, sino que estemos ante el fin de una era. “Se acaba esto y está bien que se acabe. ¿Por qué no apostar para que se acabe este mundo y para que empiece otro? Esto me parece fértil”. Chapeau.

Fuente: https://www.climatica.lamarea.com/cronica-biennal-2022-utopia-distopia/

Comparte este contenido:

¿Regalar vida o negar la maternidad? La gestación subrogada

Silvia Federeci

Adelanto de «Ir más allá de la piel: repensar, rehacer y reivindicar el cuerpo en el capitalismo contemporáneo»

Acusar al capitalismo de haber convertido el cuerpo de la mujer en una máquina de producción de fuerza de trabajo ha sido un tema central en la literatura feminista desde los años setenta. Pero en tanto concibe la gestación como un proceso puramente mecánico, un trabajo alienado en el que la mujer contratada no debe implicarse a nivel emocional, el surgimiento de la maternidad subrogada ha supuesto un punto de inflexión en este proceso. La subrogación es también otra vuelta de tuerca desde el punto de vista de la mercantilización de la vida humana, pues implica la organización y legitimación de un mercado de niños y niñas y la definición del niño como una propiedad que se puede transferir, vender y comprar. Esta es, en realidad, la esencia de la “gestación subrogada”, una práctica que se ha popularizado en varios países, empezando por Estados Unidos, pero que sigue estando envuelta en una nube de mistificación.

En Contract Children [Hijos por contrato] (2015), la socióloga feminista italiana Daniela Danna señala que el propio concepto de “subrogación” es engañoso al sugerir que la “madre gestante” no es la madre real, sino solo “una ayuda, una asistente” que gesta en nombre de “la madre real” –la proveedora del óvulo que el vientre subrogado convierte en bebé–. Esta terminología está justificada por las nuevas tecnologías reproductivas (la fecundación in vitro y la transferencia de embriones), que producen la ilusión de que los propietarios del óvulo implantado tienen los derechos de propiedad sobre el niño, en tanto la madre gestacional no tiene relación genética con él. Como comenta Danna, este argumento es falaz y solo se puede sostener a través de una concepción abstracta de la propiedad en la que se ignora que la “madre gestante” es quien crea y nutre materialmente al niño, un proceso que no implica solo los nueve meses de embarazo, ya que también hay una transferencia de material genético: realmente el niño está hecho de su carne y de sus huesos (p. 68).

Gracias a esta mistificación y al desarrollo de una máquina comercial e institucional de apoyo, compuesta de compañías aseguradoras, médicos y abogados, la subrogación se ha extendido de forma extraordinaria durante las tres últimas décadas. Cada año nacen miles de bebés por este procedimiento y en algunos países se han abierto “granjas de bebés” donde se insemina a las madres, que residen allí mientras dura el embarazo. En la India, por ejemplo, antes de que se prohibiera la subrogación trasnacional en 2015, existían tres mil clínicas de esta clase (Vora, 2019) que constituían la infraestructura de una industria reproductiva en la que prácticamente se había culminado la conversión del cuerpo de la mujer en una máquina procreadora.

Sin embargo, sigue habiendo problemas. En la mayoría de los países de la Unión Europea la gestación subrogada está prohibida o sujeta a límites y regulaciones. Es el caso de Países Bajos, donde se da a la madre subrogada un plazo de varias semanas después del parto para que decida si quiere separarse del bebé. Pero, como indican Danna y otros autores, se están eliminando progresivamente las restricciones y, en lugar de limitar la práctica, la regulación se está convirtiendo en el camino más rápido hacia su reconocimiento legal.

Para sortear las prohibiciones en los casos que llegan a la justicia o facilitar el reconocimiento legal de los niños adquiridos en el extranjero mediante la subrogación, se recurre, entre otros, al principio de que hay que considerar el “interés superior del niño” a la hora de dictar un veredicto. Pero en realidad este es un recurso para esquivar la ley y una legitimación de las implicaciones racistas y clasistas de esta práctica. A la hora de asignar al niño, siempre se prioriza el interés de las parejas blancas con recursos económicos.

También se apela al forzoso cumplimiento del “contrato” que obliga a las madres subrogadas a entregar al bebé una vez nacido. De hecho, la gestación subrogada es un ejemplo destacado del papel crucial que desempeña la ley como sostén de la reforma neoliberal, en tanto se confiere al contrato un estatus sagrado que no admite cuestionamiento de las condiciones en las que se llevó a cabo. Pero, como puso en evidencia el famoso caso de “Baby M1, para las mujeres es difícil saber de antemano, cuando firman el contrato, cómo se van a sentir después de haber experimentado un día tras otro, durante nueve meses, cómo se desarrolla una nueva vida en su vientre. En los términos del contrato tampoco se tiene en consideración el efecto que pueda tener separarse del bebé. Los propios contratos se han ido volviendo más complejos y restrictivos; no solo obligan a la madre subrogada a renunciar al bebé después de su nacimiento, sino que también establecen un control estricto de su vida cotidiana durante el embarazo en lo que respecta a tratamientos médicos, vida sexual o ingesta de alimentos, entre otras cuestiones. En el desarrollo de argumentos legitimadores también tiene peso la teorización legal del derecho a ser padres, para el que la gestación subrogada se convierte en una condición indispensable. Este argumento ya se está utilizando, sorprendentemente incluso en círculos radicales, a favor de las parejas de hombres homosexuales, quienes tendrían que contratar un vientre de alquiler precisamente para cumplir su derecho, en teoría absoluto, a la paternidad.

En resumen, todo apunta a que la gestación subrogada va a terminar por imponerse. No obstante, conforme esta práctica se normaliza, se hace cada vez más necesario apuntar a las premisas racistas y clasistas que la fundamentan, las consecuencias destructivas para los bebés producidos de este modo, así como los efectos negativos en las mujeres. Una consecuencia preocupante es la existencia de bebés “en el limbo” que son rechazados tanto por la madre subrogada como por la pareja contratante cuando los padres “intencionales”, por distintas razones, no consiguen que esos bebés sean reconocidos como sus hijos en su país de residencia; también se puede dar el caso cuando nacen con algún tipo de discapacidad. Un reportaje de investigación de la agencia Reuters reveló además que, al menos en Estados Unidos, los padres adoptivos pueden deshacerse sin dificultad a través de internet de los niños que hayan adoptado en el extranjero, mediante una práctica llamada private rehoming [realojo privado] que no cuenta con ninguna clase de regulación.2 Aún más preocupantes son los indicios que apuntan a que algunos niños terminan en el mercado de órganos, ya que una vez se realiza la transacción no existe un sistema institucional de supervisión que compruebe qué ocurre con los niños vendidos, que en muchos casos son enviados a miles de kilómetros de su lugar de nacimiento.

(…)

Las mujeres que firman un contrato para alquilar su vientre son la encarnación de una larga serie de figuras proletarias que han visto a sus hijos como un medio de supervivencia. Pero lo que pone a la gestación subrogada a otro nivel es que se vende el bebé a otra persona de por vida. Este aspecto también la distingue de la prostitución, con la que se compara a menudo. Mientras la prostituta vende un servicio y el uso provisional de su cuerpo, la madre subrogada otorga a otras personas, a cambio de dinero, el control total sobre la vida de un niño.

Al hacer hincapié en este punto no pretendo hacer una crítica moralista a las mujeres que se convierten en madres subrogadas, quienes, en muchos casos, son empujadas a hacerlo por sus familiares o tienen un acceso tan restringido a recursos propios que se plantean alquilar su vientre como una alternativa a una vida en batalla constante por la supervivencia, del mismo modo que otras personas se plantean vender sus riñones, su pelo o su sangre. Cuando se entrevista a algunas de estas mujeres y describen los meses de gestación como unas vacaciones, las primeras de su vida, están mostrando de manera elocuente la pobreza en la que viven muchas de ellas. Pero tenemos que desenmascarar la tremenda hipocresía de la retórica que envuelve esta práctica, que afirma que es producto del amor, una expresión pura del altruismo, “regalar vida”, mientras omite el hecho de que quienes la ejercen son algunas de las mujeres más pobres del planeta y que quienes se benefician son las familias acomodadas que, una vez han adquirido el bebé, no desean tener relación alguna con la madre subrogada.

En lugar de ser hipócritas y celebrar el supuesto altruismo de las madres subrogadas, deberíamos reflexionar sobre el nivel abismal de pobreza que lleva a una mujer a aceptar gestar durante nueve meses a un bebé al que nunca se le permitirá cuidar y cuyo destino tiene prohibido conocer. También nos debería preocupar, como ha preocupado a muchas feministas, que la subdivisión y especialización de la maternidad en sus aspectos gestacional, social y biológico representa una devaluación del proceso, que una vez fue considerado un poder de la mujer, y la restauración de una concepción sexista, patriarcal y verdaderamente aristotélica del cuerpo de la mujer y de la mujer en sí, que en la retórica de la subrogación se presenta como la portadora pasiva de una vida a la que no contribuye más que en “materia bruta”.

¿Debería no legalizarse la gestación subrogada? Es un tema que habría de generar más debate que el que ha tenido lugar hasta el momento. La pregunta plantea la cuestión de hasta qué punto podemos recurrir al Estado para garantizar que no se vulnere nuestra vida. Uno de los argumentos a los que se suele acudir es que la legalización supondría cierta protección para la madre subrogada. Al mismo tiempo, si se criminaliza la práctica, la madre se expone a un mayor riesgo, ya que sin lugar a dudas la subrogación se seguirá practicando. También es peligroso pedir al Estado cualquier clase de legislación o intervención punitiva. La historia nos demuestra que esas medidas suelen volverse en contra de quienes ya están siendo victimizadas. Así pues, ¿cómo vamos a proteger a los bebés que nazcan como consecuencia de las transacciones de la gestación subrogada? ¿Qué iniciativas deberíamos emprender para impedir que se generalice la compra y venta de la vida de las personas?Ir más allá de la piel: repensar, rehacer y reivindicar el cuerpo en el capitalismo contemporáneo(Traficantes de Sueños, 2022).

Notas:

1 “Baby M” fue el nombre que se dio en el juzgado y en los medios de comunicación a la hija de Mary Beth Whitehead, una madre subrogada de New Jersey que, tras dar a luz el 27 de marzo de 1986, decidió que no quería entregar al bebé a la pareja contratante. El consiguiente juicio, que se prolongó durante más de un año y terminó por otorgar la custodia de la niña a la pareja, generó un intenso debate en un momento en el que no existía ninguna clase de regulación para esta práctica en Estados Unidos.

2 El reportaje de Reuters, elaborado con información recabada durante meses de investigación (Twohey, 2013), reveló la existencia de un grupo en el portal de internet Yahoo en el que, de media, cada semana se publicaba un anuncio para “realojar” a un niño mediante una transferencia de tutela para la que solo era necesario un poder de representación y cumplimentar un formulario que se descargaba en la red; hubo incluso personas con antecedentes delictivos que pudieron obtener niños con este procedimiento. Según cálculos del gobierno de Estados Unidos, desde finales de la década de 1990 más de veinte mil niños adoptados habrían sido abandonados por sus padres.

Fuente: https://ctxt.es/es/20221001/Firmas/41071/gestacion-subrogada-silvia-federici-ir-mas-alla-de-la-piel.htm

Comparte este contenido:

Perú: Loreto el proyecto que lucha contra los altos índices de embarazo adolescente

En el Perú se registran al día un promedio de 32 denuncias por violación sexual, más de la mitad de estas a niñas o adolescentes. Una de las consecuencias más nefastas es la altísima tasa de embarazos de menores de edad. Un proyecto de prevención en Loreto es la prueba de que esta realidad puede cambiar.

Las cifras pueden sonar vacías o crudas o enormes o dentro de rangos que la sociedad y los medios quizá se han encargado de normalizar. Si imagináramos, de pronto, que la niña que vive con nosotros –una hija, una sobrina, una hermana– es ultrajada por uno, dos o más monstruos, podríamos sentir esa tragedia de manera más real. Porque es una tragedia que a alguien –sobre todo si es una menor de edad– se le arrebate el derecho a sentirse segura, a elegir y decidir el tiempo de su propia vida sexual, se le someta al trauma y la humillación. Y es una doble tragedia si esta menor resulta embarazada y se le frustra un proyecto de vida por verse forzada a abandonar los estudios o su vida normal.

Las cifras a veces nos suenan huecas, pero hay que saber que desde enero hasta agosto de este año, se han reportado 17.974 denuncias de agresiones sexuales en nuestro país. Y que de esta cifra, el 71,5% corresponde a menores de 17 años. En más del 80% de los casos, los agresores fueron familiares, pareja o parte del entorno cercano (MIMP, 2022).

Sucedió hace unos días en Huancayo. Pero antes de eso, en Chiclayo, en Huánuco, en el Cusco… Según el Ministerio de Salud, entre el 2020 y 2021, los casos de maternidad adolescente entre menores de 15 años se incrementaron de 1.158 a 1.438. Algo tiene que empezar a cambiar para que nuestras niñas no corran peligro, y es muy posible que en Loreto esté la solución.

Desde el distrito de Belén, Tracy participa en el programa “Campeones y Campeonas del Cambio”, De Plan International Perú. ella ayuda a empoderar a otras adolescentes y jóvenes bajo el concepto de igualdad para lograr posicionar una agenda para la prevención del embarazo en menores de edad.
Desde el distrito de Belén, Tracy participa en el programa “Campeones y Campeonas del Cambio”, De Plan International Perú. ella ayuda a empoderar a otras adolescentes y jóvenes bajo el concepto de igualdad para lograr posicionar una agenda para la prevención del embarazo en menores de edad.

Hace casi cinco años, la ONG Plan International Perú implementó el proyecto “¡Decidamos ya! Reducir el embarazo adolescente en Loreto”, con el objetivo de que las y los adolescentes, especialmente de origen indígena, cuenten con mayores herramientas para el ejercicio de su derecho a la salud y de sus derechos sexuales y reproductivos, y se pueda prevenir el embarazo no deseado. Antes de esta intervención –en la que se ha involucrado a más de 62 mil niños y adolescentes, más de 400 líderes comunitarios, más de 3 mil padres y madres, y casi 3 mil funcionarios de salud y educación–, las cifras de embarazo adolescente llegaban al 34% de las jóvenes loretanas. Hablamos de un entorno en el cual el promedio de hijos por mujer es el más alto a nivel nacional (3,7 frente al 2,5 promedio del país, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar Endes-INEI 2017).

Además…
A tener en cuenta

3.603 partos de niñas menores de 14 años Se han reportado en el Perú desde el 2020 a la fecha

(cifra del Minsa, con Certificado de nacidos vivos, agosto de 2022).

1.879 casos de violencia psicológica o física o sexual fueron atendidos en los Centros de Emergencia Mujer (CEM) de loreto, este año.

606 docentes y directivos han sido capacitados como parte de la inserción de la educación sexual integral en los planes de las instituciones educativas de Loreto.

564 adolescentes de secundaria de Iquitos, Punchana, Belén y Nauta han sido capacitados en la toma decisiones sobre su salud sexual y reproductiva.

“Como padres, madres y cuidadores, sabemos que no siempre estaremos al lado de nuestros hijos para protegerlos de las situaciones de violencia. Por tanto, se hace necesario ayudarlos a saber identificar situaciones de riesgo, para que no repliquen los esquemas de abuso y aprendan a tomar decisiones responsables sobre su vida”, explica Yanet Razzetto, coordinadora técnica nacional de Educación de Plan International Perú.

El proyecto (en asociación con Kallpa y el apoyo financiero del Gobierno de Canadá) desarrolla sus actividades en los distritos de Iquitos, Belén, Punchana, San Juan Bautista y Nauta-Loreto, basando sus acciones en tres pilares: trabajo con adolescentes a través de los programas formativos de “Campeones y Campeonas del Cambio” y “Educadores Pares”; trabajo con docentes para el fortalecimiento de la educación sexual integral en aulas y con personal de salud para la mejora de atención en postas médicas; y trabajo con autoridades, líderes comunitarios y organizaciones juveniles para garantizar la sostenibilidad del proyecto.

Hace cinco años, antes de  iniciarse el proyecto, las cifras de embarazo adolescente llegaban al 34% de las jóvenes loretanas.
Hace cinco años, antes de iniciarse el proyecto, las cifras de embarazo adolescente llegaban al 34% de las jóvenes loretanas.

Elizabeth Menéndez, coordinadora de “¡Decidamos ya!”, explica que para llevar educación sexual integral a los estudiantes de secundaria se contó con el apoyo de docentes y directivos para implementar proyectos de liderazgo escolar. Así, los chicos son promotores de derechos de salud sexual y reproductivos en su comunidad. En el caso de niños y niñas de primaria, se aplicó una metodología lúdica. “Con juegos en aula y digitales, se fortalece el reconocimiento del cuerpo, el cuidado y la protección. Esta capacitación alcanzó a 52 instituciones educativas y 237 docentes”. Los juegos digitales se trabajaron a través de una aplicación desarrollada por el proyecto. Se llama “Súper Derechos”, está siendo instalada en las instituciones educativas, tanto en aulas como en tablets (para usarse desde las casas, con o sin Internet), y fue elaborada con un enfoque intercultural (incluyendo el idioma kukama kukamiria, uno de los más presentes en la Amazonía peruana).

Menéndez comenta que se han logrado importantes avances, como la aprobación de la Estrategia Regional para el Desarrollo Integral de las Adolescencias de Loreto 2020-2030. “Ellas y ellos ahora conocen los efectos que tiene la violencia basada en género y desarrollan acciones de difusión para la prevención del embarazo adolescente en su región, bajo los enfoques de igualdad de género, protección e interculturalidad. Este es el camino”.

Hoy en día, Loreto registra un 18,3% de prevalencia en embarazo de adolescentes de 15 a 19 años. Aún falta mucho por hacer, pero está probado que acciones como estas son una solución.

https://elcomercio.pe/somos/historias/loreto-el-proyecto-que-lucha-contra-los-altos-indices-de-embarazo-adolescente-sexualidad-selva-peruana-historias-ec-noticia/

Comparte este contenido:

Colombia: Mejorar la educación media es la clave para disminuir la pobreza

El tercer Informe Nacional de Empleo Inclusivo INEI revela profundas relaciones entre formación, empleo y pobreza en la recuperación económica.

El 61% de los empleadores en Colombia tienen dificultades para cubrir los puestos de trabajo, pero el año pasado más de 3,3 millones de personas estaban desempleadas. Esto es especialmente preocupante si se considera que el 82% de las familias con al menos un desocupado está en condición de pobreza extrema, pobreza o vulnerabilidad.

Esa son algunas de las conclusiones del tercer informe Nacional de Empleo Inclusivo, INEI 2021-2022, desarrollada por la Alianza por la Inclusión Laboral, conformada por Fundación Corona, Fundación Andi y Usaid a través de Acdi/Voca y por primera vez el Pnud como aliado estratégico.

Allí se determina que el país enfrenta retos urgentes para retomar la senda de disminución de la pobreza y el cierre de brechas en materia de empleo.

Ángela Sabogal, coordinadora de la Alianza para la Inclusión Laboral, señala que para enfrentar los desafíos “se necesitan lecturas integrales de los datos que relacionen las problemáticas en educación, intermediación laboral y empleo, para que se pueda dar una toma de decisiones basada en evidencias, de manera más ágil, constante y con desagregaciones poblacionales y territoriales”.

Uno de los hallazgos se dio en las situaciones de mayor vulnerabilidad que enfrenta la población en pobreza y pobreza extrema.

En el caso de educación se estableció que el año pasado la matrícula de la educación media tuvo la mayor tasa de crecimiento de los últimos años. El informe dice que esto es favorable pues significa que una parte de los jóvenes regresaron al sistema luego de la crisis sanitaria.

Sin embargo, advierte que “aun así se debe trabajar en la tasa de cobertura neta, la cual sigue siendo la más baja en comparación con los otros niveles escolares (48,7 %)”.
Igualmente, subraya que el 70% de los jóvenes entre 15 y 16 años que no asistieron a establecimientos educativos pertenecían a una familia pobre. “Se puede ver como en el 2021 el 54% de los jóvenes que no asistieron al colegio, lo hicieron por estar trabajando o realizando labores del hogar. Además, se muestran diferencias de hasta 25 puntos en el puntaje promedio de las Pruebas Saber 11 entre escuelas urbanas (252 puntos) y rurales (227 puntos)”.

Catalina Martínez, directora de la Fundación Andi,
expresó que “es indispensable trabajar por la permanencia en la escuela de los jóvenes más vulnerables. A pesar de constantes llamados y múltiples esfuerzos para mejorar la calidad de la educación media, especialmente en aquellos territorios y grupos más rezagados, esto continúa siendo un desafío estructural del sistema”.

Culminar la educación media influye en gran medida en la posibilidad que tendrá un joven de emplearse en el futuro y de tener mayores ingresos. Para 2021 las personas que se graduaron de la educación media estuvieron 9,8 puntos porcentuales más ocupados respecto a los que llegaron a graduarse de primaria, además influye en el tipo de empleo que consiguen, 8 de cada 10 personas que no terminan la primaria están en la informalidad. El informe INEI también mostró que quienes tuvieron acceso a educación posmedia, su salario promedio es el doble respecto a los graduados de media y casi 3 veces mayor en relación con los graduados de básica primaria y básica secundaria.

En empleo

Al analizar la participación laboral, es decir, la población que está en el mercado del trabajo, el informe INEI evidenció que la emergencia sanitaria generó una marcada salida de personas hacia la inactividad que aún no ha podido ser revertida, esto se representa mediante la tasa global de participación que en 2019 fue de 63,3%, 2020 de 59,2 % y en 2021 de 60,6 %, en donde las mujeres siguen siendo las más afectadas y se amplió la histórica brecha de género (20,8 p.p. en 2019 a 23,0 p.p. en el año 2021).

El tejido empresarial del país está conformado por unidades productivas pequeñas que representan el 92% de las empresas (de las cuales el 60% son informales) ambas características dificultan que el empleo en Colombia sea estable, cuente con protección social y remuneraciones adecuadas. Adicionalmente, hay una alta concentración de empresas en unos pocos territorios, en 2021 el 56% del tejido empresarial se encontraba concentrado en la capital del país (33%), seguido de Antioquia (14%) y del Valle del Cauca (9%).

https://www.portafolio.co/economia/educacion-media-la-clave-para-disminuir-la-pobreza-573483

Comparte este contenido:

México: Pandemia afectó los niveles de aprendizaje

En el ciclo escolar anterior, estudiantes disminuyeron más de un 20% en Español

Al inicio del Ciclo Escolar 2021-2022 se registró una disminución de los niveles de aprendizaje de los estudiantes de educación básica. En Lectura los alumnos mostraron una reducción de 20.9 puntos porcentuales, al pasar de 70.6% en segundo grado a 49.7% en sexto, señala en su reporte más reciente la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

De acuerdo con la auditoría que la ASF realizó a la Estrategia Nacional para el Regreso Seguro a las Escuelas de Educación Básica, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), al arrancar el referido periodo lectivo se aplicaron 578 mil 332 instrumentos de evaluación a 303 mil 198 estudiantes de 2 mil 305 escuelas de nivel primaria y 981 mil 278 instrumentos a 545 mil 511 alumnos de 2 mil 879 secundarias, que también revelaron la pérdida de aprendizajes en Matemáticas.

En esa asignatura se registró una reducción de 16.7 puntos porcentuales, al pasar de 66.5% en segundo a 49.8% en sexto.

“Los resultados muestran que la mayor disminución se ubicó en el quinto grado de este nivel educativo”, señala la ASF.

Conocer la situación emocional

El director de Activación Local de la organización Mexicanos Primero, Erik Avilés Martínez, expone que la SEP tiene “una deuda inmensa con las generaciones en formación en México, la de dar a conocer la situación socioemocional, de aprendizajes y de contexto socioeconómico en la cual sortearon la pandemia.

Se debe realizar una prueba diagnóstica más profunda para conocer la realidad en la que se encuentran actualmente nuestras niñas, niños y adolescentes. Los resultados de la ASF refrendan la pérdida de aprendizajes que mostraron estudios independientes, como Equidad y Regreso de Mexicanos Primero. “Ese estudio exhibió que en comprensión lectora y en matemáticas, los estudiantes de 10 y 15 años sufrieron serios retrocesos, que continúan desatendidos a la fecha”.

Para Alma Maldonado, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, lo que revela la ASF “es una pequeña muestra de lo que está ocurriendo con los aprendizajes, pero es limitado, aunque da una buena aproximación sobre de qué tamaño son las pérdidas de aprendizajes”.

Telón de fondo
Fue una evaluación de emergencia

La SEP informó que la valoración diagnóstica tuvo como fin “proporcionar a docentes y a estudiantes de 2º a 6º de primaria y de 1º a 3º de secundaria información útil acerca de los puntos de partida de los aprendizajes en Lectura y Matemáticas al inicio del ciclo escolar 2021-2022 para identificar los aprendizajes que dominan los estudiantes y los que requieren fortalecimiento”.

Dice que la Estrategia Nacional para el Regreso Seguro a las Escuelas de Educación Básica en el ciclo escolar 2021-2022 fue una medida extraordinaria y transitoria por la declaratoria de emergencia sanitaria por el virus SARS-CoV-2; sin embargo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 no contó con una asignación de recursos en un programa específico.

Señala que de las 223 mil 855 escuelas de educación básica registradas en el sistema educativo nacional, se abrieron 113 mil 594, es decir, 50.7%, y de los 23 millones 922 mil 995 alumnos registrados al inicio del ciclo escolar regresaron a clases 12 millones 748 mil 463, esto es, 53.3 por ciento.

Mal en Lectura y también en Matemáticas

  • En el tránsito de primaria a secundaria se identificó que en Lectura bajó el porcentaje de aciertos 6.7 puntos porcentuales; de 49.7% a 43%, y de 49.8% a 48% en Matemáticas.
  • En secundaria se identificó que en Lectura aumentó el porcentaje de aciertos, de 43% en primer grado a 47.1% en tercero; mientras que en Matemáticas se redujo 8.2 puntos porcentuales, de 48% a 39.8 por ciento.

Voz del experto
Eduardo Backhoff, ex presidente de la Junta de Gobierno del INEE.

La realidad, el nivel estaría mucho más abajo

Eduardo Backhoff Escudero, ex presidente de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), comenta que si la prueba diagnóstica se hubiera aplicado en todas las escuelas abiertas y no sólo a 2%, se habría reflejado en mayor magnitud la crisis educativa actual.

“Si se hubiera evaluado a todos los estudiantes que en ese momento estaban en las aulas, el panorama hubiera sido mucho peor y muchísimo más abajo”, dice.

Agrega que si bien la evaluación pudo aplicarse a una mayor cantidad alumnos para contar con un panorama más amplio de las afectaciones que causó la pandemia en los aprendizajes “fue mejor hacer este ejercicio que no haberlo hecho, pero fue un ejercicio mal hecho”.

https://www.informador.mx/mexico/Educacion-Pandemia-afecto-los-niveles-de-aprendizaje-20221102-0032.html

Comparte este contenido:
Page 315 of 6179
1 313 314 315 316 317 6.179